LLAMADO A LA VIGILANCIA I Domingo de Adviento CICLO B -13, 33 Jesús dijo a sus discípulos: Tengan cuidado y estén prevenidos, porque no saben cuando llegará el momento. -v.34 Será como un hombre que se va de viaje, deja la casa al cuidado de sus servidores, asigna a cada uno su tarea y recomienda al portero que permanezca en vela. -v.35 Estén prevenidos, entonces, porque no saben cuando llegará el dueño de casa, si al atardecer, a medianoche, al canto del gallo o por la mañana. -v.36 No sea que llegue de improviso y los encuentre dormidos. -v.37 Y esto que les digo a ustedes, lo digo a todos: ¡Estén prevenidos! Mc 13, 33-37 Introducción: En este domingo se da comienzo a un nuevo año litúrgico (Ciclo B), donde las lecturas bíblicas corresponden, en su mayoría, al evangelio según san Marcos. El año comienza con la celebración del Adviento (en latín, advenimiento o llegada), periodo de preparación a la Navidad y tiempo de vigilancia en espera de la segunda venida de Cristo. El texto que se proclama este domingo, está incluido al final del capitulo XIII del evangelio de san Marcos, donde Jesús, luego del anuncio de la destrucción del Templo de Jerusalén y de la venida del Hijo del hombre, exhorta a sus discípulos a estar atentos y vigilantes para cuando ello ocurra. Aportes para la Lectura: -13, 33 Los discípulos de Jesús, preocupados por el anuncio de su Maestro de que el Templo de Jerusalén sería destruido, preguntan cuando sucederá esto y que señales habría, para saber si ese tiempo está cerca (Mc 13, 4). Jesús les dice cuáles serían las señales: habría guerras, terremotos, persecuciones y hambre, pero que esto no sería todavía el fin y que luego de estas tribulaciones “se verá al Hijo del hombre venir sobre las nubes lleno de gloria y poder (Mc 13, 26). En cuanto al día que tendrá lugar estos acontecimientos, Jesús les dijo claramente que esto no lo podía decir, porque era un secreto que sólo conocía el Padre (Mc 13, 32). Al ignorar el día que vendrá el Señor, el texto del Evangelio de la misa de este domingo, recoge solamente el llamado de Jesús a estar siempre atentos y vigilantes. -v.34 Para hablar del “estar siempre prevenidos”, Jesús, por medio de una breve parábola, lo compara con un hombre que se va de viaje y deja a sus servidores encargados de realizar diversos trabajos, sin indicarles con precisión el día de su regreso. Cuando esto ocurra todos tienen que estar cumpliendo con la tarea que les fue asignada. Es decir que la espera no debe ser pasiva y conformista, sino dinámica y enérgica, trabajando para el Reino. -v.35 El Señor reitera la exhortación de estar prevenidos. Su llegada se producirá a cualquier hora del día y su presencia será visible para quienes estén atentos. Los distraídos no la podrán percibir, porque su segunda venida comenzará con la resurrección y a partir de ese momento Él se hará presente en el mundo de otra forma distinta hasta que llegue su manifestación plena y visible al final de los tiempos. -v.36 La llegada del Señor no debe ser nada que produzca temor, sino todo lo contrario, debe ser algo esperado y deseado con fervor. Jesús no es un enemigo o verdugo que se acerca para producir sufrimientos, sino que es el Dios que ama hasta el extremo y que viene para hacer participar a los creyentes de su vida y de su felicidad. Sólo pide estar despiertos y prevenidos, como las chicas prudentes que esperaron al novio con sus lámparas encendidas y sus frascos llenos de aceite (Mt 25, 1-13). -v.37 Por último, Jesús deja bien claro que sus palabras exhortando a sus discípulos a estar prevenidos, también están dirigidas a los cristianos de todos los tiempos: “lo digo a todos”. Aportes para la Meditación: El Adviento es tiempo de estar despiertos y atentos a la llegada de Cristo que viene ¿De que manera podemos prepararnos para ello? (Con oración, eucaristía, reconciliación, etc.) ¿Es la meta de nuestra vida el encuentro con Cristo? ¿Tenemos conciencia de que cualquier hora puede ser la del encuentro con Él? El texto recomienda que la espera del Señor no debe ser pasiva, que debemos esperarlo cumpliendo con nuestras obligaciones ¿Cumplimos con la tarea encomendada? Modelo de Oración: Padre: Danos un corazón abierto para descubrir cada día a Cristo que viene a nuestro encuentro. También te pedimos la gracia de estar despiertos, hoy de entregarnos a Él, hoy de amar, hoy, como si fuera el último día de nuestra vida. En el caso de realizar la lectio de manera comunitaria podemos trabajar este paso con un signo que represente el estar atento o el servicio. Contemplación/Compromiso: La contemplación, nos invita a recorrer, silenciosamente, en nuestra mente y en nuestro corazón lo que Dios nos ha mostrado durante esta lectio y nos ilumina a realizar un compromiso determinado, el cual debe ser concreto y debe implicar una respuesta a lo que Dios me pide. Sugerimos terminar el encuentro cantando “Despertemos llega Cristo”