Rev. Bio!. Trop., 47 (4): 659-676, 1999 www.ucr.ac.cr www.ots.ac.cr www.ots.duke.edu Arrecifes coralinos de Bocas del Toro, Panamá: 111. Distribución, estructura, diversidad y estado de conservación de los arrecifes de las islas Pastores, Cristóbal, Popa y Cayo Agua Héctor M. Guzmán & Carlos A. Guevara Smithsonian Institution, Smithsonian Tropical Research Institute Washington, DC 20560-0580, EEUU. Correo electrónico: guzmanh@naos.si.edu Recibido 26-VIII-1999. Corregido I-X-1999 . Aceptado 3-X-1999 . Abstract: Previous studies reported low coral diversity and poor reef development inside the marine protected area of Isla Bastimentos ( PNMIB), and it was recornmended to widen the survey further east into other areas of the archipelago of Bocas del Toro. This study describes reef distribution, structure and status in 24 reefs a10ng ca. 107 km of coastline in Pastores, Cristobal, Popa and Agua islands. We define for the first time the main cen­ ter of diversity or "hot spot" zone for important sessile reef-building organisrns. Coral diversity increases to 57 species for the archipelago (89 % of Panama), adding up to 64 records for the country. There was a1so an increase to 29 and 53 species for octocorals and sponges, respectively. For local diversity, 96 %, 94 % .and 97 % of the total number of coral, octocoral and sponge species, respectively, are recorded inside the "hot spot." Based on our results, we recornmend the modification of the existing limil of the PNMIB to inelude reef areas with high­ est diversity and abundance of threatening species (e.g. Acrapara palmata, A. cervicarnis), or the creation of a network of marine protected areas within the archipelago. Key words: Biodiversity, coral reefs, marine conservation, marine protected areas, Caribbean, reef assessment, paper park, Bocas del Toro. La destrucción acelerada de los arrecifes coralinos en el mundo por causas antrópicas y naturales ha sido vista con preocupación por las autoridades responsables del manejo de re­ cursos naturales(Bryant et al. 1998, Wilkínson et al. 1999). Esto en consecuencia ha mejorado la comunicación y el entendimiento entre cien­ tíficos, administradores de recursos y políticos, aunque todavía existen muchos aspectos rela­ cionados con la conservación de arrecifes que deben ser examinados en conjunto. Estudios sobre la distribución, diversidad y estado ac­ tual de conservación de los arrecifes coralinos son necesarios porque proporcionan la infor­ mación necesaria: para una planificación y pro­ tección adecuada de la zona costera. Además, estos permiten la identificación de áreas priori- tarias para conservación y mejoran el manejo de áreas protegidas ya existentes. El Parque Marino Isla Bastimentos(totaI 13 226 ha; 11 596 ha son ambientes marinos), en el Archipiélago de Bocas del Toro, es un ca­ so donde pareciera que para el establecimien­ to de polígonos limítrofes del área marina pro­ tegida (ver Alvarado 1987) se consideró más importante el evitar los conflictos sociales, que el mantener la diversidad y.los procesos ecológicos esenciales que apoyan los sistemas vivientes y aseguran la utilización sostenible de las especies y el ecosistema (sensu Kelleher y Kenchington 1991). Hasta la fecha se reco­ noce una diversidad de corales escleractínidos de ca. 54 especies para Bocas del Toro (Guz­ mán y Guevara 1998b), lo cual representa un REVISTA DE BIOLOGÍA TROPICAL 660 actual, no considera los sectores arrecifales más importantes del archipiélago, y es por esa razón que se recomendó ampliar los estudios fuera de esa área que permitiera identificar los centros de diversidad vitales de la localidad (sensu Guzmán y Guevara 1998b). El presente estudio es parte de la serie de cuatro publicaciones que contemplan la descrip­ ción total de los arrecifes coralinos e inventario de organismos sésiles asociados a estas comuni­ dades en Bocas del Toro (Guzmán y Guevara 1998a, b). Este tercer estudio incluye únicamen­ te los arrecifes que bordean la zona litoral insu­ lar de las islas Pastores, Cristóbal, Popa y Cayo Agua, terminándose así el reconocimiento de la zona insular del archipiélago. Posteriormente, en un último estudio se evaluarán los arrecifes res­ tantes de la región continental comprendidos en­ tre Punta Valiente y el Río Calovévora, límite oriental de la Provincia de Bocas del Toro. MÉTODOS Área de estudio: La Provincia de Bocas del Toro se encuentra localizada al occidente de la República de Panamá entre los 8°30' y 9°40' de latitud norte, y entre 81°8' y los 82°56' de longitud oeste; limita por el norte con el Mar Caribe, al sur con la Provincia de Chiri­ quí, al este con la Provincia de Veraguas, y al oeste con la República de Costa Rica. La pro­ vincia tiene una superficie de ca. 8 917 km2 (Rodríguez et al. 1993). Información detallada sobre el clima, geología y orografía está dispo­ nible (ver Gordon 1982, Anónimo 1988, Ro­ dríguez et al. 1993, Collins et al. 1996, Coates y Jackson 1998) y resumida en (Greb et al. 1996, Guzmán y Guevara 1998a). Reconocimiento de arrecifes y muestreo: Se hizo un reconocimiento detallado en bote de la zona costera insular mencionada arriba (Fig. 1) describiéndose la distribución y estado de conservación de los arrecifes coralinos, y a su vez, se observó las condiciones actuales de áreas de bosques deforestadas cercanas a la cos­ ta. Durante este recorrido se identificaron los arrecifes que serían usados posteriormente para la descripción detallada. Además, se realizaron reconocimientos puntuados en parches corali­ nos de diversús tamaños localizados entre las distintas islas y referenciados por cartas náuti­ cas (Defense Mapping Agency; 28041, 28042, 28045). Todos los nombres que se emplean en el presente estudio para caracterizar la localiza­ ción de cada arrecife, se obtuvieron princi­ palmente de mapas (escala 1:50 000) pu-' blicados por el Institu­ to Geográfico Nacio­ nal "Tommy Guardia" en 1991. La presenta­ ción en la Fig. 1 de la distribución de arreci­ fes coralinos se consi­ dera aproximada debi­ do a su escala. Fig. 1. Bocas del Toro, Panamá (recuadro iuferior izquierdo) y detalle de la región principal del presente estudio, islas Pastores, Cristóbal, Popa y Cayo Agua (verde). Se indica la distribución aproximada de los arrecifes coralinos alrededor de las islas (linea y área negra) y el área de ma­ yor diversidad de corales, octocorales y esponjas encontrada en el archipiélago (amarillo). La ubicación geográfica de los 24 arrecifes descritos corresponde al Cuadro 1. GUZMÁN & GUEVARA: Arrecifes coralinos de Bocas del Toro. Panamá. 