INFANTIL - PRIMARIA Cómo hablar con nuestros hijos sobre cualquier tema Cfr. Orientared.com HOY EN DÍA, LOS NIÑOS NIÑOS SE ENFRENTAN A TEMAS TEMAS DIFÍCILES A EDADES EDADES CADA VEZ MÁS TEMPRANAS. TEMPRANAS. CUANDO SON PEQUEÑOS Y NECESITAN NECESITAN ALGUNA INFORMACIÓN, INFORMACIÓN, GENERALMENTE ACUDEN ACUDEN PRIMERO A SUS PADRE PADRES. ADRES. ES UNA MARAVILLOSA OPORTUNIDAD OPORTUNIDAD PARA HABLAR HABLAR ANTES DE QUE OTRAS OTRAS PERSONAS O MEDIOS LES TRANSMITAN VALORES DIFERENTES DIFERENTES A LOS QUE DESEAMOS INCULCARLES. INCULCARLES. HAY QUE APROVECHAR APROVECHAR TODAS LAS "VENTANAS DE OPORTUNIDAD" OPORTUNIDAD" QUE NOS DAN DAN NUESTROS HIJOS PERO PERO ¿CÓMO HACERLO? EMPEZAD PRONTO A menudo ven, oyen o se tienen que enfrentar a situaciones comprometidas antes de que puedan comprender todos los aspectos de estos complicados temas. Además, una vez que se convierten en adolescentes, tienden a dirigirse más a sus amigos, los medios de comunicación o terceras personas que a nosotros. Por eso debemos hablar con ellos muy frecuentemente y a edades más tempranas que lo que lo hicieron con nosotros. Particularmente sobre temas difíciles como el sexo, la violencia, el alcohol, las drogas... antes que otros lo hagan por nosotros. Todos deseamos que nuestros hijos tengan la confianza de hacernos preguntas sobre cualquier tema, pero no siempre sucede. Por eso es perfectamente normal - y a menudo necesario - iniciar las conversaciones nosotros mismos. EMPEZAD VOSOTROS La televisión y los demás medios de comunicación son excelentes pretextos. Por ejemplo, están dando una película en la televisión de una adolescente que se embaraza. Una vez que termine el programa, podemos pedir a nuestros hijos que den su opinión. ¿qué les ha parecido?, ¿están de acuerdo con los protagonistas? Basta con una o dos preguntas para iniciar una conversación. Cuando hay varios hijos y sus edades son muy dispares, a veces es mejor hablar con ellos por separado, aún sobre el mismo tema. ¿Por qué? Los niños de distintas edades se encuentran en diferentes etapas de desarrollo, por lo que suelen necesitar adecuar la información a su edad y un vocabulario distinto, pues cada uno tiene una sensibilidad distinta. Además, suele suceder que los mayores dominan la conversación y podemos perdernos las opiniones de los hermanos menores. INSPECTORÍA SALESIANA S. FCO JAVIER – BILBAO – EQUIPO INSPECTORIAL DE ORIENTACIÓN Y HABLAD DE TODO... TODO... ...Hasta de sexo. Muchos nos sentimos incómodos con el tema, especialmente si somos algo aprensivos. Pero, por su bien, hay que sobreponerse a ese nerviosismo y hablar sobre ello. Después de todo, los niños ya tienen conocimiento de éstos temas por los medios de comunicación y sus compañeros, sólo que esa información puede carecer del sentido educativo y los valores morales que una madre o padre pueden dar. En este tema es mejor utilizar palabras que sean fáciles de entender. Lo mejor es usar frases cortas con palabras sencillas, explicaciones directas y honestas; a ser posible con ejemplos. Probablemente, nuestros hijos sólo nos harán preguntas si creen que estamos dispuestos a responderlas. Por lo tanto, es importante fomentar un ambiente en el que se sientan en libertad de preguntarnos cualquier cosa – SEA LO QUE SEA- sin miedo a las consecuencias. CREAD UN AMBIENTE DE APERTURA ¿Cómo podemos crear ese ambiente de apertura? Intentando alentar, apoyar y comprender a nuestros hijos. Por ejemplo, si uno nos pregunta, "¿Cuántas personas tienen SIDA?" hay que evitar responder cosas como: "No lo sé. Por favor deja de hablar y termina tu comida." Aunque estemos ocupados, es mejor responder algo como: "Vaya pregunta más interesante. La verdad es que no estoy seguro, pero podemos enterarnos”. No hay que pensar que si se dan cuenta de que no tenemos todas las respuestas, no van a volver a preguntar. No es así. Los niños aceptan un "No lo sé" o "Vamos a investigarlo"; además, mejor responder así que dar una información inexacta o confusa. Otra cosa importante: No hay por qué responder de inmediato a todas las preguntas. Si, por ejemplo, una hija de 10 años nos pregunta, "Mamá, ¿qué es un condón?" mientras vamos en el coche a la hora de mayor tráfico, es perfectamente válido responder: "Esa es una pregunta importante. Pero con todo éste tráfico, no te lo puedo explicar ahora. Mejor lo hablamos después de comer." Eso sí, sin olvidarnos de hacerlo. Como padres y madres, contamos con una maravillosa oportunidad: ser la primera