Analice y compare las características de “La vida es sueño” de Calderón de la Barca con la obra de Shakespeare que haya leído, destacando también de esta última sus aspectos fundamentales. La vida es sueño es una obra teatral perteneciente al barroco español. Calderón de la Barca siguió en parte las características del “Arte nuevo de hacer comedias” escrito años antes por Lope de Vega. La obra está escrita en verso, siguiendo la polimetría (variedad de estrofas) marcada también por Lope de Vega. La vida es sueño no sigue las unidades clásicas: la obra transcurre en varios lugares y tiene luygar durante varios meses. Además, como característica del teatro barroco, hay dos acciones. En cuanto a la estructura, la obra se desarrolla en tres actos (denominados en la obra jornadas) con un ritmo teatral perfecto. Cada uno de los actos responde al tradicional esquema de planteamiento-nudo-desenlace. En la primera jornada se presentarán ya las dos acciones de la obra. Por un lado, la más “elevada” tiene por protagonista a Segismundo, hijo del rey Basilio. El rey lo abandonó al nacer ya que hizo caso de los malos presagios que vio en las estrellas. Segismundo, encerrado en una torre, apenas conoce del mundo lo que Clotaldo, un noble al servicio del rey, le va enseñando. La segunda acción tiene por protagonista a Rosaura, que en el primer acto aparece disfrazada de hombre, que ha venido al reino de Basilio a por la honra perdida. El enredo se completa al saber el espectador que Clotaldo es el padre de Rosaura. Uno de los temas centrales de la obra será el de la predestinación (Segismundo) y el otro será el de la honra (Rosaura). A lo largo de la obra, cada tema se va desarrollando paralelamente a las acciones. Las dos acciones se entrelazan en el escenario porque tanto segismundo como Rosaura aparecen en los tres actos compartiendo el escenario. En la primera jornada, en la que se ha presentado el conflicto, Rosaura y su criado, el gracioso Clarín, han visto a Segismundo y por tanto deben morir. Será entonces cuando Rosaura mostrará la espada, una especie de salvoconducto que debía sacarla de aprietos. Al ver la espada, Clotaldo, que debe ejecutar a los “invasores”, reconoce en el “hombre” a su hija. Paralelamente, Astolfo y Estrella, sobrinos de Basilio, conspiran para hacerse con el reino a la muerte del monarca. Basilio decida, por su parte, contar la historia del hijo secreto y darle una oportunidad en el reino. En la segunda jornada, Segismundo, que ha sido dormido, despierta en la corte creyendo que está soñando y sin saber que está siendo observado. Su comportamiento es el propio de una fiera, pues ataca a un criado, a Clotaldo y a su propio padre. Parece, pues, confirmado el presagio de Clotaldo. Por otro lado, Rosaura aparece en esta jornada disfrazada de criada de Estrella (Astrea). Allí descubre que Astolfo es el hombre que le había prometido matrimonio, y que ahora piensa romper ese compromiso para casarse con su prima Estrella. La tercera jornada es el desenlace de la obra. Segismundo, otra vez dormido, despierta en su cueva, pensando en lo extraño de su sueño, pero habiendo llegado a la conclusión de que tanto si duerme como si está despierto su comportamiento debe ser bueno. El pueblo, por otro lado, se rebela contra Basilio y unos soldados llegan a la cueva de Segismundo para liberarle y pedirle que lidere la revuelta contra su padre. Segismundo sale de la cueva y, al llegar a palacio, se comporta como un rey bueno y justo, pues no se enfrenta a su padre, al que no solo perdona sino que rinde vasallaje. Soluciona también el conflicto de Rosaura, obligando a Astolfo a casarse con ella, y garantizando a Estrella un matrimonio noble y justo. El final de la obra cumple con una de las funciones del teatro barroco, que es la función social: el rey es el personaje supremo y justo que acaba repartiendo justicia para sus súbditos. El tema de la predestinación acaba, por tanto, con la solución de que el hombre puede modificar el destino gracias a sus buenas obras. En cuanto al estilo de la obra, Calderón sigue el estilo de la poesía barroca y en sus versos abunda el conceptismo. Uno de los elementos teatrales fundamentales de la obra son los monólogos. Hay un monólogo largo de Segismundo en cada acto, y las situaciones comprometidas se resuelven también con monólogos, como cuando Basilio explica a sus sobrinos la existencia de un hijo. Los diálogos cobran una importancia capital, especialmente los que tienen Segismundo y Rosaura (caracterizada de maneras diferentes en cada jornada). Los personajes están caracterizados perfectamente, siguiendo en parte los arquetipos fijados por Lope. Segismundo, el protagonista, tiene mucho de “galán”, a pesar de no ser en este caso quien acabe casándose con la dama. Rosaura es el centro de la acción más popular, la relacionada con el honor. Hay que destacar que Rosaura solo aparece como tal en la tercera jornada, pues en la primera aparece disfrazada de hombre, para entrar en el reino, y en la segunda como criada de Estrella, para descubrir dónde está su prometido. Dentro de la lista de personajes se puede ver también la presencia del gracioso, que en este caso es Clarín, el criado de Rosaura. La obra de Shakespeare que he leído es Hamlet. Hamlet es una tragedia en la que el personaje principal debe vengar la muerte de su padre. Una de las principales cuestiones de la obra es la actitud de Hamlet, sus dudas, su angustia (el ser o no ser…). En Hamlet, el autor combina fuerzas contrarias como la lealtad y la deslealtad, la fidelidad y la traición (destaca la infidelidad de la madre, por ejemplo). El personaje central descubre la muerte de su padre desde buen principio, y eso le hace ver el mundo como un lugar indigno o podrido: pierde la fe en el hombre, el apego a la vida… Su existencia recuerda a la de Segismundo en el primer acto, cuando no entiende su situación (su encierro, su apartamiento del mundo). Hamlet encontrará un camino de huida, que será hacerse pasar por loco. La locura pasará de ser un camino para la venganza a una forma de mostrar que está en un mundo absurdo. Una vez más, podemos compararlo con Segismundo, cuando duda entre si está viviendo o si está soñando. En cuanto a los personajes de Hamlet, destacan la madre y Claudio, el nuevo rey. Son los responsables del destino de Hamlet. Ofelia es un personaje puro, que parece extraño al mundo de Hamlet. Podemos establecer una “relación” entre la madre de Hamlet y el padre de Segismundo, por ser los dos los que han marcado la vida de sus hijos. También podemos relacionar a Ofelia con Rosaura, pues ambas son personajes puros, al margen de las maquinaciones de poder y las ambiciones. El “mundo” que se dibuja en Hamlet es muy cercano al modelo barroco: el mundo es un caos sin sentido, dominado por las pasiones y el engaño. El tiempo lo destruye todo (belleza, afectos…) y la vida está marcada por su límite temporal. Se trata de un “mundo” típicamente barroco. En cuanto a la estructura de la obra, Hamlet, al igual que La vida es sueño, no sigue las normas clásicas. No hay unidad de espacio, pues alternan espacios exteriores con interiores, el tiempo en que transcurre la acción es indeterminado, y la obra está dividida en cinco actos. En cuanto al estilo, podemos ver semejanzas con La vida es sueño. Por ejemplo, se aprecia una variedad de registros, o la mezcla entre el tono cómico (en La vida es sueño es Clarín) y el tono trágico.