DICTAMEN nº 222 /2009 Materia sometida a dictamen: Recurso extraordinario de revisión interpuesto contra la Orden del Consejero de Industria, Comercio y Turismo por la que no se admitió a trámite, por extemporaneidad, el recurso de alzada contra la Resolución del Director del Servicio Provincial de Zaragoza del Departamento citado, de fecha 29 de febrero de 2008, acerca del estado del medidor del consumo de energía eléctrica y de la correspondiente facturación. ANTECEDENTES Primero.- Siguiendo el orden cronológico de los documentos que obran en el expediente remitido se destacan los siguientes hechos: 1. Con fecha 12 de febrero de 2008, a solicitud de ENDESA DISTRIBUCIÓN ELÉCTRICA S.L.U. se efectuó por un Supervisor del Servicio Provincial de Industria, Comercio y Turismo de Zaragoza la comprobación del equipo de medida del consumo de energía eléctrica del que era titular C.V., localizado en …, según consta en el acta de comprobación correspondiente (documento 20 – pag. 67 del expediente). 2. Como consecuencia de la precedente actuación, un Ingeniero Técnico Industrial de la Sección de Energía Eléctrica del Servicio Provincial de Industria, Comercio y Turismo de Zaragoza emitió un informe con fecha 29 de febrero de 2008, y con la misma fecha dictó una Resolución el Director del mencionado Servicio Provincial con la referencia RVCE-031/2008, que aparece en el expediente como notificada a C.V. el día 18 de marzo de 2008 (documento nº 20 – pags. 58 a 63). 3. Contra la citada Resolución de 29 de febrero de 2008 J.V. interpuso recurso de alzada ante el Consejero de Industria, Comercio y Turismo, mediante escrito fechado el día 6 de mayo de 2008 (con entrada en Registro General del Gobierno 1 de Aragón el día 15 de mayo de 2008), en el que, entre otros extremos, hizo constar que le fue remitida a efectos de notificación la resolución relacionada con el expediente RVCE-032/2008 y no la del expediente RVCE-031/2008, que era la que afectaba a su abuelo, fallecido, en cuya nombre y representación recurría (documento nº 19 – pags. 54 y 55). A tal efecto, en el escrito de recurso alegó “que considerando que dicha resolución no le incumbía, no contestó, ni apeló. Posteriormente, y debido exclusivamente a su propia voluntad, averiguó la existencia de otra resolución dirigida a su abuelo por parte del Director del Servicio Provincial y nº de expediente RVCE-031/2008.- Cuando descubrió la existencia de esta resolución, ya había pasado el plazo de recurso contra la misma, encontrándose pues en clara indefensión. Como prueba de lo mismo, adjuntó fotocopia compulsada de la Resolución del Director del Servicio Provincial, expediente nº RVCE-032/2008”. 4. El recurso de alzada no fue admitido, por ser considerado extemporáneo, en la Orden de 9 de marzo de 2009 del Departamento de Industria, Comercio y Turismo (documento nº 14 – pags. 39 a 42). 5. El Sr. V. en escrito de fecha 23 de marzo de 2009 (con entrada en el Registro General del Gobierno el día siguiente) solicitó que “Se reabra el citado expediente RVCE-031/2008, se subsane y corrija el error cometido en la fecha de recepción y conocimiento por mi parte de la Resolución del Director Provincial de Industria de acuerdo (sic) con el expediente nº RVCE-031/2008, y en consecuencia admita el Recurso de Alzada, se acepte, se compruebe la ausencia de fraude y se revoque la autorización concedida a la empresa distribuidora (ENDESA) a girar facturación de acuerdo con el art. 87 del RD 1955/2000”. Tal solicitud se basa, según alegación de quien la suscribió, en la producción de “un error administrativo totalmente ajeno al él y originado en el Servicio Provincial de Industria de Zaragoza que instruye el expediente, tan simple como alterar el contenido de un sobre a remitir con acuse de recibo sin haber constatado su contenido, puede ocasionarle un problema personal y económico de extrema gravedad (acusación de fraude inexistente, con repercusiones económicas parejas que pueden acarrearle el cierre de su actividad agropecuaria), dado que le deja totalmente indefenso ante un caso de acusación de fraude en el que no ha participado ni directa ni indirectamente”. 6. El Ingeniero Técnico Industrial de la Sección de Energía Eléctrica de Servicio Provincial de Industria, Comercio y Turismo, a solicitud de 30 de marzo de 2009 del Jefe del Servicio de Planificación, Coordinación y Asuntos Generales de la Secretaría General Técnica del Departamento (documento nº 9 – pag. 26), emitió un informe sin fecha, pero con salida en el Registro del citado Servicio el día 29 de abril de 2009, acerca del escrito del Sr. V. “sobre el recurso de alzada presentado contra nuestra Resolución de comprobación de contador” (documento nº 8 . pag. 25), en el que señaló: “Reconocemos que hubo un error administrativo en el envío de la Resolución, consistente en que le fue enviada otra Resolución que no le correspondía”, y posteriormente (con fecha 7 de mayo de 2009 – documento nº 6, pag. 23), cumplimentando nuevo requerimiento del citado Jefe 2 de Servicio (documento nº 7 – pag. 24) informó: “Reconocemos que hubo un error administrativo en el envío de la Resolución, consistente en que le fue enviada otra Resolución que corresponde a ADIF con RVCE 032/2008 con fecha 8 de marzo, siendo la suya RVCE 031/2008 de la misma fecha, cuya resolución fue recogida en mano por J.V. con fecha 24 de abril de 2008”. Segundo.- Por Orden de 27 de mayo de 2009 del Departamento de Industria, Comercio y Turismo, se admitió a trámite el recurso extraordinario de revisión interpuesto por J.V.