Diócesis de Coria-Cáceres. Vicaría de Pastoral Social. Escuela de Doctrina Social de la iglesia EL DESARROLLO DEL SER HUMANO Y DE LOS PUEBLOS. LA CUESTIÓN ECOLÓGICA 5 _________________________________ __________________________________________ Tres grandes Encíclicas son las que marcan la génesis y evolución de la DSI con respecto a este tema: 1.- Populorum progressio 2.- Sollicitudo rei socialis 3.- Caritas in veritate - Las tres encíclicas conforman una misma obra, una misma línea de abordar el problema del desarrollo humano, pues a partir de la primera, Populorum progressio, se van realizando las otras dos: a los veinte años Sollicitudo rei socialis, con Populorum progressio como base o punto de partida; y a los 20 años de Sollicitudo rei socialis y 42 de PP, se escribe Caritas in veritate, también con punto de partida en la primera encíclica. En el punto 8 de la Introducción de Caritas in veritate, Benedicto XVI nos dice: “A más de cuarenta años de la publicación de la Encíclica, deseo rendir homenaje y honrar la memoria del gran Pontífice Pablo VI, retomando sus enseñanzas sobre el desarrollo humano integral y siguiendo la ruta que han trazado, para actualizarlas en nuestros días. Este proceso de actualización comenzó con la Encíclica Sollicitudo rei socialis, con la que el Siervo de Dios Juan Pablo II quiso conmemorar la publicación de la Populorum progressio con ocasión de su vigésimo aniversario. Hasta entonces, una conmemoración similar fue dedicada sólo a la Rerum novarum. Pasados otros veinte años más, manifiesto mi convicción de que la Populorum progressio merece ser considerada como «la Rerum novarum de la época Cada una de ellas aborda el problema desde los nuevos y cambiantes problemas y fenómenos sociales, técnicos, ambientales y de carácter mundial que van apareciendo en la etapa en que son escritas. Recordando el Tema 1ª de este curso de DSI, las tres encíclicas tienen aspectos comunes, en primer lugar: su objetivo: el desarrollo de los pueblos, y luego: - Exponen el conocimiento y el análisis de la realidad social, económica, política y religiosa. Hacen un discernimiento cristiano de las situaciones. Ofrecen unos criterios y orientaciones ante los problemas. Llaman al compromiso de los católicos y de los hombres de buena voluntad. Tienen como guía la concepción cristiana del hombre y su valor único. 1 Diócesis de Coria-Cáceres. Vicaría de Pastoral Social. Escuela de Doctrina Social de la iglesia • que el fin del desarrollo económico no es el solo beneficio, sino el servicio del hombre en su integridad material, intelectual y religiosa; • que si bien la actividad humana tiene unas leyes que funcionan en forma independiente de la ética y de la religión (“autonomía del orden temporal”), esta actividad pierde su sentido propio, -el sentido humano-, si es despojada de la dimensión moral que es constitutiva de la actividad humana (cfr GS, 64); • que el desarrollo económico no debe ser abandonado al arbitrio de unos cuantos hombres o de algunos grupos, ni de la sola comunidad política, ni de algunas naciones poderosas, sino que debe permanecer bajo el control del hombre (cfr GS 65) y • que es necesario aplicar el máximo esfuerzo para que desaparezcan las enormes disparidades económico-sociales (cfr. GS 66). Síntesis del Contenido de Populorum Progressio: contemporánea», que ilumina el camino de la humanidad en vías de unificación.” 1.- Pablo VI: año 1967, Encíclica POPULORUM PROGRESIO1 El desarrollo no se reduce al simple crecimiento económico. Para ser auténtico debe ser integral, es decir, promover a todos los hombres y a todo el hombre. Con gran exactitud ha subrayado un eminente experto: «Nosotros no aceptamos la separación de la economía de lo humano, el desarrollo de las civilizaciones en que está inscrito. Lo que cuenta para nosotros es el hombre, cada hombre, cada agrupación de hombres, hasta la humanidad entera» (PP 2) La encíclica sigue el esquema JUZGAR-ACTUAR VER- Las ideas fundamentales de este documento se encuentran ya prefiguradas en el capítulo tercero de la IIª parte de Gaudium et Spes: “La Vida economicosocial”, especialmente en la primera sección que trata del desarrollo económico en los números 64 al 66. El pensamiento del Concilio en estos números es la razón de ser de Populorum progressio cuando expone: 1. Ver: los datos del problema [6-11]. 2. Juzgar: la doctrina de la Iglesia sobre el desarrollo [12-21]. 