Secretaría Suprema Corte Registrado bajo el N°1569 P. 126.613-RC - “Osuna, Horacio Alberto s/ Recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley en causa N° 70.833 del Tribunal de Casación Penal, Sala II”. ///Plata, 13 de julio de 2016.AUTOS Y VISTOS: La presente causa P. 126.613-RC, caratulada: “Osuna, Horacio Alberto s/ Recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley en causa N° 70.833 del Tribunal de Casación Penal, Sala II”, Y CONSIDERANDO: 1. La Sala Segunda del Tribunal de Casación Penal, mediante el pronunciamiento dictado el 2 de julio de 2015, desestimó por inadmisible la petición del habeas corpus articulada in forma pauperis por Horacio Alberto Osuna (fs. 54/56). 2. Contra dicha decisión, se alzó el nombrado merced a la presentación que articuló a fs. 131/141 vta., voluntad que fue canalizada por la Defensora Adjunta ante el Tribunal de Casación Penal -Dra. Ana Julia Biasottimediante recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley (fs. 166/176 vta.), el que fue concedido por la mencionada sala del Tribunal de Alzada por auto del 5 de noviembre de 2015 (fs. 177/180). Brevemente, el a quo sostuvo -por un lado- que por tratarse de un pronunciamiento por el que se declara incompetente para entender de manera originaria en materia de habeas corpus queda satisfecho el recaudo de definitividad en los términos del art. 482 del C.P.P., y -por otro- que los planteos de pretensa índole federal habían sido expuestos con la aptitud y carga técnica necesarias, mediando una relación directa e inmediata con lo decidido en el caso, en los términos de lo resuelto por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en los casos “Strada”, “Christou” y “Di Mascio” (fs. 178 1 vta./180). 3. El recurso ha sido mal concedido (486 y ccds. del C.P.P. t.o. por ley 14.647). En primer lugar, corresponde referir que la presentación in forma pauperis ante el Tribunal de Casación tuvo por objeto cuestionar el pronunciamiento de la Sala Segunda de la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal de Morón, confirmatorio del de primera instancia, que había concedido a Osuna la aplicación del estímulo educativo previsto por el art. 140 de la ley 12.256, t.o. según ley 26.695, y reducido en nueve meses los plazos establecidos para la obtención de los beneficios liberatorios de la legislación de ejecución penal vigente (v. fs. 16 vta./18). En efecto, en aquella oportunidad, expresó el nombrado su disconformidad con la reducción efectuada pues, en su criterio, los tribunales anteriores tenían que compensar los veinte meses de tope máximo contemplado por la ley 26.695 de cita, en función del logro educativo por él alcanzado (fs. 19 vta.). En este escenario, el sub lite no encaja en los supuestos del art. 405 del C.P.P., como fue expuesto por el órgano casatorio (v. fs. 55). Por tal motivo, carecen de sustento en las constancias de la causa las dogmáticas afirmaciones de la defensa referidas a la “desnaturalización de la garantía de habeas corpus” y a la violación a la jurisprudencia de la Corte federal sobre el punto, en tanto no se ha ocupado de evidenciar que correspondiera dar cauce a la petición bajo ese excepcional instituto, máxime en la etapa de ejecución de la sentencia de condena y sin invocación de un supuesto de agravamiento de las condiciones de detención. El planteo de arbitrariedad tampoco se presenta hábil para habilitar la admisibilidad del recurso en los términos de los fallos “Strada” (Fallos: 308:490), “Di Mascio” (Fallos: 311:2478) y “Christou” (Fallos: 310:324), pues hace pie en la causal de afirmaciones dogmáticas y en la falta de tratamiento de las 2 cuestiones federales (v. fs. 174 vta./175). Sin embargo, el planteo de pretenso cariz federal que habría sido desconsiderado (“restricción al derecho que supone el proceso de progresividad en el camino hacia la concreción de la garantía de reinserción social” -fs.- 175-) no fue llevado a conocimiento del órgano prioritariamente habilitado para su tratamiento (v. fs. 19/23). En tales condiciones, no ha puesto en evidencia la defensa que el fallo impugnado haya incurrido en los supuestos de arbitrariedad aludidos o en otros que, bajo el prisma de la pretoriana jurisprudencia del Máximo Tribunal, encasillen en el elenco de motivos que se incluyen en su catálogo. Cabe recordar que el objeto de esa doctrina “no es corregir en tercera instancia fallos equivocados, sino cubrir los defectos graves de fundamentación o razonamiento que tornen ilusorio el derecho de defensa y conduzcan a la frustración del derecho federal invocado" (C.S.J.N., Fallos t. 310: 234). En función de lo dicho, no se ha demostrado la relación directa e inmediata entre las normas constitucionales y de igual jerarquía invocadas, la arbitrariedad traída y lo debatido y resuelto en el caso. 4. La situación de “gravedad institucional” está íntimamente relacionada -en grado de dependencia- a la “verdadera” existencia de una situación aprehensiva de interés institucional (cfe. Ac. 95.811, I. de 21/XII/2005; Ac. 88.767. I. de 1/II/2006), que aventaja la mera preocupación de los litigantes y atañe a la comunidad toda (cfe. Fallos 324:533; P. 68.386, res. del 19/VII/2006), sin que haya demostrado la parte, ni se advierta en el caso, la presencia de un supuesto de tales características. Por ello, la suprema Corte de Justicia, RESUELVE: Declarar mal concedido el recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley articulado por la señora Defensora Adjunta ante el Tribunal de Casación Penal, Dra. Ana Julia Biasotti, contra el pronunciamiento 3 de fs. 54/56 (art. 486 y ccds. del C.P.P. según ley 14.647). Regístrese, notifíquese y, oportunamente, devuélvase.Eduardo Julio Pettigiani Eduardo Néstor de Lázzari Daniel Fernando Soria Juan Carlos Hitters R. Daniel Martínez Astorino Secretario 4