L_02_E_01

Anuncio
La medición de la productividad
Conceptos y significado
Medición
La productividad se define generalmente como la relación entre la producción y cualquiera o
todos los factores con ella asociados medidos en términos reales (volumen físico;. Pueden medirse
en el caso de organizaciones productoras (empresas comerciales, organismos del gobierno o
instituciones privadas sin ánimo de lucro) para aquellos componentes en los que se mantienen
unos registros separados (divisiones, departamentos, plantas, centros de costos). Del mismo
modo, pueden medirse valores de productividad correspondientes a industrias, sectores o
sistemas económicos enteros. Los primeros conceptos y mediciones de la productividad hacían
referencia principalmente al nivel macroeconómico. Desde finales de 1940, se ha hecho cada vez
más hincapié en la medición de la productividad en las unidades de planta y en las empresas.
Sin embargo, los conceptos y técnicas de medición subyacentes son los mismos,
independientemente del nivel de agregación, si bien difieren la utilización de los parámetros. A
nivel macroeconómico, éstos se utilizan para: 1) analizar las fuentes de aumento de la
productividad y su incidencia económica, como información de base para las proyecciones de las
cantidades producidas o necesidades de factores de producción; y 2) la formulación de políticas
destinadas a promover un crecimiento económico relativamente estable. En una empresa
concreta, los indicadores de productividad se utilizan como instrumento de dirección para: 1)
promover la productividad; y 2) la confección de presupuestos y proyecciones a largo plazo. La
exposición de este apartado se centra en los indicadores de productividad que se utilizan en la
empresa.
Conceptos y significado
Cuando se establece una relación entre la producción y los factores a ella asociados
(habitualmente en forma de ratio, que se convierte en números índice en sucesivos períodos de
tiempo), los indicadores de productividad totales resultantes reflejan la reducción neta de los
costos reales por unidad de producción y, por consiguiente, el incremento de la eficiencia
productiva. La producción generalmente es un agregado ponderado del número de unidades
físicas de los diversos productos de la empresa. Los factores de producción dan lugar a tres
categorías principales de costos: mano de obra, productos intermedios (materias primas,
suministros, energía y servicios adquiridos fuera de la empresa) y capital; expresados en términos
reales y constantes. Los indicadores de productividad parcial son los ratios de producción a
clases individuales de factores de la misma. Éstos reflejan los cambios, no solamente en la
eficiencia productiva si no también en la combinación de factores dé producción o relevo de los
mismos. Así pues, el índice de productividad parcial más utilizado, la producción por horahombre, refleja los aumentos del capital y otros factores de la producción por hora-hombre, así
como los cambios en la eficiencia general.
Una variante de este indicador es la productividad total de un factor, para cuyo cálculo se
deducen las adquisiciones de productos intermedios en términos constantes del valor real de la
producción bruta, obteniendo de ese modo un indicador del valor real añadido. Este indicador real
de productividad se relaciona posteriormente con los factores básicos de producción, mano de
obra y capital. La ventaja de la productividad total de factores es que son compatibles entre
empresas y mantienen una coordinación con los indicadores macroeconómicos, ya que los valores
añadidos dan como total el producto bruto del sector industrial correspondiente. No obstante, los
parámetros de productividad total aparentemente son preferibles para fines de dirección en la
empresa, ya que: 1) deben tenerse en cuenta todos los factores de producción a la hora de buscar
las combinaciones de costo mínimo; y 2) a lo largo del tiempo, los directivos intentan reducir el
costo de los bienes y servicios adquiridos, así como el de los factores de mano de obra y capital
por unidad de producción.
Los cambios en la productividad total a corto plazo reflejan los de las tasas de utilización de la
capacidad a lo largo del ciclo económico. A largo plazo, un aumento de la productividad refleja
unos adelantos tecnológicos y organizativos, resultado de las innovaciones ahorradoras en los
métodos y medios de producción. Éstas, a su vez, proceden de: 1) las actividades de investigación
y desarrollo de la empresa concreta y de los proveedores de los bienes de los fabricantes; 2) de
las inversiones tangibles en bienes de capital en los que se han introducido mejoras tecnológicas;
y 3) de las inversiones intangibles en la formación y preparación necesarias para producir y aplicar
tecnologías más avanzadas; y en la salud, seguridad y movilidad de los trabajadores. Además, las
economías de escala los cambios en la eficiencia de la asignación dé recursos y los habidos en la
calidad media inherente de los mismos, también pueden influir en la productividad.