3. Actuar: 3.1. La tarea que debe emprenderse por los países subdesarrollados [22-42]. 3.2. El desarrollo solidario de la humanidad: las responsabilidades de los países desarrollados y de las instituciones internacionales [43-80] Después de un Preámbulo en el que el Papa justifica el tema y la acertada creación de la Pontificia Comisión Justicia y Paz, el documento se desarrolla en dos partes, en la primera reflexiona sobre El desarrollo integral del hombre, y en la segunda sobre El desarrollo solidario de la humanidad. 1 El desarrollo integral del hombre Nos hemos basamos para este resumen en la conferencia de Monseñor Vicente Jiménez Zamora: “En el 40 aniversario de Populorum Progresio y en el 20 de Sollicitudo rei sociales” editada por el Instituto Social León XIII y en la elaboración propia. Comienza Pablo VI presentando los datos del problema (nn.6-11). Recoge el Papa la aspiración de los hombres que es verse libres de la miseria, hallar con más seguridad la 2 Diócesis de Coria-Cáceres. Vicaría de Pastoral Social. Escuela de Doctrina Social de la iglesia propia subsistencia, la salud, una ocupación estable; participar más en las responsabilidades, fuera de toda opresión; ser más instruidos; hacer, conocer y tener más para ser más (n.6). También habla del colonialismo (problema candente en aquella época) y la situación de algunos países tras la descolonización, que no están preparados para enfrentarse con la realidad de la economía moderna (n. 6-7). El desequilibrio es creciente (n.8) y los conflictos aumentan hasta adquirir dimensiones mundiales (n. 9) produciéndose el choque entre las civilizaciones tradicionales y la civilización industrial (n. 10). reformas al servicio del hombre (nn. 32-34), sobre la educación y los programas de alfabetización (n. 35), sobre el papel de la familia (n. 36), sobre la demografía (n. 37), sobre las organizaciones profesionales y su pluralismo legítimo (n. 38-39), sobre la promoción cultural (n. 40) y sobre la tentación materialista (n. 41). Algo en lo que Populorum progressio insiste, de forma profética, es en que no se puede reducir el desarrollo al simple crecimiento económico. Pablo VI señala las características del desarrollo: integral; vocación al desarrollo; deber personal (no facultativo); comunitario; según una escala objetiva de valores; ambivalente; necesitado del trabajo de los técnicos, de pensadores y sabios, que alumbren un mundo nuevo. El desarrollo solidario de la humanidad La propiedad privada no constituye para nadie un derecho incondicional y absoluto. No hay ninguna razón para reservarse en uso exclusivo lo que supera a la propia necesidad, cuando a los demás les falta lo necesario. Encíclica Populorum progressio, núm. 23 La segunda parte está dedicada al desarrollo solidario de la humanidad. El desarrollo integral del hombre no puede darse sin el desarrollo solidario de la humanidad (n. 43), y añade el Papa que siendo un deber de todos atañe en primer lugar a los pueblos más favorecidos (n. 44). Se desarrollan 3 aspectos fundamentales en esta segunda parte: Concluye esta primera parte de la encíclica con las indicaciones sobre algunas acciones que se deben emprender: partiendo de que «Dios ha destinado la tierra y todo lo que en ella se contiene, para uso de todos los hombres y de todos los pueblos, de modo que los bienes creados deben llegar a todos en forma justa, según la regla de la justicia, inseparable de la caridad» (n. 22), el Papa presenta reflexiones concretas : sobre la propiedad (n. 23), sobre el uso de la renta y la expropiación (n. 24), sobre la industrialización (n. 25), sobre el capitalismo liberal (n. 26), sobre el trabajo (nn. 27-28), sobre el modo de realizar las reformas (n. 29), sobre los peligros de la violencia (nn. 3031), sobre la necesidad de programar las 1º) la asistencia a los pueblos débiles; 2º) la justicia social en las relaciones comerciales; 3º) la caridad universal; Pablo VI finaliza con un llamamiento para que los católicos (nn. 81 - 87), los cristianos y creyentes, los hombres de buena voluntad, los hombres de estado y los sabios unan sus esfuerzos en esta noble tarea, porque el desarrollo es el nuevo nombre de la paz y todos deben trabajar para lograrlo. El desarrollo es el nuevo nombre de la Paz, que sólo será posible en un mundo dominado por el bien común y el “desarrollo espiritual” de todos como fruto de “la justicia más perfecta del hombre”. 