(documento nº 5– pags. 17 a 22). En el fundamento de derecho de esta Orden se analizó la naturaleza jurídica del escrito presentado por J.V. el día 24 de marzo de 2009, dada la falta de calificación existente en el mismo, estimándose de aplicación lo dispuesto en el artículo 110.2 de la Ley 30/1992, y se puso de relieve que “siguiendo el criterio de antiformalismo que rige en la normativa administrativa en relación con el principio ‘pro actione’, proclamado por la Jurisprudencia del Tribunal Supremo en aras de garantizar el enjuiciamiento sobre el fondo del asunto, y visto el escrito del interesado solicitando la revisión de un expediente administrativo al incurrir en un error por parte de la Administración queda claro que la pretensión del mismo es la de interponer un recurso extraordinario de revisión contra la Orden de 9 de marzo de 2009 del Departamento de Industria, Comercio y Turismo, según lo establecido en el artículo 108 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, al tratarse de un acto firme envía administrativa”. Tercero.- Para la resolución del recurso extraordinario de revisión se ha elaborado una “Propuesta de Orden del Departamento de Industria, Comercio y Turismo por la que se resuelve el recurso extraordinario de revisión interpuesto por J.V. contra la Orden de 9 de marzo de 2009 del Departamento de Industria, Comercio y Turismo por la que se inadmite a trámite el recurso”, fechada el día 5 de agosto de 2009 y suscrita por el Secretario General Técnico del Departamento. La propuesta de resolución contiene cuatro “antecedentes de hecho” y dos extensos “fundamentos de derecho”. Concluye este documento con la siguiente propuesta de resolución: “Primero.- Estimar el recurso extraordinario de revisión interpuesto contra la Orden de 9 de marzo (sic) del Departamento de Industria, Comercio y Turismo por la que se inadmite a trámite el recurso de alzada contra la Resolución de 29 de febrero de 2008 del Servicio Provincial de Industria, Comercio y Turismo de Zaragoza”. “Segundo.- Retrotraer el expediente administrativo al momento de interposición del recurso de alzada por J.V., al objeto de su resolución”. En los “antecedentes de hecho” se recogen los ya citados en los de este Dictamen, sin identidad de sus contenidos por su mayor detalle en la referencias al contenido de los 3 documentos citados. Por lo que respecta a los “fundamentos de derecho” se resaltan los siguientes extremos: a. Procedencia y carácter del recurso extraordinario de revisión, según los artículos 108 y 118.1 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, con citas de la jurisprudencia del Tribunal Supremo (SS. de 21 de octubre de 1970, 18 de febrero y 6 de junio de 1977, 17 de junio de 1981, 20 de marzo de 1985, 18 de julio de 1986, 11 de diciembre de 1987, 16 de junio de 1988, 1 de diciembre de 1992 y 28 de julio de 1995). b. Acto contra el que se recurre: Orden de 9 de marzo (sic), del Departamento de Industria, Comercio y Turismo, por la que se inadmite a trámite el recurso del alzada contra la Resolución de 29 de febrero de 2008 del Servicio Provincial de Industria, Comercio y Turismo de Zaragoza. c. Falta de concreción por el recurrente de la causa del recurso, dentro de las establecidas en el artículo 118.1 de la Ley 30/1992, cuya invocación formal no ha sido considerada necesaria por el Consejo de Estado (Dictamen 979/41988–sic-). d. El error aducido por el recurrente podría encuadrarse, en principio, en el primer supuesto del apartado (sic) del artículo 118 de la Ley 30/1992. Este error manifestado en el recurso de alzada no fue objeto de consideración en el informe del Servicio Provincial, lo que dio lugar a que en la Orden resolutoria de este recurso se tomara en cuenta “para el cómputo de plazo la fecha que consta en el acuse de recibo de la notificación de la Resolución citada, esto es, el 18 de marzo de 2009”, constando en el acuse de recibo la referencia al expediente RVCE 031/2008, por lo que el recurso de alzada se resolvió “correctamente en función de la información obrante en el expediente administrativo”. e. El error aducido, no es susceptible de ser encuadrado en el supuesto primero del artículo 118.1 en una correcta aplicación del mismo atendiendo al criterio jurisprudencial que a tal efecto se invoca. f. Al haberse interpuesto el recurso de revisión, en el que se reiteró por el recurrente el error en la notificación, se comprobó la comisión del mismo, por lo que cabe entender la concurrencia de la causa segunda de las admitidas por la Ley 30/1992 en su artículo 118.1 –aparición de documentos de valor esencial para la resolución del asunto que, aunque sean posteriores, evidencien el error en la resolución recurrida-, siempre que se trate de un documento, en el supuesto que se considera, “que de haberse tenido en cuenta al decidir la resolución hubiese sido distinta a la adoptada”. g. A la vista de la documentación que obra en el expediente y los informes emitidos procede considerar como fecha de notificación de la Resolución de 29 de febrero de 2008 el día 24 de abril de 2008, “y no el día 18 de marzo de 2008 como obra en el expediente administrativo”, ya que esta fecha no está en correspondencia con el procedimiento al que está referido el expediente RVCE 031/2008. 