EL LUGAR DEL ANALISTA ENTRE EL PODER Y LA IGNORANCIA Autores: Lic. Cristina Aguirre – Universidad Católica de Córdoba Dra. Mónica Andreoli – Asociación Psicoanalítica de Córdoba Dr. Julio Avalos - Asociación Psicoanalítica de Córdoba Mgter. Psic. Amalia Giorgi – Universidad Empresarial Siglo XXI-Córdoba Psic. Niris Peralta - Asociación Psicoanalítica de Córdoba Correo Electrónico: nirisperalta@hotmail.com Eje temático: Transferencia, vínculo y alteridad en la clínica de niños y adolescentes El colapso de los paradigmas modernos ha venido a colocar en un lugar de cuestionamiento a las teorías y las prácticas científicas mantenidas como “certezas”, a veces por siglos. Por supuesto, lo mismo ha ocurrido con el Psicoanálisis. Organiza Federación Psicoanalítica de América Latina Septiembre 23 AL 25 de 2010 Bogotá - Colombia Y no es sencillo entendérselas con la incertidumbre. Una cosa es pregonar la necesidad de tolerarla y otra, muy diferente, tolerarla de verdad y trabajar cotidianamente inmersos en ella. Sin el faro iluminador de los postulados convertidos en dogmas, sin el conocimiento in-dudado, de nuestra habilidad para descifrar, uno por uno, todos los enigmas del inconciente. Sin el marco protector (aunque sojuzgante) del superyó psicoanalítico que, por epocal (Waisbrot, D-2002) ha caducado y nos ha dejado sin saber ya más “cómo debe ser” un psicoanalista. Las alternativas ante las que nos encontramos parecen ser, al menos, dos: o nos recluimos en algún claustro, empeñados en seguir sosteniendo la ilusión de que todo nos sigue siendo otorgado por los padres- psicoanalíticos- eternamente- proveedores, o nos transformamos, a nosotros mismos y a nuestro quehacer, de modo tal que las teorías y prácticas que nos fueron transmitidas, se conviertan en herramientas heurísticas, usadas para crear y descubrir lo que está por delante nuestro, no detrás. Teniendo en cuenta que ello estará entramado en conflictos, impregnado de ambivalencia, con pasiones y con terror. Nuestra identidad analítica se ha construido a partir de los cimientos brindados por los que nos antecedieron. Pero resulta imprescindible que produzcamos transformaciones de lo recibido si pretendemos sobrevivir y servir para algo más que formar parte de la historia. El contexto de la clínica con niños nos pareció particularmente propicio para encontrar ejemplos de la necesidad de tales transformaciones y comparar distintas formas de abordarlo. Organiza Federación Psicoanalítica de América Latina Septiembre 23 AL 25 de 2010 Bogotá - Colombia Así, nos encontramos con Pedro, un niño de 7 años que, después de unos meses de psicoterapia, comenzó a negarse a entrar a las sesiones afirmando enfáticamente que no quería ir más “porque no le servía para nada”. Los padres habían recibido verbalmente (de quien lo trataba) el diagnóstico de psicosis con la indicación de medicación y un acompañante terapéutico escolar. Atemorizados por la gravedad, lo obligaban a asistir a las sesiones, hasta que en el último encuentro, en presencia de los padres y del propuesto acompañante terapéutico, el niño empezó a gritar, patear sillas y revolcarse diciendo: “yo no quiero ir a la escuela con nadie”, “yo no estoy loco, yo no estoy loco”, “me quiero ir”, mientras se tapaba la cabeza con el buzo. Todo lo cual fue interpretado por su entonces terapeuta, como una confirmación del diagnóstico dado y así fue dicho a los padres en medio del pandemonium de gritos y puntapiés. Ante esta situación y atendiendo a las expresiones de Pedro, (que los padres entendieron como de angustia y desesperación), lo retiraron del tratamiento, pidieron un informe por escrito y decidieron hacer otra consulta, ya que a ellos también les preocupaba el futuro escolar del niño y les extrañaba que en su casa él nunca hubiera tenido una conducta semejante. El