661 CUADRO 1 Localización de los 24 arrecifes coralinos estudiados en las Islas Pastores, Cristóbal, Popa, y Cayo Agua, Bocas del Toro, Panamá (ver Fig. 1), y la profundidad máxima de desarrollo arrecifal (metros). N" LatitudILongitud Localidad 16 17 18 19 20 21 22 23 24 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54 55 56 57 9°13'11" N/8 2°19'31"W 9"14'05" N/8 2"20'44"W 9°14'14" N/8 2°19'47"W 9°16'19" N/8 2°17'55"W 9" I7' 23" N/82° I7'44"W 9° I7'54" N/82°17'2 2"W 9°17'46" N/8 2°16'04"W 9°17' 2 2" N/82°15'32"W 9°16'47"N/82°14'48"W 9°15'37"N/8 2°00'42"W 9°15'05" N/8 2"05'06"W 9°14'03" N/82°06'4 I"W 9°13'15" N/8 2°06'07"W 9°11'18" N/8 2°05'02"W 9°11'08"N/8 2°04'05"W 9°09'30" N/82°05' I O"W 9°07'35"N/8 2°06'30"W 9°12'13" N/8 2°09'23"W 9°06'28" N/8 2°02'49"W 9°05'13" N/8 2°03'38''W 9°09'39" N/82°03'52"W 9°10'24"N/82°03'20"W 9°09'46"N/8 2"01'42"W 9°07'50" N/82°02'05"W Cayo Roldán Noroeste Punta Ford Punta Vergayo Isla Cristóbal Oeste Isla Cristóbal Noroeste Punta Juan Punta Coco Isla Cristóbal Nordeste Isla Cristóbal Sureste Bajo Zapatilla Norte Bajo Laguna ,Zapatilla Isla Popa-Cayo Deer Isla Popa Norte Isla Popa-Buena Vista Isla Popa-Isla Tigre Isla Popa-La Mina Isla Popa-Punta Laurel Isla Popa-Cayo Wilson Cayo Agua-Bajo Norte Cayo Agua-BaJo Sur Cayo Agua Suroeste Cayo Agua-Punta Norte Cayo Agua-Punta Níspero Cayo Agua·Punta Roca Roja El estudio comprende tres aspectos básicos para la evaluación de los arrecifes de coral: 1) distribución de los arrecifes coralinos; 2) inven­ tario sobre la diversidad (número de especies) de corales y algunos organismos principales asociados al arrecife(plantas y animales); y 3) zonación, cobertura y abundancia relativa de corales y principales organismos sésiles en arre­ cifes de la región(adaptado de Loya 1972, Su­ llivan y Chiappone 1992, Sul1i\(�n'et al. 1994). Esto permitirá evaluar el estado actual del eco­ sistema en términos de cobertura y diversidad, y pl'Oyectar así las áreas naturales vulnerables a programas de desarrollo presentts y futuros en la región. El presente estudio sirve de línea de base a futuras investigaciones que se realizarán en la región. Detalles de la metodología de muestreo han sido descritos en publicaciones previas(Guzmán y Guevara 1998a), pero se re­ sumen a continuación: m 18 15 23 18 16 17 15 14 16 18 11 9 12 6 lf 10 10 14 18 19 9 7 II 18 (1) Durante 80 min se hizo un r�conoci­ miento completo del arrecife desde l� parte más profunda hasta la somera, anotando la composición de especies y diversidad de los organismos sésiles y taxones más comunes, in­ cluidos los corales escleractínidos, octocorala­ rios, esponjas, algas, y otros. Las especies de organismos sésiles fueron clasificados usando publicaciones selectas pata esponjas, anémo­ nas, octocorales y corales escleractínidos , cu­ yas citas se proporcionaron en los primeros trabajos (Guzmán y Guevara 1998a, b). (2) Se escogieron al azar tres transectos de 5 x 1 m cada uno y separados entre si por la misma distancia, paralelos a la co�ta y en cada una de las tres profundidades seleccionadas para describir visualmente la cóbertura de or� ganismos en cada arrecifes Ú m,3 m y lO m), para un total de 45 m2 por arrecife Además, se . . REVISTA DE BIOLOGÍA TROPICAL 662 .estimó el número de individuos juveniles o re­ c1utas/m2 de especies de c oral presentes en l os transectos. La numeración asignada a los arre­ cifes (Fig. 1 ) corresponde a la base de datos del I nstituto Smithsonian de Investigaciones Tro­ picales, la cual contiene otros arrecifes descri­ tos anteriormen te para la región (ver Gú zmán ' y Guevara 1 99 8 a, b). RESULTADOS En conjunto, se encontró u n a diversidad total de especies entre las distintas i slas de 52 corales esc1eractínidos (con tres n uevos regis­ tros para Panamá), 25 octocorale s y 50 espon­ jas (Cuadros 2-4). Un análisis de grupo donde se compara dicha diversidad entre los 24 arre­ cifes descritos y basado en el total de especies para estos tres taxones, separa l a región en dos grandes grupos (Fig. 2). Este agrupamiento destaca una zona de mayor diversidad (grupo inferior) en estos organismos sésiles had a la región oriental del área de estudio (Fig. 1, zo­ na amarilla). 17 16 18 50 43 19 22 23 21 20 24 48 46 56 47 49 44 45 54 55 57 52 51 53 rl���---r--��--�--�-' o 10 20 30 40 50 60 70 80 90 Distancia Fig. 2 . Análisis de grupos comparando la diversidad total de especies de los tres táxones más importantes estudiados (escleractlnidos, octocorales y esponjas) entre los 24 arre­ cifes descritos para esta parte de la región insular del árChi­ piélago de Bocas del Toro. El dendrograma se basa en dis­ tancias euclidianas, amalgamados por el método de Ward. En la Fig. 3 se presenta l a cobertura de los diferentes taxones agrupados por profundidad y en conjunto para c ada isla. S e encontró una gra­ diente Oeste-Sureste en el área de estudio con una disminución general de l a cobertura de coral vivo total y por profundidad, siendo mayor en Is­ la Pastores y menor hacia C ayo Agua. Esta ten­ dencia se explica por la alta densidad que repre­ senta el coral Porites furcata. Igual c omporta­ miento se observa para l as esponjas, con una dis­ minución notable hacia aguas más profundas. La cobertura de macroalgas es superior al 30 % en todas las islas en casi todas las profundid ades, mientras que las algas coralinas i ncrustantes pre­ sentan una tendencia contraria y superan el 20 % en varias de l as islas. Este último grupo en parti­ cular se hace notable en aguas profundas. Los octocorales también parecen aumentar con la profundidad y con tendencia contraria a los co­ rales esc1eractínidos, aunque por lo general este aumento es debido a la abundancia de Eythropo­ dium caribaeorum (Fig. 3). J� lWhJlbJ I�DDD I��DD J�MGJ� i�[JDGJ PA CR PO AG PA CR PO Islas AG PA CR PO AG Fig. 3. Porcentaje promedio y error estándar para la distribu­ ción vertical de cobertura relativa de escleractínidos, octoco­ rales, esponjas, macroalgas, y algas rojas coralinas por m2, para cada profuqdidad y agrupados por los arrecifes descri­ tos en cada isla, en Bocas del Toro, Panamá. Las letras en eje inferior indican las Islas Pastores ( PA), Cristóbal (CR), Po­ pa ( PO) y Cayo Agua (AG). 