3 Diócesis de Coria-Cáceres. Vicaría de Pastoral Social. Escuela de Doctrina Social de la iglesia La SRS tiene siete partes. La parte I es una introducción. En ella el Papa señala cómo la configuración del mundo ha sufrido notables cambios entre 1967 y 1987, de modo que ha llegado a adquirir aspectos completamente nuevos (cf. SRS n. 7). 2.- Juan Pablo II: año 1987, Encíclica SOLLICITUDO REI SOCIALIS2 “Ciertamente, la diferencia entre « ser » y « tener », y el peligro inherente a una mera multiplicación o sustitución de cosas poseídas respecto al valor del « ser », no debe transformarse necesariamente en una antinomia. Una de las mayores injusticias del mundo contemporáneo consiste precisamente en esto: en que son relativamente pocos los que poseen mucho, y muchos los que no poseen casi nada. Es la injusticia de la mala distribución de los bienes y servicios destinados originariamente a todos. (SRS 4) La parte II presenta la novedad de la “Populorum progressio”, analizada en su estructura y en la amplitud de horizontes que caracteriza a ese documento. Especialmente importante fue el análisis con el que Pablo VI hizo ver cómo el tema social debía ser tratado en un contexto de universalidad, puesto que las decisiones de unos (especialmente de los países más ricos) afectan a todos (especialmente a los más pobres). También resultaba de valor el análisis de la noción de “desarrollo”, que no puede ser correcto si la acumulación de riquezas y bienes por parte de algunos se consigue “a costa del subdesarrollo de muchos, y sin la debida consideración por la dimensión social, cultural y espiritual del ser humano” (cf. SRS n. 9, citando “Populorum Progressio” n. 14). La parte III esboza un panorama del mundo contemporáneo. Leer hoy día esta parte nos lleva a pensar que las reflexiones ofrecidas en 1987 contienen numerosos elementos que siguen siendo válidos para comprender la situación que vivimos actualmente, si bien en Europa y en otras partes del mundo, después de la caída del bloque comunista (en torno al año 1989), se hayan producido cambios políticos de gran transcendencia . Notamos, igualmente, que la esperanza de desarrollo presentada en la PP, estaba muy lejos de ser realidad en 1987 (podemos añadir, también hoy), por la miseria en la que vivían (y viven) millones de seres humanos (cf. SRS nn. 12-19). Juan Pablo II incluso señaló cómo se había llegado a una acentuación del subdesarrollo, motivada por muchos factores que llevaron a que los países ricos fuesen más ricos y los más pobres siguiesen en situaciones intolerables de miseria, agravadas por problemas como los Sollicitudo rei socialis (Preocupación Social) se escribe por el vigésimo aniversario de la encíclica de Pablo VI, “Populorum Progressio” ¿Qué pretendía Juan Pablo II con su encíclica? Por una parte, resaltar la importancia y la actualidad de la primera y, por otro, reafirmar la continuidad y la renovación de la doctrina social de la Iglesia (cf. SRS n. 3) 2 Nos hemos basamos para este resumen en una síntesis genérica de Church Forum (http://www.churchforum.org/ ) y en la elaboración propia. 4 Diócesis de Coria-Cáceres. Vicaría de Pastoral Social. Escuela de Doctrina Social de la iglesia sobre el ambiente y la naturaleza (la ecología), un tema tratado de modo profundo en SRS n. 34. originados por culpa de la deuda externa (cf. SRS n. 19). En la misma parte III se menciona el tema del conflicto entre bloques (Oriente y Occidente) que trajo consigo, en buena parte, el estancamiento del “Sur” (subdesarrollado) respecto del “Norte” (desarrollado). Juan Pablo II hablaba también de aquellos conflictos bélicos que habían llevado a invertir en la compra de armas en vez de hacerlo en el necesario bienestar de los más pobres, además de provocar un drama inmenso en millones de refugiados . La parte V ofrece una lectura teológica de la situación actual (la que se daba en 1987, y que sigue siendo válida para hoy). Juan Pablo II recordaba la existencia de estructuras de pecado originadas desde opciones egoístas, desde pecados personales. A la vez, señalaba la importancia de la misericordia y del cambio en las actitudes espirituales para conseguir una actitud opuesta a la del egoísmo y del pecado: la actitud de la solidaridad, de la “entrega por el bien del prójimo, que está dispuesto a «perderse», en sentido evangélico, por el otro en lugar de