4 h. Además de una reproducción parcial del artículo 58 de la Ley 30/1992, y de la referencia al régimen de las notificaciones, en el fundamento de derecho segundo de la propuesta se dice: Por error producido por el Servicio Provincial la notificación no se practica en la fecha que consta en el acuse de recibo, ya que la resolución que se le notifica no corresponde al procedimiento administrativo en que es interesado. De este modo el acto administrativo se entiende notificado en el momento en el que el Servicio Provincial de Industria, Comercio y Turismo de Zaragoza advertido el error le notifica en fecha 24 de abril de 2008 la resolución correcta correspondiente al expediente administrativo RVCE 031/2008, siendo la notificación efectuada el 18 de mayo inválida. (......) Las notificaciones defectuosas son nulas. Como consecuencia de ello, no desenvuelven la función instrumental propia de las mismas y ha de reproducirse su práctica, previa, en su caso, la consiguiente retroacción de actuaciones (TS 20-2-90, 1415; CEst 44564/82). De este modo al no comunicarse este hecho al órgano competente para resolver el recurso de alzada, este error desemboca en la inadmisión del recurso de alzada interpuesto por J.V. por extemporáneo como se indica en el antecedente de hecho tercero, último párrafo. El informe citado por el que se acredita la comisión del error en la notificación al recurrente por el Servicio Provincial de Industria, Comercio y Turismo posee un valor esencial ya que de haberse conocido, se habría considerado la fecha en que se produce la notificación correcta y el cómputo del plazo para la interposición del recurso de alzada a partir de la misma, admitiéndose a trámite el citado recurso por estar dentro del plazo establecido en el artículo 115.1 de la ley 30/1992, de 26 de noviembre, del Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común. Por todo ello, se dan las circunstancia previstas en el artículo 118.1.2ª de la ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común procediendo a la estimación del recurso extraordinario de revisión interpuesto por J.V., habiéndose interpuesto en plazo de tres meses establecido por ese mismo artículo. Si bien el error sólo se produce en cuanto a la inadmisibilidad del recurso de alzada interpuesto por el recurrente y no sobre el fondo de la cuestión, no resuelto por la Orden de 9 de marzo de 2009, no pudiendo estimar las pretensiones de la parte respecto al mismo. 5 Cuarto.- El Consejero de Industria, Comercio y Turismo, con escrito de fecha 11 de agosto de 2009, que tuvo entrada en el Registro de la Comisión Jurídica Asesora del Gobierno de Aragón el día 20 del mismo mes, ha remitido el expediente y la propuesta “por la que se resuelve el recurso extraordinario de revisión interpuesto por J.V. contra la Orden de 9 de marzo de 2009”, del citado Departamento, “para la emisión del correspondiente dictamen en cumplimiento de lo dispuesto en el artículo 15.5 de la Ley 1/2009, de 30 de marzo, del Consejo Consultivo de Aragón”. El expediente remitido consta de un conjunto de 20 “documentos” que se relacionan en un índice, con numeración de sus hojas, y algunos de estos “documentos” están formados, a su vez, por una pluralidad de documentos. CONSIDERACIONES JURÍDICAS I En primer lugar, hemos de indicar que en fecha 8 de abril de 2009 se ha publicado en el Boletín Oficial de Aragón la Ley 1/2009, de 30 de marzo, del Consejo Consultivo de Aragón, en cuya disposición transitoria primera, bajo la rúbrica de “Constitución del Consejo Consultivo” se señala que “El Presidente y los miembros del Consejo Consultivo deberán ser nombrados y tomar posesión de su cargo en el plazo de tres meses a partir de la entrada en vigor de la presente Ley, momento en el que se entenderá constituido el Consejo Consultivo y la Comisión Jurídica Asesora dejará de ejercer sus funciones”. Dado que todavía el Consejo Consultivo de Aragón no se ha constituido, esta Comisión sigue ejerciendo sus funciones, entre las que se encontraba, en la anterior regulación legal –artículo 56.1.e) del Texto Refundido de la Ley del Presidente y del Gobierno de Aragón- la de emitir Dictamen preceptivo en los procedimientos que se instruyan sobre “la revisión de oficio de los actos administrativos nulos de pleno derecho y los recursos administrativos de revisión” –como es el caso al tratarse de un recurso administrativo extraordinario de revisión- precepto actualmente derogado en virtud de la Disposición Derogatoria única de la Ley 1/2009. Sin embargo, no hay en la nueva regulación legal precepto transitorio alguno aplicable a los supuestos, como el que estamos examinando, de procedimientos iniciados antes de su entrada en vigor pero que van a concluir tras la entrada en vigor de la misma (que se produjo, ex disposición final segunda de la Ley 1/2009, el mismo día de su publicación), por lo que para determinar la competencia de este órgano consultivo –en funciones- hay que estar a lo dispuesto en el artículo 15.5 de la precitada ley. Por tanto, en el supuesto que estamos examinando, a esta Comisión Jurídica Asesora, actuando en funciones, le corresponde la competencia para dictaminar, con carácter preceptivo, el caso sometido a dictamen. 6 En relación a la competencia del Pleno o de la Comisión Permanente, habrá de estarse a lo señalado en el artículo 21.1 del Reglamento de Organización y Funcionamiento de la Comisión Jurídica, aprobado por el Decreto 132/1996, de 11 de julio, cuya vigencia se mantendrá hasta la aprobación del Reglamento Orgánico del Consejo Consultivo (Disposición Transitoria segunda de la Ley 1/2009), por lo que atribución de competencia ha de entenderse que se mantiene con regulación a nivel reglamentario. Por último, como tantas veces ha señalado esta Comisión en sus Dictámenes, en congruencia con la doctrina jurisprudencial, la instrucción de los procedimientos relacionados con los de recursos extraordinarios de ha de complementarse, como última actuación, con la emisión del preceptivo informe de esta Comisión Jurídica Asesora, según el artículo 15.5 de la Ley 1/2009, antes citado, en relación con los artículos 108, 118 y 119 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común (en lo sucesivo LPAC) y 59 del Texto Refundido de la Ley de la Administración de la Comunidad