¿Existe o no existe el tiempo?

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Excusas
para no
pensar
los lectores preguntan
a eduardo punset
¿Existe o no
existe el tiempo?
A
hora resulta
que el concepto
del tiempo es
el problema
más importante con que
se enfrenta la ciencia. Pero
¿y para nosotros? ¿Existe
o no existe el tiempo?
La verdad es que
durante siglos nos hemos
acostumbrado a pensar y vivir
en dos mundos bien distintos:
existía el mundo de arriba, por
el que se paseaban los dioses
y, al mirarlo, nunca dudamos
de que el tiempo era invisible
o cualquier cosa menos real.
Y el mundo de aquí abajo, en
el que existía el tiempo, ¡y de
qué manera!: la gente se iba
al otro mundo, envejecía e
intentaba manipular el tiempo,
que era tan real que no se
dejaba dominar en absoluto.
Aquí abajo, el tiempo era real
y por ello pesaba y pasaba.
Pues bien, ahora resulta
que, según los científicos
más preclaros, eso es
absolutamente falso. El
tiempo es real arriba y abajo
y, al contrario de lo que
pensábamos casi todos,
resulta que no es la ilusión
última que sustentaba la vida
de un paraíso imaginado.
No solo es cierto que no
xlSemanal 16 de junio de 2013
hay más que el tiempo real,
sino que la única manera de
penetrar en el corazón de
la naturaleza es recurriendo
a la realidad del tiempo.
Es cierto que, cuando se
adopta el punto de vista
revolucionario de que el tiempo
es real, empieza a cambiar todo
lo que pensábamos. Por fin
empezamos a mirar el futuro
de otra manera; es decir, se
realzan tanto las oportunidades
como los peligros con que se
enfrenta la especie humana.
Se acabó pensar que valores
como la justicia, la verdad o
el amor solo existían fuera del
tiempo; al contrario, la realidad
solo existe referida a lo que
es real en cada momento.
Eso es ciencia y lo demás
es basura. Parece extraño que
un concepto propio de la física
cuántica tenga prolongaciones
tan diversas y humanas como
un nuevo concepto de la
política. Cualquiera que esté
convencido –como sugiere Lee
Smolin, uno de los miembros
fundadores del Perimeter
Institute for Theoretical
Physics, de Toronto– de que
la economía política se dictó
hace doscientos años y no ha
cambiado desde entonces está
pensando fuera del tiempo.
Y el resto estamos en el
tiempo. O sea que, por favor,
no me traigan viejas momias
para que nos solucionen
marina cano
verónica ardiles. las palmas de gran canaria
"Valores
como el amor,
la justicia
o la verdad
antes solo se
consideraban
fuera del tiempo.
Ya no es así"
el problema de la crisis.
Los procesos apuntados
antes cuadran de maravilla
con dos grandes postulados
de la vida moderna. El primero
lo sugirió Darwin, porque
su biología evolucionista la
construyó tomando el tiempo
en consideración, puesto que
cualquier proceso activado
a tiempo puede y debe
desembocar en estructuras
genuinamente novedosas.
Involucrar el tiempo en
la vida social y tecnológica
equivale a una especie de
relacionismo; es decir, a hurgar
en uno de los principios más
novedosos y arrolladores de
la vida moderna: la mejor
descripción de una idea o
proceso pasa por analizar
sus relaciones con las otras
partes del sistema. Por
eso proliferan hoy en la
búsqueda de soluciones tantos
biólogos-computacionales,
fiscalistas-informáticos o
arquitectos especializados
en mapas geoespaciales.
Tanto los biólogos
evolucionistas como los
relacionistas nos están
diciendo que ser humano
significa vivir con el
desequilibrio cimentado entre
la oportunidad y el peligro. Los
problemas están determinados
por las relaciones de unos
con otros. Es fantástico
pensar que los usuarios del
Facebook se darán pronto
cuenta de que sus vidas
sociales giran alrededor de
un postulado científico.
La idea de que las redes
sociales son el resultado de
entidades interconectadas
sometidas al tiempo real y al
azar está penetrando en todas
las teorías formuladas tanto
por filósofos feministas, como
gurús del aprendizaje social,
como por los políticos. n
Si quiere participar en la sección, envíe sus preguntas a
xlsemanal@tallerdeeditores.com o a XLSemanal. Excusas para no pensar.
Calle Juan Ignacio Luca de Tena, 7. 1.ª. 28027 Madrid.
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