Tratamiento fiscal de las cuentas incobrables.

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Firma Miembro en Panamá de
Grant Thornton International
2002-34
1° de julio de 2002
En este Boletín Fiscal, haremos un análisis del tratamiento fiscal sobre las cuentas incobrables. Referencia: Artículos 32-36 del Decreto 170 de 1993
Es un hecho aceptado universalmente que las
personas, jurídicas o naturales, que vendan
bienes o servicios al crédito, se exponen a no
cobrar el 100% de esas ventas, ya sea por
deshonestidad de sus compradores, por crédito mal otorgado o por legítima imposibilidad
de sus clientes de honrar los pagos debido a
una infinidad de circunstancias. Por esa razón, la regulación tributaria le permite deducir de sus ingresos gravables anuales cierta
suma de gastos para afrontar esta situación
contingente. Este gasto se conoce como
cuenta incobrable o cuenta mala.
En el Decreto 170 de 1993 de nuestras normas tributarias, en sus artículos 32 al 36 encontramos las reglas generales para considerar deducibles de los ingresos gravables
de los contribuyentes estas cuentas que no
se pueden recuperar en el curso del negocio.
El contribuyente podrá optar por uno de los
dos siguientes métodos para deducir las
cuentas incobrables:
1.- Cargando directamente al gasto las cuentas incobrables que resultan en el año que las
considera no cobrables; o
2.- Creando una provisión o reserva para
afrontar a las posibles futuras cuentas no cobrables.
Una vez adoptado uno de los dos métodos
descritos, el contribuyente podrá hacer el
cambio mediante un simple aviso a la DGI. Si
el contribuyente primeramente había optado
por el método de la creación de una provisión
o reserva y después decide utilizar el método
directo de cargo a los gastos, la regulación le
advierte que habría que agotar la reserva
primero antes de poder hacer los cargos
directamente.
El artículo 33 del Decreto 170 de 1993 regula
cuándo se puede considerar que una cuenta
por cobrar deja de ser cobrable, así:
1.- Las cuentas a considerar incobrables deberán haber sido producto de ingresos gravables en su oportunidad y contabilizadas
apropiadamente; y
2.- De la misma forma el contribuyente deberá comprobar la incobrabilidad de la cuenta
demostrando insolvencia del deudor, una mora superior a un año, cesación de pagos,
quiebra, desaparición, paralización de operaciones o iniciación del cobro judicial.
Para estos efectos, se considera iniciación de
cobro judicial, una comunicación al abogado
para que empiece el cobro de la cuenta objeto de la consideración.
Si el contribuyente opta por utilizar el método
de la reserva o provisión para afrontar las
contingencias de cobro, deberá enmarcar el
cargo dentro de los siguientes parámetros
topes:
1.- La reserva o provisión en el año no deberá
ser mayor del 1% de los ingresos por ventas
de bienes o servicios al crédito de ese año; y
2.- El saldo de la reserva o provisión al finalizar el año no deberá exceder del 10% de las
cuentas por cobrar comerciales sobre las
cuales se hizo la reserva o provisión indicada
en el punto anterior.
En el caso de excesos de la reserva, se deberá rebajar dicho exceso del total de costos y
gastos en el año fiscal en que se produzca.
En la eventualidad de que la provisión o reserva para cuentas incobrables no sea suficiente para afrontar las pérdidas por cuentas
incobrables (cuentas malas) al finalizar un
período fiscal dado, el contribuyente podrá
cargar directamente a gastos, el exceso.
Sin embargo, en los períodos subsiguientes,
si el contribuyente llegue a cobrar alguna de
las cuentas que en su oportunidad fueron
descargadas contra la reserva, provisión o
directamente al gasto, esta recuperación deberá ser contabilizada como crédito o rebaja
de los costos y gastos deducibles en el mismo
período de su recuperación.
Una forma de poder crear la reserva, en la
eventualidad de que se haya excedido la limitación del 10% del saldo de las cuentas por
cobrar, es eliminando cuentas por cobrar de
la cartera por efecto de incobrabilidad. De
esta forma se reduce la cartera y la proporción del 10% permitirá mayor reserva o provisión.
También es importante conocer las limitaciones que prevé la ley en algunos aspectos que
no permiten considerar como cuentas incobrables las siguientes cuentas:
1.- Cuentas de los cónyuges o parientes del
cuarto grado de consanguinidad o segundo
de afinidad;
2.- En las sociedades colectivas, en comanditas simples o de responsabilidad limitada a
sus respectivos socios;
3.- En las sociedades en comanditas por acción o anónimas y sus directores, dignatarios
o principales accionistas, o los cónyuges o
parientes de ellos dentro del cuarto grado de
consanguinidad o segundo de afinidad; y
4.- Sociedades afiliadas y subsidiarias tal como lo define el artículo 21 del Decreto 170 de
1993.
se quiere eliminar de la cartera de cuentas
por cobrar, habría que hacer un análisis detallado para asegurarse de no incurrir en la tipificación de reparto de dividendos sujetos al
correspondiente impuesto.
En cuanto a las cuentas contra el Tesoro Nacional o de las entidades estatales o municipales, solamente podrán ser deducidas
cuando las mismas prescriban (en el caso de
las cuentas estatales, éstas se prescriben a
los quince años).
Para los efectos de la consideración del 10%
del saldo de las cuentas por cobrar también
deberá excluir de la cartera de cuentas por
cobrar, las cuentas producto de transacciones indicadas en los puntos anteriores como
cuentas que no se permiten considerar incobrables.
Para muchos estas dos últimas limitaciones
no son justas, toda vez que tanto las cuentas
de las entidades estatales como las municipales, además de ser de cobro lento, muchas
veces no son cobrables; pero así lo indica la
correspondiente regulación fiscal y no se
puede hacer otra cosa.
Finalmente queremos dejar claramente establecido que los contribuyentes que utilizan el
sistema de contabilidad de efectivo (cash basis) no podrán optar por hacer uso del gasto
de cuenta incobrable, toda vez que nunca se
registraron como ingresos, las cuentas no
cobradas.
Aprovechamos la ocasión para recordarles a
nuestros lectores de nuestros Boletines Fiscales, la recuperación del crédito de ITBM en
el caso de las cuentas incobrables, tal como
lo señaláramos en nuestro Boletín Fiscal
1996-36 de 16 de mayo de 1996, el cual podrá
ser consultado o bajado de nuestro portal del
internet (www.gti.com.pa).
Cuando la cuenta incobrable corresponde a
cualquiera de las personas arriba descrita, si
El contenido de este boletín fiscal, al igual que los anteriores, es de tipo informativo y general sobre temas que nuestra firma
considera pueden ser de interés para nuestros clientes y amigos. Bajo ningún concepto, el contenido de estos boletines debe
ser considerado como una opinión formal de Grant Thornton Cheng y Asociados. +507/264-9511
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