Autónoma de Aragón, aprobado por el Decreto Legislativo 2/2001, de 3 de julio. II Examinado el expediente remitido, se estima que han sido observadas las normas de procedimiento impuestas en el Título VI y en el Capítulo II del Título VII de la LPAC. Al mismo tiempo procede indicar que se considera legitimado al Sr. V. para interponer el recurso de extraordinario de revisión, de conformidad con lo establecido en los artículos 31 y 108 de la LPAC, siempre que acredite la condición de heredero de C.V. ya que no consta que haya mediado requerimiento para la subsanación de esta deficiencia, y que el recurso por aquél interpuesto fue presentado dentro del plazo establecido en el apartado 2 de artículo 118 de la LPAC. III Entiende esta Comisión Jurídica, de acuerdo con lo expresado en la propuesta de resolución y de lo establecido en el artículo 110.2 de la LPAC, que se impugna por este medio extraordinario la Orden del titular del Departamento de Industria, Comercio y Turismo, de 9 de marzo de 2009, por la que no fue admitido el recurso del alzada interpuesto por el ahora recurrente contra la Resolución del Director Servicio Provincial de Zaragoza del citado Departamento de 29 de febrero de 2009, que ha adquirido firmeza en vía administrativa, con lo que se puso fin a la vía administrativa, según establece el artículo 109.a) de la LPAC, por lo que se cumple la exigencia impuesta en el artículo 108 de la LPAC, no constando, además, que se hayan recurrido ante la jurisdicción del orden contencioso-administrativo. Por otra parte, en la propuesta de resolución se considera que en el acto recurrido concurre de la circunstancia segunda de las admitidas en el apartado 1 del artículo 118 de 7 la LPAC: 2ª Que aparezcan documentos de valor esencial para la resolución del asunto que, aunque sean posteriores, evidencien el error de la resolución recurrida. IV Antes de analizar la circunstancia que se ha estimado en la propuesta de resolución que concurre en la resolución impugnada, se considera conveniente señalar, como se recoge en la propuesta, que el recurso de revisión supone una excepción a los efectos típicos de la firmeza de los actos administrativos y con ello del principio de seguridad jurídica, por razones de justicia. En primer lugar, como ha indicado el Tribunal Supremo en sus Sentencias de 11 de mayo y 3 de junio de 2009 (fundamento de derecho quinto de amabas, punto 3 – recursos de casación 3299/2005 y 839/2006), “debe recordarse que la esencia de los tres primeros motivos del recurso extraordinario de revisión regulados en el artículo 118.1 de la Ley 30/1992 responden al propósito común de subsanar las consecuencias del error de hecho en que pueda haber incurrido la actuación administrativa impugnada y cuando tal error fáctico sea constatado por las diferentes vías que en ellos se indican (el propio expediente; los documentos de valor esencial que no estuvieron a disposición de los interesados y posteriormente hayan sido recobrados; y la declaración judicial de falsedad de los documentos o testimonios que fueron decisivos para la resolución administrativa).- También debe señalarse que será de apreciar tal error cuando la resolución administrativa haya partido de un hecho que con posterioridad se haya demostrado inexistente o incierto, o cuando haya omitido un hecho cuya ponderación habría conducido necesariamente a un resultado distinto”. Y en Sentencia 8 de abril de 2009 (fundamento de derecho segundo – recurso de casación 2164/2007) el mismo Tribunal puso de relieve: “De manera reiterada la Jurisprudencia, valga por todas las referencias de las Sentencias del TS de 14 mayo 1974, 17 junio 1983 y 28 septiembre 1984, viene entendiendo que el recurso de revisión regulado en los artículos 118 y 119 Ley 30/1992 (artículos 127 y 128 LPA), como extraordinario que es y limitado rigurosamente al ámbito del concreto motivo determinante de su incoación, estrictamente interpretado como corresponde a su carácter de causa específica en relación con un acto firme, precisa la premisa inexcusable de un error de hecho, que ha de ser manifiesto, resultante de los propios documentos incorporados al expediente; y por errores de hecho se ha de entender aquellos que versan sobre un hecho, cosa o suceso, sobre una realidad independiente de toda opinión, criterio particular o calificación, estando excluido de su ámbito todo aquello que se refiere a cuestiones jurídicas, apreciación de la trascendencia o alcance de los hechos indubitados, acción de las pruebas, interpretación de disposiciones legales y calificaciones que puedan establecerse, sin que sea lícito aplicar la técnica del error de hecho a cuestiones que de ofrecer algún posible error sería de derecho, incluso aunque estos hipotéticos errores jurídicos sea manifiestos o patentes”. 8 “Como indica la Sentencia del TS 3ª, de 6 de julio de 1998 con este recurso de revisión se trata de paliar las consecuencias perjudiciales que para el interesado pudieran producirse, cuando durante la sustanciación del procedimiento administrativo se ignorase la existencia de documentos anteriores de relevancia para la resolución, o cuando tales documentos apareciesen con posterioridad, y ya no pudiese acudir a medios normales de impugnación, por ser firme el acto que le es perjudicial; y sin que pueda desconocerse que su interposición tiene una marcado carácter de excepcionalidad, con supuestos tasados y claramente delimitados por el artículo 118 de la ley 30/992, como preceptúa la Sentencia del TS de 1 diciembre 1992”. Además, como ya indicó esta Comisión en su Dictamen 121/2009, de 26 de marzo, y recoge la propuesta de resolución, dado el carácter excepcional del recurso, únicamente puede fundarse