Artículo original: M. Girard and F. Lacaille. 2008. Diagnosis of neonatal colestasis. Ann. Nestlé. 66:109-120. Colestasis en recién nacidos: un hígado enloquecido Colestasis neonatal, conocida generalmente como ictericia neonatal, aqueja a uno de cada 2,500 bebés que nacen. De hecho, el término ‘colestasis’ incluye a todo trastorno vinculado a una formación o flujo biliar anormal. Los recién nacidos son muy vulnerables a esta enfermedad ya que su proceso de producción de bilis aún está madurando. Si no se trata, un gran porcentaje de recién nacidos se enfrenta a complicaciones serias o incluso la muerte. En su artículo, Muriel Girard y Florence Lacaille1 abarcan el proceso impresionante de producción de bilis, mostrando cómo la desregulación de estos pasos puede ocurrir en recién nacidos. Revisan a los varios orígenes de colestasis, incluyendo a los factores genéticos e individuales. La sorpresa llega cuando los autores revelan las condiciones diversas que pueden resultar en colestasis, como trastornos mitocondriales, infecciones o incluso alimentación intravenosa. La característica dañina de colestasis, un flujo biliar disminuido, causa un incremento en las sales biliares, lo cual puede dañar al hígado. Otra consecuencia para el bebé es la mala absorción de lípidos y vitaminas solubles en grasa, lo cual a su vez provoca raquitismo, neuropatía y otros trastornos de deficiencia vitamínica. ¿Qué hace a la colestasis una enfermedad potencialmente mortal en los bebés? El peligro oculto es cuando el ducto biliar que conecta al hígado y al intestino delgado está bloqueado o no existe, una condición conocida como la atresia biliar. Girard y Lacaille revelan que: “La atresia biliar es la causa más frecuente de colestasis neonatal y representa casi un 50% de los casos”. Debido a la gran probabilidad de un ducto biliar bloqueado o no existente, los autores aconsejan a médicos que opten por la precaución cuando hagan sus diagnósticos. Como con muchas enfermedades, un diagnóstico temprano es la clave para mejorar las probabilidades de supervivencia. Un trasplante de hígado es el tratamiento principal para un ducto biliar muy bloqueado o inexistente. Solo un medicamento está disponible para tratar colestasis y es el ácido ursodesoxicólico. Sin embargo, Girard y Lacaille tienen esperanza de que una mejor comprensión de esta enfermedad abra puertas a opciones de tratamiento menos invasivos como la terapia genética. Referencias 1 Girard, M. y Lacaille, F. 2008. Ann. Nestlé. 66:109-120.