SECTAS PELIGROSAS FRENTE AL DERECHO PENAL COLOMBIANO JULIO ROBERTO MARTÍNEZ CORREA MARIN CASTRO UNIVERSIDAD LIBRE INSTITUTO DE POSGRADOS MAESTRÍA EN DERECHO PENAL BOGOTÁ, D.C. 2012 Nota de Aceptación Presidente del Jurado Jurado Jurado Bogotá, D.C., 2 CUADRO DIRECTIVO UNIVERSIDAD LIBRE FUNDADOR GRAL. BENJAMÍN HERRERA PRESIDENTE NACIONAL Dr. LUIS FRANCISCO SIERRA REYES RECTOR NACIONAL Dr. NICOLÁS ENRIQUE ZULETA HINCAPIÉ CENSOR NACIONAL Dr. ANTONIO JOSÉ LIZARAZO OCAMPO SECRETARIO GENERAL Dr. PABLO EMILIO CRUZ SAMBONI PRESIDENTE SECCIONAL Dr. EURÍPIDES DE JESÚS CUEVAS CUEVAS RECTOR SECCIONAL Dr. FERNANDO DEJANÓN RODRÍGUEZ DECANO Dr. JESÚS HERNANDO ÁLVAREZ MORA SECRETARIO ACADÉMICO Dr. ÁLVARO ALJURE MORENO DIRECTOR DEL INSTITUTO DE POSGRADOS DR. CARLOS BERNARDO MEDINA TORRES: DIRECTOR DE TESIS Dr. JESÚS ORLANDO GÓMEZ LÓPEZ 3 CONTENIDO Pág. INTRODUCCIÓN 13 CAPITULO I ASPECTOS PRELIMINARES 21 1.1 PROBLEMA DE LA INVESTIGACIÓN 21 1.2 HIPÓTESIS 22 1.3 JUSTIFICACIÓN 22 1.4 OBJETIVOS 23 1.4.1 Objetivo general 23 1.4.2 Objetivos específicos 23 CAPITULO II MARCO TEÓRICO 25 2.1 ESFUERZOS PARA UNA DEFINICIÓN 25 2.1.1 Definición lingüística 26 2.1.2 Definición histórico – lingüístico-cultural 26 2.1.3 Criterios arbitrarios 27 2.1.4 El uso de la palabra secta como arma 27 2.1.5 Definición teológica 28 2.1.5.1 El mormonismo: un ejemplo de proselitismo poco ético 28 2.1.6 29 Definición sociológica 4 2.1.7 Definiciones de los psicólogos 30 2.1.8 Perspectivas científicas 31 2.1.8.1 Steve Hassan, ex-miembro de la secta Moon 32 2.1.9 32 Aportaciones de la psicología clínica 2.1.9.1 Definiciones de la ciencia médica 32 2.2 TIPOLOGÍA GENERAL DE LAS SECTAS 33 2.2.1 Otras clasificaciones 42 2.2.2 Reflexión sobre las tipologías actuales 44 CAPITULO III LAS SECTAS DESTRUCTIVAS 47 3.1 TÉCNICAS DE CAPTACIÓN 53 3.2 TÉCNICAS DE CONVERSIÓN 53 3.3 TÉCNICAS DE RETENCIÓN 53 CAPITULO IV LAS CARACTERÍSTICAS DE LAS SECTAS DESTRUCTIVAS 57 4.1 CAMBIO DE PERSONALIDAD (AUTÓMATA) 60 4.2 FUERTE DEPENDENCIA AL GRUPO SECTARIO 60 4.3 MIEDO (IRRACIONAL) A TODO LO QUE NO SEA LA SECTA 61 4.4 ELEVADOS TRASTORNOS PSÍQUICOS 61 4.5 ANULACIÓN VIDA ÍNTIMA/PRIVADA (FRUSTRACIONES, DEPRESIONES) 61 4.6 REGRESIÓN, RETROCESO INFANTIL 62 4.7 CREACIÓN DE INMADUREZ 62 4.8 ESCASO NIVEL RAZONAMIENTO/CRÍTICA 62 4.9 DEBILITACIÓN FÍSICA DEL ORGANISMO 63 5 4.10 INCOMUNICACIÓN MUNDO EXTERIOR (REDUCCIÓN DE LOS SENTIDOS) 63 4.11 INCAPACIDAD PARA RAZONAR COHERENTEMENTE 64 4.12 RUPTURA LAZOS FAMILIARES, AMOROSOS, SEXUALES, EFECTIVOS, AMISTOSOS, SOCIALES, DE TRABAJO, ETC. 64 4.13 MANIPULACIÓN SEXUALIDAD 65 4.14 ANSIEDAD 65 4.15 INSEGURIDAD 66 4.16 AUTOESTIMA BAJA, ESCASA O NULA 66 4.17 FALTA DE CONCENTRACIÓN Y ATENCIÓN 67 4.18 PESADILLAS 67 4.19 DEPRESIONES 67 4.20 TRASTORNOS, PATOLOGÍAS Y DISFUNCIONES SEXUALES 68 CAPITULO V LAS SECTAS DESTRUCTIVAS EN LOS DOCUMENTOS INTERNACIONALES 69 5.1 ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS 69 5.2 EL CONSEJO Y EL PARLAMENTO EUROPEOS 72 5.3 EL PARLAMENTO EUROPEO 77 5.4 LOS PARLAMENTOS EUROPEOS 81 5.4.1 Gran Bretaña 83 5.4.2 Francia 84 5.4.3 España 88 5.4.4 Bélgica 91 5.4.5 Alemania 93 5.4.6 Australia 96 5.4.7 Conclusiones 97 6 CAPITULO VI LAS AÉREAS JURÍDICAS DE CONFLICTO PLANTEADAS POR LA LIBERTAD DE CONCIENCIA Y DE CULTOS 100 6.1 OBJECIÓN DE CONCIENCIA 103 6.1.1 La jurisprudencia constitucional relativa a la libertad de conciencia y su diferencia con derechos cercanos, como la libertad de pensamiento y la libertad religiosa 108 6.1.2 Definiciones constitucionales de la objeción de conciencia 111 6.1.3 En materia de servicio militar 111 6.1.3.1 Sentencia T-409 de 1992 111 6.1.3.2 Sentencia C-511 de 1994 112 6.1.3.3 Sentencia T-363 de 1995 112 6.1.3.4 Sentencia C-740 de 2001 113 6.1.4 En materia de educación 114 6.1.4.1 Sentencia T-539 de 1993 114 6.1.4.2 Sentencia T-075 de 1995 114 6.1.4.3 Sentencia T-588 de 1998 115 6.1.4.4 Sentencia T-877 de 1999 116 6.1.4.5 Sentencia T-026 de 2005 116 6.1.5 117 En materia de obligaciones laborales 6.1.5.1 Sentencia T-982 de 2001 117 6.1.5.2 Sentencia T-332 de 2004 118 6.1.6 118 En materia de salud 6.1.6.1 Sentencia T-539 de 1993 118 7 6.1.6.2 Sentencia T-075 de 1995 119 6.1.6.3 Sentencia T-588 de 1998 119 6.1.6.4 Sentencia T-877 de 1999 120 6.1.6.5 Sentencia T-026 de 2005 121 6.1.7 122 En materia de obligación de prestar juramento 6.1.7.1 Sentencia T-547 de 1993 122 6.1.7.2 Sentencia C-616 de 1997 123 6.1.8 124 En materia de salud 6.1.8.1 Sentencia T-411 de 1994 124 6.1.8.2 Sentencia T-744 de 1996 125 6.1.8.3 Sentencia T-659 de 2002 126 6.1.8.4 Sentencia T-823 de 2002 126 6.1.8.5 Sentencia T-471 de 2005 128 6.2 CONCLUSIÓN 129 6.3 LA LIBERTAD RELIGIOSA 129 6.3.1 La libertad religiosa como derecho 130 6.3.1.1 El derecho a la libertad religiosa en su dimensión objetiva 130 6.3.1.2 El derecho a la libertad religiosa en su dimensión subjetiva 132 6.4 LIMITES A LA LIBERTAD DE CREENCIAS EN SU MANIFESTACIÓN DE LIBERTAD RELIGIOSA 6.5 EL DERECHO FUNDAMENTAL A LA LIBERTAD DE CULTOS EN COLOMBIA 6.6 133 136 LA PROTECCIÓN DEL DERECHO FUNDAMENTAL A LA LIBERTAD DE CULTOS EN LA JURISPRUDENCIA DE LA 139 CORTE CONSTITUCIONAL 6.6.1 Acción de tutela T-018 de 2012 6.7 LA LIBERTAD DE CONCIENCIA Y DE RELIGIÓN EN LOS 6.8 141 INSTRUMENTOS INTERNACIONALES 144 LIMITES DEL DERECHO A LA LIBERTAD DE CULTOS 147 8 CAPITULO VII EL CASO ESPECÍFICO DE LAS HEMOTRANSFUSIONES 154 7.1 ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMERICA 155 7.1.1 La legitimidad de la imposición judicial de un tratamiento medico. 156 7.1.1.1 Adulto capaz y sin hijos 156 7.1.1.2 Adulto con hijos 158 7.1.1.3 Adulto incapaz 159 7.1.1.4 Tratamientos médicos a menores 162 7.1.2 Responsabilidad criminal de quienes permiten la muerte del objetor 164 7.1.2.1 Pasividad ante el rechazo de la medicación por el enfermo, People v. Robbins 164 7.1.2.2 Actitud de colaboración en la negativa del enfermo de ser tratado medicamente: Commonwealth V. konz. 165 7.2 CANADA Y AUSTRALIA 167 7.3 REPUBLICA FEDERAL DE ALEMANIA 169 7.4 ITALIA 174 7.5 FRANCIA 180 7.6 ESPAÑA 183 7.6.1 Responsabilidad del Juez que ordena el tratamiento 183 7.6.2 Responsabilidad Penal del que impide el tratamiento a otro 185 7.6.3 La doctrina 186 7.6.4 Reembolsos económicos por acudir a la medicina privada. 188 7.6.5 Exigencia de tratamientos no ortodoxos 190 7.7 COLOMBIA 190 7.7.1 Primera sentencia 191 7.7.2 Segunda sentencia 192 9 7.7.3 Tercera sentencia 192 7.7.4 Explicación de la línea 193 CAPITULO VIII 193 LAS SECTAS SATÁNICAS 8.1 TIPOS DE SECTAS 193 8.2 LAS SECTAS DEL MUNDO 198 8.3 EJEMPLOS DE SECTAS SATÁNICAS 199 8.3.1 Church of Satan 199 8.3.2 Temple of Seth 201 8.4 PRÁCTICAS SATÁNICAS 201 8.5 LOS 9 MANDAMIENTOS SATÁNICOS 203 8.6 PENSAMIENTOS EN DEFENSA DE LAS SECTAS SATÁNICAS 204 8.7 OPINIÓN DE UN ADEPTO 205 8.8 SECTAS SATÁNICAS EN COLOMBIA 205 8.8.1 Alarma por ola de sectas satánicas 206 CAPITULO IX LA RESPUESTA DEL DERECHO A LOS PROBLEMAS PLANTEADOS POR LAS SECTAS 221 9.1 RÉGIMEN JURÍDICO ESPECÍFICO PAR LAS SECTAS 221 9.2 MEDIDAS JURÍDICAS DE CARÁCTER GENERAL. 225 9.2.1 Delitos y sanciones 225 9.2.1.1 Derecho comparado 226 10 9.2.1.2 La función del derecho penal 231 9.2.1.3 Sujeto 231 9.2.1.4 Las sectas en el derecho penal en Colombia 234 CAPITULO X CONCLUSIONES 253 10.1 CONCLUSIONES 253 10.2 RECOMENDACIONES 253 BIBLIOGRAFÍA 257 ANEXOS LISTA DE TABLAS Pág. Tabla 1º Datos estadísticos sobre huella de violencia 214 Tabla 2º Delitos 217 Tabla 3º Asociación Ilícita 235 Tabla 4º Lesiones personales 241 Tabla 5º Estafa 245 Tabla 6º Proselitismo ilícito 250 11 INTRODUCCIÓN La libertar religiosa, en la actual sociedad Colombiana, que ha alcanzado un alto nivel de secularización, permite ofertar una variedad de nuevos grupos religiones para que se haga una elección personalizada. Véase como, a partir de la Constitución de 1991, se predica que los derechos constitucionales fundamentales referidos a la libertad de conciencia y de opinión, a la intimidad personal, y al libre desarrollo de la personalidad, interactúan de manera armónica y sistemática con el de libertad de cultos, en la medida que todos resultan operantes en un Estado pluralista y personalista, al no obstaculizase la opción religiosa de cada quien al surgir del ámbito personal y en ejercicio irrestricto de su libertad. Así, en diferentes ciudades Colombianas y en especial Bogotá, es común escuchar desde el sitio de habitación golpes rítmicos de panderetas, entremezclados con un parlante cargado de alabanzas divinas y de esperanzas depositados en un ser divino que todo lo puede, provenientes de un pastor y que puede inscribirse en el éxtasis del nuevo Pentecostés. En el bus urbano es habitual toparse con vendedores pretendiendo aceptabililidad de sus productos mediante el llamado a la reflexión y encausamiento espiritual y divino, mostrando además, las huellas en su corporeidad que han dejado las amargas experiencias de vida material y de adicción. Ya en la calle, puede llamar la atención un puñado de incienso que ofrece un ciudadano con particular vestimenta a cambio de algunas monedas o enseña un folleto como preámbulo a estados de meditación y 12 autocontrol para enfrentar los problemas que surgen de manera consecuente en el trasegar. En otro sector, la vista puede toparse con un vistoso templo del que pueden salir ciudadanos de apariencia extranjera que visten corbatas oscuras, mangas alzadas, buscando santos para los "últimos días". Y, a unas calzadas más adelante, se puede observar diferentes señoras de vestimenta similar, llevando consigo diferentes folletos y siempre la Biblia, tocando puertas de casas vecinas para llevar el mensaje de advertencia que el fin del mundo se aproxima, o igualmente es dable encontrar con sitios en donde operaban teatros, atestados de gente esperando “parar de sufrir” u obtener milagros de un pastor de origen brasilero, que también se ve en programas televisivos y radiales1. Situación que a primera vista, pudiera reflejar un sano avance de secularización, sino no fuera porque se observa, en la búsqueda de lo divino, un preocupante sesgo: proliferación de sectas dañinas, objeto de fuertes censuras porque en su dinámica de captación y/o adoctrinamiento se sirven de técnicas de persuasión coercitiva que tienden a destruir o a desestructurar la personalidad previa del adepto, dañando severamente su equilibrio y autonomía así como sus lazos afectivos y familiares y la relación libre con su entorno laboral y social, además, se les atribuye gestar suicidios colectivos, que tanto han conmocionado el mundo2. El fenómeno de las sectas destructivas o nuevos movimientos religiosos, suele ser objeto de estudio de los sociólogos de la religión y de los antropólogos. Al respecto se puede afirmar que la categoría de secta es un concepto sociológico, no definido por el ordenamiento jurídico. Sin embargo, es un fenómeno, respecto al cual, los juristas pueden aportar, en atención al problema penal que plantean, más aún cuando, las armas de persuasión coercitiva podrían, eventualmente, reprimir el ejercicio de derechos fundamentales como la libertad religiosa o de 1 BELTRÁN CELY, William Mauricio. Tesis de grado para obtener el título de Magister en Sociología de la Universidad Nacional de Colombia, 2004, p. 36. 2 PINTO CAÑÓN, Ramiro. Sectas al descubierto. Alcalá Madrid: Editorial C.C.S., 1998, p. 7-13. 13 cultos, objeción de conciencia o principio de intervención mínima, en tratándose de la legitimidad del ius puniendo Estatal. En ese sentido, necesario es aclarar desde ya que, no todos los Nuevos Movimientos Religiosos son problemáticos, pues algunos realmente ayudan a los hombres a encausar su relación con Dios, como ocurre con: –Hare Krishna-, resultando amparados por el Derecho, la Constitución e Instrumentos Internacionales, al igual que ocurre con todas las agrupaciones humanas sometidas al tráfico jurídico, en atención a la libertad para constituirse y actuar. En el seno de las sociedades democráticas, el problema de la diversidad cultural se plantea bajo la forma del derecho a la diferencia o del respeto a las minorías, pero esa pauta general no puede utilizarse en Colombia como elemento dominador del pensamiento débil para manipular conciencias, en pos de un indebido lucro con plena configuración típica dentro del marco penal vigente. La política criminal del Estado debe desdibujar la premisa referida a que el factor religioso legitima el poder y apela e interpela la conciencia social, de tal suerte que, su indebida utilización genera violencia social y destrucción de aquellas familias que buscando una solución a un problema de adicción de algunos de sus miembros o deficiencia espiritual, son convertidos en fuentes del lucro de oportunistas, quienes hacen alarde de su habilidosa manipulación. Dicho fenómeno social motiva a realizar el presente trabajo de investigación, como instrumento persuasor del advenimiento de nuevos movimientos religiosos en la sociedad Colombiana, que en particulares casos genera nuevo foco de criminalidad y por lo tanto, reclama del estado su intervención en políticas claras de prevención y eliminación, máxime que las manifestaciones actuales indican la 14 presencia de diversos grupos sectarios peligrosos en continua mutación, alimentados por un malsano fanatismo3. La apelación a lo emocional es un mecanismo especialmente útil en situaciones de crisis personal, de conflictos familiares o en un entorno de enfermedad, drogadicción o alcoholismo, que son sutilmente empleado por el líder de la secta dañina, además, que éste dentro del grupo conduce rituales y ceremonias, legitima las iniciaciones, es el pilar fundamental de la estructura de la iglesia y sus seguidores suelen reconocerle ascendencia y misión directamente encargada por Dios. "Todos esos nuevos profetas se hacen pasar por el Mesías y todos se apoyan en textos bíblicos muy mal interpretados -asegura monseñor Marulanda, la ignorancia es el caldo de cultivo para el triunfo de los falsos profetas”4. Profetas propios de las nuevas sectas peligrosas reinantes en nuestro País, que efectivamente se nutren de conciudadanos que han perdido o que buscan un sentido de pertenencia o seguridad; de población marginal, con las necesidades básicas insatisfechas; de gente en busca de respuestas y explicaciones sobre el sufrimiento y la enfermedad; personas que buscan la posibilidad de una rehabilitación o cura, asegura el psiquiatra Mario Alberto Peña García que: Son personas con gran habilidad para reconocer la posibilidad de sugestión de los oyentes, es importante resaltar que, para la psiquiatría, un cambio del sistema de creencias de una persona, es decir, el cambio de religión, en la mayoría de los casos se asocia con algún problema de la persona en el momento de la conversión, incluso en algunos casos con el inicio de una enfermedad mental5. 3 RODRIGUEZ, Pepe. Esclavos de un mesías: Sectas y lavado de cerebro. Barcelona: Editorial Elfos, 1984. 4 MONSEÑOR MARULANDA, Fabián. Secretario de la Conferencia Episcopal y Obispo Emérito de Florencia – Caquetá. 5 PEÑA GARCÍA, Mario Alberto. Miembro de la Asociación Colombiana de Psiquiatría. 15 Para convencer a los adeptos, agrega Peña, "se aprovechan de personas que son capaces de convulsionar o desmayarse al sentir su mano tocar la frente". Y advierte, además, que algunos de esos pastores"6, tienen sistemas de creencias basados en sí mismos, en sus delirios tanto de grandeza como de mesianismo". Opinión que comparte el salvadoreño Marvin Galeas, especialista en el tema: "En su teología, ellos crean a Dios a su imagen y semejanza, pintan a un Dios y a un Jesús que habla como ellos, come como ellos y se relaciona con ellos, como el ministro con sus fieles -explica--. Así logran que sus adeptos vean muchas veces en ellos a Dios mismo". En consecuencia, en la avanzada fase de secularización en que se vive, un gran problema que se presenta en la sociedad Colombiana, es la manipulación de la conciencia, por lo que se impone controles jurídicos sobre las sectas destructivas. Dichas manifestaciones religiosas suponen un poderoso elemento en la motivación de las conductas, por lo que no resulta extraño que el hecho religioso impregne el Derecho Penal en la configuración de distintos tipos. No en vano, el Honorable Representante, Doctor PABLO ENRIQUE SALAMANCA CORTES, el 18 de octubre de 2010 radicó proyecto de ley (055 de 2010), con el que intentaba crear un nuevo tipo penal de “Constreñimiento Religiosos Agravado” que se incluiría en el Código Penal en el Libro Segundo Título III Capítulo Noveno, titulado: Delitos contra el sentimiento religioso y el respeto a los difuntos. No obstante se archiva al proyecto, bajo la consideración de vicios de inconstitucionalidad, referidos entre otras circunstancias, a que la ley podría eventualmente interferir en el ámbito de la libertad religiosa al impedir que las personas actúen frente a su secta, culto o doctrina religiosa como ellas consideren deben actuar, como su íntima convicción y fe les indica. Además, que tipos penales actuales colman las expectativas de judicialización, en que se inspira la exposición de motivos del proyecto de ley referido. 6 Ibíd. 16 Posición adoptada por el Congreso Colombiano, que denota con suficiencia la complejidad del tema que en el trabajo de investigación se aborda y en virtud de ello, necesario es, postular soluciones, que nazcan de un estudio serio e integral que abarque con igual situación vinculante, todos los diferentes matices que puedan confluir. En efecto, en las sociedades contemporáneas no se puede continuar la contraposición de las sectas a las iglesias, pues éstas no ostentan el monopolio del acceso a lo sobrenatural ni tampoco la única que configura los universos simbólicos. De otra parte, muchas de las sectas actuales no han surgido por disidencias dentro del cristianismo, sino que muchas tienen sus origines en otras tradiciones religiosas o se aglutinan únicamente en torno a la autoridad de su fundador. El fenómeno es tan complejo que, incluso, hace referencia a grupos sin connotaciones religiosas. No escapa al radio de estudio, que en Colombia existe el acuerdo sobre el derecho fundamental de la libertad religiosa y tolerancia hacia todas las manifestaciones religiosas. En ese sentido, el Estado no debe restringir la libertad religiosa ni de conciencia, sino que debe mantener una total neutralidad. De allí, las dificultades legislativas aparecen cuando la libertad de religión y de asociación se utiliza como una excusa para lograr objetivos ilícitos y sutiles como el proselitismo ilegal, la manipulación mental o el fraude fiscal. Lo cierto es que, cada vez son menores los problemas que plantea la identificación de las sectas destructivas y más complejos los que genera el temor fundado a legitimar una intervención abusiva –y de discriminación del Estado en la esfera de la libertad de conciencia de los ciudadanos7. 7 Ibíd. 17 De otra parte, el reto que se plantea con el trabajo de grado, no se funda únicamente en la necesidad de proponer reformas del marco jurídico vigente, sino el de mejorar su aplicación. Para ello resulta imprescindible adquirir una adecuada sensibilidad para detectar las situaciones necesitadas de intervención, conocimiento de la ley, la Constitución e Instrumentos Internacionales, además, de legislación foránea adoptada sobre el particular. Sobre el particular, resulta útil referir que en el Informe de la Comisión de Cuestiones Jurídicas y Derechos Humanos del Consejo de Europa, de 13 de abril de 1999, sobre actividades ilegales de sectas, que a su vez remite a la Recomendación 1178 (1992), se estima inoportuno el recurso a una legislación mayor sobre sectas dañinas dado que podría suponer una amenaza para la libertad de conciencia y de religión garantiza por el artículo 9º de la Convención Europea de los Derechos del Hombre, e invita a los Estados Miembros a utilizar los procedimientos normales de Derecho Penal y Civil contra las prácticas ilegales realizadas en nombre de grupos de carácter religioso, esotérico o espiritual. En la misma dirección, la Comisión sobre Sectas del Parlamento Francés, en extenso y detallado informe sobre las actividades de estos grupos y los riesgos de ellas derivados, considera indispensable tomar en serio tales riesgos, utilizando en toda su plenitud los mecanismos jurídicos existentes, pero desaconseja medidas más espectaculares del orden de una específica legislación anti-sectas, que, amén de innecesaria, correría el riesgo de ser algún día utilizada en un espíritu de restricción de la libertad de pensamiento. Entonces, resultan diáfanas las dificultades a que debe hacer frente el Derecho Penal para adentrarse en un terreno tan espinoso, como es el de las actividades que puedan desarrollarse en el seno de determinadas agrupaciones de personas y, con igual responsabilidad, debe desenvolverse el presente trabajo, pretendiendo, entonces, maniobrar de manera adecuada, bisturí conceptual propio del mejor cirujano y siempre al borde del abismo axiológico, para ser 18 capaces de delimitar la esfera de la manipulación ilegítima de la del lícito proselitismo o los procesos psicológicos susceptibles de lesionar bienes jurídicos de aquellos otros que de un modo u otro son propios de los mecanismos de psicología colectiva inherentes a los grupos religiosos o espirituales. Recuérdese, que el modelo de Estado definido en la Constitución Colombiana, parte del reconocimiento de la libertad individual como valor superior del Ordenamiento, por lo que el Derecho Fundamental a la libertad ideológica y religiosa goza de una posición preferente y que nos encontraríamos ante un terreno propicio para que alguien pudiera pretender utilizar la cruzada contra los movimientos sectarios peligrosos como coartada para la criminalización de minorías, cuando en el escenario actual de nuestro País, se propugna por proteger, mediante ley eficaz, a esas minorías. Por todo ello, la posición de partida para el trabajo de tesis de grado no puede ser otra que la legitimidad de las actuaciones de los grupos religiosos, ideológicos o espirituales en sus labores de difusión de su ideología o creencias, de proselitismo para la captación de nuevos miembros, realización de reuniones o actos de culto, de modo que habrá que examinar en qué casos y bajo qué condiciones tales actividades resultan ilícitas por encontrarse previstas en un tipo delictivo descrito o no en el Código Penal. Se procede a continuación a tal examen, y en consecuencia, para lograr tal cometido, impone, primeramente, elaborar un cuadro explicativo teórico social que ayude a interpretar esta dinámica socio religiosa que, a los ojos del observador profano, se presenta tan difusa y cambiante. No cabe duda de que, esclareciendo y trasladando con diafanidad a los poderes públicos y a los particulares cuáles son los términos en los que se está operando tal transformación religiosa, puede contribuirse a erradicar de este enjambre de confusiones, aquellos grupos destructivos, supuestamente religiosos pero nefastamente totalitarios, que, amparados bajo el oportunismo, delinquen 19 socialmente, defraudan las conciencias y trastocan el orden social y las vidas de sus adeptos en beneficio propio. 20 CAPITULO I ASPECTOS PRELIMINARES Un instituto como las sectas dañinas, concebida por la doctrina foránea, impone su análisis dentro del ámbito nacional y, en especial, en el penal. 1.1 PROBLEMA DE LA INVESTIGACIÓN La presenta investigación pretende, a partir del estudio de las características, operancia y repercusión social o criminal, de algunas sectas dañinas vislumbradas en el mundo como tales, encontrar respuesta a los siguientes interrogantes. a. ¿Existe alguna diferenciación conceptual entre secta y religión? b. ¿Todas las sectas son peligrosas? c. ¿Colombia es territorio de sectas peligrosas? d. ¿En la ley Estatuaria de Libertad de Cultos y en sus Decretos Reglamentarios, existe un marco de clasificación y metodología de análisis para prevenir responsablemente a la sociedad de sectas peligrosas y, reprimir los grupos seudo religiosos que utilizan la libertad de cultos para desarrollar prácticas ilegales? e. ¿Inexistencia en Colombia de una política criminal, a partir de la cual se evalúe y dimensione la generación de criminalidad en una mal concebida libertad religiosa, y en tal sentido, se revalúe consecuentemente la codificación penal vigente, para hacerla eficaz y actual, en la medida que es insuficiente dentro del marco de la libertad de cultos investigaciones penales únicamente por abuso sexual, daño patrimonial a través de fraude 21 organizado, estafas, inducción a diversas enfermedades mentales y el suicido? f. ¿El legislador Colombiano se ha preocupado por las sectas peligrosas o se ha dejado permear por ese fenómeno? 1.2 HIPÓTESIS La hipótesis que se plantea, consiste que en Colombia no se ha implementado instrumento jurídico alguno para evitar la proliferación de sectas dañinas y menos, diseñado políticas criminales, que tienda a eventualmente tipificar algunos de sus comportamientos que se realizan bajo el amparo de la libertad religiosa y objeción de conciencia, con miras a proteger a las víctimas, desde el ámbito penal. 1.3 JUSTIFICACIÓN El Estado Colombiano es ajeno a las sectas peligrosas y por ende, surge necesario articular medios de persuasión, como la presente investigación, en la que se adentra a tal fenómeno en sus aspectos conceptuales, y transita por experiencias vividas en otros países, quienes han implementado importantes políticas, incluso penales, que propenden por la protección de sus congéneres. Conocer la experiencia de otros Países en torno al fenómeno sectario, nos sirve como referente para ayudar a nuestro entorno social, que cada días es más frágil y presa fácil de algún hábil gurú, quien siempre está atento a utilizar las desgracias humanas para alimentar sus particulares deseos, que en nada se asemejan a la búsqueda espiritual o pleno ejercicio del derecho de la libertad de cultos, sino que tocan las puertas de la punibilidad. 22 En los grupos satánicos operantes en Colombia o en los diversos pronunciamientos de la Honorable Corte Constitucional sobre los Testigos de Jehová, no se agota el estudio del fenómeno sectario en nuestro territorio, imponiéndose en consecuencia, ahondar en su identificación, para que sirva como elemento de persuasión en pos de la misma población. 1.4 OBJETIVOS 1.4.1 Objetivo general. Determinar que las sectas peligrosas con sus armas de persuasión coercitiva, podrían, eventualmente, reprimir el ejercicio de derechos fundamentales como la libertad religiosa y objeción de conciencia y/o actuar bajo su amparo, llegando a incurrir en delitos. 1.4.2 Objetivos específicos. • Definir secta peligrosa. • Identificar las características de la secta peligrosa. • Observar las sectas peligrosas en los Instrumentos Internacionales. • Precisar la tipología general de las sectas. • Establecer cómo las sectas peligrosas en su dinámica de captación y/o adoctrinamiento se sirven de técnicas de persuasión coercitiva que tienden a desestructurar la personalidad del adepto, dañando sus lazos afectivos, familiares y de libre relación con su entorno laboral y social. • Determinar en qué consiste la técnica de captación, conversión y retención. 23 • Conciliar las aéreas jurídicas de conflicto por la libertad de conciencia y de cultos. • Delimitar la objeción de conciencia y libertad de cultos frente a pronunciamientos de la Honorable Corte Constitucional. • Identificar las hemotransfusiones de sangre dentro de la libertad religiosa. • Comprobar las prácticas satánicas en Colombia. • Establecer el comportamiento del derecho penal frente a las sectas destructivas. 24 CAPITULO II MARCO TEÓRICO Previo a estudiar de manera integral las sectas destructivas y para evitar incurrir en señalamientos peyorativos, se debe deslindar las características y clasificación de una SECTA, iniciando por su definición. 2.1 ESFUERZOS PARA UNA DEFINICIÓN Precisamente, dentro de esos grupos destructivos, ubicamos de manera concreta, las secta peligrosa, la cual se puede definir como un grupo autónomo, no cristiano (aunque algunas tengan su sustrato en esta religión, sobre todo en su versión protestante), fanáticamente proselitista, exaltador del esfuerzo personal, normalmente desentendido de la cuestión social y que espera un cambio colectivo e inminente del universo, bien mediante una catástrofe cósmica, bien a través del desarrollo de las fuerzas ocultas de la mente con la consiguiente transformación del hombre en superhombre. Que sean notas definitorias no significa que se den sólo en las sectas ni que pertenezcan a todas. La secta, por tanto, es un colectivo en el que se dan las siguientes características: • Estructura piramidal. Cuenta con una organización que podríamos dividir en cúspide absoluta, mandos intermedios y adeptos-tipo. Tratándose por tanto, de una estratificación simplificada, si bien la misma en la secta permite un control riguroso de escalones inferiores. 25 • Sumisión incondicional a los dirigentes. Es norma absoluta de conducta la sumisión sin matices ni reservas. Y en no pocos casos, aquellos pretenden presentarse como instrumentos de Dios, objeto de su inspiración divida. Ahora, para una mejor precisión conceptual, se evoca las diferentes definiciones de secta destructiva que singulariza el profesor Jorge Erdely G., en su libro “Cómo identificar una secta”8. Veámoslas: 2.1.1 Definición lingüística. De acuerdo a una definición estrictamente lingüística la palabra Secta (del latín secta) quiere decir "Doctrina enseñada por un maestro y seguida por sus adeptos. Particularmente la doctrina y el conjunto de sus adeptos"9. Esta es una definición que por general y literalista prácticamente se utiliza muy poco ya que es demasiado amplia, pues cataloga como secta a cualquier ideología política, social, religiosa, filosófica, etc., junto con sus seguidores. Esto incluiría por ejemplo a cualquier religión, partido político, o partidarios de la filosofía de Kant, Marx o el psicoanálisis de Freud. 2.1.2 Definición histórico – lingüístico-cultural. Secta: "Doctrina religiosa (y sus adeptos), que se aparta de la tradicional u oficial"10. Esta es una definición lingüística de uso cultural que se desarrolló a través de la historia. Se hizo especialmente popular con el dominio cultural del Catolicismo Romano en Occidente, y en el Oriente con la Iglesia Ortodoxa. 8 ERDELY G., Jorge. Como Identificar una Secta. México: Publicaciones para el estudio científico de las religiones, 2002, p. 2. 9 MOLINER, María. Diccionario del uso del español. España: Editorial Gredos, S.A., 1988, p. 1121. En: ERDELY G., Jorge. Sectas destructivas: Definiciones y Metodología de Análisis. Centro de información sobre sectas, religiosas y nuevos movimientos espirituales. Consultado en [mayo 3. 2012]. Disponible en http://www.sectas.org/Secta/sectaspeligrosas.asp 10 Ibíd., p. 1121. 26 Conforme el tiempo pasó y dicha cultura se extendió, la palabra adquirió una carga peyorativa fuerte: los heréticos, los perversos doctrinales, los enemigos de la ortodoxia confesional establecida, eran la secta. De hecho la etimología griega Hairesis, de la cual deriva el vocablo secta, tiene relación con el concepto de herejía. 2.1.3 Criterios arbitrarios. Esta definición está evidentemente muy limitada, pues se enfoca exclusivamente en el aspecto religioso y constituye un criterio relativamente arbitrario para hacer clasificaciones, pues según la definición de uso cultural, secta es: "Una doctrina religiosa (y sus adeptos) que se apartan de lo tradicional u oficial"11. Así, todo lo que no sea religión mayoritaria se considerará secta dependiendo de la cultura y su tradición religiosa. O de la religión oficial reconocida por el Estado, dependiendo del país y aun de la época. Algunos ejemplos de esto son los siguientes: Hay países Islámicos en que las minorías religiosas son en ocasiones catalogadas como sectas. En Rusia los Católicos Romanos son llamados así por algunos sectores de la Iglesia Ortodoxa. En Inglaterra, (Iglesia oficial, la Anglicana) los Puritanos y los Cuáqueros fueron llamadas sectas en siglos pasados. En países Budistas e Hinduistas las religiones distintas se llegan a considerar sectas. En esta definición, se transfiere completa la carga peyorativa que dicho término ha acumulado a través de la historia a las minorías religiosas que se etiquetan así. Recordemos sin embargo que el valor simbólico negativo de la palabra secta, actualmente, abarca no sólo la idea de error doctrinal sino sobre todo desde hace dos décadas, se asocia a grupos de conducta peligrosa y antisocial. 2.1.4 El uso de la palabra secta como arma. En este contexto, el uso de la palabra secta se usa como arma para descalificar a los de ideología religiosa 11 Ibíd., p. 1121. 27 distinta sin que su conducta sea necesariamente nociva. Asimismo es una etiqueta, un estigma, que fomenta la intolerancia religiosa, y evita a las religiones tradicionales mayoritarias o de estado, el trabajo de refutar con argumentación, las posturas ideológicas de otros grupos que tienen el mismo derecho de ejercer la libertad de creencias y propagar sus propuestas. Esta definición de uso cultural es la más utilizada en México a nivel popular y en la mayoría de medios de comunicación. Su uso es fomentado especialmente por sectores intolerantes de la jerarquía Católica y se propaga pasivamente por la sociedad en general. Aquí cabe señalar que el nuevo Catecismo de la Iglesia Católica, que representa la posición oficial del Vaticano, actualmente no califica como sectas a las grandes religiones históricas como el Budismo, el Judaísmo o el Islam. Las llama religiones no cristianas. Tampoco llama sectas a las iglesias protestantes o anglicanas. Los antes llamados herejes y sectarios, pasaron posteriormente a ser "los hermanos separados" y hoy el Vaticano, en aras del esfuerzo ecuménico, los denomina simplemente iglesias y cristianos12. 2.1.5 Definición teológica. "Una secta es un grupo de personas polarizadas alrededor de la interpretación particular que una persona hace de la Biblia, que incurre en grandes desviaciones con respecto a las doctrinas primordiales de la fe cristiana..."13. Dr. Walter Martín, Teólogo. Doctorado en Religiones Comparadas. California Coast University. 12 Catecismo de la Iglesia Católica. Santo Domingo. República Dominicana: Librería Juan Pablo Segundo, 1992, p. 195-202. 13 MCDOWELL, Josh. Estudio de las Sectas. Florida: Editorial Vida, 1988, p. 11. En: ERDELY G., Jorge. Sectas destructivas: Definiciones y Metodología de Análisis. Centro de información sobre sectas, religiosas y nuevos movimientos espirituales. Consultado en [mayo 3. 2012]. Disponible en http://www.sectas.org/Secta/sectaspeligrosas.asp 28 2.1.5.1 El mormonismo: un ejemplo de proselitismo poco ético. Veamos por ejemplo el caso del Mormonismo, una religión que al presente ha corregido conductas sociales peligrosas que practicó a nivel cupular en sus inicios (poligamia, inducción al adulterio, fraude y terrorismo, por ejemplo). A pesar de dichos cambios, el Mormonismo aun se adhiere a formas poco éticas de proselitismo al ostentarse como una religión cristiana. Una de las creencias básicas del mormonismo es el politeísmo mientras que en cualquiera de sus variantes el cristianismo es esencialmente monoteísta. El mormonismo es realmente una religión sincretista que incorpora elementos clásicos del espiritismo, ocultismo y politeísmo envueltos con una nomenclatura cristianizada. El mormonismo, como cualquier otra religión, tiene la libertad de difundir sus creencias, pero al mismo tiempo la gente tiene derecho a saber, antes de decidir ingresar a dicha religión, cuales son sus creencias reales, incluyendo la historia de la organización (esta última suele ser ocultada o maquillada cuidadosamente especialmente en lo referente a las relaciones de adulterio de su fundador Joseph Smith con más de 80 mujeres)14. El mormonismo tiene la libertad de difundir sus creencias, sin embargo otros sectores sociales tienen derecho a la libertad de expresión para criticar el ocultamiento deliberado de información y el hecho de que esta religión trate de comprar aceptación social utilizando una fachada cristiana cuando en realidad promueve el politeísmo. Este es sólo un ejemplo de la aplicación académica de la definición teológica de lo que constituye una secta, y parte de la ética que justifica su uso como instrumento de crítica dentro del ámbito religioso. 2.1.6 Definición sociológica. Pepe Rodríguez, periodista y asesor sobre sectas destructivas para Gobiernos Europeos, en su libro "El Poder de las Sectas" define 14 DECKER. Dave Hunt. Los fabricantes de dioses. Miami: Editorial Betania, 1987. 29 así el concepto: " Una Secta destructiva (SD) será todo aquel grupo que en su dinámica de captación y/o adoctrinamiento, utilice técnicas de persuasión coercitiva que propicien: Esta definición toma como punto de referencia para su clasificación la conducta social. Hace énfasis muy particularmente en aquellos comportamientos grupales que dañan a la sociedad, que violan los derechos humanos y que destruyen al individuo. Una secta es según la definición sociológica de Pepe Rodríguez, cualquier organización que propicie esto, independientemente de su ideología. Esta definición tiene la ventaja de que no se circunscribe al ámbito religioso, pues abarca incluso a subgrupos políticos, psicoterapéuticos, pseudocientíficos, culturales, etc. La distinción "Destructivas", añadida al término de "Sectas", puede ayudar a diferenciar a aquellos grupos que encuadran en las definiciones teológicas o de uso cultural pero que no muestran una conducta antisocial o peligrosa, de aquellas organizaciones que si lo hacen. 2.1.7 Definiciones de los psicólogos. Michael Langone, Ph. D. Doctor en Psicología Clínica y editor una de las más prestigiadas revistas científicas que estudian el fenómeno de las sectas, define así el concepto que estamos analizando: Secta es un grupo o movimiento, que exhibe una devoción excesiva a una persona, idea o cosa y que emplea técnicas antiéticas de manipulación para persuadir y controlar (a sus adeptos); diseñadas para lograr las metas del líder del grupo; trayendo como consecuencias actuales o posibles, el daño a sus miembros, a los familiares de ellos o a la sociedad en general15. 15 LANGONE, Michael. Cults and Mind Control. New York: International Cult Education Program, 1988. En: ERDELY G., Jorge. Sectas destructivas: Definiciones y Metodología de Análisis. Centro de información sobre sectas, religiosas y nuevos movimientos espirituales. Consultado en [mayo 3. 2012]. Disponible en http://www.sectas.org/Secta/sectaspeligrosas.asp 30 Después el Dr. Langone añade que: Dado que la capacidad para explotar a otros seres humanos es universal, cualquier grupo puede llegar a convertirse en una secta. Sin embargo, la mayoría de las organizaciones institucionalizadas y socialmente aceptadas, tienen mecanismos de auto-regulación que restringen el desarrollo de grupúsculos sectarios16. • Ventajas de esta Definición. Esta definición toma como punto principal de referencia la conducta psicosocial; (no las bases teológicas, la tradición, o la aceptación oficial del estado, etc.). Es un concepto similar al sociológico y tiene las siguientes ventajas. 2.1.8. Perspectivas científicas. El concepto del Dr. Langone considera en particular el daño, potencial o actual, que se causa a los individuos al involucrarse en una organización determinada. (En otras palabras, trae implícito el concepto de Secta destructiva). La existencia o no de la explotación, de la falta de ética y transparencia al proselitar, los mecanismos internos de autorregulación y la presencia de técnicas psicofisiológicas de manipulación son las variables que se examinen a fondo antes de catalogar como secta a una organización. Aunada a su marco metodológico de análisis esta es una de las definiciones seculares más respetadas en el ámbito académico internacional, sin embargo tiene algunos puntos débiles, por ejemplo: a. Puede resultar difícil definir que es una devoción excesiva. b. Se necesita conocer y aplicar rigurosamente sus criterios de análisis para no etiquetar injustamente a una organización como secta. 16 Ibíd. 31 c. Los conceptos son muy técnicos y especializados, y por lo tanto poco accesibles para la mayoría de las personas, inclusive profesionistas. 2.1.8.1 Steve Hassan, ex-miembro de la secta Moon. El Profesor Steve Hassan, Maestro en Psicología egresado de la Universidad de Cambridge, fue miembro de la secta de los moonies por mucho tiempo. Actualmente tiene 20 años de experiencia como asesor internacional y consejero sobre el tema de las Sectas destructivas. Hassan define como secta a cualquier grupo (religioso o no) que utilice técnicas de control psicológico para suprimir la personalidad e inhibir el juicio crítico y la libertad de decisión. Establece cuatro criterios para detectar la manipulación mental. 2.1.9 Aportaciones de la psicología clínica. Por su parte la Dra. Margaret Singer, Psicóloga Clínica y Profesora emérita de la Universidad de California en Berkley, nos ofrece una definición bastante similar a la del Dr. Langone. La misma se basa también en el comportamiento, no en las creencias de un grupo. En su obra, analiza 6 puntos bastantes técnicos para definir las técnicas de persuasión psicofisiológica que utilizan las sectas17. Una aportación nueva y valiosa de la Dra. Singer es que Secta la constituye básicamente, la estructura jerárquica y de poder de la organización, no los adeptos en sí. 17 OFSHE, Richard y SINGER, Margaret. "Attacks on Peripheral Versus Central Elements of Self and the Impact of Thought Reforming Techniques"; Cultics Studies Journal, New York: Vol. 3, Nº 1, 1986. En: ERDELY G., Jorge. Sectas destructivas: Definiciones y Metodología de Análisis. Centro de información sobre sectas, religiosas y nuevos movimientos espirituales. Consultado en [mayo 3. 2012]. Disponible en http://www.sectas.org/Secta/sectaspeligrosas.asp 32 2.1.9.1 Definiciones de la ciencia médica. El Dr. Robert Lifton, Psiquiatra y Sociólogo, definió en su obra clásica "La Reforma del Pensamiento y la Psicología del Totalitarismo" ocho criterios para detectar cuando se está implementando el llamado "lavado de cerebro". Basó su estudio en las técnicas utilizadas sobre los presos políticos durante el régimen dictatorial de Mao en China, para convertirlos bajo coerción a la ideología comunista. Actualmente muchos médicos, psicólogos clínicos y sociólogos toman estos criterios como referencia para evaluar si un grupo religioso o de otra índole, induce al famoso "lavado de cerebro" para manipular la conducta de sus adeptos. La utilización de estas técnicas de coerción constituye para muchos médicos hoy en día el criterio para llamar secta a una determinada agrupación. 2.2 TIPOLOGÍA GENERAL DE LAS SECTAS Dada su complejidad y, en atención a la naturaleza del presente trabajo, se cita los postulados y enunciación que sobre diversos criterios tipológicos realizó la socióloga, Dra. Dolores Vargas Lloreda, apoyada, igualmente, en la evocación de otros autores, véase: Precisa difícil aceptar alguna de las tipologías existentes para clasificar a los actuales grupos religiosos, pues los criterios que puedan usarse están unidos, indefectiblemente, a la ideología o creencia de los autores. De esta manera, depende del investigador la elección de una tipología sociológica, de una tipología desde una perspectiva de iglesia, ya sea católica, protestante o de una tipología proveniente de algún trabajo divulgativo. Cualquiera de las clasificaciones existentes puede ser válida. Sus diferencias son más de forma que de fondo, si exceptuamos algunos puntos muy concretos que se vierten desde una perspectiva eclesiástica. 33 La pluralidad de criterios hacia la definición de una tipología hace dificultoso poder seguir a un autor o autores en concreto. Será necesario recoger diferentes clasificaciones de los más importantes especialistas para poder conocer el estado de la cuestión. Afirma la autora que uno de los autores que se ha convertido en un clásico, y de lectura obligada, es el sociólogo norteamericano B. Wilson. Sus obras La religión en la sociedad (1970), Sociología de las sectas religiosas (1970) y The social Dimensions of Sectarianism (1992), aporta una tipología sectaria de las llamadas de tipo "ofertas de salvación o camino de/para la salvación". Este autor propone la siguiente tipología de las sectas: • Sectas conversionistas. Son las sectas típicas del fundamentalismo cristiano evangélico. Su reacción frente al mundo exterior consiste en sugerir que éste está corrompido porque el hombre está corrompido. Si puede cambiarse a los hombres el mundo cambiará. Este tipo de secta no se interesa por los programas de reforma social o por la solución política de los problemas sociales, y aún puede ser activamente hostil hacia ellos. El Ejército de Salvación en sus primeras etapas, las Asambleas de Dios y otros movimientos pentecostales, las Iglesias del Evangelio Cuadrado, al igual que las sectas evangélicas independientes, son ejemplos de este tipo de sectas. • Sectas revolucionarias. Son los movimientos escatológicos de la tradición cristiana. Su actitud hacia el mundo exterior se resume en el deseo de destruir el orden social cuando llegue el momento, si es necesario por la fuerza y la violencia. Sus miembros están esperando un nuevo orden bajo la dirección de Dios. Este tipo de secta es hostil a la reforma social y al mismo tiempo a la conversión instantánea. Los Testigos de Jehová, adventistas, Cristadelfianos, son representantes típicos de estas ideas. 