en alguna de las causas tasadas en la norma, que deben ser interpretadas en forma restrictiva –STS de 17 de julio de 1981, 9 de octubre de 1984, 26 de septiembre de 1988 y 6 de julio de 1998 –. Así, por todas, la STS de 26 de septiembre de 1988, razona que "dada la naturaleza extraordinaria del recurso de revisión, han de examinarse con estricto rigor los elementos determinantes del mismo, limitando su alcance a los casos taxativamente señalados por la Ley y al contenido de los mismos, sin que sea lícito ampliarlos, ni en su número, ni en su significado, por interpretación o consideraciones de tipo subjetivo". (Sentencia del Tribunal Supremo de 16 de marzo de 2004 –f.d. primero-), criterios que habrán de ser tenidos muy presentes al analizar las circunstancias alegadas y contrastarlas con las exigencias legales. A su vez, en consolidada doctrina del Consejo de Estado, siendo muestra de ella su Dictamen 953/2008, de 10 de julio, se ha significado que “El Consejo de Estado viene sosteniendo que el recurso extraordinario de revisión es una vía excepcional que procede exclusivamente de una serie de supuestos tasados, objeto de interpretación estricta, sin que pueda convertirse en una vía ordinaria de impugnación de los actos administrativos. Ello explica, además, los muy rigurosos requisitos procedimentales que impone esta vía extraordinaria, entre ellos el Dictamen preceptivo del Consejo de Estado”. Y también constituye muestra de esta doctrina lo dicho en el Dictamen 3.209/2000, de 30 de octubre, al “señalar en segunda de sus “consideraciones”: El recurso de revisión, cuya regulación sustantiva se encuentra en el artículo 118 de la Ley 30/1992, tiene carácter extraordinario y sólo procede por causas tasadas, cuales son la definidas en el artículo 118.1. Se trata de un recurso que, ceñido a causas tasadas y referido a actos que han ganado firmeza administrativa, ha de ser objeto de una interpretación estricta, debiendo rechazarse todo propósito dirigido a concebirlo como un recurso ordinario sin limitación de cognitio o conocimiento del asunto. Puede afirmarse que el recurso administrativo de revisión, en todas sus fases de desenvolvimiento legal y de entendimiento del mismo por la doctrina del Consejo de Estado y la Jurisprudencia del Tribunal Supremo, ha sido considerado: a) Como un recurso administrativo de naturaleza extraordinaria y presupone la firmeza administrativa del acto que por este medio se impugna. b) Que se da precisamente y, sólo por ellos, por los motivos tasados que indica el artículo 118.1 citado. 9 c) Que cuando se invoca el motivo del apartado 1º del artículo 118.1, ha de denunciarse tan sólo un error de hecho, siendo ajeno a este motivo toda apreciación o fundamentación que entrañe un propósito de utilizar tal remedio excepcional para un replanteamiento jurídico que pudo tener su sede propia en el recurso administrativo ordinario o, en su caso, en vía contencioso administrativa. d) Que por error de hecho se entiende el que se refiera a un punto de hecho, y no a una regla de derecho, en cuya aplicación podría darse, en su caso, un error de derecho, pero no un error de hecho susceptible de fundar un recurso extraordinario de revisión. En este sentido se considera adecuado reiterar lo ya dicho por esta Comisión Jurídica Asesora en su Dictamen 188/2007, de 3 de diciembre, acerca de la configuración de este recurso. Así se expresó el criterio sustentado: “El recurso extraordinario de revisión se configuraba en la redacción original de la citada Ley, como un recurso a interponer contra resoluciones que pusieran fin a la vía administrativa, porque la agotaban o porque no se hubiera formulado contra ellas recurso administrativo ordinario en plazo. De forma que, como tuvo ocasión de declarar esta Comisión Jurídica Asesora, por ejemplo en su Dictamen 31/1998, los citados preceptos que definían el régimen jurídico de este recurso habían sido interpretados por la doctrina científica y legal en el sentido de calificarlo como un recurso excepcional, afirmando que debe ser objeto de interpretación restrictiva, para evitar que se convierta en una vía ordinaria de impugnación de los actos administrativos, una vez transcurridos los plazos previstos por la legislación vigente para interposición de recursos administrativos ordinarios (en este sentido, p.ej. la S. del T.S. de 26 de febrero de 1996 y el Dictamen de la Sección Octava del Consejo de Estado nº 3.061/1995, de 18 de enero de 1996); y se destacaba que su calificación como recurso extraordinario derivaba, no sólo de que había de tener por objeto un acto administrativo que habría puesto fin a la vía administrativa (destacando que, con ello, la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, había tomado partido en la polémica doctrinal suscitada durante la vigencia de la Ley de Procedimiento Administrativo de 17 de julio de 1958, acerca de si la firmeza de los actos administrativos susceptible de recurso de revisión, debía ser simplemente administrativa o también judicial), sino también de la circunstancia de que había de basarse en motivos tipificados por la Ley con carácter taxativo”. “Ello no obstante, de conformidad con lo dispuesto en la propia Ley, el recurso de revisión, a partir de la reforma llevada a cabo en esta LRJAP por la Ley 4/1999, de 13 de enero, únicamente será posible, tal como han venido a indicar de modo uniforme sus artículos 108 y 118, contra los actos firmes en vía administrativa, y según explica su Exposición de Motivos. En idéntico sentido, debe reseñarse que por el artículo 47 de la Ley 26/2003 de las Cortes de Aragón, de 30 de diciembre, de Medidas Tributarias y Administrativas, se ha modificado la redacción del apartado 1 del artículo 59 del Texto Refundido de la Ley de la Administración de la Comunidad Autónoma de Aragón, aprobado por Decreto Legislativo 2/2001, de 3 de julio, quedando como sigue: “Los actos firmes en vía administrativa podrán ser objeto del recurso extraordinario de revisión cuando se den las circunstancias que establece la legislación básica”. 