persona en hablar con un niño o niña sobre cualquier tema. Probablemente luego otras personas les hablarán, quizá con explicaciones más "técnicas" que nosotros, pero ¿con el mismo cariño y los mismos valores? DADLES A CONOCER VUESTROS VALORES Todas las investigaciones demuestran que los niños necesitan recibir una orientación moral por parte de su familia y que son las que a la larga más valoran. Por eso, no dudemos en establecer nuestras convicciones con claridad. INSPECTORÍA SALESIANA S. FCO JAVIER – BILBAO – EQUIPO INSPECTORIAL DE ORIENTACIÓN ¿Cuántas veces nos hablan mientras estamos doblando ropa, viendo el telediario o en el supermercado y no nos enteramos de nada? Y la ESCUCHAD verdad que es entonces cuando se les suele ocurrir contarnos algo. Ya sabéis, se mueven por impulsos... Así que hay que aprovechar hasta esos momentos y pararnos, abrir los oídos y escuchar. Ellos sentirán lo importantes que son para nosotros y nosotros probablemente descubriremos algo nuevo de su vida que puede darnos la pauta para muchas conversaciones. No se trata de monologar, sino de conversar. Si les animamos a hablar y les escuchamos, podremos concretar qué es lo que en realidad quieren saber y qué es lo que ya comprenden. Así evitaremos desbordarlos o confundirlos aún más. Por ejemplo, si preguntan: “qué es el "éxtasis”. Antes de responder, es mejor pedirles que nos expliquen lo que saben de él. Si dicen: "Creo que es algo que comes y te hace hacer cosas raras”, entonces conoceremos el nivel de comprensión que tienen y podremos adecuar nuestra respuesta. Escuchar a nuestros hijos nos ayuda además e entender mejor sus sentimientos y poder tenerlos en cuenta y así saber cuándo debemos terminar la conversación. Supongamos que estamos hablando sobre el SIDA con un hijo de 9 años. Si de repente dice, "Quiero salir a jugar con mis amigos". No merece la pena seguir. Lo mejor es cortar la conversación y volver a introducir el tema en otra ocasión. SED “HONRADOS” Independientemente de su edad, merecen una respuesta honrada. Fortalece su sentido de confianza. Si nosotros no respondemos con la verdad a las preguntas de nuestros hijos, ellos se imaginarán las cosas y sacarán sus propias conclusiones, ficticias. Generalmente, más retorcidas que cualquier respuesta que podamos ofrecerles, por franca que sea. Aunque a veces no es recomendable proporcionar todos los detalles sobre alguna situación en particular. Es mejor invitarles a que nos vayan preguntando, para valorar qué es lo que les preocupa y qué datos necesitan. Al hacer esto, evitaremos resultar muy confusos o crearles una mayor preocupación. ...Y Sí, a veces parece que los niños pequeños tardan una eternidad para decirnos lo que tienen en mente. Y nosotros, como adultos, sentimos la necesidad de meterles prisa, terminando sus frases. Hay que intentar resistir ese impulso. PACIENTES Si escuchamos pacientemente a nuestros hijos, les permitimos pensar a su propia velocidad y oiremos lo que ellos quieren decirnos, sin interpretaciones por nuestra parte y les hacemos saber que bien valen nuestro tiempo. INSPECTORÍA SALESIANA S. FCO JAVIER – BILBAO – EQUIPO INSPECTORIAL DE ORIENTACIÓN APROVECHAD CUALQUIER OPORTUNIDAD Cada día surgen mil oportunidades naturales para hablar. Podemos aprovechar esos momentos y situaciones, como una ocasión para empezar una conversación. Por ejemplo, si leemos un artículo en el periódico sobre un niño expulsado de la escuela por golpear a una profesora, podemos comentarla con nuestros hijos y empezar a hablar sobre la violencia y el respeto. Un anuncio de la televisión de alguna institución u ONG nos puede dar pie para hablar sobre el mundo. VOLVED SOBRE EL ASUNTO UNA Y OTRA VEZ Los niños pequeños sólo asimilan una cierta cantidad de información cada vez, por lo que no podremos enseñarles todo lo que ellos necesitan saber sobre un tema en particular en una sola conversación. Es recomendable esperar un tiempo y entonces preguntar a los niños qué es lo que recuerdan de lo que se habló. Esto ayudará a corregir cualquier malentendido y a proporcionarles más información sobre el tema. para pensar Podemos pararnos y revisar de qué temas ya hemos tenido ocasión de hablar con nuestros hijos e hijas y qué temas están todavía pendientes... También podemos pensar en nuestra forma de hablar con ellos: ¿sermoneamos o escuchamos? ¿somos pacientes o impacientes? ¿oímos o desconectamos?... INSPECTORÍA SALESIANA S. FCO JAVIER – BILBAO – EQUIPO INSPECTORIAL DE ORIENTACIÓN