El NOAL participa en un escenario con característica y naturaleza multilaterales y es dentro de este contexto que se debe buscar su relevancia, vigencia y acción futura. Su orientación filosófica surgió de condiciones históricas, económicas, sociales y políticas, compartidas por países de Asia, África, América Latina y el Caribe. Sección: Política Mundial Vigencia de los No Alineados en el contexto de la posguerra fría Patti Londoño Jaramillo* * 1 2 3 4 5 En 1954, Birmania1, Ceylán, India, Indonesia y Pakistán iniciaron el proceso que dio nacimiento al Movimiento de Países No Alineados, al sostener un encuentro en Colombo, Ceylán2, con el objetivo de crear un frente asiático neutral. Estos mismos países se reunieron en Bogor, Indonesia, con el objetivo de examinar la oportunidad de convocar una reunión de países de África y Asia. Motivados por las iniciativas anteriores, unos 30 países se reunieron en Bandung, Indonesia en Abril de 19553. De esta manera, el Movimiento de Países No Alineados (NOAL) constituido hoy por 112 Estados del mundo en desarrollo y adicionalmente Palestina, nació en 1961 en la Cumbre de Belgrado, Yugoslavia, como un Movimiento de reflexión política para actuar en el sistema internacional multilateral en defensa de los intereses de estos nuevos países que ingresaban a la comunidad de naciones. La política de no alineamiento surgió de la determina-ción de los países independientes por salvaguardar su independencia nacional y los legítimos derechos de sus respectivos pueblos4. Fue producto de la revolución anti-co-lonial de los nuevos Estados liberados para luchar contra la opresión y la dominación extranjeras. El no alineamiento simbolizó el esfuerzo de la humanidad por alcanzar la paz y seguridad, así como la determinación de lograr un orden económico, social y político internacional equitativo y justo. Con esto se rechazó la definición de paz y seguridad basada en el equilibrio entre las potencias5. Lo anterior fue pertinente en los años cincuenta y lo es ahora cuando nos aproximamos al siglo XXI. La celebración de los 40 años de la Conferencia Afro-Asiática de Bandung realizada en Indonesia en abril de 1995 reiteró el compromiso de los países miembros de continuar Asesora, ministro de Relaciones Exteriores. Actual Myanmar. Actual Sri Lanka. Deseo agradecer al Doctor Luis Fernando Jaramillo en la elaboración de este artículo, relacionado con un trabajo que realizamos conjuntamente. Las declaraciones de Bandung, 1955 y Nueva Delhi, 1983 prestan especial atención a los objetivos y propósitos del Movimiento para entender su vigencia en el cambiante sistema internacional. Mayor información puede obtenerse en las Declaraciones de las Cumbres, en especial en la de Nueva Delhi de 1983. con la misión iniciada entonces: convertir al mundo en desarrollo en un interlocutor válido que represente los intereses del sur en el escenario multilateral6. La importancia y vigencia del Movimiento radican en el hecho de que por primera vez en la historia los países industrializados tuvieron un interlocutor del mundo en desarrollo. Tres naciones occidentales decidían sobre los destinos políticos y económicos de Asia, África y América Latina y el Caribe, las cuales no estaban acostumbradas a dialogar bajo las premisas de igualdad soberana y no injerencia con países del mundo en desarrollo, antiguamente bajo su dominio. Por lo tanto, si ha existido confrontación de intereses ha sido más debido a la intransigencia y falta de adaptación a las nuevas realidades por parte de las antiguas potencias, que al espíritu confrontacional de los miembros del NOAL. El escenario multilateral es el punto de encuentro de una infinidad de intereses y posiciones de diferentes países, lo que dificulta el proceso de concertación y cooperación frente a los temas de la agenda mundial. La definición de los asuntos multilaterales no consiste en llevar a este escenario asuntos bilaterales o locales de carácter internacional. Se relaciona más bien con la búsqueda de aquellos temas que interesan a todos para establecer un plan de acción que logre expresar el interés común y general. En este contexto, la exis- 6 7 tente unión, solidaridad y cooperación entre los miembros del NOAL son muestra de su tolerancia y pluralismo, lo que permite conciliar diferentes tendencias en torno a un interés común: defender los intereses de los países miembros frente a los demás grupos en las negociaciones de carácter multilateral7. El Movimiento desmistificó el no alineamiento desde su origen. Si bien la