explotarlo, y a «servirlo» en lugar de oprimirlo para el propio provecho” (SRS n. 38) . Aquí arrancan una serie de análisis sobre el valor humano y cristiano de la virtud de la solidaridad. Gracias a ella es posible descubrir la unidad profunda entre los seres humanos, una unidad que arranca del conocimiento de la comunión que existe en Dios mismo, Trinidad de personas (cf. SRS n. 40) . La parte III termina señalando algunas señales positivas, como la valorización de la dignidad humana (propia y de los demás), la promoción de la solidaridad, y algunas conquistas de países antes subdesarrollados que habían alcanzado un cierto nivel de autosuficiencia alimentaria (cf. SRS n. 26). La parte IV busca profundizar en la auténtica noción de desarrollo, una noción más rica y completa que la idea de progreso elaborada en el contexto del Iluminismo occidental. Cuando se acumulan bienes y recursos sin un objetivo moral, es posible que tal acumulación se vuelva contra el mismo hombre, lo cual lleva a producir más daños que beneficios (cf. SRS n. 28) . En la SRS también destaca la denuncia formulada contra aquella mentalidad que busca “tener” mientras deja de lado la construcción de un correcto “ser”. En realidad, la posesión de bienes buscados en sí mismos va contra la vocación auténtica del hombre, que es imagen de Dios y que está destinado a la inmortalidad (cf. SRS nn. 28-30). Se hace necesario recuperar una correcta jerarquía de valores, de modo que nunca el “tener” de algunos sea posible a costa del “ser” de muchos otros (cf. SRS n. 31). Juan Pablo II trataba, en esa misma parte IV, otros aspectos, entre los que conservan gran actualidad las reflexiones La parte VI expone algunas orientaciones particulares. Como recordaba el Papa, no se trata de ofrecer una “tercera vía” entre el capitalismo y el colectivismo marxista (cf. SRS n. 41, una idea recogida en la encíclica “Centesimus annus” n. 43). Se trata más bien de ofrecer la doctrina social de la Iglesia en un contexto internacional, subrayando la importancia de la opción o amor preferencial hacia los pobres, y la necesidad de un correcto uso de los bienes materiales, que están destinados al beneficio de todos (cf. SRS n. 42). Juan Pablo II hablaba también de la importante labor que pueden realizar los organismos internacionales, que sólo tienen sentido en vistas del bien común. Pero también hacía ver cómo cada nación debe responsabilizarse en primer lugar en la búsqueda del desarrollo pleno de sus miembros (cf. SRS n. 44), en el contexto de interdependencia que invita a todos a un mayor compromiso por la solidaridad (cf. SRS n. 45) 5 Diócesis de Coria-Cáceres. Vicaría de Pastoral Social. Escuela de Doctrina Social de la iglesia humano integral, desde una perspectiva creyente. El anuncio de Cristo es el primer y principal factor de desarrollo (8). Porque nos evidencia el amor de Dios a todos y nos estimula a vivir como hermanos. A lo largo de seis capítulos aborda facetas del desarrollo humano integral en la caridad y en la verdad. A la relación entre ambas dedica la Introducción. "Sin verdad, la caridad cae en mero sentimentalismo. El amor se convierte en un envoltorio vacío que se rellena arbitrariamente. Éste es el riesgo fatal del amor en una cultura sin verdad." (3). "Un cristianismo de caridad sin verdad se puede confundir fácilmente con una reserva de buenos sentimientos, provechosos para la convivencia social, pero marginales. De este modo, en el mundo no habría un verdadero y propio lugar para Dios" (n. 4). La parte VII es una conclusión en la que se tocan diversos temas. En ella brilla la confianza en Dios, que ha prometido intervenir en la historia humana; y en el hombre, en quien, a pesar de sus debilidades, existe una bondad original, que viene del hecho de que somos imagen del Creador (n. 47). 