34 • Sectas introversionistas. Cuya respuesta al mundo no es la conversión de la población ni la espera de la destrucción del mundo, sino simplemente el retiro del mundo para disfrutar la seguridad obtenida por la santidad personal. Este tipo es completamente indiferente a las reformas sociales. Ninguno de estos elementos parece importante para estas sectas, en su visión de su posición y su tarea sobre la tierra. Los ejemplos típicos de estas sectas son los movimientos de santidad, como los Hutterianos, Mennomitas, Amish, Cuáqueros, Rappitas o Darbystas. • Sectas manipulacionistas. Estas sectas insisten sobre todo en un conocimiento particular y distintivo. Se definen a sí mismas frente al mundo exterior esencialmente por la aceptación de sus metas. Estas sectas tratan de cambiar los métodos adecuados para la consecución de sus fines. A veces sostienen que sólo puede lograrse tal cosa mediante el empleo del conocimiento especial enseñado por el movimiento. Este es el único medio verdadero y valioso de adquisición de salud riqueza, felicidad y prestigio social. "...su Dios no es un Dios redentor, sino una idea abstracta de un poder extraordinario que los hombres pueden aprender a utilizar para su propio provecho en el mundo presente". Los grupos representativos en los países cristianos son: Teosofía, Antroposofía, Cienciología, Ciencia Cristiana, Iglesia Universal de Dios... • Sectas taumatúrgicas. Son movimientos que insisten en que los hombres pueden experimentar el efecto extraordinario de lo sobrenatural sobre sus vidas. Dentro del cristianismo sus representantes principales son los grupos espiritistas, cuya actividad principal reside en la búsqueda de mensajes personales de los espíritus para lograr curaciones, efectuar transformaciones y realizar milagros. "Su relación fundamental no es la de salvador y pecador, sino 35 una relación entre espíritu y fiel, presentes el uno y el otro a través de un "medium"". El grupo de sectas espiritistas son sus representantes. • Sectas reformistas. Parecen constituir un caso aparte. Pero el enfoque analítico dinámico de los movimientos religiosos requiere una categoría correspondiente a los grupos que, aunque sectarios en más de un sentido, han efectuado transformaciones en su primera respuesta hacia el mundo exterior. Originalmente revolucionaria, es posible que esta actitud se haya vuelto introversionista más tarde. Consideran que "la salvación se obtiene transmitiendo una ética mediante la cual puedan vivir los hombres". Se mantienen alejados de la sociedad, pero no manifiestan ante ella indiferencia ni hostilidad. La historia de los cuáqueros es un ejemplo típico. • Sectas utópicas. Quizá es el tipo más complejo. Su respuesta al mundo exterior consiste en parte en un retiro de él y en parte en el deseo de modificarlo para mejorarlo. Son más radicales que las sectas reformistas, potencialmente menos violentas que las sectas revolucionarias y más constructivas a nivel social que las sectas conversionistas. Mediante sus actividades tratan de construir el mundo sobre una base comunitaria. No se trata sólo de establecer colonias sino que proponen también un programa para la reorganización del mundo según lineamentos comunitarios. Entre los grupos más destacados que cita Wilson son: la Comunidad de Oneida, el movimiento llamado Bruderhoff y la Fraternidad de la Nueva Vida. R. Wallis, mantiene el criterio, para tipificar las sectas, del "rechazo del mundo"; así, según sea la orientación que tenga el grupo sectario frente al mundo, hace la siguiente clasificación: 36 • Movimientos sectarios que rechazan la sociedad. Grupos que están en contra del orden establecido: los Niños de Dios, el Templo del Pueblo, la Iglesia de la Unificación, Hare Krishna, entre otros. • Movimientos sectarios que afirman la sociedad. Proporciona a su adeptos la forma de desarrollar sus potencialidades tanto físicas como espirituales y morales para la conquista del mundo: Meditación Trascendental y Cienciología. • Movimientos que se acomodan al mundo. Acentúan la vida espiritual individual frente a los valores sociales: Pentecostales, Renovación Carismática y Testigos de Jehová. Esta tipología realizada por Wallis, parte de tipos ideales que llevan a encasillar de forma rígida a los movimientos religiosos. Albert Samuel, hace una clasificación en la que agrupa a las sectas en tres tendencias principales: a. Las orientadas hacia el fin de los tiempos, como los diversos "adventistas" del primero o séptimo día, los testigos de Jehová, los mormones. b. Las que buscan una renovación, un despertar ("reveil") de la Iglesia, basándose en un retorno, a veces literal, a la Biblia y a la oración espontánea. Así son los darbystas, los pentecostales, el Ejército de Salvación y, en cierta manera, la "Asociación para la unificación del cristianismo mundial" (más conocida bajo el nombre de su fundador, Moon). c. Finalmente, las sectas que desean descubrir y vivir un humanismo, más o menos de origen cristiano, pero sobre todo adaptado al mundo y a la ciencia moderna. Es el caso de la "Cienciología" de la "Meditación trascendental" o de los "Amigos del Hombre"18. 18 SAMUEL, Albert. Las religiones de nuestro tiempo. Editorial Verbo Divino, Tella, 1990, p. 190. 37 De otra parte, J. F. Mayer, divide a las sectas en tres grandes apartados siguiendo una línea histórica: • Los inconformismos del cristianismo occidental. Incluye lo que llama "la herencia de la reforma radical," los anabaptistas, los menomitas, los "amish", los hutterianos, los baptistas, los cuáqueros, los adventistas, los pentecostales, los jovehistas y sectas del catolicismo en las que incluye la Iglesia Católica del Palmar de Troya. • Los maestros y grupos de Oriente. Comienza aludiendo a las sectas islámicas hinduistas y las nuevas religiones del Extremo Oriente: Sekai Gakkai, Oomoto, Sekai Kyusei, Mahikari y la Iglesia de la Unificación o también llamada Iglesia o secta Moon. • Brotes occidentales del ultracristianismo. Incluye la Iglesia de la Cienciología y los grupos relacionados con los O.V.N.I. llamados: Hermanos del espacio, Movimiento Realiano, entre otros19. El libro de Mayer, intenta aclarar la tipología vista desde un prisma personal e histórico. Otro autor, francés, J. Vernette (1990), es citado en muchos artículos y libros que se interesan por la problemática sectaria de autores, en general, relacionados directamente con la Iglesia Católica. Lo tachan en muchas ocasiones de tener una visión pastoral. J. Vernett20 clasifica las sectas en tres grandes grupos: • Grupos nacidos del tronco judeocristiano: * Milenaristas: Testigos de Jehová, New Age, Rosacruces, Adventistas del Séptimo Día, Iglesia Universal de Dios, Mormones. * Movimientos del despertad: Niños de Dios, Ejército de Salvación, Iglesia Católica Apostólica, Mennonitas, Pentecostales, Cuáqueros. * Grupos sanadores o curanderos. 19 20 Ibíd., p. 37. VERNETT J. Las sectas. Paris: Universidad de Francia, 1990, p. 69. 38 • Movimientos Orientales provenientes de las grandes religiones de Oriente: Hare Krishna, Iglesia de la Unificación (Moon), Fe Bahai, Misión de la Luz Divina, Soka Gakkai, etc. • Grupos originarios del esoterismo, gnosis y movimiento del "potencial humano". En este grupo incluye a los que "un cierto número de convicciones comunes les anima a todos ellos". Se basan en la Biblia y en religiones procedentes del Oriente pero considera que son adaptadas con tintes de la tradición esotérica occidental: Meditación Trascendental, Nueva Acrópolis, Teosofía, Iglesia de la Cienciología, Rosacruces, etc. J. Bosch21, hace un estudio exhaustivo de las tipologías de muchos autores con un análisis en que "nos fijamos en el criterio clave que cada autor coloca para su propia construcción": a. Criterio según el origen y las raíces. Incluye a J. F. Mayer, J. Vernette. b. Criterio del equilibrio moral aportado a sus seguidores. Incluye a los grupos como: Silva Mind, Cienciología, Meditación Trascendental,... c. Criterio según el tipo de ofertas de "salvación". Incluye a B. Wilson, R. Wallis. d. Criterio descriptivo u organizativo. Son los grupos centrados en las características comunitarias y organizativas; lo siguen los autores: R. Starke y W. S. Bainbridge, y distingue tres tipos de organizaciones relacionadas con el grado de compromiso de sus miembros: 1. Cultos de audiencia. Ofrecen sus mensajes a los adeptos a través de medios normales como cursillos por correspondencia, charlas, etc. 2. Cultos de clientes. Llamados así porque la relación entre los promotores de la ideología sectaria y los adeptos guarda 21 BOSCH, J. Las sectas. Estella: Editorial Verbo,1993, p. 49. 39 3. 4. 5. 6. estrechas relaciones con los que existen entre terapeutas y sus pacientes; por ejemplo, Cienciología. Movimientos cúlticos. Son las organizaciones con notable estabilidad que intentan satisfacer las necesidades espirituales de los adeptos. Su fin ideal es la vinculación total y exclusiva con la vida de la comunidad: Hare Krishna, la Iglesia de la Unificación (Moon). Criterios según conflictividad. En este apartado incluye lo que muchos autores llaman "sectas destructivas": P. Rodríguez, P. Salarrullana, A. Alaiz, R. Enroth, entre otros. Criterio doctrinal. Los autores aportan una preocupación fundamental en presentar una tipología basada en las doctrinas que profesan a partir de sus raíces y pasado religioso. Otros criterios. En este apartado se incluye el llamado criterio geográfico que se fija en la procedencia continental o nacional; criterio según la gnosis; criterio místico-dualístico y criterio según fuentes del poder y bienestar "que proporciona a sus miembros: unas sectas colocan las fuentes en una realidad trascendente al yo; otras en el mismo yo del adepto; otras finalmente en la armonía del yo con el cosmos"; (F. Bird - W. Reimer) y, por último la que ofrece Ch. Lalive d'Epinay basada en cinco criterios: "realización con la sociedad civil, pretensión de universalidad, ausencia de clérigos profesionales, vínculos comunitarios y tendencias 22 teológicas" . J. M. Vermander23, autor citado en algunos libros y revistas de ideario católico, tiene un criterio bien distinto a los hasta ahora mencionados. Su clasificación sectaria se rige por la influencia geográfica, es decir, teniendo en cuenta el lugar donde surgieron, de esta manera, las divide según procedencia: • Sectas de origen europeo: Neo-apostólicos, Darbynistas, Los Amigos del Hombre, La Fraternidad Blanca Universal, Los Tres Corazones, etc. 22 Ibíd., p. 67. VERMANDER, J.M., 1981- En: VARGAS LLOVERÁ, María Dolores. Los testigos de Jehová y otras confesiones. Tesis de Doctorado. Facultad Filosofía y Letras. 23 40 • Sectas de origen americano: Mormones, Testigos de Jehová, Movimientos Pentecostales, Ciencia Cristiana, Cienciología, Los Niños de Dios o Familia del Amor, Rosacruces, Nueva Acrópolis, entre otras muchas. • Sectas de origen oriental: Iglesia de la Reunificación de Moon, Fe Universal Bahai, Meditación Trascendental, Misión de la Luz Divina, además de un gran número relacionadas con el Budismo. Entre los autores estudiosos de la fenomenología religiosa en nuestro país, destaca el monje benedictino catalán LLuís Duch, que en alguna de sus obras también intenta aportar su propia clasificación de los grupos sectarios. En una publicación realizada en 1977, y citando a Mensching, divide a las sectas en dos grupos: a. Sectas dogmáticas, que propiamente son "escuelas" tal como sucede, por ejemplo, en muchas sectas hindúes. b. Sectas práctico-religiosas, cuyo aspecto diferencial es una piedad que se aparta de la iglesia ambiental24. Posteriormente Ll. Duch, en una nueva publicación, dedica un capítulo a las sectas, y habla de "dos grans tipus" de sectas, definiéndolas como "sectes urbanes i sectes rurals, considerando que ofrecen dues menes ben diversificades de recerca d'experiéncia religiosa. Ben bé es podria dir que l'ambit espácio- temporal escollit per les unes i per les altres ja posa de manifest dues direccions ben específiques del taranná religiós"25. 24 DUCH, L.L. “Antropología de la religión”. En: Antropología Nº 6 Barcelona: Editorial Instituto de Antropología de Barcelona y Daimon, 1977, p. 92 25 DUCH, L.L. “El retorno de lo sagrado”. El Escorial, Ponencia de los cursos de verano de la Universidad Complutense , 1990, p. 302 41 En esta línea, según Ll. Duch, han hecho un interesante estudio B. Hervien y D. Léger (1980), que consideran que las sectas rurales tienen una libre inspiración, pasión ecológica, no violencia, relaciones interpersonales muy estrechas, amor universal, integración del hombre en el cosmos y ética de la frugalidad, como notas más características de estos tipos de organización social que quieren ser una alternativa a la sociedad urbana26. Las sectas urbanas parten de unas premisas muy diferentes de las rurales. Los que optan por este tipo, escogen "el libro", que en algunos casos no se trata de la Biblia, para seguir su camino constituyéndose como la expresión verdadera de la secta. Aceptan, según Duch, el "rentat de cervell" como condición para asimilar su salvación. El adepto está predispuesto a "ser programat". Tienen una estricta jerarquización y disciplina que en muchas ocasiones toma formas de dirección espiritual a través de una persona concreta. Considera que las sectas urbanas "tenen una gran estabilitat" y que son organismos en las que las amistades, lecturas obligatorias o prohibidas, vida familiar, estrategias económicas y políticas, son artefactos para conseguir los objetivos que se proponen, anulando la facultad de elección de sus adeptos una vez han ingresado27. 2.2.1 Otras clasificaciones. Ya se ha mencionado a uno de los autores: Pepe Rodríguez, que mantiene, y quizás haya ayudado a acuñar la definición, para casi todas las organizaciones sectarias, de sectas destructivas. Palabras a las que continuamente los medios de difusión hacen referencia cuando tienen que hablar de "ese caso malvado y misterioso" que ha realizado algún grupo sectario ya que, si no es así, no es noticia. 26 27 Ibíd., p. 304. Ibíd., p. 308-309 42 En todas las apariciones públicas, tanto personalmente como en todos los medios de comunicación, la postura de P. Rodríguez, siempre ha sido la misma: la persuasión coercitiva y el lavado de cerebro. En su obra afirma: La secta destructiva será aquella que, durante el adoctrinamiento, utilice técnicas neurofisiológicas (lavado de cerebro) que acaben despersonalizando al neófito y causándole lesiones psíquicas de mayor o menor cuantía (1985:59) o será todo aquel grupo que utilice técnicas de persuasión coercitiva que propicien la destrucción de la personalidad previa del adepto o la dañen severamente28. Otra autora, Pilar Salarrullana, que a través de su cargo político, ya que su profesión es la de profesora de francés en un I. E. M. de Logroño, fue la promotora de la Comisión Parlamentaria para el estudio de las sectas en España, donde realizó informes para el conocimiento sectario. Debido a la información llegada a sus manos, ha publicado, además de los informes realizados, dos libros: uno llamado Las sectas, cuyo subtítulo es: "un testimonio vivo sobre las sectas del terror en España" (1990), y otro dedicado a las llamadas sectas satánicas cuyo título es: Sectas satánicas (1992). Considera a estos movimientos u organizaciones como sectas destructivas, y aunque en sus libros habla de experiencias de terceros, en uno de sus epílogos dice: "No son ni religiones ni filosofías. Son auténticas "mafias" económicas que se disfrazan de religiosidad para ser más intocables e invulnerables. Son auténticas entidades destructoras de la libertad individual, manipuladoras de mentes y creadoras de autómatas a su servicio". 28 RODRIGUEZ, Op. cit. p. 31. 43 No de manera tan drástica, se pronuncia el teólogo M. Guerra (1993) en su obra. Estima, este autor, que son sólo algunos movimientos religiosos los que ejercen el "control mental"(1993:92), sin dar nombres concretos. Pero para hacer una definición de lo que son sectas destructivas se basa, en parte, en lecturas de los autores antes mencionados: P. Rodríguez y P. Salarrullana. Opina que sus "principales rasgos definitorios, a fin de evitar su confusión con procedimientos distintos", son: 1. Un sistema o conjunto estructurado de influencias que alternan, constriñen e incluso llegan a anular la identidad psíquica de una persona, reemplazándola por otra diferente en los estratos y vertientes del psiquismo humano, por ejemplo: el lógico, el mítico y el ético-moral o criterios y formas de pensar, de imaginar y de comportarse, el emotivo o las emociones y la efectividad de sus creencias. 2. Por medio de un proceso de ningún modo o, al menos, no del todo consciente ni consentido o libre. Deben darse los dos rasgos apuntados para que haya "control mental" en el sentido negativo en que se toma aquí, es decir, no como procedimiento de llegar al propio conocimiento, al autodominio personal, al desarrollo pleno de todas sus cualidades y al aprovechamiento de todas las oportunidades mediante determinadas técnicas psicológicas, sino en cuanto recurso de las sectas dañinas y destructiva29. 2.2.2 Reflexión sobre las tipologías actuales. Se ha escogido algunos autores como ejemplo de la gran variedad de posiciones tipológicas que existen. De la mayoría de las obras de los que han escrito sobre Sectas y Nuevos Movimientos Religiosos -de las más variadas ideologías- surge un sin fin de propuestas para demostrar o, en su caso, crear una tipología válida para estos movimientos sectarios. 29 GUERRA, A. Acercamiento inicial. El fenómeno de los movimientos eclesiales, 1993. En: Misión Abierta Nº 3º. Madrid, p. 92. 44 El ejemplo de las páginas anteriores lleva a la convicción de que difícilmente se pueda realizar una tipología definitoria. Todas ellas, y las que no hemos transcrito, parten del ideario social, religioso e incluso político del autor. Y, en caso de no querer demostrar su auténtica opinión, la tipología queda sin ningún valor social o científico. Todos los autores a los que se ha tenido acceso parten de la tipología realizada por B. Wilson (1970). Es la clasificación que más criterios ha aportado para conocer el fin de estas organizaciones y lo que buscan sus adeptos, puesto que tiene en cuenta las formas y los métodos para alcanzar la salvación. A partir de este presupuesto, cualquier movimiento religioso se puede clasificar; pero no todos los grupos sectarios buscan el mismo fin y, así, quedan sectas que no pueden incorporarse a este criterio tipológico. Wilson es consciente de ello y considera que cualquier tipología debe tener, con el paso del tiempo, ciertas revisiones. De este modo, tampoco puede considerarse cerrada la tipología desarrollada por Wilson. El mismo autor, al final de su obra, recoge una variedad de grupos sectarios a los que considera casos excepcionales y no los incluye en ningún apartado. Parecida tipificación es la realizada por R. Wallis (1975,1984), aunque su característica, aquí, es el "rechazo del mundo", y A. Samuel (1990), que también apuesta por la búsqueda de una salvación. Otros autores han preferido buscar en la historia las posiciones sectarias: Mayer (1990), J. Vernette (1990), o geográficas: J. M. Vermander (1980) y LL. Duch (1977,1990). J. Bosch (1993) recoge en su clasificación todas las tendencias que existen dentro de las tipologías que tienen un valor más o menos científico y también las que él llama "criterios según conflictividad". Tampoco esta recopilación nos ayuda a aclarar la situación. 45 Por último se enunciaran los autores que sólo ven destrucción en estos movimientos: P. Rodríguez, P. Salarrullana. La posición de estos autores queda clara con las manifestaciones de P. Salarrullana: “La lucha contra las sectas en España no ha hecho más que empezar. Somos muy pocos los que estamos en esto. Un puñado de policías, tres asociaciones, algún juez, varios periodistas...”30. Con opiniones como estas, una clasificación objetiva, resultaría dificultosa. A partir de las obras leídas, resulta difícil, o casi imposible, establecer, con cierto rigor científico, una tipología, aunque no sea definitoria, de las Sectas y Nuevos Movimientos Religiosos. Todas tienen su parte de verdad, pero incluso recogiendo un poco de cada una de ellas resultarían listas inacabables y poco satisfactorias. Por ello, a pesar de intentar una clasificación, ésta no debería realizarse. Las creencias son infinitas, como también las culturas, y pretender encasillar cualquier manifestación sectaria resulta extremadamente complejo. Difícilmente se puede realizar una aproximación objetiva y válida sin caer bajo la influencia no ya de un ideario religioso o social, sino de la propia cultura. No hay una definición de secta comúnmente aceptada. Cada autor propone la suya, y ninguna de ellas acaba siendo plenamente satisfactoria, ya que siempre hay alguna, dentro del elenco, que no cumple todos los rasgos requeridos, mientras que pueden quedar fuera otros grupos que si los cumplen. Sin pretender incluir a todas, hay una clasificación sencilla, que agrupa las sectas en cuatro grupos: de origen cristiano, de origen oriental, neopaganas y satánicas. No se trata de compartimentos estancos, ya que hay sectas que incluyen elementos de distintas procedencias. En el breve panorama que sigue se dedica mayor espacio a las de origen cristiano, tanto por su mayor cercanía con el 30 Ibíd., p. 99. 46 catolicismo, como por el hecho de que en Occidente son con diferencia las más numerosas. 47 CAPITULO III LAS SECTAS DESTRUCTIVAS En 1978, la opinión pública mundial fue sacudida por el reporte del suicidio colectivo de 914 personas en Jonestown, Guyana. Todos eran seguidores del reverendo Jim Jones, quien también se autoinmoló. Desde entonces se ha observado una mayor frecuencia de acontecimientos de este tipo o parecidos. En marzo de 1993, más de 80 personas se suicidaron junto con David Koresh, en Waco, Texas, por motivos religiosos (Gaustad, 1993:629). En 1994, el grupo esotérico La Orden del Templo Solar sorprendió a los analistas sociorreligiosos al efectuar varios suicidios diferidos en Suiza y Francia. Todos los participantes eran seguidores del homeópata europeo Luc Jouret. Cuarenta y ocho murieron en el primero de los sucesos y otros más posteriormente. En el mes de noviembre de ese mismo año, las autoridades de Ucrania impidieron el suicidio colectivo de los seguidores de Marina Tsvygun, quien afirmaba ser la reencarnación de Cristo. Fueron arrestadas 779 personas en Kiev. El culto tenía en ese entonces 150 mil seguidores en la ex Unión Soviética y se llama La Fraternidad Blanca. El 20 de marzo de 1995, en Tokio, Japón, Shoko Asahara ordenó a sus seguidores de la secta La Verdad Suprema, colocar bombas con gas sarín neurotóxico en el sistema de transporte del metro. El resultado: más de cinco mil intoxicados y doce personas muertas. Seis semanas más tarde, los mismos adeptos de La Verdad Suprema (Aum Shinrikyo en japonés) perpetraron un nuevo atentado terrorista en otra estación. Afortunadamente, hubo un retraso en el mecanismo de la bomba y ésta pudo ser desactivada a tiempo. De no haber 48 sucedido esto, la mezcla de cianuro e hidrógeno que contenía el artefacto explosivo hubiera privado de la vida en minutos a aproximadamente 20 mil usuarios del tren subterráneo. Los anteriores son claros episodios de la articulación de algunas sectas destructivas extremistas a nivel internacional, las cuales han llamado la atención de especialistas y medios de comunicación en su momento, pero no han servido de referente importante para los Estados, al notarse la proliferación en sus territorios de nuevas sectas destructivas, que si bien no pueden tener connotación terrorista o de suicidios colectivos, si afectan el pudor sexual de sus adeptos, merman su patrimonial a través del fraude organizado y los inducen a distintas enfermedades mentales. Practicas más comunes en que día a día incurren estos grupos, inscritos en nueva patología social trasnacional. Ahora, es una problemática en expansión y siempre compleja, por lo que se ha pretendido en el trabajo evidenciarlo a fin de servir igualmente como marco de clasificación y herramienta para concientizar acerca de la existencia de esta innegable realidad. Por lo tanto, se impone conocer las diferentes definiciones de sectas dañinas, con el fin de evitar desafortunadas imprecisiones en que puedan incurrir personas que no manejen el tema o se caiga en el extremo de catalogar ligeramente como secta destructiva a cualquier agrupación, generando indebidamente a su alrededor un clima de intolerancia, rechazo y hostilidad. Lo anterior tiene justificación en que tradicionalmente la palabra secta tiene una connotación peyorativa en el sentido de herejía ideológica o heterodoxia doctrinal (esto según la perspectiva de una u otra mayoría religiosa y dependiendo del país que se trate). Sin embargo, la carga semántica negativa de la palabra secta no sólo se ha hecho más fuerte, sino cualitativamente distinta, a partir de 1978, año en que ocurrió el ya citado suicidio colectivo encabezado por Jim Jones, en Guyana. Desde entonces, la opinión pública mundial comenzó a percibir el 49 significado de la palabra secta como una agrupación antisocial, siniestra, de conducta fanática y peligrosa. Se percibe cada vez más el término secta, como representativo de conductas antisociales realizadas por organizaciones engañosas que fomentan el fanatismo irracional y espiritualizan el delito. Algunos de los grupos que se vieron involucrados en hechos delictivos, recibieron demandas y / o son o fueron prohibidas sus actividades:31 • Escuelas del Cuarto Camino: acusados por el asesinato de la escritora Katherine Mansfield ocurrido en Le Prieuré (Francia) en los años 20. Siguen siendo culpados por maltrato. • Amanda Marga: acusados en la década del 60 por motines y atentados en la India. En 1970 fueron prohibidos y detuvieron a “Baba”, su líder. • L.U.S: acusados por la muerte de tres niños y la mutilación de otros dos. • Las Ocho Reinas: acusados en 1990 por corrupción de menores y abuso deshonesto. En 1994 la fiscalía argentina pidió 12 años de prisión para su líder Juan Alfredo Unger. • Los Niños de Dios/La Familia: luego de tener problemas con la justicia norteamericana, en 1972 pasaron a la clandestinidad. En Argentina fueron prohibidos en 1977 y a partir de 1985 cambiaron su nombre por “La Familia”. Tuvieron mas problemas con la justicia en 1989, 1992 y 1993. • Cienciología /Dianética: denunciado por varios gobiernos europeos e investigados por el FBI. • Osho: en 1983, el gobierno estadounidense lo expulsa de su ashram en el estado de Oregon. Fueron secuestradas armas y su líder (Bhagwan Rajneesh “Osho”) falleció en el “exilio” en la India. 31 VÁSQUEZ BARAU, José Luis. Las sectas destructiva, Mensajero, Bilbao, 1998. 50 • Iglesia de la Unificación (Moon): su líder y fundador Sun Myung Moon fue encarcelado por evasión fiscal. • Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (mormones): sospechados de trabajar para la CIA. y de haber participado en el derrocamiento de los gobiernos de Salvador Allende (Chile) y del General Torrijos (Panamá). • Sai Baba: el 6 de Julio de 1993 un grupo de devotos ingresó en su santuario e intentó matarlo. Murieron tres de sus guardaespaldas y los atacantes fueron muertos en forma confusa por la policía. Está acusado por abuso sexual. • Tradición Familia y Propiedad: prohibidos en Venezuela en 1984 por ser responsables de la desaparición de varios jóvenes. • Testigos de Jehová/Watch Tower: en litigios constantes por el rechazo a las trasfusiones sanguíneas y su posterior consecuencia. • Umbanda: acusados por maltrato de animales. • Iglesia Adventista del Séptimo Día: algunos de sus más importantes miembros norteamericanos se vieron involucrados en defraudación financiera a muchos de sus adeptos. Durante el proceso de auscultación y obtención de información para el presente trabajo de investigación, se ha podido concluir que el objetivo de la secta es siempre el mismo: vivir a costa del adepto, que su trabajo repercuta en un incremento del patrimonio de los líderes del grupo y, a la vez, anular la capacidad de crítica del seguidor, cambiarle la moral y provocarle una dependencia insalvable del grupo. Resulta evidente que los miembros de las sectas utilizan técnicas cada vez más astutas para atraer a futuros adeptos, que van desde los "ligues" en discotecas, aparentemente inocentes, a supuestas encuestas para encontrar empleo, o grupos de psicólogos y asesores de empresa que ofrecen sus servicios. 51 Para la secta destructiva resulta imprescindible transformar la personalidad de sus adeptos, de modo que sus prioridades, intereses, relaciones personales y objetivos sean los que el grupo dictamine. Para ello es necesario aplicar una serie de técnicas de manipulación psicológica que, de modo progresivo, irán moldeando una nueva personalidad ajustada a los requerimientos del grupo. Como consecuencia de estas técnicas se produce, pues, un cambio de personalidad que genera la aparición de un individuo al que los familiares y amigos no acostumbran a reconocer (“es como si fuera una persona distinta”, dicen). Asimismo, de modo más o menos explícito, el adepto siente hallarse por encima de los demás por tener acceso a una "verdad superior" que le hace sentirse "más feliz de lo que nunca había sido anteriormente". El cambio observado acostumbra a ser brusco e inesperado, muy similar en la mayoría de los afectados, independientemente del grupo al que pertenezcan y de su personalidad anterior. Una de las primeras alteraciones psicológicas que pueden observarse es el trastorno disociativo atípico, tipificado como enfermedad psiquiátrica: dificultad en responder, amnesias, desorientación, alteraciones de la percepción, estados de trance, doble personalidad, etc. Todas estas situaciones repercuten en la comunicación con los demás, aparecen cambios en la vida escolar o laboral (el trabajo se convierte en un medio para conseguir recursos para el grupo o en una plataforma para conseguir nuevos adeptos; se entregan todos los ingresos al grupo, así como los bienes personales, pudiéndose llegar a la prostitución), pérdida de amistades anteriores y distanciamiento progresivo de la familia. Todo ello es un proceso de adoctrinamiento, pues, véase como, en el primer mes del contacto inicial y que se relaciona directamente con las técnicas de captación, el individuo conserva esencialmente su personalidad y la capacidad de diálogo con personas externas al grupo acostumbra a estar intacta. Las posibilidades de 52 recuperación en esta etapa son muy elevadas, con intervenciones asistenciales de corta duración. Luego (transcurrido ya el primer mes, aproximadamente), cuando el adepto ya se ha identificado con los planteamientos y objetivos del grupo (coincide con el final de la etapa de captación), se evidencian los cambios de personalidad, con una exaltación y enamoramiento hacia el grupo (que se ha dado en llamar "período de luna de miel"), ya no se acepta la crítica al grupo de modo dialogante sino que se vive como un conflicto y una agresión externa. Las intervenciones de recuperación son más difíciles, pero posibles. Al final, cuando se instaura definitivamente la dependencia respecto al grupo (más allá del primer trimestre), con la implantación de la nueva personalidad, bloqueado el proceso de razonamiento y anulada la toma de decisiones individuales, en un estado de regresión y de infantilización del adepto, es cuando hay que actuar con la máxima habilidad utilizando técnicas de desprogramación a cargo de personas expertas. En la actualidad, existen apostados y reconocidos expertos que trabajan como miembros de centros de recuperación y asistencia a personas afectadas por las sectas, a los cuales se acude cuando se es presa de las sectas dañinas. Aunque es muy difícil establecer un prototipo de persona captable, se puede intentar, desde el punto de vista práctico, diseñar un perfil del joven susceptible de ser captado por una secta, y asimismo tener en cuenta unos axiomas que suelen estar presentes en estas situaciones. Permítaseme aventurar la enunciación de técnicas de manipulación psicológica del adepto a sectas, pues de una manera más profunda y científica, encontramos amplia literatura al respecto, de reconocidas autoridades a nivel mundial32. 32 PINTO CAÑÓN, Op. cit. 53 3.1 TÉCNICAS DE CAPTACIÓN Objetivo: Despertar el interés inicial del adepto. Se puede encontrar acreditado en una: a. Atracción personal del captador (oferta de amistad, apoyo, seguridad, seducción sexual, etc.). b. Presión de grupo (compromiso con sus nuevos compañeros.) c. Falsa exaltación de los valores del adepto (sus aptitudes, conocimientos, atractivo personal etc.). d. Ocultación selectiva de información (para que el recién reclutado desconozca los objetivos reales del grupo y su nivel de compromiso futuro). 3.2 TÉCNICAS DE CONVERSIÓN Objetivo: Transformación de su personalidad. a. Control de la información (se seleccionan los temas de mayor interés para el adepto). b. Control de las reflexiones externas (desautorización de opiniones de quienes no compartan el grupo). c. Cambio en el lenguaje. Introducción de vocablos específicos del grupo; cambio de significado de palabras de uso corriente. d. Sesiones de adoctrinamiento (seminarios, charlas, clases, meditaciones). e. Introducción de una visión específica de la vida. El grupo está en posesión de la verdad, y el mundo exterior es perjudicial y erróneo. 3.3 TÉCNICAS DE RETENCIÓN Objetivo: Dificultar el abandono del grupo, pues hay un: 54 a. Desarrollo en el adepto de sentimientos de temor y culpabilidad. b. Recomendaciones de la inconveniencia de traicionar los principios que le han ofrecido. c. Mensajes condenatorios y amenazantes de las consecuencias irreparables en caso de abandono. Necesario es nuevamente recabar en que, no todas las sectas y nuevos movimientos religiosos o marginales son destructivos. Las hay muy peligrosas para la integridad física, psíquica, económica y religiosa de la persona, pero también las hay inofensivas, cuyo "delito" es el poseer un credo o ideología discutible, pero merecedora de todos los respetos y de todos los derechos que les concede la libertad religiosa. Lo que interesa a la investigación son las sectas peligrosas, tenida como un "Movimiento totalitario, caracterizado por la adscripción de personas totalmente dependientes de las ideas del líder y de las doctrinas del grupo dirigidas por el líder, que puede presentarse bajo la forma de identidad religiosa, asociación cultural; centro científico o grupo terapéutico, y que utiliza las técnicas de control mental y de persuasión coercitiva para que todos los miembros dependan de la dinámica del grupo, creándose muchas veces un fenómeno de epidemia psíquica y un fenómeno de pensamiento colectivo, sin que tenga que ver la personalidad propia del individuo" (Congreso de Wisconsin) "Las sectas destructivas son organizaciones pseudo-religiosas, pseudo-filosóficas o pseudo-culturales, de estructura piramidal y totalitaria, que se dedican a la captación de adeptos para explotarlos mediante falsas promesas y técnicas de coerción psicológica, siempre en provecho del afán de poder y de lucro de sus líderes". 55 Secta es el grupo humano en el que se dan todas y cada una (no sólo algunas)de las siguientes características: organización piramidal; sumisión incondicional al dirigente, sea éste personal o colectivo; anulación de la crítica interna; persecución de objetivos políticos y/o económicos enmascarados bajo una ideología de tipo espiritual, sea religiosa o filosófica; instrumentalización de los adeptos para fines propios de la secta; ausencia de control o fiscalización de la secta por parte de otro poder religioso y filosófico33. Resulta necesario desmentir la creencia común de que las personas captadas por las sectas sean siempre de bajo nivel cultural o estén gravemente inadaptados. En efecto, también se encuentran personas que ingresan en una secta de clase media relativamente acomodada, muchos de ellos con estudios universitarios completos o sin terminar, con un nivel cultural medio o elevado, pero que presentan todos ellos un alto grado de insatisfacción (en la vida personal, afectiva, social o profesional). Cualquier persona puede ser un posible miembro captable por una secta: el factor esencial de riesgo es que esté pasando algún tipo de crisis personal. De hecho, en las sectas existentes, se encuentran adolescentes, estudiantes, universitarios sin salidas para el ejercicio de la profesión, gente en paro, trabajadores insatisfechos con su oficio, profesionales, amas de casa y personas de la tercera edad. El tipo de personalidad fácilmente sugestionable o todavía no fraguada, en el caso de los jóvenes. Algunas sectas se dirigen a un determinado sector social: amas de casa, jóvenes, personas de cierto nivel cultural, personas que están pasando algún tipo de experiencia de dependencia: drogadicción, alcoholismo, etc. Finalicemos, pues, con la definición que proporciona el profesor y experto Pèpe Rodríguez: 33 VIDAL, Cesar. Sectas de grupo humana. 56 Secta Destructiva será todo aquel grupo o dinámica grupal que, en su proceso de captación y /o adoctrinamiento, utilice técnicas de persuasión coercitiva que propicien la destrucción (desestructuración) de la personalidad previa del adepto o la dañen severamente. Que por su dinámica vital, ocasione la destrucción total o severa de los lazos afectivos y de comunicación afectiva del sectario con su entorno social habitual y consigo mismo. Y, por último, el que su dinámica de funcionamiento la lleve a destruir, a conculcar derechos jurídicos inalienables en su estado de derecho34. 34 RODRÍGUEZ, Op. cit., p. 168. 57 CAPITULO IV LAS CARACTERÍSTICAS DE LAS SECTAS DESTRUCTIVAS César Vidal35 da la siguiente definición de Secta Destructiva: “Organización piramidal, sumisión incondicional al dirigente o cuerpo gobernante, anulación de la crítica interna, persecución de objetivos políticos y/ o económicos ligados a los religiosos, filosóficos o espirituales, instrumentalización de los adeptos para los fines de la secta, ausencia de control o fiscalización del colectivo por cuenta de otro poder religioso o filosófico superior a la autoridad del mismo”. Se puede evidenciar, según el Doctor Pepe Rodríguez, las siguientes características de sectas destructivas. a. Es un grupo cohesionado por una doctrina (religiosa o sociotracendente), encabeza por un líder mesiánico, ungido o divinizado “poseedor de la verdad absoluta. b. Estructura teocrática, verticalista y totalitaria, la voz del o los líderes se acepta como dogma de fe, y no permite disidencia o crítica alguna de sus adeptos. c. Exige adhesión total a la secta y rompimiento de todo lazo externo al grupo, sean estos afectivos, laborales, recreativos, familiares, sociales, etc. Ello bajo presión psicológica. d. Lo anterior lleva a vivir en una comunidad cerrada o en total dependencia del grupo, su actividad vital cotidiana es rigurosamente fiscalizada por el mismo grupo. e. Suprimir en mayor o menor medida las libertades individuales y el derecho a la intimidad. f. Control de la información que le llega a los adeptos, incluso prohibiéndoles la relación con los ex adeptos. 35 VIDAL, Cesar. (Manzanares, 1958). Es doctor en Historia Antigua, Teología y Filosofía, es licenciado en Derecho y ha ejercido la docencia en distintas universidades de Europa y América Latina. Es autor de multiples libros como Cuando los Dioses Gobiernan la tierra, El hijo de Ra, El escriba del Faraón, entre otros más. 58 g. La utilización de técnicas de manipulación y persuasión coercitiva, sutilmente encubierta como técnicas de meditación, vigilias, dietas especiales, técnicas de relajación, cursillos, retiros, talleres, terapias, manipulación obsesiva del sexo (abstinencia o exacerbación del mismo) etc. todo ello con vista de propiciar el deterioro de la voluntad y capacidad de análisis, reflexión y actitud crítica del adepto. h. Visión maniqueista del mundo, la sociedad (polaridad entre el bien y el mal), "los elegidos (naturalmente los adeptos a la secta) y los “otros”, “el mal”. i. Proselitismo en mayor o menor medida, dependiendo del grado patológico de la secta (los testigos de jehova, son especialistas en el proselitismo agresivo, mientras que otras son más asolapados y cerrados a la hora de aceptar a nuevos miembros). j. Por último la finalidad primordial de la secta destructiva: obtener en parte o todo el patrimonio personal del adepto o explotarlo económicamente al hacerlo trabajar sin recibir ningún tipo de compensación económica ni beneficios legales, por ejemplo se ve obligado a vender productos (libros, folletos, inciensos, medallas, amuletos etc) elaborados por el grupo, o pagando grandes sumas de dinero para recibir cursillos, "auditaciones", terapias alternativas, donaciones y un largo etc36. Como se puede advertir, cada ciudadano es testigo directo de la proliferación de diferentes manifestaciones o agregaciones de tipo religioso, surcados en términos de una olimpiada espiritual, en virtud de lo cual, a veces cambian su denominación para presentarse como una nueva y posiblemente atractiva respuesta al derecho a la libertad religiosa, a las diversas necesidades y aspiraciones del hombre contemporáneo; o ser depositarias de mensajes divinos; o bien pretender dar un significado a ciertas personas que, de otro modo, no se sentirían realizadas; para definir un espacio en el cual tener una incidencia propia, 36 RODRÍGUEZ, Pepe. El poder de las sectas. Barcelona Ediciones B, 1989, p. 42. Es un periodista especializado en cuestiones sectarias y religiosas nacido en Tortosa, Tarragona, España, en 1953. Licenciado en Ciencias de la Información. Actualmente es docente en diferentes ámbitos académicos. Desde 1974 está especializado en técnicas de persuasión coercitiva y problemática sectaria, campo en el que asesora a diferentes Administraciones y afectados. Es director del EMAAPS (Equipo Multidisciplinar para el Asesoramiento y Asistencia en Problemas Sectarios) desde su constitución en 1991. Ha sido miembro técnico del grupo de trabajo sobre sectas de la Comisión Interministerial para la Juventud. 59 que en diversos casos puede ser primeramente de tipo económico y sólo secundariamente de tipo religioso y social; o constituyen el dominio sobre otras personas para orientas sus opciones de vida. Lo importante a tener en cuenta en la actual sociedad pluralista, dada la vastedad y variedad del panorama religioso que está ante nuestros ojos, es tener especial cuidado cuando se acude a ese mercado religioso en busca de suplir las necesidades y aspiraciones que necesariamente son connaturales del ser humano, pues operan sectas de tinte dañinas, que crecen en sus mezquinos propósitos dentro de un entorno en donde se advierte condiciones de particular fragilidad y se viven momentos dolorosos y situaciones difíciles de las cuales no es fácil salir, como ocurre en nuestra sociedad colombiana. Llegan las sectas y ofrecen respuestas inmediatas a las necesidades, a los deseos y a las aspiraciones de la gente, ofreciendo también la sensación de pertenencia a un grupo que eventualmente da protección, seguridad, fraternidad, participación activa, certeza, directrices precisas y claras, por lo que las personas se adhieren a ellas sin hacerse demasiadas preguntas, ya que sienten que han encontrado aquello de lo cual pensaban tener necesidad en aquél periodo particular de la vida. Satisfacción de un deseo de trascendencia, meditación, realización espiritual, salvación, espera inminente de una nueva era o de un mundo nuevo en el cual encontrar aquella felicidad y justicia cuya ausencia sienten en el mundo en que viven37. En la actualidad los conceptos aflorados sobre sectas no reflejan las realidades de esos grupos ni la totalidad vigente del mundo de las sectas. Muchos no tienen nada en común con las ideas religiosas tradiciones y proponen doctrinas sincréticas que combinan elementos de varias religiones o bien teorías esotéricas 37 Ibíd., p. 43-98. 60 y científicas. Aunque sea común su uso, no deja de tener connotaciones peyorativas. Para una mayoría de los ciudadanos el concepto de secta le evoca grupos de personas peligrosas y endemoniadas. No se pueden definir sólo como grupos religiosos, dado que muchas de ellas no lo son. En punto a la prioridad de demostrar la necesidad de apersonamiento de los Estamentos Estatales en este grave problema, que igualmente se observa en nuestro País, necesario es deslindar los trastornos que puede ocasionar una Secta Destructiva a sus adeptos; para tal efecto, tráigase la postulación que en tal aspecto, se encuentra consignado en el documental: Sectas: Peligro al acecho, Introducción al estudio del fenómeno sectario, del Colegio Oficial de Psicología de S/C de Tenerife. Así, entre los perjuicios o trastornos que puede ocasionar una Secta Destructiva a sus adeptos estarían, entre otros muchos, los siguientes: 4.1 CAMBIO DE PERSONALIDAD (AUTÓMATA) Es uno de los primeros efectos que familiares y/o amigos van notando en el sectario. Este cambio de personalidad abarca tanto a nivel de actitudes y conocimientos como, fundamentalmente, a nivel de conducta. A medida que el adepto se va introduciendo más profundamente en la dinámica, estructura y dogma del grupo sectario, mayor va siendo su cambio de personalidad. Al adepto, además, se le va enseñando a que responda o se comporte de determinada forma ante determinadas situaciones sociales o contactos con personas ajenas a la secta destructivo. Es uno de los efectos negativos de las sectas que más fuertemente influyen sobre los adeptos. 