DESCARTE NOTARIAL. ESCRITURA SIN MATRIZ. NULIDAD

Consultas técnicas
DESCARTE NOTARIAL. ESCRITURA SIN MATRIZ. NULIDAD ABSOLUTA.
CANCELACIÓN DE INSCRIPCIÓN
Informe: Notarial y registral
Resumen
Revista de la Asociación de Escribanos del Uruguay, tomo 98, ene. - dic. , 2012 — Consultas técnicas
No es aconsejable descartar la inscripción de una cesión de derechos hereditarios,
aun conociendo que se trata de un acto afectado de nulidad absoluta o inexistencia por falta de matriz, ya que involucra responsabilidad del escribano frente a
futuras transmisiones. La cancelación de la inscripción registral se obtiene por
acuerdo de partes o mandato judicial, y este último es el procedimiento adecuado
para el caso de la consulta.
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Consulta
I.
Hechos
1945. Según escritura de partición autorizada el 30 de agosto, se adjudicó
el bien padrón … a R.
1982. El 2 de octubre falleció R, y luego de los trámites legales correspondientes se declaró única y universal heredera del causante a su hija J,
habiéndose inscripto el certificado de resultancias de autos sucesorios.
1990. El 19 de junio falleció J, y luego de los trámites legales correspondientes se declararon únicos y universales herederos de la causante
a sus tíos T, A y G, habiéndose inscripto el certificado de resultancias de
autos.
1991. T cedió los derechos hereditarios que le correspondían en la
sucesión última referida a los cónyuges entre sí en primeras nupcias U
y RG, según escritura autorizada el 10 de mayo, cuya primera copia fue
inscripta.
1991. G cedió los derechos hereditarios que le correspondían en la sucesión última referida a los cónyuges en entre sí en primeras nupcias U
y RG, según escritura autorizada el 20 de marzo, cuya primera copia fue
inscripta.
1992. A y los cónyuges entre sí en primeras nupcias U y RG prometieron
en venta el bien a E, soltero, según documento privado del 6 de noviembre,
con firmas certificadas, inscripto.
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II.Consulta
¿Cómo se procede a la cancelación de la inscripción registral de una escritura inexistente? ¿Puede el consultante descartar la inscripción cuestionada,
en virtud de que se tuvo a la vista el protocolo de la Esc. XX?
III.Opinión del consultante
Con relación a la primera pregunta, habiéndose realizado consulta verbal
al Registro Nacional de Actos Personales, se informó que para proceder a la
cancelación de una inscripción se requiere un oficio del juez que la pida.
Con relación a la segunda pregunta, y en virtud de lo relacionado en la
procedencia y de lo que surge del estudio de títulos, la documentación no
plantea ningún tipo de observación. Se cumplieron los requisitos legales,
se otorgaron las cartas de pago y se dio el correcto tracto sucesivo. Tanto
es así que hasta el cedente de la cesión cuestionada dio su consentimiento
directamente en el compromiso de compraventa, y a través de apoderado
en la compraventa.
La inscripción que surge del Registro Nacional de Actos Personales es
descartable a través de un certificado notarial en el que se exprese que se
tuvo a la vista el protocolo de la Esc. XX y se constató que el 4 de noviembre
de 1991 no se autorizó la escritura de cesión de derechos hereditarios en
cuestión, por lo que es inexistente por falta de matriz.
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1992. A, U y RG confirieron poder especial a W, según escritura autorizada el 11 de diciembre, por el que se le dan facultades para cobrar el
saldo de precio y otorgar la escritura de enajenación correspondiente.
1993. A, U y RG, representados por W, según el poder conferido, enajenaron por compraventa y tradición, en cumplimiento de la promesa antes
referida, el bien a E, soltero, según escritura autorizada el 6 de julio, cuya
primera copia fue inscripta.
Solicitada información registral, de ella surgen las inscripciones antedichas, más una cesión de los derechos hereditarios que le correspondían a A en la sucesión de J, a favor de los cónyuges entre sí en primeras
nupcias U y RG, según escritura autorizada en Minas el 4 de noviembre de
1991, inscripta en el Registro General de Traslaciones de Dominio el 15 de
noviembre de 1991.