Conferencia de Belgrado de 1961 fue estricta en cuanto a la independencia de los países frente a los bloques de la época, en las reuniones posteriores se invitó a los países sin tener en cuenta su afinidad con alguna de las potencias. De esta manera, las políticas exteriores de los Estados conservaban su autonomía y no significaban un obstáculo para el ingreso y la participación en el Movimiento. Los países en desarrollo, independientemente de sus vínculos internacionales, tienen intereses comunes en el plano multilateral y su participación conjunta frente a los países desarrollados es fundamental para hacer valer sus reivindicaciones y derechos en los foros de esta naturaleza, de los cuales surgen las principales tendencias políticas y jurídicas con implicaciones universales. En este contexto, discutir sobre la vigencia actual del Movimiento dado el fin de la Guerra Fría, o sobre la pertinencia de su nombre, son cuestiones irrelevantes, pues- to que desde hace tres décadas el NOAL se ha concentrado en sus objetivos fundamentales como vocero del mundo en desarrollo frente a los temas de la agenda multilateral, distanciándose de una definición estricta y ex-cluyente del no alineamiento. El Movimiento ha sido consecuente con el objetivo de descolonización. La comunidad internacional cuenta hoy con más de 200 naciones independientes, 185 miembros de la ONU y más de 130 países en desarrollo, de los cuales 112 son No Alineados. La descolonización y el cuestionamiento del autoritarismo y la arbitrariedad no hubieran sido posibles sin la acción decidida y la unión de estos países No Alineados al apoyar los procesos internos de los países colonizados. La solidaridad e identificación de intereses comunes y la coordinación para expresarlos y reivindicarlos mostraron que el sistema internacional empezaba a cambiar y que por consiguiente todos los países debían adaptarse a las nuevas realidades. El NOAL ha sido efectivo en la defensa de la libre determinación de los pueblos y en condenar el colonialismo. De esta manera, se unió para apoyar al pueblo sudafricano que luchaba contra el condenable régimen del Apartheid, tema que fue introducido en la agenda de la Asamblea por India en 1946 y que logró la unidad y solidaridad del Movimiento hasta 1994, año de las primeras elecciones libres y multirracia- El documento A/49/920, S/1995/489 del 16 de junio de 1995 contiene el comunicado de la reunión ministerial del Buró de Coordinación celebrada en Bandung. Una visión más amplia del debate del multilateralismo puede verse en John Ruggie, Multilatcralism Matters. (New York: Columbia University Press, 1993). les que llevaron al poder a un gobierno de unidad nacional presidido por el líder Nelson Rolihlahla Mándela8. Objetivos del movimiento Los objetivos del Movimiento9 podrían resumirse en: 1. La descolonización, la eliminación de la hegemonía y la dominación extranjera, la autodeterminación de los pueblos y las naciones, la lucha contra el imperialismo, el colonialismo y el neocolonialismo. 2. Las relaciones amistosas y la coexistencia pacífica entre los Estados con diferentes sistemas políticos, económicos y sociales guiadas por: a. el respeto por los derechos humanos y por los propósitos y principios de las Naciones Unidas; b. el respeto de la soberanía e integridad territorial de todas las naciones; c. el reconocimiento de la igualdad de todas las razas y de las naciones, grandes y pequeñas; d. la no intervención e injerencia en los asuntos internos de los Estados; e. respeto por el derecho de cada Estado de defenderse individual o colectivamente, conforme a la Carta de las Naciones Unidas; f. abstenerse de participar en los acuerdos de seguridad colectiva sirviendo los intereses particulares de cualquiera de los grandes poderes; g. abstenerse de presionar a otras naciones; h. abstenerse de realizar actos o amenazar de agresión o de uso de la fuerza en contra de la integridad territorial o la independencia política de los Estados; i. la solución pacífica de las controversias a través de la negociación, conciliación, el arbitramento o un arreglo jurídico así como los acuerdos por la vía pacífica que las partes consideren, respetando la Carta de las Naciones Unidas; j. la promoción de los intereses mutuos y de la cooperación; k. el respeto por la justicia y las obligaciones internacionales. 3. La superación del capitalismo periférico y de la asimetría económica en el mundo para lograr un desarrollo social y económico equilibrado a nivel global, y la cooperación económica, comercial, tecnológica y científica basada en la igualdad y el beneficio mutuo inclusive entre los países miembros del NOAL así como el fomento de un acercamiento cultural entre sus países. 