663 GUZMÁN & GUEVARA: Arrecifes coralinos de Bocas del Toro, Panamá. A continuación se describen con más deta­ lle las características de los arrecifes para cada isla, incluyendo observaci ones sobre los eco­ sistemas terrestres q ue pueden afectar los arre­ cifes que las rodean. Isla Pastores: Se describieron tres arre­ c ifes en 1 1 .3 km de costa (Fig. 1 ), encontrán­ dose una c obertura de c()rales vivos prome­ dio de c a. 53 % e i nferiores al 5 % para octo­ corales, esponjas y m acroalgas. Los arrecifes están bien desarrollados hasta los 20 m de profundidad, y en los ambien tes someros es­ tán rodeados por una barrera c oralina sólida y contínua construida por el c oral dedo Porites fureata (sensu Guzmán y Guevara 1 99 8 a), l a cual crea u n ambiente lagunar dominado por pastos m arin o s . El talud arrecifal está dom i ­ nado p o r el c oral lechuga Agarieia tenuifolia hasta los 6 m, mezclado en algunas áreas con P. fureata y esponjas. Haci a el talud i nferio r y la base, l o s arrecifes están dom i n ados por el c oral masivo Siderastrea siderea entre am­ plios p arches de arena (Fig. 4). No se obser­ varon corales reclutas o i n di viduos juveniles abundantes en estos arrecifes (Fig. 5). La di­ versidad de corales es relativ amente baja ( 1 318 especies), al i gual q ue p ara octocorales y esponjas (Cuadros 2-4). En términos generales los arrecifes se en­ cuentran en buen estado de conservación (por la c obertura) a pesar de que existe una extensa ganadería en el sector sur de l a isla entre Pun­ ta Maya y Punta Ford, y regiones amplias de­ forestadas al norte, entre Punta Maya y Punta Vergayo. El bosque de manglar q ue rodea la i s­ la está bien conservado en el sector norte y s ur, en particular hacia el sures te en los cayos Gar­ cía y Roldán. I � 11 .111 ••• 1 •• 1 ••••.tttJ II �I I 60 Escleractínidos I Total Reclutas l I I I'�::I�1�_ ���.�.���j�.�.i�i�����.�l i�[1.,�I;i:¡¡'�[:;�j:1I r��_ .�jl�.=·�j �1.�jj �lj� . * II �jI ulb .l . .. ] �lil.u.UI. A;": 11 111.1 �I Od-... Esponjas 60 � 40 1m .• •... . � 20 60 N & 20 Algas Incrustantes .••••••• sm .•� . �. � .•.•...•• .• .. reITrem����MG���Q��60������� Arrecife Fig.4. Porcentaje promedio total y error estándar para la cober­ tura relativa de coral vivo escleractínidos, octocorales, espon­ jas, macroalgas, algas rojas coralinas, y sustrato arenoso por m2, para cada arrecife descrito, en Bocas del Toro, Panamá. Números en eje inferior indican los 2 4 arrecifes estudiados. o . .. .. 161718192021222324434445 46474849 50 51 52 53 54 5 5 5 6 5 7 Arrecife Fig. 5. Número total por m2 de corales escIeractínidos re­ cIutas (individuos de tamaño inferior a 4 cm) para cada arrecife descrito y por las tres profundidades. CUADRO 2 Lista de corales escleractínios encontraa '}s IulSta una prt!fundidad de 25 m en cada uno de los 24 arrecifes estudiados en las Islas Pastores, Cristóbal, Popa, y Cayo Agua, Provincia de Bocas del Tom, Panamá, Especie presente (x), Especies � " s· ¡¡ � ¡s- �. �. '1::1 �, �. Acropora cervicornis Acroporll palmata Agaricia agariéites Agaricia danai Agariclll fragilis Agaricia humilis Agaricia lamarcki Agarícia purpurea Agaricia tenuitólia Agaricia undata Colpophyllia amaranthus Colpophyllia breviserialis Colpophyllia natans Dic:hocoenia stockesi Dip/oria clivo.m Dip/oria la byrinthij(}rmis Dip/oria strigosa Eusmiliafastigiala Faviafragum Isophyllastrea rígida Isophyllía sínuosa Leptoseris cucullata Madracis decactis Madracis mirabilis Manicina areolala Manicina mayori Meandrina meandrites Millepora alcicornis Millepora comp/anata Montastraea annu/aris Montastraea cavernosa Montastraeafi/veo/ata Montas/raeafranksi 16 17 18 19 20 21 22 23 24 43 x x x x x x x x x x x x X x x x x x x x x x x x x 45 46 x x x x x x x x x X x x x X x x x X 47 x 48 x x x x x x x x x x x x 50 51 x 52 53 54 55 x x x x 56 57 x x x x x x x x 49 x x x x x x x x x x x x x x x X x x x 44 x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x X x x x x x x x . x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x ' x x x x x x x x x x x x x x x x x X x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x X x x x x x x x x x x x x x x x x x X x x x x x X x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x X x x x x x 'X x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x t:tl x x x x x x x x x x � v.: � fil x x x ?2 x x x x x x x x x x x x x x x x x: X x x X X x x x x x x x x X § S;' � fi � CUADRO 2 nm!llI[du[tllÍ de 25m ell.cadaf.ll!!I de los 24 arreci/és eS/lidiados en las Islas Pasllires, Cris/óbal, POI,a, Pnn!ir'l/'ílf de Bocas de1 T% , Panamá, Espccie presente (xI, E$pecics J6 i7 18 20 Mussa (/J!Ru!lisa x .Mycetophyllia a/iciac x Myce/ol'hyllia dmulana 21 22 n 24 x x x x 43 44 45 x x 46 47 48 49 x x x x Mycetol'hylli a lal1larckiana Mycetophyllia rcesi OCltlinadifjúsa p(irite,� fu reata Poriles po{ites Scolymía cübensis Scolymid lacera ·Sidems1rea· radian" Siderastrea siderea So!enaslrea boumani Solc/U/Slrea hyadés x x 52 53 x x x x 54 55 56 57 x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x )( x x x x x x x ,( x x x x x JI x x x x X x x x J( x x x x x J4 x x x x x x' x x x x x x x x x x x x x x x x x x x ,x x x x x x x J5 x 19 x x x x x x x x x )( x x x x x x x x x x x x x ·x x x x x x x x' x x x x x x x x x x x x x x 26 26 x x 24 x 30 24 25 28 33 x x x x X x x x )( x x x x x x x )( x x x x x x X" x x )( x x x x x x x x 36 x 31 x 23 x x x x x x x x x x 34 x 34 20 x 29 34 Zíl :x x x x x x x. x x x x x x x x x x x 35 35 Cl � », Z Ro Cl fR x x x x x x x x x SrephWlOl.'Ocnia interse¡JI(l x: Total 51 x Myce/ophy!lia jerox PII/·ites as/reoides 50 29 x x 39 � ... � � � ;:¡ o. (? '" (') s: &: g en o.. <1> l:1j o n ¡;; o. !!. Ql "8 "O 15 Sp, 0\ 0\ lA CUADRO 3 � '" Lista de especies de octocorales, anémonas (*), zoántidos (**), y coral negro (***) encontrados hasta una prl!fundidad de 25 m en los 24 arrecifes estudiados en las Islas Pastores, Cristóbal, Popa y Cayo Agua, Bocas del 1Im/, Panamá. Especie presente (X). Especies Briareum asbestinum Erythropodium caribaeorum Eunicea