Curso: Asignatura: Tema: 1º Grado en Derecho Alumno: Haidar Najem Gª de Vinuesa Historia del Derecho El Derecho hispano-visigodo, tema 8 – Bloque 4 8.1-Territorialidad y personalidad del Derecho hispano-godo Decimos que las leyes o códigos tienen carácter personal cuando van destinados a un determinado grupo de personas; la territorialidad supone por el contrario que esas normas rigen en todo el territorio de la comunidad política. El Estado visigodo se asentó sobre un doble componente étnico (hispanorromanos y godos). ¿Las leyes y códigos visigodos fueron de carácter personal o de carácter territorial? 8.1.1-Teoría tradicional: personalidad de los códigos Siguiendo el principio de la personalidad, típico de la legislación germana, el Código de Eurico fue dictado exclusivamente para los visigodos, mientras que la población hispanorromana siguió haciendo uso del Código Teodosiano. Posteriormente los hispanorromanos recibieron el Breviario de Alarico, continuando el Código de Eurico vigente para los godos. Más tarde, Leovigildo revisó el código euriciano y publicó el Codex Revisus, mientras que los hispanorromanos siguieron usando el Breviario de Alarico. Finalmente, el Liber Iudiciorum derogó todo lo anterior e instauró un derecho territorial común para godos y romanos. Esta concepción explica la vigencia simultánea de códigos distintos, pero, de otra parte, reconoce la creciente preocupación por unificar el Derecho de dos comunidades que se fueron igualando con el paso del tiempo. 8.1.2-Teoría territorialista La tesis central de García Gallo fue que esos tres códigos, de Eurico, Alarico y Leovigildo, tuvieron vigencia territorial común para godos y romanos, y en consecuencia se derogaron entre sí sucesivamente: el Código de Eurico fue desplazado por el Breviario de Alarico; éste por el Codex Revisus de Leovigildo, y éste a su vez por el Liber Iudiciorum. 8.1.3-Tesis mixta Alvarado propone una tesis de carácter mixto cuyo eje argumental es la afirmación de que el Derecho romano fue siempre aplicado, en una primera etapa como ordenamiento principal para los romanos y subsidiario para los godos, y en otra segunda etapa como forma subsidiaria general. Rechaza así la territorialidad del Derecho visigodo con la consiguiente derogación de un código por otro y se cuestiona también la tesis de personalidad. 8.2-Elementos integrantes 8.2.1-El Código de Eurico Eurico será mencionado por San Isidoro como el primer rey bajo cuyo gobierno los godos comenzaron a regirse por leyes y no por costumbres. Es por tanto, el primer rey legislador. Conocemos el cuerpo legal que supone el Código de Eurico gracias al palimpsesto que se conserva en la Biblioteca Nacional de París. El texto se basa en el Derecho romano, aunque no se pueden ignorar las reivindicaciones germanistas. El texto bien podría ser un edictum dictado por Eurico tras la desintegración del Imperio Romano de Occidente. En él quedan derogadas una serie de normas romanas anteriores. 8.2.2-El Breviario de Alarico Este ordenamiento da cabida al Derecho romano oficial de las leges y los iura. Entre aquéllas, la fuente principal es el Código de Teodosio. Entre éstos figura un epítome o resumen 1 de las Instituciones de Gayo y las Sentitiae atribuidas a Paulo. La compilación lleva incluido un resumen o explicación, la llamada interpretatio. Fue fruto de una política de atracción dirigida a las minorías rectoras de la población romana. Tuvo una función didáctica. 8.2.3-El Codex Revisus de Leovigildo El monarca Leovigildo corrigió determinadas leyes de Eurico, añadió algunas nuevas y excluyó otras. No conservamos ni siquiera fragmentos de este código, sin embargo sabemos que de él provienen diversas leyes que aparecen en el Liber Iudiciorum precedidas de la inscripción antiqua, que serían las leyes nuevas citadas por Leovigildo en su momento. 