10 “Todo ello significa que en la citada polémica doctrinal el legislador opta por exigir la firmeza administrativa de los actos susceptibles de recurso extraordinario de revisión; lo cual es lógico en cuanto coherente con los motivos tasados en los que el mismo puede fundarse”. “Precisamente, estos motivos (error de hecho al dictar el acto administrativo, aparición de documentos de valor esencial para la resolución, influencia decisiva de documentos o testimonios declarados falsos por sentencia judicial firme, resolución dictada como consecuencia de la comisión de algún delito) son los que dan su pátina última a este recurso de revisión, los que sirven para justificar su existencia y, al tiempo, para diferenciarlo de otras actuaciones administrativas también constitutivas de recurso administrativo. Estos recursos, como es bien sabido, pueden contener cualquier tipo de razones o motivos jurídicos que sirvan para deslegitimar (imputando vicio de nulidad o de anulabilidad) un acto administrativo. Por eso y respecto a ellos se ha hablado siempre en la doctrina de recursos ordinarios en contradicción con los motivos tasados de recurso que existen en el recurso extraordinario de revisión”. VI Al haberse indicado por parte de la Administración la posibilidad, en principio, de que haya concurrido la circunstancia 1ª [punto d) de la síntesis del fundamento de derecho primero de la propuesta de resolución incluida en el antecedente tercero de este Dictamen], se estima conveniente señalar que tanto la doctrina científica como la jurisprudencia han tenido que fijar los límites al error de hecho, material o aritmético, diferenciándolo de los errores de derecho, para evitar el fraude de ley, a lo que ha contribuido la jurisprudencia del Tribunal Supremo de la que es ejemplo la Sentencia de 18 de junio de 2001, a cuyo fundamento de derecho octavo se hace una remisión, sin perjuicio de incorporar ahora, al igual que esta Comisión Jurídica Asesora hizo en su Dictamen 121/2009, antes citado, algunas de las circunstancias indicadas: 1) Que se trate de simples equivocaciones elementales de nombres, fechas, operaciones aritméticas o transcripciones de documentos; 2) Que el error se aprecie teniendo en cuenta exclusivamente los datos del expediente administrativo en el que se advierte; 3) Que el error sea patente y claro, sin necesidad de acudir a interpretaciones de normas jurídicas aplicables; 7) Que se aplique con un hondo criterio restrictivo”. Con mayor proximidad en el tiempo, la Sentencia del Tribunal Supremo de 4 de febrero de 2008 (fundamento de derecho octavo– recurso de casación 2160/2003) ha reiterado los rasgos con los que la jurisprudencia ha caracterizado al error de hecho que recoge el artículo 118.1 de la LPAC, reproduciendo a tal efecto lo dicho por el mismo Tribunal en su Sentencia de 26 de octubre de 2005 (recurso de casación 7405/1999)en la que, coincidiendo en parte con la ya citada de 8 de abril de 2009, se dijo: 11 "Hay error de hecho en una resolución administrativa cuando el órgano administrativo que la dictó apoya su decisión en hechos inexistentes o no pondera otros que son reales y relevantes para lo que había de resolverse; y esta clase de error constituye la circunstancia 1º del artículo 118.1 de la LRJ/PAC cuando la inexactitud o la omisión, determinante del desacierto en la apreciación fáctica, resulta de las propias actuaciones obrantes en el expediente administrativo donde fue dictada la resolución cuya revisión se pretende. Hay error de derecho cuando no hay controversia sobre los hechos materiales que tuvo en consideración el órgano administrativo y, sin discutirse esa realidad fáctica o material, la polémica que pretende suscitarse está referida a la calificación formal que en un plano normativo haya sido dada a los hechos o a las consecuencias jurídicas que se hayan hecho derivar de esos mismos hechos". Añadiendo seguidamente: “También ha dicho la Sala que error de hecho "es sólo el que versa justamente sobre un hecho, cosa o suceso de forma independiente de toda opinión, criterio y calificación, excluyéndose toda cuestión jurídica y de apreciación de la trascendencia de hechos indubitados, incluso los hipotéticos errores jurídicos” (Sentencia de 17 de septiembre de 2004 - casación 4714/2002). Pues bien, salvadas las diferencias por los supuestos, la esencia de cuanto se refiere al error de hecho permite trasladarla a la circunstancia 1ª del artículo 118.1.a) de la LPAC, que vincula la existencia del error de hecho a que éste resulte de los propios documentos incorporados al expediente, habiendo precisado la Sentencia del Tribunal Supremo de 6 de marzo de 2008 –f. d. segundo- (al igual que la de 20 de noviembre de 2007) que el recurso extraordinario de revisión contra actos administrativos firmes se encuentra regulado en los artículos 118 y 119 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, incluyendo el apartado primero del artículo 118 la impugnación frente a aquellos actos en que se hubiere incurrido en error de hecho que resulte de los propios documentos incorporados al expediente. Por tanto es preciso, tal y como señala la Sentencia de esta Sala y Sección de 24 de enero de 2007 (recurso de casación núm. 4919/2002), "que el error sea de hecho, es decir, que no implique una interpretación de las normas legales o reglamentarias aplicables en el supuesto de que se trate".