ealyeulata Eunieeafusea Eunieea mammosa Eunicea succinea Eunicea tl/umeforti Eunieea sp. Gorgonia flabellum Gorgonia ventalina Muriceopsis flavida Muricea muricata Muricea pinnata Plexaura kuna Plexaura flexuosa Plexaura homomalla Plexaurella nutans Plexaurella sp Pseudoplexaura sp Pseudopterogorgia acerosa Pseudopterogorgia americana Pseudopterogorgia bipinnata Pterogorgia anceps Ptemgorgia citrina Pterogorgia guadalupensis 16 18 19 20 x x x x 22 23 24 x x x x 43 44 45 46 47 x x x x x x x x 48 49 SO x x x x x SI x x x x x x x x x x x x 53 x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x Vi x � 1il x x x x x x I:¡:j x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x � x x x x x x x x x 57 x x x 56 x x x x x 54 SS 52 x x x x x x O Total de especies de octocorales Bartholomea lueida* Condylactis gigantea* - -EpifEtis crueifer* -'�' ...... . . Lebru iiUilúinae�r Stichodactyla helianthus* Zoanthus pulchellus** Palythoa earibaeorum** Cirrhipathes leutkeni*** 21 x x 5 x x 2 2 2 x x x x x x x 2 S 2 12 x x x x x x x x x 16 x x x x II 9 x x x x x x 15 x x x x x x x x 5 15 2 15 14 x x x x x x x x x x x x x x x x x x 10 12 x x x x x x x 6 x x x � g S;' � ¡:: CUADRO 4 Lista de especies de espl'njas encontradas hasta una profundidad de 25 m en los 24 arrecifes estudiados en las Is/as Pastores, Cristoba/, Popa, y Cayo Agua, Provincia de Bocas del Toro, PanamlÍ. Especie presente (X). Especies n g S' >::, " � iS" �. §" >:: " '" i: Amphimedon compressa Amphimedon erina Agelas c/athrodes Agelas conifera Agelas dispar Anthosigmella varialls AplysillU caulijármis Ap/ysina fistu/aris Aplysina fulva Ap/ysina lacunosa Ap/ysil/a gracilis Callyspongia vagillUJis Choooril/a nucu/a Cillachyra al/oe/ada Cinachyra sp. Clathria aspera CliollU delitrix Cliona lallgae CribrochaJina vascu/um Ectyop/asiaferox HaJie/ona hogarthi Halisarca sp. Ircinia campana Ircinia felix Ircinia strobilina Iotrochota birotulata MOllUnchora barbadensis Monanchora unguijera Myca/e arndti Mycale /aevis Mycale lllxissima Neofibu/aria nolitangere Niphates amorpha 16 17 18 19 20 21 22 23 24 43 44 45 46 47 x x x x 48 49 50 x x x 51 52 53 x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x 56 57 x x el x x x x x x x x x 54 55 x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x §i � x � x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x g' x � x c;l x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x [ x x x x § lt .0 x x en t:J:I x x x � x x x ct' ., x x x x [ x x x :::o x x x x x x x x x x x x Z Ro el x x x ª>, x x x � o-, o-, 00 CUADRO 4 (COIllil/lIi1cilín) Lista de especies de esponjas encol/lradas hasla una pmjimdidad de 25 11/ el! los 24 arrecifes eSludiado,l' el/ las Is[as Pastores, Cristo/ull, Popa, y Cayo A¡;lIo, Provincia de Bocas del To/"(}, POIlOII/IÍ. Especie presente (X). Especies 16 17 Niplla/es erecta Niplla/es ra!llosa OcearUlpia bllrtsclzi PlIchypeJlinll podaty{w Plakorlis angulospiculatus Plllkortis llalicluJ/ldroides Pseudoceraliflll eraSSll x x Pseudaxinella lunaeeharta x Ptilocaulis walpersi SipluJIlodictyol! coralliphagwll Splleciospongia vesparilllll Spirastrellll coccinea UIOSll ruelzieri Veroll¡;ula ri¡;idll Xetospongia muta Xetospoll¡;ia proxima Xetospollgill rosllriel1.�is Total 12 7 18 19 20 21 22 23 24 43 44 x x x x x x x 45 46 x x 47 48 x x x x x x 49 50 x x 51 52 53 x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x 57 x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x x u; x O x x x x x x x x x x x x x x x x x 56 x x x 54 55 x x x x x x X x x x x x x x 9 11 13 8 10 15 10 24 26 9 22 16 23 15 37 x 34 � m tt1 5 r O el S;' � x 10 � < 33 27 28 x 22 37 itl O "':l fi :> r GUZMÁN & GUEVARA: Arrecifes coralinos de Bocas del Toro, Panamá. Isla Cristóbal: Representa ca. 38.9 km de costa, describiéndose en esta isla seis arrecifes en total (Fig. 1). Los arrecifes fonnan una b a­ rrera somera de P furcata con buen desarrollo y un talud extenso de Agaricia spp. con una gradiente leve hasta los 20 m de profundidad en el lado oeste, desde Punta Rodríguez hasta Punta Juan y solo i nterrumpida por dos e nse­ nadas pequeñas con poblados. Los corales de profundidad, A. lamarcki y e n particular A. un­ data, abundan en e stos arrecifes y no en otras localidades (Cuadro 2). Entre Punta Juan y Punta Coco, al norte de la isla, la barrera se i n­ terrumpe por dos amplias ensenadas con b as­ tantes sedimentos aportados por la Quebrada B otabite. Luego continúa f onnando extensas áreas con b arreras y parches arrecifales hasta llegar a los numerosos cayos de manglar del sureste, que sirven de entrada a l a Laguna de B ocatorito (Fig. 1 ). En el sector de B ocatorito, al suroeste de Isla Cristóbal y en la ensenada de la Laguna de Tierra Oscura se encuentran parches s omeros de P furcata y pequeñas b a­ rreras interrumpidas y con poco desarrollo f or­ madas por colonias dispersas de Agaricia te­ nuí/olia, Colpophyllia spp. y Siderastrea side­ rea. Entre los arrecifes descritos alrededor de la i sla (19-24) se encontró unacobertura de c o­ ral alta (>30 %) en todos los arrecifes al e xtre­ mo norte de esta (Fig. 4). Los octocorale s y es­ ponjas no variaron mucho, mientras que las macroalgas oscilaron entre 20 y 45 %. Las al­ gas i ncrustantes por lo general presentaron un promedio de 30 % , con sectores completamen­ te cubiertos por el alga no incrustante Amphi­ roa rigida varo antillana . Se observaron patro­ nes de reclutamiento de corales moderados, en algunos casos superiores a 5 individuos/m2 a profundidades intennedias (Fíg. 5). La diversi­ dad de corales observada f ue moderada osci­ lando entre 23 y 28 especies, siempre mayor e n los arrecifes a l este d e l a isla (Cuadro 2). Los ámbitos d e diversidad fueron bajo e n octocora­ les y moderado en esponjas con 2-5 y 8-15 e s­ pecies, respectivamente (Cuadros 3 y 4). En la Isla Cristóbal se observa u n alto de­ terioro de los ambientes terrestres, particular­ mente de los bosques en l as montañas del sec- 669 tor sur-suroeste de la isla, incluyendo muchas áreas de manglar. Todo e l sector sur de Isla Cristóbal está afectado por alta sedimentaci ó n proveniente de ríos del continente y quebradas locales. Los ríos que nacen en esta isla aca­ rrean altas concentraciones de sedimentos arci­ llosos hacia los arrecifes. Isla Popa: