Efecto del clorhidrato de venlafaxina sobre la neuropatía periférica dolorosa en diabéticos tipo 2 La venlafaxina es un fármaco seguro y eficaz para el tratamiento de la neuropatía periférica dolorosa de la diabetes. El fármaco se tolera muy bien y el efecto es rápido. Introducción La neuropatía diabética es una de las complicaciones microvasculares de la diabetes, que puede presentarse como mononeuropatía, polineuropatía simétrica y como neuropatía autonómica, señala el equipo del doctor Kadiroglu de la Dicle University Medical Faculty de Turquía. La polineuropatía sensitiva y motora distal simétrica es, sin embargo, la forma más común de la neuropatía diabética. La neuropatía periférica diabética dolorosa ocurre en el 5% al 60% de estos enfermos. Los estudios a largo plazo revelan que el control estricto de la glucemia es el factor más importante para retrasar la aparición de esta complicación y para demorar su progresión. Sin embargo, en algunos pacientes se necesitan otras estrategias terapéuticas, especialmente para ayudar a mejorar la calidad de vida. Los antidepresivos y los anticonvulsivantes son algunas de las opciones farmacológicas para el tratamiento de la neuropatía periférica diabética. En este estudio se analizan la eficacia y la seguridad del clorhidrato de venlafaxina en el tratamiento de estos enfermos. Materiales y métodos El estudio abarcó 60 pacientes con neuropatía periférica diabética, estudiados en la primera mitad del año 2003. Los enfermos referían dolor en las extremidades superiores o inferiores de más de 6 meses de duración con una puntuación en la escala visual analógica de por lo menos 40 mm. Los participantes debían presentar una concentración de hemoglobina glucosilada inferior a 11% y no debían haber recibido ningún tratamiento para la neuropatía. Se excluyeron los pacientes con diabetes tipo 1, los enfermos que recibían agentes para la neuropatía y los sujetos con neuropatía por compresión, entre otros criterios de exclusión. Treinta enfermos fueron asignados a recibir clorhidrato de venlafaxina de liberación sostenida en dosis de 75 mg y otros 30 integraron el grupo de control, que incluyó el tratamiento con 250 mg de vitamina B1 y 250 mg de vitamina B6. Todos los fármacos se administraron una vez por día, por la noche. En los enfermos del grupo activo, la dosis de venlafaxina podía reducirse si aparecían náuseas o vómitos y, en caso de falta de respuesta, podía duplicarse después de la segunda semana. La gravedad de la neuropatía periférica se estableció con una escala visual analógica mientras que la magnitud del dolor se determinó con el Short-Form McGill Pain Questionnaire (SFQ) y con una escala numérica analógica (0 = ausencia de dolor; 10 = máximo dolor posible). Las mismas escalas se utilizaron para controlar la respuesta al tratamiento en la segunda, cuarta y octava semanas posteriores a su comienzo. Se consideró buena respuesta cuando la gravedad del dolor se redujo en un 60% y respuesta moderada cuando descendió en un 30%. La variedad clínica de la neuropatía se validó con los resultados de la electromielografía. Resultados Sesenta enfermos completaron el estudio. Al inicio, 51 de ellos presentaban dislipemia mientras que 48 tenían hipertensión. La presión arterial sistólica y diastólica promedio al inicio del estudio fue mayor en el grupo de estudio en comparación con el grupo de control (p< 0,05) En el grupo de venlafaxina, 23 de los 30 pacientes recibían más de un fármaco para controlar la diabetes y 7 estaban medicados con una única modalidad de tratamiento (antidiabéticos orales, n = 5 o insulina, n = 2). Once de los 30 enfermos del grupo control recibían monoterapia mientras que 19 estaban tratados con más de un agente. En los dos grupos, la forma más común de neuropatía fue la polineuropatía sensitiva y motora simétrica distal. Al inicio del estudio, los pacientes asignados a venlafaxina refirieron una puntuación promedio de 70 mm en la escala visual analógica, de 24,9 en el SFQ y de 7,2 en la escala numérica analógica. En los enfermos del grupo control, los valores respectivos fueron 73,0, 26,8 y 7,4, sin diferencias significativas entre los grupos. A la octava semana, la puntuación en el SFQ fue de 8,5 y de 20,5 en los grupos de venlafaxina y control, respectivamente (p< 0,001) mientras que los valores de la escala numérica analógica fueron de 3,1 y de 5,5 en igual orden (p< 0,001). Al inicio del estudio no se observaron diferencias significativas en la puntuación de la escala visual analógica, de la escala numérica y del cuestionario de dolor entre los dos grupos. La gravedad del dolor disminuyó sustancialmente a partir de la segunda semana de tratamiento con venlafaxina (p< 0,05 respecto del grupo control). Siete enfermos tratados con el antidepresivo presentaron náuseas leves y 3 tuvieron náuseas importantes. En un caso la gravedad del dolor no disminuyó después de 15 días de tratamiento, por lo que la dosis de venlafaxina se duplicó. Ningún paciente del grupo activo presentó elevación de la presión arterial. El 53% de los enfermos (n = 16) tuvo buena respuesta; el 36% (n = 11) presentó respuesta moderada y el 10% (n = 3) no respondió al tratamiento con venlafaxina. Los porcentajes correspondientes en el grupo control fueron de 6,6% (n = 2); 16,6% (n = 5) y 76,6% (n = 23) Discusión Los autores recuerdan que el objetivo del tratamiento de la neuropatía diabética es evitar la progresión de la enfermedad y aliviar sus síntomas. El control metabólico estricto es fundamental en este contexto. Al igual que otras formas de dolor crónico, la neuropatía ejerce un efecto sumamente desfavorable sobre la calidad de vida, sobre el funcionamiento social y el bienestar psicológico. Los resultados de este estudio indican que la venlafaxina es una buena opción terapéutica para controlar los síntomas de la neuropatía diabética. Kadiroglu AK, Sit D, Kayabasi H et al. The effect of venlafaxine HCL on painful peripheral diabetic neuropathy in patients with type 2 diabetes mellitus Journal of Diabetes and Its Complications 22: 241-245, 2008 Editora Médica Digital