3. Benedicto XVI: año 2009, Encíclica CARITAS IN VERITATE3 La caridad es la vía maestra de la doctrina social de la Iglesia. Todas las responsabilidades y compromisos trazados por esta doctrina provienen de la caridad que, según la enseñanza de Jesús, es la síntesis de toda la Ley (cf. Mt 22,36-40). Ella da verdadera sustancia a la relación personal con Dios y con el prójimo; no es sólo el principio de las micro-relaciones, como en las amistades, la familia, el pequeño grupo, sino también de las macrorelaciones, como las relaciones sociales, económicas y políticas. Para la Iglesia — aleccionada por el Evangelio—, la caridad es todo porque, como enseña San Juan (cf. 1 Jn 4,8.16) y como he recordado en mi primera Carta encíclica «Dios es caridad» (Deus caritas est): todo proviene de la caridad de Dios, todo adquiere forma por ella, y a ella tiende todo. La caridad es el don más grande que Dios ha dado a los hombres, es su promesa y nuestra esperanza. (CIV nº 2) No es documento político: La Iglesia no tiene como tarea dar soluciones políticas, sino orientar y estimular (9), como había expresado con claridad en Deus caritas est. Tampoco es económico: Se publica en tiempo de crisis pero no es mera respuesta a ella. No se puede encasillar: no es capitalista ni socialista. Esta encíclica consta de una introducción, seis capítulos y una conclusión. En la Introducción el Papa recuerda que la caridad es "la vía maestra de la doctrina social de la Iglesia". Por otra parte, dado el "riesgo de ser mal entendida o excluida de la ética vivida" advierte de que "un cristianismo de caridad sin verdad se puede confundir fácilmente con una reserva de buenos sentimientos, provechosos para la convivencia social, pero marginales". Lo que es y lo que no es esta encíclica: Es un documento de la Doctrina Social de la Iglesia (DSI), orientado al desarrollo El desarrollo necesita esta verdad, escribe Benedicto XVI y analiza dos criterios orientadores de la acción moral: la justicia y el bien común. Todo cristiano está llamado a esta caridad, según su vocación y sus posibilidades de incidir en la polis. Para el Papa esta es la vía institucional del vivir social. 3 Nos hemos basamos para este resumen en dos fuentes: una la conferencia de D. Rafael Mª Sanz de Diego, (SJ, Profesor del Master de Doctrina Social de la Iglesia de la Universidad Pontificia de Comillas) “Caritas in veritate, primer contacto”, editada por el Instituto Social León XIII (http://www.instituto-social-leonxiii.org/). En la síntesis ofrecida por la Oficina de Prensa de la Santa Sede, y en la elaboración propia. 6 Diócesis de Coria-Cáceres. Vicaría de Pastoral Social. Escuela de Doctrina Social de la iglesia Otro aspecto ligado al desarrollo es el "derecho a la libertad religiosa. La violencia escribe el Papa-, frena el desarrollo auténtico" y esto "ocurre especialmente con el terrorismo de inspiración fundamentalista". El primer capítulo está dedicado al mensaje de la "Populorum progressio" de Pablo VI que "reafirmó la importancia imprescindible del Evangelio para la construcción de la sociedad según libertad y justicia". El pontífice evidencia que "las causas del subdesarrollo no son principalmente de orden material". Están ante todo en la voluntad, el pensamiento y todavía más "en la falta de fraternidad entre los hombres y los pueblos". "Fraternidad, desarrollo económico y sociedad civil" es el tema del tercer capítulo, que se abre con un elogio de la experiencia del don, no reconocida a menudo, "debido a una visión de la existencia que antepone a todo la productividad y la utilidad. (...) El desarrollo, (...) si quiere ser auténticamente humano, necesita en cambio dar espacio al principio de gratuidad", y por cuanto se refiere al mercado la lógica mercantil, ésta debe estar "ordenada a la consecución del bien común, que es responsabilidad sobre todo de la comunidad política". "El desarrollo humano en nuestro tiempo" es el tema del segundo capítulo. "El objetivo exclusivo del beneficio, cuando es obtenido mal y sin el bien común como fin último corre el riesgo de destruir riqueza y crear pobreza" Y enumera algunas distorsiones del desarrollo: una actividad financiera "en buena parte especulativa", los flujos migratorios "frecuentemente provocados y después no gestionados adecuadamente o la explotación sin reglas de los recursos de la tierra". Frente a esos problemas ligados entre sí, el Papa invoca "una nueva síntesis humanista", constatando después que "el cuadro del desarrollo se despliega en múltiples ámbitos: (...) crece la riqueza mundial en términos absolutos, pero aumentan también las desigualdades (...) y nacen nuevas pobrezas". Retomando la encíclica "Centesimus annus" indica "la necesidad de un sistema basado en tres instancias: el mercado, el Estado y la sociedad civil" y espera en "una civilización de la economía". Hacen falta "formas de economía solidaria" y "tanto el mercado como la política tienen necesidad de personas abiertas al don