Vigencia de los No Alineados en el contexto de la posguerra fría

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El NOAL participa en un escenario con característica y naturaleza multilaterales y es
dentro de este contexto que se
debe buscar su relevancia, vigencia y acción futura. Su
orientación filosófica surgió de
condiciones históricas, económicas, sociales y políticas,
compartidas por países de Asia,
África, América Latina y el
Caribe.
Sección:
Política
Mundial
Vigencia de los No
Alineados en el
contexto de la
posguerra fría
Patti Londoño Jaramillo*
*
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En 1954, Birmania1, Ceylán, India, Indonesia y Pakistán iniciaron el proceso que dio nacimiento al Movimiento de Países
No Alineados, al sostener un
encuentro en Colombo, Ceylán2,
con el objetivo de crear un
frente asiático neutral. Estos
mismos países se reunieron en
Bogor, Indonesia, con el
objetivo de examinar la
oportunidad de convocar una
reunión de países de África y
Asia. Motivados por las iniciativas anteriores, unos 30 países
se reunieron en Bandung, Indonesia en Abril de 19553.
De esta manera, el Movimiento
de Países No Alineados
(NOAL) constituido hoy por
112 Estados del mundo en
desarrollo y adicionalmente
Palestina, nació en 1961 en la
Cumbre de Belgrado, Yugoslavia, como un Movimiento de
reflexión política para actuar en
el
sistema
internacional
multilateral en defensa de los
intereses de estos nuevos países
que ingresaban a la comunidad
de naciones.
La política de no alineamiento
surgió de la determina-ción de
los países independientes por
salvaguardar su independencia
nacional y los legítimos
derechos de sus respectivos
pueblos4. Fue producto de la
revolución anti-co-lonial de los
nuevos Estados liberados para
luchar contra la opresión y la
dominación extranjeras. El no
alineamiento
simbolizó
el
esfuerzo de la humanidad por
alcanzar la paz y seguridad, así
como la determinación de lograr
un orden económico, social y
político internacional equitativo
y justo. Con esto se rechazó la
definición de paz y seguridad
basada en el equilibrio entre las
potencias5. Lo anterior fue pertinente en los años cincuenta y lo
es ahora cuando nos aproximamos al siglo XXI.
La celebración de los 40 años de
la Conferencia Afro-Asiática de
Bandung realizada en Indonesia
en abril de 1995 reiteró el
compromiso de los países
miembros de continuar
Asesora, ministro de Relaciones Exteriores.
Actual Myanmar.
Actual Sri Lanka.
Deseo agradecer al Doctor Luis Fernando Jaramillo en la elaboración de este artículo, relacionado con un trabajo que realizamos
conjuntamente.
Las declaraciones de Bandung, 1955 y Nueva Delhi, 1983 prestan especial atención a los objetivos y propósitos del Movimiento para
entender su vigencia en el cambiante sistema internacional.
Mayor información puede obtenerse en las Declaraciones de las Cumbres, en especial en la de Nueva Delhi de 1983.
con la misión iniciada entonces:
convertir al mundo en desarrollo
en un interlocutor válido que
represente los intereses del sur
en el escenario multilateral6.
La importancia y vigencia del
Movimiento radican en el hecho
de que por primera vez en la
historia los países industrializados tuvieron un interlocutor del mundo en desarrollo.
Tres
naciones
occidentales
decidían sobre los destinos políticos y económicos de Asia,
África y América Latina y el
Caribe, las cuales no estaban
acostumbradas a dialogar bajo
las premisas de igualdad soberana y no injerencia con países
del mundo en desarrollo, antiguamente bajo su dominio. Por
lo tanto, si ha existido confrontación de intereses ha sido
más debido a la intransigencia y
falta de adaptación a las nuevas
realidades por parte de las
antiguas potencias, que al espíritu confrontacional de los
miembros del NOAL.
