También se pueden subir impuestos sin cambiar alícuotas Autores: Nadin Argañaraz Andrés Mir INFORME ECONÓMICO Nº 219 26 de Mayo de 2013 Área de Política y Administración Tributaria Juan Cruz Varela 2255 (5009) Ciudad de Córdoba www.iaraf.org - Tel. (0351) 4815037 / 4825661 / 4824859- e-mail: contacto@iaraf.org ISSN 2250-7329 1 También se pueden subir impuestos sin cambiar alícuotas Claves El proceso de deterioro que las cuentas fiscales de todos los niveles de gobierno están sufriendo en los últimos años, ha llevado a aumentos en las obligaciones fiscales de los contribuyentes fruto de decisiones de los diferentes fiscos (tanto Nacional como Provincial y Municipal), que han provocado un aumento en la presión tributaria efectiva que éstos afrontan. En el caso de las Provincias y Municipios, en general el mencionado incremento de presión tributaria ha sido efectuado en forma directa, con participación de los órganos correspondientes del poder legislativo, y a través de dos vías principales: el aumento de alícuotas legales o de las bases imponibles En lo que respecta al fisco nacional, a pesar de que no se han producido modificaciones en las alícuotas legales de los principales impuestos, también se ha producido un importante crecimiento en la presión tributaria, solo que el mismo se ha efectuado por la vía indirecta de no ajustar los parámetros de liquidación de los impuestos en consonancia con el crecimiento de los precios y, como tal, no ha sido tratado por el Congreso de la Nación. Debe destacarse que al ser estos impuestos coparticipables los gobiernos subnacionales también están percibiendo un flujo extra de ingresos por esta vía. Impuesto a las Ganancias de Personas Físicas Las dos principales distorsiones que provoca la inflación sobre el cálculo del impuesto a las ganancias de personas físicas, y que se traducen en un aumento en el número de contribuyentes del impuesto y en una mayor tasa efectiva de aquellos que ya estaban alcanzados, son la insuficiente actualización de los mínimos no imponibles y deducciones, y la falta de ajuste de los topes de los tramos de escala sobre los cuales se aplica la tasa progresiva del impuesto, que no se modifican desde el año 2001. Dos observaciones sirven para ejemplificar claramente la situación derivada de esta distorsión: Un trabajador cuyos ingresos anuales totales superaban en el año 2001 en un 50% los mínimos, tributaba en ese entonces el 9% sobre ese excedente. (En esta situación se encontraba un trabajador casado con dos hijos que ganaba aproximadamente $31.600 anuales y podía computar mínimos por $21.600, quedándole un excedente imponible de $10.000). Este mismo trabajador, que en el año 2013 sigue obteniendo ingresos superiores en un 50% a los mínimos, pagaría por ese excedente una alícuota efectiva de aproximadamente el 19%, es decir más del doble que en 2001. La tasa máxima del impuesto a las ganancias asciende en nuestro país al 35%. En el año 2001 comenzaban a tributar esa tasa quienes percibían ingresos 6,5 veces superiores a 2 los mínimos vigentes en aquél periodo. Hoy están alcanzados por dicha tasa quienes tienen una remuneración sólo 1,96 veces superior a los mínimos actuales. En el siguiente cuadro se muestra el incremento en la presión tributaria (medida en base a la tasa efectiva que resulta del cociente entre el impuesto determinado y los ingresos netos del contribuyente) para dos trabajadores dependientes, casados con dos hijos, que han obtenido aumentos nominales de salarios del 20% anual entre el año 2008 y 2011. IMPUESTO A LAS GANANCIAS PERSONA FISICA TASA EFECTIVA DE IMPUESTO TRABAJADOR DEPENDIENTE INGRESO NETO ANUAL AÑO 2008 $ 72.000 (equivale