365799. . Tercera Sala. Quinta Época. Semanario Judicial de la Federación. Tomo XXV, Pág. 1447. NULIDAD DE LO ACTUADO. El incidente de nulidad de lo actuado sólo puede promoverse dentro del juicio, no cuando ha concluido éste; más lo que es acción incidental en el juicio, es acción principal cuando el juicio ya no existe, pues suponer que un acto nulo, cuando la parte no lo ha conocido dentro de la tramitación del juicio, es ya válido por existir una sentencia, puesta en alto por el fantasma de la cosa juzgada, es error y profunda injusticia que nunca pudo sancionar el legislador y que repugna a los más elementales principios de la moral y del buen sentido. Lo que es nulo seguirá siéndolo, mientras no venga un acto posterior que lo haga válido, ya porque la nulidad se purgue, o porque expresamente se consienta el acto nulo; podría objetarse que la falta de notificación de emplazamiento, da lugar al amparo, pero a ello debe contestarse que el juicio de garantías es un juicio extraordinario, y que debería considerarse demasiado pobre a nuestra legislación, si no diera medios ordinarios para subsanar los errores que se cometieran en los juicios, obligando, desde luego, a acudir a los recursos extraordinarios, como única salvación; así sucede cuando se embargan bienes a personas extrañas al juicio, quienes pueden recurrir al amparo, pero que no por esto están privadas del derecho de entablar la tercería excluyente de dominio; puede acudirse al amparo cuando se trata de la cosa juzgada por falta de notificación, por emplazamiento mal hecho, pero también puede promoverse el juicio de nulidad, y lógicamente, lo indicado es que deba usarse este medio, antes de recurrir al otro; y si por los términos vagos con que la ley habla de recursos, se ha admitido el amparo, cuando existe un medio legal para enmendar los errores de las autoridades, los principios generales en que descansa el juicio de garantías, excluyen la procedencia de él, cuando existen aquellos medios. Amparo civil en revisión 1171/27. González de García María de los Angeles. 13 de marzo de 1929. Mayoría de tres votos. Disidentes: Juan José Sánchez y Francisco Díaz Lombardo. La publicación no menciona el nombre del ponente. -1-