El escenario multilateral es el
punto de encuentro de una
infinidad de intereses y posiciones de diferentes países, lo
que dificulta el proceso de concertación y cooperación frente a
los temas de la agenda mundial.
La definición de los asuntos
multilaterales no consiste en
llevar a este escenario asuntos
bilaterales o locales de carácter
internacional. Se relaciona más
bien con la búsqueda de aquellos
temas que interesan a todos para
establecer un plan de acción que
logre expresar el interés común
y general. En este contexto, la
exis-
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tente unión, solidaridad y cooperación entre los miembros del
NOAL son muestra de su
tolerancia y pluralismo, lo que
permite conciliar diferentes
tendencias en torno a un interés
común: defender los intereses de
los países miembros frente a los
demás
grupos
en
las
negociaciones
de
carácter
multilateral7.
El Movimiento desmistificó el
no alineamiento desde su origen.
Si bien la Conferencia de
Belgrado de 1961 fue estricta en
cuanto a la independencia de los
países frente a los bloques de la
época, en las reuniones posteriores se invitó a los países sin tener en cuenta su afinidad con
alguna de las potencias. De esta
manera, las políticas exteriores
de los Estados conservaban su
autonomía y no significaban un
obstáculo para el ingreso y la
participación en el Movimiento.
Los países en desarrollo, independientemente de sus vínculos
internacionales, tienen intereses
comunes en el plano multilateral
y su participación conjunta
frente a los países desarrollados
es fundamental para hacer valer
sus reivindicaciones y derechos
en los foros de esta naturaleza,
de los cuales surgen las
principales tendencias políticas
y jurídicas con implicaciones
universales.
En este contexto, discutir sobre
la
vigencia
actual
del
Movimiento dado el fin de la
Guerra Fría, o sobre la pertinencia de su nombre, son
cuestiones irrelevantes, pues-
to que desde hace tres décadas
el NOAL se ha concentrado en
sus objetivos fundamentales
como vocero del mundo en
desarrollo frente a los temas de
la
agenda
multilateral,
distanciándose de una definición
estricta y ex-cluyente del no
alineamiento.
El Movimiento ha sido consecuente con el objetivo de
descolonización. La comunidad
internacional cuenta hoy con
más de 200 naciones independientes, 185 miembros de la
ONU y más de 130 países en
desarrollo, de los cuales 112 son
No Alineados. La descolonización y el cuestionamiento
del autoritarismo y la arbitrariedad no hubieran sido posibles
sin la acción decidida y la unión
de estos países No Alineados al
apoyar los procesos internos de
los países colonizados. La
solidaridad e identificación de
intereses
comunes
y
la
coordinación para expresarlos y
reivindicarlos mostraron que el
sistema internacional empezaba
a
cambiar
y
que
por
consiguiente todos los países
debían adaptarse a las nuevas
realidades.
El NOAL ha sido efectivo en la
defensa de la libre determinación de los pueblos y en condenar el colonialismo. De esta
manera, se unió para apoyar al
pueblo sudafricano que luchaba
contra el condenable régimen
del Apartheid, tema que fue
introducido en la agenda de la
Asamblea por India en 1946 y
que logró la unidad y
solidaridad del Movimiento
hasta 1994, año de las primeras
elecciones libres y multirracia-
El documento A/49/920, S/1995/489 del 16 de junio de 1995 contiene el comunicado de la reunión ministerial del Buró de Coordinación
celebrada en Bandung.
Una visión más amplia del debate del multilateralismo puede verse en John Ruggie, Multilatcralism Matters. (New York: Columbia
University Press, 1993).
les que llevaron al poder a un
gobierno de unidad nacional
presidido por el líder Nelson
Rolihlahla Mándela8.
Objetivos
del movimiento
Los objetivos del Movimiento9
podrían resumirse en:
1. La
descolonización,
la
eliminación de la hegemonía y la
dominación
extranjera,
la
autodeterminación
de
los
pueblos y las naciones, la lucha
contra el imperialismo, el
colonialismo
y
el
neocolonialismo.