a un ingreso neto mensual actual $ 13.781) 2008 2009 2010 2011 2012 2013 INGRESO NETO ANUAL 72.000 86.400 103.680 124.416 143.557 179.159 MINIMOS Y DEDUCCIONES 72.200 72.200 86.640 103.968 103.968 124.762 BASE IMPONIBLE 0 14.200 17.040 20.448 39.589 54.397 IMPUESTO DETERMINADO 0 1.488 1.886 2.385 6.405 9.811 0,00% 1,72% 1,82% 1,92% 4,46% 5,48% TASA EECTIVA IMPUESTO A LAS GANANCIAS PERSONA FISICA TASA EFECTIVA DE IMPUESTO TRABAJADOR DEPENDIENTE INGRESO NETO ANUAL AÑO 2008 $ 100.000 (equivale a un ingreso neto mensual actual de $ 19.141) 2008 INGRESO NETO ANUAL 2009 2010 2011 2012 2013 100.000 120.000 144.000 172.800 199.385 248.832 MINIMOS Y DEDUCCIONES 72.200 72.200 86.640 103.968 103.968 124.762 BASE IMPONIBLE 27.800 47.800 57.360 68.832 95.417 124.070 IMPUESTO DETERMINADO 3.782 8.294 10.493 13.485 20.879 29.925 TASA EECTIVA 3,78% 6,91% 7,29% 7,80% 10,47% 12,03% Impuesto a las ganancias personas jurídicas Para el caso de las empresas, la ley de Impuesto a las Ganancias previó, principalmente, el mecanismo de ajuste por inflación impositivo y el ajuste de las depreciaciones de activos fijos, sin embargo, por la ley de emergencia económica, su aplicación está suspendida. Esta prohibición genera actualmente que una empresa que tenga capital expuesto positivo (patrimonio neto superior al activo fijo) se va a ver perjudicada por la no aplicación del ajuste, al tributar sobre la parte de los ingresos necesarios para conservar su patrimonio. Por el contrario, la que tenga capital expuesto negativo (aquellas cuyo endeudamiento es superior al activo expuesto) se verá beneficiada con un impuesto inferior. Es decir que la no aplicación del ajuste por inflación perjudica a las empresas con estructuras de capital más sólidas en beneficio de aquellas que están fuertemente apalancadas con altas deudas y poco patrimonio. Los múltiples valores que estas variables pueden asumir en cada caso en particular hacen que el efecto sobre la tasa efectiva del impuesto sea particular para cada empresa, y para cada ejercicio fiscal. 3 Otra distorsión importante respecto a este tributo, y que penaliza fuertemente la inversión, es la imposibilidad de ajustar las depreciaciones de los activos fijos. Cuando una empresa adquiere un bien de uso no puede deducir la totalidad del gasto en el ejercicio de compra del mismo sino que debe distribuirlo entre los ejercicios de la vida útil del bien. Es decir, si se adquiere una maquinaria ese monto no se puede imputar a gastos en el ejercicio de la compra, sino que se lo debe activar e ir incorporándolo a resultados en un porcentaje por año (por ejemplo 10% para maquinarias) mediante el mecanismo contable-impositivo de depreciación. La ley preveía que ese monto de depreciaciones se fuera actualizando, situación que está actualmente suspendida y, en consecuencia, en la práctica parte del gasto real efectuado nunca se va a deducir de impuestos. En el siguiente cuadro se muestra el ahorro impositivo real que obtendría una empresa, y la pérdida en relación al nominal, para tres valores posibles de tasa de inflación anual. MAQUINARIA VALOR DE COMPRA $ 100.000 % INFLACION AHORRO IMPOSITIVO ANUAL POR COMPRA DE BS USO 0% 35.000 10% 23.657 -32,4% 15% 20.200 -42,3% 20% 17.608 -49,7% Impuesto a los bienes personales El último impuesto que se considera es el que grava la tenencia de bienes en cabeza de personas físicas y cuyos parámetros de cálculo no se modifican desde el año 2007, los cuales se resumen en el siguiente cuadro: Total de bienes gravados Alícuota menos de $ 350.000 0,00% desde $ 350.000 a $ 750.000 0,50% desde $ 750.000 a $ 2.000.000 0,75% desde $2.000.000 a $5.000.000 1,00% más de $ 5.000.000 1,25% El notable incremento en la valuación nominal de inmuebles y automotores, reflejado tanto por los fiscos provinciales para la base imponible del impuesto inmobiliario, como por el fisco nacional en los valores de referencia de los vehículos, ha provocado que muchas familias hayan pasado de estar excluidos del impuesto a ser contribuyentes (o hayan subido en la escala de alícuota), aún cuando sigan teniendo la misma casa o el mismo (o similar) automóvil. 