ISIMPATIAS Y_ capital de Marx. Pero algunas circunstancias de! arte soviétifo impidieron realizar esta increíble hazaña del montaje. La segunda parte de las Memorias' narra e! paso de! cineasta ruso por nuestro continente. Sus discursos en la Conferencia de distribuidoras de la Paramount en Atlantic City y otra intervención en Hollywood. Los Estados Unidos de los treintas, de Hoover, de la ley seca. Las presencias de Sternberg (enamorado frenética, inútilmente de Marlene Dietrich v autor de Los muelles de Nueva York), & Emil Jannings, de Greta Garbo; y la gloria y el esplendor de la ciudad de! cine, "fábrica de sueños" con las palabras de Ehrenburg. Las imágenes desbordan la memoria. Eisenstein vuelve a mirarse con Bernard . (1927), Tormenta sobre México (1931), Acorazado Potemkin (1925), Octubre (1927), Tormenta sobre México (1931), Alejandro Nevski (1938) e Iván el Te:ribl~ (1945). Estremecido monólogo mtenor, los apuntes de Eisenstein parecen secuencias de. una película que todavía no ha pasado por el montaje. Redescubren, en desordenadas instantáneas, e! secreto y la magia de una época que ya no volverá. Dos años antes de su muerte, en febrero de 1946, Eisenstein quedó - paralizado varios meses por una crisis cardíaca. Entonces miró hacia atrás, analizó sus ideas, su existencia vivida. con plenitud, con alegría y dolor; sintió el deseo de retener y fijar esos instantes del tiempo destruido. Frente a un desordenado torrente de imágenes, se ve, niño, en el teatro, por vez primera como realizador, o descubriendo la pantalla de Meliés (en París, e! año 1908). Recuerda e! olor lace de la tragedia del Congo, las agen- ele los magueyes que fermentan en una cias italianas de prensa tradujeron el hacienda mexicana; a Theodor Dreiser Canto de Lumumba para su raza, que ad- partiendo leña en su casa al borde de! quiere nuevas dimensiones con la muer- río Huds~n; evoca e! perfil de algunos te del lider congolés y representa un grandes dIrectores: Sternberg, Stroheim ejemplo de! épico .lirismo que anima las Lubitsch, King Vidor. Nos comunica d~ Shaw, con Mack Sennet y Gordon Craig, actuales composiciones. de los poetas ne- qué manera nació en él la intuición del con Jean Harlow, con la mujer de Dosgros. Henchido de dolor y también de primer plano: una rama de lilas blancas toievski, con la primera estrella que vio en esperanza, el poema habla a una víctima que se mecía sobre la cama de su niñez tierras americanas, e! perro· Rin-Tin-Tin. colectiva: El negro cazado en todas las completada después por el asombro co~ Menciona los daguerrotipos en los cuales batidas, vencido en todos los combates, halló un trozo vivo de la heroica Califorque aprendió un solo lema (Esclavitud nia, y los impedimentos que vulneraron su o muerte) y en la selva afrontó mil fina.trabajo de adaptador y autor cinematográles sin despegar los labios. El blanco llefico en un país erizado .de odio hacia la gó a cambiar su oro por espejitos, por Unión Soviética. juguetes. Violó a sus hermanas y a sus A diferencia de los grandes nove1istas mujeres. Los condujo a un lugar '~donde ingleses, Eisenstein conoció, comprendió, el algodón es un dios y e! dólar un emamó a México. No es extraño que los perador". Los condenO. a una prisión s,~n fragmentos de su autobiografía concluyan término. Pero las cadenas no eran peren una sucesión de estampas mexicanas. petuas; de pronto el esclavo ha resurgido Sobre todas las cosas 10 impresionó el sobre las tierras laceradas de África. El enlace de! nacimiento y la múerte que deslibertador termina su canto al pueblo que cubría a cada paso, en la sensación de suponía libre y feliz con estas palabras cuna que tienen los sarcófagos, en la vique cobran hoy amarga resonancia: "Que sión de un rosal q'u<; florece sobre las las riberas de los vastos ríos. Que lleruinas de una pirámide, en la inscripción van hacia el porvenir sus vivas olas Sean grabada sobre una calavera: "Fui como tuyas. Que toda la tierra y todas sus riquezas Sean tuyas, Y que el cálido sol los cuadros de Degas'y ¡as invenciones d~ tú. Serás como yo." En los esqueletos de del mediodía Queme tus penas." ¿Pero Allan Poe. Todo esto determinó los ex- azúcar y los ataúdes de chocolate que conqué esperabais, al quitar la mordaza que! presivos primeros planos del Día de Di- sumen los niños en noviembre. Una noche c;rraba esas bocas negras?' ¿Que entona- funtos en su film sobre México e! tema cn el fuerte de Acapulco, al ver a los solnan vuestra alabanza?' (J ean Paul Sar- trágico e irónico de las calaveras de cartón dados que dormían con sus mujeres en el tre, Orphée N oir, 1948.) que avanzan hacia el espectador desde una patio de piedra, conoció Eisenstein el cuerpo de un pueblo, de una nación y feria de pueblo. En otra región de su conciencia ,Eisens- de una raza. "En todas partes brota la EMoRIAS DE EISENSTEIN. Literatutein :,uelve a su infancia religios~. Quizá vida debajo de la muerte y la muerte se ra soviética, revista de contenido d.e,l nto de la Eucaristía conservó la pa- lleva 10 que ha existido; quedan atrás los gen,eralmente soporífero, presenta SlOn por la pompa del culto, por los rayos siglos y, con ellos, la sensación de que en' sus numeros 2 y 3 correspondientes a nada comienza todavía, mucho está por 1961, un d<;>cumento excepcional: P~.qi­ de sol, que atraviesan nubes de incienso hacer y en lo apenas nacido está la posipor las cQ.lumnas de polvo y niebla, po; na! de la vzda ~e Serguei Eisenstein,' el bilidad de desarrollo de todo." I~as grande realIzador en la historia del e! vestuano de los sacerdotes -motiva,cme, autor de La huelga (1924), El ciones que después recrearía para el cine. -J. E. P. La deuda con los dibujos de Daumier quedaría saldada en su film Octubre donde eligió como símbolo de la divinidad la superposición violenta de un dios de ma': dera con el más fastuoso icono barroco que pudo hallar en San Petersburgo. Los efecto~, pro~u~idos en el espectador por la fuslOn plastIca de esas deidades le hicieron creer en la posibilidad de ~n sist~ma cinema~ográfico capaz de infundir VIda ~ las tesIs abstractas por medio de las ~moclOnes. Las perspectivas de ese cine mtelectual ·no se detendrían hasta mostrar en la pantalla las ideas que encierra El ANTO DE LUMUMBA PARA SU RAZA. C En El Nacional, de Caracas, Migue! Otero Silva ha publicado su versión de un poema sin nombre que Patrice Lumumba dio a conocer en e! diario 1ndependece, expresión legal de su partido en la lucha contra el colonialismo. Hace un año, cuando no se esperaba el desen- M