4 6 ÁNGEL. ciosamente se vendían en tiempos antiguos con el n o m bre de mandragora , representando en pequeño una tosca semejanza á la figura de un hombre , eran c o m u n mente de la planta angélica. Los titiriteros y charlatanes de países extrangeros las obligaban á crecer dentro de barros cocidos, fabricados con piernas y brazos que imitaban toscamente la figura humana ; ó bien las recortaban después de arrancarlas de t i e r r a , suprimiendo todo lo que las sobraba para que tomasen aquella semejanza que intentaban. Entre los ignorantes del vulgo se propagaron por medio de los expresados titiriteros muchos engaños ridículos, acerca de las virtudes de semejantes raices llamadas de mandragora; pero con el tiempo se ha averiguado su falsedad, y burlado la necia y fácil credulidad de muchos hombres en tratándose de cosas extraordinarias. ANÍS. Pimpinela anísum. L. L o que conocemos en el comercio y en la vida comua por anís es la simiente de esta planta , tomando la parte por el todo j y asi es que lo mismo es decir anís que simiente de a n í s , mediante á que solo se usa esta parte así en la medicina, como en los condimentos. L a planta de anís es anual,-y produce un tallo ramoso de mas de un pie de alto. Las hojas radicales son redondas y hendidas en tres ó cinco lóbulos, y las del tallo aladas. L a s flores , que son blancas y aparasoladas, producen unas semillas pequeñas y casi redondas. Esta planta es natural de Egipto y demás países de oriente. Siembra. E n Marzo se siembra el anís en terreno ligero, y bien labrado que disfrute de alguna humedad. Por este motivo estando el terreno muy reseco, debe re-