4 También se pueden subir impuestos sin cambiar alícuotas Introducción El proceso de deterioro que las cuentas fiscales de todos los niveles de gobierno están sufriendo, ha llevado a aumentos en las obligaciones fiscales de los contribuyentes fruto de decisiones de los diferentes fiscos (tanto Nacional como Provincial y Municipal), que han provocado un aumento en la presión tributaria efectiva que éstos afrontan. En un contexto de incremento en los precios y en salarios e ingresos nominales de los trabajadores y demás agentes económicos, es lógico que las obligaciones tributarias aumenten en términos nominales para compensar este proceso; sin embargo, lo que se está advirtiendo desde hace algunos años es que la obligación fiscal de los contribuyentes está aumentando más que proporcionalmente que sus ingresos y, en consecuencia, se ven obligados a tributar una alícuota efectiva mayor. En el caso de las Provincias y Municipios, en general el mencionado incremento de presión tributaria ha sido efectuado en forma directa, con participación de los órganos correspondientes del poder legislativo, a través de dos vías principales: a) Incrementos en la alícuota legal que grava todas o algunas actividades de impuestos tales como Ingresos Brutos Provincial o Tasa de Comercio e Industria Municipal. b) Aumentos en la base imponible de impuestos tales como el inmobiliario provincial o la tasa de alumbrado, barrido y limpieza, en porcentajes superiores a los incrementos nominales de salarios o ingresos de los distintos agentes económicos. En lo que respecta al fisco nacional, a pesar de que no se han producido modificaciones en las alícuotas legales de los principales impuestos, también se ha producido un importante crecimiento en la presión tributaria, sólo que el mismo se ha efectuado por vía indirecta y como tal no ha sido tratado por el Congreso de la Nación. Esta vía indirecta es consecuencia de la falta de ajuste de los diferentes parámetros de cálculo de diferentes impuestos nacionales, los cuales no han acompañado la evolución del nivel general de precios ni los incrementos nominales de los ingresos de los contribuyentes y provocan que, aún cuando la tasa legal del impuesto no se modifique, la tasa efectiva del mismo, entendiéndose por tal el cociente entre el impuesto determinado y los ingresos del contribuyente, resulte superior año tras año. En resumen, esta falta de ajuste ha provocado que contribuyentes que no han cambiado su nivel de ingresos o su stock de riqueza en términos reales, estén abonando porcentajes crecientes de los mismos en concepto de impuestos, situación que significa claramente un crecimiento de la presión tributaria. Debe destacarse que al ser estos impuestos coparticipables los gobiernos subnacionales también están percibiendo un flujo extra de ingresos por esta vía. 5 En general, las leyes impositivas nacionales prevén la actualización automática de los mínimos y deducciones en ellas contenidas mediante la aplicación del Índice de Precios Mayoristas (hoy IPIM) que periódicamente publica el INDEC, sin embargo si bien estos procesos de ajuste automático contenidos en la legislación están técnicamente vigentes, su aplicación está prohibida por otras