4.2 FUERTE DEPENDENCIA AL GRUPO SECTARIO 61 Haciendo una similitud, obviamente con sus limitaciones y diferencias, con el fenómeno de las drogas, al adepto le van creando dentro del grupo sectario una fuerte dependencia al mismo. Esta dependencia es cada vez mayor a medida que la permanencia dentro de la secta se va alargando en el tiempo. Es por ello, que cuando un adepto sale de un grupo sectario, durante los primeros meses, y en algunos casos incluso años, no sabe vivir sin hacer continuamente referencia a la secta destructiva en la que estuvo. Se encuentra como si le faltase algo, siendo ese algo la propia secta que le creo dependencia. 4.3 MIEDO (IRRACIONAL) A TODO LO QUE NO SEA LA SECTA Debido a la modificación de pensamiento que se le hace constantemente y a la manipulación y alteración de las emociones, sentimientos y pensamientos, al adepto le van metiendo gradualmente, y sin que se percate de ello muchas veces, toda clase de miedos, todos ellos irracionales, sin sentido y sin ninguna base ni fundamento. Miedo a todo el mundo y personas ajeno a la secta; miedo a no hacer las cosas bien; miedo a los castigos; miedo al "más allá"; miedo al líder o a su dios; etc., 4.4 ELEVADOS TRASTORNOS PSÍQUICOS Es uno de los perjuicios o trastornos principales que realizan las sectas destructivas sobre sus adeptos. En un mismo individuo normalmente suelen darse bastante de estos trastornos. La variedad de trastornos que las sectas destructivas acaban consiguiendo que sus adeptos desarrollen, abarca prácticamente toda la patología clínica, desde los más leves hasta los más graves como las paranoicas y otros. 62 4.5 ANULACIÓN VIDA ÍNTIMA/PRIVADA (FRUSTRACIONES, DEPRESIONES) Aquí nos encontramos con uno de los trastornos o perjuicios quizás, más despersonalizadores que puedan existir, y que se traduce en un control total de la vida del adepto por parte del grupo sectario. Cuando una persona va entrando, poco a poco y sin darse cuenta, en un grupo sectario, una de las primeras cosas que le van modificando hasta casi desaparecer, es su vida íntima y privada. Lo que da como resultado, la aparición de un gran número de frustraciones y depresiones al habérsele "arrancado" algo tan preciado como el derecho a la intimidad y vida privada que tenemos todas las personas. 4.6 REGRESIÓN, RETROCESO INFANTIL En muchísimas sectas destructivas, aunque no en todas, debido a la presión psicológica coercitiva constante en el tiempo, a referencias continuas en supuestas "terapias" realizadas al adepto, y a una serie de características más, el razonamiento y la mentalidad del adepto sufren no solamente un detenimiento significativo, sino que éste acaba pensando y razonando, o teniendo una edad mental, más propia de un niño o adolescente, que de un adulto. En algunos casos, incluso cambian los rasgos físicos de la cara de los adeptos, haciéndoseles mucho más "aniñados". 4.7 CREACIÓN DE INMADUREZ Debido a que al adepto se le despoja de todo tipo de responsabilidad, que solamente tiene que dar cuentas a su líder y dios, que solamente tiene que obedecer y hacer lo que se le manda y nada más, el adepto se acaba convirtiendo en una persona totalmente inmadura, sin responsabilidad ninguna, 63 e incapaz de tomar cualquier decisión por sí solo (las decisiones las toman por él). 4.8 ESCASO NIVEL RAZONAMIENTO/CRÍTICA Es una de las consecuencias más serias que acaban teniendo los adeptos. Cuando una persona entra en una secta destructiva, le van aumentando significativamente su aspecto emocional, y disminuyéndole al máximo su aspecto de crítica o razonamiento. Dentro de un grupo sectario, está mal visto y no se permite razonar ni pensar por uno mismo. Y menos aún, discrepar o llevarle la contraria al líder del grupo. Cuando una persona consigue salir de un grupo sectario inmediatamente se le ha de ayudar a que vuelva a trabajar y aumentar todo su aspecto de crítica, razonamiento, juicio, etc. 4.9 DEBILITACIÓN FÍSICA DEL ORGANISMO Es uno de los pilares básicos en los que se sustentan las Sectas Destructivas y una parte fundamental del lavado de cerebro. Precisamente para que la secta pueda cada vez hacerle una mejor modificación del pensamiento a cada adepto en particular, éstos han de tener las defensas psíquicas, y físicas, lo más bajas posible. Así el sujeto se siente incapaz, no solamente de razonar o darse cuenta de lo que le sucede, sino de impedir o detener lo que le están haciendo. La debilitación física del organismo, no solamente es a base de un dieta vegetariana estricta sino, además, de tenerle trabajando casi todo el día (más de trece horas), de permitirle dormir muy pocas horas, de interrumpirle el sueño, de sesiones largas de meditación y rezos, muchas de ellas en posturas que cansan al organismo, etc., no es de extrañar, por tanto, que muchas muchachas y mujeres que están en determinadas sectas destructivas (como la Iglesia de la Unificación o secta Moon), debido a la presión psicológica y al 64 estrés tan fuerte que soportan diariamente y al efecto que todo ello tiene sobre el aspecto hormonal, tengan amenorrea (falta de menstruación). 4.10 INCOMUNICACIÓN MUNDO EXTERIOR (REDUCCIÓN DE LOS SENTIDOS) Es otro de los pilares básicos, y nefastos, no solamente de la modificación del pensamiento, en el que se basan las Sectas Destructivas. Mantener incomunicada, gradualmente, a una persona de todo el mundo ajeno a la secta, darle únicamente la información que se genera dentro del propio grupo sectario, y hacer que el adepto se dedique cada vez más en cuerpo y alma a dicho grupo, da como resultado una reducción del aspecto sensitivo de una persona. 4.11 INCAPACIDAD PARA RAZONAR COHERENTEMENTE Debido a la presión psicológica, al estrés y tensión continuas, a la escasa y mala alimentación, al aislamiento parcial o total con el mundo ajeno a la secta, a la adquisición de un nuevo "lenguaje" dentro del grupo sectario, al cansancio físico, a la incapacidad de tomar decisiones, y a la manipulación emocional y de pensamiento, al adepto cada vez le va siendo más difícil razonar de una forma totalmente coherente a como lo hacía antes de su 'ingreso en la Secta Destructiva. 4.12 RUPTURA LAZOS FAMILIARES, AMOROSOS, SEXUALES, EFECTIVOS, AMISTOSOS, SOCIALES, DE TRABAJO, ETC. Es otro de los aspectos fundamentales de una Secta Destructiva, y uno de los primeros que van aplicando al adepto. A éste, paulatinamente, y a través de una gradual modificación del pensamiento le van enfrentando con su entorno 65 familiar, de pareja, etc. La razón es básica y efectiva. Al adepto que le van introduciendo poco a poco dentro del grupo sectario le van enfrentando con su familia para que rompa con ella, haciéndola ver que ésta es la causante de todos sus males y problemas. Los motivo son dos: El primero, para que cada vez tenga menos referencias externas a la secta y no pueda comparar la información que le da ésta con la que le puedan dar sus familiares y así no se salga del grupo sectario; y la segunda razón estriba en que si el adepto ha roto definitivamente con su familia y en algún momento quiere dejar la Secta Destructiva en la que se encuentra, se lo piense dos veces antes de salir ya que no tendrá a nadie fuera de la secta. 4.13 MANIPULACIÓN SEXUALIDAD Es otro de los aspectos más importantes que se dan dentro de una Secta Destructiva para controlar a sus adeptos. Bien por exceso o mayormente por defecto. Controlando la sexualidad de un individuo se puede acabar controlando muchas otras facetas de su personalidad. En muchas Sectas Destructivas los adeptos son emparejados no en función de sus deseos sino en función de los del líder sectario, y es éste quien dice cuando han de mantener relaciones sexuales, y cuando la mujer ha de quedarse embarazada, entre otros muchos comportamientos sexuales impuestos. Las consecuencias negativas de este control sexual, se verán un poco más adelante. 4.14 ANSIEDAD La ansiedad es uno de los trastornos psicológicos más comunes que se da en todas las Sectas Destructivas. El adepto normalmente suele estar en estados largos de tensión, lo que le facilita al grupo sectario su "adoctrinamiento", 66 modificación del pensamiento y el introducirse cada vez más dentro de dicho grupo. La ansiedad, obviamente, es producida por la propia Secta Destructiva a través no solamente de la alteración de las emociones y sentimientos sino, también, mediante la enorme inseguridad de todo tipo que diariamente va desarrollando el adepto a causa de la influencia total de la dinámica, estructura y funcionamiento del grupo sectario. La ansiedad es uno de los factores principales con los cuales juegan las Sectas Destructivas para tener cada vez más controlados a sus adeptos. Ha habido bastantes casos de adeptos que debido a mantener constantemente situaciones de ansiedad han tenido consecuencias bastantes graves (junto con otras causas) tales como depresiones o esquizofrenias. 4.15 INSEGURIDAD El factor inseguridad va íntimamente ligado a la ansiedad que va desarrollando el adepto durante su estancia en la Secta Destructiva. La inseguridad acaba haciendo al adepto una persona incapaz de valerse por sí mismo y de poder tomar sus propias decisiones, entre otros perjuicios. 4.16 AUTOESTIMA BAJA, ESCASA O NULA Si hay algo que tienen muy claro los líderes de grupos sectarios es que han de conseguir que la autoestima de sus adeptos estén, como se suele decir "por los suelos". Con eso se consigue, entre otras cosas, una mayor obediencia al líder o líderes del grupo. 67 La disminución de la autoestima la va consiguiendo el adepto con gran rapidez cuando diariamente a éste le hacen ver que no solamente sus padres son los causantes de sus problemas o conflictos, sino que el mismo es también el causante de todo lo negativo que ha hecho en su vida. Es por ello, que en muchas Sectas Destructivas, cuando los adeptos tienen que contar delante de los demás miembros toda su vida pasada, se aplaude y se refuerza exclusivamente aquellas situaciones o cosas negativas, mientras se ignoran las positivas. Es decir, a los adeptos en una Secta Destructiva se les refuerza únicamente los aspectos negativos, nunca los positivos. 4.17 FALTA DE CONCENTRACIÓN Y ATENCIÓN Debido a la carencia sensitiva, más o menos intensa, que el adepto va teniendo en el grupo sectario, a la ruptura con lazos exteriores a la secta, a la escasa y mal alimentación, y a las "lecturas" totalmente inservibles y contraproducentes que le obligan leer dentro del grupo, el adepto cada vez va perdiendo mayor capacidad de concentración y atención, así como pérdida de memoria. Es por ello, que cuando un adepto sale de una Secta Destructiva, una de las primeras cuestiones que un profesional ha de hacer con él, es que vaya recuperando la capacidad no solamente de crítica y razonamiento sino, también la de concentración y atención. 4.18 PESADILLAS Las pesadillas es un trastorno bastante común que suelen padecer los ex adeptos. La mayoría de ellos las desarrollan durante los primeros meses de abandono del grupo sectario, aunque hay muchos otros ex adeptos que las arrastran durante años. Si en los adultos es serio dicho problema, en los niños 68 es aún mucho más, fundamentalmente cuando les viene a la mente el "infierno" sectario que vivieron de agresiones, palizas y todo tipo de abusos. 4.19 DEPRESIONES Normalmente la mayoría (no todos) de los adeptos que abandonan o son sacados de una Secta Destructiva, durante los primeros meses de este alejamiento sectario, suelen tener depresiones de mayor o menor gravedad e intensidad. Una persona que sale de un grupo sectario (y más si ha estado durante muchos años), que a fin de cuentas es un auténticos grupo totalitario, se encuentra con que vuelve a una sociedad de la que fue "arrancada" pero que para él es algo nuevo, ya que entran en conflicto los valores que le han inculcado durante su estancia dentro de la Secta Destructiva, con los suyos antes de entrar en ella. Esa confrontación suele ser enormemente fuerte para muchos ex adeptos que por tanto acaban desarrollando todo tipo de depresiones, entre otras patologías. Sin olvidar las depresiones que desarrollan muchos adeptos durante su permanencia en la secta, y donde carecen de la más mínima ayuda y tratamiento profesional. 4.20 TRASTORNOS, PATOLOGÍAS Y DISFUNCIONES SEXUALES Como ya se ha mencionado anteriormente, la manipulación directa o indirecta de la sexualidad es uno de los aspectos más importantes que utilizan las sectas destructivas para controlar manipular a sus adeptos, social y emocionalmente. Como consecuencia se acaba desarrollando toda una serie de trastornos o disfunciones sexuales. 69 Entre todos ellos, cabría destacarse los siguientes: Represión sexual, sentimientos de culpa, miedos sexuales, amenorrea, tendencias sadomasoquistas, anorgasmia secundaria, inhibición del deseo sexual, impotencia secundaria, eyaculación precoz, fobia o evitación sexual, etc. 70 CAPITULO V LAS SECTAS DESTRUCTIVAS EN LOS DOCUMENTOS INTERNACIONALES La capacidad expansiva de estos nuevos grupos, su rápida proliferación en distinto países por la búsqueda de nuevos seguidores, junto a la relevancia jurídica de sus actos, han determinado que organismos del ámbito supranacional hayan analizado la problemática que suscitan, ya sea por la necesidad de protegerlos en cuanto a minorías ya sea por la necesidad de proteger al resto de los ciudadanos de sus actuaciones. Destacaremos: las Resoluciones adoptadas en el seno de la Organización de las Naciones Unidas, la Resolución del Parlamento Europeo de 22 de mayo de 1984, las propuestas de resolución en la Asamblea parlamentaria del Consejo de Europa. 5.1 ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS38 A pesar de que sea el ámbito Europeo el que nos interesa, no podemos dejar de hacer una breve alusión al más amplio organismo internacional, la Organización de Naciones Unidas –ONU-, y descubrir su posición en lo referente al tema de las sectas o al menos, de las minorías. En primer lugar podríamos decir que en cierto 38 La Organización de las Naciones Unidas (ONU) o simplemente Naciones Unidas (NN. UU.) es la mayor organización internacional existente. Se define como una asociación de gobierno global que facilita la cooperación en asuntos como el Derecho internacional, la paz y seguridad internacional, el desarrollo económico y social, los asuntos humanitarios y los derechos humanos. La ONU fue fundada el 24 de octubre de 1945 en San Francisco (California), por 51 países, al finalizar la Segunda Guerra Mundial, con la firma de laCarta de las Naciones Unidas. Desde su sede en Nueva York, los Estados miembros de las Naciones Unidas y otros organismos vinculados proporcionan consejo y deciden acerca de temas significativos y administrativos en reuniones periódicas celebradas durante el año. La ONU está estructurada en diversos órganos, de los cuales los principales son: Asamblea General, Consejo de Seguridad, Consejo Económico y Social, Secretaría General, Consejo de Administración Fiduciaria y la Corte Internacional de Justicia. La figura pública principal de la ONU es el Secretario General. 71 modo dicha organización ignora la cuestión como un problema, pues de la lectura de sus declaraciones observamos que solo hacen referencias a temas relacionados con la religión y con las religiones, esto es, con la libertad religiosa, con la prohibición de discriminación, pero no directamente dirigidas hacia las sectas. Más bien se ocupa del reconocimiento de los derechos que asisten a los ciudadanos que de la determinación de sus límites, dejando tal cuestión en manos de otros organismos internacionales de menor extensión geográfica y cultural, lo cual no deja de significar la necesidad de partir, en un primer momento, del reconocimiento amplio de las libertades. La más relevante declaración de dicha organización, con relación al tema religioso, ha sido la del 25 de noviembre de 1981 sobre eliminación de todas las formas de discriminación fundadas en la religión o en las convicciones. Con ellas se pretenden adoptar las medidas necesarias para la eliminación de las manifestaciones de intolerancia y discriminación en las esferas de la religión o de las convicciones que, como venimos diciendo, es también una faceta fundamental a tener en cuenta en el estudio del fenómeno del sectarismo. Reconociendo el amplio margen de acción de que gozan los grupos religiosos – sean mayoristas o minoristas- dentro del marco necesario de la igualdad y de la prohibición del establecimiento de discriminaciones, esta organización realiza una generalización tanto de los grupos religiosos como de las creencias religiosas, partiendo de la idéntica legitimidad de todas las que se presenten. En este sentido MOTILLA, oportunamente destaca que la ONU abarca a multitud de etnias, culturas y religiones, de ahí que no sea posible por discriminatorio, establecer y por eso no lo hace una generalización o un tratamiento de los grupos religiosos calificados como sectas, dada la diversa magnitud que el fenómeno pude presentar en los distintos países. 72 La Declaración a la que nos referimos reconoce el derecho que asiste a todos los ciudadanos a la libertad de pensamiento , conciencia, y religión, estableciendo como únicas limitaciones, aquellas prescritas por la ley, además de las necesarias para proteger la seguridad, el orden, la salud o la moral pública o los derechos y libertades de los demás. Considera que la discriminación entre los seres humanos por motivos de religión es una ofensa a la dignidad humana y una negación de los principios esenciales de la carta de naciones unidas de modo que todos los estados miembros promoverán las condiciones para la eliminación de tales situaciones discriminatorias y entiende por intolerancia y discriminación fundadas en la religión o en las convicciones, toda distinción, exclusión, restricción o preferencia fundada en la religión o en las convicciones cuyo fin o efecto sea la abolición o el menoscabo del reconocimiento el goce o el ejercicio en pie de igualdad de los derechos humanos y las libertades fundamentales y cuya alegación se efectúa por parte de los grupos religiosos a los que se les deniega la condición de confesión o de la asociación de culto como vimos en otro lugar. En resumen, se puede decir que la ONU se limita en el sentido ya apuntado, en esta su primera declaración, a conceder la posibilidad de existencia de toda clase de grupos religiosos sin distinción, situándose de parte de la opción que prefiere la tolerancia a la represión a apriorística, sobre todo porque es consiente de que debe ser ella la que elabore un marco amplio de la libertad religiosa sobre el que posteriormente puedan darse violaciones de sus límites. Pero de ella llama la atención, la precisión que a lo largo de su articulado hace de “las convicciones”. Esto es, cada vez que se refiere a la religión añade a continuación “o las convicciones”, precisión que puede significar tanto que los grupos a los que se dirige no tienen por qué ser religiones como que las convicciones no tiene porque ser religiosas. 73 En este sentido, resulta interesante que una observación general adoptado por el Comité de los Derechos de la ONU, del 20 de junio de 1993, se establezca, con relación al artículo 18 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 1966 que garantiza la liberta de pensamiento, de conciencia y de religión, que los nuevos movimientos religiosos se asimilan a religiones tradicionales. Pero la protección de la libertad religiosa dispensada desde la ONU se completa sin duda con la Declaración de 1992 sobre derechos de las personas pertenecientes a minorías nacionales, étnicas, religiosas y lingüísticas. Esta declaración reconoce, entre otros, los derechos de las personas pertenecientes a minorías religiosas a disfrutar de su propia cultura, a profesar y practicar su religión y participar plenamente de la vida religiosa sin necesidad de hace mención expresa a las sectas. El contenido de la misma se completó con el documento adoptado el 25 de junio de 1993, por la Conferencia Mundial sobre los Derechos del Hombre celebrada en Viena, que en lo relativo a las personas pertenecientes a minorías, consideró la necesidad de facilitar la plena participación de estas personas en todos los aspectos políticos, económicos, sociales, religiosos y culturales. Finalmente, y a pesar que el año de 1995 haya sido dedicado por la Naciones Unidas a la tolerancia, no se recogen en los resultados finales de sus conferencias menciones algunas a los nuevo movimientos religiosos; tal vez, el silencio sea la forma más efectiva de lograr la tolerancia. 5.2 EL CONSEJO Y EL PARLAMENTO EUROPEOS El Consejo de Europa ha elaborado varios trabajos referentes a las sectas y/o a los NMRs en 1987 y 1990. Los dos primeros estudios llevados a cabo en 1987 74 son principalmente descriptivos del fenómeno. Ambos contribuyeron a sentar las bases de las Recomendaciones 1178 y 1202 que en 1992 y 1993, respectivamente, adoptó la asamblea parlamentaria39. a. 1987. Se crea el documento “Trabajos que describen el fenómeno sectario”. b. 1992. Se Creta el documento “Recomendación 1178”. c. 1993. Se crea documento “Recomendación 1202. Asamblea Parlamentaria sobre la Tolerancia Religiosa”. d. 1997. Se crea documento “7826. Se propone la creación de un observatorio europeo sobre sectas”. e. 1999. Se crea documento “Informe por parte del comité de cultura y educación”. 39 El Consejo Europeo es una de las siete altas Instituciones de la Unión Europea, integrada por los veintisiete Jefes de Estado o de Gobierno de los Estados de la Unión, más su Presidente y el Presidente de la Comisión Europea; el Alto Representante de la Unión participa de sus trabajos y reuniones, pero no es miembro de pleno derecho. Su composición y la lógica de su funcionamiento lo convierten en un órgano de naturaleza predominantemente intergubernamental. Sus funciones son de orientación política y de jefatura colectiva simbólica, fijando las grandes directrices y objetivos de la Unión en los ámbitos más relevantes; la potestad legislativa le está expresamente vedada por los Tratados. Sus reuniones, de carácter ordinariamente trimestral, se designan comúnmente como "cumbres europeas" o "reuniones en la cumbre" debido a la importancia de sus asistentes, pero desde la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, el 1º de diciembre de 2009, el Consejo Europeo es una institución constitucional comunitaria de pleno Derecho y como tal debe actuar, al servicio del acuerdo e integración de los intereses nacionales con los europeos. El Parlamento Europeo (PE; coloquialmente también Europarlamento o Eurocámara) es la institución constitucional que en la Unión Europea (UE) representa directamente a los ciudadanos de la Unión. Es elegido cada cinco años mediante sufragio universal, directo y secreto por los ciudadanos europeos en las elecciones europeas. Es el mayor parlamento democrático del mundo y, en la Unión Europea, el único organismo de naturaleza supranacional que es directamente elegido. El Parlamento es considerado la "primera institución" de la Unión Europea: es mencionado en primer lugar en los tratados y su Presidente tiene preferencia protocolaria sobre todas las demás 2 autoridades a nivel europeo. Junto con el Consejo de la Unión Europea, el PE forma parte de la ramabicameral legislativa de las instituciones de la Unión. 75 La recomendación 1178 de 199240, considera que la libertad de conciencia y religión, garantizada en el artículo 9º de la Convención de Derechos Humanos, hace casi imposible una legislación sobre sectas y/o NMRs, porque puede interferir en el derecho fundamental de la libertad religiosa y de conciencia. En este y en los demás informes elaborados por el Consejo de Europa la asamblea descartó siempre todo intento de desarrollar leyes ya existentes o de elaborar nuevas con el fin de limitar las actuaciones de los grupos religiosos. Tras un largo trabajo de documentación y reflexión se insta a los países Europeos a adoptar las siguientes medidas: a. Desarrollar un currículum educativo que incluya objetivos de información acerca de los principios que inspiran las religiones tradicionales, así como sobre sus variantes, especialmente para los jóvenes, es decir, hacer más solido el conocimiento de las distintas religiones en nuestras escuelas. b. Hacer publica la información sobre la naturaleza y actividades de las diversas sectas y/o los NMRs. Hay una propuesta de creación de unos organismos independientes que recojan y difundan esta información. Con esta finalidad se propone por primera vez la creación de un observatorio europeo sobre sectas y/o NMRs. c. Considerar la introducción de una legislación, sino no existe, que concesa estatus legal a las sectas y/o NMRs, los cuales deben quedar debidamente registrados. d. Proteger a los menores, prevenir y penalizar su captación y transferencia al extranjero. Los miembros de la UE que aún no lo han hecho deben adoptar la 40 Debate asambleario de 5 de febrero de 1992 (Sesión 23) basado en los documentos siguientes: Documento 6535, informe del Comité de Derechos Humanos y Asuntos Legales y Documento 6546, opinión del Comité de Cultura y Educación. 76 convención sobre la custodia de menores de 1980, además de implantar una legislación para que los proteja y en caso de que ya exista una legislación sobre menores, esta debe ser aplicada con rigurosidad. Todas las personas que desarrollan algún tipo de trabajo, o actividad en estos grupos, deben tener garantizada su seguridad y cobertura sociales, también en el caso de que decidan abandonarlas. El Consejo de Europa, a propósito de la libertad de pensamiento, conciencia y religión, afirma que la libertad de profesar la propia religión y sus creencias, solo tiene como límites los establecidos por ley en las sociedades democráticas, que tienen como misión garantizar la seguridad, el orden público, la salud, la moral y la protección de los derechos y libertades de los otros. Como cualquier ciudadano o grupo son además los únicos límites de actuación para las sectas y/o NMRs por consiguiente el interés de los Estados tiene que centrarse en saber si las actividades que llevan a cabo las sectas violan o no las leyes, y no en si las ideas que defienden y proclaman son concebidas como espeluznantes o indeseables. Finalmente, se dice en esta recomendación que entrar en un discurso ideológico y valorativo, obliga a determinar la bondad o maldad de las creencias y ello conduce a la perdida de neutralidad. Los Estados deben ser prudentes tanto en el uso de vocabulario, como en las acciones que emprenden y deben mantener la neutralidad sin participar en controversias espirituales o religiosas. Por esta razón la discusión por parte de los gobiernos, debe centrarse exclusivamente en las actividades de estos grupos, pues con cierta frecuenta detrás sueles esconderse comportamientos ilegales. 77 El Comité de Derechos Humanos y de Casos Legales del Consejo de Europa han trabajo con expertos en esta materia y con los comités de los estados miembros de la UE dedicados al estudio de estos grupos en sus varios países41. En la mayoría de estos Países se reconoce la necesidad de tomar algún tipo de medidas. La recomendación de los comités respectivos a los consejos de ministros de los países miembros de la UE, van en dos sentidos. Por un lado a la adopción de medidas dirigidas a luchar contra las actividades peligrosas de unas sectas y, por otro, a la necesidad de crear el ya mencionado Observatorio Europeo que investigue sus actividades. Respecto a las actividades ilegales de las sectas, existe varios documentos importantes elaborados por el Consejo de Europa. En ellos se promueve la creación de centros de información nacional y regional y de ONGs para las víctimas de estos grupos y sus familias. Además, vuelve a insistir en la necesidad de crear en observatorio europeo para facilitar el intercambio de información entre los países. En la Conferencia sobre “Adolescencia y cambio en la familia” , celebrado en Viena e junio de 1997, los ministros re4sponsables de la familia de los estados miembros del Consejo de Europa insistieron de nuevo sobre la conveniencia de un centro europeo de observación de aquellas actividades de las sectas que psicológicamente pueden adoctrinar a jóvenes vulnerables. Pensaron que era necesario un mayor control sobre las condiciones de vida y la escolarización de los niños que viven en estas comunidades, sea el que fuere el grupo religioso al que pertenezca. Igualmente se habla de potenciar las ONGs, dedicadas al estudio 41 Las fuentes más utilizadas por el Consejo de Europa en sus Recomendaciones han sido los diversos documentos elaborados en Francia hasta el año 1997, sobre todo los de 1985 y 1995. El primero fue elaborado por el diputado Vivien en 1985, “Les sectes en France: expresión de la liberté morale ou facteurs de manipulation”en la Documentation Francaise (1985) Collection de Rapports Officiels. Y el segundo fue el denominado informe Guyard. “Rapport fait au nom de la Comisión denquete sur les sectes”. 78 de estos grupos religiosos, especialmente en los países del centro y del este de Europa. Los recortes que se ponen a la libertad de estos grupos son los referidos a la posible intervención de los servicios sociales, cuando los niños no estén escolarizados, en la penalización de practicas ilegales medicas y a la “manipulación mental” producido por el adoctrinamiento. Por todo ello se pide la creación donde no existan, centros o asociaciones especificas para atender a las victimas de los grupos de naturaleza religiosa, esotérica, y/o espiritual que no respetan los derechos constitucionales. El consejo de Europa determina que la información y la educación son los elementos más importantes para la prevención. 5.3 EL PARLAMENTO EUROPEO En esta institución se desarrolló, ya en 1984, la primera recomendación sobre este tema y en 1991 y 1994 volvieron a adoptar nuevas medidas. Pero fue en 1996 cuando se tomó conciencia sobre la dimensión que estaba alcanzando el fenómeno, dando lugar a un gran debate parlamentario sobre las sectas en Europa. a. 1984. Se elaboró el documento “Resolución del Parlamento Europeo de 22 de mayo”. b. 1991. Se elaboró el documento “Adoptan dos directivas: Prevención de la utilización del sistema financiero con fines de blanqueo de los beneficios originados por actividades ilícitas. Control sobre el tráfico y la tenencia de armas”. 79 c. 1994. Se elaboró el documento “Recomendaciones para luchar contra la trata ideológica o moral de los seres humanos”. d. 1996. Se elaboró el documento “Debate sobre sectas en Europa”. e. 1998. Se elaboró “Informe Berguer” A raíz de las polémicas actividades desarrolladas por la Iglesia de la Unificación en algunos países de Europa aparece, en mayo de 198442 la primera resolución que incluía varias medidas, entre otras la creación de un banco de datos sobre la actividad de las sectas. La comisión en la medida de sus posibilidades, estaba dispuesta a apoyar una concertación de los estados miembros en este tema y aportar su asistencia. También intervendrá en el ámbito de la UE si se solicitase su asistencia, con el fin de conseguir, por un lado, un acuerdo entre los países para recopilar datos relativos a las ramificaciones internacionales de estas organizaciones que actúan al amparo de la libertad de religión y, por otro, conocer sus actividades en los estados miembros. En 1991 el Parlamento Europeo adoptó dos directivas: a. La prevención de la utilización del sistema financiero con fines de blanqueo de beneficios originados por actividades ilícitas, y el control sobre el tráfico y la tenencia de armas. b. Tres años más tarde, en 1994, el Consejo asumió ciertas recomendaciones para luchar contra la trata de los seres humanos que, en el caso de las sectas, esta relacionado, con la trata ideológica o, aparentemente moral. 42 PARLAMENTO EUROPEO. Resolución del Parlamento Europeo de 22 de mayo de 1984. En: Diario Oficial de las Comunidades Europeas, Nº. 172/41-43, del 2 de julio de 1984. Consultado en [mayo 20. 2012]. Disponible en <http://www.europarl.europa.eu/sides/getDoc.do?pubRef=//EP//TEXT+REPORT+A4-1997-0408+0+DOC+XML+V0//ES> 80 En la misma línea de actuación en 1996 tuvo lugar el Parlamento Europeo el debate sobre sectas en Europa43, con la intervención de parlamentarios de diferentes partidos y países sobre el fenómeno sectario y los NMRs. Las votaciones que sucedieron al debate llevaron a una resolución sobre las sectas en Europa44. Basándose de una serie de resoluciones y textos adoptados con anterioridad llegó a diversas conclusiones. En primer lugar reafirmó su adhesión a los principios fundamentales de Estado de Derecho Democrático, como la tolerancia, la libertad de conciencia y de religión, la libertad de pensamiento, de asociación, y de reunión. En segundo lugar, consideró que los acontecimientos ocurridos en torno a ciertos grupos habían puesto de manifiesto las actividades peligrosas de asociaciones denominadas sectas. Consideró también que las actividades de grupos y asociaciones sectarias eran un fenómeno en plena progresión y que adoptaban formas cada vez más diversificadas en todo el mundo. Además señala, que determinadas secas, que operaban en el interior de la Unión Europea, se dedicaban a actividades de naturaleza ilícita y criminal y a violaciones de los derechos humanos, como malos tratos, agresiones sexuales, secuestros, rata de seres humanos, incitación a comportamientos agresivos, propagación de ideologías racistas, fraude fiscal, transferencias ilegales de fondos, tráfico de armas, de estupefacientes, infracciones al derecho del trabajo y al ejercicio ilegal de la medicina. Finalmente, como muchos de estos grupos religiosos y no religiosos, habían sido constituidos legítimamente, tenían perfecto derecho a que sus organizaciones y actividades se amparasen en las garantías de libertad individual y religiosa consagradas en el convenio europeo para la protección de los derechos humanos, siempre y cuando no violaran los derechos fundamentales de los ciudadanos. 43 CASTÓN BOYER, Pedro y RAMOS LORENTE, María del Mar. Europa ante el fenómeno de las “sectas”. Universidad Granada. Departamento de Sociología. Consultado en [mayo 19. 2012]. Disponible en <http://www.raco.cat/index.php/papers/article/viewFile/183738/236472> 44 Ibíd., p. 11 y ss. 81 Todas estas ideas le llevaron al Parlamento Europeo de reafirmar el derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión y a la libertad de asociación, dentro de los límites impuestos por la necesidad de respetar la libertad y la intimidad de las personas y de protegerla frente a prácticas como la tortura, el trato inhumano y degradante, la esclavitud y otras. Pidió a los estados miembros que las autoridades judiciales y policiales hiciesen un uso eficaz de las disposiciones e instrumentos jurídicos ya existentes en cada ámbito nacional, y que cooperasen activa y más estrechamente en el marco de europol, para combatir las violaciones de los derechos fundamentales de la persona de las que son culpables algunas sectas. Por otro lado, es necesario que los estado miembros comprueben si sus normativas judiciales, fiscales y penales son utilizadas adecuadamente para impedir que las actividades de grupos deriven en acciones contrarias a la ley y recomienda que de forma adecuada se de uso de esas medidas. Solicita otra vez a los gobiernos que no concedan, automáticamente, el estatuto religioso y que, a cualquier grupo en el caso de los grupos implicados en actividades ocultas o delictivas consideren la posibilidad de privarlas del estatuto de comunidad religiosa, que reporta ventajas fiscales y asegura cierta protección jurídica. En ello, solicita vehementemente a los estados que intensifiquen el intercambio de informaciones con el fin de reunir el mayor número de datos posibles sobre este fenómeno. Pide al consejo que estudie, proponga y adopte todas las medidas que se derivan de un aplicación eficaz de los instrumentos inscritos en el marco del título cuarto del tratado de la Unión Europea, y de la legislación comunitaria vigente, para controlar y combatir las actividades ilegales de estos grupos sectarios en el territorio de la unión europea, que fomente la cooperación entre los estados miembros y con terceros países en lo relativo a la localización de las personas desaparecidas y a su reintegración en la sociedad; y que intensifiquen la 82 vigilancia, con el fin de evitar que se concedan ayudas comunitarias a asociaciones sectarias ilícitas. Finalmente, encarga a la comisión de libertades públicas y de asuntos interiores proponer a todas las comisiones de los parlamentos nacionales dedicar la próxima reunión conjunta a este tema: para intercambiar información sobre la organización, métodos de trabajo y comportamiento de las sectas en cada estado; y para llegar a conclusiones sobre la forma de limitar las actividades ilegales que llevan a cabo y conocer sus estrategias y para incrementar la toma de conciencia de la población sobre este tema. A finales de la década de los noventa fue presentado el informe Berger en una sesión plenaria del Parlamento pero aún no se han presentado sus conclusiones. Mientras, la Unión Europea esta estudiando emprender acciones contra los “enemigos de la democracia en internet”, entre los que se encuentran diversos grupos sectarios y neonazis45. 5.4 LOS PARLAMENTOS EUROPEOS El criterio que hemos seguido en el tratamiento del tema por los por Parlamentos de Gran Bretaña, Francia, España, Bélgica, Alemania y Austria, ha sido estrictamente cronológico. Cada uno de estos países ha abordado el tema de las sectas en los parlamentos cuando han surgido problemas con las sectas en sus respectivas sociedades, unos antes y otros después. Las situaciones culturales diferentes reflejan las diversas formas de abordar el problema de los nuevos grupos religiosos. Las diferencias se observan, principalmente, en la concepción diferente que tienen sobre las relaciones iglesia y estado, en las medidas 45 J. NOKIN. Action des Etats étrangers. Consultado en [agosto 21. 2012]. Disponible en http://www.unadfi.com/actionetat/europe.htm 83 legislativas tomadas y en los conceptos empleados para referirse a estos grupos (psicogrupos en Alemania; sectas en Francia y NMRs en Gran Bretaña). a. 1971. Se crea el “Informe Enquiri into the pratice and effect of Scientologi. (Gran Bretaña).” b. 1980. Se crea el “Inform (Gran Bretaña)” c. 1982. Se crea el “informe Ravail (Francia)”. d. 1984. Se crea el “Informe Holandés (países bajos)” e. 1985. Se crea el “Informe Vivien (Francia)” f. 1989. Se crea el “informe Sectas en España (España)” g. 1996. Se crea el “Observatorio interministerial sobre sectas e informe GestGuyard (Francia)”. Se constituye una comisión de investigación para elaborar un informe (Bélgica). h. 1997. Se crea “Medidas para prevenir el fraude comercial (Alemania)” i. 1998. Se “diluye el Observatorio interministerial sobre sectas y se crea la Misión Interministerial de lucha contra las Sectas (MILS) (Francia). Comparecencia del Ministro Mayor Oreja ante la Comisión de Justicia e interior del Congreso. (España). El Ministerio del Interior Alemán pone a la Cienciología46 bajo la vigilancia de la Oficina para la Protección de la Constitución. Informe New Religiuos and Ideological Communities and Psychogroups in the Federal Republic of Germany (Alemania). Creación de un centro de información y de otro de apoyo legal contra las organizaciones sectarias (Bélgica). 46 Cienciología, mantiene diversos juicios en países de la Unión Europea. En Italia la Corte suprema ha criticado la labor de las encargadas de una clínica de la Cienciología dirigida al tratamiento de drogadictos. Los jueces reconocieron que existe un carácter religioso en la Cienciología, pero también declaran que el centro para los drogadictos tenía más bien el carácter de un negocio en vez de algo religioso. En consecuencia estos centros no pueden ser considerados para los fines fiscales como lugares de culto y deben pagar los impuestos propis de una actividad comercial. En Alemania no puede utilizar el término iglesia y sus actividades son vigiladas. En España la Audiencia de Madrid absolvió al líder mundial de Cienciología, Carl Jentzsch, al retirar el fiscal por considerar que las acusaciones de asociación ilícita, detención ilegal y lesiones, entre otras, carecían de contenido. 84 Ley Federal sobre confesiones y comunidades religiosas. Creación de un organismos que informa y documenta sobres sectas y/o NMRs (Austria). j. 1999. Se crea la “Convergencia y unión presenta una proposición no de ley sobre sectas y grupos o asociaciones de carácter destructivo (España). Informe de la MILS sobre la situación patrimonial de las sectas (Francia) k. 2000. Se crea “Informe sobre uso del concepto “manipulación mental” (Francia). Proposición de ley para prevenir y reprimir los grupos de carácter sectario (Francia). l. 2001 Se “aprueba la ley francesa que permite a los jueces establecer medidas como disolver sectas y/o NMRs instalados en el territorio francés (Francia). 5.4.1 Gran Bretaña. En este país no existe separación entre Iglesia y Estado y el derecho no establece diferencia alguna entre las diversas religiones y creencias. Sin embargo, en 1971 se publicó el nombre de la Cámara de los Comunes el informe titulado “Enquiry into the practice and effects of Scientology”. Este estudio tiene su origen en algunos polémicos sucesos acaecidos en el Hubbard College de Cienciología, entre los años 1960 y 1966. En estas dos fechas también se llevaron al Parlamento Británico diversas preguntas acerca de Cienciología. El informe fue muy crítico con el sistema ideológico de Cienciología. Presentaba las actividades de Dianética (Consiste en una metodología que puede ayudar a aliviar malestares como sensaciones y emociones no deseadas, temores irracionales y enfermedades psicosomáticas) como una psicoterapia al margen de las practicas científicas habituales. Las conclusiones presentaban a Cienciología como socialmente dañina, mostraba que sus métodos constituían una amenaza seria para la salud y que había evidencia de adoctrinamiento de niños. Sin embargo, el informe también encontró que no había ninguna posibilidad en Gran Bretaña de prohibir la practivas de Cienciología. A raíz de este informe, el gobierno Británico trató de restringir el derecho a entrar en el País a los miembros principales de la Organización de Cienciología, pero las restricciones tuvieron que derogarse en 1980 (Deutscher Bundestag: 1998). Este mismo año se creó 85 INFORM47, un organismo dependiente de la London School of Economics que ofrece información sobre NMRs. 5.4.2 Francia. La Constitución Francesa proclama solemnemente su adhesión a los Derechos Humanos y a los principios de la soberanía nacional tal y como fueron definidos por la Declaración de 1789, confirmada y completada por el preámbulo de la Constitución de 1946. La Constitución de la República Francesa de 1958, en su artículo 1, garantiza la igualdad ante la ley de todos los ciudadanos sin distinción por razón de su origen, raza o religión, respetando todas las creencias. Además, el artículo 2º garantiza la libertad religiosa. Ya en 1905 se estableció la separación entre Iglesia y Estado. De toda la Unión Europea, éste el País que más esfuerzos ha dedicado y esta dedicando a analizar y regular el fenómeno de las sectas. En 1982 con el informe Ravail, antes incluso de la resolución del Parlamento Europeo de 1984, Francia estaba tratando el fenómeno de las sectas. En 1985 el diputado Vivien elabora otro informe (Les sectes en France)48 en el que se pone de manifiesto la necesidad de la educación para hacer frente a estos grupos, así como la conveniencia de delimitar el significado del término secta. Este informa también contiene un listado de sectas compilado por los servicios de seguridad. Y establece, al tenor del artículo 2º de la Constitución de 1958, que cada medida que se establezca debe ser cuidadosamente considerada para no violar el derecho a la libertad religiosa. El informe rechaza una legislación especial con respecto a las sectas, pues ya la legislación francesa cuenta con suficientes medidas para castigar los posibles actos ilegales cometidos. Propone la creación de un observatorio interministerial con acceso directo al Primer Ministro. 47 48 http://www.lse.ac.uk/Depts/inform/ Les sectes en France: expresión de la liberté morale ou facteurs de manipulation” en la Documentación francaise (1985), Collection de Rapports Officiels. 86 Más adelante, a mediados de la siguiente década, se presentó a la comisión de la Asamblea Nacional el denominado Informe Gest-Guyard49. En este informe se vuelve a rechazar una legislación sobre las sectas argumentando que no existía una definición jurídica de las mismas. Pero el parlamento Francés ha producido muchos otros documentos cuyos aspectos más relevantes pasamos a exponer. La naturaleza del estado Francés es de carácter laico. El principio de neutralidad del Estado significa que las creencias religiosas no constituyen un objeto de control por parte de las autoridades públicas, salvo aquellas restricciones relacionadas con el respeto al orden social, democráticamente constituido. Para esta tarea, el servicio de información en la investigación sobre sectas seleccionó para el informe de 1995, un conjunto de criterios de peligrosidad que hacen referencia a la desestabilización mental, al fraude fiscal y al carácter desorbitante de las finanzas, a la ruptura de los miembros con el propio entorno, a los ataques a la integridad física de las personas, a la captación de niños, al discurso antisocial, a los atentados al orden público, a los enredos judiciales, a las tentativas de infiltración en los poderes públicos, a la práctica ilegal de la medicina, al abandono de ciertas obligaciones familiares, a la difamación y denuncias calumniosas, a la violación del derecho laboral y de la seguridad social. A pesar que el derecho francés ofrece numerosos medios para juzgar las posibles desviaciones de los movimientos sectarios, éstos se emplean muy raras veces, por lo que pareció conveniente no hacer ninguna reforma para proteger los derechos fundamentales de la libertd de creencias, de expresión y de asociación. Para ser eficaz, la lucha contra los peligros de las sectas debe ir acompañada de un profundo conocimiento y difusión de ellas por medio de un observatorio permanente; de una estricta aplicación del derecho existente; de una mayor protección de los expertos que están al servicio de los tribunales y de la 49 CASTÓN BOYER y RAMOS LORENTE, Op. cit., p. 36. 