recíproco". El capítulo se cierra con una nueva valoración del fenómeno de la globalización, que no se debe entender solo como "un proceso socioeconómico". La globalización necesita "una orientación cultural personalista y comunitaria abierta a la trascendencia (...) y capaz de corregir sus disfunciones". "En el plano cultural -prosigue- las posibilidades de interacción" han dado lugar a "nuevas perspectivas de diálogo", (...) pero hay un doble riesgo". En primer lugar "un eclecticismo cultural" donde las culturas se consideran "sustancialmente equivalentes". El peligro opuesto es el de "rebajar la cultura y homologar los (...) estilos de vida". Benedicto XVI recuerda "el escándalo del hambre" y auspicia "una ecuánime reforma agraria en los países en desarrollo". En el cuarto capítulo, la Encíclica trata el tema del "Desarrollo de los pueblos, derechos y deberes, ambiente". "Gobierno y organismos internacionales no pueden olvidar "la objetividad y la indisponibilidad" de los derechos. A este respecto, se detiene en las problemáticas relacionadas con el crecimiento demográfico. Asimismo, el pontífice evidencia que el respeto por la vida "en modo alguno puede separarse de las cuestiones relacionadas con el desarrollo de los pueblos" Reafirma que la sexualidad no se puede "reducir a un mero hecho hedonístico y lúdico". Los Estados, escribe, "están llamados a realizar políticas que promuevan la centralidad de la familia". 7 Diócesis de Coria-Cáceres. Vicaría de Pastoral Social. Escuela de Doctrina Social de la iglesia fenómeno perverso del turismo sexual. "Es doloroso constatar que se desarrolla con frecuencia con el aval de los gobiernos locales". El Papa afronta a continuación al fenómeno "histórico" de las migraciones. "Todo emigrante, afirma, "es una persona humana" que "posee derechos que deben ser respetados por todos y en toda situación". El último párrafo del capítulo lo dedica el Pontífice "a la urgencia de la reforma" de la ONU y "de la arquitectura económica y financiera internacional". Urge "la presencia de una verdadera Autoridad política mundial" (...) que goce de "poder efectivo". La economía tiene necesidad de la ética para su correcto funcionamiento; no de cualquier ética sino de una ética amiga de la persona". La misma centralidad de la persona, escribe, debe ser el principio guía "en las intervenciones para el desarrollo" de la cooperación internacional. (...) Los organismos internacionales deberían interrogarse sobre la real eficacia de sus aparatos burocráticos", "con frecuencia muy costosos". El Santo Padre se refiere más adelante a las problemáticas energéticas. "El acaparamiento de los recursos" por parte de Estados y grupos de poder, denuncia, constituyen "un grave impedimento para el desarrollo de los países pobres". (...) "Las sociedades tecnológicamente avanzadas añade- pueden y deben disminuir la propia necesidad energética", mientras debe "avanzar la investigación sobre energías alternativas". El sexto y último capítulo está centrado en el tema del "Desarrollo de los pueblos y la técnica". El Papa pone en guardia ante la "pretensión prometeica" según la cual "la humanidad cree poderse recrear valiéndose de los 'prodigios' de la tecnología". La técnica, subraya, no puede tener una "libertad absoluta". El campo primario "de la lucha cultural entre el absolutismo de la tecnicidad y la responsabilidad moral del hombre es hoy el de la bioética", explica el Papa. "La razón sin la fe está destinada a perderse en la ilusión de la propia omnipotencia". La cuestión social se convierte en "cuestión antropológica". La investigación con embriones, la clonación, lamenta el Pontífice, "son promovidas por la cultura actual", que "cree haber desvelado todo misterio". El Papa teme "una sistemática planificación eugenésica de los nacimientos". En la Conclusión de la Encíclica, Benedicto XVI subraya que el desarrollo "tiene necesidad de cristianos con los brazos elevados hacia Dios en gesto de oración", de "amor y de perdón, de renuncia a sí mismos, de acogida al prójimo, de justicia y de paz". "La colaboración de la familia humana" es el corazón del quinto capítulo, se pone de relieve que "el desarrollo de los pueblos depende sobre todo del reconocimiento de ser una sola familia". Desde ahí la religión cristiana puede contribuir al desarrollo "solo si Dios encuentra un puesto también en la esfera pública". El Papa hace