Tipo de documento: Fragmento de libro Autor: Luciana Lartigue Título del libro: La Revolución Mexicana Editorial: Ocean Sur Lugar de publicación: México Año de publicación: 2011 Páginas: 25-27 Temas: Fuerzas populares, Fuerzas políticas, México El Partido Liberal Mexicano El Partido Liberal Mexicano nucleó a uno de los sectores más radicales que participaron de las revueltas antes y durante la Revolución. A diferencia de la corriente maderista que siempre pretendió mantenerse dentro de los marcos de la legalidad y la lucha pacífica, el magonismo sostuvo el principio de que la lucha armada era un medio legítimo y necesario para combatir contra la dictadura, y por otro lado, que para conseguir un verdadero y definitivo triunfo era preciso transformar por completo las bases del sistema de explotación existente. Quienes conformaban el Partido Liberal Mexicano entendían que los problemas sociales, políticos y económicos que agobiaban a las clases populares no se resolverían con el simple cambio de un gobernante autoritario por otro democrático, sino que era necesario echar por tierra el régimen de acumulación y explotación que hundía en la miseria a la mayoría de los mexicanos. El Programa del Partido Liberal ha sido uno de los documentos más importantes de la época. Su publicación dejó una marca imborrable en numerosos jefes revolucionarios. Muchos de ellos encontraron en este una fuente de inspiración a sus ideas. Fue firmado el 1ro. de julio de 1906 en Saint Louis, Missouri, por Ricardo Flores Magón y su hermano Enrique, Antonio Villarreal, Juan y Manuel Sarabia, Librado Rivera y Rosalío Bustamante. El documento circuló primero en forma clandestina. El contenido del Programa era muy avanzado en términos políticos y económicos, y evidenciaba una significativa preocupación por la cuestión social. El texto exponía ampliamente los principales puntos programáticos de gobierno, entre los que podemos mencionar: la necesidad de luchar contra la tiranía mediante reformas constitucionales, abolir el servicio militar obligatorio y establecer una Guardia Nacional, fortalecer la instrucción pública y laica, limitar el poder del clero católico, sancionar leyes de protección al trabajador y regular la relación entre el capital y el trabajo para mejorar las condiciones laborales, resolver el problema de la tierra y establecer una legislación protectora de los peones e indígenas, suprimir a los jefes políticos, mejorar la regulación impositiva y otros puntos más generales. El documento impactó de manera contundente en las discusiones de la época y entre sus líneas pueden encontrarse los antecedentes de lo que será la Constitución de 1917, principalmente las disposiciones relativas a la regulación sobre el trabajo que figuran en el Artículo 123. Además de impulsar la discusión ideológica y propagandizar los principios revolucionarios, estos luchadores participaron en los grandes conflictos obreros que antecedieron a los sucesos de 1910, como las huelgas obreras de Cananea y Río Blanco. También organizaron desde el Partido Liberal dos insurrecciones. La primera fue en septiembre de 1906, que fracasó porque el gobierno tuvo éxito en infiltrar espías y conseguir los datos necesarios para encarcelar y asesinar a los dirigentes antes de la fecha prevista. No obstante, un grupo logró apoderarse de la Ciudad de Jiménez, en Chihuahua y otro sitió el cuartel del ejército en Acayucan, en el estado de Veracruz. A pesar del apoyo de la población local, no pudieron sostenerse más de un día cuando trenes abarrotados de soldados llegaron hasta las ciudades y pusieron término a la fugaz victoria. El segundo intento revolucionario fue en 1908. Estaba fechado para el 25 de junio pero se vio frustrado, pues otra vez fueron descubiertos por el gobierno. El alzamiento quedó limitado a pequeños grupos aislados en Viesca y Las Vacas, Coahuila; y en Palomas, Chihuahua, que fueron prontamente derrotados. Pese al fracaso de estas acciones insurreccionales la experiencia del Partido Liberal Mexicano sembró una semilla que pronto daría sus frutos. La crisis económica mundial de 1907-1908 agudizaba el cuadro de conflictos y la crisis política se reflejaba en la lucha por la sucesión presidencial.