Tal escritura no consta en el proceso dominial señalado. Viendo que es
anterior al otorgamiento del compromiso de compraventa del 6 de noviembre de 1991, se consultó el protocolo de la Esc. XX y se constató que dicha
escritura no tiene matriz.
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El informe parte del presupuesto, manifestado por el consultante, de que
la escritura de cesión de los derechos hereditarios del 4 de noviembre de
1991 carece de matriz.
El artículo 1560 del Código Civil expresa que son nulidades absolutas
las producidas «por la omisión de algún requisito o formalidad que las leyes
prescriben para el valor de ciertos actos y contratos».
Por su parte, el artículo 1664 exige la escritura pública como requisito
para perfeccionar el contrato de venta de sucesión hereditaria. Y según el
artículo 1574, escritura pública es el documento «otorgado ante escribano
e incorporado en un protocolo o registro público».
De acuerdo a lo dicho, si la cesión de derechos hereditarios cuestionada
no fue extendida y autorizada en el protocolo de la Esc. XX, debido a ese
hecho de carecer de matriz es nula absolutamente, por haberse omitido
un requisito de formalidad prescripto por la ley.
Tratándose de una nulidad absoluta, se identifica con la inexistencia. La
nulidad absoluta existe antes de que la sentencia la declare, no es creada
por la declaración judicial, por lo que puede ser invocada por cualquier
interesado y, puesta de manifiesto, el juez puede y debe declararla.
En ese sentido, la Suprema Corte de Justicia, en sentencia de 14 de
junio de 1991, compartiendo la argumentación del fiscal de Corte, dice:
[…] no resulta siquiera cuestionado el poder-deber de los Tribunales de
observar y declarar de oficio toda nulidad absoluta de la que tomen conocimiento en ejercicio de sus facultades jurisdiccionales (art. 1561 CC).
Agrega el representante del Ministerio Público:
El poder-deber del que está investido el Tribunal para declarar toda
nulidad absoluta que advirtiese, resulta incuestionablemente ajeno a la
voluntad de las partes […].58
En el caso en estudio, la supuesta copia que fue inscripta en el Registro
de Traslaciones (competente a la fecha del acto) no es verdadera, no es un
traslado hecho en forma de una escritura existente. Y recordamos que la
inscripción registral nunca convalida los actos y negocios jurídicos nulos
o anulables, ni subsana los vicios o defectos de que adolezca conforme a
las leyes (artículo 62 de la ley 16 871).
Se consulta si el escribano puede descartar la inscripción de esa cesión
de derechos hereditarios que carece de matriz.
Descartar significa desechar, por lo que, referido específicamente al
descarte notarial, indica la tarea mediante la cual un escribano desecha
58 Ordoqui, Gustavo, y Torello, Luis, Fallos de casación, 1990-1991, Montevideo: Suprema Corte de Justicia, 1992, p. 102.
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una inscripción vigente por considerar que no afecta el acto que tiene
proyectado.
La tarea de descartar la realiza el escribano interviniente bajo su responsabilidad, por su cuenta y riesgo (artículo 75 del decreto-ley 1421).
El descarte tiene su fundamento jurídico a partir de la vigencia de la
ley 16 871, en su artículo 55, en sede del instituto de la reserva de prioridad. Su consecuencia es el desplazamiento de la posición registral de una
inscripción respecto al acto reservado. Si bien fue previsto para el caso
de la reserva, se admite como regla para el descarte de inscripciones en
general, bajo la responsabilidad del escribano que autorizará un acto o
negocio jurídico que dio origen al pedido de información.
La fundamentación consiste, como definía el Esc. Julio Bardallo:
[…] en las razones de hecho o derecho que prevalecen sobre los efectos del
acto publicado, y aseguran la eficacia del derecho del tercero o la seguridad
de que resistirá con éxito cualquier ulterior reclamación.
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El objeto del descarte puede estar referido a situaciones jurídicas o
de hecho que pueden ser de conocimiento del profesional por haber sido
constatadas o que impliquen un juicio de valor del escribano atento al
conocimiento y la interpretación de determinadas normas. En todos los
casos la información registral solicitada está ligada al acto para el que se
la solicitó, y será descartada por el escribano, quien deberá hacerlo constar
así. El escribano quedará responsable frente a su cliente, que otorgará el
acto al amparo de este.
