¿Cómo influye el aumento de la esperanza de vida?

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Excusas
para no
pensar
los lectores preguntan
a eduardo punset
¿Cómo influye
el aumento de la
esperanza de vida?
E
s impresionante
constatar hasta qué
punto las personas
con un juicio formado
se aferran a él y prefieren que
todo sucumba a su alrededor
antes de aceptar que la vieja
convicción ha dejado de
expresar la realidad de las
cosas; que su opinión es arcaica
e inservible. Ocurre así con el
concepto de la esperanza de
vida, que va mucho más allá
de la edad de jubilación para
afectar a los horarios del trabajo,
los estudios, la educación de
los hijos, del entretenimiento
y retiro personal.
¿Se ha enterado alguien
de que la esperanza de vida
se prolonga unos dos años
y medio cada década desde
1840? ¿Alguien ha hecho el
levísimo esfuerzo de conocer
que los hijos o nietos nacidos
en torno al año 2000 serán
casi todos centenarios?
¿Alguien está sacando las
conclusiones necesarias del
hecho innegable de que la
esperanza de vida no solo
aumenta ininterrumpidamente,
sino que ya no lo hace gracias
a la lacerante mortalidad
infantil, sino debido a que no
se muere la gente mayor?
Como ha señalado uno de
xlSemanal 26 de junio de 2011
los mejores demógrafos y
matemáticos del momento,
James Vaupel, la tasa de
mortalidad de los que tienen 80
años o más está descendiendo
un dos por ciento anual en
la mayoría de los países.
Es abrumadoramente
descabellado que los dirigentes
sociales sigan manteniendo
que no deben tocarse los
horarios de trabajo, la edad de
jubilación o el tiempo dedicado
al cuidado de los hijos, como si
nada de lo dicho anteriormente
hubiera pasado. ¿Es posible
tal cerrazón cuando está
comprobado que, si el siglo
pasado fue el de la distribución
de la riqueza, el actual será el
de la distribución del trabajo?
Veamos el pasado y presente
de la realidad. Hoy por hoy,
la gente dedica unas dos
décadas a prepararse para
su vida futura; con suerte le
toca luego dedicar otras dos
décadas a compartir su trabajo
duro durante ocho o diez horas
diarias con la educación de los
hijos; seguir pagando después
la hipoteca cuando sus hijos
ya no necesitan el cuidado
incesante de antaño; por fin
pueden retirarse en condiciones
de buena salud, durante
dos décadas redundantes
en términos biológicos.
¿De verdad no se le ocurre a
nadie que puede generarse el
mismo producto nacional y algo
marina cano
teresa doria g. correo electrónico
"Los agentes
sociales
deben darse
cuenta de que
afecta a la
distribución
del trabajo,
la educación
y el ocio"
más adecuando la redistribución
del tiempo de ocio, trabajo,
cuidado de los niños y retiro a
raíz del continuo aumento de la
esperanza de vida? Se podría,
por ejemplo, extender la edad
de jubilación compensando
a los interesados con menos
horas de trabajo durante su
juventud para que pudieran
dedicar más tiempo a sus hijos
y a los estudios. Resulta que
no se han eliminado los daños
perversos de la senectud, pero
sí se han retrasado en el tiempo,
y no tiene perdón de Dios dejar
a los mayores a la merced
del azar y el aburrimiento
inacabable cuando se disfruta
de plena o casi plena salud.
Debiéramos replantearnos
de nuevo la distorsión que
se produce en el ámbito y
vocación de determinadas
profesiones, como la defensa
de intereses establecidos por
los agentes sociales y políticos.
Se los eligió en su día para que,
efectivamente, fueran garantes
de determinados intereses
establecidos; pero también
para que fueran gestando una
adecuación paulatina de las
instituciones y de aquellos
intereses al cambio ocurrido.
No pueden –para citar el
ejemplo que ahora nos hace
reflexionar– no darse por
enterados de que la esperanza
de vida ha aumentado de
modo insospechado y de que
esto afecta a la distribución
del trabajo, la educación, el
ocio y el entretenimiento.
Los humanos, al contrario de
otras especies, han sobrevivido
porque supieron decidir en cada
momento no solo si era mejor
hacer frente a los desafíos o, por
el contrario, huir del depredador,
sino prever el futuro. n
Si quiere participar en la sección, envíe sus preguntas a
xlsemanal@tallerdeeditores.com o a XLSemanal. 'Excusas para
no pensar'. Calle Juan Ignacio Luca de Tena, 6. 28027 Madrid
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