S e describieron ocho arrecifes e n c a. 37.3 km de zona costera, incluyendo u n arrecife profundo e ntre Cayos Zapatillas y l a i s l a (Fig. 1). Toda l a zona n orte d e la i s l a está rodeada por una barrera arrecifal que forma ampl i as l agunas con pastos marinos. Estos arrecifes e s tán bien desarrollados pero s o n p o c o profundos. La mayor parte d e esta b arre­ ra norte estaba construida por el coral Acropo­ ra palmata, poco abun dante en estos momen­ tos. La b arrera se hace más discontinua hacia los sectores este y oeste alrededor de l a isla y está form ada por Porites furcata, al igual que en otras localidades. El sector sur de la i s l a es­ ta fonnado principalmente por parches s ome­ ros de esta última e specie y Agaricia tenuífolia. En todo el sector norte s e encuentran parches aislados de A. palmata y A. cervicornis en aguas someras, mezclado con colonias grandes del coral Siderastrea siderea. La cobertura de coral es relativamente baja en la mayoría de los arr e cifes « 20 %), excep­ to los arrecifes semi-protegidos 44, 47 Y 51 que presentan coberturas superiores al 45 % (Fig. 4). Sin embargo, los arrecifes profundos y parches someros que se encuentran entre el nordeste de la isla y los Cayos Zapatillas (similar al arrecife 44) tienen altas coberturas y e stán compuestos por importantes especies constructoras de arre­ cifes como Montastraeafaveolata, A. palmata y A. cervicomis. La cobertura alta de macroalgas coincide por lo general con eSLosarre cifes me­ nos densos en corales y por lo general expues­ tos directamente al oleaje, y no varió entre pro­ fundidades (Fig. 3). Hacia el canal que separa l a i s l a d e l Cayo Agua se encuentra l a mayor c ober­ tura de esponjas y octocorales (Fig. 4). El reclu­ tamiento promedio fue de 5 individuos/m2, pero se duplicó en los arrecifes 47 y 51, siendo este mayor en l as áreas arrecifales más profundas (Fig. 5). La diversidad de corales es moderada a 670 REVISTA DE BIOLOGÍA TROPICAL alta, oscilando entre 19 y 35 especies y sin un patrón de distribución definido alrededor de l a isla (Cuadro 2). Igual resulta l a diversidad de octocorales (ámbito de 1-16 especies) (Cuadro 3), aunque se observa un patrón de distribución con mayor diversidad hacia el sector norte de l a isla y los Cayos Zapatillas (Fig. 1). L a diversi­ dad de esponjas (9-37 especies) y su distribu­ ción es amplia alrededor de la isla (Cuadro 4). Al suroeste de Isla Popa, existen numerosos ba­ j os coralinos someros de tamaños que oscilan entre 200 y 5 000 m 2 que fueron visitados pero no descritos y en los cuales se alberga la mayor diversidad de esponjas y octocorales. Isla Popa se encuentra deforestada en to­ das las áreas cercanas a asentamientos i ndíge­ nas, particulannente los sectores oeste y nor,deste (Isla Tigre). Por lo general , los manglares franj eantes e islotes están bien conservado al­ rededor de la isla; la tala es muy localizada a l a entrada d e poblados. E l arrecife 5 1 a pesar de estar cercano a áreas deforestadas , presentó una de l as coberturas de coral más altas y me­ j or desarrollo arrecifal de todo el estudio, al igual que mayor densidad de reclutas a profun­ didades superiores a los 4 m , posiblemente de­ bido al fluj o de corrientes fuertes de distintas direcciones que convergen en ese sector. Cayo Agua: Se describieron seis arrecifes en ca. 20 km de costa, incluyendo un baj o arre­ cifal extenso (ca. 22 km2 ) locali zado al sur del cayo (Fig.l). El cayo está rodeado por una ba­ rrera interrumpida de coral en el l ado norte, con pequeñas ensenadas donde se encuentran parches amplios de Acropora palmata, entre Punta Níspero y Punta Tiburón. Hacia el sector este y sur del cayo, no existe una verdadera ba­ rrera, pero se forma un sistema lagunar some­ ro donde sobres alen extensos y numerosos par­ ches de P fl/reata entremezclados con p astos marinos, en particular el sector entre Punta Li­ món y Punta Piedra Roja. Los arrecifes bor­ dean ambos l ados pero a partir de los 4 m de profundidad, donde pueden dominar áreas de esponj as y octocorales. Sin embargo, los arre­ cifes que rodean el bajo al sur del cayo presen­ tan un impresionante grado de desarrollo hasta los 25 m de profundidad, pero esto s están com- pletamente muertos en las áreas más profun­ das, donde se observa una estructura que fue construida por Montastraea spp. , Madracis spp. y Siderastrea siderea. Las áreas someras de este bajo están dominadas por Millepora spp. mezclado con P filrcata. Se observó l a cobertura de corales escle­ ractínidos más baj a del archipiélago, ca. 1 5 % , pero l a diversidad más alta, q ue osciló entre 27 y 38 especies. Mientras que los octocorales se presentaron con promedios altos de cobertura relativa, 3.5 %, Y diversidad también alta, en­ tre 2 y 1 5 especies. Las esponj as alrededor de Cayo Agua alcanzan la máxima cobertura (ca. 4 %) y diversidad (22-37 especies) en muchos de los arrecifes e n comparación con el resto de los estudiados (Fig. 4, Cuadros 2-4). Las ma­ croalgas y algas incrustantes oscilaron amplia­ mente en su cobertura (5-60 % y 0.5-25 % , respectivamen te), encontrándose el arrecife de mayor porcentaj e en el extremo n ordeste del cayo (Fig. 4). El número de reclutas es bajo en promedio (ca. 3 colonias/m2) y se observa un patrón de reclutamiento mayor entre el sector sur del cayo y el bajo extenso, principalmente en aguas profundas (Fig. 5). La deforestación en Cayo Agua es similar a la observada para Isla Popa, siendo particu­ larmente extensa en el sector oeste-suroeste entre Punta Norte y Punta Limó n , en áreas donde se encuentran poblados indígenas . En otras áreas alrededor del c ay o , l a deforestación es puntuada y en pequeñas p arcelas. Bajos de Cayos Zapatillas: En reconoci­ mientos anteriores se describieron los arrecifes de Cayos Zapatillas (Guzmán y Guevara 1998b), pero no se incluyeron los baj os arrecifales pro­ fundos (>20 m) y extensos (ca. 2 0 1 7 ha) al nor­ te de éstos. Según Soto et al. (1998 ) , éstas son áreas de alta diversidad e importancia para su conservación, particularmente en macroalgas. El arrecife 43 se describió en representación de es­ tos hábitats (únicamente transectos a esa profun­ didad), encontrándose una cobertura promedio de corales baj a de ca. 1 0 %, Y