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S.C. L. 621, L. XLvm
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y otros si ordinario.
s U P r e m a C o r t e:
-1La Sala Civil y Comercial del Tribunal Superior de Justicia de la
provincia de Entre Ríos rechazó por inadmisible el recurso de inap1icabilidad de ley
interpuesto por la actora contra la sentencia de la Sala Civil y Comercial de la Cámara de
Apelaciones de Concepción del Uruguay que había declarado abstracta la cuestión, por
haberse extinguido el objeto procesal que motivó esta acción de simulación (fs. 38/43 vta.
Y 69/72 vta., del presente cuaderno de queja al que me referiré en 10 sucesivo salvo
aclaración en contrario).
El tribunal a qua consideró que la accionante no controvirtió
debidamente la linea argumental de la sentencia de la Cámara, basada en la pérdida de su
interés en el pleito a la luz del acotado marco de legitimación que se le había conferido.
Asimismo, juzgó que se encontraban satisfechos los derechos
litigiosos que habían posibilitado la legitimación activa en esta causa al haberse reconocido
judicialmente su carácter de hija y, en consecuencia, al haberse admitido el daño moral
peticionado en el juicio de filiaqión. Ello así, entendió que los agravios sólo exhibían Jl11a
discrepancia con la decisión adoptada, siendo esto insuficiente para descalificar el fallo en
virtud de la doctrina de arbitrariedad.
-ll-
Contra tal pronunciamiento, la recurrente dedujo el recurso
extraordinario federal (fs. 77/98 vta.), que fue contestado por la parte contraria (fs. 104/108
vta. Y 111/119) Y cuya denegatoria (fs. 127/129) dio lugar a la queja en examen (fs.
132/136 vta.).
En lo sustancial, arguye que la resolución es arbitraria puesto que
omitió tratar argumentos conducentes, vulnerando así los derechos de propiedad y de
defensa en juicio, garantizados por los artículos 17 y 18 de la Constitución Nacional.
Se agravia de la interpretación efectuada por la Cámara según la
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cual el hecho sobreviniente de la muerte de uno de los demandados -su padre-Ie ocasionó
la pérdida de legitimación para reclamar en el presente juicio. Afirma que al adquirir
calidad de heredera se reforzó su interés en la restitución del bien litigioso al acervo del
difunto.
En este orden de ideas, aduce que el fallecimiento de su progenitor
en nada modificó el objeto de autos, esto es, su interés -como tercera perjudicada por un
acto que tacha de simulado- en que el aludido bien retome al patrimonio del verdadero
propietario. Sostiene que en el inicio del juicio dicho interés se limitaba a satisfacer un
reclamo patrimonial, pero que actualmente adquiere mayor relevancia a los efectos de
recomponer el acervo hereditario que le corresponde.
-III-
En mi entender, la queja es procedente.
Cabe recordar que la Corte Suprema ha reiterado en numerosas
oportunidades que las resoluciones por las cuales los superiores tribunales de provincia
deciden acerca de la procedencia de los recursos extraordinarios de carácter local no son,
en principio, revisables en la instancia del artículo 14 de la ley n° 48, y que la tacha de
arbitrariedad a su respecto es sumamente restrictiva (cf. Fallos: 308:174, 311 :101,312:294,
entre otros).
N o obstante ello, tal doctrina no puede aplicarse de manera
irrestricta cuando el pronunciamiento frustra la via utilizada por la recurrente sin el
sustento idóneo suficiente, afectando la garantía consagrada en el artículo 18 de la
Constitución Nacional (cf. Fallos: 311: 1446).
A mi modo de ver, el fallo del a qua incurrió en un excesivo rigor
formal al desestimar el recurso de inaplicabilidad de ley sobre la base de fundamentos
dogmáticos que frustraron la posibilidad de la actora de obtener una sentencia referida al
fondo del asunto. De este modo, el tribunal soslayó los argumentos conducentes
introducidos oportunamente por la accionante a fin de justificar su interés en el caso.
Nótese que la resolución de la Cámara no tuvo en cuenta que, más
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allá del marco en el que se acordó la legitimación inicial, la nueva investidura de la actora
como heredera no alteró su calidad de tercera interesada que ha ostentado desde la
interposición de la acción. Asimismo, ese tribunal no especificó el modo en que ha mutado
la plataforma fáctica y jurídica en debate, que, en rigor, consiste en determinar si existió o
no simulación en los actos sub examine.
Para más, cabe destacar que no se trata de una acción pauliana, que
supone la inoponibilidad del acto restringida al limite del crédito reclamado (art. 965,
Código Civil), sino que se ha peticionado la nulidad de ciertos actos, supuestamente
simulados, cuya procedencia tiene como efecto la restitución del bien -objeto del negocio
jurídico- al patrimonio del verdadero propietario, independientemente de la magnitud de la
acreencia del tercero interesado.
Por último, de las constancias de autos se desprende que la
pretensión bajo análisis fue discutida respetando la amplitud de debate y prueba y, por
ende, el debido proceso, razón por la cual no advierto que el dictado de un
pronunciamiento sobre el fondo del asunto pueda menoscabar el derecho de defensa de la
parte demandada.
No escapa a mi cqnocimiento que, de mantenerse la solución
adoptada, se incurriria en el absurdo de reabrir la discusión en un nuevo juicio, en donde
intervendrían las mismas partes y se volverían a reproducir idénticos argumentos y
elementos probatorios, lo que implica un dispendio jurísdiccional en pe:tjuicio de la
recurrente.
En este escenario, entiendo que estos puntos debían haberse tratado
de manera exhaustiva por la Cámara, en primer término, y, en su defecto, por el Tribunal
Superior de Justicia provincial, circunstancia que no aconteció en la especie. Ello así, la
sentencia en crisis resulta descalificable como acto jurisdiccional válido, puesto que omitió
pronunciarse sobre cuestiones oportunamente propuestas y conducentes para la decisión
del juicio en desmedro del derecho de defensa consagrado en el artículo 18 de la
Constitución Nacional (Fallos: 329:3048; 330:289, entre otros).
3
-IVPor todo lo expuesto, opino que corresponde hacer lugar a la queja,
declarar procedente el recurso extraordinario, revocar la sentencia apelada y ordenar el
dictado de una nueva sentencia que se ajuste a derecho.
Buenos Aires,)cP de marzo de 2015.
ES COPIA
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IRMA ADRIANA GARCIA NETTO
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