Según la Esc. Cambiasso, el descarte notarial puede tener por objeto:
1) una situación jurídica a la que el escribano con su certificación inviste
de fe pública, o bien 2) una situación jurídica que al escribano le merezca
un juicio de ciencia o verdad. En este segundo caso estamos ante un acto
de juicio que depende de la pericia técnica del profesional actuante y no
tiene la calidad de fe pública. Este juicio de valor no obliga al escribano
que suceda en el estudio de la situación descartada.59
En puridad, la inscripción de una cesión de derechos hereditarios inexistente por falta de escritura pública habilitaría a efectuar el descarte, pero
este no produce alteraciones en la sede registral, por lo que la inscripción
permanece vigente. Solo puede rectificarse la inscripción si así lo determina
el tribunal competente.
Quien contrate estará amparado por el descarte realizado por el escribano, pero, para adecuar la información que brinda el sistema registral a
la realidad extrarregistral, solicitar al Registro la baja de la inscripción
efectuada sobre la base de una «pseudo» copia de escritura pública ofrece
mayores seguridades.
59 Cambiasso, Susana, en Revista de la Asociación de Escribanos del Uruguay, vol. 79,
n.os 7-12, 1993, pp. 354-355.
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La cancelación de la inscripción solo se obtiene por acuerdo de los
involucrados (voluntaria) o por mandato judicial. En caso de que la cancelación voluntaria devenga imposible, deberá solicitarse al tribunal que
ordene por oficio la cancelación de la inscripción registral de la escritura
inexistente.
Por tanto, en el caso planteado, frente a un acto inexistente por falta
de escritura pública, sería de buena diligencia denunciar la situación al
tribunal competente, pidiendo la cancelación de la inscripción registral, así
como informar a la Suprema Corte de Justicia, órgano de superintendencia
de la actividad notarial.
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Conclusión
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1. La presunta cesión de derechos hereditarios del 4 de noviembre de 1991
es nula por falta de escritura pública matriz.
2. No es aconsejable que el escribano descarte la inscripción de la escritura de cesión de derechos hereditarios, aun conociendo que se trata de un
acto afectado de nulidad absoluta o inexistencia por falta de matriz, ya que
involucra su responsabilidad frente a futuras transmisiones del bien.
3. La cancelación de una inscripción registral se obtiene por acuerdo de
partes o por mandato judicial. En el caso, el procedimiento adecuado es la
cancelación ordenada por el Poder Judicial.
Sin perjuicio de la nulidad absoluta o inexistencia de escritura de cesión
de derechos hereditarios, entendemos que la titulación del bien no merece
observaciones. Tanto en la promesa de 1991 como en la compraventa de
1992, A dio su consentimiento para prometer enajenar y luego para enajenar el bien, por lo que E adquirió el 100 % del inmueble.
Esc. Carlos del Campo García
Informante
Aprobado por la Comisión de Derecho Notarial y Técnicas Notariales, integrada por los Escs. María Alexandra Aguilar, Gabriela Bouvier, Silvia
Carballo, Susana Chao Peña, Luis Alfredo de Souza, María Vanessa Oberti,
María Inés Sapriza y María Andrea Zeni.
Esc. Susana Chao
Coordinadora alterna
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Informe de la Comisión de Derecho Registral
Resumen
La tarea de descartar la realiza el escribano interviniente bajo su responsabilidad,
por su cuenta y riesgo. No es aconsejable que el escribano descarte la inscripción
de cesión de derechos hereditarios, aunque sepa a ciencia cierta que se trata de
un documento nulo por falta de matriz. Sería de buena diligencia profesional
denunciar la situación a la oficina de protocolos y luego realizar la cancelación
de la inscripción.
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De lo manifestado por el consultante surge que la escritura de cesión de
los derechos hereditarios del 4 de noviembre de 1991, por la que A cedió
los derechos hereditarios que le correspondían en la sucesión de J a los
cónyuges casados entre sí en primeras nupcias U y RG, no tiene matriz.
El artículo 1664 del Código Civil exige la escritura pública como requisito
para perfeccionar el contrato de venta de sucesión hereditaria. Por su parte,
el artículo 1560 del Código Civil expresa que son nulidades absolutas las
producidas «por la omisión de algún requisito o formalidad que las leyes
prescriben para el valor de ciertos actos y contratos».