referencia al principio de subsidiaridad, que ofrece una ayuda a la persona "a través de la autonomía de los cuerpos intermedios". La subsidiariedad, explica, "es el antídoto más eficaz contra toda forma de asistencialismo paternalista" y es más adecuada para humanizar la globalización". Asimismo, Benedicto XVI exhorta a los Estados ricos a "destinar mayores cuotas" del Producto Interior Bruto para el desarrollo, respetando los compromisos adquiridos. Y augura un mayor acceso a la educación y, aún más, a la "formación completa de la persona" afirmando que, cediendo al relativismo, se convierte en más pobre. Un ejemplo, escribe, es el del 8 Diócesis de Coria-Cáceres. Vicaría de Pastoral Social. Escuela de Doctrina Social de la iglesia LECTURAS COMPLEMENTARIAS DEL COMPENDIO DE DSI Y DEL CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA -Sobre la cooperación internacional para el desarrollo: nn.446-450 -Sobre la salvaguarda del medio ambiente;: nn.451-467 -Catecismo de la Iglesia Católica: nn. 2437-2441; 2415-2418 ACTIVIDADES Tomando como ejemplo el esquema que sobre Populorum progressio damos a continuación (Ver, Juzgar, Actuar) elegir una de las dos síntesis de las encíclicas restantes que hemos visto y hacer un esquema similar. VER -Las aspiraciones humanas implican: liberación de la miseria (el hambre y la desnutrición retardan el desarrollo físico y mental), seguridad en tener medios de subsistir, corresponsabilidad, pero sin opresión, mejoramiento en la educación. - Los métodos tradicionales son insatisfactorios. - Los conflictos sociales actuales tienen dimensión mundial. Las naciones industrializadas exportan frecuentemente productos manufacturados y los países subdesarrollados materias primas. Los precios de los primeros aumentan y las naciones subdesarrolladas tienen problema para equilibrar sus economías . - Las estructuras no se han adaptado a las nuevas circunstancias. El libre comercio no es capaz de regular las relaciones internacionales - Se pone en tela de juicio los principios fundamentales del liberalismo. Falta interés por los demás JUZGAR I. La Iglesia, en respuesta a las enseñanzas de Jesús, debe apoyar el progreso humano. Fue fundada para establecer el reino de los Cielos aquí en la tierra. El desarrollo exige una acción de conjunto en aspectos económicos, sociales, culturales y espirituales. No se puede limitar al crecimiento económico, sino que mirar al potencial económico en su integridad. II. II. Principios de reflexión: -Sobre las personas: Tienen el derecho de auto superarse. En cuanto insertos en una dimensión espiritual, han de orientar su vida hacia Dios, con un humanismo trascendental. a. cada persona es miembro de la sociedad. Su trabajo es una necesidad, pero hay que evitar la codicia. La avaricia es la forma más evidente del subdesarrollo moral. b. el desarrollo autentico implica los más altos valores del amor, la amistad, la oración y la contemplación. -Sobre el desarrollo subsidiario: a. los ricos han de ser generosos al sacrificarse. b. Los países industrializados han de ayudar financiera y educativamente a los subdesarrollados. La riqueza superflua de los países ricos debe ponerse al servicio de las naciones pobres. Los dispensarios públicos y privados son un escándalo enorme. - Sobre la propiedad en el destino universal de los bienes: a. Dios destina la tierra y sus recursos para el uso de todos, y los demás derechos sean de subordinar a éste. b. La propiedad privada no es un derecho absoluto e incondicional, sino que debe 9 Diócesis de Coria-Cáceres. Vicaría de Pastoral Social. Escuela de Doctrina Social de la iglesia ejercerse como un medio para el bien común. -Sobre la industrialización: a. La industrialización es necesaria para el crecimiento económico y el progreso. b. Las estructuras capitalistas (utilidades, competencia y propiedad privada ilimitada son desafortunadas. c. La industrialización puede separarse del sistema capitalista. -Sobre las relaciones comerciales: a. Cuando las partes contrastantes son desiguales en cuanto a la condición de trabajo el consenso queda vacío. La libertad del comercio sólo es legal sí se sujeta a la justicia social. b. Las platicas y negociaciones son necesarias para conseguir igualdad de oportunidades. c. El nacionalismo y el racismo son grandes obstáculos para la justicia en los tratos. -Sobre el desarrollo y la paz: a. La paz debe hacerse