87 posibilidad de constitución en acusación particular de las asociaciones de defensa de víctimas de las sectas. Es indispensable el reforzamiento de la cooperación internacional de la comunidad europea, ya que muchas sectas inconstitucionales actúan en el marco del fenómeno de la globalización. Y frecuentemente, las sectas perseguidas en un país deciden transferir sus actividades a otro, sobre todo cuando se trata del ejercicio ilegal de la medicina, de las transgresiones al derecho laboral y las cotizaciones a la seguridad social. De todas las propuestas planteadas sobresalen el potenciar instaurar la cooperación intergubernamental basada en el intercambio de información (con la creación de un banco de datos); potenciar también la coordinación de los dispositivos de control, teniendo en cuenta la disparidad de los sistema jurídicos; intensificar la búsqueda de personas perseguidas por la justicia o por la administración y las desaparecidas, y, finalmente, se apunta el conocer, informar y sensibilizar a las organizaciones públicas y privadas sobre el fenómeno y llevar a cabo un exhaustivo control financiero de estos grupos. Durante el año de 1966 se creó el observatorio interministerial sobre sectas (creado a partir del artículo 3º del Decreto No. 96 del 9 de mayo de 1996) que más tarde, en 1998, fue sustituido por la Misión Interministerial de la Lucha contra las Sectas (Decreto No. 98-890 del 7 de octubre de 1998) –MILS compuesto por miembros de los distintos Ministerios y con acceso directo con el Primer Ministro, tal y como se había propuesto en el anterior informe. En el año 2000 aparece el concepto de manipulación mental (Los parlamentos entienden como manipulación mental a los comportamientos que un grupo realiza actividades que tienen como finalidad o efecto crear o explotar la dependencia psicológica o psíquica de las personas que participan en esas actividades, ejercer sobre ellas presiones graves y reiteradas o utilizar técnicas apropiadas para alterar su juicio con el fin de inducirlas , en contra o no de su voluntad, a una 88 acción o la abstención que gravemente le perjudica) como elemento central a la hora de tratar el tema de las sectas quedando recogido en el informe de 2001 y en la proposición de la ley que expondremos más adelante. El informe presentado en el parlamento francés en enero de 200150 responsabiliza con sanciones prefijadas en el Código Penal a las personas y a los grupos sectarios involucrados en posibles actividades inconstitucionales. Las medidas restrictivas van encaminadas a eliminar la manipulación mental, sobre todo en casos de ignorancia y debilidad poniendo en peligro a la persona. Y, por otro lado, establece elementos legales que pueden permitir a los jueces tomar determinadas medidas cuando sea necesario, como el disolver a los grupos instalados en el territorio Francés. La Asamblea Nacional Francesa planteó una proposición de ley en junio de 200051, para reforzar la prevención y la contención de agrupaciones de carácter sectario. El primer capítulo se refiere a la disolución y sanción de los grupos que lleven a cabo actividades que tengan como objetivo “crear, mantener o explotar la dependencia psicológica o física de las personas que participan en dichas actividades”52 y, a la condena de los líderes y responsables de infracciones que recoge esta proposición. Es decir, las infracciones que vayan contra la integridad física, psíquica y moral de la persona que afectan a su integridad personal, tal y como aparece en el código penal, y las infracciones por el ejercicio ilegal de la medida o la farmacia recogidos en el código de salud pública53, e, igualmente, los cometidos por fraude o falsificación54. 50 Ibíd., Ibíd., 52 Ibíd., 53 Ibíd., 54 Ibíd., 51 p. 41. p. 27. p. 28. p. 28. p. 29. 89 Todas estas infracciones serán sancionadas con las sanciones recogidas en el código penal55 y los límites marcados a la actuación de estos grupos religiosos son la prohibición de hacer publicidad y la de realizar actividades que creen dependencia psíquica y física, el no poder ubicar sus locales a menos de 200 metros de hospitales, hospicios, residencias, centros sociales y locales públicos donde las personas que acuden pueden encontrarse en situación de debilidad psicológica y física y contra la denominada manipulación mental se establecen sanciones económicas y penales, con agravantes si se aprovecha de la enfermedad, la vejez, la deficiencia física o psíquicas de las personas, mencionando expresamente una protección especial a los jóvenes. 5.4.3 España. La constitución española de 1978, en su artículo 14, establece que todos los españoles son iguales ante la ley sin discriminación, entre otras razones, de la religión que profese cada ciudadano. En el artículo 16 se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los ciudadanos y las comunidades sin más limitación que el mantenimiento del orden público protegido por la ley. Nadie podrá ser obligado a declarar sobre ideología, religión o creencias y ninguna confesión tendrá carácter estatal. Establece relaciones de cooperación con la Iglesia Cristiana y con las demás confesiones religiosas. La Ley Orgánica de la Libertad Religiosa de julio de 1980, que continua en la línea de no discriminar a los españoles por razones religiosas, establece como único límite el proteger a los demás en sus libertades públicas y derechos fundamentales, salvaguardar la seguridad salud y moral pública56. Por tanto, los diversos marcos jurídicos españoles permiten el desarrollo de actividades de las sectas y todos los grupos y asociaciones de carácter religioso. 55 56 Ibíd., p. 29. Ley Orgánica 7 de 1980, 5 de julio, Libertad Religiosa. En: Número 177, de 24 de julio, Art. 1–4. 90 Pero quedan fuera de ámbito de protección de la presente ley “las actividades, finalidades y entidades relacionadas con el estudio y experimentación de los fenómenos psíquicos y parapsicológicos o la definición de valores humanísticos o espirituales y otras formas análogas ajenas a lo religioso”57. Las dificultades aparecen cuando se trata de definir qué se entiende por cada uno de los términos. ¿Qué practicas son fenómenos psíquicos y parasicológicos? ¿Qué son fines ajenos a los religiosos? En España la mayoría de los grupos religiosos se constituyen libremente inscribiéndose en el registro de asociaciones atendiendo a la Ley Reguladora del Derecho de Asociación del 24 de diciembre de 1964, aunque a partir de marzo de 2002 la inscripción debe seguir los requisitos establecidos por la nueva Ley Orgánica 172002. En muchos casos las inscripciones no se realizan como asociaciones de tipo religioso, sino como asociaciones de tipo cultural, ONG e, incluso, como entidades comerciales. En España, desde 1988 se viene trabajando en torno a este fenómeno religioso. En este año se creó una comisión en el Parlamento Español dirigida al análisis de las sectas en España, promovida por Pilar Salarrullana, diputada de UCD. Fernando Ledesma, Ministro de Justicia en esos momentos, conocía el problema de las sectas e instó en diversas ocasiones al Fiscal General del Estado acerca de “diferentes quejas formuladas por padres de personas integradas en algunas organizaciones sedicentes religiosas, algunas de ellas inscritas en el Registro de Entidades Religiosas de este Departamento, que al parecer, de modo habitual, someten a sus miembros a restricciones y limitaciones que pueden llegar a lesionar derechos fundamentales de la persona reconocidos en la Constitución Española”. 57 Ibíd., Art. 3º, 2º. 91 Tras el análisis llevado a cabo por la Comisión que aprobó una moción en el Parlamento Español mediante la que se asumía plenamente la resolución del Parlamento Europeo de 1984 sobre una acción común de los Estados Miembros de la comunidades Europeas a raíz de la diversas violaciones de la ley cometidas por nuevas organizaciones que actúan al amparo de la libertad religiosa. Y se acordó crear una comisión de investigación para que estudiase en profundidad la situación actual de las sectas pseudoreligiosas en España y analizará las repercusiones de su actividad en la sociedad. Después en 1998, el entonces Ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, compareció ante la Comisión de Justicia e Interior del Congreso para explicar la implantación del fenómeno sectario como consecuencia de la desarticulación de una secta en Tenerife que planeaba un suicidio colectivo. En su informe se refirió a las investigaciones que llevó a cabo la dirección general de policía. La mayoría de las sectas en España disfrutan de cobertura legal, inscritas como asociaciones. Defendió como se hace en la mayoría de los países europeos, la aplicación de la ley existente en detrimento de su reforma. Las medidas iban en dos sentidos. Por una parte, colaborar e intercambiar información con instituciones nacionales e internacionales que trabajen en este tema y, por otro, prevenir a través de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. En 1999, convergencia y Unión Planteó en el Congreso de los Diputados una proposición no de Ley tuvo lugar porque ciertos grupos y asociaciones de carácter destructivo58. Esta proposición no de ley, se basó en ciertos grupos y personas vulneran los derechos de otras personas amparándose en la libertades de asociación, religión o ideológica. Tal y como se recogía en 1989 en España, y en los dictámenes del Parlamento Europeo, la prohibición legal de estos grupos no es la solución y, por tanto, la propuesta no de ley aprobada en el Congreso 58 CASTÓN BOYER y RAMOS LORENTE, Op. cit., p. 30. 92 solamente recogía una serie de líneas de trabajo: Coordinar a las diversas administraciones publicas en el seno de una conferencia sectorial sobre esta materia, porque los problemas generados por los grupos religiosos tras pasan a las comunidades autónomas, crear un organismo público, cuya prioridad sea el estudio, y la actuación en materia de sectas; facilitar apoyo mediante recursos a la acción no gubernamental que trabaja con lo afectados, reforzar los mecanismos para evitar el fraude, la cobertura legal o la obtención de beneficios fiscales o subvenciones públicas que muchos grupos, que atentan contra los derechos humanos, tratan de conseguir; incrementar en material policial los mecanismos de formación de una unidad especializada en intercambio de información con otras policías en el marco de Europol59. 5.4.4 Bélgica. Bélgica es en su constitución de 1994, dice que el goce de derechos y libertades reconocidos a los Belgas, debe estar garantizado sin discriminación. A este fin, las leyes y los Decretos aseguran los derechos y libertades de las minorías ideológicas y filosóficas. Además, la libertad de cultos y su ejercicio público, así como la libertad de manifestar las opiniones propias en todas las materias, están garantizados, salvo los delitos cometidos al amparo del uso de estas libertades. El Parlamento Belga constituyo el 28 de marzo de 199660 una comisión de investigación a partir de una proposición de ley presentada en febrero de dicho año con el fin de establecer medidas contra los peligros que algunas sectas presentaban para los ciudadanos, especialmente para los menores de edad61. En dicho informe intervinieron Magistrados, responsables de las fuerzas de seguridad del Estado, investigadores, Representantes de asociaciones de defensores de las víctimas, personas involucradas por su pertenencia o experiencia, familiares, 59 Ibíd., p. 30. Ibíd., p. 31. 61 Ibíd., p. 31. 60 93 representantes de los grupos religiosos en cuestión y miembros del Gobierno pertenecientes a los Ministerios de Justicia e Interior. En resumen la comisión del parlamento Bélga oyó a 139 personas relacionadas de una u otra manera con las sectas en ese País. Las conclusiones presentadas por el Comité en el informe señalaban la necesidad expresa de elaborar políticas para combatir, por un lado, la práctica ilegales que llevan a cabo algunas sectas y, por otro, el peligro que pueden representar para la sociedad y los individuos. Hasta ese momento no existían políticas en esta materia en Bélgica, salvo información de todas las actividades que pudieran poner en peligro la seguridad interior del Estado y el mantenimiento del sistema democrático. Dicho comité encontró que en Bélgica había un escaso conocimiento de las dimensiones cuantitativas del fenómeno. Desde hacía muy poco tiempo se venían recogiendo los delitos cometidos en el contexto de las sectas, pero de forma poco sistemática. Algunas de las limitaciones consistían, por ejemplo en que muchos delitos registrados, como los relacionados con las drogas, no aparecían en el registro asociado a estos grupos religiosos aunque existiera conexión. En muchos casos la policía no disponía de la información necesaria para reaccionar con rapidez ante determinad situaciones. Por su parte, las autoridades financieras y sociales tampoco estaban muy sensibilizadas con el problema. Y esa época pocas sectas trataban de alcanzar influencia directa en los partidos políticos Belgas, como había ocurrido, por ejemplo, en Alemania. El comité, como en otros países Europeos llegó a la conclusión de que no era necesaria la elaboración de medidas legales específicas para combatir las organizaciones religiosas sectarias. Sin embargo, sí propuso que en el código penal se incluyera el control de la explotación de personas y la incitación al suicidio como delitos. También sugirió que las autoridades debían de 94 sensibilizarse con estos problemas y cooperasen más entre ellas y a nivel internacional, proporcionando información, sobre todo a los jóvenes. Propusieron igualmente la creación en el futuro de un centro de observación sobre el desarrollo y actividades de estos grupos religiosos. El informe describe a estos grupos religiosos, como un grupo que sigue a un líder que pretende tener la verdad absoluta, de manera que los actos que lleva a cabo el grupo están centrados en los intereses del líder. Señala la escasa interacción que mantienen los miembros de una secta con personas ajenas al grupo desde un punto de vista legal, indica que estos grupos dicen actuar en nombre de la libertad, violando, al mismo tiempo, leyes y derechos humanos fundamentales. Como la pérdida de autonomía, el adoctrinamiento, el autoritarismo de los líderes, etc. Representantes de las personas afectadas insistieron en la conveniencia de crear un centro de carácter multidisciplinario para controlar las actividades de tales organizaciones. En el mismo informe se pide al Parlamento Belga el establecimiento de un número de teléfono gratuito para atender a las personas afectadas por ese tipo de actividades; la colaboración con los demás países europeos en esta metería, como en Francia, el apoyo a las personas que han abandonado o desean abandonar estos grupos religiosos62. Dos años después del informe de este comité el Parlamento Belga, creó el Centro de Información sobre sectas destructivas y otro centro administrativo especializado en litigios contra las organizaciones sectarias. Ambos organismos dependen del Ministerio de Justicia. Entre sus competencias se encuentra el estudio y análisis del fenómeno e informar a los ciudadanos de sus derechos frente a estos grupos, prestándoles ayuda en su defensa. 62 VAN DER HULST, Marc. El mandato parlamentario: Estudio comparativo mundial. Ginebra: Unión Interparlamentaria, 2000, p. 27. 95 5.4.5 Alemania. La Carta Magna de la República Federal de Alemania de 23 de mayo de 1949 dice en el artículo 3º que todos los hombres son iguales ante la ley y que nadie podrá ser perjudicado ni favorecido a causa del sexo, nacimiento, raza, patria, origen social, creencias u opiniones religiosas y políticas. Y el artículo 4º insisten en la libertad de creencia y conciencia, en la libertad de profesor cualquier religión o ideología. Sin embargo, el parlamento alemán esta estableciendo límites legales entre las sectas que respetan la constitución y las que no, diferencia que se plantea, básicamente, en torno al derecho a la vida y la integridad física. En Alemania, desde finales de los años noventa, se viene debatiendo en el Parlamento el tema de las sectas, que ellos denominan psicogrupos. Gran parte de los debates en el Parlamento sobre el tema surgieron con el fin de controlar las actividades de la iglesia de la Cienciología por sus actividades hostiles a la constitución y por lo que denominan su estructura delictiva. Las medidas emprendidas por los parlamentarios tratan de proteger a los ciudadanos contra la manipulación asiduamente practicada por dicho grupo. En Hamburgo, en 1997 se tomaron medidas para prevenir el fraude comercial. Durante este año el consejo federal alemán decidió presentar un informe al parlamento basado en las recomendaciones del parlamento del Länder de Hamburgo63. Según este informe la Iglesia de la Cienciología es una organización internacional que practica a escala mundial la venta de dos productos: técnicas de organización y de administración y de cursos de desarrollo de la personalidad. Una de la medidas tomadas en el estado federado de Babiera para prevenir los abusos comerciales es que, ante de firma un acuerdo con este grupo religioso para realizar cursos, este debe especificar al cliente el tipo, duración y costo del mismo. En la factura también deberá incluirse una cláusula de recisión del 63 Ibíd., p. 28. 96 contrato cuando el cliente lo desee. Esta opción, además de proteger al consumidor, trata de limitar alguna de sus actividades. Igualmente el gobierno de Babiera ha establecido para este grupo religioso una serie de impuestos por sus actividades económicas. El hecho de que en otros países, como en ESTADOS UNIDOS, Cienciología tenga el status de “iglesia” no implica que en Alemania este excluida de impuestos y tenga derecho a subvenciones. Como todas las organizaciones con actividades económicas debe pagar impuestos y seguros sociales. En 1998 el Ministerio de Interior presentó el informe Endbericht Der EnqueteKommission “Sogenannte Sekten und Psychogruppen”, para analizar las implicaciones sociales de la existencia de estos grupos en Alemanía. Este informe fue elaborado por una comisión especial que analizó las actividades y objetivos que este tipo de grupos religiosos llevan a cabo en Alemanía; el continuo crecimiento; las razones por las que centraba a forma parte y las dificultades que encontraban para abandonarlo. Este mismo ministerio el 5 de junio de 1998 decidió poner a Cienciología bajo la observación de la Oficina de Vigilancia de la Constitución y la acusó de ir contra el sistema legal establecido democráticamente. Al mismo tiempo se creó otro centro estatal sobre la juventud para ayudar y proteger a las personas y familiar que deseaban abandonar este grupo o que, en algún tiempo, habían estado en contacto con ellos. Y, por otro lado, los Länder alemanes prohibieron ocupar cargos públicos a los ciudadanos pertenecientes a la Cienciología. 97 En 1999 el Bundestang continúo combatiendo las actividades de esta iglesia por su carácter mercantilista y no religioso. Las medidas que tomó ese año el Ministerio del Interior obligaban al grupo a presentar sus actividades como comerciales y no como religiosas. Con esa decisión el grupo pasó de ser iglesia a ser una empresa. Y en el 2000, otro informe sobre sectas llevado a cabo por expertos presentado ante el Gobierno Federal, se ponía de manifiesto la importancia de la defensa de los derechos humanos amenazados, de combatir las estructuras totalitarias, de preservar la dignidad de los seres humanos, de continuar luchando contra los grupos que trataban de infiltrarse en las instituciones democráticas internacionales y privadas y de combatir el fraude que llevan a cabo ciertas asociaciones que engañan a los consumidores mediante sus actividades . 5.4.6 Australia. La Constitución Austriaca de 1929, en sus disposiciones generales, dice en su artículo séptimo que todos los ciudadanos son iguales ante la ley y sin privilegios en razón del nacimiento, sexo, estatus, clase o religión que profesen. Y la ley fundamental sobre los derechos generales de los ciudadanos de 1867, en su artículo 14, garantiza a todos la completa libertad de conciencia y credo, el disfrute de los derechos civiles y políticos y el cumplimiento de los deberes ciudadanos, independientemente de las creencias religiosas. Y en el artículo 15 afirma que toda iglesia o asociación religiosa reconocida por la ley tiene derecho a analizar colectivamente prácticas religiosas en público, disponer y dirigir sus asuntos internos automáticamente y mantener su posesión de sus instituciones, fundaciones y fondos dedicados al fondo, la instrucción, y el bienestar pero, como todas las otras asociaciones, estarán sujetas a las leyes generales del Estado. La promulgación de una ley federal sobre confesiones y comunidades religiosas y la creación de un organismo que se informa y se documenta sobre sectas, tiene 98 lugar en 1998. Se trata de un organismo neutral e independiente de toda confesión religiosa y de todo partido político que en el futuro ocupa el Gobierno. Esta ley sobre confesiones y comunidades religiosas64 dota de legalidad a los grupos que hasta ahora no tenía este estatus, reconociéndolos como religiones. Fue este año cuando todos los grupos religiosos se inscribieron en un registro. En la solicitud para conseguir la legalidad deben especificar el nombre del grupo, los objetivos, los deberes de los miembros con la comunidad religiosa, las necesidades económicas y su estructura nacional. Además, para poder inscribirse debe contar con, al menos 300 personas establecida en Australia65. El Gobierno Austriaco estudia las solicitudes que se presentan para conseguir el estatus de religión66 teniendo en cuenta, también, los problemas culturales que conlleva su posible aceptación. Examinan el cumplimiento de los requisitos necesarios y, en caso de no cumplirse, se deniega su legalización y es decretada su disolución. Tanto la suspensión como aprobación del estatus legal de los grupos se publican en la gaceta oficial vienesa titulada “Amtsblatt”.67 Este mismo año, el Gobierno de la República Federal Austriaca estableció, a través de una proposición de ley, la creación de un organismo, (Bundesstelle für sektenfragen) que informa y documenta sobre sectas, con el fin de apoyar a las personas que deseen abandonar dichos grupos. Este organismo se vincula al Ministerio de Medio Ambiente, Juventud y Familia. Las tareas que este organismo tiene encomiendas, entre otras, la recopilación, evaluación y publicidad de la información sobre sectas; el desarrollo, coordinación y dirección de proyectos de investigación sobre el tema y la preparación de informes anuales sobre sus actividades y sus finanzas ante el Ministerio de Medio Ambiente, Juventud y Familia. En lo referente a la protección de los datos, la ley establece que la información que se obtiene sobre los diferentes grupos son públicos, aunque 64 Ibíd., Ibíd., 66 Ibíd., 67 Ibíd., 65 p. 2. p. 3. p. 6. p. 9. 99 existen límites como el secreto respecto a los individuos particulares implicados en los procesos investigados. 5.4.7 Conclusiones. Uno de los aspectos comunes a todos los informes y debates parlamentarios europeos es que la complejidad del fenómeno sectario dificulta su análisis, tanto cualitativa como cuantitativamente. En ello el Consejo de Europa insiste en que los Estados deben mantener la neutralidad y no participar en controversias espirituales o religiosas. Aboga por la creación en Europa de un observatorio Europeo que facilite el intercambio de información entre los países, mientras que el Parlamente Europeo propones establecer las bases para ese intercambio en torno a Europol, creando un banco de datos sobre las actividades de las sectas y de todos los nuevos movimientos religiosos. Todas las naciones europeas están siguiendo estas pautas a través de la creación de centros de investigación e información nacionales sobre la situación de las sectas. Igualmente, se está formando e informando a la policía de cada país para ser frente a los grupos religiosos inconstitucionales. El parlamento europeo a propuesto además controlar las finanzas de estos grupos y estudiar bien cada grupo antes de concederle el estatuto legal de la iglesia. Los países europeos que se han visto afectados de alguna manera por estos grupos religiosos han promovido estudios e informes sobre este fenómeno a partir de los cuales han tomado ciertas medidas legales y preventivas, y preventivas, sobre todo desde la década de los 80, con periodicidad casi anual en el caso de Francia. Países como Francia, Gran Bretaña, Bélgica y Austria han creado, a partir de dichos informes centros de información sobre sectas y nuevos movimientos religiosos aunque solamente en Francia y Bélgica constituyen comisiones de lucha contra estos grupos religiosos inconstitucionales. La diversidad política y cultural de los países europeos explica la variedad de análisis dando lugar, principalmente, a dos modelos: 100 a. Países donde las autoridades están tomando serias medidas restrictivas sobre estos grupos desde el punto de vista fiscal jurídico, estableciendo diferencias entre ellos como es el caso de Alemania, Australia, Bélgica y Francia. Alemania, además de perseguir las acciones ilícitas de cualquier organización religiosa, actúa especialmente contra la iglesia de la Cienciología. El control sobre sus actividades va desde el establecido por Gran Bretaña, con escasas limitaciones a las actividades de estos grupos, hasta el más restrictivo de Francia, donde se han establecido causes legales para que los jueces pueden tomar algunas medidas oportunas cuando sea necesario, como el poder imponer sanciones económicas y penales y el poder disolver algunos grupos ya establecidos en el territorio nacional. La mayoría de los países de la Unión Europea aboga por la aplicación de leyes penales ya existentes, descartando posibles reformas. b. Los países donde se ha introducido medidas especificas para controlar a las denominadas sectas son países que, desde el punto de vista jurídico, no han establecido diferencias explicitas entre estos grupos religiosos. Este es el caso de España. En general las medidas propuestas son de carácter preventivo, como la educación, la información, la creación de centros de información y la promoción y fomento de organizaciones no gubernamentales, para ayudar a las víctimas de los grupos sectarios y a sus familias. Las instituciones políticas europeas consideradas en este trabajo, insisten en que la libertad religiosa de conciencia son principios fundamentales e irrenunciables de las sociedades democráticas y, la mayoría, rechazan una legislación especial 101 como medida de lucha contra las sectas. La libertad de profesar la propia religión y las creencias solo tiene como limites lo establecido por las leyes penales de cada sociedad. Leyes que garantizan la seguridad, la protección del orden público, la salud, la moral, la protección de los derechos y libertades de los otros, especialmente cuando los afectados son niños y jóvenes. 102 CAPITULO VI LAS AÉREAS JURÍDICAS DE CONFLICTO PLANTEADAS POR LA LIBERTAD DE CONCIENCIA Y DE CULTOS En la avanzada fase de secularización en que vive el País, donde se supervalora el culto a la personalización, un grave problema se presenta frente a las sectas destructivas, referido a la manipulación de conciencias, bajo el amparo de la libertad de cultos o de conciencia. La personalización a que ha llegado la sociedad posmoderna, tiende a supervalorar el dictamen de la propia conciencia, aún en confrontación con el Derecho existente. En especial aquellos ámbitos que han sido calificados como derechos fundamentales, por cuanto que tocan la dignidad de la persona, el libre desarrollo de la personalidad y la relación del derecho de la libertad con el derecho a la propia intimidad, elaborando un campo de derechos personalísimos, donde toda limitación de algún aspecto de autodisposición se considera condenable, en la medida que el respeto a la esfera de las decisiones personales están en la raíz de ser persona y en la capacidad de actuar libre como dueño de sí mismo. Pero este reconocimiento constitucional de la libertad de conciencia adquiere en las sectas, denominadas destructivas, una interpretación propia, que cuestiona los mismos principios de la sociedad, tanto morales como jurídicos, utilizando técnicas sutiles que cambian los procesos mentales, con el aislamiento, distorsión de los grupos cerrados y la exoneración de las obligaciones sociales. Estableciendo, en compensación nuevas formas de relación líder – adeptos que suponen códigos de sumisión, con duras esclavitudes y graves lesiones del psiquismo de las personas. 103 Este aspecto no ha sido resaltado hasta el momento en las causas llevadas ante los operadores de justicia Colombiana, ni tampoco es fácil de acusar judicialmente, pero hay una clara lesión de la libertad religiosa y de conciencia. Preocupación que está presente en la actitud que adoptó el Ministerio de Justicia Española para el año de 1983, cuando empezó a examinar con mayor cuidado la inscripción de estas asociaciones en el Registro de Entidades Religiosas, y en consecuencia, negó la inscripción de la Iglesia de la Unificación por resolución de 12 de abril de 1983, y a la iglesia de la Cienciología por Resolución de 22 de abril de 1985. En efecto, se levantan voces denunciando las asociaciones calificadas de sectas destructivas, por su falta de naturaleza religiosa, aunque utilicen métodos que se asemejen y consignan efectos asombrosos, porque bajo referencias a los sagrados encubren fines económicos y de dominación de sus líderes, aún a costa de actuaciones delictivas. La complejidad del hecho religioso, la necesidad de una postura neutral por parte del Estado Colombiano y las técnicas de manipulación con que actúan estos grupos, hace difícil definir y establecer unas formas de comportamiento ante estas asociaciones. Examinado las denuncias contra las sectas destructivas, se debe señalar que se ha actuado siempre mediante acusación de personas particulares, que se han sentido lesionadas en sus derechos o en la de sus más íntimos familiares, con una enorme dificultad para aportar pruebas y bajo la amenaza de que pueden ser, a su vez, inculpados de lesionar el ejercicio de la libertad de aquellas personas a cuyo favor intentar actuar. A éstas se les considera víctimas de lesiones graves, como el llamado “síndrome disociativos atípico”, “lavado de cerebro”, corrupción de menores, etc. Causas que ante los Operadores de Justicia resultan difíciles de demostrar por los obstáculos existentes para presentar pruebas, debiendo haber como indicaba, el informe del 2 de marzo de 1989, de la Comisión Parlamentaria, 104 unas precisas formas de acción de los órganos del Estado a quiénes la legislación manda actuar. Los sectores, que no han profundizado en los efectos aciagos que las sectas destructivas están produciendo en el individuo y en la sociedad, y quienes pueden tener interés en ellas, abogan por la libertad absoluta, respondiendo al principio de libertad en abstracto. Pero las cosas hay que verlas con mayor realismo y como se desarrollan en la vida. Al realizar un examen de la literatura, que se ha publicado sobre la materia, lleva a develar cúmulo de lesiones a la libertad del individuo y a la salud pública que no se puede pasar sin hacer una grave advertencia dirigida al Estado Colombiano: Se impone, frente a las sectas destructivas, la necesidad de articular una serie de controles, que como se reflejaron en la comunidad internacional, fluctúan en orden a un control de las entidades religiosas cuando son inscritas en el Ministerio de Justicia, en donde se debe demostrar su naturaleza religiosa; control fiscal de los movimientos del patrimonio, con una eficaz actuación del Ministerio de Hacienda para detectar los movimientos de capital que excedan fines religiosos; vigilancia de la actividad laboral que desarrollan las sectas, ya con sus adeptos ya con terceras personas; y por último, una eficiente intervención de la justicia en caso de delitos que se deriven de los comportamientos de estos grupos, tal como lo considero el Parlamento Europeo en resolución sobre sectas en Europa del 23 de febrero de 1996. Aspecto que interesa en mayor medida en este trabajo académico dada su naturaleza penal. Se impone en consecuencia, evocar con la mayor nitidez y sindéresis el desarrollo legal y constitucional de la libertad de cultos y de conciencia, para luego, ver con mayor nitidez el conflicto generado de un lado, por la tolerancias hacia todas las manifestaciones religiosas y por otro lado, la necesidad de proteger penalmente, a los ciudadanos de las actividades nocivas que bastantes de los grupos sectarios 105 destructivos llevan a cabo. Así, las dificultades legales y constitucionales giran en torno al proselitismo ilegal o la manipulación mental porque, obviamente, los delitos en torno a situaciones reguladas en materia penal, están bien delimitados. Esto significa que las sectas llevan a cabo sus actividades en el marco de las libertades y solamente se producen enfrentamientos con las autoridades cuando infringen el Derecho Común. En nuestro sentir, las acciones ilícitas no tienen impunidad, ni siquiera amparándose en la libertad religiosa e ideológica y de libre asociación. 6.1 OBJECIÓN DE CONCIENCIA La conciencia constituye el núcleo central y básico de la personalidad del ser humano, ella estructura la conformación ética de la persona humana, posibilitando la integridad moral del individuo y el libre desarrollo de su personalidad. La libertad de conciencia protege el proceso racional, reflexivo, la elaboración intelectual del ser humano y su adhesión o no a concepciones valóricas o creencias, sean estas religiosas, filosóficas, ideológicas, políticas o de cualquier otra naturaleza, como asimismo a rechazar aquellas que considera erróneas; proceso que corresponde al fuero interno de la persona que tiene un carácter inviolable, el cual plantea una exigencia de comportarse exteriormente de acuerdo con tales concepciones. En definitiva, es la facultad de toda persona para formarse su propio juicio, sin ningún tipo de interferencia68; el derecho de pensar con plena libertad, lo que posibilita la propia selección o determinación de valores de acuerdo con los cuales formula su proyecto de vida y la conformación a dicho pensamiento de su actividad externa personal y social. 68 SAGÜES, Néstor Pedro. Elementos del derecho constitucional. Tomo 2. Eª Ed. Actualizada y ampliada. Buenos Aires: Editorial Astrea, 1979, p. 475. 106 La libertad de conciencia protege el fuero interno de la persona humana, la integridad de su conciencia, como un derecho de defensa frente a las intromisiones de cualquier tipo que pretendan violentarla. La conciencia constituye con el individuo una unidad indisoluble, la persona “es” tal como su conciencia a diferencia de otros derechos, como la libertad de creencias, que el individuo “adhiere” a una religión filosofía, ideología o cuerpo de ideas. La libertad de conciencia exige así mismo al individuo una actuación externa conforme a sus propios juicios morales. La libertad de conciencia implica también ante un atentico conflicto de conciencia, el de obedecerse asimismo antes que al Estado, negándose a actuar en contra de sus valores y creencias, cualquiera sea su situación jurídica, lo que se constituye en la objeción de conciencia. Sin lugar a dudas, el individuo no puede separar su conciencia del obrar conforme a ella. En tal sentido, la objeción de conciencia en nuestro ordenamiento constitucional forma parte de las facultades que integran el contenido del derecho a la libertad de conciencia, constituyendo una de las manifestaciones de tal derecho69. Asimismo, como todo derecho, y como todo contenido o haz de facultades que integran el derecho no es absoluto, sino que tiene límites, los cuales deben ser razonables y proporcionados. Así también, los deberes jurídicos deben considerarse como límites a los derechos fundamentales, pero tales límites no pueden llegar a desnaturalizar o suprimir la posibilidad de ejercicio del respectivo derecho. 69 Así lo ha reconocido también la TRIBUNAL CONSTITUCIONAL. Resolución de la Comisión de Derechos Humanos de 5 de marzo de 1987. Precisando que “la objeción de conciencia sea considerada como un ejercicio legítimo del derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión reconocido en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos” y recomendando a los Estados Partes el establecimiento de prestaciones alternativas. Tal interpretación puede sostenerse que es la interpretación auténtica del artículo 18 del pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. 107 En esta perspectiva es determinante precisar y concretar cuando el estado debe respetar y proteger el derecho de objetar, por razones de conciencia, el cumplimiento de un deber jurídico. Se trata de personas con concepciones morales firmes que reclaman su derecho a ser leales con ellas aún cuando puedan ser equivocadas. En estos casos no se pone en cuestión la legitimidad de los deberes que son objeto de objeción, sino la necesidad de la conducta personal del objetor de conciencia cuando no se afectan derechos de terceros o necesidades sociales, lo que no implica, por lo demás un simple cumplimiento de una obligación jurídica sino su reemplazo por otro deber jurídico relevante para la sociedad. La persona a la que ante un mandato jurídico se le plantea una objeción de conciencia, el Estado debe brindarle una alternativa, si dicha objeción de conciencia no genera una consecuencia social intolerable para el bien común. Así mismo es necesario precisar que la objeción de conciencia es un caso límite, en el cual el Estado debe actuar con tolerancia. El estado democrático implica entre otros elementos el gobierno de la mayoría en el respecto de los derechos de las minorías, no es la dictadura de la mayoría, siendo la minoría más básica la persona humana, la cual exige del estado el respecto de todos y cada uno de los derechos humanos o fundamentales. El poder democrático y su legitimidad obligan al respeto, por parte de quien lo ejerce de los derechos humanos que legitiman tal ejercicio. La objeción de conciencia es, en términos escritos, la oposición de un individuo, por razones morales, al cumplimiento de un deber jurídico concreto que el debe realizar directa y actualmente. 108 La objeción de conciencia al haz de facultades del ser humano a los ámbitos de su propia libertad y relaciones sociales, indispensables para su desarrollo como persona y derivados de su dignidad humana. En virtud de la dignidad esencial de la persona humana asegurado en el artículo primero de la constitución sobre el cual se fundamenta todo el ordenamiento jurídico, en cuanto la persona es un ser moral, el ordenamiento jurídico debe considerar la argumentación moral como atributo asegurado por la libertad de conciencia y de creencias, pudiendo desplazar al principio democrático formal en las ocasiones excepcionales en que el cumplimiento de un deber jurídico entre en conflicto grave por consideraciones morales o de conciencia de determinados individuos. Solo existe objeción de conciencia cuando estamos en presencia de un conflicto objetivo de conciencia, vale decir, cuando un conflicto moral, que tiene su fundamento en postulados religiosos o ideológicos conocidos, dicho derecho a la objeción de conciencia, tiene límites, los cuales deben basarse en valores o bienes constitucionalmente asegurados, los cuales no pueden desnaturalizar el contenido del derecho. Los derechos fundamentales y sus respectivas limitaciones deben ser objeto de una interpretación finalista, sistemática, y acorde con la realidad social, considerando las respectivas consecuencias sociales y políticas. La objeción de conciencia consiste en una pretensión a que una norma particular dispense a la persona obligada del cumplimiento de un deber jurídico que en otra hipótesis le correspondería cumplir o que le exima de responsabilidad jurídica por tal incumplimiento. Dicho derecho requiere ser regulado, vale decir, requiere de un procedimiento para el ejercicio o goce del derecho que se materializa en la exención del deber jurídico en virtud del conflicto moral acreditado. Dicha regulación debe tener en 109 consideración dicho derecho y los demás derechos, bienes y valores constitucionales, buscando siempre una optimización de cada uno y de todos ellos, sin afectar su contenido esencia, dentro una interpretación finalista, unitaria, sistemática y de concordancia practica de todos y cada uno de los preceptos constitucionales. En tal sentido, si bien corresponde al legislador confirmar el derecho a la objeción de conciencia, no puede afectar su contenido básico que le permite ser reconocible en cuanto tal, como es la facultad al incumplimiento de deberes de derecho público que implican una actuación directa de la persona, ámbito que no podía ser desconocido ni limitado por el legislador. Ello lleva a precisar que si bien una ley que establece el deber objetado es obviamente constitucional como hipótesis general, debiendo siempre el operador jurídico interpretarla de conformidad con la constitución, en todo caso, el acto de aplicación de ella a un objetor de conciencia es inconstitucional, pudiendo ser recurrido tal acto de aplicación de la ley a través de la inaplicabilidad por inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional. Asimismo, un Tribunal ordinario en cada de dudas sobre la aplicación constitucional o no de la ley, puede planear también la inaplicabilidad por inconstitucionalidad al Tribunal Constitucional. En el derecho comparado hay un reconocimiento explicito de la objeción de conciencia y su regulación jurídica frente al servicio militar obligatorio en virtud de la objeción de uso de la violencia, al tratamientos de salud obligatorios, al trabajo de días sábados por motivos religiosos, la objeción de conciencia a determinadas prestaciones medicas (Aborto), objeciones a prestar juramento, entre otras70. La objeción de conciencia no puede confundirse con la desobediencia civil, ya que esta última se dirige contra una institución o una política y contra un debe 70 ESCOBAR ROCA, Guillermo. La objeción de conciencia en la Constitución española. Madrid: Editorial Centro de Estudios Constitucionales, 1993, p. 93-164. 110 concreto y actual. Asimismo, la desobediencia civil implica comportamiento activos de llamada de atención de la opinión pública de incumplimiento de prohibiciones establecidas por el ordenamiento jurídico, siendo generalmente de carácter colectivo y no individual. 6.1.1 La jurisprudencia constitucional relativa a la libertad de conciencia y su diferencia con derechos cercanos, como la libertad de pensamiento y la libertad religiosa. En diversas ocasiones la Corte Constitucional ha tenido oportunidad de referirse a la libertad de conciencia como derecho fundamental, y su diferencia con derechos cercanos, como la libertad de pensamiento y la libertad religiosa, distinguiendo claramente el objeto propio de cada uno de estos derechos fundamentales, pero poniendo de relieve la relación que existe entre ellos. De manera especial, en la sentencia C-616 de 199771 la Corte Constitucional definió los anteriores asuntos. En cuanto a la libertad de pensamiento, explicó que ella comportaba para su titular la dificultad de adherir o de profesar determinada ideología, filosofía o cosmovisión, implicando para el individuo el atributo de estar conforme con un determinado sistema ideológico en torno del mismo hombre, del mundo y de los valores. La libertad de pensamiento conllevaba, dijo, la libertad de expresión, por lo cual el artículo 20 de la Carta afirma que “Se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento…”. En cuanto a la libertad religiosa, la sentencia sostuvo que ella comportaba no solo el de profesar una creencia o de hacer una acto de fe, sino básicamente la posibilidad de una relación personal del hombre con Dios, que se traducía en el seguimiento de un sistema moral y en la práctica de un culto72. Por tanto, si bien se relacionaba con la libertad de 71 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-616 de 1997 M.P. Vladimiro Naranjo Mesa. 72 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia T- 373 de 2006. M.P. Álvaro Tafur Galvis. 