Tribunal: Cámara Nacional de Apelaciones en Federal, sala III Autos: D. V., G. E. c. CS Salud S.A. s/ amparo Fecha: 16/02/2012 lo Civil y Comercial Sumario: Un afiliado a una empresa de medicina prepaga interpuso una acción de amparo a efectos que se cubriera el gasto de los medicamentos prescriptos, ordenándose la cobertura integral por el 100% de los gastos de medicamentos. Según el tribunal la empresa de medicina prepaga debe hacerse cargo de la enfermedad crónica del afiliado, aún a pesar que la prestación no se encuentra incluida en el listado del Programa Médico Obligatorio, ya que este extremo no constituye una limitación para los agentes del seguro de salud, habida cuenta que dicho listado es una enumeración no taxativa de la cobertura mínima que corresponde a cada beneficiario. Vocablos. OBRA SOCIAL – MEDICINA PREPAGA – SALUD – PROGRAMA MEDICO OBLIGATORIO – MEDICAMENTO – MEDICAMENTO – COBERTURA MEDICA – AMPARO . — Buenos Aires, 16 de febrero de 2012. Y Vistos: El recurso de apelación interpuesto y fundado a fs. 36/41 vta., concedido con ambos efectos a fs. 42, contra la resolución de fs. 23/24, que mereciera la réplica de la contraria a fs. 46/53, y Considerando: I. La señora Jueza de primera instancia hizo lugar a la medida cautelar solicitada y ordenó a la demandada que arbitrara los medios para hacer entrega inmediata al accionante y con la cobertura del 100% del medicamento recetado Levetiracetan “CALLEXE” 2500mg/dia (v. fs. 23/24). Se agravia CS Salud S.A. por cuanto sostiene que no se encuentran cumplidos los requisitos propios para el dictado de medidas cautelares como así tampoco que la medicación prescripta al actor no está previsto en el Programa Médico Obligatorio. Finalmente, la demandada arguye que no se ha fijado una contracautela efectiva. II. Así planteada la cuestión a resolver, se advierte que en el sub iudice se halla únicamente controvertido el porcentaje del medicamento que CS Salud S.A. debe cubrir a favor del señor G. E. D. V. Sentado lo expuesto, la ley 24.754 dispone que las entidades que prestan servicios de medicina prepaga deban cubrir, como mínimo, en sus planes de cobertura medico asistencial, las mismas prestaciones obligatorias dispuestas para las obras sociales, conforme lo establecido por la leyes 23.660, 23.661 y 24.455 y sus respectivas reglamentaciones (art.1). A su vez, el art. 28 de la ley 23.661 establece que los agentes del Seguro de Salud deberán desarrollar un programa de prestaciones de salud a cuyo efecto la autoridad de aplicación establecerá y actualizará periódicamente, de acuerdo a lo normado por la Secretaría de Salud de la Nación, las prestaciones que deberán otorgarse obligatoriamente, dentro de las cuales deberán incluirse todas aquellas que requieran la rehabilitación de las personas discapacitadas. Asimismo, deberán asegurar la cobertura de medicamentos que las aludidas prestaciones requieran (en tal sentido se ha pronunciado la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en los autos “Cambiaso Peres de Nealón, Celia María Ana y otros c/ Centro de Educación Médica e Investigaciones Médicas”, C.595.XLI, del 28.08.2007). En este precedente se ha dicho, asimismo, que “les corresponde a las mencionadas empresas o entidades efectivamente asegurar a los beneficiarios las coberturas tanto pactadas como legalmente establecidas (art. 1 ley 24.754), máxime cuando no debe olvidarse que si bien la actividad que asumen pueda representar determinados rasgos mercantiles “en tanto ellas tienden a proteger las garantías constitucionales a la vida, salud, seguridad e integridad de las personas (arts. 3, Declaración Universal de Derechos Humanos 4 y 5 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y 42 y 75 inc.22 de la Ley Fundamental) también adquieren un compromiso social con sus usuarios”, que obsta a que puedan desconocer un contrato o, como ocurre en el sublite, invocar sus cláusulas para apartarse de obligaciones impuestas por la ley (doctrina de Fallo 324:677). Ha dicho, asimismo, que la ley 24.754 representa un instrumento al que recurre el derecho a