Medición
La medición de la productividad consiste en convertir las estimaciones de los valores y costos
de producción en precios constantes. Dado que los valores representan el precio multiplicado por
las cantidades (V = Px Q), la medición del numerador de la producción y del denominador de los
factores de producción que se han de introducir para calcular los ratios o índices de productividad
exige la separación de los precios y cantidades en un balance de resultados detallado y,
posteriormente, recombinar las cantidades producidas en períodos sucesivos multiplicándolas
(ponderándolas) por los precios constantes de un solo período base. Como alternativa, pueden
dividirse (deflactarse) los valores y costos de producción entre los números indice de los precios
medios recibidos a cambio de la producción de la empresa y de los precios medios pagados por
los factores de producción. En conjunto, los datos subyacentes para las estimaciones de la
productividad pueden obtenerse de los sistemas de información de la empresa. Surgirán diversos
problemas, como el ajuste de las cantidades de producción para introducir los cambios de modelo
o de calidad, o en la determinación del error o detalle que se ha de aplicar a las categorías de
productos y factores de producción.1 Puesto que cada firma es única en su género el estimador
debe, no obstante, utilizar su mejor criterio al aplicar los principios generales a situaciones
especiales.
Programas. Un beneficio importante en la medición de la productividad en una organización es
el fomento de la "propensión hacia la colectividad". Para que tengan la máxima incidencia, deben
recircularse los resultados periódicos más allá de los círculos directivos, y deben asociarse a los
programas destinados al aumento de la productividad en toda la empresa.
Diagnósticos. Las mediciones de la productividad, como parte de sistemas más amplios de
información de la dirección, sirven de instrumento para la identificación de situaciones o tendencias
adversas que requieran una investigación adicional, y posiblemente la toma de medidas de
corrección. Esta función de las mediciones o parámetros de productividad se verá mejorada si
se preparan con un grado suficiente de detalle en lo relativo a los tipos de factores de producción y
unidades de organización. Por consiguiente, cuando se proceda a efectuar una comparación de
plantas que produzcan la misma gama de productos, ya sea entre ellas o con valores medios
correspondientes al sector, unos índices de productividad bajos o las mejoras de la misma
podrían funcionar a modo de farolillo rojo. Los índices pueden utilizarse también para fijar las
metas oportunas con el objeto de reducir las necesidades de factores de producción por unidad de
ésta, durante un período de tiempo futuro especificado.
Proyecciones. Las mediciones o índices de la productividad tienen un valor especial como
información básica para la realización de proyecciones. No obstante, no deberían extrapolarse
mecánicamente las tendencias de períodos anteriores, sino que deberían modificarse para tener
en cuenta las nuevas inversiones y otras medidas previstas cuyo fin sea la reducción de costos,
así como para considerar también las ventas previstas, su reducción y los cambios consecuentes
de los índices de utilización de la capacidad de producción. Cuando se divide la producción
prevista entre estos valores, las proyecciones total y parcial de la productividad proporcionan
previsiones de las necesidades de mano de obra, materias primas y capital. Éstas son útiles para
la planificación de las políticas de captación de personal, compras e inversiones. Cuando se
multiplican por el costo medio previsto por hora de mano de obra y por los precios de otros
factores de producción, las proyecciones de las necesidades de los factores de producción
permiten obtener las estimaciones de costos para el período futuro. Son, por tanto, un ingrediente
útil para la confección de presupuestos, así como para la realización de previsiones a más largo
plazo.
Notas
1
Para explicaciones detalladas sobre técnicas de medición véase John W. Kendrick y Daniel
Creamer, Measuring Productivity, Handbook with Case Studies, Studies in Business Economics,
N.º 89, The Conference Board, Nueva York, 1965.
2
Ibid.
Fuente bibliográfica: Enciclopedia del Management
Versión española de la edición original de Lester R. Bittel y Jackson E. Ramsey Handbook for
Professional Managers, publicada por Mc-Graw Hill, Inc., Nueva York, EE.UU./(c) 1985 Edición
original Mc-Graw Hill, Inc./(c) 2007 EDITORIAL OCEANO
Código documento: 39213
Descargar