informe también había sido remitido a la institución escolar que, basándose en su contenido, había exigido a los padres que cumplieran con las indicaciones so pena de no permitirle la continuación del cursado. Hemos tomado algunos párrafos del escrito que fue entregado a los padres y a la escuela porque lo encontramos una muestra ejemplar del uso de una teoría y una práctica al servicio del poder, un poder supuestamente basado en un cierto saber y del cual, es probable, todos hayamos hecho uso alguna vez. Las certezas son muy atractivas Organiza Federación Psicoanalítica de América Latina Septiembre 23 AL 25 de 2010 Bogotá - Colombia y nadie está exento. Pero entendemos que es una necesidad técnica y ética desarraigar al analista del lugar del poder, para ubicarlo cada vez más en el lugar de la ignorancia, con todas las turbulencias que esto pueda conllevar. Transcribimos algunos párrafos del informe: “Del material obtenido se arriba a las siguientes características: el paciente presenta severo trastorno de la personalidad caracterizado por un déficit significativo en la constitución de su aparato psíquico”…“La situación crítica de su estado emocional podría posibilitar el desarrollo de delirios y alucinaciones”…“Teniendo en cuenta la edad cronológica del paciente y por tratarse de un aparato psíquico en constitución, su psiquismo se correspondería con un funcionamiento de tipo psicótico”. Luego de recomendar la continuación de la psicoterapia (dos sesiones semanales) se agrega que debe incorporarse un acompañante terapéutico escolar “y valoración psicofarmacológica con un psiquiatra infantil con el objetivo de reducir su impulsividad, posibilitar una mayor organización de sus pensamientos y disminuir su padecer psíquico”. (Fin de la transcripción). Los padres de Pedro solicitaron una entrevista con otra profesional a la que explicaron la situación, ella aceptó conocer al niño y realizar una hora de juego, negándose a leer previamente el susodicho informe. A continuación, transcribimos la reconstrucción que la profesional hizo de la primera entrevista que realizó con el niño y a la que tituló: “¡Sorpresa!!!” Organiza Federación Psicoanalítica de América Latina Septiembre 23 AL 25 de 2010 Bogotá - Colombia “Pedro entra al consultorio y mira un poco la habitación y los juguetes dispuestos pero no les presta mucha atención. Ha traído de su casa un conjunto de 5 imanes, 3 con forma de esfera y 2 alargados. Me los muestra y empieza a moverlos sobre la mesa, los aproxima para ver cuál es el punto de distancia en que se atraen mutuamente, qué efecto produce que los haga rodar, cuándo se repelen. Luego coloca algunos sobre la superficie de la mesa y otro debajo, los mueve para ver si la atracción se ejerce, de todos modos, con la madera entre medio. Comenta: “el de abajo no se ve, pero igual tiene fuerza”, le digo: “sí, a veces pasan esas cosas, hay unas fuerzas que no podemos ver pero que nos hacen mover sin que sepamos cómo”. Me pide que le tenga uno en la mano y él va acercando otros para ver cuándo se juntan con el mío, después él tiene uno y le tengo que aproximar los otros y va estimando algo así como la „distancia óptima‟ a la que pueden permanecer sin ejercer influencia unos sobre otros. Le hago comentarios del tipo: “así es demasiado cerca, se pegan”, o: “ahora se han alejado demasiado y no se pueden juntar”, etc… Sobre una mesita cercana hay un montón de clips de metal, me pregunta si los podemos usar para ver qué cantidad puede alzar cada imán. Se los alcanzo y los somete a la influencia de un imán, para ver cuántos puede retener, primero uno, luego dos, hasta que junta los cinco y así consigue atraer a todos los clips. Dice: “así son más poderosos”. Prueba usando un imán para atraer todos los clips y se le caen varios, dice: “sí, uno solo no tiene