“Esto es lo hago y lo hago con mi

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“Esto es lo hago
y lo hago con mi
corazón
.”
-Papa Francisco
Llamado
por tu
NombreII
Diócesis católica
de Albany
“Servid al Señor con
alegría“
Salmo 100
Llamado por tu nombre II
es una invitación a todos en nuestra diócesis de identificar
posibles candidatos por el papel de liderazgo en nuestra lglesia. ¿Por qué? Porque, como el Salmo nos dice, es un
placer, tanto como un privilegio, poder servir a Nuestro Señor y a su pueblo. Hay muchas maneras de prestar servicio.
Antes, se les invitaba a los miembros de las parroquias a sugerir los posibles candidatos al sacerdocio. En esta nueva
invitación se les pide que identifiquen los laicos quienes pudieran servir en varios papeles de liderazgo - es decir,
hombres y mujeres que pueden servir como miembros de una comunidad religiosa u hombres que pueden ofrecerse
como diáconos. Es posible que usted pudiera ofrecerse a si mismo si esta invitación le llama a responder.
Favor de leer bien este folleto y pasar tiempo orando y contemplando quienes estén llamados a estas vocaciones.
Los diáconos
El diacono es un hombre quien imita las acciones de Jesús, es decir, un hombre quien
sirve y no espera ser servido. Él es testigo del amor de Cristo entre nosotros, llamado
a un ministerio de Liturgia, Palabra, y Caridad y Justicia. El diacono tiene una relación
especial con su Obispo y colabora con él para identificar las necesidades de los pobres y
encarcelados. Los ministerios que él sirve pueden incluir despensas de alimentos, refugios,
visitas a los enfermos en los hospitales, apoyo de los ancianos. El diácono es una voz para
los que no tienen voz en la sociedad.
En las parroquias, los diáconos colaboran con el Pastor y con el Director de Vida de la
Parroquia para responder a las necesidades de la comunidad de fe. Ayudan a la Misa,
a veces predicando la homilía, y
también bautizan, son testigos de los
matrimonios, realizan los servicios
funerales, y llevan la Santa Comunión a
los enfermos.
Los candidatos para este ministerio tienen que ser hombres
Católicos, casados o solteros, cuya edad en el momento de su
ordinación debe ser entre treinta años y sesenta y dos años. Los
diáconos, que muchas veces se ven como un icono de Cristo
el Siervo, tienen que llevar una vida de oración, y poseer una
espiritualidad profunda y una fe intensa.
Hermanos y Hermanas religiosos
Los religiosos (hermanas y hermanos) son solteros quienes disciernen
la llamada de Dios de servir a él y a su iglesia como miembros de una
comunidad religiosa. Hacen un compromiso de su propia vida en responder
a esta llamada por medio de una promesa religiosa, y gozan del apoyo de sus
propias comunidades en una vida de oración y servicio.
Las comunidades religiosas son cada una distintas en su espíritu y su carisma
- todas invitan a personas quienes son activas y comprometidas en la vida
y actividades de su propia parroquia; tienen una compasión y un amor
profundo, gozan de ayudar a los pobres y los indigentes, y quieren vivir en
una comunidad con todos los que comparten su vocación.
Los trabajos de las comunidades religiosas son diversos; algunas se dedican a servicios de salud (es decir, hospitales,
etc.), otras en cuidado de los ancianos, en servicios sociales, a la enseñanza, en la formación de la fe, a la atención
espiritual - es decir, cualquier trabajo que combine un amor profundo con un sentido de servicio. En sus ministerios,
los religiosos (ambos mujeres y hombres) colaboran con otros: los ministros laicos, los cleros, amigos y socios.
Los ministros eclesiásticos
La frase “ministros eclesiásticos” es una que comprende a los laicos
(hombres y mujeres), casados o solteros, quienes colaboran con cleros,
diáconos, religiosos y otros laicos para coordinar y encargarse de
varios tipos de ministerios dentro de la vida de la Iglesia. Los ministros
eclesiásticos no son simplemente voluntarios y ayudantes, sino también
personas educadas y formadas por su ministerio específico, reconocidas
por líderes de la iglesia y siempre afirmadas en sus papeles.
Los ministros eclesiásticos están atraídos
por un profundo sentimiento que surge de la
invitación del Señor a una vida de servicio, y
por un deseo de compartir sus talentos con
la gente de Dios. Deben gozar de una vida de fe que es activa, tanto como una madurez
emocional, los requisitos talentos para el liderazgo, y un amor de la vida y por la gente de
Dios.
Hay muchas oportunidades de servir como un ministro eclesiástico - entre las cuales se
destacan oportunidades en la formación de la fe, la enseñanza, la vida de la parroquia,
el ministerio de la vida universitaria, los servicios sociales, el ministerio de la liturgia, y el
ministerio espiritual.
Llamado
Dios está llamando a mujeres y hombres
pidiendo que contesten a su llamada de ser un
por tu
NombreII
ministro laico, un miembro de una comunidad religiosa (mujer u hombre),
un diacono.
Nuestra Iglesia los necesita, quizás más ahora que nunca.
¿Cuál es el siguiente paso?
Si usted cree que Dios le llama a usted, o a alguien que usted
conoce, para servirle, por favor, llene una tarjeta de respuesta
disponible en su parroquia.
Visite www.rcda.org/calledbyname2
Diócesis católica de Albany
40 North Main Avenue • Albany, New York 12203
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