4. La lucha contra el racismo y la discriminación racial en todas sus formas y la promoción de la tolerancia y el reconocimiento de la diversidad étnica, política, económica, social, cultural y religiosa. 5. El desarme general y completo, prohibiendo las pruebas nucleares y eliminando las bases militares extranjeras en los países. 6. La distribución geográfica equitativa en los órganos de las Naciones Unidas para que todas las regiones contribuyan con los objetivos de paz y seguridad internacionales. 7. La protección del medio ambiente, la cual no puede tratarse de una manera global unificada en la posición del mundo desarrollado, sino que debe tener en cuenta sus diferentes dimensiones y buscar soluciones adecuadas. En este sentido los programas de desarrollo deben tener un componente ambiental acorde con las necesidades de cada sociedad. 8. La acción colectiva y la democratización de las relaciones internacionales puesto que la paz y la estabilidad internacionales dependen también de factores sociales y económicos, aparte de los políticos y militares. Sobre el tema de Sudáfrica pueden consultarse documentos de las Naciones Unidas, las Declaraciones de los No Alineados y libros como Allister Sparks , Tomorrow is another country (Nueva York: Hill and Wang, 1995). Estos pueden encontrarse en las diez Declaraciones de las Cumbres, los Comunicados Ministeriales de 34 años de existencia del Movimiento y en especial en el Comunicado Final de la Conferencia de Bandung de 1955 y la Declaración de Belgrado de 1961. La presidencia de Colombia industrializados son similares y compatibles. Colombia participó como observador por primera vez en la Conferencia fe Lusaka, Zambia en 1970, e ingresó como miembro en la Conferencia de Nueva Delhi, India en 1983, durante la presidencia de Belisario Betancur10. Esto marcó una ruptura en la política exterior de Colombia y le permitió ingresar al concierto de naciones formando parte de un Movimiento con el cual se compartían lineamientos y principios. El respeto por el derecho internacional, la búsqueda de mecanismos pacíficos para la solución de conflictos, la primacía de la negociación política sobre el enfrentamiento armado, la no intervención en los asuntos internos de los Estados, la libre determinación de los pueblos, la cooperación internacional y la coexistencia pacífica, son objetivos tanto de Colombia como del resto de países miembros del Movimiento. Así pues, Colombia al identificar sus intereses a nivel multilateral, al reconocer su realidad económica y su lugar en el sistema internacional convirtió en un acto natural su ingreso a un grupo de países afines, que comparten realidades económicas, sociales y políticas a pesar de la diversidad geográfica, cultural, religiosa y étnica. Si bien al interior del mundo en desarrollo existen diferentes grados de desarrollo, sus intereses y objetivos frente al bloque de países desarrollados o Actualmente es necesario pertenecer a las principales agrupaciones internacionales puesto que en el proceso de globalización político y económico característico del nuevo orden mundial solo se dan acciones y reacciones a nivel colectivo para responder y ajustarse a las distintas ideas y tendencias que predominan en el mundo. Es importante tener en cuenta que dado el grado de desarrollo político, económico, social y cultural de Colombia, sería impensable pertenecer a una agrupación distinta al Movimiento de Países No Alineados. Por sus condiciones objetivas y subjetivas, Colombia no hace parte del primer o segundo mundos, por lo que no podría aspirar a actuar entre estos grupos en los foros internacionales. 10 11 Sus intereses y dinámica propia lo acercan más bien a los países de Asia y África así como a la América Latina, a pesar de que tradicionalmente los vínculos económicos y políticos a nivel individual se hayan concentrado en dos regiones principales del mundo desarrollado, con quienes a nivel multilateral no hay convergencia real de intereses y posiciones en la mayoría de temas de la agenda internacional. Mientras que las regiones que obtengan privilegios pretendan conservarlos, aquellas que llegaron tarde a la repartición buscan acceder a éstos o des- montarlos para lograr que el sistema internacional tienda hacia la democratización y la equidad. Por lo tanto, cuestionar la participación de Colombia en los No