2. Las relaciones amistosas y la
coexistencia pacífica entre los
Estados con diferentes sistemas
políticos, económicos y sociales
guiadas por:
a.
el respeto por los
derechos humanos y por los
propósitos y principios de las
Naciones Unidas;
b.
el respeto de la soberanía
e integridad territorial de todas
las naciones;
c.
el reconocimiento de la
igualdad de todas las razas y de
las
naciones,
grandes
y
pequeñas;
d.
la no intervención e
injerencia en los asuntos internos
de los Estados;
e.
respeto por el derecho de
cada Estado de defenderse
individual o colectivamente,
conforme a la Carta de las
Naciones Unidas;
f.
abstenerse de participar
en los acuerdos de seguridad
colectiva sirviendo los intereses
particulares de cualquiera de los
grandes poderes;
g.
abstenerse de presionar
a otras naciones;
h. abstenerse de realizar actos o
amenazar de agresión o de uso
de la fuerza en contra de la
integridad territorial o la
independencia política de los
Estados;
i. la solución pacífica de las
controversias a través de la
negociación, conciliación, el
arbitramento o un arreglo jurídico así como los acuerdos por
la vía pacífica que las partes
consideren, respetando la Carta
de las Naciones Unidas;
j. la promoción de los intereses
mutuos y de la cooperación;
k. el respeto por la justicia y las
obligaciones internacionales.
3. La superación del capitalismo
periférico y de la asimetría
económica en el mundo para
lograr un desarrollo social y
económico equilibrado a nivel
global, y la cooperación
económica,
comercial,
tecnológica y científica basada
en la igualdad y el beneficio
mutuo inclusive entre los países
miembros del NOAL así como
el fomento de un
acercamiento cultural entre sus
países.
4. La lucha contra el racismo y
la discriminación racial en todas
sus formas y la promoción de la
tolerancia y el reconocimiento
de la diversidad étnica, política,
económica, social, cultural y
religiosa.
5. El desarme general y
completo,
prohibiendo
las
pruebas nucleares y eliminando
las bases militares extranjeras en
los países.
6. La distribución geográfica
equitativa en los órganos de las
Naciones Unidas para que todas
las regiones contribuyan con los
objetivos de paz y seguridad
internacionales.
7. La protección del medio
ambiente, la cual no puede
tratarse de una manera global
unificada en la posición del
mundo desarrollado, sino que
debe tener en cuenta sus
diferentes dimensiones y buscar
soluciones adecuadas. En este
sentido los programas de
desarrollo deben tener un
componente ambiental acorde
con las necesidades de cada
sociedad.
8. La acción colectiva y la
democratización
de
las
relaciones
internacionales
puesto que la paz y la estabilidad
internacionales
dependen
también de factores sociales y
económicos, aparte de los
políticos y militares.
Sobre el tema de Sudáfrica pueden consultarse documentos de las Naciones Unidas, las Declaraciones de los No Alineados y libros
como Allister Sparks , Tomorrow is another country (Nueva York: Hill and Wang, 1995).
Estos pueden encontrarse en las diez Declaraciones de las Cumbres, los Comunicados Ministeriales de 34 años de existencia del Movimiento y en especial en el Comunicado Final de la Conferencia de Bandung de 1955 y la Declaración de Belgrado de 1961.
La presidencia de
Colombia
industrializados son similares y
compatibles.
Colombia participó como observador por primera vez en la
Conferencia fe Lusaka, Zambia
en 1970, e ingresó como miembro en la Conferencia de Nueva
Delhi, India en 1983, durante la
presidencia
de
Belisario
Betancur10. Esto marcó una
ruptura en la política exterior de
Colombia y le permitió ingresar
al concierto de naciones
formando parte de un Movimiento con el cual se compartían
lineamientos y principios. El
respeto por el derecho internacional, la búsqueda de mecanismos pacíficos para la solución
de conflictos, la primacía de la
negociación política sobre el
enfrentamiento armado, la no
intervención en los asuntos
internos de los Estados, la libre
determinación de los pueblos, la
cooperación internacional y la
coexistencia pacífica, son objetivos tanto de Colombia como
del resto de países miembros del
Movimiento.