111 pensamiento, por cuanto la religión levaba a adoptar una determinada cosmovisión, la libertad religiosa contenía un elemento propio que la diferenciaba claramente de aquella, que era, precisamente, la relación con Dios que resultaba ser protegida como derecho. Finalmente, refiriéndose a la libertad de conciencia, la Corte en esta sentencia afirmó que en su sentido jurídico y ético por conciencia se entendía el propio discernimiento sobre lo que estaba bien y lo que estaba mal. Es decir, se trataba de la conciencia moral. Distinguiendo esta libertad con las anteriores, dijo la Corte que consistía en “la facultad del entendimiento de formular juicios prácticos en relación con lo que resulta ser una acción correcta frente a una situación concreta que se presenta de facto”. En otras palabras, “es la facultad de discernir entre lo que resulta ser el bien o el mal moral, pero en relación con lo que concretamente, en determinada situación, debemos hacer o no hacer. Por eso se dice que es un conocimiento práctico. Por consiguiente, “a diferencia de la libertad de opinión o de libertad religiosa, la de conciencia se ejerce siempre de modo individual. En cuanto prerrogativa personal, la conciencia a la que se refiere la libertad constitucionalmente protegida, es la conciencia subjetiva, o mejor, la regla subjetiva de moralidad. No se trata pues de la protección abstracta de un sistema moral determinado, o de una regla objetiva de moralidad”, En este mismo pronunciamiento, la Corte explicó así la relación que se da entre las libertades de conciencia, religión y pensamiento: la libertad de conciencia, dijo, “es una consecuencia de las libertades de religión y de pensamiento; por su parte, las libertades de religión y de pensamiento son distintas y paralelas entre sí”. Así mismo, explicando la relación entre la libertad de conciencia, la libertad de pensamiento y libertad religiosa, la Corte dijo que aunque la ideología adoptada por una persona, o su religión, podían determinar su conciencia, es decir, su personal manera de emitir La línea jurisprudencial de la Corte no es monolítica en cuanto a definir la libertad religiosa como la facultad de entablar una relación con Dios. Otras sentencias se refieren tan solo a la libertad de profesar creencias en una divinidad o ser supremo, o de no creer.. 112 juicios morales prácticos, no por ello la libertad de conciencia se confundía con las otras dos. Más bien, podía decirse que era un complemento de las mismas. Pues de hecho, no hacía falta estar inscrito en una religión determinada, ni en un sistema filosófico, humanístico o político, para emitir juicios prácticos en torno de lo que era correcto o incorrecto, pues las personas ateas, o las agnósticas, igualmente lo hacían. Entrando a analizar el alcance de esos derechos fundamentales, recordó también la Corte, en esta ocasión, que las libertades de pensamiento, religión y de conciencia abarcaban una doble significación: “de una parte implican la autonomía jurídica del individuo en lo referente al objeto jurídico que amparan, y de otro, conllevan la inmunidad de coacción con respecto al mismo objeto, Es decir, se reconoce la facultad de auto determinarse que compete a casa individuo en estos aspectos y también se impide que el individuo sea forzado o presionado en torno a ellos”. Otras sentencias expresan la misma línea anterior; en efecto, de manera uniforme la libertad de conciencia ha sido entendida por la jurisprudencia como una facultad para auto determinar la propia conducta en situaciones concretas, en atención a las propias convicciones; en este sentido pueden consultarse las sentencia T-332 de 2004 y T-409 de 1992. Y en cuanto a la relación existente entre la libertad de conciencia y la libertad religiosa, en la sentencia T-026 de 2005 la Corte explicó que la libertad de religión no se detenía en la asunción de un determinado credo, sino que se extendía a los actos externos en los que este se manifestaba. Lo anterior, por cuanto “para el creyente la coherencia de su vida personal con los dogmas y creencias de su religión reviste una importancia medular, en tanto muchas veces ella determina los proyectos de vida personal”. Si esto era así, prosiguió el fallo, sería incongruente que el ordenamiento, de una parte, garantizara la libertad religiosa, y de otra, se negara a proteger las manifestaciones más valiosas de la experiencia espiritual, como la relativa a la 113 aspiración de coherencia entre lo que profesaba el creyente y lo que practicaba. Este elemento, que podía pertenecer al núcleo esencia de la libertad religiosa, definía igualmente una facultad que era central a la libertad de conciencia. 6.1.2 Definiciones constitucionales de la objeción de conciencia. La Corte constitucional, siguiendo en ello la doctrina jurídica comúnmente aceptada, ha entendido que la objeción de conciencia es aquella figura que permite al individuo negar o rehusarse a cumplir una obligación jurídica cuando la actividad correspondiente signifique la realización de conductas que pugnan con sus convicciones íntimas. Es decir, normalmente no es posible rehusar el cumplimiento de las leyes o de los deberes impuestos por el orden jurídico, pero cuando quien incumple un deber jurídico lo hace por razones de conciencia, es considerado como un “objeto de conciencia”73. 6.1.3 En materia de servicio militar. 6.1.3.1 Sentencia T-409 de 199274. En esta oportunidad, dos menores y sus padres interpusieron acción de tutela alegando que las Fuerzas Militares estaban atentando con la libertad de conciencia de los menores y violando el derecho de los padres de escoger la educación para sus hijos. Lo anterior, en cuanto los padres como sus hijos eran miembros de la Iglesia de “Dios es Amor” de los hermanos Menonitas75. La Corte Constitucional negó la tutela, considerando que la Constitución Política (artículo 216) señalaba que todos los colombianos estaban obligados a tomar las armas cuando las necesidades públicas lo exigieran para defender la independencia nacional y las instituciones públicas. El servicio militar, 73 Definiciones constitucionales de la objeción de conciencia. La Corte constitucional M.P. Dr. José Gregorio Hernández Galindo. 74 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia T-409 de 1992. M.P.s. José Gregorio Hernández Galindo; Alejandro Martínez Caballero y Fabio Morón Díaz. 75 Esta iglesia profesa profundo respecto al prójimo, el amor a los enemigos, y el cumplimiento al mandato divido de no matar. 114 sostuvo la Corte, obliga en principio a todos, por dos razones: a) Por la necesidad que de él se tiene para la efectiva defensa de la patria, y b) por aplicación del principio de igualdad ante la ley (art. 13 de la Constitución). En tal virtud, al tenor del artículo 216 de la Carta, la regla general era la obligación de prestar el servicio militar, y las excepciones a la misma se encontraban en la ley. En el caso concreto los demandantes no se encontraban en ninguna de las situaciones de excepción que la ley había previsto. En relación concreta con la objeción de conciencia frente al servicio militar, dijo la Corte que la garantía de la libertad de conciencia no necesariamente incluía la consagración positiva de la objeción de conciencia para prestar el servicio militar. Esta figura no había sido incorporada a la Constitución Política, pues había sido propuesta y rechazada expresamente por la Asamblea Nacional Constituyente. 6.1.3.2 Sentencia C-511 de 199476. Es esta oportunidad se trataba de una demanda de inconstitucionalidad contra el artículo 3º de la ley 48 de 199377, norma que repetía literalmente lo prescrito por el artículo 216 de la Constitución. La Corte, reiterando una vez más la doctrina sentada en los fallos anteriores, declaró la constitucionalidad de la disposición. Como puede observarse, la anterior jurisprudencia ha sido sistemáticamente reiterada, a pesar de que, en el ámbito del derecho internacional, existe una tendencia a que se acepté la objeción de conciencia para la prestación del servicio militar78. 76 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-511 de 1994. M.P. Fabio Morón Díaz. Salvamento de voto Eduardo Cifuentes Muñoz, Alejandro Martínez Caballero y Carlos Gaviria Días. 77 COLOMBIA. CONGRESO DE LA REPÚBLICA. Ley 48 de 1993. “Por el cual se reglamenta el servicio de Reclutamiento y Movilización. En: Diario Oficial Nº 40.777, de 4 de marzo de 1993. 78 La Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas adoptó, el 8 de marzo de 1989, la resolución 1989/59, sobre objeción de conciencia al servicio militar. 115 6.1.3.3 Sentencia T-363 de 199579. En este caso, un padre de familia interpuso la acción de tutela en defensa de los derechos fundamentales de su hijo menor de edad, quien se encontraba prestando el servicio militar. El joven, testigo de Jehová, desde su ingreso a las filas se había negado a ejecutar algunos de los actos propios de la disciplina militar, porque iban contra su conciencia. La Corte, para negar la tutela, reiteró una vez más la doctrina conforme a la cual la normatividad vigente no consagraba la objeción de conciencia para prestar el servicio militar. Concretamente, sostuvo que: Las propias convicciones no pueden invocarse como excusas para el cumplimiento de deberes que el Estado impone a todos por igual y que objetivamente considerados no implican practicas o actuaciones susceptibles de ser enfrentadas a la conciencia individual… la vinculación a filas no tiene por si misma una calificación que pueda enfrentarse a la conciencia del conscripto, pues sólo tiene el alcance de una disponibilidad del sujeto a la disciplina y a las órdenes que se le impartan. Cabe observar cómo la Corte hace prevalecer su propia opinión frente a la del demandante, al decir que la “vinculación frente a la del demandante, al decir que “la vinculación a filas no tiene por sí misma una calificación que pueda enfrentarse a la conciencia del conscripto…”, lo cual, en últimas, denota una incomprensión respecto del objeto propio de la libertad de conciencia. 6.1.3.4 Sentencia C-740 de 200180. En esta oportunidad, el demandante consideraba que la norma que establece el delito de “desobediencia de reservas” (C.P.M., artículo 117) vulneraba la prohibición establecida en el inciso final del artículo 213 de la Constitución, según la cual, en ningún caso los civiles podrán ser investigados o juzgados por la justicia penal militar”. 79 COLOMBIA CONGRESO DE LA REPÚBLICA. Sentencia T-363 de 1995. M.P. José Gregorio Hernández Galindo. 80 COLOMBIA. CONGRESO DE LA REPÚBLICA. Sentencia C-740 de 2001. M.P. Álvaro Tafur Gal vis. 116 A su juicio, quien hubiera prestado servicio militar y se encontraba en reserva tenía la calidad de civil y, por lo tanto, no podía ser juzgado por la Jurisdicción de lo Penal Militar. La Corte reiteró su doctrina, relativa a la obligatoriedad del servicio militar, que no resultaba contradicha ni aun con la figura de la objeción de conciencia. 6.1.4 En materia de educación. 6.1.4.1 Sentencia T-539 de 199381. La Corte estudio el caso de un estudiante, miembro de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, quien debido a sus convicciones religiosas no podía asistir a clases entre las seis de la tarde del viernes y las seis de la tarde del sábado (Sabath). La Corte declaró que no era posible conceder el amparo, por cuanto el deber de asistir a clase los sábados no vulneraba garantía alguna. Señaló que, en atención al principio de autonomía, las universidades podían fijar los honorarios que más convenían a la comunidad educativa, sin tener la obligación de modificarlos con ocasión de la fe religiosa de uno solo de sus estudiantes82. El militante de una fe tenía que conciliar las prescripciones que de esta derivan, con las que tenían su origen en las normas jurídicas; si optaba por las primeras, debía afrontar las consecuencias que se seguían de su elección. Claramente se observa una postura de la Corte muy restrictiva frente a la posibilidad de ejercer la objeción de conciencia. 6.1.4.2 Sentencia T-075 de 199583. En esta oportunidad, con ocasión de la acción de tutela interpuesta por una estudiante testigo de Jehová que invocaba el 81 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia T-539 de 1993. M.P. Carlos Gaviria Díaz. Cabe recordar que en el momento en que fue proferida es sentencia, aún no había sido dictada la ley estatuaria 133 de 1994, mediante la cual se desarrolla y determina el ámbito de protección del derecho a la libertad religiosa. 83 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia T-075 de 1995. M.P. Carlos Gaviria Díaz. 82 117 derecho constitucional a la libertad de conciencia para oponerse al deber de asistir a un desfile cívico que le imponía su establecimiento educativo, la Corte dijo que la exigencia del cumplimiento de un deber hacía la patria no significaba vulneración o ataque a la libertad de conciencia. Nuevamente, se aprecia que la Corte antepone su propia concepción sobre la naturaleza del acto, impidiendo con ello el ejercicio de la objeción de conciencia. 6.1.4.3 Sentencia T-588 de 199884. En esta oportunidad, la Corte se pronunció respecto de una acción de tutela interpuesta en contra de un profesor de educación física de un establecimiento educativo privado, que se negaba a admitir que un grupo de estudiantes de la Iglesia Pentecostal Unida de Colombia, por razones religiosas, se abstuviera de ejecutar un baile, con el cual calificaba la consecución del ritmo, logró impuesto por las normas vigentes. Los padres de los estudiantes consideraban que la exigencia del docente violaba sus derechos fundamentales, porque los preceptos de su religión les prohibían someterse al requisito que imponía el profesor. La Corte consideró que la libertad de cátedra no era absoluta, ni podía ejercerse sin tener en cuenta la libertad religiosa del grupo de estudiantes y de padres de familia. La libertad religiosa podía, en principio, amparar la reticencia de los demandantes para ejecutar las danzas que en su criterio resultaban pecaminosos. Para resolver en concreto el caso presentado a juzgamiento, la Corte estimó que la colisión que se observaba entre el derecho a la libertad de cátedra y la libertad religiosa y de conciencia, debía resolverse con base en criterios de armonización. Sostuvo que en ese caso la objeción de conciencia estaba llamada a prosperar parcialmente, en lo que tocaba con la ejecución de los temas musicales escogidos por el profesor. 84 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia T-588 de 1998. M.P. Eduardo Cifuentes Muñoz. 118 En tal virtud dispuso que el docente gozaba de autonomía para evaluar el logro, pero que la selección del medio de evaluación debía respetar los sentimientos religiosos de sus alumnos y de los padres de familia. Nótese cómo en este caso la Corte avanzó en el respeto de la conciencia individual, validando la objeción, y acudió a un criterio de armonización que permitiera el ejercicio tanto de la libertad de conciencia, como de la libertad de cátedra. 6.1.4.4 Sentencia T-877 de 199985. En esta oportunidad a los demandantes se les había cancelado en el cupo al colegio, por cuanto, por pertenecer a la Iglesia de los Testigos de Jehová, habían declinado en varias oportunidades la postulación de izar la bandera nacional y se habían abstenido de tomar participación activa en los desfiles de los días cívicos y demás homenajes a los símbolos patrios. La corte consideró que la Constitución le confería una especial importancia a la libertad de cultos, de manera que en la hipótesis de un conflicto entre esta y la libertad de enseñanza, prevalecía aquella. No obstante lo anterior, reiterando lo dicho en la sentencia T-075 de 1995, sostuvo que la razón esgrimida por los demandantes para no participar en desfiles y homenajes a los símbolos patrios carecía de sensatez y evidenciaba “un concepto equivocado sobre el amor y veneración a la patria y a los símbolos que representaban la identidad y unidad nacionales”. Izar la bandera y participar en actos cívicos para conmemorar fechas patrias, dijo la sentencia “no puede asumirse jamás como un acto religioso, de manera que resulta inadmisible sostener que tales actividades puedan constituir una acto de idolatría”. En tal virtud, se abstuvo de conceder la tutela. 85 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia T-877 de 1999 M.P. Antonio Barrera Carbonell. 119 6.1.4.5 Sentencia T-026 de 200586. En esta ocasión un estudiante del SENA interpuso la acción de tutela porque, como miembro de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, no podía realizar ninguna actividad académica desde la seis de la tarde del viernes hasta la seis de la tarde del sábado. Por tal razón, no le era posible asistir a un curso programado en dichas horas. La Corte sostuvo que el Derecho a la libertad religiosa implica la posibilidad de lograr una coherencia entre la vida personal y los dogmas y creencias de la religión. Recordó la sentencia que para la Iglesia Adventista del Séptimo Día, el sábado debía guardarse para la adoración, y que así lo había reconocido el Gobierno Nacional en el convenio de diciembre de 1997, recogido en el Decreto 354 de 1998, el cual se ocupaba de la posibilidad de guardar el Sabath, señalando al respecto que, siempre que mediare acuerdo entre las partes, los alumnos fieles a la Iglesia Adventista del Séptimo Día que cursaran estudios en centros de enseñanza públicos y privados estarían dispensados de la asistencia a clase y de la celebración de exámenes desde la puesta del sol del viernes hasta la puesta del sol de sábado, a petición propia o de quien ejerza la patria potestad. Resultaba, entonces, que el ámbito de protección constitucional del derecho a la libertad religiosa de las personas que pertenecen a esa Iglesia comprendía el derecho a que, tanto las instituciones educativas como los lugares en donde trabajan, tomaran en consideración la santidad del Sabath para los mismos. Nótese cómo la Corte vario la Jurisprudencia sentada en casos anteriores muy similares al presente, movida, entre otras cosas, por la suscripción de un acuerdo entre la Iglesia Adventista del Séptimo Día y el Gobierno Nacional, relativo al respeto del Sabath por parte de sus miembros. 6.1.5 En materia de obligaciones laborales. 86 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia T-026 de 2005. M.P. Humberto Sierra Porto. 120 6.1.5.1 Sentencia T-982 de 200187. En esta sentencia la Corte estudio el caso de una trabajadora perteneciente a la Iglesia Adventista del Séptimo Día, cuyo empleador modificó el horario de trabajo, exigiéndole trabajar los sábados. Aunque la empleada manifestó en múltiples oportunidades su imposibilidad de cumplir nueva jornada, sus solicitudes fueron desatendidas por el patrono. La actora fue, en consecuencia, despedida de su empleo. La Corte consideró que, tanto la Constitución los desarrollos de la misma consagrados en la ley estatutaria de la libertad religiosa88 y el Convenio 2 Adicional, extendían la libertad religiosa de los miembros de esa Iglesia a la posibilidad de pactar condiciones en las cuales sería recuperado el tiempo no laborado en virtud del Sabath. 6.1.5.2 Sentencia T-332 de 200489. En el caso concretó al actor, funcionario civil del Ministerio de Defensa, invocaba la libertad de conciencia y de culto para negarse a formar junto a los militares, entonar himnos y asistir a ceremonias religiosas, por considerar que ello vulneraba su forma de pensar y de actuar según sus propias convicciones. Estimaba que la obligatoriedad de asistencia a esas reuniones no respetaba el credo o la religión a la que pertenecían los miembros de la institución. Para resolver la anterior petición de tutela, la Corte consideró que el ejercicio del derecho a la libertad de conciencia estaba condicionado, en los términos del artículo 29.2 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, por el reconocimiento y el respeto de los derechos y libertades de los demás y las justas exigencias de la moral, del orden público y del bienestar general en una sociedad democrática. En el caso concreto la Corte observó que no estaba probado que los civiles del Ministerio de Defensa fueran obligados a entonar el himno nacional ni los himnos castrenses, por lo cual no concedió la tutela. 87 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia T-982 de 2001. M.P. Manuel José Cepeda Espinosa. 88 Ley Estatutaria 133 de 1994 89 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia T-332 de 2004 M.P. Jaime Córdoba Triviño. 121 6.1.6 En materia de salud. 6.1.6.1 Sentencia T-539 de 199390. La Corte Constitucional estudio el caso de un estudiante, miembro de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, quien debido a sus convicciones religiosas no podía asistir a clases entre las seis de la tarde del viernes y las seis de la tarde del sábado (sabath). La Corte declaró que no era posible conceder el amparo, por cuanto el deber de asistir a clase los sábados no vulneraba garantía alguna. Señaló que, en atención al principio de autonomía, las universidades podían fijar los horarios que más convenían a la comunidad educativa, sin tener la obligación de modificarlos con ocasión de la fe religiosa de uno solo de los estudiantes. (Aún no se había proferido la ley 133 de 1994). El militante de una fe tenía que conciliar las prescripciones que de esta derivaran, con las que tenían su origen en las normas jurídicas; si optaba por las primeras, debía afrontar las consecuencias que se seguían de su elección. Claramente se observaba una postura de la Corte muy restrictiva a la posibilidad de ejercer la objeción de conciencia. 6.1.6.2 Sentencia T-075 de 199591. Se presentó acción de tutela por un estudiante testigo de Jehová que invocaba el derecho constitucional a la libertad de conciencia para oponerse al deber de asistir a un desfile cívico que le imponía su establecimiento educativo. La Corte dijo que la exigencia del cumplimiento de un deber hacía la Patria no significaba vulneración o ataque a la libertad de conciencia. Nuevamente se aprecia que la Corte antepone su propia concepción sobre la naturaleza del acto, impidiendo con ello el ejercicio de la objeción de conciencia. 90 91 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia T-539 de 1993 M.P. Carlos Gaviria Díaz.G COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia T-075 de 1995. M.P. Carlos Gaviria Díaz. 122 6.1.6.3 Sentencia T-588 de 199892. Corresponde a una acción constitucional presentada en contra de un profesor de educación física de un establecimiento educativo privado, que se negaba a admitir que un grupo de sus estudiantes de la Iglesia Pentecostal Unidad de Colombia, por razones religiosas, se abstuviera de ejecutar un baile, con el cual calificaba la consecución del ritmo; logro impuesto por las normas vigentes. Los padres de los estudiantes consideraban que la exigencia del docente violaba sus derechos fundamentales, porque los preceptos de su religión les prohibían someterse al requisito que imponía el profesor. La Corte consideró que la libertad de cátedra no era absoluta, ni podía ejercerse sin tener en cuenta la libertad religiosa del grupo de estudiantes y de sus padres de familia. La libertad religiosa podía, en principio, amparar la reticencia de los demandantes para ejecutar danzas que en su criterio resultaban pecaminosas. Para resolver en concreto el caso presentado a juzgamiento, la Corte estimó que la colisión que se observaba entre el derecho a la libertad de cátedra y el derecho a la libertad religiosa y conciencia, debía resolverse con base en criterios de armonización. Sostuvo que en ese caso la objeción de conciencia estaba llamada a prosperar parcialmente, en lo que tocaba con la ejecución de los temas musicales escogidos por el profesor. En tal virtud, dispuso que el docente gozaba de autonomía para evaluar el logro, pero que la selección del medio de evaluación debía respetar los sentimientos religiosos de sus alumnos y de los padres de familia. Véase cómo la Corte avanzó en el respeto de la conciencia individual, validando la objeción y acudiendo a un criterio de armonización que permitiera el ejercicio tanto de la libertad de conciencia, como de la libertad de cátedra. 6.1.6.4 Sentencia T-877 de 199993. A los demandantes se les había cancelado el cupo en el colegio, por pertenecer a la Iglesia de los Testigos de Jehová. Habían declinado en varias oportunidades la postulación de izar la bandera 92 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia T-588 de 1998M.P. Eduardo Cifuentes Muñoz. 93 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia T-877 de 1999. M.P. Antonio Barrera Carbonell. 123 nacional y se habían abstenido de tomar participación activa en los desfiles de los días cívicos y demás homenajes a los símbolos patrios. La Corte consideró que la Constitución le confería una especial importancia a la libertad de cultos, de manera que en la hipótesis de un conflicto entre ésta y la libertad de enseñanza, prevalecía aquella. No obstante lo anterior, reitera lo dicho en la sentencia T-075 de 1995, referido a que la razón esgrimida por los demandantes para no participar en los desfiles y homenajes a los símbolos patrios carecía de sensatez, y evidenciaba “un concepto equivocado sobre el amor y veneración a la patria y a los símbolos que representan la identidad y unidad nacionales”. Izar la bandera y participar en actos cívicos para conmemorar fechas patrias, dijo la sentencia, “no puede asumirse jamás como un acto religioso, de manera que resultaba inadmisible sostener que tales actividades puedan constituir un acto de idolatría”. En tal virtud, se abstuvo de conceder la tutela. 6.1.6.5 Sentencia T-026 de 200594. Un estudiante del SENA interpuso la acción de tutela porque, como miembro de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, no podía realizar ninguna actividad académica desde la seis de la tarde del viernes hasta la seis de la tarde del sábado. Por tal razón, no le era posible asistir a un curso programado a dichas horas. La Corte sostuvo que el derecho a la libertad religiosa implica la posibilidad de lograr una coherencia entre la vida personal y los dogmas y creencias de la religión. Recodó la sentencia que para la Iglesia Adventista del Séptimo Día, el sábado debía guardarse para la adoración, y que así lo había reconocido el Gobierno Nacional en el Convenio de Diciembre de 1997, recogido en el Decreto 354 de4 1998, el cual se ocupaba de la posibilidad de guardar el Sabah, señalando al respecto que, siempre que mediara acuerdo entre las partes, los alumnos fieles a la Iglesia Adventista del Séptimo Día que cursaran estudios en 94 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia Porto. 124 T-026 de 2005M.P. Humberto Sierra centros de enseñanza públicos y privados estarían dispensados de la asistencia a clase y de la celebración de exámenes desde la puesta del sol del viernes hasta la puesta del sol del sábado, a petición propia o de quienes ejercieran la patria potestad. Resultaba, entonces, que el ámbito de protección del derecho a la libertad religiosa de las personas que pertenecen a esa Iglesia comprendía el derecho a que, tanto las instituciones educativas como los lugares donde laboran, tomaran en consideración la santidad del Sabah para los mismos. Nótese cómo la Corte varió la jurisprudencia sentada en casos anteriores muy similares al presente, movida, entre otras cosas, por la suscripción de un acuerdo entre la Iglesia Adventista del Séptimo Día y el Gobierno Nacional, relativo al respecto del sabath por parte de sus miembros. 6.1.7 En materia de obligación de prestar juramento. 6.1.7.1 Sentencia T-547 de 199395. El Peticionario se presentó ante la Policía Judicial a formular una denuncia penal por la desaparición de su hija. Requerido por el jefe de la Policía Judicial sobre la obligación de prestar juramente para recibirle la respectiva denuncia, el peticionario le había manifestado que, por profesar la doctrina cristiana, su conciencia le impedía jurar. Ante la manifestación anterior, el citado funcionario se abstuvo de recibir la denuncia. El peticionario interpuso, entonces, acción de tutela, para la protección del derecho fundamental de la libertad de conciencia, a fin de poder denunciar debidamente sin necesidad de presar juramento. La Corte al analizar la naturaleza jurídica de la obligación de prestar juramento en ciertas actuaciones procesales, sostuvo que, hoy en día, por juramento no debía 95 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia T-547 de 1993. M.P. Alejandro Martínez Caballero. 125 entenderse la formula o el rito, sino el compromiso expreso o tácito de manifestar la verdad. Por lo anterior, concluyó que los delitos contra la administración de justicia consagrados en el Código Penal, aun que exigían para su tipificación del juramento, éste debía entenderse no como la formalidad sino como la expresión de tal compromiso. En el caso particular sujeto a estudio, la Corte encontró que se daba una relación directa entre el derecho a la libertad de conciencia y el derecho a la libertad religiosa. Bajo estos supuestos, consideró que en el caso concreto, además de existir una vulneración del derecho a la libertad de conciencia, también se presentaba una vulneración del derecho al acceso a la administración de justicia. En tal virtud, se ordenó al Jefe de Policía Judicial que recibiera la denuncia penal, exigiendo la utilización de palabras que expresaran el compromiso de decir la verdad. Esta sentencia, a pesar de haber sido proferida en 1993, en los años iniciales de la Corte Constitucional, es válida adecuadamente para el derecho del objetor de conciencia. 6.1.7.2 Sentencia C-616 de 199796. La Corte resolvió una demanda de inconstitucionalidad dirigida contra múltiples normas contenidas en diversas leyes que exigían el deber de prestar juramento en diversas actuaciones judiciales y administrativas, además de los tipos penales de falsa denuncia y falso testimonio, que involucran como elementos del tipo, la afirmación de falsedades bajo la gravedad del juramento. Los cargos de la demanda aducían que el juramento, al ser exigidos por los artículos demandados, coartaba la libertad religiosa y la libertad de conciencia de los individuos a los que, por convicciones íntimas de orden moral y religioso, les estaba vedado manifestar su voluntad por esta vía. La Corte entró en el análisis de la obligación legal de prestar juramento, indicando que la Constitución Política no solo no prohibía el juramento, sino que, por el contrario, lo contemplaba expresamente, como una obligación en varias de sus normas. Sostuvo también que un sentido jurídico acorde con la evolución legal, doctrinal y jurisprudencial del concepto, podía afirmarse que en la actualidad el 96 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-616 de 1997 M.P. Vladimiro Naranjo Mesa. 126 significado religioso del juramento había sido atenuado o eliminado. Más bien podía afirmarse que era, simplemente, la afirmación que un sujeto hacía, procurándoles a sus destinatarios la convicción de que decía la verdad. De lo anterior, concluyó que, hoy en día, en las normas que prescribían la obligación de jurar, la intención del legislador no era otra que la de exhortar de manera especial al juramentado para que su buena fe en la declaración de la verdad fuera especialmente observada. Desvinculado entonces del sentido religioso, el juramento era tan solo un medio de prueba, “un arbitrio que propende aumentar la garantía de veracidad”. Respecto de las normas acusadas, consideró entonces la Corte que, todas ellas se referían a un simple rito o solemnidad procesal, a un solemnidad procesal, a un mero formalismo, ajeno a todo contenido religioso, para derivar una responsabilidad penal en caso de que se llegue a faltar a la verdad. Muchas de las normas demandadas regulaban un juramento “presunto”, en el cual, obviamente, no estaba contemplada la obligación de emplear formulas pietistas o religiosas. Por tal razón, no consideró la Corte que la obligación de jurar impuesta o regulada por las normas acusadas violentara las libertades de conciencia o de religión. Simplemente, tal obligación no tenía en alcance que le atribuía el demandante, en cuanto no involucraba para nada las creencias, ideologías o juicios morales del juramentado. Ajena a todo significado religioso, ideológico o moral, esa obligación no podría violentar al individuo en estos aspectos. Con fundamento en las consideraciones anteriores, la Corte declaró la asequibilidad de las disposiciones acusadas. La anterior sentencia muestra como la Corte a pesar de que en la sentencia de tutela anterior había admitido la objeción de conciencia para rehusar la obligación de prestar juramento, modificó su jurisprudencia para asumir una posición restrictiva al respecto, haciendo prevalecer su propia valoración de los actos, frente a la asumida por los demandantes. 127 6.1.8 En materia de salud. 6.1.8.1 Sentencia T-411 de 199497. En aquella ocasión, el médico tratante de una menor interpuso acción de tutela en contra de los padres, con el fin que se le amparara el derecho a la vida, con fundamento en los artículos 11 y 44 de la Constitución Política. La madre había llevado a su consultorio a la niña, a quien le diagnosticó bronconeumonía, desnutrición y deshidratación, razón por la cual advirtió que debía ser hospitalizada inmediatamente. La madre afirmó que eran evangélicos y que su culto religioso no le dejaba llevar la niña al hospital. La Corte consideró que no podía excluirse de la protección del Estado y de la sociedad a una menor, so pretexto de respetar las creencias religiosas de sus padres, por más acendradas que estas se manifestaran. 6.1.8.2 Sentencia T-744 de 199698. En esta ocasión el padre de un menor, interpuso acción de tutela, con el objeto de proteger los derechos fundamentales a la vida, honra, y salud de su menor hijo, los cuales consideraba amenazados con la actuación de los demandados, jerarcas de la Iglesia de los Testigos de Jehová. A su hijo, quien para esa época contaba con 16 años de edad, le diagnosticaron cáncer en una rodilla, lo que motivó que los médicos concluyeran que el más conveniente era amputar la pierna derecha del paciente, y procedieron a solicitar la respectiva autorización, la cual fue otorgada tanto por el paciente, menor de edad, como por su padre. No obstante, en la fecha en la cual se realizó la cirugía, el menor manifestó a los médicos, por escrito, que bajo ninguna circunstancia aceptaría recibir sangre vía endovenosa, debido a que la religión que profesaba, pues era testigo de Jehová, le prohibía hacerlo. La Corte consideró que la difusión y divulgación de los principios y fundamentos de un determinado credo religioso constituían una 97 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia T-411 de 1994. M.P. Vladimiro Naranjo Mesa. 98 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia T-744 de 1996. M.P. Fabio Morón Díaz. 128 conducta legítima de los predicadores. Admitió también que la ley le reconocía la menor adulto suficiente capacidad para ejercer sus derechos a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; por lo anterior, la tutela no era procedente, respecto de los jerarcas de la Iglesia de los Testigos de Jehová, sin embargo, admitió como procedente la acción contra el instituto de los seguros sociales, por cuanto esta institución debió haber atendido las directrices y la autorización del padre, titular de la patria potestad, dando en todo caso, prevalencia al derecho a la vida del menor. Lo anterior, por cuanto el ejercicio de la patria potestad le permitía a los padres orientar y participar en las decisiones de sus hijos menores adultos, y exigir que se diera prevalencia a las que ellos adoptaran, en caso de enfrentamiento o contradicción que pusiera en peligro el derecho fundamental a la vida de sus hijos. La Corte concedió la tutela ordenando al Instituto de los Seguros Sociales que prosiguiera con el tratamiento conforme a la autorización de los padres. 6.1.8.3 Sentencia T-659 de 200299. Se interpuso la tutela con el fin de lograr que a una señora se le realizara una transfusión de sangre, que, según lo manifestó su esposo, requería para tratar de salvarle la vida, habida cuenta que en razón del culto religioso, que aquella profesaba, se negaba a que se le practicara tal procedimiento. La señora, para la fecha de la sentencia, ya había muerto, por lo cual la Corte negó la tutela por carencia actual de objeto. Empero, dentro de las consideraciones que expuso afirmó que: La señora era titular de los derechos fundamentales a la libertad de conciencia, al libre desarrollo de la personalidad y a la libertad de cultos y, según la fe que profesaba, debía rehusarse a que se le practicaran transfusiones de sangre, de modo que, siendo plenamente capaz, no era dable que a través de una orden impartida por el Juez constitucional de tutela se contrariara su voluntad, manifestada por demás, en forma consciente y reiterada 99 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia T-659 de 2002. M.P. Clara Inés Vargas Hernández. 129 y habiendo optado por la opción de que se le aplicara un tratamiento médico alternativo que a su juicio no contrariaba su fe. 6.1.8.4 Sentencia T-823 de 2002100. En esa decisión, una señora interpuso tutela por estimar vulnerado su derecho a la salud, integridad física, vida, libre desarrollo de la personalidad y a la libertad de cultos, como consecuencia de la actuación de la entidad demanda, quien en acatamiento de su deber profesional de conocimiento medico o “lex artis”, se abstuvo de proceder a la práctica de una cirugía necesaria para corregir la presencia de un cuadro médico de pancreatitis cálculos en la vesícula, dada la negativa de la accionante de recibir transfusiones sanguíneas, como postura de su vocación religiosa (testigos de Jehová). La entidad demandada se defendió alegando que el médico podía rehusarse a realizar el procedimiento debido a la violación del principio de ética médica “lex artis” o principio de conocimiento médico. La Corte Constitucional consideró que existía una relación entre la libertad de conciencia y la libertad religiosa; no obstante lo anterior, la libertad religiosa no era un derecho absoluto, y uno de los límites impuestos al ejercicio de tal libertad lo constituía el deber específico de no abusar de los derechos propios. Así, dado que la Constitución Política le otorgaba a la vida el carácter de derecho fundamental “inviolable” y le imponía a todas las personas “el deber de procurar el cuidado integral de su salud” (C.P., arts. 11 y 49), aunque el ejercicio de la libertad religiosa era esencial para asegurar la realización de un proyecto de vida, éste, sin la garantía de existencia vital, no podría llevarse a cabo. Por tal razón, no era admisible, so pretexto de aplicar una determinada doctrina, ciertos grupos religiosos pretendieran limitar el acceso de sus fieles a las intervenciones quirúrgicas o a los tratamientos terapéuticos indispensable para proteger sus derechos fundamentales. De acuerdo con los presupuestos anteriormente fijados, la Sala concluyó que en caso de existir contradicción entre las decisiones que una persona adoptara en virtud de su culto 100 COLOMBIA CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia T-823 de 2002.M.P. Rodrigo Escobar Gil. 130 o religión y el derecho fundamental a la vida, debía prevalecer este último, como derecho prioritario e inviolable. La Corte se preguntó si en virtud del mandato constitucional de inviolabilidad de la vida, podía un medico adoptar libremente determinaciones clínicas a favor del paciente sin su pleno consentimiento, o si este debe subordinarse a la voluntad del enfermo. Al respecto, encontró que la efectividad del principio de autonomía estaba ligada al reconocimiento y a la exigibilidad del consentimiento idóneo. Ahora bien, junto al principio del consentimiento informado estaba también el de la capacidad técnica. Este implicaba la competencia exclusiva del médico para apreciar, analizar, diagnosticar, y remediar la enfermedad del paciente, en aras de lograr su completo bienestar físico y psíquico. Uno de los elementos del principio de capacidad técnica era el conocido en la ética médica como la regla lex artis o ley del arte. “por virtud de la cual, se presume que el acto ejecutado o recomendado por un medico se ajusta a las normas de excelencia del momento, es decir, que teniendo en cuenta el estado de la ciencia, las condiciones del paciente y la disponibilidad de recursos, sus recomendaciones pretenden hacer efectiva la protección a la vida y a la salud de los pacientes”. Poe ello, la ley 23 de 1981 (Código de ética médica) facultaba a los médicos para rehusarse a prestar un tratamiento clínico cuando “…existan condiciones que interfieran el libre y correcto ejercicio de la profesión…”. Una de cuyas circunstancias es: “(…) que el enfermo reusé a cumplir las indicaciones prescritas…”. Sostuvo entonces la sentencia que “la doctrina medico-jurídica a reconocido que esta potestad legal corresponde al ejercicio de una modalidad de objeción de conciencia conocida como: ‘la objeción medica u objeción sanitaria”. Bajo estas consideraciones la sentencia estimo que “por regla general, resulta que no puede ni obligarse al paciente a seguir la prescripción propuesta por el médico en contra de su voluntad y, por ende, desconociendo su consentimiento idóneo, ni ordenarse al médico a actuar clínicamente en contra de los postulados de su profesión. Por lo cual, si irremediablemente el médico y la junta estiman improcedente practicar un 131 tratamiento en las condiciones expuestas por el paciente, este debe buscar los servicios de que, según su buen criterio, pueda prestarle la asistencia médica y quirúrgica necesaria conforme a los parámetros de su voluntad”. 6.1.8.5 Sentencia T-471 de 2005101. En el presente caso, la acción de tutela se interpuso con el fin de que fueran protegidos los derechos fundamentales a la salud en conexidad con la vida de una persona, vulnerados por la EPS al negar el suministro de los medicamentos ordenados por su médico a tratante en remplazo de la transfusión de sangre, como parte del tratamiento de la niña que padecía, y que el paciente se negaba a aceptar por motivos religiosos, en tanto que él y su familia eran testigos de Jehová. La corte considero que la decisión de no aceptar la transfusión de sangre constituía un acto razonado y legitimo de la accionante, en tanto que era voluntario, realizado en ejercicio de la autonomía, en acatamiento de su creencia religiosa y en el pleno ejercicio de sus derechos fundamentales a la libertad de conciencia, libre desarrollo de la personalidad y libertad de cultos. 6.2 CONCLUSIÓN Como puede apreciarse, el marco conceptual sentado por la jurisprudencia en lo relativo a la definición de la objeción libertad de conciencia y de conciencia como un ejercicio de la a la relación entre este derecho y las libertades de pensamiento y religión, es claro. No así la aplicación de este marco conceptual teórico a la solución de casos particulares, en donde, como acaba de verse, la jurisprudencia parece ser muy restrictiva en algunos casos y contradictoria en otros, aunque en líneas generales a evolucionado hacia una defensa más amplia de la libertad religiosa y la utilización de la objeción de conciencia. 6.3 LA LIBERTAD RELIGIOSA 101 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia T-471 de 2005. M.P Clara Inés Vargas Hernández. 132 La libertad religiosa en su dimensión subjetiva implica la facultad de desarrollar o no una fe en un ser superior, asumiéndola individual y colectivamente, practicándola en público o en privado, mediante el culto, las practicas, las enseñanzas, el cumplimiento de los ritos y ordenando su vida según sus exigencia, como así mismo el derecho a no declarar la religión que se profesa, evitando así ser objeto de discriminación o perjuicios por asumir y ejercer un determinado credo o realizar actos religiosos. La libertad religiosa en su dimensión objetiva implica la pertenencia o no a una comunidad de creyentes. La Corte Internacional de Derechos Humanos en el caso “la última tentación de Cristo, precisó que el artículo 12 de la Convención Americana de Derechos Humanos permite que las personas “conserven, cambien, profesen y divulguen su religión o sus creencias”, agregando que tal derecho es un “cimiento de la sociedad democrática”. Agregó que “en su dimensión religiosa, constituye un elemento trascendental en la protección de las convicciones de los creyentes y en su forma de vida”102. 6.3.1 La libertad religiosa como derecho. El derecho a la libertad religiosa presenta una dimensión objetiva y subjetiva. 6.3.1.1 El derecho a la libertad religiosa en su dimensión objetiva. En la dimensión objetiva del derecho a la libertad religiosa marca los confines de la neutralidad del estado, el cual juntó con respetar las diversas expresiones religiosas que forman parte de la sociedad, debe remover los obstáculos que se opongan a ello. A nadie se le puede imponer una creencia o una negación de creencias, ellas surgen de la libertad de cada ser humano. Así el Estado debe garantizar una protección al reconocimiento de la libertad religiosa como derecho 102 CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS. Sentencia de 5 de febrero de 2001. Caso “La última tentación de Cristo” (Olmedo Bustos y otros) vs. Chile. Considerandos 79 y 80. 