- O en términos de la Sentencia de 17 de septiembre de 2004 (recurso de casación núm. 4714/2002), que "En cuanto al cumplimiento del requisito primero de los enumerados en el artículo 118 de la Ley 30/1992, para que se hubiera producido un error de hecho tendría que haberse demostrado que existió dicho error respecto a una circunstancia puramente fáctica y que ello hubiera dado lugar a la nulidad de la resolución, en este caso de la dictada al resolver el recurso administrativo ordinario". Un examen de la cuestión suscitada, la denunciada por el reclamante, conduce a que se estime la concurrencia de la circunstancia 1ª. En efecto, resulta un hecho no controvertido, sino ratificado por los informes del Servicio Provincial de Industria, Comercio y Turismo de Zaragoza (punto 6 del antecedente primero de este Dictamen) al reconocer en ellos “que hubo un error administrativo en el envío de la Resolución, consistente en que le fue enviada otra Resolución que corresponde a ADIF RVCE 032/2008 con fecha 8 de marzo, siendo la suya RVCE 031/2008 de la misma fecha, cuya resolución fue recogida en mano por J.V. con fecha 24 de abril de 2008”. 12 Es cierto que en el acuse de recibo (“tarjeta rosa”) figura la referencia última, la correspondiente al destinatario, pero ello no acredita que el contenido del sobre entregado fuera el relacionado con la misma, como alegó el recurrente en alzada en su escrito de recurso y ha sido admitido como cierto por los informes de la Administración mencionados, y precisamente por constituir estos informes documentos de valor esencial aparecidos y que evidencia el error de la resolución recurrida, se ha entendido en la propuesta de resolución como procedente la causa indicada en el artículo 118.1.2ª de la LPAC, aunque se trate de documentos posteriores. Sin embargo, frente a este criterio esta Comisión Jurídica entiende que el documento realmente notificado debió constar en el expediente, y aunque tal constancia no se haya dado, la alegación vertida al respecto en el recurso de alzada fue clara, y la misma claridad reviste la indicación expresa del recurrente de que con el escrito de recurso y “como prueba de lo mismo, adjunto fotocopia compulsada de la Resolución del Director del Servicio Provincial, expediente nº RVCE-032/2008” (punto 3 del antecedente primero de este Dictamen). Esta aportación documental, no desvirtuada, fue por tanto anterior a la Orden de 9 de marzo por la que no se admitió el recurso de alzada y por ello constituye prueba del error de hecho que se produjo al dictar el acto contra el que se recurre en revisión. VII En la propuesta de resolución se acoge como motivo para estimar el recurso de revisión que se está considerando el señalado en el artículo 118.1.2ª de la LPAC. Pues bien, llegados a este punto, la Comisión Jurídica Asesora debe dilucidar si concurre la causa tasada que, según la propuesta de resolución dictaminada, permitiría estimar el recurso de revisión interpuesto, en concreto, la contemplada por el art. 118.1.2ª de la Ley 30/1992. Como se dijo en el precedente Dictamen de esta Comisión Jurídica nº 37/2007, de 21 de marzo, y se ha apuntado en éste, lo que debe contar es que un documento que no fue tenido en cuenta en la adopción del acto administrativo contra el que se recurre, “aparezca”, aunque sea posterior a la adopción del acto, y que mediante el mismo se pueda demostrar el error producido por el órgano administrativo que dictó el acto administrativo de que se trate. Cuál sea la causa o actuación personal que determine la aparición de ese documento es algo indiferente a la Ley 30/1992. El Tribunal Supremo ha recordado el alcance de este motivo, en varias Sentencias de las que destaca la de 16 de enero de 2002 (fundamento de derecho primero - recurso de casación 7585/1996), en la que se señaló lo siguiente: El recurso extraordinario de revisión que el artículo 118 de la Ley 30/1992 posibilita frente a los actos de la Administración que hubiesen causado estado, o contra los que no se hubiese interpuesto recurso administrativo en plazo, ha de apoyarse en alguno de los supuestos encuadrados en dicho precepto e interponerse dentro de los plazos que se estipulan en el párrafo segundo de dicho artículo, exigiéndose en el caso de que se alegue al amparo de la aportación de nuevos documentos no tenidos en cuenta en el 13 procedimiento ya concluido, que dichos documentos hubiesen revestido un valor esencial para la resolución del asunto fenecido, así como que -aunque sean de fecha posterior- pongan de manifiesto el error sufrido, precisamente a causa de haberse dictado resolución prescindiendo de su existencia. Consecuente con ello, la doctrina de esta Sala ha venido considerando improsperable la petición de revisión que pretenda fundarse en documentos cuyo contenido no hubiese podido influir de modo decisivo en la resolución adoptada, o que hubiesen podido ser aportados por los interesados en el curso del procedimiento ya fenecido, puesto que no constituye la finalidad del remedio extraordinario de revisión el subsanar la falta de diligencia o el incumplimiento de las cargas procesales que se han de imputar a la parte interesada (Sentencias de 6 de julio de 1998 y 11 de noviembre de 1999). En cambio ha de considerarse indiferente la circunstancia de el ejercicio de la acción revisora con base en los nuevos documentos (siempre dentro del plazo de los cuatro meses a partir del momento en que hayan venido a conocimiento del interesado) se funde en su hallazgo casual o en la obtención a través de la gestión personal de dicho interesado, siempre y cuando no hubiese sido posible su aportación en el momento procesal oportuno pese su diligente