tanta fuerza”. Comento: “sí, a veces lo que uno solo no puede hacer, entre varios sí se consigue”. Me pide que le sostenga los imanes y él acerca los clips y luego nos los intercambiamos: él sostiene los clips y le tengo que acercar los imanes Organiza Federación Psicoanalítica de América Latina Septiembre 23 AL 25 de 2010 Bogotá - Colombia hasta que los atraigan. Está muy atento a todo esto y lo sigue con mucho interés. Se me ocurre que está realizando una investigación, una exploración acerca del espacio, de la fuerza de la gravedad, de los campos magnéticos “invisibles” pero eficaces ( pienso: de tonto no tiene nada!... pero no lo digo). Pienso también, que hay algo acerca de las fuerzas “invisibles” e “incoercibles” que ligan a las personas: cómo se pueden separar, cómo se pueden acercar sin “pegarse”. Si muchos pueden sostener a uno, hasta dónde es posible sostener, cuánta fuerza hay que poseer para sostener… ¿a quién?, ¿a cuántos?... algo de esto está en juego y me cuido de saturar rápidamente con la respuesta consabida: a la madre. También está en juego algo acerca de investigar qué puede pasar entre nosotros, algo acerca de atraernos o repelernos, cómo mantenernos cerca sin pegotearnos, qué puede esperar de mí y de esta relación que estamos iniciando… si me interesan sus preocupaciones. Me está sondeando y tiene razón: no nos conocemos. Podría decir que es un encuentro exploratorio que despierta en mí más preguntas que respuestas.” (Fin de las notas de la reconstrucción). Pedro y sus imanes, nos recordaron aquello de que el paciente es “una unidad satelital de navegación que nos informa constantemente acerca del funcionamiento del campo” (A. Ferro). Considerar la situación analítica como “campo” implica entenderla como co-construída, por paciente y analista, co-determinada por el funcionamiento psíquico de ambos. Organiza Federación Psicoanalítica de América Latina Septiembre 23 AL 25 de 2010 Bogotá - Colombia La nueva terapeuta se había negado a leer previamente el informe, sin embargo… ¿por qué la sorpresa cuando entra el niño?, ¿algo de la “psicosis” que los padres de Pedro le habían transmitido verbalmente quedó „flotando‟ en su mente?, ¿algo acerca de que era incapaz de aprender, cuando estima para sí que: “de tonto no tiene nada”?, ¿por qué dice que “se cuida” de no saturar con la respuesta consabida: la madre? Todos conocemos la recomendación técnica de Bion, acerca del ejercicio activo para disminuir la pregnancia de la memoria, del deseo y de lo “ya sabido” para ejercer la práctica psicoanalítica. Pero… no es fácil actuar en consecuencia. Por otra parte, ¿qué ocurrió en la primera entrevista de la nueva terapeuta con los padres de Pedro?, ¿qué le transmitieron para que él aceptara conocerla sin vociferar: “no quiero ir”, “yo no estoy loco”? Este punto resulta interesante porque, tomando la teoría de la situación analítica como campo y, con especial referencia al análisis de niños, nos parece necesario incluir a los padres en su configuración. Aunque no estén físicamente presentes, lo que ellos transmiten al niño (verbalmente o no, concientemente o no), también incide, a veces de manera determinante, tanto sea para favorecer como para obstaculizar la puesta en marcha y la continuidad de un proceso. En este caso parece haber sido decisivo el modo en que propusieron a Pedro ir a otra consulta y, sobre todo, para que él acudiese con una actitud “exploratoria”, munido de los imanes. Llama la atención cómo aparece interesado en investigar “de quién se trata”, “quién será” esta desconocida. En un movimiento de indagación recíproca, ambos Organiza Federación Psicoanalítica de América Latina Septiembre 23 AL 25 de 2010 Bogotá - Colombia se exploran mutuamente, al mismo tiempo que exploran las características del campo en construcción. Volviendo a