Con base en esta normativa, se concluye que la cesión de derechos hereditarios de fecha 4 de noviembre de 1991, al carecer de matriz, también
carece de validez. Es un contrato nulo absolutamente por haber omitido
un requisito de formalidad prescripto por la ley.
A su vez, el artículo 1574 del Código Civil define a la escritura pública
como el documento público «otorgado ante escribano e incorporado en un
protocolo o registro público». Y el artículo 1591 dispone: «Las copias en
debida forma sacadas de la matriz, hacen plena fe de su contenido, en
juicio y fuera de él». En el caso de la consulta, la copia que fue inscripta
en el Registro de Traslaciones no hace plena fe, no es válida al no reflejar
lo establecido en la matriz. La inscripción registral no convalida los actos
y negocios jurídicos nulos o anulables ni subsana los vicios o defectos de
que adolecieran conforme a las leyes (artículo 62 de la Ley Registral).
Por lo tanto, A nunca cedió los derechos hereditarios que le correspondían en la sucesión de J.
Sin embargo, a pesar de la nulidad de la referida cesión de noviembre de
1991, la titulación del bien no merece observaciones. Tanto en la promesa
de 1991 como en la compraventa de 1992, A dio su consentimiento para
prometer enajenar, y luego para enajenar el bien, por lo que el adquirente
E adquirió el 100 % del inmueble.
Se consulta si el escribano puede descartar la inscripción de la cesión
de derechos hereditarios que carece de matriz.
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Descartar significa desechar, por lo que, específicamente en relación con
el descarte notarial, se refiere a la tarea por la cual un escribano desecha
una inscripción vigente debido a que considera que no afecta el acto que
tiene proyectado.
La tarea de descartar la realiza el escribano interviniente bajo su responsabilidad, por su cuenta y riesgo (artículo 75 del decreto-ley 1421).
Si bien no existe disposición legal que reglamente los descartes notariales, estos son una práctica notarial frecuente y aceptada.
Según la escribana Susana Cambiasso,60 el descarte notarial puede tener
por objeto: 1) una situación jurídica a la que el escribano con su certificación inviste de fe pública, o bien 2) una situación jurídica que al escribano
le merezca un juicio de ciencia o verdad. En este segundo caso estamos
ante un acto de juicio que depende de la pericia técnica del profesional
actuante y no tiene la calidad de fe pública. Este juicio de valor no obliga
al escribano que suceda en el estudio de la situación descartada.
En el caso planteado, estaríamos ante la segunda hipótesis. No es
aconsejable que el escribano descarte la inscripción de cesión de derechos
hereditarios, a pesar de saber a ciencia cierta que se trata de un documento
nulo por falta de matriz. Sería de buena diligencia profesional denunciar
la situación a la oficina de protocolos y luego realizar la cancelación de la
inscripción.
«Ésta solo se obtiene por acuerdo de los involucrados (cancelación
voluntaria) o por mandato judicial», afirma Corral.61 En caso de que la
cancelación voluntaria devenga imposible, deberá solicitarle a un juez que
ordene por oficio la cancelación de la inscripción registral de la escritura
nula por falta de matriz.
Conclusiones
1. La escritura de cesión de derechos hereditarios de fecha 4 de noviembre
de 1991 es nula por falta de matriz.
2. La titulación de bien no es objetable, ya que posteriormente el cedente
de la escritura nula prestó su consentimiento para prometer enajenar y
enajenar el bien.
3. No es aconsejable que el escribano descarte la inscripción de la escritura de cesión de derechos hereditarios aunque sepa que se trata de un
documento nulo por falta de matriz.
4. La cancelación de una inscripción registral se obtiene por acuerdo de
partes o por mandato judicial.
Esc. Marcela Aldana
Informante
60 Ibídem.
61 Corral, María Celia, Evaluación de la información registral. El descarte, Montevideo:
Asociación de Escribanos del Uruguay, 1995.
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La Comisión de Derecho Registral, integrada por los Escs. Inés Rodríguez,
Cristina Anzuela, Susana Cambiasso, Agustín Anza, Daniel Ramos, Andrea
Yarruz y Claudia Santo, aprueba el informe que antecede.
(Aprobado por la Comisión Directiva Nacional de la aeu
el 3 de julio de 2012, expediente 1031/2011.)
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