La sociedad feudal La sociedad feudal era de tipo piramidal, escalonada en estratos, ordenadamente jerarquizados. Fue una sociedad militar de grandes propietarios y latifundistas. En contra de lo que tradicionalmente se ha creído, esta estructura social no fue rígida sino movilista, ya que existía cierta posibilidad de acceder de unas capas sociales a otras. El rey ocupaba honoríficamente la cúspide de la jerarquía feudal. Era el único que se consideraba señor y no vasallo. La capa superior estaba formada por la nobleza de sangre. Nobleza electiva en un principio, consiguió poco a poco, ante la debilidad real, mantenerse en el ejercicio del poder, cerrando filas y transformándose en hereditaria. Había recibido del rey, su señor, extensos feudos con la única obligación de prestarles ayuda militar. La nobleza de sangre tenía el derecho de alta justicia en los casos de criminalidad grave. En un sector inferior estaba la clase de los militares y caballeros, muchos de ellos propietarios de territorios cedidos en feudo por la nobleza. La caballería era una clase abierta, ya que se podía acceder, en principio, gracias a las riquezas y al adiestramiento y valor en el combate. En la base de la sociedad feudal estaban los campesinos, integrados por villanos y siervos. Los villanos eran gentes de escasos medios, que no poseían lo suficiente para mantener un caballo. Había aún gentes más pobres: eran los que no poseían absolutamente nada y tenían que convertirse en siervos. Su situación social fue en muchos momentos semejante a la esclavitud, especialmente en el caso de los siervos de gleba, que se vendían y compraban con la tierra; no podían cambiar de residencia, ni contraer matrimonio sin permiso de su señor, ni testar a favor de sus hijos, ni recibir órdenes eclesiásticas. ( Libro de Ciencias Sociales 2º de ESO)