leyes que a continuación se detallan: a) La Ley 24.073 del 13/04/1992 en su artículo 39 estableció “A los fines de las actualizaciones de valores previstas en la ley 11.683, texto ordenado en 1978 y sus modificaciones, y en las normas de los tributos regidos por la misma, no alcanzados por las disposiciones de la ley 23.928, las tablas e índices que a esos fines elabora la DIRECCION GENERAL IMPOSITIVA para ser aplicadas a partir del 1º de abril de 1992 deberán, en todos los casos, tomar como límite máximo las variaciones operadas hasta el mes de marzo de 1992, inclusive. En idéntico sentido se procederá respecto de las actualizaciones previstas en el Código Aduanero (ley 22.415 y sus modificaciones)”. Así, durante todo el periodo que estuvo vigente la Ley de Convertibilidad, quedaron suspendidas todas las normas de actualización, situación que no generó mayores distorsiones debido a los bajos niveles de inflación que caracterizaron a ese período. b) El artículo 5 del Decreto del PEN 214/02 establece “Lo dispuesto en el Artículo precedente, no deroga lo establecido por los Artículos 7° y 10° de la Ley N° 23.928 en la redacción establecida por el Artículo 4° de la Ley N° 25.561. Las obligaciones de cualquier naturaleza u origen que se generen con posterioridad a la sanción de la Ley N° 25.561, no podrán contener ni ser alcanzadas por cláusulas de ajuste.” c) La ley de Emergencia Económica sancionada el 07/01/2002 en su artículo 4 establece en su parte pertinente “Mantiénense derogadas, con efecto a partir del 1° de abril de 1991, todas las normas legales o reglamentarias que establecen o autorizan la indexación por precios, actualización monetaria, variación de costos o cualquier otra forma de repotenciación de las deudas, impuestos, precios o tarifas de los bienes, obras o servicios. Esta derogación se aplicará aun a los efectos de las relaciones y situaciones jurídicas existentes, no pudiendo aplicarse ni esgrimirse ninguna cláusula legal, reglamentaria, contractual o convencional —inclusive convenios colectivos de trabajo— de fecha anterior, como causa de ajuste en las sumas de pesos que corresponda pagar." En consecuencia, cuando se abandonó el régimen de convertibilidad en el año 2002, se mantuvo la prohibición de aplicar las cláusulas de ajuste contenidas en las leyes impositivas. Esta situación generó gran controversia en ese año (con numerosas presentaciones judiciales efectuadas por contribuyentes), conflictividad que fue mermando a posteriori toda vez que el salto inflacionario inicial se detuvo y nuevamente se vivieron años de relativa estabilidad de precios. En los últimos años se han vuelto a generar distorsiones que significan una suerte de aumento encubierto de las tasas efectivas de los impuestos. Situaciones como las mencionadas se encuentran en prácticamente la totalidad de los impuestos que conforman el sistema de nuestro país. Por razones de simplificación se van a ejemplificar las de mayor significación que comprenden el impuesto a las ganancias de personas físicas y jurídicas y el impuesto sobre los bienes personales. 6 Impuesto a las Ganancias de Personas Físicas Las dos principales distorsiones que provoca la inflación sobre el cálculo del impuesto a las ganancias de personas físicas, y que se traducen en un aumento en el número de contribuyentes del impuesto y en una mayor tasa efectiva de aquellos que ya estaban alcanzados, son la insuficiente actualización de los mínimos no imponibles y deducciones y la falta de ajuste de los topes de los tramos de escala sobre los cuales se aplica la tasa progresiva del impuesto. Los mínimos y deducciones que en el año 2001 ascendían a $21.600 para un