Alineados es muestra de un profundo desconocimiento del escenario multilateral y de las posibilidades que éste ofrece si se es parte de una agrupación como ésta. Países como Brasil y México, observadores del Movimiento, utilizan su fuerza y capacidad de acción para adelantar y proponer iniciativas puesto que individualmente no tendrían mayores posibilidades de éxito. En temas como el desarme en las Naciones Unidas11, Brasil y México son de los voceros más activos e influyentes del Movimiento, coordinan sus posiciones con éste y están, cuando lo estiman conveniente, comprometidos plenamente con las posiciones de los No Alineados. Lo anterior ilustra la importancia de pertenecer a un grupo inter-regio-nal de las características de los No Alineados, puesto que en las Naciones Unidas y en el plano multilateral, la actuación individual no es efectiva ni eficiente. Colombia, aislada como parte de una región latinoamericana desarticulada, en las Naciones Unidas tendría muy poca relevancia en las decisiones de interés global. Sin embargo, sí tiene alguna importancia al pertenecer a un Movimiento, que por su mayoría Véanse José Luis Ramírez "Las Relaciones Internacionales de Colombia con el Medio Oriente: Evolución, Desarrollo y Perspectivas". Noviembre-Diciembre de 1988, pp. 17-19, Alfredo Vázquez Carrizosa Los No Alineados (Bogotá: Carlos Valencia Editores, 1986) así como la compilación de Marco Palacios Colombia No Alineada Bogotá: Banco Popular en 1983. En los documentos de la Primera Comisión de las Naciones Unidas y del Buró de Coordinación de los No Alineados se puede ver el comportamiento de estas dos delegaciones y su coordinación con el Movimiento. numérica tiene la capacidad de controlar las votaciones12 dando muestra de su potencial influencia y de su papel protagónico en la toma de decisiones en la Asamblea General13 y otras instancias multilaterales. En la actualidad, Colombia como presidente de los NOAL puede afianzar su liderazgo y presencia internacionales, gestión imposible si se está por fuerza de las tendencias preponderantes dirigidas hacia la concertación regional e interregional. En la actual coyuntura internacional mantener la unidad del Movimiento constituye el principal reto de Colombia como presidente del NOAL en especial cuando su participación en los foros multilaterales no ha sido tan efectiva y coherente como la de los países industrializados. Si bien los países No Alineados cuentan con una gran riqueza natural, los recursos financieros y su capacidad para convertirlos en fuentes de desarrollo son insuficientes. Su falta de estructuras para la industrialización, los problemas sociales y políticos, el problema de la educación, la falta de consolidación de sus sociedades, no permiten aún un desarrollo económico armónico y sostenido. Por lo tanto, la labor política 12 13 14 15 16 del Movimiento es fundamental para cumplir con los objetivos reivindicados durante más de treinta años en un mundo cada vez más intercomunicado. La globalización no ha extendido sus beneficios a las comunidades y pueblos del mundo en desarrollo. Por el contrario, este fenómeno en vez de integrar estas regiones ha agudizado su marginalidad de los principales acontecimientos mundiales y de los centros de decisión del sistema internacional. Por lo tanto, la unión de esfuerzos, coherencia, solidaridad, cooperación, la acción concertada, las iniciativas comunes y la confianza en el esfuerzo propio y colectivo deben confirmarse como los mecanismos de acción de los países miembros para coordinar sus posiciones en los foros internacionales y en las negociaciones frente a otros actores del sistema internacional. En los foros multilaterales el Movimiento ha demostrado ser uno de los principales actores de conciliación confirmando reiteradamente su voluntad de negociación y diálogo. En sus actuaciones, ha sido flexible, abierto y pluralista. Así mismo, sus particularidades culturales, étnicas, políticas y económicas muestran el espíritu renovador y tolerante que lo ha caracterizado14. Los No Alineados deben continuar adaptándose a los fenómenos internacionales. Su principal acción podría concentrarse en fortalecer los vínculos entre los Estados Miembros a nivel político y diplomático, comercial y económico, científico y tecnológico, así como en combatir la creciente marginalidad acentuada desde finales de la guerra fría. Por varios años el Movimiento, como grupo de reflexión política, ha tenido un papel importante en la promoción de un orden internacional basado en la igualdad, la