Así
pues,
Colombia al identificar sus intereses a nivel multilateral, al
reconocer su realidad económica
y su lugar en el sistema internacional convirtió en un acto
natural su ingreso a un grupo de
países afines, que comparten
realidades económicas, sociales
y políticas a pesar de la
diversidad geográfica, cultural,
religiosa y étnica. Si bien al
interior del mundo en desarrollo
existen diferentes grados de
desarrollo, sus intereses y
objetivos frente al bloque de
países desarrollados o
Actualmente
es
necesario
pertenecer a las principales
agrupaciones
internacionales
puesto que en el proceso de
globalización político y económico característico del nuevo
orden mundial solo se dan acciones y reacciones a nivel colectivo para responder y ajustarse a las distintas ideas y tendencias que predominan en el
mundo. Es importante tener en
cuenta que dado el grado de
desarrollo político, económico,
social y cultural de Colombia,
sería impensable pertenecer a
una agrupación distinta al
Movimiento de Países No
Alineados. Por sus condiciones
objetivas y subjetivas, Colombia
no hace parte del primer o
segundo mundos, por lo que no
podría aspirar a actuar entre
estos grupos en los foros
internacionales.
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Sus intereses y dinámica propia
lo acercan más bien a los países
de Asia y África así como a la
América Latina, a pesar de que
tradicionalmente los vínculos
económicos y políticos a nivel
individual se hayan concentrado
en dos regiones principales del
mundo
desarrollado,
con
quienes a nivel multilateral no
hay convergencia real de
intereses y posiciones en la
mayoría de temas de la agenda
internacional. Mientras que las
regiones
que
obtengan
privilegios
pretendan
conservarlos,
aquellas
que
llegaron tarde a la repartición
buscan acceder a éstos o des-
montarlos para lograr que el
sistema internacional tienda
hacia la democratización y la
equidad. Por lo tanto, cuestionar
la participación de Colombia en
los No Alineados es muestra de
un profundo desconocimiento
del escenario multilateral y de
las posibilidades que éste ofrece
si se es parte de una agrupación
como ésta.
Países como Brasil y México,
observadores del Movimiento,
utilizan su fuerza y capacidad de
acción para adelantar y proponer
iniciativas
puesto
que
individualmente no tendrían
mayores posibilidades de éxito.
En temas como el desarme en
las Naciones Unidas11, Brasil y
México son de los voceros más
activos e influyentes del
Movimiento, coordinan sus
posiciones con éste y están,
cuando lo estiman conveniente,
comprometidos plenamente con
las posiciones de los No
Alineados. Lo anterior ilustra la
importancia de pertenecer a un
grupo inter-regio-nal de las
características de los No
Alineados, puesto que en las
Naciones Unidas y en el plano
multilateral,
la
actuación
individual no es efectiva ni
eficiente.
Colombia, aislada como parte de
una región latinoamericana
desarticulada, en las Naciones
Unidas tendría muy poca
relevancia en las decisiones de
interés global. Sin embargo, sí
tiene alguna importancia al
pertenecer a un Movimiento,
que por su mayoría
Véanse José Luis Ramírez "Las Relaciones Internacionales de Colombia con el Medio Oriente: Evolución, Desarrollo y
Perspectivas". Noviembre-Diciembre de 1988, pp. 17-19, Alfredo Vázquez Carrizosa Los No Alineados (Bogotá: Carlos Valencia
Editores, 1986) así como la compilación de Marco Palacios Colombia No Alineada Bogotá: Banco Popular en 1983.
