¿Lumbago, ciática o síndrome piramidal? Escrito por Centro de Fisioterapia Mohedo Lunes, 28 de Julio de 2014 07:00 En el artículo de esta semana queremos hablaros de un dolor con el que acuden la mayoría de los pacientes a Clínica Mohedo: aparece en la nalga, e irradia a su alrededor, a veces hasta la rodilla o el pie. La mayoría de personas que acuden con este dolor no padecen hernia lumbar ni pinzamientos. El diagnóstico clínico llevado a cabo por el fisioterapeuta será clave para elegir las técnicas de tratamiento adecuadas y, además de eliminar el dolor, evitar que vuelva a aparecer. Se define como “síndrome del músculo piramidal/pisiforme” al conjunto de signos y síntomas que originan la compresión del nervio ciático cuando pasa por este músculo. Es decir, que el aumento de la tensión en el músculo piramidal aumenta la presión sobre el nervio ciático que pasa por él, irritándolo y dando síntomas de dolor irradiado. Lo más habitual es que el músculo piramidal sufra un acortamiento o espasmo muscular creado por sobrecargas musculares, traumatismos o la sedestación prolongada. Las personas que más riesgo tienen de sufrirlo suelen ser las que trabajan muchas horas sentadas, o por el contrario aquéllas que deben estar muchas horas de pie, en la misma posición. Administrativos, comerciales, camioneros, así como ciclistas o corredores suelen acudir a la consulta de fisioterapia padeciendo este dolor. En muchas ocasiones, el dolor en la zona glútea irradiado al muslo o a la región lumbar se acompaña de hormigueo. Todos estos signos y síntomas son lo que ayudan al fisioterapeuta a llegar al diagnóstico funcional, junto con la historia clínica en la que recogemos datos como la actividad física y laboral. La hernia lumbar, la bursitis, la tendinitis, o radiculopatías tienen sintomatología muy parecida al síndrome del piramidal; por lo que aportar pruebas complementarias como radiografías, resonancia magnéticas, ecografías o electromiografías es necesario para descartar otras causas de compresión del nervio ciático. El tratamiento de primera elección para el síndrome del piramidal debe ser la fisioterapia. Dependiendo de la causa de la lesión, el tratamiento irá enfocado al fortalecimiento y flexibilización tanto del músculo piramidal como sus vecinos. En primer lugar, la terapia manual que disminuya la tensión del piriforme junto con termoterapia profunda, tratamiento de puntos gatillo con técnicas miofasciales o punción seca. Los estiramientos al final del tratamiento son vitales para prevenir que el músculo vuelva a sufrir espasmos. Además es importante que el paciente sea constante en la realización de un programa de ejercicios destinados a fortalecer la musculatura de la cadera, tanto en separación como en aproximación. Posteriormente se le asignará al paciente un programa de ejercicios de estiramiento para que lo realice por cuenta propia. Estos estiramientos serán los que, a largo plazo, prevengan que vuelva a aparecer el dolor. 1/1