según Dios. A escala mundial todos deben cooperar a la paz. b. El desarrollo de cada quien es responsabilidad primero de cada quien. III. Juicio: Se necesita un nuevo humanismo para un desarrollo solidario y pacifico. ACTUAR I. A nivel mundial. -Ante las situaciones de injusticia evitar la violencia. - Para vencer las grandes desigualdades y la miseria, medidas preventivas: a. Programas y planeación del desarrollo integral (de todo el hombre) b. Las autoridades públicas escojan los objetivos y estimulen las acciones c. Ha de asociar en esto a las iniciativas privadas y a los cuerpos intermedios. d. Este desarrollo ha de orientarse al servicio de las personas . e. Se requiere una mejor educación. f. Y evitar la tentación materialista, pues se trata de un humanismo pleno. II. A nivel internacional: -Apoyo de la organización para la alimentación y la agricultura (FAO) - Crear un fondo mundial (con el dinero proveniente de la carrera armamentista para los desprovistos de ayuda), así como la colaboración y diálogo a escala mundial. - En el comercio internacional: pláticas y negociaciones para tener igualdad de oportunidades. III. A nivel individual: -Los católicos deben actuar ya.. Infundir el espíritu cristiano en la mentalidad, las costumbres, las leyes y las estructuras de sus comunidades y de sus naciones propias. - Apoyara la proscripción de la guerra. - Promover le bien común. - Dar la bienvenida a los extranjeros, sobre todo sí son inmigrantes jóvenes y trabajadores. - Los empresarios de los países subdesarrollados inicien el progreso social. 10 Diócesis de Coria-Cáceres. Vicaría de Pastoral Social. Escuela de Doctrina Social de la iglesia Tema 5.- MATERIAL PARA LA ORACIÓN ORACIÓN Señor amado: Hoy te pedimos porque nos concedas sabiduría para promover la verdad moral en el mundo de la política y de la diplomacia, para que se actúe de manera responsable sobre la base del conocimiento objetivo e íntegro de los hechos; se desarticulen las falsas ideologías políticas que terminan por suplantar la verdad y la dignidad humana, y promueven falsos valores con el pretexto de la paz, el desarrollo y los derechos humanos. Te lo pedimos, Señor Lectura del Evangelio Lector 1 (Lc 6,.20-23) Y él, alzando los ojos hacia sus discípulos, decía: «Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios. Bienaventurados los que tenéis hambre ahora, porque seréis saciados. Bienaventurados los que lloráis ahora, porque reiréis. Bienaventurados seréis cuando los hombres os odien, cuando os expulsen, os injurien y proscriban vuestro nombre como malo por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo, que vuestra recompensa será grande en el cielo. Pues de ese modo trataban sus padres a los profetas. Lector 2 (Lc 6,.24-26) «Pero ¡ay de vosotros, los ricos!, porque habéis recibido vuestro consuelo. ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis hartos!, porque tendréis hambre. ¡Ay de los que reís ahora!, porque tendréis aflicción y llanto. ¡Ay cuando todos los hombres hablen bien de vosotros!, pues de ese modo trataban sus padres a los falsos profetas. Lector 3 (Lc 6,27-36) «Pero a vosotros, los que me escucháis, yo os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os odien, bendecid a los que os maldigan, rogad por los que os difamen. Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite el manto, no le niegues la túnica. A todo el que te pida, da, y al que tome lo tuyo, no se lo reclames. Y tratad a los hombres como queréis que ellos os traten. Si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Pues también los pecadores aman a los que les aman. Si hacéis bien a los que os lo hacen a vosotros, ¿qué mérito tenéis? ¡También los pecadores hacen otro tanto! Si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a los pecadores para recibir lo correspondiente. Más bien, amad a vuestros enemigos; haced el bien y prestad sin esperar nada a cambio; entonces vuestra recompensa será grande y seréis hijos del Altísimo, porque él es bueno con los desagradecidos y los perversos. «Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo. Canto: HIMNO DE LA ALEGRÍA 1.-Escucha hermano la canción de la alegría, el canto alegre del que espera un nuevo día Ven, canta, sueña cantando, vive soñando el nuevo sol, En que los hombres volverán a ser hermanos 2.-Si en tu camino sólo existe la tristeza y el llanto amargo de la soledad completa. 11