133 fundamental, como así mismo, el derecho de cada persona a explicar o no explicitar sus creencias o religión. Así frente a la religión el Estado tiene diversas opciones. La primera opción es asumir una determinada religión como oficial para dicho Estado, lo que estructura un Estado confesional, como lo era Colombia bajo el impero de la Constitución de 1886. Este estado confesional puede ser autoritario o tolerante. El estado confesional puede ser autoritario que es aquél que asumiendo oficialmente una religión oficial, no permite e incluso persigue, a las otras concepciones religiosas, ejemplo de ellos son algunos estados musulmanes, como Irán. El Estado confesional que reconoce una religión como oficial del Estado puede ser tolerante en la medida que posibilita que se asomen otras confesiones religiosas, como ocurre con el Reino Unido, Dinamarca, Suecia y diversos estados musulmanes. La segunda opción es que el Estado sea aconfesional, por lo tanto no asuma oficialmente ninguna confesión religiosa, donde existe una separación clara entre el estado y las confesiones religiosas, cada uno de los cuales adquiere autonomía respecto del otro, sin perjuicio de reconocer una especial colaboración del estado con una de ellas que es la preponderante dentro de la sociedad. Es el caso, por ejemplo del Estado Español en relación con la Iglesia Católica por se la concepción religiosa mayoritaria del pueblo español, tal como lo reconoce el artículo 16 de la Constitución. Es el caso también del estado Argentino, donde la religión católica es especialmente sostenida por el Estado, de acuerdo con el artículo 2º de la Constitución de ese país. Es el caso de Grecia cuya constitución 134 de 1975 señala a la Iglesia Ortodoxa Oriental de Cristo, como la religión dominante. Una tercera opción es el estado laico, el cual puede subclasificarse en estado laico tolerante y estado laico autoritario. El estado laico tolerante, es aquel estado que permanece al margen de todas las expresiones religiosas, sin perjuicio de respetar, asegurar y garantizar a los miembros de dicha sociedad la facultad de asumir o no creencias religiosas, sin ser discriminado o perseguido por ello, como ocurre en Francia, que a menudo se presenta como una paradigma de este tipo de Estado. Por último puede señalarse la existencia de un Estado laico autoritario, en la que no se permite, de forma pública, ninguna manifestación religiosa, las cuales están reguladas restrictivamente en su culto privado, o incluso pueden estar al margen de la ley, lo que se dio por ejemplo en Albania, durante parte del siglo XX. El estado laico y democrático constitucional de nuestros días, respetuoso del pluralismo religioso e ideológico, aparece generalmente como neutral ante las diversas opciones religiosas o ideológicas, garantizando el libre desarrollo del derecho a la libertad religiosa e ideológica, como ocurre en Colombia, Chile, México, Costa rica, Perú, Bélgica, Holanda, Alemania, Austria, Grecia. La libertad religiosa y la ausencia de confesionalidad garantizan el pluralismo propio del estado democrático constitucional, que impone al estado una neutralidad, que considere el principio de igualdad y no discriminación, sin olvidar las reglas de cooperación y no poner obstáculos para la expresión de las diversas confesiones religiosas. 135 6.3.1.2 El derecho a la libertad religiosa en su dimensión subjetiva. Como derecho subjetivo, la libertad religiosa es un derecho de la persona humana, el que tiene una vertiente interna y una dimensión externa. • EL DERECHO A LA LIBERTAD RELIGIOSA EN SU DIMENSIÓN SUBJETIVA INTERNA. En la vertiente interna, la libertad religiosa garantiza la existencia de una esfera de libertad, un espacio de autodeterminación intelectual del fenómeno religioso, consistente en creer, no creer, cambiar o abandonar creencias religiosas, lo que debe ser garantizado por los poderes públicos. Así la libertad religiosa asegura la libertad de creyentes, agnósticos y ateos por igual. Cada uno y todos ellos gozan de inmunidad de coacción en el pronunciamiento de sus creencias. Esta dimensión de la libertad religiosa está configurada por la Convención Americana de Derechos Humanos, cuyo artículo 12, numeral 1º, determina que este derecho implica “la libertad de conservar su religión o sus creencias o de cambiar de religión o de creencias, así como la libertad de profesar y divulgar su religión o sus creencias, individual o colectivamente, tanto el público como en privado”. A su vez el numeral segundo de la misma disposición contempla el que “nadie puede ser objeto de medidas restrictivas que puedan menoscaba la libertad de conservar su religión o sus creencias o de cambiar de religión o de creencias”. Las concepciones religiosas de las personas no pueden ser objeto de control, sanción, prohibición o restricción mientras permanezca en el plano de la pura adhesión intelectual, pudiendo ser objeto de regulación jurídica solo su manifestación externa que implica a su actuar social en coherencia con su concepción religiosa, de donde pueden derivar objeciones de conciencia. 136 • EL DERECHO A LA LIBERTAD RELIGIOSA EN SU DIMENSIÓN SUBJETIVA EXTERNA: LA LIBERTAD DE CULTO. En su dimensión externa la libertad religiosa se transforma en libertad de culto, la que permite el ejercicio de todas las actividades que constituyen manifestaciones o expresiones del fenómeno religioso, entre ellos la práctica de los actos correspondientes a las ceremonias representativas vinculadas a la respectiva creencias religiosa, el derecho a recibir asistencia religiosa, recibir e impartir enseñanza e información religiosa de toda índole de acuerdo con las propias convicciones. Así, la fe transciende el plano del fuero interno de la persona y se manifiesta socialmente, facultando al creyente para concurrir a los lugares del culto, practicar los ritos ceremoniales, desarrollar y exhibir símbolos religiosos, observar las fiestas religiosas, solicitar y recibir contribuciones de carácter voluntario, erigir y conservar templo o iglesias destinadas al culto. 6.4 LIMITES A LA LIBERTAD DE CREENCIAS EN SU MANIFESTACIÓN DE LIBERTAD RELIGIOSA La Convención Americana de Derecho Humanos, en su artículo 12 numeral 3º asegura que la “libertad de manifestar la propia religión y las propias creencias está sujeta únicamente a las limitaciones prescritas por la ley y que sean necesarias para proteger la seguridad, el orden, la salud o la moral públicos o los derechos o libertades de los demás”. Asé existe una plena armonía entre los límites constitucionales de la libertad de creencias y religiosa y los límites considerados por la Convención Americana de Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de Naciones Unidas. En esta materia el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas ha interpretado que la restricción de la libertad de manifestación de creencias y 137 religión contemplada en el artículo 18 No. 3 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, debe interpretarse de manera estricta: no se permitan limitaciones por motivos que no estén especificados en él, aun cuando se permitan como limitaciones de otros derechos protegidos por el Pacto, tales como la seguridad nacional. Las limitaciones solo se podrán aplicar para los fines con que fueron prescritas y deberán estar relacionadas directamente y guardar la debida proporción con la necesidad específica de la que dependen. No se podrán imponer limitaciones por propósitos discriminatorios ni se podrá aplicar de manera discriminatoria. La moral a que se refiere tal disposición es la moral social o moral pública es el conjunto de reglas de conducta admitidas en un momento histórico determinado. El Comité de Derechos Humanos de la Naciones Unidas ha determinado que el concepto de moral se deriva de muchas tradiciones sociales, filosóficas y religiosas, por consiguiente, las limitaciones impuestas a la libertad de manifestar las creencias o la religión con el fin de proteger la moral deben basarse en principios que no se deriven exclusivamente de una sola tradición. El concepto buenas costumbres hace relación con el ámbito de moralidad en el aspecto especifico de la dimensión sexual. Y se refiere a los valores imperantes en la materia en una sociedad concreta. El concepto de salud pública, se refiere a la salud del conjunto de la sociedad y no de uno de sus miembros en particular, la que se encuentra regulada legalmente en los diversos ordenamientos jurídicos. El concepto de orden público constituye un concepto jurídicamente indeterminado, en la medida que ha sido entendido en diversos sentidos; uno de ellos es el que lo define como el conjunto de condiciones que aseguran el funcionamiento 138 armónico y normal de las instituciones sobre un sistema de valores y principios jurídicos dentro de un estado constitucional democrático, lo que se acerca al concepto de orden constitucional. En otra perspectiva más estricta, se asimila a la tranquilidad y seguridad de las personas y cosas, lo que implica una regulación jurídica racionable que proteja dichos valores y principios. Dicho concepto también es histórico o diacrónico por lo cual evoluciona; además, debe ser constitucionalmente interpretado en conjunto con los demás valores y principios constitucionales en una interpretación finalista y unitaria del texto constitucional. En este último ámbito cabe señalar que la Iglesia de la Unificación Universal conocida comúnmente como secta Moon solicitó con fecha 5 de agosto de 2002 su incorporación al Registro de Entidades Religiosas de Derecho Público que lleva el Ministerio de Justicia de Chile en virtud de la ley 19.638. Dentro del plazo para objetar dicha inscripción, el subsecretario de Justicia de la época, don Jaime Arellano se opuso a la inscripción, basado en que los contenidos de la fe de dicha iglesia eran contrarios al orden público, en la medida que no respetaban los principios básicos del régimen democrático y constitucional, entre los cuales se encuentra el pluralismo político “desde el momento que se manifiesta una clara incitación y apología al uso de la violencia como forma y método de decisión política”, como asi mismo, que el informe teleológico del principio divino que rige a dicha asociación tiene elementos que incluyen “una apología a la violencia, afectando de un modo claro y certero el derecho de asociación y el carácter plural de la sociedad chilena”. La Corte de Apelación de Santiago en sentencia de fecha 29 de marzo de 2005, confirmó la resolución dictada por el subsecretario Arellano, considerando que los contenidos de fe de dicha asociación que pretenden ser difundidos y propagados “resultan a lo menos, en grado de amenaza, contrarios al orden público”. 6.5 EL DERECHO FUNDAMENTAL A LA LIBERTAD DE CULTOS EN COLOMBIA 139 El artículo 1° de la Constitución Política define que Colombia es un Estado Social de Derecho, el cual se distingue por garantizar la democracia, la participación y el pluralismo, pues se funda en el respeto de la dignidad humana. Ciertamente, la enunciación de los anteriores postulados, implica para la realización de ellos se debe garantizar, entre otros derechos fundamentales, la libertad de conciencia, el acceso a la información, la libertad de expresión y la libertad de cultos, en cuanto la ausencia de ellos, dejaría sin efecto el estar en un Estado pluralista. En ese contexto en la Sentencia T-193 del veinticinco (25) de marzo de mil novecientos noventa y nueve (1999), se indicó: La consagración constitucional de los derechos fundamentales a la libertad de conciencia y de opinión, a la intimidad personal, y al libre desarrollo de la personalidad, está directamente relacionada con el derecho, también fundamental, de la libertad de culto; todos esos derechos y garantías sólo pueden ser posibles en un Estado pluralista y personalista, completamente ecuánime frente a la opción religiosa de cada quien, pues ésta es una materia que sólo incumbe a la persona, hace parte de su libertad-seguridad y, por tanto, el poder del Estado no puede injerir directa o indirectamente en la decisión personal e íntima sobre si se adopta o no un credo religioso, o si se persevera en la práctica de un determinado culto103. En efecto, el derecho fundamental a la libertad de cultos contenido en el artículo 19 de la Constitución Política, permite demostrar que al estar en una sociedad pluralista y participativa, toda persona tiene derecho a profesar libremente su religión y a difundirla en forma individual o colectiva. En ese contexto, la libertad de cultos la conforman dos elementos, uno interno que permite practicar a la persona de forma silenciosa su credo sin limitación, y otra externa, mediante la cual el practicante del culto de su elección, enseña sus creencias religiosas públicamente de manera individual o colectiva a los distintos 103 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia T-193 de 1999. M.P. Caros Gaviria Díaz. 140 integrantes de la sociedad. Sobre el tema, se señaló en la Sentencia T- 026 de 2005, lo siguiente: 5. Lo anterior significa entonces, que de conformidad con el texto superior, el derecho a la libertad religiosa implica no sólo la posibilidad de profesar de manera privada y silenciosa el credo de la preferencia, si no que la garantía se extiende a la difusión y realización de actos públicos asociados con las convicciones espirituales. La libertad religiosa, entonces, garantizada por la Constitución, no se detiene en la asunción de un determinado credo, sino que se extiende a los actos externos en los que éste se manifiesta. (…) En relación con la esfera privada, se destaca, en primer lugar, el derecho que tienen todas las personas a profesar una religión y a difundirla en forma individual o colectiva y, en segundo lugar, el derecho de toda persona a celebrar ceremonias, ritos y actos de acuerdo con sus propias convicciones religiosas. En el campo de lo público, el derecho a la libertad religiosa supone poner en pie de igualdad a todas las confesiones religiosas e iglesias ante la ley y, en consecuencia, eliminar el carácter confesional del Estado. De este modo se consagra la laicicidad del poder público y se afirma el pluralismo religioso104. No obstante, dentro del ordenamiento jurídico, la libertad de profesar cualquier creencia religiosa tiene ciertos límites, pues no es un derecho absoluto. Por ello, este Tribunal Constitucional determinó su núcleo esencial para poder establecer en qué circunstancia se desconoce el goce efectivo del derecho fundamental a la libertad de cultos. Al respecto, en la Sentencia T-602 del 6 de noviembre de mil novecientos noventa y seis (1996), se afirmó: El núcleo esencial de la indicada libertad está constituido precisamente por las posibilidades, no interferidas por entes públicos o privados, de dar testimonio externo de las propias 104 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia T- 026 de 2005. M.P Humberto Antonio Sierra Porto. 141 creencias, en espacios abiertos o cerrados, siempre que, al expresar mediante el culto las convicciones espirituales que se profesan, quien lo lleva a cabo no cercene ni amenace los derechos de otros, ni cause agravio a la comunidad, ni desconozca los preceptos mínimos que hacen posible la convivencia social105. Ciertamente, en la Sentencia C-616 de 1997, la Corte subrayó que el núcleo esencial o el elemento absolutamente protegido en la libertad religiosa es la posibilidad de la persona de establecer, de manera personal y sin intervención estatal, una relación con el o los seres que se estimen superiores. En ese orden de ideas, la Sentencia T- 1083 de 2002 reiteró que la libertad de cultos supone, en cuanto a su núcleo esencial, las posibilidades, no interferidas por entes públicos o privados, de dar testimonio externo de las propias creencias. Por lo tanto, prima facie, le está vedado al Estado (así como a particulares), impedir que la persona establezca la relación personal con aquello que considera un ser superior y que lo haga público, en las condiciones que el particular credo (condiciones de relación con el ser superior) y código moral que se deriva del mismo, le impongan. Así mismo, supone la obligación de respetar dicho código moral. Por su parte, la Corte Constitucional en la Sentencia C-088 de 1994, realizó el control automático de constitucionalidad del proyecto de ley estatutaria sobre el derecho a la libertad de cultos (hoy Ley 133 de 1994). En esa providencia, reiterada por providencias posteriores[8], se estableció que los límites al ejercicio de la libertad religiosa deben fundarse en tres postulados: (i) la presunción debe estar siempre a favor de la libertad en su grado máximo, (ii) ésta sólo puede restringirse en cuanto a que la medida sea racional y objetivamente constituya 105 CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia T-602 de 1996. M.P. Goce Gregorio Hernández Galindo. 142 una medida necesaria y (iii) las posibles limitaciones no pueden ser arbitrarias o discrecionales. 6.6 LA PROTECCIÓN DEL DERECHO FUNDAMENTAL A LA LIBERTAD DE CULTOS EN LA JURISPRUDENCIA DE LA CORTE CONSTITUCIONAL Como se indicó la esencia de la protección del derecho fundamental a la libertad de cultos, radica en la imposibilidad de restringir la relación que establece el individuo con el ser superior de la creencia a la cual decidió pertenecer, en las condiciones que señale credo del respectivo culto. Al respecto, la Corte Constitucional, en la Sentencia T-026 de 2005, analizó el caso de una accionante que como creyente de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, no asistía el sábado a clases al SENA por ser ese día únicamente para dedicarse a las creencias religiosas. No obstante, el SENA se abstuvo de permitirle recuperar las clases a las que no asistió. En efecto, se determinó que el SENA vulneró el derecho fundamental a la libertad de cultos al no llegar a un acuerdo con la demandante para establecer en un horario distinto al día sábado para recuperar las horas que no cumplió por la creencia que profesa. Así mismo, en la sentencia T-448 de 2007 se determinó que la Universidad Nacional vulneró el derecho fundamental a la libertad de cultos que profesa el demandante como miembro de la religión Adventista del Sétimo Día, por no permitirle presentar el examen de admisión un día distinto al sábado. Sobre el punto se indicó: Una vez estudiada la jurisprudencia constitucional, en punto del derecho a la libertad religiosa y su comportamiento, se puede concluir que la Corte ampara la libertad de conciencia y de cultos, no sólo con la protección de sus manifestaciones privadas, sino su ejercicio externo, sin desconocer que tiene límites en el ejercicio de las garantías públicas y los derechos fundamentales de los demás. Así mismo, no es objeto de transacción el derecho mismo, es decir, 143 para el caso de los adventistas, el objeto son los mecanismos alternativos para conciliar y recuperar el tiempo de inasistencia o de imposibilidad para realizar alguna actividad durante las horas que comprende el Sabath106. Igualmente, en la Sentencia T-044 de 2008 se tutelaron los derechos fundamentales de dos accionantes a la libertad de cultos que se presentaron al examen de admisión a la Universidad Nacional y ésta se abstuvo de practicarles la prueba un día distinto al sábado por pertenecer a la Iglesia Adventista del Séptimo Día. No obstante, la decisión de la Corte se presentó posteriormente a la fecha de admisiones, motivo por el cual se previno que en lo sucesivo la Universidad Nacional se abstuviera de negar realizar el examen en un día distinto al sábado a los miembros de la comunidad religiosa Adventista del Séptimo día por dedicar ese día a la práctica espiritual. Al respecto se indicó: Finalmente, la Corte advierte que esta no es la primera vez que los miembros de la Iglesia Adventista del Séptimo Día se ven en la necesidad de acudir a la acción de tutela para lograr que el examen de admisión a la Universidad Nacional les sea realizado en un día diferente al sábado. Subraya además la Corte que las normas vigentes han desarrollado el derecho a la libertad de religión con miras a asegurar que quienes pertenecen a dicha Iglesia no sean puestos en el dilema de escoger entre actuar de manera contraria a sus creencias o sacrificar sus aspiraciones académicas de ingresar a la universidad pública más importante del país. Por lo tanto, esta Sala estima pertinente prevenir a las instancias competentes de la Universidad Nacional para que en el futuro se abstengan de negar las peticiones formuladas por personas pertenecientes a la Iglesia Adventista del Séptimo Día de Colombia, dirigidas a que se les permita presentar los exámenes de admisión en una fecha y horario que no contraríen el mandato del Sabath107. 106 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. T-448 de 2007. M.P. Nilson Pinilla Pinilla. COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia T-044 de 2008. M.P. Manuel José Cepeda Espinosa. 107 144 En un caso similar, la Sala Sexta de Revisión en la Sentencia T-379 de 2009, tuteló el derecho fundamental a la libertad religiosa de una persona a quien el empleador despidió por no trabajar los sábados por pertenecer a la Iglesia Adventista y practicar el “Sabath”. En consecuencia, se estableció que, si bien la libertad de cultos no era un derecho absoluto, las limitaciones debían ser razonables y objetivas. Sin embargo, para la Corporación no resultó razonable la restricción, pues afectaba el núcleo esencial del derecho fundamental a la libertad de cultos, al no permitirle profesar su religión el día señalado por la Iglesia Adventista. Por lo anterior, las distintas Salas de Revisión de la Corte Constitucional en las cuales se abordó la presunta vulneración del derecho fundamental a la libertad de cultos de los accionantes que pertenecen al culto Adventista del Séptimo Día el cual el credo les indica abstenerse de realizar alguna actividad distinta a la espiritual un día de la semana, se determinó que el derecho fundamental a la libertad de cultos incluye tanto poder profesarlo como respetar las prácticas que el ejercicio del culto involucra. 6.6.1 Acción de tutela T-018 de 2012108. El ciudadano Wilamar Darío Gallo Álvarez acude a la acción de tutela en contra de la Cuarta Brigada y el Batallón de Infantería No. 32, por considerar vulnerados sus derechos constitucionales fundamentales a la libertad de religión y conciencia. Los hechos los fundamenta en que el dieciocho (18) de febrero de dos mil once (2011), radicó ante el Batallón de Infantería No 32 Pedro Justo Berrio un escrito en el que presentó su objeción de conciencia frente a la prestación del servicio militar, solicitando su retiro de las filas y la definición de la situación militar, toda 108 COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia T-018 de 2012. M.P. Dr. Luis Ernesto Vargas Silva. 145 vez que pertenecía a la Iglesia Pentecostal Unida de Colombia; sin embargo, su reclamación no ha recibido respuesta positiva de los obligados. En las consideraciones, la Honorable Corte Constitucional remembró la C-728 de 2009, en que precisó que el legislador no había incurrido en una omisión legislativa relativa al excluir la objeción de conciencia del artículo 27 de la Ley 48 de 1993. El alto Tribunal Constitucional afirma que la Corte reconoció la existencia del derecho a objetar, por razones de conciencia, el deber de prestar servicio militar obligatorio. En efecto, la sentencia C-728 de 2009 cambió la postura de la jurisprudencia constitucional sobre la objeción de conciencia en el ámbito militar teniendo en cuenta, de una parte, que su protección se encuentra avalada en la libertad de conciencia (Art. 18 de la C.P.) y la libertad de religión y de cultos (Art. 19 de la C.P.), y de otra, que su ejercicio no requiere un desarrollo legislativo específico. En consecuencia, refiere que, aunque no exista regulación legal se podrá invocar la objeción de conciencia como una causal para no prestar el servicio militar obligatorio, siempre que “las convicciones o creencias que den lugar a negarse a la prestación del servicio militar deben ser profundas, fijas y sinceras, para que sean de una entidad tal que realmente se encuentre amenazada la libertad de conciencia y de religión”. Por lo tanto, la Corte Constitucional precisó las condiciones, que de acuerdo con la sentencia constitucional, debe cumplir el objetor de conciencia frente al servicio militar obligatorio: a. En primer lugar, cabe resaltar que las convicciones o las creencias que son objeto de protección constitucional, tienen que definir y condicionar la actuación de las personas. Esto es, su 146 obrar, su comportamiento externo. No puede tratarse de convicciones o de creencias que tan sólo estén en el fuero interno y vivan allí, que no transciendan a la acción. En tal sentido, si una convicción o una creencia han permanecido en el fuero interno durante algún tiempo, al llegar el momento de prestar el servicio militar obligatorio, tal convicción o creencia puede seguir limitada a ese ámbito interno. No existe en tal caso, en principio, un deber constitucional de garantizar el derecho a no ser obligado a actuar en contra de su conciencia. b. En tal sentido, todo objetor de conciencia tendrá la mínima obligación de demostrar las manifestaciones externas de sus convicciones y de sus creencias. Es su deber, probar que su conciencia ha condicionado y determinado su actuar de tal forma, que prestar el servicio militar obligatorio implicaría actuar en contra de ella. c. Ahora bien, las convicciones o creencias que se invoquen, además de tener manifestaciones externas que se puedan probar, deben ser profundas, fijas y sinceras. d. Que sean profundas implica que no son una convicción o una creencia personal superficial, sino que afecta de manera integral su vida y su forma de ser, así como la totalidad de sus decisiones y apreciaciones. Tiene que tratarse de convicciones o creencias que formen parte de su forma de vida y que condicionen su actuar de manera integral. e. Que sean fijas, implica que no son móviles, que no se trata de convicciones o creencias que pueden ser modificadas fácil o rápidamente. Creencias o convicciones que tan sólo hace poco tiempo se alega tener. f. Finalmente, que sean sinceras implica que son honestas, que no son falsas, acomodaticias o estratégicas. En tal caso, por ejemplo, el comportamiento violento de un joven en riñas escolares puede ser una forma legítima de desvirtuar la supuesta sinceridad, si ésta realmente no existe. g. Por otra parte, aclara la Corte, que las convicciones o creencias susceptibles de ser alegadas pueden ser de carácter religioso, ético, moral o filosófico. Las normas constitucionales e internacionales, como fue expuesto, no se circunscriben a las creencias religiosas, contemplan convicciones humanas de otro 147 orden, que estructuran la autonomía y la personalidad de toda persona. h. Finalmente, basta señalar que hasta tanto no se considere un proceso especial, reglamentado por el legislador, las objeciones de conciencia que presenten los jóvenes, deberán ser tramitadas de forma imparcial y neutral, de acuerdo con las reglas del debido proceso, y, en todo caso, el derecho constitucional de objeción de conciencia, puede ser objeto de protección por parte de los jueces de tutela. Es decir, el amparo constitucional a través de la acción de tutela de las convicciones y creencias, bien sean de carácter religioso, ético, moral o filosófico, que impidan prestar el servicio militar obligatorio mediante la figura de la objeción de conciencia deben cumplir con los siguientes requisitos: i) tienen que definir y condicionar la conducta del objetor mediante manifestaciones externas y comprobables de su comportamiento; igualmente, deben ser ii) profundas; iii) fijas; y iv) sinceras. Para el caso concreto, revocó la sentencia proferida por la Sala de Decisión Penal del Tribunal Superior de Medellín, que resolvió negar la acción de tutela promovida por el señor Wilmar Dario Gallo Alcaraz, y en consecuencia, concedió la tutela de sus derechos fundamentales a la libertad de conciencia y a la libertad de cultos y religión. Como hecho importante a resaltar, la Corte Constitucional encontró que el Ejercito Nacional viene desconociendo la sentencia que señala expresamente que se debe aplicar la objeción de conciencia al servicio militar obligatorio frente al tema de la libertad de religión y de cultos, por ende ordenó al Ministerio de Defensa que, en cuatro meses, debe emprender una campaña de divulgación sobre la objeción de conciencia para la prestación del servicio militar obligatorio dirigida a todos los miembros de la Fuerza Pública y específicamente a los encargados del reclutamiento. 148 6.7 LA LIBERTAD DE CONCIENCIA Y DE RELIGIÓN EN LOS INSTRUMENTOS INTERNACIONALES La Convención Americana de Derechos Humanos precisa los contenidos del Derecho a la libertad de conciencia y de religión en su artículo 12, en los siguientes términos: • Toda persona tiene derecho a la libertad de conciencia y de religión. Este derecho implica la libertad de conservar su religión o sus creencias, o de cambiar de religión o de creencias, así como la libertad de profesar y divulgar su religión o sus creencias, individual y colectivamente, tanto en público como en privado. 1. Nadie puede ser objeto de medidas restrictivas que puedan menoscabar la libertad de conservar su religión o sus creencias o de cambiar de religión o de creencias. 2. La libertad de manifestar la propia religión y las propias creencias está sujeta únicamente a las limitaciones prescritas por la ley y que sean necesarias para proteger la seguridad, el orden, la salud o la moral públicos o los derechos y libertades de los demás. A su vez, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de Nacionaes Unidas, en su artículo 18 precisa: 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de tener o de adoptar la religión a las creencias de su elección, así como la libertad de manifestar su religión o sus creencias, individual o colectivamente, tanto en público como en privado, mediante el culto, la celebración de los ritos, las practicas y las enseñanzas”. 2. Nadie manifestar la propia religión o las propias creencias estará sujeta únicamente a las limitaciones prescritas por la ley que sean necesarias para proteger la será objeto de medidas coercitivas que puedan menoscabar su libertad de tener o adoptar la religión o las creencias de su elección. 149 3. La libertad de seguridad, el orden, la salud o la moral públicos, o los derechos o libertades fundamentales de los demás. El Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales de Naciones Unidad, en su artículo 13, el cual precisa: 1. Los estados en el presente pacto reconocen el derecho de toda persona a la educación. Convienen en que la educación debe orientarse hacia el pleno desarrollo de la personalidad humana y del sentido de su dignidad, y debe fortalecer el respecto por los derechos humanos y las libertades fundamentales. Conviene asi mismo en que la educación debe capacitar a todas las personas para participar efectivamente en una sociedad libre, favorecer la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y entre todos los grupos raciales, étnicos o religiosos y promover las actividades de las Naciones Unidas en pro del mantenimiento de la Paz”. 3. Los estados partes en el presente pacto, se comprometen a respetar la libertad de los padres y, en su caso, de los tutores legales, de escoger para sus hijos o pupilos escuelas distintas de las creadas por las autoridades públicas, siempre que aquellas satisfagan las normas mínimas que el estado prescriba o apruebe en materia de enseñanza, y de hacer que sus hijos o pupilos reciban la educación religiosa o moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones”... La Convención para la prevención y sanción de delito de genocidio, artículo 2, determina “en la presente convección se entiende por genocidio cualquiera de los actos mencionados a continuación, perpetrados con la intención de destruir total o parcialmente a un grupo nacional, racial o religioso …”. La Convención sobre los Derechos del Niño explicita: “Artículo 1.2. los Estados partes tomaran todas las medidas apropiadas para garantizar que el niño se vea protegido contra toda forma de discriminación o castigo a causa de la condición, las actividades, las opiniones expresadas o las creencias de sus padres, o de sus tutore o de sus familiares”. 150 “Art. 14.1. Los Estados Partes respetaran el derecho del niño a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión… “Art. 14.3. La libertad de profesar la propia religión o las propias creencias estará sujeta únicamente a las limitaciones prescritas por la ley que sean necesarias para proteger la seguridad, el orden, la moral o la salud públicos o los derechos y libertades fundamentales de los demás”. “Art. 30. En los estados en que existan minorías étnicas, religiosas o lingüísticas o personas de origen indígena, no se negará a un niño que pertenezca a tales minorías o que sea indígena el derecho que le corresponda, en común con los demás miembros de su grupo, a tener su propia vida cultural, a profesar y practicar su propia religión o emplear su propia idioma”109. La Convención del Estado de los Refugiados, en su artículo 4º, determina: “los estados contratantes otorgaran a los refugiados que se encuentren en su territorio un trato por lo menos tan favorable como el otorgado a sus nacionales en cuanto a la libertad de practicar su religión y en cuanto a la liberta de instrucción religiosa de sus hijos”. 6.8 LIMITES DEL DERECHO A LA LIBERTAD DE CULTOS En lo atinente a la libertad religiosa, como la libertad de expresar la religión o las creencias con actos de difusión o enseñanza y el derecho a la libertad de cultos, los cuales son elementos inseparables de la creencia y que se materializan en actos, ceremonias y practicas a través de las cuales se manifiesta la creencia en lo sobrenatural, se admite la libertad de participar o no en ellos. 109 OFICINA DEL ATO COMISIONADO DE LAS NACIONES UNIDAS. Convención sobre los Derechos del Niño. “Adoptada y abierta a la firma y ratificación por la Asamblea General en su Resolución 44/25, de 20 noviembre de 1989”. Consultado en [mayo 19. 2012]. Disponible en http://www2.ohchr.org/spanish/law/crc.htm 151 No obstante, y es lo referido a la operancia de sectas dañinas, la libertad de cultos tiene limitaciones constitucionales y legales, ya que las practicas no deben amenazar ni vulnerar los derechos de los otros, causar agravio a la comunidad, ni desconocer los preceptos que permiten la convivencia social. En consecuencia, la manifestación de la propia religión y las propias creencias está sujeta a “las limitaciones prescritas por la ley que sean necesarias para proteger la seguridad, el orden, la salud o la moral públicos o los derechos o libertades de las demás” (Convención Americana sobre Derechos Humanos o “Pacto de San José de Costa Rica: art. 12 numeral 3)”, ratificado por la ley 16 de 1972 y el artículo 18 numeral tres del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, ratificados por la ley 74 de 1968. Tratándose de la exteriorización de actos materiales en comunidad cumplidos en público o privado, son derechos que pueden ser suspendidos e incluso prohibidos, como se apuntó, por razones de seguridad, salud o moralidad pública (elementos tradicionales del orden público). Así mismo, pueden suspenderse o prohibirse si afectan los derechos de los demás o no cumplen con los deberes ciudadanos, con miras al equilibrio necesario entre la protección y ejercicio de los derechos humanos y el cumplimiento de los deberes ciudadanos. En lo atinente a los derechos de los demás, es claro que el ejercicio de los derechos humanos en general tiene como límites extrínsecos el que no se afecte el derecho de otras personas; mi derecho llegas hasta donde no vulnera o pone en peligro el derecho de los demás. Igual ocurre con el derecho a la libertad religiosa, ya que en su aplicación en su ejercicio no puede interferir con el derecho de otras personas de la misma religión o de otras expresiones de fervor o ideológicas. Así, respecto a los demás deberes de los ciudadanos, la Constitución Política Colombiana ordena, que las personas se deben: 1. Acatar la Constitución y la Ley (Constitución Política artículos 2, 4 y 95) 152 2. Responder por su infracción (Constitución Política artículo 6). 3. Cumplir con las obligaciones y deberes familiares (Constitución Política artículos 42, 44 y 46). 4. Respetar los derechos ajenos y no abusar de los propios (Constitución Política artículo 95.1). 5. Obrar conforme al principio de solidaridad social (Constitución Política artículos 1 y 95.2). 6. Respetar, obedecer y apoyar a las autoridades legítimas (Constitución Política artículos 4 y 95.3). 7. Defender y difundir los derechos humanos (Constitución Política artículo 95.4). 8. Participar en la vida política, cívica y comunitaria (Constitución Política artículo 95.5). 9. Propender al logro y mantenimiento de la paz (Constitución Política artículo 94.6). 10. Colaborar con el buen funcionamiento de la administración de justicia (Constitución Política artículo 95.7). 11. Proteger los recursos culturales y naturales y velar por la conservación de su ambiente sano (Constitución Política artículos 8.8 y 95.8). 12. Contribuir al financiamiento y los gastos del Estado. Por lo tanto, si se infringen con las expresiones materiales de las creencias religiosas o sudo religiosas los preceptos de orden público, los derechos de los demás y los deberes de los ciudadanos pierden su protección constitucional. En consecuencia, no todas las exteriorizaciones de actos materiales en ejercicio del derecho a la religión y el derecho al culto, están permitidas. Por ejemplo, si los ritos se realizan en vía pública y generan problemas de seguridad, pueden suspenderse; si a su vez los ritos rompen la calma de la noche y no permiten el descanso de los vecinos, pueden llegar a limitarse, y si las ceremonias incluyen la comisión de delitos, como se trata de las sectas dañinas, están por razones 153 obvias prohibidas y en manera alguna se atenta contra la libertad de cultos u objeción de conciencia, que es el derecho de toda persona de seguir su juicio o razón sobre la conformidad o inconformidad de un acto, toda vez que el acto puede ser o no religioso. En desarrollo de las libertades garantizadas por el artículo 19 de la Constitución Política, se expidió la ley 133 de 1994, para garantizar una sola libertad que se denomina “religiosa y de cultos”, dicha ley fue declarada exequible por parte de la Corte Constitucional, con la sentencia C-088 de 1994. La ley, entre otras cosas, consagra en forma más detallada que la Constitución, los derechos que comprenden la libertad religiosa y de cultos son ellos: 1. El derecho de profesar libremente las creencias religiosas o no profesar ninguna; cambiar de profesión; manifestar libremente su religión o la ausencia de las mismas o abstenerse de declarar sobre ellas. 2. De practicar individual o colectivamente en público o privado actos de oración o culto y no ser perturbado en su ejercicio. 3. De recibir sepultura digna y de observar los preceptos y ritos de la religión o creencias del difunto a las que expresare su familia. 4. De contraer, celebrar matrimonio y establecer familia conforme a su religión. 5. De no ser obligado a practicar actos de culto o recibir asistencia religiosa contraria a sus convicciones personales. 6. De recibir asistencia religiosa en donde quiera que se encuentre incluso en los lugares de detención. 7. De recibir e impartir enseñanza e información religiosa a quien desee recibirla; de recibir esa enseñanza o información o reusarla. 8. De elegir para sí o para los hijos menores educación religiosa y moral conforme a sus convicciones. 9. De no ser impedido por motivos religiosos para acceder a cualquier trabajo, para ejercerlo o para desempeñar cargos o funciones públicas. 154 10. De reunirse o manifestarse públicamente con fines religiosos y asociarse para desarrollar comunitariamente sus actividades religiosas (ley 133 de 1994: artículo 6o). De otro lado, debe anotarse que la ley 133 de 1994 en su artículo 5º dispuso: “No se incluye dentro del ámbito de aplicación de la presente ley las actividades relacionadas con el estudio y experimentación de los fenómenos psíquicos o parasicológicos, el satanismo, las prácticas mágicas o supersticiosas o espiritistas y otras análogas ajenas a la religión”110. La Corte Constitucional declaró exequible la norma y anotó: “El satanismo y las practicas mágicas o supersticiosas no pueden constituir expresión ni forma de la libertad de cultos, en cuanto por definición contradicen la idea de la divinidad, son esencialmente opuestas a la religión y, por ende, en ellas no puede ampararse nadie, como si hiciera ejercicio de un derecho constitucional, menos todavía si comporta violación o amenaza de derechos fundamentales. Así, pues si el estado encuentra que se llevan a cabo practicas de la índole mencionada, en contra de la integridad o la vida de las personas, no solamente goza del derecho sino que tiene la obligación de actuar para la protección efectiva de los derechos que pudieran resultar afectados111. De otra parte, en Colombia, la ley penal contempla varias descripciones de tipos en protección al sentimiento religioso. Con respecto a los tipos penales de 110 COLOMBIA. CONGRESO LA REPÚBLICA. Ley 133 de 1994. “Por la cual se desarrolla el Derecho de Libertad Religiosa y de Cultos, reconocido en el artículo 19 de la Constitución Política”. En: Diario Oficial Nº 41.369, de 26 de mayo de 1994, Art. 5. 111 COLOMBIA CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-088 de 1994. M.P. Fabio Morón Díaz. 155 protección, nuestra ley penal ha consagrado tradicionalmente tipos penales específicos relacionados con la libertad y la igualdad religiosa y la libertad de cultos, los que se ubican dentro del capítulo “de los delitos contra libertad individual y otras garantías”, el primer tipo es la asociación o el impedimento de cumplir o asistir a cultos. Esta acción no admite la culpa; el agente debe actuar con intención, por lo que es un delito de carácter doloso que puede llegar a presentarse incluso con dolo eventual. El bien jurídico protegido es el derecho de toda persona de cumplir o asistir a cultos de su elección, por lo que su protección tiene que ver directamente con la autonomía y libertades individuales y con el derecho al libre desarrollo de la personalidad. El segundo tipo penal es el impedimento o perturbación de la celebración de cultos. Como el anterior, requiere la intención del sujeto agente y admite cualquier modalidad de dolo. El bien jurídico protegido, es aquí la celebración de cultos. La tercera tipificación penal comprende dos conductas, la destrucción o ultraje públicos de objetos destinados a cultos o símbolos, y la injuria o agravio a los ministros de dichos cultos. Ambas se encuentran revestidas de intencionalidad, es decir, que son eminentemente dolosas. Los bienes jurídicos protegidos son el respeto a los objetos destinados a cultos y los símbolos, y el respeto a los ministros de los cultos. La cuarta y última tipificación la conforman, la profanación de cadáveres, la sustracción de restos humanos y la violación de sepulturas. Como todas las anteriores estas tres conductas son dolosas y no admiten la culta. El bien jurídico protegido es el respeto que merecen los restos humanos y tiene que ver con el derecho al reconocimiento de la personalidad jurídica, que se da desde la existencia del ser humano y su reconocimiento jurídico, hasta el derecho al respecto del descanso eterno. Es de añorar que durante la vigencia de este código pena, la conducta más grave fue la profanación de cadáveres; ya que era la única castigada con la prisión, mientras que las otras lo fueron con arresto y multas. Asimismo en el Derecho 100 de 1980, se mantuvo la gravedad de la profanación de cadáveres, las penas 156 fueron aumentadas sustancialmente y las penas mínimas se doblaron o triplicaron. Por otra parte, con la ley 23 de 1991, todas las conductas a excepción del irrespeto a los cadáveres a las que se le mantuvo la pena de prisión dejaron de ser delitos y se convirtieron en contravenciones especiales. Posteriormente, con la ley 599 de 2000, las conductas nuevamente se tipificaron como delitos (libro II título III, capítulo IX), donde la coacción o el impedimento de cumplir o asistir a cultos es la única conducta penada con prisión (de 1 a 2 años); las demás son penadas con multas, incluso el irrespeto a cadáveres. Estas reformas ponen de presente el cambio en el pensamiento del legislador, dirigido a dar mayor protección a la libertad individual, siguiendo la concepción personalista que caracteriza la constitución política de 1991, la cual a su vez reconoce, la primacía del derecho inalienable de la persona. Punibles que resultan insuficientes para el fenómeno sectario, imponiéndose en consecuencia, sugerir se debe legislar con el propósito de proteger de modo razonable la integridad de las personas a estos eventos, las sola justificación religiosa no debe ser suficiente para impulsar de manera sistemática estos casos, sin las debidas medidas de protección, en particular, en beneficio de los niños y de los jóvenes que de hecho son sujetos más vulnerables a esa clase de fenómenos. 157 CAPITULO VII EL CASO ESPECÍFICO DE LAS HEMOTRANSFUSIONES Existen grupos, como el de la Ciencia Cristiana que prohíben todo recurso a la medicina112; o como los Testigos de Jehová que rechazan la transfusión de sangre. El tema, que es uno de los más tratados en la jurisprudencia comparada, amerita un análisis un poco más detenido, por lo que hemos preferido darle un tratamiento a parte, puesto que se trata de uno de los problemas que ha debido enfrentar nuestra propia jurisprudencia. Lo haremos dando un amplio vistazo al derecho comparado, para entrar con posterioridad a estudiarlo en nuestro derecho Colombiano. Uno de los problemas jurídicos que más a menudo se ha suscitado en relación a la objeción de conciencia al tratamiento médico es el que se ha presentado en el caso de los Testigos de Jehová, que amparándose en su fe, rechazan ser tratados ellos, o bien sus hijos o familiares dependientes mediante transfusiones sanguíneas. Sin entrar en demasiada profundidad en el origen religioso de dicha objeción de conciencia, los Testigos de Jehová basan su rechazo a las transfusiones en la tradicional prohibición Hebrea de consumo de sangre contenida en diversos pasajes del Antiguo Testamento, así como del Cristiano Primitivo. Más allá de concebirla como una prohibición de origen higiénico, sanitario, entendible solo en el contexto en que fueron escritos dichos textos, la llevan hasta el extremo de considerar que cualquier tipo de transfusión en un “consumo” de sangre que como tal está proscrito por su religión. 