8.2.4-El Liber Iudiciorum A mediados del siglo VII, Chindasvinto dicta un número abundante de leyes, tal vez con la intención de llevar a cabo una compilación. Posteriormente, el rey Recesvinto publica la gran compilación de leyes para godos y cristianos, el Liber Iudiciorum. Recesvinto es considerado como el “Justiniano godo”. Este código se divide en 12 libros, y éstos en títulos y leyes. Su planteamiento es ambicioso, su orden sistemático y su contenido muy rico. Recoge gran parte de las leyes antiguas. Da cabida a algunas de las leyes publicadas desde Recaredo hasta Recesvinto. El código reitera la derogación de las leyes romanas y establece que de no haber leyes aplicables el juez debe acudir al rey. 8.3-Obra legislativa de Eurico y Alarico II Eurico nace hacia el año 440 y accede al trono en el 466, tras conspirar contra su hermano. Inicia una política expansionista al margen de un Imperio Romano al borde de la destrucción. Esta política expansionista se proyecta por las Galias y penetra en tierras hispánicas. La corte de Tolosa, bajo el mando de Eurico, se convierte en la primera potencia de Occidente. Eurico fue el primer rey legislativo. Se le considera el autor del código que lleva su nombre, un cuerpo legal que nos es conocido en parte por un palimpsesto, y de forma mediata tanto por ciertas leyes recogidas en un texto extranjero como por aquellas otras que a través del Código de Leovigildo pasaron como antiguas al Liber Iudiciorum. (Contenido del Código en el epígrafe 8.2.1) En el año 506 una asamblea de obispos y representantes provinciales reunidos en Aduris aprobó el código elaborado por Alarico II. El código es reconocido por juzgarse dictado para la población hispanorromana del reino. Se trata de un ordenamiento que da cabida al Derecho romano oficial de leges y iuras, siendo el Código de Teodosio la fuente principal de este código. El preámbulo del código lo constituye una disposición del propio Alarico II, el commonitorium, dirigida al conde Timoteo. El rey refiere sus propósitos de que el ordenamiento sirva para disipar cualquier duda o ambigüedad. (Contenido del Breviario en el epígrafe 8.2.2) 8.4-El Derecho del reino visigodo de Toledo Al constituirse el reino visigodo de Toledo, las fuentes del Derecho romano siguen siendo, como en la época anterior, las leges y los iura. Las leges habían sido recopiladas con carácter privado por los juristas Gregorio y Hermogeniano. El Codex Gregorianus recogía las constituciones imperiales desde Adriano hasta fines del siglo III; el Codex Hermogenianus daba cabida a las posteriores. Más tarde se recibe en España el Codex Thodosianus, que de forma oficial recogía las leges promulgadas desde Constantino hasta Teodosio II. La literatura jurídica de los iura fue también sistematizada en el siglo IV en otras colecciones. A mediados del siglo VII, Recesvinto todavía permitió el estudio de las leyes romanas, aunque prohibió su uso y aplicación. Junto al derecho de leyes y códigos visigodos que hemos visto antes, hay que tener en cuenta las propias costumbres jurídicas. Ese derecho 2 consuetudinario germánico debió mezclarse con las prácticas de los hispanorromanas, sin llegar a superar elementales niveles de simplicidad y arcaísmo. La persistencia del derecho consuetudinario germánico carecería de relieve si no hubiera sido asociada a una interpretación de mayor alcance. Por último, reseñar los códigos visigodos: Código de Eurico, Breviario de Alarico II, Codex Revisus de Leovigildo y Liber Iudiciorum, explicados en los epígrafes anteriores. 8.5-Fuentes canónicas: la Hispana Las fuentes principales del Derecho canónico de esta época fueron los cánones conciliares y las epístolas pontificias. La recepción de estos textos tuvo lugar en fechas tardías y poco propicias para que la doctrina eclesiástica fuera formulada de un modo homogéneo y coherente. En España conocemos tres notables epítomes, dos correspondientes al reino de Toledo y uno al suevo: Colección de Novara y Epítome hispánico por una parte y Capítula Martini por otra. La obra cumbre del Derecho canónico visigodo es la Hispana, colección de cánones conciliares y epístolas pontificias redactada por San Isidoro de Sevilla. La riqueza del contenido y universalidad de sus planteamientos confieren a la Hispana un papel de capital importancia. Contó de tres recesiones o formas fijas del texto: la Isidoriana, la Juliana y la Vulgata. 3