PAGOS EN EFECTIVO NO ACEPTADOS FISCALMENTE La reforma tributaria en trámite propone una restricción muy fuerte en materia de costos, deducciones, pasivos e impuestos descontables, y consiste en no reconocerlos cuando las transacciones se efectúen bajo las modalidades de pago en efectivo o caja en moneda nacional o en moneda extranjera y el endoso de cheques. Los medios de pago que se proponen aceptar para efectos tributarios son: Depósitos en cuentas bancarias, giros o transferencias bancarias, cheques girados al primer beneficiario, tarjetas de crédito, tarjetas débito u otro tipo de tarjetas o bonos que sirvan como medios de pago en la forma y condiciones que autorice el gobierno nacional. Lo dispuesto no impediría el reconocimiento fiscal de los pagos en especie ni la utilización de los demás modos de extinción de las obligaciones distintos al pago, previstos en el artículo 1.625 del Código Civil y demás normas concordantes. De manera provisional, se propone tener reconocimiento fiscal como costos, deducciones, pasivos o impuestos descontables, los pagos en efectivo que efectúen los contribuyentes o responsables así: En el año 2011 el 85% de lo pagado, en el año 2012 el 60% de lo pagado, en el año 2013 el 40% de lo pagado y partir del 2014 no tendrán tal reconocimiento. En principio la medida se observa como un mecanismo para evitar los sistemas de evasión de impuestos por contabilidades que manejan ingresos y egresos basados en caja. Cuando se utiliza el sistema financiero, las transacciones que no se incluyen oficialmente, quedarían expuestas para una investigación y su ocultamiento resulta prácticamente imposible o las alteraciones al sistema de información podrían llegar incluso a problemas penales por el delito de falsedad en documento privado. De igual manera, se haría coherente las políticas de control y prevención de lavado de activos con el control y prevención a la evasión de impuestos en Colombia. La trazabilidad de las transacciones entre agentes económicos podría ocultarse cuando se realizan mediante uso del efectivo. No se determina el origen del dinero ni de quién se recibe, o en términos de lavado de activo se pueden ingresar a un negocio lícito dinero provenientes de actividades ilícitas. Por otro lado están las actividades lícitas que funcionan con clientes y/o proveedores, en un alto porcentaje de sus operaciones sobre la base del efectivo. Varios ejemplos. Las tiendas de barrio, los negocios en frontera (Venezuela, Ecuador), estaciones de servicio, ventas de comida rápida informales y de grandes cadenas, pagos por servicios en zonas rurales, pagos por servicios en carretera en el caso del negocio del transporte, hoteles y hostales en poblaciones pequeñas, los peajes en zonas no urbanas la mayor parte de ellos, para solo mencionar algunos. En varias de estas actividades no es posible la utilización de los medios de pago a través del sistema financiero. También está la cobertura del sistema financiero en Colombia en todas las regiones. Aunque se reconoce que la mayor parte del territorio nacional está cubierto, todavía hay zonas que no lo están, principalmente las rurales y algunas poblaciones pequeñas. Si le propongo a un chofer de camión que vaya hasta la ciudad más cercana para pagar la lavada de su vehículo, la despinchada de una llanta, el almuerzo de carretera, me respondería que sencillamente así no funciona este negocio. El turismo por las regiones de Colombia, el eje cafetero, el parque Chicamocha en Santander, los viajes a la costa atlántica o la del pacífico, llanos orientales, entre otros sitios turísticos, hoy posible gracias a la seguridad democrática, funcionan para las familias por transporte terrestre y transacciones en efectivo. Otro tema a cuestionar es el costo que representa la utilización del sistema financiero y el impuesto conocido como el cuatro por mil. Algunas empresas han tenido que utilizar el sistema de caja y aún asumiendo los riesgos de control e inherentes al manejo de transacciones en efectivo, tienen ahorros de millones de pesos en dicho impuesto. En nuestra opinión varios temas tendrían que profundizarse antes de implementar los controles propuestos sobre las transacciones en efectivo. El de parte de la economía informal que no tributa, el de las pequeñas y medianas empresas, que podría representar alrededor del 10% del recaudo en renta e IVA, el control del lavado de activos, todos ellos frente a la evasión de impuestos. Cordialmente, GABRIEL VASQUEZ TRISTANCHO Columnista Vanguardia Liberal Socio Impuestos Baker Tilly Colombia E-mail: gvasquez@bakertillycolombia.com Bucaramanga, 8 de Noviembre de 2010