112 Esta secta se conoce con el nombre de Christian Science, o también Church of Christ, Scientst. Fue fundada en Boston, en 1879, por Mary Baker Eddy. Según esta secta cualquier dolencia puede sanar exclusivamente mediante la oración, considerando ilícito el recurso a los tratamientos médicos de manera generalizada; tan solo algunos aceptan recibir analgésico para mitigar el dolor. 158 7.1 ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMERICA El tema ha sido tratado ampliamente por la jurisprudencia norteamericana la que ha ido afinando los criterios, distinguiendo diversos supuestos, con base a la relación de diversos principios que están en juego en torno a nuestro tema: por de pronto, el derecho al libre ejercicio de la religión contenido en la free exercise clause de la primera enmienda a la constitución hemos visto que desde antiguo el Tribunal Supremo Norteamericano ha indicado que la libertad de creer –freedom to believe es absoluta, pero que la libertad de comportamiento según las creencias - freedom to act es relativa y limitable por el poder público. Esta limitación es un principio debía responder a la necesidad de un peligro evidente e inminente para el interés público clear ant present danger-, pero la jurisprudencia ha evolucionado hasta la simple exigencia de un interés prevaleciente del estado. conpelling state interest, lo que obliga, en cada caso, a realizar un balancing test que determine cuál de los interés en juego predomina sobre el otro: si el derecho al libre comportamiento religioso o el interés público afectado. El segundo de los derechos en juego es el de los padres sobre la educación y el modo de vida de sus hijos menores, unido al derecho de ambos a practicar libremente su religión, derecho que admite limitación cuando está en juego el interés público del estado en relación con la vida, la salud y el bienestar de los menores, y la consiguiente autoridad que corresponde al estado como parens patriae, autoridad que puede ser ejercida por encima de la paterna cuando esos bienes están en peligro113. Un tercer derecho es el de “intimidad familiar o marital” 113 Particularmente importante en este sentido es la sentencia de la Corte Suprema Prince v. Massachusett, 321, U.S. 158, at 166 – 167 (1943) según la cual “ni los derechos de la religión ni los derechos de la paternidad están exentos de limitación. Cuando actúa en salvaguarda del interés general en el bienestar de la juventud, el Estado, como parens patriae, puede restringir el control de los padres … Su autoridad no es anulada simplemente porque los padres apoyan en la religión o en la conciencia su reclamación para controlar el modo de conducta del menor … El estado tiene un amplio margen de potestad para limitar la libertad y autoridad de los padres en materias que afectan el bienestar del hijo; y eso incluye, en cierta 159 que protege el ámbito familiar de decisiones frente a la intrusión de estado y, finalmente el derecho sobre el propio cuerpo que comporta la ilegitimidad de cualquier intervención médica sobre el cuerpo de un adulto sin el consentimiento de este. 7.1.1 La legitimidad de la imposición judicial de un tratamiento medico. El juego de los cuatro principios recién enunciados ha llevado a la jurisprudencia norteamericana a distinguir y dar respuesta a diversos supuestos que en síntesis son los siguientes: 7.1.1.1 Adulto capaz y sin hijos. La doctrina general podemos resumirla con las palabras de esta sentencia: Todo ser humano adulto y en sus facultades mentales tiene el derecho a determinar lo que debe hacerse con su propio cuerpo; y un cirujano que efectúa una operación sin el consentimiento del paciente comete assault - agresión- y, es por tanto, responsable por lo daños, eso es cierto, excepto en casos de emergencia, cuando el paciente ha perdido el conocimiento y es necesario operar antes de que pueda obtener su consentimiento114. Los hechos que dieron lugar a esta demanda fueron así: Mary E. Schloendorff fue asistida en el hospital por una dolencia estomacal, en donde se le descubrió un tumor fibroso. Los médicos que la atendían le explicaron la necesidad de proceder a un examen bajo anestesia para confirmar el diagnostico, lo que fue aceptado por la paciente quien, a su vez, se negó radicalmente a ser operada. En lugar del simple examen, y estando inconsciente por los efectos de la anestesia le extirparon el tumor. En el periodo post operatorio se le produjo una gangrena en el brazo izquierdo, lo que motivo la amputación de varios dedos y diversos días de extensión, cuestiones de conciencia y de convicción religiosa”. El primer dígito señala el volumen, el o los segundos las páginas, y el tercero, entre paréntesis, el año; las iniciales señalan el tribunal. 114 Caso Schloendorff v. Society of New york Hospital, 211 N.Y. 125, 1914. 160 intensos dolores. Posteriormente la señora Mary reclamó judicialmente una indemnización al hospital. Finalmente el hospital fue absuelto de la indemnización por considerar el Tribunal de Nueva York que, tratándose de una institución de beneficencia no había propiamente una relación laboral empresario trabajadorentre el hospital y el médico, siendo la responsabilidad tal solo de este último. La doctrina anterior, basado en el derecho al propio cuerpo, se refuerza en los casos en que el tratamiento médico es rechazado por una objeción de conciencia fundada en motivos religiosos, porque entra en juego, además, la libertad religiosa específicamente protegida por la primera enmienda constitucional. Una situación concreta fue la siguiente: Kathleen Melideo, casada, de 23 años de edad sufría una hemorragia uterina a consecuencia de una operación. El descenso del nivel de hemoglobina hacia previsible que fuera necesario, en un futuro próximo, realizar una transfusión de sangre. Esta posibilidad había sido expresamente rechazada, incluso por escrito, por Kathleen Melideo y por su marido, ambos testigos de Jehová. El hospital recurrió al hospital solicitando autorización para hacer la transfusión, si esta se estimara indispensable para salvar la vida de la paciente115. La Corte denegó la solicitud siguiendo el siguiente razonamiento: tras recordar la regla general fijada en Schloendorff, afirma que no pueden ordenarse judicialmente transfusiones de sangre contra los deseos de un adulto que las rechaza por sus creencias religiosas, en tanto no se pruebe la existencia de un compelling state interest que justifique la intromisión, pues de lo contrario la orden judicial violaría la free exercise clause de la primera enmienda. Ese “interés prevalente del estado” se daría cuando el Tribunal asume la responsabilidad de la tutela de un paciente que no es compos mentis, o bien, cuando se halla en peligro 115 Caso Matter of Melideo, 390 N.Y.S. Ed. 523, 1976. 161 el bienestar de los hijos, lo cual autoriza la imposición judicial de cuidados médicos necesarios para salvar la vida de una madre con hijos pequeños o, incluso,, la de una mujer embarazada. Pero en el caso concreto, no se daban ninguna de esas circunstancias: la enfermera era plenamente capaz no estaba en cinta y no tenía hijos. De allí que su decisión de no someterse a una transfusión debía respetarse incluso ante la certeza que moriría. 7.1.1.2 Adulto con hijos. La idea ya se adelantó en el caso recién visto Matter of Melideo: la importancia de asegurar a los hijos unas adecuadas condiciones materiales de vida, y el ambiente familiar necesario para su educación, se consideran un interés público suficientemente compelling como para neutralizar una acción en principio protegida por el derecho de libertad religiosa. “La cuestión aparece habitualmente incontrovertida para la jurisprudencia norteamericana que suele interpretar, además en sentido amplio la noción de “hijo dependiente”. Incluso se llega a ordenar la intervención quirúrgica sobre una madre embarazada con objeto de impedir la muerte del hijo no nacido que se derivaría del fallecimiento de la madre”. Una decisión, sin embargo, llevando casi al extremo la lógica del argumento, rechazó la petición de un hospital para practicar una transfusión de sangre a un miembro de la secta de los Testigos de Jehová116. Don Charles P. Osborne, varón, de treinta y cuatro años, casado, con dos hijos, había sido ingresado en el Cafritz Memorial Hospital de Washington, por sufrir diversas heridas y una hemorragia interna que le había originado un árbol al caer sobre él. Considerando imprescindible una transfusión, y al negarse a ello tanto el paciente como su esposa, el hospital solicitó a la Superior Court el nombramiento de un guardián a efectos de autorizar la transfusión en lugar de Osborne. Como la 116 Caso In re Osborne, 294 A. Ed 372, 1972. 162 petición fue denegada, el hospital recurrió a la Corte de Apelaciones del Distrito de Columbia. La Corte confirmó la sentencia anterior considerando dos cuestiones: i) Que el enfermo había rechazado la transfusión estando en plena facultades mentales y con un adecuado conocimiento de la situación, agregando la Corte que sus convicciones religiosas eran absolutamente firmes; y ii) que no podía estimarse que el interés de los dos hijos, aunque de corta edad, debiera predominar sobre la conducta religiosa, porque toda la familia estaba de acuerdo con su actitud y las relaciones familiares eran tan cercanas y cordiales que parecían asegurado tanto el sostenimiento material de los hijos como un adecuado ambiente familiar para su educación. Consecuente con este razonamiento, la Corte se mostró incapaz de concluir que la intervención judicial sobre los deseos y creencias religiosas del paciente esté garantizada por nuestro derecho”. Como corolario de lo anterior, tan solo decir que a pesar de la gravedad del paciente esté sano y fue dada de alta por el hospital. 7.1.1.3 Adulto incapaz. En situaciones de emergencia, cuando un adulto testigo de Jehová con hijos menores había rechazado una transfusión de sangre y había sido declarado legalmente incapaz, los jueces ordenaron la transfusión para salvar su vida, basándose en la responsabilidad que corresponde al estado como parens patriae. El planteamiento jurisprudencia sin embargo, es diverso, cuando se trata de supuestos en que el tratamiento médico no tiene por finalidad conservar la vida del paciente; en estos casos no resulta fácil apreciar la existencia de un compelling state interest que legitime la imposición de un tratamiento no expresamente consentido por el enfermo, aunque este haya sido declarado 163 incapaz. Hay casos en que dicha autorización ha sido dada, cuando los hechos muestran la acuciante necesidad de una operación para eliminar un grave malestar en un incapaz mental y no hay un pariente próximo que dé dicha autorización. Pero no todos los casos son claros, los Tribunales han acudido a la doctrina del substitued judgement cuya finalidad es determinar la opción que habría tomado la persona enferma si hubiera estado en sus facultades mentales. Un caso interesante en este sentido es el caso In re Boyd117. En marzo de 1977, Lucille Boyd, de 67 años de edad fue ingrasada por su hija en un hospital en circunstancias de emergencia: durante las últimas semanas se había comportado de manera irracional, y, en ocasiones, peligrosa. Desde su admisión en el hospital la conducta de la señora Boyd fue a menudo irracional e incoherente, agravada con abundancia de alucinaciones auditivas. Su estado oscilaba entre ser agresivo y cataléptico, e incluso llegó a negarse a comer durante tres meses, debiendo ser alimentada mediante sonda. Con un diagnostico confuso, se le recetó la administración de drogas psicóticas, con objeto de tranquilizarse y reducir el nivel de alucinaciones. Esta dama, sin embargo, al ser internada había manifestado que no aceptaría medición alguna como lo había hecho desde su vinculación, hacia un par de años, a la secta “Christian Science”. Como esa actitud se mantenía, el hospital inicio los procedimientos judiciales que culminaron con la declaración legal de incapacidad por enfermedad mental y su internación en un centro apropiado. La anciana apelo contra esta decisión, alegando su derecho de libertad religiosa protegido por la primera enmienda constitucional. 117 Ibíd., 403 A. 2d 744 (1979). 164 El Tribunal de Apelación del Distrito de Columbia fijó el problema así: se trataba decidir si, en ausencia de peligro para la vida una Corte Judicial puede ordenar la administración de sicofármacos a una persona declarada incapaz, cuando esa persona había rechazado, mientras tenía capacidad, cualquier clase de tratamiento medico basada en sus creencias religiosas. La solución a esta duda amplia y fundamentada parte con la afirmación que, salvo que se demuestre la existencia de un compelling state interest, la libertad religiosa reconocida por la constitución ampara el derecho del individuo a rehusar un tratamiento medico, incluso en situaciones de vida o muerte. Para el tribunal “la cuestión esencia es como la “incapacidad” de la persona afecta al ejercicio de los derecho contenidos en la primera enmienda”. Como en este caso falta el factor emergencia, que en algunos casos ha llevado a los Tribunales a infringir las convicciones religiosas del enfermo, surge así el interrogante de si es posible localizar “el mejor intereses” del incapaz sin tener en cuenta la oposición al tratamiento por motivos religiosos. La Corte entiende que en situaciones de no emergencia se debe realizar una deliberación que siga las pautas de la llamada doctrina del substitued judgement, es decir, el Juez debe intentar encontrar la decisión que habría adoptado el incapaz si hubiera tenido capacidad propia para elegir. Entiende el Tribunal que, aún cuando puede resultar algo ficticio, “es el único camino para prestar el debido respeto a la individualidad y dignidad de una persona -que mientras era capaz- ha expresado sus inequívocas, profundamente sentidas, e incluso sagradas preferencias, pero que ahora ya no tiene capacidad para decidir”. Como la solución no es simple, la Corte proporciona una serie de criterios, en lo que constituye, quizá, lo más interesante del fallo: por de pronto hay casos en que la situación es relativamente clara y, por ende, no ofrece mayor duda que el individuo había rechazado el tratamiento; ello ocurre cuando se dan las siguientes 165 tres condiciones: i) la persona, antes de su incapacidad, ha rehusado absolutamente los cuidados médicos por motivos religiosos; ii) los hechos muestran una fuerte adhesión a los principios de su fe iii) no hay evidencia de vacilación en el sujeto. Cuando se trata de casos menos claros, el juicio del tribunal debe tomar en consideración una serie de elementos: i) la naturaleza, intensidad y duración de la objeción de conciencia del paciente: debe precisarse si la objeción –suponiendo que es religiosa- responde a las creencias de una confesión fácilmente identificable en cuanto a sus postulados como los testigos de Jehová o la Christian Science-; si la actuación de la persona indica una firme convicción respecto a esas creencias, y si esa fe ha sido mantenida desde largo tiempo atrás quizá por tradición familiar- o si, por el contrario es más reciente, y fruto de una experiencia demostrable, como es un conversión religiosa, lo cual justificaría que esas creencias se estimaran como inequívocas. ii) Si la medicación que se rechace puede desencadenar defectos secundarios de suficiente entidad como la impulsar a un enfermo capaz mental a rechazarla por motivos no de conciencia. Iii) La posibilidad de curación o mejora: cuando el tratamiento no se dirige a salvar la vida bien porque es imposible, o bien como en el caso concreto, porque la vida no esta en peligro, es lógico pensar que hay menos razones para que una persona resuelva aceptar una medicación en contra de sus convicciones morales. La Corte sin embargo, no resolvió la cuestión sino que envió la causa para ulteriores procedimientos a la trial court que había resuelto en primera instancia para que fallara el asunto. No es difícil, sin embargo, entender que con los criterios proporcionados su fallo había sido favorable a la anciana. 7.1.1.4 Tratamientos médicos a menores. La regla general que, en los casos anteriores hemos visto que favorece a los mayores que plantean su objeción, tratándose de menores se invierte. “basándose en la doctrina establecida por el 166 tribunal supremo en Prince v. Massachussetts, los Tribunales norteamericanos consideran habitualmente que el interés del Estado en el bienestar de los menores de edad se presume que carecen de capacidad para decidir por si mismo en tema tan trascendente- predomina sobre la autoridad que poseen los padres en orden a acomodar la conducta de sus hijos a sus propias convicciones morales. Lo cual comporta que sea legítimo ordenar que se efectué un tratamiento o se suministre una medicación a un menor, contra el deseo explicito de los padres, siempre que se pruebe lo que constituye el lógico presupuesto del interés estatal: que abstenerse de actuar producirá un daño grave para esa persona. Punto clave por tanto, en esta clase de proceso, es la prueba del peligro de muerte o del grave perjuicio para la salud del menor”. Casos claros, en este sentido, son los que se refieren a objeciones de conciencia contra transfusiones de sangre en las que la vida del enfermo aparece amenazada de manera inmediata. En Staelens v. Yake, un Tribunal Federal declaró que no lesionada la free exercise clause una orden judicial por la que se había retirado a los padres la custodia de un hijo y confiado a un guardián, a los efectos de que este último prestara su consentimiento a una transfusión. De modo parecido, en People v. Labrenz, la Corte Suprema de Illinois afirmó que si los padres rehúsan permitir una transfusión de sangre necesaria para evitar la muerte del hijo o daños mentales permanentes, es niño debía considerarse abandonado y podía nombrarse una persona que autorizase la intervención. Interesante es el caso Muhlenberg Hospital V. Patterson por las afirmaciones hechas por el Tribunal en su sentencia. Geraldine Patterson, testigo de Jehová como su marido Donald, había dado a luz prematuramente un niño, tras 32 semanas de gestación , que padecía ictericia causada por incompatibilidad con la sangre de su madre. A los seis días del 167 nacimiento, el hospital acude a la Superior Court de Nueva Jersey solicitando un mandato judicial que permitiera efectuar una transfusión la que, de no practicarse, si bien no había peligro aparente para la vida del niño, sí existía un riesgo inmediato de daños cerebrales irreparables que le producirían un notable retraso mental. A pesar de la oposición de los padres, el mandato judicial fue expedido, considerando que el peligro para el hijo era grave y justificaba la interferencia en el ejercicio de la libertad religiosa de los padres. Entre los fundamentos jurisprudenciales, la sentencia cita textualmente un párrafo de la sentencia Prince: “Los padres pueden ser libres para ser mártires ellos mismos. Pero de ahí no se sigue que sean libres, en idénticas circunstancias, para hacer mártires a sus hijos, antes de que estos hayan alcanzado la edad de plena discreción de juicio, cuando pueden hacer esa elección por si mismos”. 7.1.2 Responsabilidad criminal de quienes permiten la muerte del objetor. Nos movemos ahora en un supuesto jurisprudencial diverso. Ya no nos encontramos con cuestionamientos a los tratamientos médicos, sino ante el hecho consumado de la muerte de un enfermo, objetos de conciencia, producida por no haberle sido prestados los cuidados médicos que hubieran sido necesarios para salvar su vida. La Jurisprudencia ha abordado dos problemas específicos: i) la pasividad ante el rechazo de la medicación por el fenómeno; y, ii) la colaboración en la negativa del enfermo a ser tratado. 7.1.2.1 Pasividad ante el rechazo de la medicación por el enfermo, People v. Robbins118. Pamela Robbins, mujer joven pero de salud frágil, sufría desde hacía años de epilepsia y de diabetes, lo que la obligaba a tomar diariamente medicamentos y dos inyecciones de insulina. Muchas veces había entrado en coma diabético ante lo cual su marido; Robert solicitaba ambulancia y la llevaba a 118 Ibíd., 83 A. D. 2d 271, p. 443. 168 la sección de urgencias del hospital. Esto, hasta que ambos entraron en una secta fundada y dirigida por un tal Jerome Stephanski, según el cual Dios sanaba cualquier enfermedad si se tenía suficiente fe, creencia que empezó a ser compartida por los Robbins. Durante una reunión religiosa, Pamela creyó tener una relevación en la que se le comunicaba que había sido curada, por lo que decidió interrumpir completamente su medicación, en lo que estuvieron de acuerdo su marido y el fundador de la secta, Stephanski. Como consecuencia de esta decisión, Pamela sufrió varios ataques, entró en estado de extrema debilidad y más tarde entró en coma diabético lo que le produjo la muerte sin que su esposo buscara asistencia médica. Iniciado proceso penal contra Robert Robbins, su esposo, por homicidio culposo y contra Stephanski, por complicidad, ambos fueron absueltos por la Niagara Country Court. El Ministerio Público apeló ante la Suprema Corte de Nueva York, la que confirmó la sentencia. La argumentación del Tribunal parte de la afirmación de que existe un debe material de procurar atención médica al propio cónyuge. El problema es definir cuando el quebrantamiento de este deber implica responsabilidad criminal. Según la Corte existe esa responsabilidad criminal cuando el cónyuge difunto esta desvalido de manera que no se haya en condiciones de poner por obra sus deseos o de realizar una elección racional de rechazo del tratamiento médico, situación que no se produce en el caso de Pamela, la que había tomado una decisión consciente de no recibir ayuda médica y de confiar exclusivamente en la intervención divina; incluso, poco antes de su muerte, rezaba junto a su marido, quien trataba de aliviar su malestar del modo más solícito. Todo lo cual significa, según la corte, que en este caso debía aplicarse la regla jurisprudencial, uniformemente aceptada, de que un adulto capaz tiene derecho a elegir si se somete o no a un tratamiento médico, salvo que su negativa comporte una amenaza para la vida o la salud de otras personas. 169 De allí que no cabía imputar delito alguno al marido ni a Stephanski, cuya responsabilidad criminal derivaba de la del marido119. 7.1.2.2 Actitud de colaboración en la negativa del enfermo de ser tratado medicamente: Commonwealth V. konz. El reverendo David G. Konz, pastor evangélico de 35 años, padecía de diabetes por lo que durante 17 años se había suministrado él mismo dosis diaria de insulina. En septiembre de 1973, con ocasión de su trabajo como profesor y capellán del United Wesleyan College, conoció a Stephen R. C. Erikson, estudiante de dicho centro, con quien traba una estrecha amistad basada en su común interés por temas religiosos, en marzo de 1974, tras una reunión religiosa, Konz expresó su decisión de no volver a tomar insulina, confiando en que Dios curaría su enfermedad, aunque aseguró tanto el presidente del College como a sus alumnos que controlaría cuidadosamente su estado y, de ser necesario, acudiría a la insulina, como de hecho hizo un par de veces. Quince días después, Konz, con el conocimiento y aprobación de su esposa, acuerdo con Erikon que rezarían juntos para ayudarle a resistir la tentación de recurrir al medicamento. La crisis se desencadenó un semana más tarde. Un sábado en la mañana, sintiendo Konz la necesidad del fármaco, fue a buscarlo al refrigerador de donde había sido sacado por su esposa quien se negó a proporcionárselo a pesar de su excitada insistencia. Cómo intentara recorrer la casa para encontrarla, Erikson le cerró el paso forzándolo a permanecer en su dormitorio donde los tres mantuvieron una larga conversación. Con Konz tratara de llamar a la Policía por teléfono, Erickon y la esposa del pastos inutilizaron el teléfono. Calmados finalmente los ánimos Konz utilizó el resto del día en diversas actividades, acompañado de su esposa, incluyendo la visita a un hospital para contratar una enfermera. A partir del sábado en la noche empeoró hasta morir el lunes en la 119 Navarro e alii (n.3) 916-17. 170 madrugada. En ningún momento posterior a la violenta discusión del sábado Konz trató de solicitar insulina; tampoco su esposa y Erikson hicieron nada por proporcionársela ni buscar ayuda médica. En un juicio con jurado Erikson, y la esposa del pastor fueron condenados por homicidio involuntario. Apelada esta sentencia, la Corte Suprema de Pennsylvania los absolvió. La argumentación de la Corte parte del hecho que un ser humano no tiene “obligación legal” alguna de socorrer a otra persona. Esa obligación surge solo cuando existe cierta relación entre ambos, como el padre hacia el hijo y en la relación matrimonial, pero, en ese último caso, solo en la situaciones en que uno de los esposos esta desvalido y no podría consiente o racionalmente rechazar la asistencia médica. En el caso del pastor no parece que su progresivo estado de agonía fuese intencionado o que fuera incapaz de pedir auxilios médicos por si mismo. Todo hace pensar por el contrario, en una decisión racional y consciente de rechazar la medicación y de confiar exclusivamente en la curación divida. La Corte pone de relieve que tras los violentos sucesos del sábado en la mañana, el pastor tuvo abundantes oportunidades para solicitar insulina y no lo hizo. Su marcha la hospital para encontrar a una enfermera que lo acompaño hasta su residencia, o la breve atención que dispensó a unos visitantes del domingo por la tarde. En cuantos a los sucesos protagonizados por su esposa y por Erikson el sábado en la mañana, no es posible establecer, según el Tribunal, una conexión causal entre estos y la muerte de Konz, quien murió por su propio mantenimiento racional de una decisión tomada en consciencia. Por lo mismo, no hay hechos que permitan determinar la responsabilidad criminal por negligencia de ambos. “De los casos Robbins y Konz, en consecuencia, pueden deducirse dos afirmaciones. Primera, que la omisión de la búsqueda de cuidados médicos para el propio cónyuge solo es punible cuando este se encuentra incapacitado, física o 171 mentalmente para conseguirlos por si mismo. Y segunda, que en esta clase de procesos – relativos a la responsabilidad pena- los motivos de conciencia tienen una importancia muy secundaria: lo verdaderamente relevante es que la persona haya rehusado someterse a tratamiento médico por una decisión racional y consciente”. 7.2 CANADA Y AUSTRALIA Se trata de dos países del área angloamericana que permite completar la visión que hasta el momento hemos dado al tema. En Canadá los principales conflictos se han producido en relación con la práctica de transfusiones de sangre a menores, cuando sus padres, por lo general Testigos de Jehová se oponen a ellas. No hay legislación federal al respecto, pero sí leyes provinciales que otorgan a las autoridades competencias para imponer forzosamente el tratamiento de transfusión sanguínea. Una de ellas es la Child Welfare Act de la provincia de Alberta, de 1984, sobre cuya constitucionalidad ya se ha manifestado la jurisprudencia. Un matrimonio de Testigos de Jehová apelaba contra una serie de órdenes judiciales de Provincial Court cuyo efecto había sido transferir la custodia de su hijo al Children’s Guardian, de manera que pudiera recibir transfusiones de sangre y otros tratamientos médicos que habían sido esenciales por los tribunales. El niño había nacido tras un periodo de gestación de 26 semanas, pesando tan solo 400 gramos. En cuanto a la conformidad de la citada ley con la Charter of Rigghts and Freedoms, se subraya que, en esta clase de situaciones, el derecho de la persona a la vida, libertad y seguridad reconocida por el art. 7º de la Carta, se refiere principalmente al derecho del niño a la vida. Y se entendiera que en ese artículo se incluye también el derecho de los padres a verse libres de la injerencia del 172 Estado, el interés en la vida del menor resulta prevaleciente al contratarse ambos derechos. De la misma manera, la protección de la vida del incapaz se impone también sobre la libertad de conciencia y de religión que ampara el artículo 2 de la Carta. Y tampoco puede sostenerse que las decisiones apeladas vayan contra el principio de igualdad reconocido en el art. 15 de la Carta, porque aquí los padres no son discriminados por causa de las creencias religiosas ya que la misma solución se aplicaría a todos los padres que se negaran a autorizar la prestación de servicios médicos esenciales a sus hijos. Situación similar de protección a la vida de los menores se ve en Australia, país en que esta materia se encuentra legislada en leyes de diversos estados de manera equívoca al punto que “difícilmente podría plantearse una demanda judicial en la materia con posibilidades de éxito”. Un ejemplo de ello es la Public Health Act del Estado de New South Wales, de 1992, en cuyo art. 39 B establece que un medico legalmente cualificado puede practicar una transfusión de sangre a un menor, sin el consentimiento de los padres, cuando se cumplen tres condiciones: i) Que los padres hayan denegado su autorización, o bien, en una situación de urgencia, no hayan podido ser encontrados; ii) que otro médico coincida con el primero en el diagnostico sobre el niño, en el que la transfusión es racionable y que es esencial para salvar la vida del enfermo; iii) que el médico en cuestión posea un experiencia previa en transfusiones y que se haya cerciorado que la sangre que va a inyectarse en compatible con la del menor. Si se dan tres requisitos, se considera que la transfusión se realizó con el consentimiento de los padres. En términos similares la Medical Practitioners Act de 1938, en su art. 48 B. 7.3 REPUBLICA FEDERAL DE ALEMANIA 173 El marco jurídico en que se mueven las sentencias que vamos a referir esta dado por algunos conceptos previos que la misma jurisprudencia ha ido definiendo. El Tribunal Constitucional ha definido la conciencia como “la decisión ética seria, es decir, la basada en las categoría de lo bueno o lo malo, que una persona toma en una cierta situación y siente como absolutamente obligatoria para sí, de manera que no pueda actuar contra ella sin un grave cargo de conciencia”. Precisando el alcance de la libertad de conciencia ante situaciones concretas, el mismo Tribunal precisa: El art. 4.1G.G. Garantiza al individuo un marco normativo de libertad, en el cual puede elegir aquél modo de vivir que responsa a su conciencia. Lo cual no solamente incluye la libertad interna de creer o no creer, sino también el derecho del individuo a orientar todo su comportamiento de modo concorde con su creencia y de actuar conforme a su convencimiento interno”. De modo que “no solamente son protegidas por la libertad de creencias convicciones de carácter imperativo, sino también convicciones religiosas, que incluyen la idea de que el mejor modo para actuar en cada situación sea reaccionar según ellas mismas, aunque desde fuera y objetivamente parezca que caben reacciones distintas de las convicciones religiosas. En caso contrario, el derecho fundamental de la libertada de creencias no tendría plena realización. En cuanto a los limites a esta libertad, según el mismo tribunal constitucional: solo los derechos fundamentales de terceros y otros valores de rango constitucional pueden, excepcionalmente, por la unidad de la constitución, limitar en ciertos aspectos los derechos fundamentales, siempre que sean limitados explícitamente por el texto constitucional. De modo que los conflictos que pueden producirse solamente pueden resolverse… Indagando que norma de rango constitucional tiene mayor importancia para el caso que concretamente ha de decidirse… La norma inferior pude restringirse solamente en tanto parase, lógica y sistemáticamente, imperioso, pero su alcance por lo menos en cuanto al fondo ha de ser respetado en todo caso”. Es por lo que puede concluir que el art. 4.1.G.G. 174 garantiza “a un a excéntricos y sectarios el libre desarrollo de su personalidad conforme a su conciencia subjetiva, mientras que no esté en contradicción con otros valores de rango constitucional y su comportamiento vaya a producir perceptibles perturbaciones en la comunidad o en los derechos fundamentales de terceros”. Visto el marco jurídico básico, vayamos a los casos concretos. El pronunciamiento jurisprudencial clave en materia de negativa de adulto de recibir una transfusión de sangre, teme al que se vincula la responsabilidad criminal del cónyuge teóricamente obligado a imponer su voluntad al otro que se niega recibir un tratamiento médico, es una sentencia del tribunal federal constitucional de 1971. Por una resolución del Juzgado Municipal de Geislinger/Steige (25 de septiembre de 1962) se condeno a 8 meses de prisión, por homicidio por imprudencia, a un adepto de la “Unión Religiosa de la Hermandad Evangélica” que no quiso interferir en la negativa de su esposa, d e la misma secta a recibir una transfusión de sangre necesaria para sobrevivir a un parto difícil. Cuando la esposa había dado a luz su cuarto hijo, la madrona que la asistía aconsejó llamar a un médico quien, ante la gravedad de la parturienta, aconsejó al esposo internar a su esposa en hospital para una transfusión de sangre. El marido se negó, explicando el médico que su mujer curaría sin ninguna transfusión porque basta dirigirse a Dios pidiéndole ayuda. El marido, sin embargo, se acercó a su mujer y la dejó en total libertad de decisión, pero le recordó el texto escriturístico según el cual “si uno está enfermo debe llamar a los ancianos de la comunidad para que recen por él, y la oración hecha con fe ayudará al enfermo”. La esposa se negó al tratamiento en el hospital y solicitó que viniera un Ministro de la secta para que rezara por ella. Poco después la mujer murió. La sentencia condenatoria se basa en que el marido “omitió su influencia como esposo al no intentar convencer a su mujer, reforzando además su postura negativa citando la enseñanzas de su comunidad”. 175 El Tribunal de Apelación lo declaró inocente, pero apelada esta segunda sentencia por el fiscal, el Tribunal Supremo de Stuttgart devolvió la causa al Tribunal de Primera Instancia por incorrecta interpretación de la ley. En la nueva sentencia, el Tribunal de Primera Instancia declaró al esposo culpable del delito de omisión de socorro debido, condenándolo a una multa de doscientos marcos o, en su defecto, a diez días de prisión. Al ser negada la revisión de esta sentencia por el tribunal supremo, revisión solicitad por el condenado, este recurrió de amparo ante el Tribunal Federal Constitucional, recurso que fue aceptado. Una primer afirmación del Tribunal es que “la libertad religiosa no es solamente garantizada a los miembros de las iglesias y comunidades religiosas reconocidas, sino también a los pertenecientes a otras colectividades religiosas menores (sectas) ya que la protección no depende del número de los miembros de una determinada comunidad religiosa ni de su relevancia social, sino que encuentra su fundamento en el principio de igualdad de iglesias y confesiones”. Supuesto lo anterior, la misma sentencia se refiere al campo de acción protegido por el principio de libertad religiosa: en un Estado en el que la dignidad de la persona es el máximo valor y que reconoce la libre autodeterminación de la persona como valor constituyente de la colectividad, en este Estado se garantiza la libertad de creencias al margen de intervenciones estatales, de forma que el individuo, puede elegir en modo de vivir que responsa a sus convicciones. De modo que la libertad religiosa es más que tolerancia religiosa, por ello abarca no solamente la interior liberta de creer o no creer sino la libertad externa de manifestar la fe, confesarla y extenderla. Lo que implica también el derecho del individuo de orientar todo su comportamiento según las enseñanzas de su fe y obrar según ellas”. La sentencia no ignora el principio de la libertad religiosa tiene sus límites, pero “solamente la constitución pude establecerlos … como la libertad de creencias no 176 tiene ninguna reserva legal para el legislador ordinario, no se la puede relativizar a través del orden jurídico general ni a través de una cláusula determinada … más bien se tiene que resolver cualquier conflicto que se produzca a través del orden de valores objetivos establecidos por la Constitución, y siempre en el marco de la unidad de este sistema de valores”. A la luz de esto, en el caso concreto, ¿se justificaba una reacción penal? La respuesta en negativa: “Quien actúa en una determinada situación conforme a sus creencias puede verse de hecho en conflicto con las opiniones morales dominantes en una sociedad y con las obligaciones legales que de ellas dimanan. Si con su actuación conculca un precepto penal, habrá que preguntarse, respecto al art. 4.1 G.G., si por las específicas circunstancias del caso, la penalización habría de aplicarse. Un actor de este tipo no se subleva contra el orden legal por falta de sentido jurídico. El bien jurídico protegido por la sanción penal lo quiere conservar también. Pero percibe una situación límite, en la cual la normativa general entra en conflicto con los dictados de su creencia personal, y el actor realiza la obligación: obedecer al dictado más importante el de su creencia. Objetivamente habría que condenar esta decisión si nos atenemos a los juicios de valor que denominan en la sociedad. Sin embargo, en este caso tal decisión no puede reprocharse a su autor, aplicándole la medida más vigorosa de que la sociedad dispone, es decir, el derecho penal. Una sanción penal – independientemente de su grado- no es en este caso una sanción adecuada respecto de ningún aspecto de sus fines (retribución, prevención, reincorporación social del actor, etc.). La obligación que recae sobre todo poder público de respetar las convicciones personales en sus más amplios limites (art. 4.1.G.G.) Tiene como inevitable resultado un retroceso del derecho penal en aquellos supuestos –como es el contemplado en los que existe un conflicto entre una obligación legal… y el dictado de las creencias… en este caso la sanción penal – que le clasifica como delincuente- sería una reacción social demasiado dura y que vulneraria la dignidad humana”. 177 Pero además el Tribunal tiene en cuenta otros datos: por un lado “no se puede exigir penalmente que dos personas de idénticas creencias influyan una sobre la otra para desistir de una decisión arriesgada basada en la misma fe”. Po otro “el recurrente tampoco tenía la obligación de suplir con su obligación la de su mujer, lo que hubiera sido necesario si ella no hubiera podido decidir por si misma. Sin embargo, su decisión de rechazar el tratamiento hospitalario se basaba en su propia libertad de acción protegida por el art. 2.1.G.G... Y tal libertad estuvo, hasta el último momento y en todo el espacio de tiempo relevante para el derecho penal bajo el libre y claro control de su voluntad”. Por último la sentencia aborda el tema de los hijos menores los cuales debieron haber hecho que el marido, precisamente por sus obligaciones hacia ellos, actuara más vigorosamente para suplir la negativa de su esposo. La sentencia detecta inicialmente esta obligación, pero inmediatamente añade que el marido no quiso en ningún momento “quitar a sus hijos la madre”, sino justamente lo contrario, pues para él “la oración era el camino más efectivo para evitar este resultado”. Concluye que “sus obligaciones para con sus hijos no van tan lejos… como para no abordar la línea de conducta que subjetivamente consideraba con más posibilidades de éxito”, es decir, la que otorgaba prevalencia a la oración sobre el tratamiento médico. Incluso, aunque los generalizados puntos de vista morales en la sociedad actual hubieran exigido optar por ambos caminos a la vez (oración y tratamiento) “si esto no le era posible al recurrente a causa de sus arraigadas convicciones religiosas, entonces no esta justificado proceder contra él penalmente”. 7.4 ITALIA El marco legal Italiano está dado primeramente por el artículo 32.2 de la Constitución en el que se establece que “nadie puede ser obligado a un 178 determinado tratamiento médico sino no es por disposición de la ley”, añadiéndose “que la ley no puede en ningún caso violar los límites impuestos por el respeto a la persona humana”. Estas normas constitucionales se complementan con el artículo 1 de la ley 180 de 13 de mayo de 1978 según el cual “la tutela de la salud física y psíquica debe ejercitarse dentro de los límites de la dignidad y libertad de la persona humana”, artículo que en su apartado 5º establece que los tratamientos sanitarios obligatorios “deben ser acompañados de iniciativas dirigidas a asegurar el consentimiento y la participación de la parte que viene obligada a ella”, si bien tales limites no siempre se configuran como condición sine qua non para la imposición del tratamiento, con todo, las transfusiones de sangre en caso de un adulto consiente solo puede edificarse sobre la base de su libre consentimiento. Distinto es el caso de los menores o incapacitados. En estos casos, la doctrina es concorde en afirmar que el equilibrio entre el derecho a la libertad religiosa y el bien de la vida de un menor debe resolverse a favor del segundo, siendo este último, en el contexto del sistema constitucional, el valor principal en cuanto no derivado, sino originario y fundamental. El caso más patético de los pocos que ha conocido la jurisprudencia Italiana es el de la niña Isabella Onida. Nacida en 1967 en Cerdeña, en el seno de una familia de humilde condición. A los siete años de edad, empezó a presentar síntomas preocupantes que hicieron a sus padres llevarla a un hospital en donde se le diagnosticó una anemia mediterránea de especial gravedad, enfermedad que exige periódicas transfusiones de sangre para que el paciente se mantenga con vida. Al principio y hasta 1979 sus padres, que eran católicos, no se opusieron a dichas transfusiones y la niña la recibió periódicamente, pero los padres de la niña entraron a la secta de los Testigos de Jehová y desde entonces se opusieron a dichas transfusiones. Entre junio de 1978 y julio de 1980, la aptitud decidida del hospital, con cierto apoyo de las autoridades municipales y judiciales, hicieron 179 posible que la niña recibiera alguna otras transfusiones, si bien no todas las que debía haber recibido. El 1º de julio de 1980 los padres, convocados por los carabineros, reconocieron que la niña no recibía transfusiones de sangre desde el 13 de marzo de ese año. En la mañana del día de 2 de julio se presentó un guardia urbano a la casa de los padres de Isabella, quienes se negaron a entregar a la niña, lo que hizo necesaria la presencia del comandante de la policía. Todo esto hizo retrasar el viaje y la niña llegó al hospital en estado preagónico, de manera que no obstante la transfusión de urgencia que se le practicó, la niña murió a las siete de esa tarde. La documentación médica indica que en el momento de su ingreso en el hospital, Isabella estaba en condiciones de anemia agudísima, con síntomas de grave insuficiencia cardiaca, y que la muerte le sobrevino por la insuficiencia provocada por la anemia. Al momento de su muerte Isabella tenía 13 años. Iniciado un juicio penal contra los padres de la niña, ambos fueron condenados en primera instancia a 14 años de reclusión, como responsables de homicidio agravado por ser cometido en la persona de un descendiente, y declarando inaplicable la atenuante de los motivos de particular valor moral o social del art. 62.1 del Código Penal, aunque los padres habían actuado para no violar una prohibición religiosa del culto de los Testigos de Jehová. La sentencia de segunda instancia confirmó la de primera, asiendo aplicable, sin embargo, dicha atenuante y reduciendo la pena de prisión a diez años. Casada esta sentencia y reenvidada a un Tribunal de Roma, este condenó a los padres de la menor a 3 años y 8 meses de reclusión, excluyendo el homicidio doloso y apreciando culpa y negligencia gravísima. Otros supuestos jurisprudenciales se refieren a reclamos de padres de menores a quienes se les ha practicado, previa orden judicial, tratamientos sanitarios hemotransfusionales, no obstante la negativa expresa de los padres, miembros de la secta Testigos de Jehová. 180 Una de dichas sentencias120 contempla el caso de los padres de una menor de edad hija legítima sobre las que ejercían patria potestad que recurren ante el tribunal administrativo regional de Lassio pidiendo la anulación de una orden del alcalde de Roma por la cual, ante la negativa de los padres, basada en convicciones religiosas, de que se imponga a la menor una transfusión de sangre con carácter de urgencia, dispuso la ejecución obligatoria del tratamiento sanitario. La sentencia confirmó la validez de la orden del Alcalde, pero no condenó en costas a los recurrentes entendiendo que sus motivaciones entraban en el más amplio campo de tutela de la persona en la que se incluyen la observancia de los preceptos de orden religioso. La situación varía, sin embargo, cuando se trata de tratamientos a personas adultas. En estos casos, como lo hemos adelantado, la protección se dirige al paciente que no desea el tratamiento. A un paciente adulto, por orden del Alcalde de Roma se impuso una transfusión de sangre necesaria para su supervivencia, a la que tanto él como su esposa, ambos Testigos de Jehová, se habían opuesto por escrito; una vez realizada la transfusión, el paciente reclamó oralmente. Posteriormente falleció. La viuda recurrió contra la orden del alcalde, que había sido dictada conforme a la ley del 23 de diciembre de 1978, número 833, en cuanto las condiciones del paciente hacían necesaria la transfusión. El Tribunal invalidó ex post la orden alcaldicia, haciendo presente que “cualquier tratamiento previsto como obligatorio en abstracto por la ley –y en el supuesto contemplado, no existe ninguna previsión para las transfusiones de sangre y para 120 COLOMBIA TRIBUNAL CONSTITUCIONAL. Sentencia del 8 de julio de 1985. (octubre – diciembre 1985) 998-1001. Cf. Navarro et alii (No. 3) 943-44. 