En los documentos de la Primera Comisión de las Naciones Unidas y del Buró de Coordinación de los No Alineados se puede ver
el comportamiento de estas dos delegaciones y su coordinación con el Movimiento.
numérica tiene la capacidad de
controlar las votaciones12 dando
muestra
de
su
potencial
influencia y de su papel protagónico en la toma de decisiones
en la Asamblea General13 y otras
instancias multilaterales. En la
actualidad, Colombia como
presidente de los NOAL puede
afianzar su liderazgo y presencia
internacionales,
gestión
imposible si se está por fuerza
de las tendencias preponderantes
dirigidas hacia la concertación
regional e interregional.
En la actual coyuntura internacional mantener la unidad del
Movimiento
constituye
el
principal reto de Colombia como
presidente del NOAL en
especial cuando su participación
en los foros multilaterales no ha
sido tan efectiva y coherente
como la de los países industrializados. Si bien los países
No Alineados cuentan con una
gran riqueza natural, los
recursos financieros y su capacidad para convertirlos en
fuentes de desarrollo son insuficientes. Su falta de estructuras
para la industrialización, los
problemas sociales y políticos,
el problema de la educación, la
falta de consolidación de sus
sociedades, no permiten aún un
desarrollo económico armónico
y sostenido. Por lo tanto, la labor
política
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del Movimiento es fundamental
para cumplir con los objetivos
reivindicados durante más de
treinta años en un mundo cada
vez más intercomunicado.
La globalización no ha extendido sus beneficios a las comunidades y pueblos del mundo
en desarrollo. Por el contrario,
este fenómeno en vez de
integrar estas regiones ha
agudizado su marginalidad de
los principales acontecimientos
mundiales y de los centros de
decisión
del
sistema
internacional. Por lo tanto, la
unión de esfuerzos, coherencia,
solidaridad, cooperación, la
acción concertada, las iniciativas comunes y la confianza en
el esfuerzo propio y colectivo
deben confirmarse como los
mecanismos de acción de los
países miembros para coordinar
sus posiciones en los foros
internacionales y en las negociaciones frente a otros actores del sistema internacional.
En los foros multilaterales el
Movimiento ha demostrado ser
uno de los principales actores de
conciliación
confirmando
reiteradamente su voluntad de
negociación y diálogo. En sus
actuaciones, ha sido flexible,
abierto y pluralista. Así mismo,
sus particularidades culturales,
étnicas, políticas y económicas
muestran el
espíritu renovador y tolerante
que lo ha caracterizado14.
Los No Alineados deben continuar adaptándose a los fenómenos internacionales. Su
principal acción podría concentrarse en fortalecer los vínculos
entre los Estados Miembros a
nivel político y diplomático, comercial y económico, científico
y tecnológico, así como en combatir la creciente marginalidad
acentuada desde finales de la
guerra fría. Por varios años el
Movimiento, como grupo de reflexión política, ha tenido un papel importante en la promoción
de un orden internacional basado
en la igualdad, la justicia, la
equidad y la paz15. Por consiguiente, el actual contexto internacional, así como el anterior,
justifica la política de no alineamiento con sus principios y objetivos que constituyen una
contribución positiva e independiente a las relaciones internacionales.
Si bien el NOAL tiene la capacidad para llevar a cabo sus
reivindicaciones y para influir de
una manera definitiva en las
decisiones del escenario en el
que se desempeña, en algunas
situaciones ha sido débil y se ha
presentado desunido16. Las
secuelas de la dependencia aún
se dejan sentir y por lo tanto,
promover la solidaridad y la
cooperación del Movi-
185 son los miembros de la ONU, de los cuales 112 pertenecen al NOAL y más de 130 al mundo en desarrollo. Por lo tanto, estos
países pueden dominar las mayorías en las votaciones. De allí deriva parte de su importancia y necesidad del mundo desarrollado
de conciliar o convencer al Movimiento para que considere sus propuestas e iniciativas.
Decimos Asamblea General puesto que ésta es la única instancia universal del sistema y por lo tanto, la única en la cual el
Movimiento tiene alguna presencia importante.