justicia, la equidad y la paz15. Por consiguiente, el actual contexto internacional, así como el anterior, justifica la política de no alineamiento con sus principios y objetivos que constituyen una contribución positiva e independiente a las relaciones internacionales. Si bien el NOAL tiene la capacidad para llevar a cabo sus reivindicaciones y para influir de una manera definitiva en las decisiones del escenario en el que se desempeña, en algunas situaciones ha sido débil y se ha presentado desunido16. Las secuelas de la dependencia aún se dejan sentir y por lo tanto, promover la solidaridad y la cooperación del Movi- 185 son los miembros de la ONU, de los cuales 112 pertenecen al NOAL y más de 130 al mundo en desarrollo. Por lo tanto, estos países pueden dominar las mayorías en las votaciones. De allí deriva parte de su importancia y necesidad del mundo desarrollado de conciliar o convencer al Movimiento para que considere sus propuestas e iniciativas. Decimos Asamblea General puesto que ésta es la única instancia universal del sistema y por lo tanto, la única en la cual el Movimiento tiene alguna presencia importante. Las votaciones de las resoluciones de las Naciones Unidas ilustran este argumento. La declaración de Yacarta de 1992 se extiende ampliamente sobre la concepción del nuevo orden internacional desde la perspectiva del no alineamiento. En algunos casos el Movimiento puede parecer débil por su voluntad de conciliar y no romper el consenso en la Organización. Tal pudo haber sido el caso en el marco de la Conferencia de Extensión y Revisión del Tratado de No Proliferación Nuclear de 1995, en la cual el NOAL no defendió su posición e hizo concesiones que más tarde probaron ser de un gran desacierto. A veces la voluntad de conciliar y no confrontar resulta en una gran debilidad. Detalles sobre el resultado de esta conferencia pueden encontrarse en la prensa nacional de los meses de abril y mayo de 1995 así como en los documentos de las Naciones Unidas. La posición del movimiento puede verse en las Declaraciones de Yacarta de 1992, los comunicados ministeriales de 1993 y 1994 de las reuniones durante la sesión regular de la Asamblea General en Nueva York, la reunión ministerial de El Cairo de junio de 1994 y la reciente reunión ministerial de abril de 1995 en Bandung. miento para lograr una acción concertada que logre influir en las decisiones que competen a la comunidad, debe constituirse como una prioridad. En estos momentos cuando se debate el futuro de la Organización de las Naciones Unidas y se adelantan importantes reformas determinantes para el equilibrio de poder en el sistema internacional, la ausencia del NOAL como un negociador debidamente acreditado, podría legitimar por otros 50 años la desigualdad y la inequidad en las relaciones internacionales17. La política de no alineamiento es vigente en los esfuerzos para promover la paz, el desarme, la cooperación en las relaciones internacionales y el relajamiento de las tensiones, la solidaridad mundial, la justa y pacífica solución de conflictos, el desarrollo económico y social18. En la presente coyuntura esta política se enfrenta al reto de continuar protegiendo y fortaleciendo la independencia nacional y la soberanía en materia política, económica y jurídica de cada nación, aplicable en los diversos temas de la agenda internacional multilateral. El fortalecimiento de los No Alineados como un movimiento de composición internacional amplia constituye una parte integral de los cambios profundos del sistema internacional. Los países No Alineados están unidos por una perspecti- 17 18 19 va que trasciende sus diferencias económicas, políticas, sociales, culturales, religiosas y étnicas. En un sistema mundial donde la inequidad, la falta de transparencia y democratización son una constante, los No Alineados tienen la responsabilidad de abogar por el derecho a mejorar el nivel de vida de sus pueblos y por lograr que su inserción en el sistema internacional no continúe creando dependencia y marginalidad. Esto con la convicción de que sólo la transformación del sistema internacional hacia la equidad y la igualdad podrá garantizar una paz duradera, con seguridad y prosperidad para todos. Colombia como nuevo líder del NOAL tendrá que continuar y reorientar, cuando se estime necesario, la agenda política del Movimiento. En este contexto, le corresponderá evitar que su dispersión en temas como el económico debilite su gestión y compromiso con los principales retos que enfrenta. En vez de duplicar el esfuerzo