EJEMPLO DE COMENTARIO DE “La Vida es Sueño” COMENTE EL TEXTO SIGUIENTE RELACIONÁNDOLO CON LA OBRA COMPLETRA A LA QUE PERTENECE, Y CON LA OBRA DE LITERATURA UNIVERSAL CORRESPONDIENTE QUE HAYA LEÍDO Nace el bruto, y con la piel Nace el pez, que no respira, que dibujan manchas bellas, aborto de ovas y lamas, apenas signo es de estrellas y apenas bajel de escamas -gracias al docto pincel-, sobre las ondas se mira, cuando, atrevido y cruel, cuando a todas partes gira, la humana necesidad midiendo la inmensidad le enseña a tener crueldad, de tanta capacidad monstruo de su laberinto; como le da el centro frío; ¿y yo, con mejor instinto, ¿y yo, con más albedrío, tengo menos libertad? tengo menos libertad? . El fragmento a comentar pertenece a la obra “La vida es sueño” de Calderón de la Barca; publicada en 1636. Se encuentra dentro del teatro del Barroco (s. XVII) y más concretamente a las comedias del autor Calderón de la Barca. El teatro que se produce en esta época sigue los pasos del guión establecido por Lope de Vega durante el s. XVII en su obra “El arte nuevo de hacer comedia”. En él Lope marca las pautas que seguirán los dramaturgos como el autor del fragmento a comentar. Calderón de la Barca nació en Madrid en 1600. Escribió piezas teatrales muy conocidas, como “El alcalde de Zalamea”, “El médico de su honra” o “El gran teatro del mundo”, además de “La vida es sueño”, publicada en 1635. “La vida es sueño” se clasifica como un drama filosófico, a pesar de tener elementos propios del teatro barroco. La obra no respeta las tres unidades clásicas del teatro (hay varios espacios y la acción transcurre en varias semanas) y, como en el teatro barroco, hay una doble línea de acción: una es la acción más elevada y filosófica, que tiene como protagonista a Segismundo y a algunos personajes de la corte (Basilio, el rey, Clotaldo, Astolfo y Estrella). En esta línea de acción se plantea el tema de la predestinación o determinismo. La segunda línea de acción tiene que ver con el honor de una dama, Rosaura, a la que un noble (Astolfo) le había prometido en matrimonio para luego no querer cumplir con esa promesa. Esta segunda línea de acción cuenta con todos los elementos de las comedias de honor: personajes nobles, equívocos (Rosaura no sabe que Clotaldo es su padre), dobles identidades (Rosaura aparece caracterizada como dos personajes distintos). Otra característica de la obra es la presencia de personajes arquetípicos. Destaca la presencia del gracioso, Clarín, criado de Rosaura, que suele aparecer en momentos de tensión escénica, para hacer algún comentario gracioso. El fragmento forma parte de la escena segunda de la primera jornada y por tanto la introducción de la obra. “La vida es sueño” tiene como eje fundamental el destino, la honra y el honor y de cómo un hombre puede cambiar su destino o vida marcado previamente. Uno de los personajes que representan la base de la obra es Segismundo; personaje protagonista y autor de las palabras que se muestran en el texto a comentar. La situación del fragmento o el contexto de la historia se centra en Segismundo que se encuentra en la celda de la torre, donde esté encerrado. En concreto, se trata de un fragmento del primer monólogo de Segismundo, un soliloquio en que el personaje habla y reflexiona sobre la libertad que él no tiene y que diversos elementos de la naturaleza sí tienen. Segismundo es un hombre atormentado que no sabe nada de su pasado, no entiende el por qué está encerrado en esa celda desde que nació. Sólo tiene contacto con otro hombre; Clotaldo, quien le lleva la comida diariamente. En este caso, acaba de conocer a estos dos personajes y ambos se interesan por su estado y por lo que ha dicho. Este fragmento es parte del monólogo. El texto está formado por dos décimas: versos de ocho sílabas que riman en consonante siguiendo el esquema “abba accd dc”. El tema del fragmento, como queda dicho, es la falta de libertad de Segismundo, contrapuesta con la libertad de la que sí gozan otros elementos de la naturaleza. En estas dos décimas Segismundo se compara con un bruto (un toro) y un pez. En la primera décima se muestran elementos