de las más altas coberturas de macroalgas y algas i ncrustantes con 75 % Y 32 %, respectivamente (Fig. 4). Se observó un número relativamente alto de corales GUZMÁN & GUEVARA: Arrecifes coralinos de Bocas del Toro, Panamá. juveniles (ca. 5 individuos/m2) , particulannente Siderastrea siderea, Leptoseris cucullata, Favia fragum, Porites astreoides y Agaricia reticulata, e n orden de abundancia. Esta última especie se encontró abundantemente aquí en comparación con otras localidades ( Cuadro 2). Posiblemente l a densidad alta de reclutas esté asociada a la al­ ta cobertura de algas coralinas y sujetos a una in­ tensa competencia con las abundantes macroal­ gas. La diversidad de corales es de 23 especies, mientras que l a de esponjas encontradas es me­ nos de un terci o de las informadas para la zona (Cuadros 2 y 4). DISCUSIÓN Es casi una nonna en muchos países la crea­ ción de áreas m arinas protegidas por presiones socioeconómicas y políticas. En muchos casos los sitios de conservación y el tamaño de éstos no son apropiados y no contemplan la verdadera diversidad marina y el funcionamiento de los ecosistemas de la región. Por otro lado, esto tam­ bién sucede debido a la falta de infonnación científica disponible a escala local y regional. Para el establecimiento de una área marina pro­ tegida (AMP) se deben de considerar ciertos cri­ terios diferente s al de áreas terrestres aunque las metas para su creación sean s imilares (e.g. transp0l1e y dispersión de larvas, conectividad). Debido a la naturaleza abierta de los ecosistemas marinos, para la protección efectiva de las comu­ nidades y hábitats frágiles se requiere de la crea­ ción de áreas más extensas (en comparación a las terrestres), de fonna tal que cualquier impac­ to pueda ser amortiguado y las comunidades crí­ ticas pennanezcan relativamente intactas. Por lo contrario , existe la tendencia a considerar un fac­ tor importante en la selección, diseño y manejo de las AMP el uso continuo que le dan los seres humanos a los recursos dentro y adyacente al área protegida (Kelleher y Kenchington 1991). El presente estudio define por primera vez para l a región de B ocas del Toro, l a zona de mayor diversidad de organismos sésiles que son considerado s importantes constructores de arrecifes coralinos, y que sin lugar a dudas al- 67 1 bergan una alta diversidad de plantas y anima­ les asociados, haciendo de estos un ecosistema altamente productivo (Hatcher 1990). Hasta el momento s e han recorrido 436 km de c osta y se han descrito 64 arrecifes (Guzmán y Gueva­ ra 1989a, b , e n prep. ) y no se esperaría un au­ mento considerable en la diversidad de estos organismos, más importante aún , que cambie el centro de d iversidad del archipiélago. Lo que es importante aquí es que la escala espac i al de estos estudios ha sido sin lugar a dudas u n factor importante para la selección de posibles áreas prioritarias de conservación, y ademá s , s e establece un precedente a n i v e l nacional p a­ ra estudios s istemáticos e integrales de l a bio­ di'V'ersidad m arin a. El número de especies de c orales esclerac­ tínidos para todo el archipiélago de B oc as del Toro aumentó en 5.5 % con el registro de tres nuevas especies, Colpophyllia amaranthus, Manicina mayori y Mycetophyllia reesi, es de­ cir a 57 en total. Las dos primeras son conoci­ das de otras áreas de Panamá pero,se infonnan por primera vez (ver Holst y Guzmán 1993), aumentando así a un total de 64 especies para el p aís, incluyendo corales escleractínidos e hi­ drocorales. Esto implica que e n el archipiélago s e encuentra el 89 % de las especies del Cari­ be panameño y el 96 % o más de éstas (inclu­ yendo dos especies en Guzmán y Guevara 1998b), están distribuidas en los arrecife s de la denomin ada "zona de alta diversidad" encon­ trada e n el presente estudio (Fig. 1 , zona ama­ rilla). De i gual fonna, la diversidad de octoco­ rale s aumentó a 29 especies (16 % ) c o n la adi­ c i ó n de c uatro nuevos registros p ara B ocas del Toro; Plexaura kuna, Eunicea toumeforti, Mu­ ricea pinnata y Pterogorgia guadalupensis. Las esponjas fue el taxón que mayor c ambi o experimentó, c on un incremento d e 16 nuevas especies (30 %) y un total de 53 para el archi­ piélago. S e encuentran e n l a "zona de alta di­ versidad" el 94 % y 97 % de las esponjas y oc­ tocorales, respectivamente (se i ncluyen dos es­ pecies de octocorales ínfonnadas p ara Cayos Z ap atil l as y l ado este de Isla B astimentas; Guzmán y G uevara 1998b). E n resume n , s e p odría decir q u e e n promedio e l 95.7 % d e l a 672 REVISTA DE BIOLOGÍA TROPICAL diversidad (corales, octocorales y esponjas) se encuentra en esa zona. En ambientes terrestres se ha criticado du­ ramente el uso de la abundancia y riqueza de especies como indicadores de sitios para la conservación, y a que no necesariamente coin­ ciden especies raras y endemismo con alta ri­ queza de especies. Pero, en la mayoría de l o s casos se ha coincidido e n q u e l a escala de muestreo j uega u n papel muy importante ( gra­ no grueso o fino, l ocal o regional ), ya que ésta permite que en las áreas protegidas se mani­ fiesten los procesos que afectan el funciona­ miento de comunidades y ecosistemas (Pren­ dergast et al. 1 993, Lombard 1 99 5 , Conroy y Noon 1 996, Kerr 1 996). Existe un patrón c on­ sistente que sugiere que los límites del área protegida de Isla B astimento deben ser modifi­ cados, ya que no se incluye la mayor diversi­ dad de organismos constructores de arrecifes. Es importante tomar en consideración que el centro de alta diversidad descrito anteriormen­ te contiene además, especies raras y poco abundantes con respecto a otras localidades del Gran Caribe. Por ejemplo, los corales acropó­ ridos Acropora palmata y A. cervicornis se consideraban e ntre l as principales especies constructoras de arrecifes, y actualmente con­ siderados por la comunidad científica i nterna­ cional para incluirlas en la lista de especies amenazadas, debido a que su abundancia ha disminuido notablemente durante l as dos últi­ mas décadas o han desap arecido de ciertas l o­ calidades (Gladfelter 1 9 82). El sector del ar­ chipiélago con mayor abundancia de acropóri­ dos se encuentra dentro de esta área de alta di­ versidad (Guzmán y Guevara 199 8 b , presente estudio). Por lo tanto en este caso, el argumen­ to n o se basa exclusivamente en preservar la diversidad, sino también hábitats importantes para toda la regió n , l o que e s recomendable e n u n manejo i ntegral d e l a zona costera p ara mantener los diversos procesos que moldean un ecosistema y sus pesquerías (Al l i son et al. 1 99 8 , Done y Reichelt 199 8 ). Lo anterior de­ muestra en parte, que algunos de los principios para l a conservación de ambientes terrestres n o son aplicables a ecosistemas marinos, aunque s i coinciden e n la necesidad de u n a escala mayor. Con respecto a l a escala espacial, es nota­ ble que por nuestros resultados se deberían con­ siderar algunos c ambios en el área protegida actual , y a que se permitiría obtener una m ayor regeneración de poblaciones afectadas natural­ mente o por el hombre , a nivel l ocal (Bocas del Toro), sub-regional (Panamá) y regional (Cen­ troamérica y el Caribe). Se ha demostrado que existe una alto grado de dependencia entre l a ri­ queza de especies a estas escalas y se estima que l as comunidades arrecifales locales se enri­ quecen de fuentes regionales (sub-regionales?) de especies ( Karlson y Cornell 1999). Sin em­ bargo, este enriquecimiento de especies varía geográficamente como se esperaría, y contra­ riamente a lo expuesto anteriormente en este párrafo, par a la región del Caribe (Atlántico Oeste) se considera que estos procesos son me­ nos sensitivos a variar en gran escala, ya que la diversi dad es relativamente homogénea (sensu Karlson y Cornell 1 998, 1 999). Esto podría cuestionarse, y a que desconocemos los fenó­ menos a l arga escala que afectan nuestra región (e.g. Centroamérica). Llama l a atención la alta diversidad encon­ trada, considerando la calidad del agua que l imi­ tan l a estructura y desarroll o de los arrecifes del archipiélago, y cuyo nivel es inferior a los de otras áreas, como San BIas por ejemplo (Guz­ mán y Guevara 1 998a). Por lo general y depen­ diendo de la profundidad, son alrededor de tres las especies dominantes y principales construc­ toras de arrecifes en Bocas del Toro (e.g. Pori­ tes furcata, Agaricia tenuifolia, Siderastrea si­ derea) (Guzmán y Guevara 1 998a, b). Es nota­ ble que la alta escorrentía y sedimentación, l a falta de transparencia d e l agua en l o s d o s prime­ ros metros de profundidad y la alta exposición al oleaje, limitan el desarrollo, la diversidad y la zonación vertical de especies en los arrecifes i nternos y externos del archipiélago (Guzmán y Guevara 1 998a, b), como se ha observado en otros arrecifes del Caribe (Cortés y Risk 1 985, Tomascik y S anders 1 987, Acevedo et al. 1 989, Rogers 1 990). S i n embargo, la zona descrita se encuentra en u n enclave semi-protegido por l a orografía natural, q u e parece responder a u n GUZMÁ.N & GUEVARA: Arrecifes coralinos de alto de corrientes m ar in as que convergen Bocas de! Toro, Panamá. 673 tá permitiendo la recuperac i ó n lenta de l o s d e m ar abiElto y desde e l i nterior de la ane c i fe s . Actualmente se observan densidades G.C Chiriquí, l o c u al d e seis rec l utas d e c orales/m2 . y se podría es­ un H13yor Í n ter- cambio l arval entre poblaciones de afuera del p e c u l ar que l a p e s q u e ría en el l ugar podría me·· (regio n al ) y l ocales . Esto y el pro­ j u rar e n Jos próxi m o s años, asumie n d o que el al fi n al del parrafo an­ e c o s i stema eSté fun c i onal y l a tas a de sedimen­ con más estud i o s que t ac i ó n n o aumente contemplen e l transporte de masas d e agua3 cos­ (sensu Witten berg y Hunter 1 992, Hughes 1 994) . N o obstante s e necesita teras JI genética de proteger l o s e c o s i s te m as terrestres de l a i s l a s t,�rior podría q :ll s i é ramüs menc i o n ar e l ex­ ten s o banco arrec i fal u b i c ad o al sur de Cayo y dentro d e Laguna de Chiri q ui (Fi g . aledañas y en t i e r r a firme para e v itar q u e con­ t i n ú e e l deteri oro . 1 ), q u e s i rve para i i ustrar la v u l nerab i l i d ad de l o s ,creci fc s a efecws n atural e s tal es c o m o e l b l an ­ RECOMENDACIONES y m uerte d e corales asociad o al Cil­ l Gntamicnto del nwr ( G orcau y Hayes 1 994, El presente e s t u d i o demues tra l a presencia deterio­ de u n centro de a l t a d iversidad, n o descrito an­ rarse c o n la actual expansión de asentamientos terio rmente p ara e l archipiélago, y l o c a l i zado i n d ígenas, des ,mol l o turístico y defores1ación. en el sector semi- expuesto comprendido por 'Ni!kin s o n y que et al. 1 E l n i v e l de desarr o l l o observado e n esos arre­ Isla B astimentos-Cayos Zapati l l as - I s l a Popa­ 25 m de profu n d idad e s d e l o s me­ C ay o Agua. C i n c o recomendac i ones pueden c i fe s hasw j ores p ara el arc h i p i é l a g o . S i n encon­ o frecerse a partir de n u e s tros res u l tados : tramos arr'ecifcs práctic amen te muertos y for­ mado por especies m a s ivas i m p ortante s , m uer­ tas , en posición v ital l. Modificar l o s l ímites e x i s tentes d e l Par­ (co­ que N ac i o n a l M arino I s l a B astimentas 1 7 %). El f1 uj o c o n s tante ( PNMIB ) , d e fOlma que s e protej an l a s de c orrie n tes proveniente de n:ar abierto a tra­ áreas q u e a l bergan l a mayor d i v ersidad y vés del c allal formado e ntre I s l a Popa y Cayo l a mayor a b u n d an c i a de e s p e c i e s amena­ donde se o b s erva gran abundan c i a y d i ­ zadas . En parti c u l ar se s u g i ere el s i t i o bertura promed i o d e a partir de l os 4 In versidad de especi e s m a s i v as c o n s truct oras d e arrib a descrito ( Fi g . a"'rec i fes y o bs ervada,; m uertas en el baj o , e . g . , b e n de i. n c l u i r s e otros arrec i fe s al s ur de 1 ) , p e r o además , de ­ Montastraea annularis , 11;1. favenlata., M. Siderastreú siderea y otras , es lmpor­ dedores de I s l a Pastores ( G u zmán y Gue­ I s l a C o l ó n , o e s te de Isla Cristóbal y alre­ t<lnte p ara e l restilb l e c i m iento de este banco vara am: c i fa l . Según r e latan l o s pescadores del sec­ t a b l e e n e l s e n t i d o l e g a l y s o c i al . S e de­ tor, e s te fue un s i tí o q u e albergaba una de las b e n de e n s ay a r v ar io s modelos de áreas 1 99 8 b ) . E s t o i m p l i c a u n c am bi o n o ­ mej ores pesquerías del archipiélago pero desa­ protegidas p a r a e l archip i é l ag o d e B ocas p a re c i ó e n d e l Toro , q u e i n c l uy a n e l e stable c i m i e n t o 1 970 después de l as torre n c i al e s l l u ­ v i as de abril (ó 1 4.4 m m ) y diciembre ( l 0 1 2.2 m m ) (total de 3 702 . 