11 ASÍ NOS TRABAJA DIOS e influencias interpersonales que nos van configurando, y crece al ritmo de la historia de la que vamos siendo parte, de manera más o menos consciente y con mayor o menor protagonismo. A media que me iba acercando a esta vida me resonaba esa afirmación contundente de Jesús: «el Reino de Dios dentro de vosotros está», es decir, se va dando al interior de cada vida humana, de cada contexto histórico. Desde ahí nuestra relación con Dios y con la realidad toma otro matiz; ésta será una de las claves de lectura que se irán haciendo patentes en esta historia concreta. Una segunda fuente de inspiración fue para mí la parábola del alfarero con la que Jeremías, en el capítulo 18, simboliza lo que Dios está haciendo con su pueblo. El símbolo puede expresar una convicción muy propia de la espiritualidad ignaciana: Dios trabaja en nosotros y con nosotros: «Considerar cómo Dios trabaja y labora por mí en todas las cosas criadas sobre la haz de la tierra » (EE 236). Se me hacía evidente descubrir que esa acción de Dios en la vida de Coínta, fue marcando etapas de distinta duración, según la densidad de los acontecimientos que la configuran y la respuesta en fidelidad que ella misma iba dando. Desde esta perspectiva de la fe en un Dios que nos conduce y « nos trabaja » a su ritmo, surgió muy espontáneamente el título del libro y luego el epígrafe que ilustra cada período: son frases tomadas de la parábola del alfarero. Y la tercera fuente donde bebí, más en el momento de hacer síntesis, fue un detalle del fresco de la Creación de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina: arropada en un abrazo de Dios Creador hay una mujer. Ives Patenótre, al presentar el libro de Teilhard de Chardin, El Eterno Femenino, se pregunta quién puede ser esa mujer, joven y bella, además. Y sugiere que puede ser la Sabiduría, o la feminidad del Espíritu Creador, que es lo que Teilhard llama: el eterno femenino, el amor creador. Lo cual significaría que esa energía de amor, que habita el corazón de todo ser humano, es divina. Dicho de otra manera, todo hombre, toda mujer está habitado por el