y trabajo del Grupo de los 77, los No Alineados deben concentrarse en las negociaciones políticas que se adelantan en la ONU, tales como la reforma del Consejo de Seguridad, la revitalización de la Asamblea General y del Consejo Económico y Social, la racionalización de las operaciones para el mantenimiento de la paz, la crisis financiera de la ONU, los derechos fundamentales del hombre especialmente los económicos y políticos, el medio ambiente, la limitación y control en la transferencia de armas convencionales, el control y eliminación total de las armas nucleares, entre otras. Los principios fundamentales que inspiraron a los creadores de la ONU deben continuar teniendo vigencia y es responsabilidad de los No Alineados que éstos perduren. Es importante evitar que las nuevas tendencias globalizantes, que cuestionan la vigencia de principios tales como la soberanía nacional por considerarlos caducos e irrelevantes y que pretenden que el mundo está equitativamente integrado, logren legitimar la intervención e injerencia de los Estados más poderosos o de las organizaciones multilaterales en los asuntos internos de los países. De allí la importancia de regular y evitar situaciones como las que caracterizan la actual coyuntura, como la intervención del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en los conflictos internos de los países por medio de la diplomacia preventiva, las operaciones de mantenimiento, restablecimiento, consolidación e imposición de la paz19. El tema adquiere mayor gravedad y relevancia si se tiene en cuenta que tanto algunos miembros del Consejo y de los países desarrollados y el propio secretario general favorecen la consolidación de un ejército propio de la ONU, entrenado, dotado y utilizado Un análisis más explicativo puede encontrarse en el documento "La visión de Colombia sobre la reforma del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas" que contiene las intervenciones del ex-Embajador de Colombia ante la ONU, doctor Luis Fernando Jaramillo. Esto ha quedado consignado repetidamente en las diferentes declaraciones de las Cumbres desde los albores del Movimiento. Las misiones en Somalia, Bosnia-Herzegovina, Cambodia, Rwanda, Haití, entre otras, tienen vicios de forma y extralimitan la capacidad y mandato de la ONU. Las resoluciones A/47/120 y 120B son el resultado de la Agenda para la paz del secretario general y tratan de enmarcar y regular sus iniciativas en el campo de la paz y seguridad internacionales. para los propósitos anteriormente mencionados. La presidencia de los No Alineados significa desde luego una gran responsabilidad y un reto de grandes dimensiones, pero es así mismo, una gran oportunidad para crear espacios y alternativas a la política exterior del país. Mientras la marginalidad siga agobiando a la mayoría de los estados del mundo, y mientras las condiciones que dieron origen a la congregación del mundo en desarrollo en un foro unido y solidario subsistan, los No Alineados tendrán sentido y vigencia. En los escenarios de negociación política su presencia será determinante para conseguir la realización plena de la libertad política obtenida durante este medio si- glo y garantizar que el crecimiento económico pueda liberar a los países del sur de las condiciones de subdesarrollo. Así mismo, en el campo estrictamente local, la problemática colombiana exige foros, solidaridad y comprensión si pretendemos abandonar nuestra condición actual de responsables de uno de los mayores males de la humanidad. Colombia tendrá durante los próximos tres años la responsabilidad de que impere la unidad, la acción y la coherencia en contraste con la tradicional retórica del Movimiento. Adicio-nalmente, al obtener un mayor conocimiento del mundo, puede proyectarse reconociendo e identificando sus ventajas comparativas y posibilidades económicas y políticas. Tam- bién puede aprovechar esta oportunidad para superar su parroquialismo tradicional y darle nueva vida a las aspiraciones del mundo en desarrollo en las Naciones Unidas y en el sistema internacional. Sin embargo, Colombia puede desaprovechar este espacio que se le abre y permitir que el mundo en desarrollo continúe su proceso de marginalidad, debilite su participación en las Naciones Unidas y se sumerja en una retórica de declaraciones sin proyección y repercusión en la toma de decisiones en el sistema internacional. Se presentan las dos opciones y de la capacidad para enfrentar este reto dependerá el desempeño nacional en el escenario de la política multilateral.