ROMANTICISMO ESPAÑOL E HISPANOAMERICANO: CONCOMITANCIAS, INFLUENCIAS, POLEMICAS Y DIFUSION Investigador principal: Enrique Rubio Cremades Entidad: Universidad de Alicante Centro: Departamento de Filología Española, Lingüística General y Teoría de la Literatura Fecha de inicio: 01/01/2012 Fecha de fin: 31/12/2014 Duración: 3 años Referencia: FFI2011-26137 Financiación: Ministerio de Educación, ciencia e innovación El proyecto se plantea como un estudio de conjunto que abarca, sobre la base de las relaciones entre la literatura española e hispanoamericana del Romanticismo, un amplio marco de intereses: influencias, concomitancias, polémicas, difusion a través de la prensa, publicaciones de libros de autores españoles en los países hispanoamericanos, y viceversa, entre otros muchos aspectos. En las últimas décadas la crítica ha ponderado siempre la influencia extranjera en la literatura hispanoamericana en detrimento del influjo de la española. Francia será, en primer lugar, el foco que mayor influencia ejercerá en Hispanoamérica, seguido de Centroeuropa e Inglaterra. Evidentemente, se tiende a silenciar la deuda de la literatura española de forma harto parcial. Nuestra intención es, partiendo de géneros y autores concretos, clalrificar esta deuda literaria. Este proyecto se concibe como un estudio amplio, renovador, que busca recuperar autores y obras tanto publicadas en España como al otro lado del Atlántico y que permita, a su vez, seguir ahondando en las parcelas menos trabajadas de los autores clásicos del Romanticismo. Por estas razones en este primer periodo del proyecto (2012-215) nuestro interés se centrará en la prosa de la época romántica, prestando especial atención a la importancia de las ideas, autores y obras que se difunden a través de la influyente prensa del momento. Iniciaríamos nuestra investigación estableciendo una clasificación de contenidos y géneros literarios. En primer lugar analizaríamos las figuras más representativas del periodismo español e hispanoamericano durante el Romanticismo. Larra y Mesonero Romanos influyen con especial detenimiento en todo el continente americano de habla hispana. Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Venezuela, México y Cuba, especialmente, serán los países receptores de esta influencia española. También incluiríamos y analizaríamos la presencia de periodistas satíricos y festivos españoles en las letras hispanoamericanas. Escritores argentinos, como Juan Bautista Alberdi, señalarán su admiración por Larra al adoptar el sudónimo de Figarillo y utilizar los mismos recursos literarios, contenidos e intención satírica que Larra. En Chile la influencia de Larra y Mesonero es extraordinaria. Son modelos únicos del periodismo costumbrista de la época. Sirva como botón de muestra la obra del chileno José Victorio Lastarría –discípulo del español José Joaquín de Mora- admirador de Mesonero Romanos y Larra. Los colombianos Modesto Omiste, Julio Lucas y Julio César Valdés, entre otros muchos, reconocerán también ser deudores de periodistas españoles, desde Modesto Lafuente (Fray Gerundio), hasta Pelegrín, Larra y Estébanez Calderón. No pocos artículos de costumbres de Ricardo Palma denotan la huella de Mesoneros Romanos y si bien es verda que el contexto urbano pertenece a Perú, a sus principal orbe, Lima, el enfoque y el concepto de sátira es semejante al de El Curioso Parlante. Esta huella española se da también en escritores colombianos y venezolanos. Al prolífico escritor y periodista José Cacedo Rojas le llamaban el Mesonero Romanos colombiano y a Juan de Dios Restrepo le apodaban el Larra colombiano. La escritora Josefa Acevedo de Gómez se daría también a conocer en la prensa colombiana como admiradora de los maestros costumbristas españoles, al igual que Soledad Acosta de Samper y José Joaquín de Ortiz, entre otros muchos periodistas. El venezolano Fermín Toro señalaría en su célebre obra Costumbres de Barullópolis su admiración por Mesonero, al igual que el guatemalteco José Milla Vidaurre o el cubano José Ramón de Betancourt. Todo el costumbrismo cubano presenta una deuda literaria indiscutible con los escritores españoles ya citados, especialmente los artículos de costumbres publicados en periódicos de la época y reunidos años más tarde en colecciones antológicas, como en el caso de José María de Cárdenas y Rodríguez, José Victorino Betancourt, Manuel Costsales y Gaspar Betancourt, cuyas célebres escenas de la vida cotidiana guardan un estrecho parentesco con las obras de Larra, Modesto Lafuente, Estébanez Calderón y Mesonero Romanos. En este proyecto incluiríamos también las celebérrimas colecciones costumbristas publicadas en América a mediados del siglo XIX, pues son el testimonio más representativo del elenco cultural y periodístico del momento. Nos referimos a las huellas literarias existentes en las colecciones Las habaneras pintadas por sí mismas (1847), Los cubanos pintados por sí mismos (1852) y Los mexicanos pintados por sí mismos (1854) de la colección española Los españoles pintados por sí mismos (1843-1844). Colecciones que constituyen una auténtica rareza bibliográfica y que sirven de modelo y engarce con el nacimiento de la novela realistacostumbrista hispanoamericana. La finalidad de este proyecto consiste también en analizar la huella de los novelistas españoles en la incipiente narrativa hispanoamericana desde una doble óptica o perspectiva. Por un lado, la referida a los escritores de uno y otro continentes; por otro, desde los contenidos o temas que remiten al lector a motivos o aspectos de la historia de España y personajes literarios de ilustre tradición en la literatura española. Sirva como botón de muestra la célebre novela de Juan Bautista Alberdi, Peregrinación de Luz del Día, en la que se aborda la fijura del donjuán. La novela de costumbres española influye en la narrativa hispanoamericana a través de Fernán Caballero, escritora que figura en los anales de la historia literaria como engarce entre el Romanticismo y el Realismo, al igual que Alarcón. Es el caso, por ejemplo, de la novelista boliviana Lindura Anzoátegui de Campero o de la colombiana Soledad Acosta de Samper, escritoras admiradoras de la autora española tanto en su reflexiones como en su andadura novelística. Como es bien sabido Fernán Caballero gozó de gran prestigio, traducida y elogiada fuera de España por ser considerada una excelente narradora. Fue también traducida al inglés y al francés con una celebridad inusual. La intención moralizadora, la comtraposición de tipos, la naturalidad y sencillez de la exposición así como el prurito de las reflexiones morales, serán aspectos que aparezcan con no poca insistencia en una de las más fecundas escritoras bolivianas, Soledad Acosta. La novela histórica hispanoamericana presenta huella indelebles de los principales autores españoles adcritos al relato histórico-folletinesco, como en el caso de Fernández y González, imitado hasta la saciedad y leído en la América hispana con no poca fruición. Fue digno rival de Walter Scott y sus novelas, especialmente El cocinero de su Majestad, Men Rodríguez de Sanabria, El condestable don Álvaro de Luna, El bastardo de Castilla, Obispo, casado y rey y La Jura de Santa Gadea fueron reeditas en Hispanoamérica y publicadas por entregas en los principales periódicos durante el segundo tercio del siglo XIX. Los célebres escritores mejicanos Juan Antonio Mateos y Vicente Riva Palacio son los máximos exponentes de esta influencia española, al igual que el conocido escritor puertorriqueño Alejandro de Tapia y Rivera, cuyas novelas Póstumo el transmigrado: historia de un un hombre que resucitó en el cuerpo de su enemigo y Pósumo envirginado o historia de un hombre que se trasladó al cuerpo de una mujer guardan estrecho parentesco con la novela de Fernández y González Historia de un hombre contada por su esqueleto. Respecto a los contenidos de transfondo histórico español en la narrativa hispanoamericana cabe señalar la presencia de personajes infartados en una trama o peripecia argumental cuyo desarrollo tiene lugar en un país específico de América hispana. Un ejemplo de los muchos existentes sería la célebre novela Antonelli basada en la época colonial de Felipe II o la debida a Vicente Riva Palacio, La vuelta de los muertos, cuyo argumento reconstruye la vida de Hernán Cortés. Incluso, se publican novelas en México, por ejemplo, con un contenido basado exclusivamente en la historia de España, como la titulada El misterioso, de Mariano Meléndez Muñoz, cuyo contenido narra la azorosa y misteriosa vida de don Carlos, hijo de Felipe II. Cabe señalar también que el escritor romántico hispanoamericano no difiere en nada al arquetipo de escritor europeo en su poliédrica trayectoria literaria, en sus incursiones a los distintos géneros que configuran el Romanticismo: novela, poesía y teatro. Esta polifacética trayectoria se da, prácticamente, en la casi totalidad de escritores españoles e hispanoamericanos. Incluso, serán periodistas afamados, como en el caso de Larra, que si bien figura en el canon literario como el creador del periodismo moderno, escribió novelas –El doncel de don Enrique el Doliente-, dramas –Macías- y poesías ajustadas tanto a la precepctiva neoclásica como de índole romántica. Este singular sello, el arquetipo del escritor romántico, se percibe también con nitidez en las letras hispanas, de ahí que no desdeñenos en nuestra investigación el escrutinio y análisis de obras teatrales publicadas y estrenadas en Hispanoamérica durante el Romanticismo. Obras en las que se percibe con claridad la influencia de Zorrilla, Bretón de los Herreros y clásicos del Siglo de Oro español. Este último propósito se llevaría a cabo una vez finalizada la primera fase de nuestro proyecto de investigación: la prosa romántica.