actuación. Con arreglo a este último sentido, han de reputarse irrelevantes las sucesivas redacciones de los textos legales reguladores del recurso extraordinario de revisión (artículos 127.2ª de la Ley de 17 de julio de 1958, 118.2ª de la Ley 30/1992, y modificación operada en este último precepto por la Ley 4/1999), puesto que los conceptos de «aparición» y «aportación» de los nuevos documentos, habilitantes del motivo, que alternativamente se han venido empleando a lo largo de las mismas, han de ser entendidos referidos a una misma conclusión: la imposibilidad real de que los documentos hallados o aportados hubiesen sido puestos a disposición del órgano decisor, pese a que su contenido hubiese resultado esencial para evidenciar el error sufrido al resolver. (…). A su vez, el Consejo de Estado en su Dictamen 4.455/1998, de 4 de febrero de 2009, puso de manifiesto que “los documentos susceptibles de fundar un recurso extraordinario de revisión al amparo de los dispuesto en la circunstancia segunda del artículo 118.1 la Ley 30/1992 han de resultar de valor esencial para la resolución del asunto, lo cual exige que se aprecie su valía de tal modo que, de haber aparecido o constado en el momento de dictarse la resolución que se combate, ésta hubiera variado sustancialmente de sentido (Dictamen número 1.662/06, del Consejo de Estado). Por otra parte, estos documentos han de evidenciar el error de la resolución recurrida, de forma tal que con su mera aportación quede demostrado dicho error de forma concluyente y definitiva (Dictamen número 67/98, de este Cuerpo Consultivo), pero el documento remitido al Sr. V. no se ha hallado en el expediente remitido, sin perjuicio de que el error haya sido reconocido en los informes de la propia Administración, como no se halla tampoco la fotocopia compulsada adjuntada con el escrito en el que se formalizó el recurso de alzada cuya inadmisión ha dado al de revisión que se considera, cuestión que ha quedado analizada y valorada en la precedente Consideración Jurídica VI. VIII 14 En el Dictamen número 2.493/1999, de 23 de septiembre -con cierto paralelismo respecto al supuesto que se considera en el que ahora se emite por esta Comisión Jurídica Asesora- el Consejo de Estado señaló: “A juicio de este Consejo de Estado, la resolución dictada el 16 de abril de 1996 incurrió en un error de hecho, al afirmar que, habiendo sido recibido el requerimiento remitido por la Administración a don P.A.L. el 14 de febrero de 1996, no se acredito la representación de don K.H. que aquél ostentaba. Consta en el expediente un escrito firmado por don K.H., presentado el día 20 de febrero de 1996, en el que este interesado ratificaba el escrito presentado por don P.A.L. La existencia de este escrito, que tuvo entrada en el Servicio Territorial de (....) en fecha anterior a la de la resolución recurrida, ni siquiera es mencionado en esta resolución. Este error resulta de un documento incorporado al expediente en fecha anterior a la de la resolución recurrida (el firmado por el interesado y presentado el 20 de febrero de 1996). En consecuencia, debe estimarse el recurso de revisión por concurrir la circunstancia primera del artículo 118.1 de la Ley 30/1992. La consecuencia de la estimación del recurso presentado contra una resolución que declara inadmisible otro anterior, sin pronunciarse en cuanto al fondo, no es otra que la de admitir a trámite este último recurso (el ordinario) y, en su caso, pronunciarse en cuanto al fondo de la cuestión resuelta por el acto recurrido, en virtud de lo dispuesto en el artículo 119.2 de la Ley 30/1992 (Dictamen 1.407/97). Pues bien, en el caso que nos ocupa, los documentos “aparecidos” y calificados como “de valor esencial” para evidenciar el error de la resolución recurrida fueron los informes del Ingeniero Técnico de la Sección de Energía Eléctrica del Servicio Provincial del Industria, Comercio y Turismo, emitidos con fechas 29 de abril y 9 de mayo de 2009, cuando tales informes han tenido que basarse en otros documentos “de valor esencial” obrantes en la Administración ante la que se ha recurrido –los que justifican el error admitido en los informes- y su falta de aportación al expediente, al menos en la documentación remitida, no puede obstaculizar la estimación del recurso, como tampoco puede ser obstáculo la falta de referencia en la resolución recurrida a la aportación documental hecha por el recurrente. Finalmente, el reconocimiento por la Administración de que la notificación correcta de la Resolución del Director del Servicio Provincial de Zaragoza del Departamento de Industria Comercio y Turismo, de 29 de febrero de 2008 correcta se efectuó el día 28 de abril de 2008, y la constancia de que el recurso de alzada fue presentado el día 15 de mayo de 2008, abunda en la improcedencia de la inadmisión efectuada en la Orden de 9 de marzo de 2009, del mismo Departamento, sin que se aprecie extemporaneidad en la interposición del posterior recurso de revisión y sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 119 de la LPAC. Por cuanto antecede, la Comisión Jurídica Asesora del Gobierno de Aragón emite el siguiente DICTAMEN: Que, de disconformidad con la propuesta de resolución, por las razones contenidas en las Consideraciones Jurídicas de este Dictamen, se considera que procede estimar el recurso 15 extraordinario de revisión interpuesto contra la resolución del Consejero de Industria, Comercio y Turismo, de 9 de marzo de 2009, que inadmitió el recurso de alzada interpuesto por J.V. contra la Resolución del Director del Servicio Provincial de Zaragoza del mismo departamento, de 29 de febrero de 2008,”. En Zaragoza, a veinte de octubre de dos mil nueve. 16