trabajador en relación de dependencia casado y con dos hijos fueron incrementándose, según disposiciones del poder ejecutivo, hasta valores para el año 2013 de $124.762, lo que implica un incremento 2001-2013 del 477%. El resumen de la evolución de este parámetro se muestra en el siguiente cuadro EVOLUCION DE PARAMETROS Y VARIABLES MINIMOS Y DEDUCCIONES INDICE SUELDO NOMINAL IPMayoristas dependiente casado con dos hijos trabajador privado registrado INDEC monto incr. anual incr. acum. Monto incr. anual incr. acum. incr. acum. 2001 21.600 99,7 2002 21.600 0,0% 0,0% 116,9 17,3% 17,3% 118% 2003 26.820 24,2% 24,2% 135,3 15,7% 35,7% 122% 2004 26.820 0,0% 24,2% 150,2 11,0% 50,7% 140% 2005 26.820 0,0% 24,2% 189,2 26,0% 89,8% 165% 2006 38.400 43,2% 77,8% 226 19,5% 126,7% 184% 2007 59.500 54,9% 175,5% 271,3 20,0% 172,1% 226% 2008 72.200 21,3% 234,3% 321,69 18,6% 222,7% 254% 2009 72.200 0,0% 234,3% 377,2 17,3% 278,3% 291% 2010 86.640 20,0% 301,1% 487,6 29,3% 389,1% 348% 2011 103.968 20,0% 381,3% 662,1 35,8% 564,1% 404% 2012 103.968 0,0% 381,3% 830,4 25,4% 732,9% 470% 2013 124.762 20,0% 477,6% 1.030 24,0% 933,1% 545% Nota: Para el cálculo de mínimos y deducciones se han considerado los valores anuales establecidos por el decreto 244/2013 que estipula un incremento de los mismos en un 20%. De considerarse el mecanismo establecido por la AFIP mediante la R.G. 3449 que estipula los montos a considerar para el cálculo de las retenciones a empleados en relación de dependencia y que supone un incremento de solamente el 17% y en consecuencia una mayor tasa efectiva de impuesto para el año 2013 la cual alcanzaría el 5,92% y el 12,51% respectivamente en los dos ejemplos que se desarrollan a continuación. Una distorsión aún más significativa que la recientemente mencionada se origina en la falta de ajuste de los topes de los tramos de escala en base a la cual se calcula el impuesto a pagar aplicando las alícuotas progresivas. Estos tramos no se actualizan desde el año 2001 y provocan que un mismo nivel de ingreso real, representado cada año por ingresos nominales más elevados quede alcanzado por alícuotas impositivas cada vez mayores como se puede observar con dos sencillos ejemplos: 7 Un trabajador cuyos ingresos anuales totales superaban en el año 2001 en un 50% los mínimos, tributaba en ese entonces el 9% sobre ese excedente. (En esta situación se encontraba un trabajador casado con dos hijos que ganaba aproximadamente $ 31.600 anuales y podía computar mínimos por $ 21.600, quedándole un excedente imponible de $ 10.000). Este mismo trabajador, que en el año 2013 sigue obteniendo ingresos superiores en un 50% a los mínimos, va a pagar pagó por ese excedente una alícuota efectiva de aproximadamente el 19%, es decir más del doble que en 2001. La tasa máxima del impuesto a las ganancias asciende en nuestro país al 35%. En el año 2001 comenzaban a tributar esa tasa quienes percibían ingresos 6,5 veces superiores a los mínimos vigentes en aquél periodo. Hoy están alcanzados por dicha tasa quienes tienen una remuneración sólo 1,96 veces superior a los mínimos actuales. En resumen, una actualización de mínimos y deducciones inferior al crecimiento de los salarios reales ha provocado que cada año un mayor número de trabajadores quede alcanzado por el tributo. Por su parte, el congelamiento de los tramos de escala provoca que aquellos trabajadores que quedan alcanzados por el impuesto, lo hagan a tasas efectivas cada vez mayores para un similar poder adquisitivo del salario. Para ejemplificar esta situación se muestra el impuesto a abonar y la tasa efectiva que le corresponde a dos trabajadores dependientes, casados con dos hijos que cuyos