Las votaciones de las resoluciones de las Naciones Unidas ilustran este argumento.
La declaración de Yacarta de 1992 se extiende ampliamente sobre la concepción del nuevo orden internacional desde la
perspectiva del no alineamiento.
En algunos casos el Movimiento puede parecer débil por su voluntad de conciliar y no romper el consenso en la Organización. Tal
pudo haber sido el caso en el marco de la Conferencia de Extensión y Revisión del Tratado de No Proliferación Nuclear de 1995,
en la cual el NOAL no defendió su posición e hizo concesiones que más tarde probaron ser de un gran desacierto. A veces la
voluntad de conciliar y no confrontar resulta en una gran debilidad. Detalles sobre el resultado de esta conferencia pueden
encontrarse en la prensa nacional de los meses de abril y mayo de 1995 así como en los documentos de las Naciones Unidas. La
posición del movimiento puede verse en las Declaraciones de Yacarta de 1992, los comunicados ministeriales de 1993 y 1994 de
las reuniones durante la sesión regular de la Asamblea General en Nueva York, la reunión ministerial de El Cairo de junio de 1994
y la reciente reunión ministerial de abril de 1995 en Bandung.
miento para lograr una acción
concertada que logre influir en
las decisiones que competen a la
comunidad, debe constituirse
como una prioridad.
En estos momentos cuando se
debate el futuro de la Organización de las Naciones Unidas
y se adelantan importantes
reformas determinantes para el
equilibrio de poder en el sistema
internacional, la ausencia del
NOAL como un negociador
debidamente acreditado, podría
legitimar por otros 50 años la
desigualdad y la inequidad en
las relaciones internacionales17.
La política de no alineamiento
es vigente en los esfuerzos para
promover la paz, el desarme, la
cooperación en las relaciones
internacionales y el relajamiento
de las tensiones, la solidaridad
mundial, la justa y pacífica
solución de conflictos, el
desarrollo económico y social18.
En la presente coyuntura esta
política se enfrenta al reto de
continuar
protegiendo
y
fortaleciendo la independencia
nacional y la soberanía en
materia política, económica y
jurídica
de
cada
nación,
aplicable en los diversos temas
de la agenda internacional
multilateral. El fortalecimiento
de los No Alineados como un
movimiento de composición
internacional amplia constituye
una parte integral de los cambios
profundos
del
sistema
internacional.
Los países No Alineados están
unidos por una perspecti-
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va que trasciende sus diferencias
económicas, políticas, sociales,
culturales, religiosas y étnicas.
En un sistema mundial donde la
inequidad,
la
falta
de
transparencia y democratización
son una constante, los No
Alineados tienen la responsabilidad de abogar por el
derecho a mejorar el nivel de
vida de sus pueblos y por lograr
que su inserción en el sistema
internacional
no
continúe
creando
dependencia
y
marginalidad. Esto con la convicción de que sólo la transformación del sistema internacional hacia la equidad y la igualdad podrá garantizar una paz
duradera, con seguridad y
prosperidad para todos.
Colombia como nuevo líder del
NOAL tendrá que continuar y
reorientar, cuando se estime
necesario, la agenda política del
Movimiento. En este contexto,
le corresponderá evitar que su
dispersión en temas como el
económico debilite su gestión y
compromiso con los principales
retos que enfrenta. En vez de
duplicar el esfuerzo y trabajo
del Grupo de los 77, los No
Alineados deben concentrarse
en las negociaciones políticas
que se adelantan en la ONU,
tales como la reforma del
Consejo de Seguridad, la
revitalización de la Asamblea
General
y
del
Consejo
Económico y Social, la racionalización de las operaciones
para el mantenimiento de la paz,
la crisis financiera de la ONU,
los derechos fundamentales del
hombre
especialmente
los
económicos y políticos,
el medio ambiente, la limitación
y control en la transferencia de
armas convencionales, el control
y eliminación total de las armas
nucleares, entre otras.
