TEXTOS DEL CONCILIO VATICANO II1 El Concilio Vaticano II produjo gran cantidad de documentos, estos son: cuatro constituciones, nueve decretos y tres declaraciones. Las constituciones son los documentos más importantes y poseen un valor teológico permanente; los decretos son decisiones que tiene carácter normativo, son más bien de carácter práctico y las declaraciones son aclaraciones, puntos de vista o fases de la investigación sobre algún tema concreto del tiempo actual. Todos los documentos del Concilio reciben un nombre tomado de las primeras palabras del mismo, en latín, que fue la lengua en que fueron escritos. A continuación tienes algunos extractos de estos documentos: Constitución Lumen Gentium. Su nombre en castellano es “Luz de las gentes” y el trata sobre la Iglesia. (En adelante LG) Se puede entender a la Iglesia como el nuevo Pueblo de Dios (LG 9): Quiso Dios santificar y salvar a los hombres no individualmente y aislados entre sí, sino constituirlos en un pueblo que le conociera en la verdad y le sirviera santamente. Eligió como pueblo suyo el pueblo de Israel, con quien estableció una alianza, y a quien instruyó gradualmente manifestándole a Sí mismo y sus divinos designios a través de su historia, y santificándolo para Sí. Pero todo esto lo realizó como preparación y figura de la nueva alianza, perfecta que había de efectuarse en Cristo, y de la plena revelación que había de hacer por el mismo Verbo de Dios hecho carne. (…) Nueva alianza que estableció Cristo, convocando un pueblo de entre los judíos y los gentiles que se condensara en unidad no según la carne, sino en el Espíritu, y constituyera un nuevo Pueblo de Dios. En la Iglesia se da la unidad en la diversidad (LG 32): La Iglesia santa, por voluntad divina, está ordenada y se rige con admirable variedad. (…) Ante Cristo y ante la Iglesia no existe desigualdad alguna en razón de estirpe o nacimiento, condición social o sexo, porque "no hay judío ni griego, no hay siervo ni libre, no hay varón ni mujer. Pues todos vosotros sois "uno" en Cristo Jesús" (Gal 3,28; cf. Col 3,11). (…)Aunque no todos en la Iglesia marchan por el mismo camino, sin embargo, todos están llamados a la santidad y han alcanzado la misma fe por la justicia de Dios. Y si es cierto que algunos, por voluntad de Cristo, han sido constituidos para los demás como doctores, dispensadores de los misterios y pastores, sin embargo, se da una verdadera igualdad entre todos en lo referente a la dignidad y a la acción común de todos los fieles para la edificación del Cuerpo de Cristo. La importancia de los laicos en la misión de la iglesia (LG 33): Los laicos (…)están llamados, particularmente, a hacer presente y operante a la Iglesia en los lugares y condiciones donde ella no puede ser sal de la tierra si no es a través de ellos. Así, pues, todo laico, por los mismos dones que le han sido conferidos, se convierte en testigo e instrumento vivo, a la vez, de la misión de la misma Iglesia "en la medida del don de Cristo" (Ef 4,7). (…) Incumbe a todos los laicos colaborar en la hermosa empresa de que el divino designio de salvación alcance más y más a todos los hombres de todos los tiempos y de todas las tierras. Ábraseles, pues, camino por doquier para que, a la medida de sus fuerzas y de las necesidades de los tiempos, participen también ellos (…) en la misión salvadora de la Iglesia. Constitución Gaudium et Spes. Su nombre en castellano es “Gozos y esperanzas” y el trata sobre la Iglesia en el mundo actual. (En adelante GS) Unión íntima de la Iglesia con la familia humana universal (GS 1): Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo. Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón. La comunidad 1 Cf. Religión Católica 4º ESO. Edelvives, Zaragoza 2008, 118 - 119 cristiana está integrada por hombres que, reunidos en Cristo, son guiados por el Espíritu Santo en su peregrinar hacia el reino del Padre y han recibido la buena nueva de la salvación para comunicarla a todos. La Iglesia por ello se siente íntima y realmente solidaria del genero humano y de su historia. La Iglesia debe estar atenta al mundo para llevar a cabo su misión (GS 4): Es deber permanente de la Iglesia escrutar a fondo los signos de la época e interpretarlos a la luz del Evangelio, de forma que, acomodándose a cada generación, pueda la Iglesia responder a los perennes interrogantes de la humanidad sobre el sentido de la vida presente y de la vida futura y sobre la mutua relación de ambas. Es necesario por ello conocer y comprender el mundo en que vivimos, sus esperanzas, sus aspiraciones y el sesgo dramático que con frecuencia le caracteriza… Ayuda que la Iglesia procura dar a la sociedad humana (GS 42): La misión propia que Cristo confió a su Iglesia no es de orden político, económico o social. El fin que le asignó es de orden religioso. Pero precisamente de esta misma misión religiosa derivan funciones, luces y energías que pueden servir para establecer y consolidar la comunidad humana según la ley divina. Más aún, donde sea necesario, según las circunstancias de tiempo y de lugar, la misión de la Iglesia puede crear, mejor dicho, debe crear, obras al servicio de todos, particularmente de los necesitados… Dei Verbum. Su nombre en castellano es “Palabra de Dios” y trata el tema de la revelación, es decir, la Biblia y los escritos posteriores a ésta, como la Tradición y el Magisterio. (En adelante DV.) Algunas pautas para leer la Biblia (DV 12): El interprete de la escritura (ha de) tener muy en cuenta los modos de pensar, expresarse, de narrar, que se usaban en el tiempo del escritos, y también las expresiones que entonces más se solían emplear Sacrosactum Concilium. Este es el nombre de la constitución que trata sobre la Liturgia, es decir sobre las celebraciones y los sacramentos. (En adelante SC.) Finalidad de la reforma en la liturgia (SC 21): En esta reforma, los textos y ritos han de ser ordenados de manera que expresen con mayor claridad las cosas santas que significan (…) por medio de una celebración plena, activa y comunitaria. Los Sacramentos (SC 59): Los sacramentos están ordenados a la santificación de los hombres, a la edificación del Cuerpo de Cristo y, en definitiva, a dar culto a Dios; pero, en cuanto signos, también tienen un fin pedagógico. No sólo suponen la fe, sino que, a la vez, la alimentan, la robustecen y la expresan por medio de palabras y de cosas; por esto se llaman sacramentos de la "fe". Confieren ciertamente la gracia, pero también su celebración prepara perfectamente a los fieles para recibir fructuosamente la misma gracia, rendir el culto a dios y practicar la caridad. Por consiguiente, es de suma importancia que los fieles comprendan fácilmente los signos sacramentales y reciban con la mayor frecuencia posible aquellos sacramentos que han sido instituidos para alimentar la vida cristiana. También son especialmente importantes las declaraciones sobre la libertad religiosa (Dignitatis Humanae) y sobre las relaciones de la Iglesia con las religiones no cristianas (Nostra aetate) tienes dos extractos de las mismas en la página 120 de tu libro de texto.