ingresos netos anuales en el año 2008 ascendían a $ 72.000 y $ 100.000 respectivamente y desde ese año se hayan incrementado en un porcentaje del 20% anual, con lo cual se podría decir que no se habría visto incrementado su salario real. IMPUESTO A LAS GANANCIAS PERSONA FISICA TASA EFECTIVA DE IMPUESTO TRABAJADOR DEPENDIENTE INGRESO NETO ANUAL AÑO 2008 $ 72.000 (equivale a un ingreso neto mensual actual $ 13.781) 2008 2009 2010 2011 2012 2013 INGRESO NETO ANUAL 72.000 86.400 103.680 124.416 143.557 179.159 MINIMOS Y DEDUCCIONES 72.200 72.200 86.640 103.968 103.968 124.762 BASE IMPONIBLE 0 14.200 17.040 20.448 39.589 54.397 IMPUESTO DETERMINADO 0 1.488 1.886 2.385 6.405 9.811 0,00% 1,72% 1,82% 1,92% 4,46% 5,48% TASA EECTIVA IMPUESTO A LAS GANANCIAS PERSONA FISICA TASA EFECTIVA DE IMPUESTO TRABAJADOR DEPENDIENTE INGRESO NETO ANUAL AÑO 2008 $ 100.000 (equivale a un ingreso neto mensual actual de $ 19.141) 2008 2009 2010 2011 2012 2013 INGRESO NETO ANUAL 100.000 120.000 144.000 172.800 199.385 248.832 MINIMOS Y DEDUCCIONES 72.200 72.200 86.640 103.968 103.968 124.762 BASE IMPONIBLE 27.800 47.800 57.360 68.832 95.417 124.070 IMPUESTO DETERMINADO 3.782 8.294 10.493 13.485 20.879 29.925 TASA EECTIVA 3,78% 6,91% 7,29% 7,80% 10,47% 12,03% 8 Como surge con claridad en los ejemplos, la falta de un adecuado ajuste de mínimos y deducciones, y la nula actualización de las topes de los tramos de escala han provocado que, aún sin cambios legales en las alícuotas, las personas físicas deban tributar año a año una tasa efectiva de impuesto a las ganancias superior, lo que les ha significado incrementos de la presión tributara por este concepto superiores al ciento por ciento. El impuesto a las ganancias de personas jurídicas Para el caso de las empresas, la ley de Impuesto a las Ganancias previó, principalmente, el mecanismo de ajuste por inflación impositivo y el ajuste de las depreciaciones de activos fijos, sin embargo por la ley de emergencia económica su aplicación está suspendida. Esta prohibición, al existir un proceso inflacionario, provoca que una empresa que tenga capital expuesto positivo (patrimonio neto superior al activo fijo) se va a ver perjudicada por la no aplicación del ajuste, al tributar sobre la parte de los ingresos necesarios para conservar su patrimonio. Por el contrario, la que tenga capital expuesto negativo (aquellas cuyo endeudamiento es superior al activo expuesto) se verá beneficiada con un impuesto inferior. Es decir, que la no aplicación del ajuste por inflación perjudica a las empresas con estructuras de capital más sólidas en beneficio de aquellas que están fuertemente apalancadas con altas deudas y poco patrimonio. Los múltiples valores que estas variables pueden asumir en cada caso en particular hacen que el efecto sobre la tasa efectiva del impuesto sea particular para cada empresa y para cada ejercicio fiscal. Para ejemplificar en forma sencilla la distorsión provocada por la imposibilidad de aplica el ajuste por inflación, se muestra la situación de una empresa comercial que debe mantener en stock un volumen físico mínimo de mercadería (digamos 100.000 unidades) para asegurar el giro comercial de su negocio. En un contexto inflacionario ese volumen físico constante tiene un valor inferior al inicio del ejercicio que al cierre, ya que el stock debe ser valuado al valor de las últimas unidades compradas y estas serán nominalmente más caras. Por ejemplo, si el precio de compra al inicio del ejercicio era de $ 5 la unidad y al cierre de $ 6, el stock inicial se valuaba a $ 500.000 y ese mismo stock al cierre se valuaba a $ 600.000. Ante la imposibilidad de aplicar el ajuste por inflación la empresa