fin de equilibrar la medicina y la economía... así como también que más allá de su constitución como empresas los entes de medicina prepaga tienen a su cargo una trascendental función social que está por encima de toda cuestión comercial ( “Sartori”; Fallos: 328:4747). Expuesto lo anterior, corresponde precisar que del certificado médico obrante a fs. 10 surge que el señor G. D. V. presenta un cuadro de epilepsia refractaria con crisis tónico-clónico generalizadas y crisis de ausencias, y que requiere la continuidad del tratamiento con la droga Levetiracetam bajo la designación comercial Callexe. A tal efecto, el médico neurólogo que asiste al actor le prescribió la administración de 2500mg. diarios (certificado médico de fs.10). Si bien el apelante arguye que no se halla obligado a brindar la cobertura del 100% del medicamento requerido, en virtud de que el mismo no se encuentra incluido en el listado de medicamentos del PMO, lo cierto es que -como se ha señalado precedentemente- el Programa Médico Obligatorio establece un piso mínimo de prestaciones que las Obras Sociales deben garantizar, lo cual no constituye una limitación para los agentes del seguro de salud, sino que consiste en una enumeración no taxativa de la cobertura mínima que los beneficiarios están en condiciones de exigir. Por otro lado, la ley 25.404 en su artículo 4º establece que el paciente epiléptico tiene derecho a recibir asistencia médica integral y oportuna, quedando incorporadas las prestaciones médicoasistenciales de pleno derecho al Programa Médico Obligatorio (artículo 6º). Siguiendo con esas directivas, el Decreto 53/2009 que reglamentó la mencionada ley, en sus considerandos determinó que “mediante la incorporación de dichos pacientes al Programa Médico Obligatorio de Emergencia..., se asegura a los pacientes con cobertura a través de los agentes del Seguro de Salud la provisión de drogas específicas para la citada patología”. (Ver párrafo quinto del decreto 53/2009). Precisamente, y en razón de la armonización aludida, es que corresponde confirmar la cobertura del 100% otorgada en la cautelar apelada. III. Sin perjuicio de lo manifestado, de más está decir que el peligro en la demora se configura por la propia situación que se ha creado, en tanto se traduce en un estado de incertidumbre relacionado con los derechos del beneficiario a tener la debida asistencia, que merece ser protegida preventivamente hasta que se dicte la sentencia definitiva. En consecuencia, la viabilidad y conveniencia de proveer a G. E. D. V. la cobertura integral de la droga pretendida sólo podrá ser decidida en la sentencia definitiva, es decir, una vez que se produzca la prueba necesaria para determinar la incidencia de este tipo de medicación, su alto costo, duración del tratamiento, capacidad económica del actor, etc. Por otro lado, corresponde mantener la solución del a quo, pues se trata en la especie de una persona epiléptica, cuya prescripción ha sido realizada por su médico tratante -especialista en neurología- y que se encuentra acreditado como el tratamiento que mejor ha tolerado el señor D. V., por lo que la demandada no puede -en este contextoponer trabas burocráticas. IV. Finalmente y en lo que respecta al agravio vinculado a la contracautela dispuesta, corresponde señalar que atento a la naturaleza y alcance de la medida ordenada, el Tribunal considera que las razones esgrimidas por la accionada no resultan suficientes para revocar la resolución apelada en ese aspecto, pues los argumentos invocados no logran convencer acerca de la necesidad de decretar una contracautela distinta a la juratoria. V. Por ello, se resuelve: Confirmar la resolución apelada e intimar a CS SALUD a fin de que brinde cobertura del 100% de la medicación requerida -según las recetas médicas respectivas-. Las costas de Alzada se imponen a la recurrente vencida (art. 68 del CPCCN). Regístrese, y devuélvase sin más trámite al juzgado de primera instancia, en donde se deberá notificar la presente a las partes. — Guillermo Alberto Antelo. — Ricardo Gustavo Recondo. — Graciela Medina.