propios del Barroco, como las referencias mitológicas al Minotauro (“monstruo de su laberinto”). Calderón se refiere a Dios con la metáfora “el docto pincel”. El significado de la estrofa, en la que abunda el hipérbaton, sería: Apenas ha nacido el animal cuando Dios (docto pincel) pinta en su piel hermosas manchas que lo hacen signo del Zodíaco (“signo de estrellas”, Tauro). Pero la “humana necesidad (la necesidad de matar animales para comerlos o vestirse con su piel) obliga al animal a “tener crueldad” y a ser un “monstruo de su laberinto”, en referencia al Minotauro. El argumento que Segismundo propondrá en este caso es que él tiene mejor instinto que el toro, a pesar de tener menos libertad. En la segunda décima se compara con un pez, destaca de él cómo el pez se mueve sin criterio, pequeño en la inmensidad del mar, mientras que él tiene el albedrío, la capacidad de actuar reflexivamente. En ambas décimas, Segismundo emplea las preguntas retóricas y los argumentos para expresar que no entiende por qué él no es libre mientras que otros seres, en este caso un toro y un pez, sí lo son. Al final, y como también era propio del teatro barroco, se deshacen los malentendidos y, sin entrar jamás en ninguna contradicción ni rebelión con el poder, se acaba resolviendo todo perfectamente. De esta manera, Segismundo, que se había comportado como una fiera, acaba siendo un buen príncipe, justo, que perdona a su padre y a quienes le habían servido. Como tal príncipe, será el encargado de restablecer la honra de Rosaura, al obligar a Astolfo a cumplir su palabra de matrimonio. Se cumple de esta manera una de las funciones del teatro barroco: la función social, según la cual el rey era el personaje noble y justo, que solucionaba sus conflictos y al que el pueblo amaba y se entregaba hasta el fin. La parte en cursiva es la parte específica del texto. Lo que está en negro es válido para todo comentario. La obra de Shakespeare que he leído es Hamlet. Hamlet es una tragedia en la que el personaje principal debe vengar la muerte de su padre. Una de las principales cuestiones de la obra es la actitud de Hamlet, sus dudas, su angustia (el ser o no ser…). En Hamlet, el autor combina fuerzas contrarias como la lealtad y la deslealtad, la fidelidad y la traición (destaca la infidelidad de la madre, por ejemplo). El personaje central descubre la muerte de su padre desde buen principio, y eso le hace ver el mundo como un lugar indigno o podrido: pierde la fe en el hombre, el apego a la vida… Su existencia recuerda a la de Segismundo en el primer acto, cuando no entiende su situación (su encierro, su apartamiento del mundo). Hamlet encontrará un camino de huida, que será hacerse pasar por loco. La locura pasará de ser un camino para la venganza a una forma de mostrar que está en un mundo absurdo. Una vez más, podemos compararlo con Segismundo, cuando duda entre si está viviendo o si está soñando. En cuanto a los personajes de Hamlet, destacan la madre y Claudio, el nuevo rey. Son los responsables del destino de Hamlet. Ofelia es un personaje puro, que parece extraño al mundo de Hamlet. Podemos establecer una “relación” entre la madre de Hamlet y el padre de Segismundo, por ser los dos los que han marcado la vida de sus hijos. También podemos relacionar a Ofelia con Rosaura, pues ambas son personajes puros, al margen de las maquinaciones de poder y las ambiciones. El “mundo” que se dibuja en Hamlet es muy cercano al modelo barroco: el mundo es un caos sin sentido, dominado por las pasiones y el engaño. El tiempo lo destruye todo (belleza, afectos…) y la vida está marcada por su límite temporal. Se trata de un “mundo” típicamente barroco. En cuanto a la estructura de la obra, Hamlet, al igual que La vida es sueño, no sigue las normas clásicas. No hay unidad de espacio, pues alternan espacios exteriores con interiores, el tiempo en que transcurre la acción es indeterminado, y la obra está dividida en cinco actos. En cuanto al estilo, podemos ver semejanzas con La vida es sueño. Por ejemplo, se aprecia una variedad de registros, o la mezcla entre el tono cómico (en La vida es sueño es Clarín) y el tono trágico.