19 de octubre NUESTRA SEÑORA DE LA SALUD Patrona de la Diócesis Solemnidad Antífona de introducción Sal 45, 4-5 El correr de las acequias alegra la ciudad de Dios, el Altísimo consagra su morada. Teniendo a Dios en medio, no vacila. Se dice: «Gloria» Oración colecta Te pedimos, Señor, que nosotros, tus siervos, que celebramos la solemnidad de Nuestra Señora de la Salud, gocemos siempre de salud de alma y cuerpo, y por la intercesión de santa María, la Virgen, líbranos de las tristezas de este mundo y concédenos las alegrías del cielo. Por nuestro Señor Jesucristo. Se dice: «Credo» Oración sobre las ofrendas Transforma, Señor, en sacramento de salvación los dones que te presentamos con gozo en esta solemnidad de la santísima Virgen María, por cuya intercesión tu Hijo realizó el primero de sus signos, convirtiendo el agua en vino. Por Jesucristo, nuestro Señor. PREFACIO Santa María, Madre de Cristo y Madre nuestra V/. El Señor esté con vosotros. R/. Y con tu espíritu. V/. Levantemos el corazón. R/. Lo tenemos levantado hacia el Señor. V/. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. R/. Es justo y necesario. En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Padre santo, y alabarte debidamente en esta solemnidad de la gloriosa Virgen María. Ella, con su sí al anuncio del ángel engendró a tu Hijo Unigénito hecho hombre, Jesucristo, fuente de la salvación. Ella, llena de fortaleza al pie de la cruz recibió de tu Hijo una nueva misión convirtiéndose en Madre de la Iglesia. Ella, dulce Madre nuestra, cumpliendo tu voluntad nos guía como estrella luminosa al puerto de la salvación eterna. Por él, los ángeles te cantan con júbilo eterno, y nosotros nos unimos a sus voces, cantando humildemente tu alabanza: Santo, Santo, Santo... Antífona de comunión Jn 2, 5 La madre de Jesús dijo a los sirvientes: haced lo que él os diga. Oración después de la comunión Al participar, Señor de tu banquete celestial, hemos bebido con gozo de la fuente del Salvador; concédenos, a cuantos celebramos la solemnidad de la Virgen María, que el sacramento recibido sea en nosotros un manantial que salta hasta la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. BENDICIÓN SOLEMNE El Padre misericordioso, por el gran amor que tuvo para con la Madre de su Unigénito os conceda la salud del alma y del cuerpo. R/. Amén. Jesucristo, el fruto bendito de la Virgen María, os conceda adornaros con las virtudes que os hacen más gratos a él. R/. Amén. El Espíritu Santo que descendió sobre la santísima Virgen, os conceda la alegría de la paz y os mantenga unidos en el seno de la Madre Iglesia. R/. Amén. Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre vosotros. R/. Amén.