lo que se dice de Pedro en el Informe, nos interesa destacar que quien lo escribe, lo hace después de un tiempo de tratarlo y para entregar a los padres y al colegio. Entonces, la expresión “aparato psíquico” que remite a una teoría, la psicoanalítica ¿cómo puede ser entendida por los padres?, ¿qué utilidad les presta el conocimiento de que su hijo tiene un “déficit significativo en la constitución de su aparato psíquico”? ¿Debería primero explicárseles el texto de “El yo y el ello? ¿Deberían sentirse infelices (porque tienen un hijo de alguna manera “deficitario”) y, además ignorantes y confundidos porque no entienden nada? Tampoco queda claro si es “deficitario” porque el niño tiene 7 años y aún no ha finalizado su „aparatización‟ psíquica, o es deficitario porque el niño es psicótico. Pedro no presenta delirios ni alucinaciones en el momento en que se hace el informe transcripto. El uso del condicional “podría”: ¿debería tomarse como una hipótesis o como una amenaza?, ¿cuáles serían las condiciones necesarias para evitar que se produzcan los mencionados fenómenos?, ¿acaso forzar al niño para que continúe en tratamiento con quien efectúo la evaluación?. Si está enunciado como pronóstico ¿anuncia un brote psicótico?, en ese caso ¿no podría usarse la descripción de conductas que dieran cuenta de ello y pudieran ser „consensuadas‟ con los padres? Por otra parte aunque se alude a una “valoración psiquiátrica”, en realidad ya se está indicando medicación psicofarmacológica y para qué. Además, la recomendación de acompañante terapéutico tiene consecuencias difíciles de calcular en el ámbito escolar. Organiza Federación Psicoanalítica de América Latina Septiembre 23 AL 25 de 2010 Bogotá - Colombia Finalmente, ¿hay dos niños?: ¿uno, el psicótico y otro, el explorador?... ¿hay dos campos?: el de la certeza autoritaria y el de la expectativa no-saturada co-construído con los padres? ¿Cómo y para qué son usadas las teorías por los psicoanalistas? ¿Para ejercer el poder sobre el paciente amparándose en la transferencia? ¿Como dogmas, funcionando cual refugios frente a los temores que produce el contacto cercano con las emociones? Hay momentos dogmáticos fundacionales, tanto en el desarrollo de una teoría como de cada analista. Deberían estar “destinados a desaparecer porque si no desaparece el analista”. (Waisbrot, D) Al modo de Pedro, el niño de nuestra viñeta, el analista necesita realizar la tarea de acercamiento-alejamiento, probar la distancia óptima (como el niño con los imanes), para no quedar cegado por sus teorías, perdiendo la mirada de lo que va sucediendo en el encuentro privilegiado de la sesión. BIBLIOGRAFÍA Bion W. R (1967) Notas sobre la memoria y el deseo. En: (1996) Cogitaciones (pp.404-409) Valencia: Promolibro -------------- (1989) Addomesticare i pensieri selvatici. Milano: Franco Angelli Ferro, A (1998) La técnica en el psicoanálisis infantil. Madrid: Biblioteca Nueva ----------- (2009) Convergencias y divergencias en la práctica psicoanalítica y en las teorías que la sustentan. Revista de psicoanálisis de APdeBA Vol XXXI-Nº1(pp.21-49) Waisbrot, D (2002) La alienación del analista. Buenos Aires: Paidos Organiza Federación Psicoanalítica de América Latina Septiembre 23 AL 25 de 2010 Bogotá - Colombia Resumen: Tomando la teoría de la situación analítica como campo y, con especial referencia al análisis de niños, los autores proponen incluir a los padres en su configuración. Presentan material clínico, comparando diferentes actitudes de los psicoanalistas, preguntándose cómo y para qué pueden ser usadas las teorías lo que, sostienen, tendrá decisiva importancia en su actitud clínica Descriptores: Campo-03.03.01 Poder-07.01.02/05.02.01 Padres07.01.03 Organiza Federación Psicoanalítica de América Latina Septiembre 23 AL 25 de 2010 Bogotá - Colombia