La Gestión de Partes Interesadas en las Investigaciones Policiales Por Mª del Acebo Sánchez-Macián, PMP. Según la definición existente en la Wikipedia la navaja de Ockham es un principio metodológico y filosófico atribuido a Guillermo de Ockham (1280-1349), por el que «en igualdad de condiciones, la explicación más sencilla suele ser la correcta». En un altísimo porcentaje las investigaciones policiales demuestran la veracidad de este principio. Pero para ello es fundamental identificar las partes interesadas en la investigación. Y antes de continuar leyendo….si no ha leído alguno de los libros en los que se basa este artículo o las películas que se han filmado posteriormente, tenga en cuenta que puede descubrir el desenlace de los mismos en este caso de estudio. En 1992 John Grisham publica su novela, “El informe Pelícano”. En ella desarrolla la investigación de los asesinatos de dos jueces de la Corte Suprema Estadounidense (Rosenberg y Jensen). Una estudiante de Derecho, Darby Shaw, elabora una interesante teoría por la cual ambos jueces fueron asesinados debidos a los intereses de una gran empresa petrolera, a la que se había prohibido la perforación en un entorno protegido por la existencia de especies raras, como el pelícano marrón. El juez Rosenberg había paralizado esta perforación. Pero ¿qué relación tenía con el caso el juez Jensen? Darby Shaw incluye dentro de su informe la posibilidad de que los intereses petroleros no quisieran esperar a la muerte del anciano Rosenberg para que se elija un nuevo juez, ni a la sustitución de Jensen, partidario de las causas medioambientales. Si transcurre demasiado tiempo, el siguiente presidente será demócrata y es probable que la sustitución sea contraria a los intereses de la gran empresa. Por lo que esta decide adelantar los acontecimientos…. El caso del Informe Pelícano es un ejemplo de cómo es necesario determinar todas las Partes Interesadas en un Proyecto y, entre ellos, en una investigación policial, con el fin de conocer cuál es el sospechoso más probable y con ello enviar al culpable a prisión. Otro curioso ejemplo es el caso expuesto en “Asesinato en el Orient Express”, novela publicada por Agatha Christie en 1934. En ella el detective Hércules Poirot descubre al asesino de Cassetti, un antiguo secuestrador y asesino de la pequeña norteamericana Daisy Armstrong. Su terrible delito provocó el parto prematuro de la madre de la pequeña, al enterarse de la muerte de esta, falleciendo también en el parto y el suicidio del padre de la niña, al perder a su familia. La niñera, considerada inicialmente sospechosa por la policía, también se quitó la vida debido a la desesperación. En esta novela doce personajes relacionados con las víctimas de la tragedia se reúnen en el Orient Express para impartir justicia. Y es Hércules Poirot quien, a través de su investigación, consigue entender las razones de todos ellos y el complot organizado para dar muerte al terrible secuestrador y asesino. Este es el primer y único caso en el que el detective acepta dejar en libertad a los culpables del crimen, inventando una teoría alternativa sobre un asesino ficticio que habrá escapado del tren, en medio de la tormenta de nieve que lo ha paralizado cerca de Belgrado. ¿Por qué es fundamental conocer las Partes Interesadas en una investigación policial? Porque aquella o aquellas con mayores intereses en que el crimen se produzca serán las sospechosas más probables. Lo que podrá llevar a las fuerzas de la ley a realizar la detención de los culpables. Según la navaja de Ockham «en igualdad de condiciones, la explicación más sencilla suele ser la correcta». Pero todos hemos de recordar que la realidad supera siempre a la ficción….