3 mm), l a s más i n tensas m o d i fi c ad o s o d e varias reservas d e ta­ q u e se c onozcan e n la zona para este siglo (Bo­ maño pequeñ o i n terconectadas , e s dec ir, cas Frui t Ca., F i n c a 8 , Changu i n o l a ; C S . d e u n n u e v o parque n a c i o n a l c o n l ímites u n a red de áreas protegidas . Al respecto, c o m o per. ) . Semanas d e alta sedimenta­ e s neees3.ri o r e a li zar u n a c o n s u l t a general c i ó n provocada p o r las p lumas de los rfos dl'S­ que i n v ol ucre a l o s pri n c i p a l e s actores de b o rdados a l sur y s u roeste de l a Laguna de Chi­ la s o c iedad c i v i l y entidades d e l e stado e nterraron estos arr·c c i fe s . Sin embargo, p a n am e ñ o . Cualquier c amb i o que s e de­ el í1uj o de agua menc i o n ado anteriormente pa­ see reci e r a biber removido e s tos sedimentos y cs- e fectiv a i m p l e m e ntaci ó n d e l a s l e y e s y d e deberá e star acompañad o d e u n a 674 REVISTA DE B IOLOGÍA TROPICAL m ej orías en la educac i ó n ambiental y per­ cepción de los pobladores hac i a nuevos m odelo s de protec c i ó n ( sensu Alder 1 996). 2 . Incorporar l o s resultados d e l presente es­ tudio en la elaboración del primer plan de manej o para el PNMIB , y se de comienzo al período de consultas sugerido en el pun­ to anterior. El PNMIB n o ha tenido ningún plan de manej o desde s u creación en di­ ciembre de 1 986. 3 . Continuar, reforzar y ampliar a otras loca­ lidades la actual campaña de educación ambiental , ya que esta ayudaría en el pro­ ceso de transformación y selección de áreas protegidas . Esta c ampaña debe inte­ grar de cierta forma los objetivos políticos y criterios socioeconómicos a l argo plazo (sensu Lockwood et al. 1 997). Definitiva­ mente la campaña en Isla Popa y Cayo Agua es de vital importancia. 4. Detener o regular apropiadamente el uso actual de las tierras adyacentes a l a zona c ostera, de forma tal que el desarrol l o tu­ rístico, l a agroforestería y l a ganadería, no tengan impactos a l argo pl azo sobre los ecosistemas marin o s , como se está observando en muchos l ugares del archi­ piélago. S e debe responder a u n plan re­ gi onal de desarrollo consensuado , donde l o s pobladores deben ay udar en l a protec­ ción de los bosques y de la pesca e n sus propias islas . 5. Controlar el turismo de buceo existente dentro del área señalada como "zona de al­ ta diversidad", ya que e s aquí donde se ob­ serva una mayor actividad por parte de los operarios de turismo. S e deben de promul­ gar medidas inmediatas que regulen el uso de estos arrecifes y ayuden a mitigar el im­ pacto comprobado de esta actividad sobre el ecosistema (senslI Allison 1 996, Harri ott et al. 1 997, Rouphael y Inglis 1 997), las cuales deben de incluir l a educación a los operarios y turistas (Davis y Tisdell 1 996, Medio et al. 1 996). AGRADECIMIENTOS Agradecemos a A. González y al personal de la Fundación para la Protección del M ar (PROMAR) en B ocas del Toro y Panamá por el apoyo brindado durante este estudio. Agra­ decemos a K. Kauffman y J . B . Del Rosario por preparar las estadísti c as descriptivas. A J. Cortés por su extensa revisión al manuscrito. Este estudio fue financiado por l a Fundación Natura-FIDECO (Proyecto P4-9 8 002-PRO­ MAR) , PROMAR y el S mithsonian Tropical Research InstÍtute . RESUMEN En estudios anteriores se encontró que el área pro­ tegida del Parque Nacional M arino de Isla B astimentas ( P N M I B ) no albergaba arrecifes en buen estado de con­ servación, desarrol l o y diversidad, n:comcndándosc am­ pliar el reconocimiento de arrecifes a otras áreas del ar­ chipiélago de Bocas del Toro, en particular el sector oriental del parque marino. En el presente estudio, se hi­ zo un reconocimiento - ca. J 07 .5 k m en total - detallado de l a zona costera insular de islas Pastores, Cristóbal . Popa y Cayo Agua, donde se evalu ó la distribución de los arrecifes coralinos. Se describieron un total de 24 arrecifes, los cuales representan las formaciones típicas para l as distintas localidades . S e define por primera vez para el archipiélago el centro de mayor diversidad de or­ ganismos sésiles, que son importantes constructores de arrecies coralinos. El número de especies de corales es­ cleractínidos para todo el archipiélago de Bocas del To­ ro aumentó a 57 y se actualizan también los registros pa­ ra Panamá aumentando así a un total de 64 especies pa­ ra el país . Esto i mplica que el archipiélago alberga el 89 % de l as especies de Panamá, de l as cuales 96 % o más están distribuidas en los arrecifes de la ·'zona de al­ ta diversidad" encontrada en el presente estudio. De igual forma, l a diversidad de octocorales aumentó a 29 especies ( 1 6 % ) y l as esponjas experimentaron u n incre­ mento de 1 6 especies (30 %) para un total de 53 espe­ cies. Se encuentran en la "zona de lata di versidad" el 94 % y 97 % de las especies de esponjas y octocorales, respectivamente. Se presentan cinco recomendaciones generales, siendo l as más i mportante, modificar los lími­ tes existentes del PNMl B , de forma que se protejan las áreas que albergan la mayor diversidad general y l a ma­ yor abundancia de especies amenazada, o crear una red de áreas protegidas dentro del archipiélago. G UZMÁN & GUEYARA: Arrecifes coralinos de B ocas del Toro, Panamá. REFERENCIAS Acevedo, R., 1. Morelock & R .A. Olivieri. 1 989. M odifi­ cation of coral reef zonatíon by terrigenous sedi­ ment stress. Palaios 4: 92- 1 00. Alder, 1. 1 996. Costs and effectíveness of education a¡ld en­ farcement, Cairns section of ¡he Great barrier Reef Marine Park. Environm. Manag. 20: 54 1 -55 1 . AlIison, W. R. 1 996. Snorkeler damage to reef coral s i n the Maldive Islands. Coral Reefs 1 5 : 1 5- 1 8. Allison, W.R., J. Lubchenco & M.H. Carro 1 99 8 . Marine reserves are necessa.ry but not sufficient for ma­ rine conservarion. Eco!. Applic. 8: S79-S92. Alvarado, R.H. 1 987. 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