TEMA 6.- UN DIOS CREADOR DEL MUNDO 1.- Nuestra experiencia 1.1. NUESTRAS PREGUNTAS Contemplando la naturaleza, desde lo más insignificante hasta surge en nosotros la pregunta sobre el origen del mundo, la creación, incluso la perplejidad y el asombro ante todo lo los fenómenos más brillantes, admiración ante la belleza de la creado. Es comprensible que el hombre siempre se haya preguntado mundo en el que vivimos. sobre el origen del universo y del La reflexión desde las ciencias ofrece diversas respuestas, plantea varias teorías, busca contestar a la perplejidad que nos causa la perfección de la naturaleza, el cambio de las estaciones, la vida de los seres… ¿El mundo es fruto de su propia generación? ¿Somos sólo materia? ¿De dónde venimos? 1.2. EL TESTIMONIO DE LA PALABRA Y DE LA IGLESIA En el principio creó Dios el cielo y la tierra… Vio Dios todo lo que había hecho, y era muy bueno. Pasó una tarde, pasó una mañana: el día sexto. Así quedaron concluidos el cielo, la tierra y todo el universo (Gn 1, 1.31). Porque tú solo eres bueno y la fuente de la vida, hiciste todas las cosas para colmarlas de tus bendiciones y alegrar su multitud con la claridad de tu gloria. Por eso, innumerables ángeles en tu presencia, contemplando la gloria de tu rostro, te sirven siempre y te glorifican sin cesar. 2.- La propuesta de la Fe 2.1. LAS OBRAS DE DIOS. Para los cristianos es muy importante la fe en un Dios creador, que por amor ha querido crear el mundo y en él al hombre, a su imagen y semejanza. Es importante afirmar que en el principio Dios creó el cielo y la tierra porque la Creación es el fundamento de todos los designios salvíficos de Dios; manifiesta su amor omnipotente y lleno de sabiduría; es el primer paso hacia la Alianza del Dios único con su pueblo; es el comienzo de la historia de la salvación, que culmina en Cristo; es la primera respuesta a los interrogantes fundamentales sobre nuestro origen y sobre nuestro fin (Compendio 51). absurda, sino con amor y sabiduría divina. 2.2. LA PROVIDENCIA DE DIOS Y EL MAL. Cuando decimos que Dios es Todopoderoso y Omnipotente afirmamos que El todo lo puede. Pero esto no significa que actúe de forma caprichosa, arbitraria o Nosotros estamos llamados a experimentar y conocer ese amor y sabiduría, y también a participar en ellos; porque a veces nos sorprende el mal que percibimos en el mundo y nos preguntamos cómo es posible que esto suceda. Al interrogante, tan doloroso como misterioso, sobre la existencia del mal solamente se pueda dar respuesta desde el conjunto de la fe cristiana. Dios no es, en modo alguno, ni directa ni indirectamente, la causa del mal. Él ilumina el misterio del mal en su Hijo Jesucristo, que ha muerto y ha resucitado para vencer el gran mal moral, que es el pecado de los hombres y que es la raíz de los restantes males (Compendio 57). 2.3. EL CIELO Y LA TIERRA, LO VISIBLE Y LO INVISIBLE. En el Credo decimos que Dios creó todo, lo visible y lo invisible. Con ello queremos decir que además de la materialidad que nuestros sentidos perciben, Dios creó todo aquello que sabemos que es real aunque estén más allá de lo que podemos ver o tocar. A través del relato de los «seis días» de la Creación, la Sagrada Escritura nos da a conocer el valor de todo lo creado y su finalidad de alabanza a Dios y de servicio al hombre. Todas las cosas deben su propia existencia a Dios, de quien reciben la propia bondad y perfección, sus leyes y lugar en el universo (Compendio 62). Toda la creación visible ha sido hecha para el ser humano, que es su fin y su cumbre. La persona es más que toda la creación, pero las cosas creadas tienen su dignidad y reflejan la gloria de Dios. Por ello le debemos respeto y cuidado. Entre todas las criaturas existe una interdependencia y jerarquía, queridas por Dios. Al mismo tiempo, entre las criatura existe una unidad y solidaridad, porque todas ellas tienen el mismo Creador, son por Él amadas y están ordenadas a su gloria. Respetar las leyes inscritas en la Creación y las relaciones que dimanan de la naturaleza de las cosas es, por lo tanto, un principio de sabiduría y un fundamento de la moral (Compendio 64). 3- Reflexión y Diálogo 3.1. ¿Cómo percibes el lugar del ser humano en la creación? 3.2. ¿Cómo explicarías que Dios creó “lo visible y lo invisible”? 3.3. ¿Cómo vives y sientes los momentos en que nos llegan noticias de guerras, muertes violentas, catástrofes, etc.? 4.- Desde la Fe respondemos 4.1. PROFESAR LA FE Rezamos la primera parte del Credo, meditando en la amorosa obra creadora de Dios. 4.2. HACER VIDA NUESTRA FE Nos planteamos qué comportamientos diarios podemos asumir como signo de respeto a la creación. Procuramos hacer lo mejor posible el trabajo de cada día, ofreciéndolo a Dios como colaboradores en su obra creadora. 4.3. CELEBRAR LA FE Oramos dando gracias a Dios por la creación, rezando (o cantando) el Salmo 8. 4.4. ORAR CON LA FE Leer el primer relato de la creación al comienzo del libro del Génesis Leer el capítulo 43 del Libro del Eclesiástico Señor, nos acogemos confiadamente a tu providencia, que nunca se equivoca; y te suplicamos que apartes de nosotros todo mal y nos concedas aquellos beneficios que pueden ayudarnos para la vida presente y futura (Misal Romano, oración colecta del IX domingo del tiempo ordinario).