Alberto y Marta Tengo 61 años, Alberto 65, mi marido, mi compañero. Nos conocimos cuando él tenía 21 años y yo 17. Era hermoso, como a mi me gustaban los hombres, lindo como un sol, cabello castaño claro, piel tostada, ojos verdes y de poco hablar. Y por supuesto, ni me miraba. Yo le puse el ojo encima y dije: Éste será mio. En mi época, se hacían los asaltos ¿se acuerdan?, los muchachos llevaban la bebida y las chicas la comida, así que candidatos, sobraban, pero a mí me gustaba Alberto. Había un Gustavo que me arrastraba el ala (expresión de la época). Me invitó a salir y acepté. Yo creo que Alberto se enteró y como estaban medio peleados, él también me invitó y perdió. Ante el chamuyo, a Gustavo le dije que no y empecé a salir con Alberto. ¡Qué tiempo corto y feliz! ¡ Apretábamos todo el día y en cualquier rincón! Ya no era la prueba de amor con la que te engañaban todos, sino una calentura, mejor dicho y cultamente, AMOR, ARDOR, PASIÓN, JUEGO, JUVENTUD, POESÍA... No pensaba nada más que estar con él! Dejé de ir al colegio, y por supuesto, quedé embarazada. Primero me asusté, pero no por el embarazo, sino por el enojo de mis padres. No sabía la reacción de Alberto, quien se había ido a trabajar a Comodoro Rivadavia. Tenía todos los síntomas de una embarazada primeriza y no se lo podía contar a nadie: vómitos, malestares, sentía malos olores, asco, etc, etc.. Cuando el fin de semana siguiente vino a visitarme Alberto, le conté; puso cara seria y dijo: Bueno... Yo te voy a ayudar; buscá alguien que te haga el trabajo y yo lo pago. ¿Se imaginarán? Y yo esperaba una respuesta así, no sé porque ya esperaba una respuesta así. Entonces contesté; Sola contra el mundo, yo no te exijo nada; lo voy a tener, no te hagas problemas, no te pido nada, no te pido nada, podés irte. Allí cambió la cara: Entonces nos casamos. ¿No les parece fantástico? Yo hoy, 16 de junio de 2011, estoy caminando para arriba, para abajo, para el costado, para cualquier lado, porque El mi amor, tiene una neurisma abdominal, con peligro de muerte. La vida me ha parado frente a tantas puertas cerradas y oscuras... Ésta... será la última? Y seguiremos recordando este hermoso trayecto unidos y amantes... 43 años... Marta Avila