del ejemplo deberá declarar una ganancia de $ 100.000 que no es verdadera porque no tiene un stock real mayor, sino que posee el mismo stock que solo nominalmente tiene un valor superior. En consecuencia, esta empresa deberá tributar el 35% de la diferencia nominal de stock en concepto de impuesto, aún cuando el mismo se ha mantenido constante a valores reales y por consiguiente no ha habido ganancia real alguna. Otra distorsión importante respecto a este tributo, y que penaliza fuertemente la inversión, es la imposibilidad de ajustar las depreciaciones de los activos fijos. Cuando una empresa adquiere un bien de uso no puede deducir la totalidad del gasto en el ejercicio de compra del mismo, sino que debe distribuirlo entre los ejercicios de la vida útil de dio bien. Es decir si se adquiere una maquinaria ese monto no se puede imputar a gastos en el ejercicio de la compra sino que se lo debe activar e ir incorporándolo a resultados en un porcentaje por año (por ejemplo 10% para maquinarias) mediante el mecanismo contable-impositivo de depreciación. 9 La ley preveía que ese monto de depreciaciones se fuera actualizando, situación que está actualmente suspendida y en consecuencia en la práctica parte del gasto real efectuado nunca se va a deducir de impuestos. Para que se observe esta situación se presenta el ejemplo de una empresa que adquiere una máquina en $ 100.000, monto que si pudiera imputarse a gastos inmediatamente produciría un ahorro impositivo de $ 35.000 (a la tasa vigente pasa SA y SRL). El mecanismo de depreciaciones, tal como estaba legislado contemplando el ajuste, no disminuía ese ahorro impositivo sino que lo distribuía en el tiempo durante la vida útil del bien. La falta de ajuste provoca que el ahorro impositivo real caiga en un porcentaje que dependerá de la vida útil impositiva del bien y de la tasa de inflación que se verifique. En el siguiente cuadro se muestra el ahorro impositivo real que obtendría una empresa, y la pérdida en relación al nominal, para tres valores posibles de tasa de inflación anual. MAQUINARIA VALOR DE COMPRA $ 100.000 % INFLACION AHORRO IMPOSITIVO ANUAL POR COMPRA DE BS USO 0% 35.000 10% 23.657 -32,4% 15% 20.200 -42,3% 20% 17.608 -49,7% Impuesto a los bienes personales El último impuesto que se considera es el que grava la tenencia de bienes en cabeza de personas físicas y cuyos parámetros de cálculo no se modifican desde el año 2007, los cuales se resumen en el siguiente cuadro: Total de bienes gravados alícuota menos de $ 350.000 0,00% desde $ 350.000 a $ 750.000 0,50% desde $ 750.000 a $ 2.000.000 0,75% desde 2.000.000 a 5.000.000 1,00% mas de $ 5.000.000 1,25% Los bienes alcanzados por el impuesto son, entre otros, tenencia de moneda nacional y extranjera (excepto depósitos en caja de ahorro y plazo fijo), participaciones en empresas, inmuebles y automotores. En el caso de las familias de clase media, los bienes que más afectan a la posibilidad de quedar alcanzados por el impuesto son los inmuebles y los automotores, que deben ser valuados al más alto entre el valor de compra y la base imponible del impuesto inmobiliario (inmuebles), o las tablas de valuación especificas publicadas por la AFIP (automotores). El notable incremento 10 en la valuación nominal de inmuebles y automotores reflejado tanto por los fiscos provinciales para la base imponible del impuesto inmobiliario, como por el fisco nacional en los valores de referencia de los vehículos, ha provocado que muchas familias hayan pasado de estar excluidas del impuesto a ser contribuyentes (o hayan subido en la escala de alícuota) aún cuando sigan teniendo la misma casa o el mismo (o similar) automóvil. 11