Los principios fundamentales
que inspiraron a los creadores de
la ONU deben continuar
teniendo vigencia y es responsabilidad de los No Alineados
que éstos perduren. Es importante evitar que las nuevas tendencias
globalizantes,
que
cuestionan la vigencia de principios tales como la soberanía
nacional por considerarlos caducos e irrelevantes y que pretenden que el mundo está
equitativamente integrado, logren legitimar la intervención e
injerencia de los Estados más
poderosos o de las organizaciones multilaterales en los
asuntos internos de los países.
De allí la importancia de regular
y evitar situaciones como las
que caracterizan la actual
coyuntura, como la intervención
del Consejo de Seguridad de las
Naciones
Unidas
en
los
conflictos internos de los países
por medio de la diplomacia
preventiva, las operaciones de
mantenimiento,
restablecimiento, consolidación
e imposición de la paz19. El tema
adquiere mayor gravedad y
relevancia si se tiene en cuenta
que tanto algunos miembros del
Consejo y de los países
desarrollados y el propio
secretario general favorecen la
consolidación de un ejército
propio de la ONU, entrenado,
dotado y utilizado
Un análisis más explicativo puede encontrarse en el documento "La visión de Colombia sobre la reforma del Consejo de
Seguridad de las Naciones Unidas" que contiene las intervenciones del ex-Embajador de Colombia ante la ONU, doctor Luis
Fernando Jaramillo.
Esto ha quedado consignado repetidamente en las diferentes declaraciones de las Cumbres desde los albores del Movimiento.
Las misiones en Somalia, Bosnia-Herzegovina, Cambodia, Rwanda, Haití, entre otras, tienen vicios de forma y extralimitan la
capacidad y mandato de la ONU. Las resoluciones A/47/120 y 120B son el resultado de la Agenda para la paz del secretario
general y tratan de enmarcar y regular sus iniciativas en el campo de la paz y seguridad internacionales.
para los propósitos anteriormente mencionados.
La presidencia de los No
Alineados significa desde luego
una gran responsabilidad y un
reto de grandes dimensiones,
pero es así mismo, una gran
oportunidad para crear espacios
y alternativas a la política
exterior del país. Mientras la
marginalidad siga agobiando a la
mayoría de los estados del
mundo,
y
mientras
las
condiciones que dieron origen a
la congregación del mundo en
desarrollo en un foro unido y
solidario subsistan, los No
Alineados tendrán sentido y
vigencia. En los escenarios de
negociación
política
su
presencia será determinante para
conseguir la realización plena de
la libertad política obtenida
durante este medio si-
glo y garantizar que el crecimiento económico pueda liberar
a los países del sur de las
condiciones de subdesarrollo.
Así mismo, en el campo estrictamente local, la problemática colombiana exige foros,
solidaridad y comprensión si
pretendemos abandonar nuestra
condición actual de responsables
de uno de los mayores males de
la humanidad. Colombia tendrá
durante los próximos tres años
la responsabilidad de que
impere la unidad, la acción y la
coherencia en contraste con la
tradicional
retórica
del
Movimiento. Adicio-nalmente,
al
obtener
un
mayor
conocimiento del mundo, puede
proyectarse reconociendo e
identificando
sus
ventajas
comparativas y posibilidades
económicas y políticas. Tam-
bién puede aprovechar esta
oportunidad para superar su
parroquialismo tradicional y
darle nueva vida a las aspiraciones del mundo en desarrollo
en las Naciones Unidas y en el
sistema internacional.
Sin embargo, Colombia puede
desaprovechar este espacio que
se le abre y permitir que el
mundo en desarrollo continúe su
proceso
de
marginalidad,
debilite su participación en las
Naciones Unidas y se sumerja
en una retórica de declaraciones
sin proyección y repercusión en
la toma de decisiones en el
sistema
internacional.
Se
presentan las dos opciones y de
la capacidad para enfrentar este
reto dependerá el desempeño
nacional en el escenario de la
política multilateral.
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