181 la conexa hospitalización obligatoria- no puede en ningún caso infringir los derechos inviolables de la persona humana”. Entre estos, asume particular relevancia el de la fe religiosa que incluye en el concepto de profesión, no solo el aspecto interno del culto, sino el derecho a vivir y obrar observando los preceptos religiosos, con el único límite de las buenas costumbres y de la observancia de los otros deberes inderogables que establece la constitución. De ahí que el alcalde no puede imponer al paciente la transfusión rechazada por sus convicciones religiosas, “porque se trata de un poder que encuentra un límite insuperable en la obligación al respeto de la persona humana y de sus derechos inviolables”. Y el mismo Tribunal que dictó la sentencia anterior en otra de las misma fecha, establecía que, tratándose de adultos, eran solos ellos los que podían hace valer su aceptación o rechazo a los tratamientos y no otras personas, por ser un derecho personalísimo. Supuesta, por cierto, su capacidad. En el caso se trataba de los padres y herederos de un hijo mayor de edad, fallecido que pretendían anular la orden del Alcalde de Roma por la que su hijo había sido obligado a recibir una transfusión sanguínea. Alegaban los padres que al ser testigos de Jehová podrían rechazar por motivos religiosos la transfusión de sangre. Según el Tribunal, La acción orientada a declarar la legitimidad del tratamiento sanitario por violación de un derecho inherente a la persona, como es la de profesar una fe religiosa, tiene carácter personalísimo y puede, por tanto, ser ejercitada solamente por el sujeto interesado, si es mayor de edad y capaz, con exclusión de sus padres y herederos … el paciente, en ausencia de una norma con rango de ley que prevea la posibilidad de un determinado tratamiento sanitario obligatorio … es el único que puede manifestar su consentimiento o negativa al tratamiento, y, por consiguiente, a ser valer ante la autoridad judicial competente su propia voluntad. Tal 182 voluntad no puede ser suplica por la de los padres o parientes, cuando el paciente es mayor de edad, de modo que ninguna otra persona está legitimada para hacer valer esta personalísima posición del paciente, en lo referente a la elección del tratamiento sanitario o a su rechazo, pudiendo tan solo socorrer el estado de necesidad… el médico que actué cuando el paciente no esté en condiciones de pronunciarse. La mayoría de la doctrina se oriente en el mismo sentido de l a jurisprudencia que acabamos de ver, concluye que, cuando se trata de mayores capaces “no estando previstas como obligatorias (las transfusiones de sangre) por alguna disposición de ley pueden practicarse con el válido consentimiento del interesado”. Otros autores sin embargo, en todo caso una minoría, basándose en el inciso primero del artículo 32 de la constitución italiana, han subrayado que la tutela de la salud constituye también un interés de la colectividad, de manera que no puede ser circunscrito a una órbita exclusivamente individual, constituyendo un derecho subjetivo “perfecto”, totalmente puesto a la disponibilidad de su titular; de donde se concluye la posibilidad de delimitar “la libertad religiosa o, en sentido amplio, de conciencia, cuando la modalidad de ejercicio de determinados cultos constituye un atentado a la salud de los propios prosélitos”, porque la libertad religiosa ha de considerarse un valor secundario respecto al derecho a la salud. En suma, la doctrina mayoritaria entiende que la decisión de privilegiar un valor constitucional garantizado como es el de la libertad religiosa por sobre otro valor igualmente garantizado por la Constitución, cual es el derecho a la vida, se consiente, cuando se refieren a un único sujeto válida y plenamente titular de ambos derechos, pero no es lícita cuando incide en el derecho de otros sujeto, sin importar si es mayor o menor de edad. El mismo criterio habrá que aplicar en aquellas hipótesis respecto de las que no hay jurisprudencia en que los fieles de un movimiento religioso rechacen del todo cualquier tratamiento médico el caso ya mencionado de la iglesia cristiana- o, 183 como sucede con algunos adeptos de sectas orientales, que practican ayunos particularmente severos, se privan del sueño, recitan ininterrumpidamente plegarias con una repetitividad que, en opinión de algunos, están destinadas a minar sus salud mental, o se someten voluntariamente a tratamientos o practicas que pueden tener efectos negativos en su salud o integridad física. Con todo, esta extensión, como el mismo Ferrari lo pone de relieve, no está exenta de problemas porque puede abrir el camino a situaciones de cierta gravedad, como las lesiones que un sujeto pueda infligirse o infligir a otro, en obsequio de un precepto religioso, hipótesis no del todo desconocida como el caso de heridas frecuentes entre fieles de más de una religión ya practicada en occidente. El tratamiento jurídico que puede darse a este tema está dado, en el ordenamiento Italiano por el art. 5º del Código Civil que excluye actos de disposición del propio cuerpo que sean contrarios a las leyes, al ordenamiento público, a las buenas costumbres o que impliquen un disminución permanente de la integridad física; tratándose de sujetos mayores de edad, sin embargo, se podría hacer un prudente y limitado recurso al artículo 50 del Código Penal que excluye el castigo de la persona que lesiona un derecho de otra con su consentimiento, cuando la primera puede disponer válidamente de dicho derecho. Esta norma, empero, no puede encontrar aplicación tratándose de menores de edad. Se presenta entonces, el problema de la circuncisión. Ferrari entiende que habría que distinguir si se trata de circuncisión de otras heridas. Pues hay motivos para aceptar la primera, no así la segunda: la modestia de la lesión, el que tal práctica se reconduce a motivos higiénicos y sanitarios, la consolidación pluricelular de una costumbre que ya no resulta hostil; estas razones no podrían alegarse respecto de otro tipo de lesiones que, consiguientemente, habría que considerar no consentidas. 7.5 FRANCIA 184 Tratándose de mayores de edad, la materia no está legislada. Tan solo el Código de Deontología Médica dispone en su art. 7º que la “voluntad del enfermo debe ser respetada siempre, en la medida de lo posible, cuando el enfermo, por razón de su estado de salud, no puede expresar su voluntad, sus parientes deben ser prevenidos e informados salvo urgencia o imposibilidad”. La doctrina francesa, sin embargo, cuando se plantea la negativa de un adulto a recibir transfusiones de sangre por motivos religiosos especialmente la de los Testigos de Jehová, se muestra proclive a una acción medica orientada a imponerla cuando peligra la vida del paciente, en este sentido se sitúa el comentario medico oficial al artículo 7º recién transcrito. Comentario, según el cual, cuando la transfusión no es indispensable se abstendrá de aplicarla, pero cuando la vida del paciente está “real o inmediatamente amenazada se comprende que el médico no queriendo ser cómplice de lo que se considera una aberración criminal, haga lo que está de acuerdo con su conciencia y bajo su responsabilidad”. Un caso que aborda un tema hasta ahora no tratado es el siguiente: Producido un accidente automovilístico la víctima fue llevada a un hospital en donde el médico que lo atendía constata una hemorragia interna que hacía necesaria una transfusión de sangre. Como el paciente se rehusó, por ser testigo de Jehová el médico se abstuvo y el paciente murió. El responsable del accidente fue condenado penalmente por delito de homicidio involuntario y civilmente condenado a pagar una indemnización a la viuda e hijos, indemnización que fue reducida en su cuantía por “no constar claramente si el desenlace fatal se hubiera podido evitar, si el accidentado hubiera aceptado los tratamiento y cuidado que su estado exigía”. Apelada esta sentencia alegando el recurrente que no tenía ninguna obligación de pagar indemnización a los parientes del fallecido, porque éste había rechazado la posibilidad de sobrevivir negándose a la transfusión el recurso fue rechazado, aumentándose el monto de la indemnización porque “no hay ninguna razón que permita afirmar 185 que el accidentado hubiera salvado su vida en el supuesto de haberse producido la transfusión”. La Corte casó esta sentencia de apelación entendiendo que la motivación de la misma no había justificado adecuadamente “si la víctima, por su culpa, se ha visto privada de una posibilidad de mejora o supervivencia, no aceptando, a sabiendas, los cuidados que necesitaba. Esta falta debe tenerse en cuenta para la reparación del perjuicio, ya que ha concurrido en la realización del daño”. En otras palabras como lo entienden los autores a quienes seguimos en estas consideraciones la corte estimó una suerte de compensación de culpas. A lo anterior se agrega la aceptación por parte del médico de la negativa del accidentado, Savatier, comentando este fallo, se pregunta si los herederos de la víctima no podrían haber exigido responsabilidades al médico por haberse abstenido de someter al paciente al tratamiento que él mismo consideraba necesario. Savatier no responde la pregunta que él mismo formula, “pero el propio hecho de planteársela ya es sintomático de la definida orientación de un sector doctrinal francés”. En el caso de menores de edad la solución jurídica claramente se oriente a la aplicación del tratamiento, tanto si la necesidad de imponer la transfusión se produce en caso de urgencia sin la presencia de los padres del menor, como si el supuesto acaece estando presente los padres. En efecto, en caso de ausencia de los padres aunque haya certeza de que éstos se opondrán a la transfusión por razones conciencia, el médico debe tomar y ejecutar las decisiones que le dicte su conciencia profesional. Más frecuente es la oposición de los padres al tratamiento médico por razones de conciencia ante el requerimiento medico. Cuando una decisión conjunta de los padres atente contra la salud del menor el artículo 375 del Código Civil, indica que 186 el médico lo pondrá en conocimiento del Procurador de la República, el cual prevendrá al Juez tutelar, quien transferirá la guarda del menor a alguna persona apta para tomar las medidas de urgencia necesaria, normalmente en médico que atiende al menor aunque los tramites parecen engorrosas la actuación suele ser expedita. Un menor había sido víctima de un accidente de motocicleta. Llevado al hospital, se vio la necesidad de una transfusión sanguínea. El padre que trabaja en el mismo hospital y era testigo de Jehová se opuso. Los médicos telefonearon a la comisaria más cercana, que inmediatamente entró en contacto con el fiscal de guardia, este informo al juez titular, que transfirió l aguarda del menor al médico jefe. La transfusión se hizo mientras la policía impedía la intervención de los familiares. Las decisiones las toma el Juez, pero en casos de urgencia el Procurador de la República está autorizado para tomarlas él, bajo su responsabilidad, debiendo comunicarlas dentro de ocho horas al juez competente para que las ratifique o modifique. 7.6 ESPAÑA Pocas son las sentencias que se han dictado en España sobre el tema que nos ocupa, razón por la que ha sido la doctrina la que más se ha enfrentado al mismo, con todo, la poca jurisprudencia existente, aborda un aspecto del problema que hasta el momento no hemos visto, en concreto, la responsabilidad del Juez que ordena la transfusión. 7.6.1 Responsabilidad del Juez que ordena el tratamiento. Un matrimonio adepto a la secta de los Testigos de Jehová se opuso firmemente a que su hija menor de edad se le impusiera tratamiento médico hemotransfusional, no 187 obstante, que de no hacerlo, la vida de la niña corría serio peligro si no se hacía el tratamiento con urgencia. El equipo médico requirió al Juez de servicio de guardia quien ordenó que se practicara a la transfusión, desoyendo los argumentos religiosos de sus padres. Con posterioridad, estos presentaron querella de ante juicio contra el Juez. El tribunal supremo rechazó la querella, aduciendo como fundamento que el derecho de patria potestad no podía extenderse a la menor que se encontraba en situación de inminente peligro de muerte, de modo que la actuación del Juez de guardia había sido ajustada a derecho sin que se atentara contra su derecho de libertad religiosa. Tema diverso es cuando el Juez ordena dicha transfusión a un adulto capaza contra su consentimiento. Una mujer perteneciente a la secta de los testigos de Jehová ingresó a una residencia sanitaria, donde los médicos prescriben una operación urgente, la que se hizo con conocimiento y aceptación de los médicos de la oposición de la paciente de que se le practicaran transfusiones de sangre. Después de la operación, el médico encargado de la vigilancia del post operatorio solicitó del marido de la enferma una declaración exonerándolos de responsabilidad por las consecuencias negativas que podrían derivarse por la falta de transfusión, declaración que fue firmada por el esposo y la paciente. Con todo, el médico jefe de los servicios de guardia comunicó al marido la necesidad de realizar a su esposa una transfusión de sangre, como el esposo se negó, el médico solicitó autorización judicial la que le fue comunicada telegráficamente. Para poder ejecutarla debió intervenir la policía que no obstante comprobar personalmente la total lucidez de la enferma y su rotunda negativa a la transfusión, ordenó que ésta se hiciera. Una vez recuperada, la mujer presentó ante juicio contra el Juez por estimar que había cometido éste un delito contra la libertad humana en general y 188 contra la libertad religiosa, este último según el antiguo artículo 205 del Código Penal Español. El Tribunal Supremo exoneró de responsabilidades al Juez, entendiendo que el Juez actuó conforme a derecho en el conflicto de normas que protegen, por un lado, las convicciones religiosas de la querellante y por otro, su propia vida: El Juez actuó así, correctamente al valorar como interés preponderante el de la vida de la paciente. Otro supuesto similar, si bien con resultado de muerte es el siguiente: A una mujer se le sugirió, por parte del equipo médico que la atendía la conveniencia de una transfusión de sangre para resolver diversos problemas hemorrágicos derivados de un parto previo. Ella se opuso y lo mismo su esposo, alegando ser ambos Testigos de Jehová. Se pidió entonces, al correspondiente, juzgado de guardia la autorización para hacer la transfusión la que fue concedida. Sin embargo, no obstante, haberse practicado la transfusión la paciente murió. Su marido viudo presentó querella ante juicio contra el Juez autorizante, pero ella fue rechazada con idéntico argumento al anterior. Esta tendencia jurisprudencial del Tribunal Supremo ha sido respaldada si bien indirectamente, por el Tribunal Constitucional. 7.6.2 Responsabilidad Penal del que impide el tratamiento a otro. Un juicio criminal diverso a los anteriores se plantea en torno a la responsabilidad penal de un Testigo de Jehová que impide, de hecho, la hemotransfusión de un correligionario, ocasionándole la muerte. 189 Una adepta de esta secta había sufrido una intervención quirúrgica aplicándosele plasma, lo que también se estaba haciendo en el post operatorio a través de un catéter, otro adepto del grupo hizo presente al equipo médico la circunstancia de ser la paciente testigo de Jehová y, por ende, lo inadecuado que era hacerle este tratamiento. En un momento de descuido de la enfermera, el sujeto arrancó el catéter del brazo de la paciente produciéndole una hemorragia lo suficientemente prolongada como para ocasionarle la muerte por shock hipovolémico. El Tribunal de segunda instancia de Melilla condenó al acusado como autor del delito de imprudencia temeraria con resultado de muerte. Pero el tribunal supremo modificó la calificación por la agravada de homicidio, considerando probado que el comportamiento del acusado había causado la muerte y que éste conocía los posibles efectos de su acción, por lo que aprecia dolo penal en su conducta. Declaró no relevante el consentimiento de la víctima ni la alegación de actuar en ejercicio de derecho de libertad religiosa, afirmando el carácter superior e indisponible del derecho a la vida. No obstante, tiene en cuenta otras causas que atenúan la responsabilidad criminal del acusado y, consiguientemente, rebajan la pena. En concreto, el Tribunal Supremo entendió que la fuerza de las convicciones del sujeto y de obrar según conciencia llevaban a aplicar la atenuante de arrebato con el carácter de muy calificada, habida cuenta de su grado de excitación en el momento en que ocurrieron los hechos, “porque, según el tribunal, el dogmatismo y la rigidez de los esquemas morales quedan en la indicada opción religiosa, un valor absoluto al consent8imiento, con preeminencia de la libertad de conciencia sobre el derecho a la vida, y un ferviente y radical altruismo, conformado por dichas creencias, que autoriza a poner en riesgo o sacrificar la vida de los fieles por razones trascendentes que surgen de una particular exégesis de los textos sagrados, pueden conducir y de hecho conducen, a una ofuscación del raciocinio y la pérdida del pleno dominio de la voluntad, aun estado pasional caracterizado por el disturbio psicológico derivado 190 del aludido orden de valores que merman o recortan la capacidad de culpabilidad del sujeto”. 7.6.3 La doctrina. Dejando de lado la jurisprudencia en la doctrina española ha sido Hervada “quien con mas vigor, y desde una perspectiva eclesiástica en su referencia al derecho fundamental de libertad religiosa se ha enfrentado con la cuestión objeto de análisis”. En síntesis, la posición deontológica más compartida “es la del respeto en todo caso- a la voluntad del adulto capaz cuando sus convicciones religiosas le llevan a rechazar un tratamiento médico, aun cuando sea necesario para su vida. Sin embargo, en el caso de menores o incapacitados los términos se invierten pues entonces hay que remitir a la decisión judicial la resolución del problema”. A conclusiones similares, si bien por otra vía, en concreto, argumentos de derecho vigente tras la entrada en vigencia del nuevo código penal (1995), llega Vicenta Carvello para quien “el derecho a la libertad religiosa reconocido constitucionalmente ampara los testigos de Jehová a rechazar las transfusiones sanguíneas, cuando puedan expresar su consentimiento libremente y tengan capacidad de voluntad. Ello se debe a que las transfusiones como exponente de tratamiento medico requiere la voluntad del paciente, sujeto que tiene el derecho a tener un tratamiento alternativo cuando sus creencias le impidan admitir la transfusión”. Consecuencia de la anterior, según esta autora, si se llega a cabo al hermotransfusión ejerciendo fuerza material sobre el paciente el médico que lo hace “comete un delito de coacciones en la medida en que está obligando al paciente a efectuar algo que no desea y que es indiferente que sea justo o injusto, teniendo en cuenta que no solo hay un ataque a su libertad sino a lo más hondo de la dignidad humana al obligar a alguien a actuar en contra de su conciencia”. Entiende, sin embargo esta autora que las coacciones de que habla sólo 191 encontrarían justificación en virtud “estado de necesidad” regulado en el artículo 20.5 del mismo Código Penal, en aquellos casos en que la transfusión sea la única posibilidad de salvar la vida del sujeto, descartado otros medios alternativos, ya que, según ella, “el bien que se trata de salvar, la vida, recibe una mayor protección en el ordenamiento jurídico que el que se sacrifica, si bien la dificultad de compara la vida con la libertad hace que en determinados casos pueda ser preferente ésta”. Finalmente, para esta autora, las conductas que abstienen de brindar estos auxilio y que habrían dado lugar a una omisión del deber de socorro pueden encontrar su justificación en la referencia al respeto de la voluntad sería y firme del sujeto que rechaza la transfusión, a lo que se puede llega por dos vías: “entendiendo que la libertad de decidir está por encima de la obligación de socorro, o bien, renunciando a tal ponderación, y bascularlo sobre la dignidad humana como criterio regulador”. 7.6.4 Reembolsos económicos por acudir a la medicina privada. Un tema diferente, también abordado por el derecho español, ha sido el de la denegación de reintegro de gastos médicos a los Testigos de Jehová. Los términos del problema son los siguientes: Un enfermo Testigo de Jehová solicita una intervención quirúrgica sin transfusión de sangre, los que los centros hospitalarios públicos no pueden ofrecer por no disponer de las técnicas de una tal intervención requiere, lo que, en cambio, puede encontrar en clínicas privadas. ¿Cabría considerarse esta situación como un supuesto de denegación injustificada de asistencia y, consecuencialmente, obtener el reintegro de los gastos? La pretensión del paciente consiste en que sean utilizadas determinada técnicas quirúrgicas que permiten intervenciones sin necesidad de acudir a las transfusiones de sangre, prohibidas por la confesión a la que pertenecen. Técnicas de la que no dispone la 192 seguridad social y que se encuentran en la medicina privada. Tal pretensión sitúa a la administración en la tesitura de determinar si el factor diferencial de este supuesto, el religioso, permite equiparar este caso a los supuestos de “denegación injustificada de asistencia” y justificar un trato distinto al de los demás pacientes que acuden a la medicina privada buscando determinado medios técnicos que no se encuentran en centro públicos. Nos ayudará a inclinarlos por la aplicación de un trato desigual la comparación de los dos supuestos de hecho: en un caso estamos ante un Testigo de Jehová que ante una intervención quirúrgica que requería transfusión sanguínea se niega a ser transfundido asumiendo el riesgo de su propia muerte en cumplimiento de un precepto que lo obliga en consecuencia; en el otro, estamos, simplemente, ante un paciente que acude ante la medicina privado buscando las técnicas más avanzadas a los mejores especialistas. En el primer caso, el sujeto se ve obligado si quiere salvar su conflicto de conciencia y evitar el riesgo de morir, a acudir a la medicina privada; en el segundo cado, no está en juego el ejercicio de ningún derecho fundamental. Según el Tribunal supremo “la obtención de una asistencia con las técnicas medicas más avanzadas no puede racionalmente constituir el contenido de la acción protectora de un sistema caracterizado por la limitación de medios y por su proyección hacía una cobertura de vocación universal, por lo que solo cabe exigir a aquella una asistencia que no desmerezca de la mejor que pueda obtenerse de nuestras fronteras incluida la sanidad privada”. Agregando en otra sentencia que “no se concede a los afiliados (de la seguridad social) un derecho de opción, sino que la asistencia por la medicina privada tiene carácter excepcional, que ha de ser justificada por los beneficiarios ante los tribunales, quienes deberán proceder con criterio cauteloso para evitar conceder reintegro de cantidades devengadas por cuidados médicos que pudieran prestarse con los medios técnicos y humanos, muy cualificados de las instituciones de la seguridad social”. Y en otra sentencia, refiriéndose específicamente a la libertad religiosa, el Tribunal supremo se expresa de este modo: “el estado debe respetar las creencias religiosas; pero no tiene el deber de financiar aquellos aspectos de las mismas que no sean acreedores de protección o fomento desde el punto de vista del interés general”. 193 Siguiendo el mismo criterio, el Tribunal Constitucional, resolviendo acerca de un recurso de amparo presentado por un testigo de Jehová que solicitaba le fuese reconocido el reintegro de gastos médicos, estima que “la prestación de una asistencia médica en los términos exigidos por el recurrente supondría, como señalado en otras ocasiones, una excepcionalidad, que, aunque pudiera estimarse como racionable, comportaría la legitimad del otorgamiento de esta dispensa del régimen general, pero no la imperatividad de su imposición”. Valorando críticamente estas sentencias, Adoración Castro Jover entiende que “el respeto de la libertad de conciencia coloca a la administración sanitaria ante esta alternativa: correr el riesgo de que el resultado de la intervención quirúrgica sea el de muerte o permitir que acuda a un centro privado que le proporcione las técnicas necesarias para este tipo de intervención y reintegrarle después los gastos. La opción por la primera solución tiene como consecuencia la posible lesión al bien vida; elegir la segunda de las posibilidades, supone que se atenúan los riesgos que para la vida tiene toda intervención quirúrgica, se evita la lesión de la libertad de conciencia, y se satisface la finalidad que la asistencia sanitaria tiene de proteger al ciudadano frente a la contingencia de infortunio que supone la falta de salud”. Es por lo que concluye defendiendo el reintegro de los gastos médicos sobre la base de considerar “que se ha producido una “denegación de la asistencia debida” al carecer (la seguridad social) de los medios técnicos adecuados para proporcionar una asistencia sanitaria que evite el conflicto de conciencia en que se encuentran determinado ciudadanos /as. 7.6.5 Exigencia de tratamientos no ortodoxos. Finalmente, y en otro orden de ideas, ¿qué hace cuando el paciente exige del medico un tratamiento no ortodoxo, es decir, cuando su objeción no se decante hacia una aptitud simplemente omisiva por parte del médico, sino hacia una decisión que, con base a convicciones religiosas, implique una actuación activa que suponga una imposición de tratamiento que repugne a la razón? Esto podría suceder 194 tratándose de cultos degradados o contra racionales que impliquen exigencias activas por parte del médico. Pues bien, según la doctrina española, “cuando lo reclamado por el paciente pugne con lo civilmente tolerable o carece de una mínima coherencia racional, el médico no podrá participar en tal tipo de tratamiento”. 7.7 COLOMBIA La Corte Constitucional, máxima defensora de los derechos fundamentales de los colombianos en uso de sus facultades determinadas en la Carta de 1991, sienta su posición frente al problema suscitado por las personas religiosas (en especial los Testigos de Jehová) que en virtud de profesar su fe, impiden que se les practiquen trasfusiones sanguíneas u otros tratamientos médicos aún a costa de su propia vida. Tal situación enfrenta los derechos fundamentales de la libertad religiosa y de Cultos (artículo 19 y en concordancia con el artículo 18 de C.N.) contra el Derecho fundamental a la vida (artículos 11 y 44 de la C.N.). Frente al tema citado la Corte Constitucional ha fallado -en relación al rechazo de transfusiones de sangre u otros tratamientos médicos-; sentando una jurisprudencia que apunta a garantizar para casos futuros el libre desarrollo de su autonomía, teniendo en cuenta que no se atente contra la vida humana. La jurisprudencia ya ratificada de la Corte Constitucional sienta el precedente respecto al caso en las últimas sentencias: 7.7.1 Primera sentencia. En la sentencia T-411 de 1994, la novena sala de revisión de la Corte Constitucional confirma la sentencia de procedencia del Juzgado Promiscuo Municipal de Caldono. En la cual se tuteló el derecho a la vida y a la salud de una menor. 195 El Juzgado, se pronunció de la siguiente manera: resolvió tutelar el derecho a la vida y a la salud de la menor, y en consecuencia ordenó a sus padres que la pusieran a disposición del Hospital “con el fin de que pueda recibir atención médica calificada”. Respecto al caso correspondiente, la Corte Constitucional reconoce que el derecho a la expresión de la libertad religiosa está limitado por el orden público y el bien común. Las creencias religiosas de la persona no pueden conducir al absurdo de pensar que, con fundamento en ellas, se pueda disponer de la vida de otra persona, o de someter a grave riesgo su salud, y su integridad física, máxime, como ya se dijo, cuando se trata de un menor de edad, cuya indefensión hace que el Estado le otorgue una especial protección, de conformidad con el artículo 13 superior. Por lo demás es de la esencia de las religiones en general, y en particular de la cristiana, el propender por la vida, la salud corporal y la integridad física del ser humano; por ello no deja de resultar paradójico que sus fieles invoquen sus creencias espirituales, 15como ocurre en este caso, para impedir la oportuna intervención de la ciencia en procura de la salud de una hija menor. No existe pues principio de razón suficiente que pueda colocar a un determinado credo religioso en oposición a derechos tan fundamentales para un individuo como son la vida y la salud. 7.7.2 Segunda sentencia. Acorde con el lineamiento la Corte se expresa por medio de la sentencia T-474 de 1996 evaluada por la sala octavaba de revisión, en la cual se revisa una tutela interpuesta en el Juzgado Primero Penal del Circuito de Bucaramanga. Resuelve, confirmar, el fallo proferido por el Juzgado Primero Penal del Circuito de Bucaramanga, Santander, a través del cual negó por improcedente la acción de tutela contra los particulares demandados y en cambio la concedió contra el 196 Instituto de los Seguros Sociales de esa ciudad, entidad a la que ordenó proseguir con el tratamiento al menor, de acuerdo con el consentimiento que para el efecto dieron los padres. El Juzgado ordenó: rechazar por improcedente la acción de tutela, ya que no encajaba la acción de tutela contra particulares de conformidad con lo establecido en el artículo 42 del Decreto 2591 de 1991, no obstante, ordenó al Instituto de Seguros Sociales continuar con el tratamiento médico proporcionado al menor, según la autorización de sus padres. En dicho caso la corte se expresó de la siguiente manera: si en cumplimiento de tales preceptos (la libertad religiosa) pretende adoptar decisiones que ponen en peligro su propia vida, como es rehusar un tratamiento médico que en opinión de los especialistas es esencial dada la gravedad de su estado, el Estado tiene la obligación de proteger ese derecho fundamental a la vida sin el cual no sería posible la realización de los demás derechos que consagra la Carta Política. 7.7.3 Tercera sentencia. Finalmente, concluye esta línea la sentencia T-659 de 2002, en la cual la sala Novena de revisión de la Corte Constitucional decide revocar la sentencia dictada por el Juzgado Primero de Familia de Pereira que rechazó la tutela interpuesta. En su lugar, se niega por carencia actual de objeto, ya que al momento que llegó la tutela a la Corte, la Señora a la cual se le había tutelado ya había fallecido. A pesar de las consideraciones anteriores la Corte decide manifestarse con el fin de que se cree un precedente: La demandada era titular de los derechos fundamentales a la libertad de conciencia, al libre desarrollo de la personalidad y a la libertad de cultos y, según la fe que profesaba, debía rehusarse a que se le practicaran transfusiones de sangre, de modo que, siendo plenamente capaz, no era dable que a través de una orden impartida por el juez constitucional de tutela 197 se contrariara su voluntad, manifestada por demás en forma consciente y reiterada y habiendo optado por la opción de que se le aplicara un tratamiento médico alternativo que a su juicio no contrariaba su fe. 7.7.4 Explicación de la línea. Es difícil sacar una sub-regla, que es a lo que se pretende llegar mediante el precedente judicial, porque como se enmarcó anteriormente, está línea es caótica y ello dificulta saber con exactitud cuál era la voluntad de la Corte en conjunto. Sin embargo, se puede llegar a pensar que la Corte llegaría a tener una postura más liberal, ya que las tendencias políticas, económicas y sociales así lo demuestran, ya que impulsan la autonomía del individuo, encerrándolo en una esfera impenetrable muchas veces para el mismo Estado. También podemos decir que la línea no sigue un curso definido. Por el objeto de estudio de las primeras sentencias (T-411 de 1994 y T-474 de 1996), ya que en éstas, lo que se discutía ponía en juego la vida de un menor de edad, y como sabemos, en la gran mayoría de legislaciones del mundo priman los derechos de los menores de edad, no obstante, es rescatable que en ambas sentencias se resalta el valor de la vida sin conectarlo necesariamente con los de los niños, es decir que se le da a la vida el valor de derecho fundamental absoluto, del cual parten los demás derechos. Además también se hace referencia que este derecho (la vida), no tiene límites y que por el contrario las libertades sí tienen unos límites y que estos no son sólo cuando se daña a otra persona, sino que también pueden verificarse cuando se dañe la misma vida humana, propia o ajena. Los lineamientos de la Corte frente este tema han mostrado dos posturas diferentes. La primera de ellas conservadora, que trata de mantener el orden y donde el estado es el encargado del orden público, no la visión del Estado absoluto propuesta por Hobbes, sino la de Carl Schmitt, quien decía que “el 198 Estado debe estar por encima del derecho”, es decir, el estado debe terminar imponiendo su autoridad a las otras personas y una de las mejores formas es por medio de una sentencia en casación. No obstante, la sentencia T-659 de 2002, se sale de este presupuesto y explica que el Estado no puede intervenir en la autonomía de la persona y no puede obligarla a hacer algo que va en contra de su libertad, basándose en los lineamientos expuestos por Kant, con base en los cuales la autonomía del hombre no puede ser vulnerada por el Estado. En nuestro ordenamiento jurídico, la Constitución Política es clara en el artículo 44 inciso tercero, al señalar que “los derechos de los niños prevalecen sobre los demás”. Más que la imposición de una conducta o actitud por el Estado, lo destacable de la última sentencia de la Corte, es que deja algunas dudas si sobre el valor de la vida, al decir que este ya no es un principio absoluto. Otro punto para recalcar es que las libertades están ganando mayor poder y se les está dando un valor muy alto de importancia, como medio de expresión de la autonomía humana. Un punto que no hemos trabajado y es importante, es el valor subjetivo que se le puede dar a la sentencia T-659 de 2002, ya que como se expresó anteriormente, la tutela se quedó sin objeto de estudio por la muerte de la tutelada. En dicha sentencia la Corte no trabaja el tema tan detalladamente, primero porque no tenían la premura del tiempo, pues no se estaba dependiendo o defendiendo la vida de nadie con el fallo, y la segunda causal que va ligada a la anterior, es que el derecho fundamental a la vida no tenía todo el valor, pues en el caso en concreto cuando llegó a la sala novena de revisión, ya se había muerto la demandada, por lo tanto, no iba a tener una presión por medio del accionante a que le otorgara la importancia al derecho a la vida. Claro está, valga la salvedad, que no por eso la sentencia dejó de ser válida o no tiene seriedad, pero ¿cómo hubiera sido resuelto el caso se la demandada no hubiera fallecido? 199 El mayor problema que reviste la Corte en esta línea es que lo que se están discutiendo dos derechos fundamentales, y tiene como uno de los órganos supremos de justicia, velar por que dichos derechos no sean vulnerados a las personas. Es en este punto donde tiene importancia de la línea porque se está dejando precedente sobre un choque directo de derechos fundamentales. 200 CAPITULO VIII LAS SECTAS SATÁNICAS En la sociedad actual se está dando un fenómeno preocupante: la adhesión a sectas satánicas, la participación en sus ritos, la invocación de seres demoníacos, el culto personal y solitario del demonio, la afirmación de ideas provenientes de un ambiente satanista. Pero antes de ilustrar este complejo fenómeno contemporáneo, es oportuno intentar definirlo. Esto puede hacerse de dos modos: De modo particular: dependiendo de la óptica desde la que se mire, que puede ser: teológica, antropológica, psicológica, jurídica, filosófica, sociológicamente, etc. O de modo general: donde podemos afirmar que se habla de satanismo cuando nos referimos a personas, grupos o movimientos que, aislada, estructurada, u organizadamente practican algún tipo de culto (por ejemplo: adoración, veneración o evocación) al ser que en la Biblia se le llama demonio, diablo o Satanás. En general, los satanistas consideran esta entidad como ser o fuerza metafísica; o como un misterioso elemento innato en el ser humano; o como una energía natural desconocida. 8.1 TIPOS DE SECTAS Dentro de las sectas satánicas existen tres tipos: a. Las sectas Luciferinas: Creen que Lucifer ha sido injustamente tratado, le colocan al nivel del mito de Prometeo. Este muy al contrario de lo que los 201 cristianos desean mostrar, sería el símbolo del conocimiento y la sabiduría por lo tanto la verdadera luz. b. Buscan poder, dinero e influencias, sus adeptos suelen ser de un nivel económico alto lo que les da un cierto poder económico, suelen ser elitistas, racistas, esclavistas, generalmente de ultra derecha. Se da que muchos de sus integrantes estarían involucrados en persecución a latino. Una de sus principales características es el secreto de unas actividades e integrantes, su rito central sería la misa roja o negra (dependiendo del origen del ritual satánico que estos utilicen). c. En España se sabe que nació una orden "verde" la cual aún pretende agrupar a estas sectas. d. Por lo general suelen tener una forma anarquista de ver la vida. e. Las sectas satánicas: Sus integrantes suelen ser principalmente personas con grandes trastornos psicológicos y un profundo rechazo ante todas las instituciones sociales. La secta les daría la posibilidad de realizar, acompañados, acciones en contra de lo establecido a modo de válvula de escape. Otra motivación para estos sería la búsqueda de drogas, sexo y libertinaje de todo tipo. Normalmente no tienen un objetivo fijo o planificado, ya que sus integrantes están corrientemente cambiando o son poco constantes. Suelen ser altamente agresivos por lo que no es extraño que sean detenidos y juzgados por los tribunales de justicia. 202 No es extraño verles en lugares habituales de reunión para luego retirarse a sitios más aislados donde bajo estimulantes darán rienda suelta a sus deseos reprimidos. f. Para terminar están los "Adoradores de Seth" o los "Amigos de Lucifer": Este grupo suele ser el más peligroso, ya se les ha involucrado constantemente en secuestros, abusos sexuales e incluso asesinatos. Actúan principalmente en Los Estados Unidos de Norteamérica y por actos imitativos han llegado a Europa y Sudamérica. Se nutren principalmente de los integrantes del grupo citado en el punto dos. Suelen exigir ciertas muestras de "fidelidad y dignidad" a través del secuestro de cadáveres, beber sangre, exposición sexual, necrofagia, necrofilia, que van haciendo subir de escalafón lo que va ritualizando cada vez más al grupo, que cuenta generalmente con un líder el cual termina siendo una especie de sacerdote o gurú quien les estará constantemente exigiendo nuevas pruebas. Puntualmente en el caso de Chile se ha dado, según declaraciones, un culto a Seth, ya que este les acercaría a la imagen más pura del demonio egipcio y babilonio. 8.2 LAS SECTAS DEL MUNDO En Estados Unidos se encuentra, sin duda, la mayor concentración de grupos satánicos que podríamos definir como conocidos, es decir, que actúan más o menos abiertamente; y es también en ese país donde podemos encontrar las mayores referencias bibliográficas sobre el satanismo contemporáneo. Entre los grupos conocidos que han surgido en Estados Unidos y están todavía en actividad encontramos: Church of Satan, Temple of Ser, Order o[ the Black Ram, Werewolf Order, Worldivide Church of Satanic Liberafion, Church of War. 203 Entre aquellos que después de algunos años parece que han dejado de actuar encontramos: Church of Satanic Brotherhood, Brotherhood of the Ram, Our Lady of Endor Coven, The Sairanic Orthodox Church of Nethilum Rite, The Satanic Church; existen, además, organizaciones sobre las cuales es difícil establecer si han cesado o no su actividad, como, la denominada Ordo Templi Satanis cuyos escritos tienen cierta difusión a través de Internet. Otro grupo satanista que ha tenido cierta notoriedad, también después de la observación que como participante ha hecho el sociólogo americano William Sims Baintiridge, es "The Process Church of the Final Judgement", surgido en 1965 en Inglaterra y difundido en algunos países, sobre todo en Estados antes de su escisión en dos grupos diversos; actualmente "The Process" se ha extinguido. En Inglaterra se ha detectado también la presencia de otras dos organizaciones satánicas conocidas: "Order of the Nine Angles" y "Dark Lily", mientras en Nueva Zelanda actúa e grupo Ordo Sinistra Vivendi, anteriormente denominado Order of the Left Hand Path. En Italia, entre las sectas satánicas de las que se sabe algo, por. que de un modo u otro han llegado a la notoriedad de la crónica, podemos citar: Bambini di Satana, Chiesa di Sata na di Filippo Scerba Chiesa Luciferiana di Efrem Del Gatto, Impero Satánico della Luce deglo Inferí o Seguací del Maestro Loitan. Existen también grupos que no se presentan como satánicos y que, por ejemplo, afirman que practican ritos paganos para entrar en armonía con las fuerzas ocultas de la naturaleza, pero en realidad ponen de manifiesto aspectos que permiten su ubicación dentro del multiforme mundo del satanismo. 8.3 EJEMPLOS DE SECTAS SATÁNICAS 8.3.1 Church of Satan. El 30 de Abril de 1966, Anton Szandor LaVey proclamó el amanecer de una nueva era en la cual la fuerza y los placeres de la carne serían 204 motivo de celebración. Juntando doctrinas anteriores (la Ordo Templi Orientis de Crowley, la Orden Negra, el Club del Fuego Infernal de la Inglaterra del siglo XVIII...) creó su Iglesia de Satán, que cuenta con unos 20000 miembros y es completamente legal en los EEUU. La capilla central se encuentra en San Francisco. Su estructura interna depende en gran parte del status económico y social de los miembros, pues la estratificación social (los fuertes por encima de los débiles, económica y culturalmente) es una de sus principales enseñanzas. La ley del ojo por ojo frente al perdón cristiano, el pago de impuestos obligatorio para todas las religiones, y la supresión de leyes reguladoras sobre la genética, son otras. Sus rituales mágicos se basan en la necesidad humana de fantasía, y hay de tres tipos: ritos sexuales, para conseguir deseos; ritos compasivos, para ayudar a otros; y ritos destructivos, para satisfacer el odio. Los elementos para estos rituales suelen incluir ropajes negros, candelabros, una campana, un cáliz, una espada, y un gong. No adoran al diablo, pues siendo ateos no pueden creer en él. Satán es una fuerza de la naturaleza. Tampoco confían en una vida después de la muerte, y se oponen al suicidio y al uso de drogas que entorpezcan los sentidos. Su satanismo es una contraposición a todo lo cristiano, una glorificación del cuerpo y lo material por encima de todo y de todos. Sólo se adoran a sí mismos (el ego es sagrado), y el día del cumpleaños de un satanista se considera como festividad religiosa, junto con las fiestas tradicionales de la brujería medieval como solsticios y equinoccios. Son racionalistas y no creen en la magia, excepto cuando realizan sus ritos, momento en que 'suspenden su incredulidad'. LaVey falleció en 1997. Su epitafio es algo así como "Sólo lamento las veces en que he sido demasiado amable con los demás". 205 8.3.2 Temple of Seth. Grupo escindido de la Church of Satan. Fue fundado por un ex-militar que no estaba de acuerdo con el sistema de LaVey, al que acusó de vender honores religiosos a los miembros más ricos. Se distinguen entre otras cosas por creer en un dios del mal (los de la Church of Satan son ateos y no creen en el diablo), mantener sus creencias en secreto (los otros admiten ser satanistas más abiertamente) y llevar medallones ocultos con el símbolo de la secta. Se les acusa de jugar con la sangre (beberla mezclada con drogas) y practicar el "sado-satanismo", pero no es nada ilegal. Las prácticas sexuales que realizan en sus ritos deben de ser un tanto 'especiales', ya que los ex-miembros temen atacar a la secta por miedo a que divulguen lo que hicieron. Según contaba el periodista Gabriel Carrión, se entrevistó con el dirigente del Templo en España quien le contó sus dos poderosas razones para hacerse satanista: "Para follar y para tener poder". Al parecer, ni siquiera creía en Seth 8.4 PRÁCTICAS SATÁNICAS Dentro de las prácticas satánicas, se realizan ritos durante los cuales son utilizados una serie de gestos y palabras, el horario de la realización de este es muy relativo ya que si se trata de usarlo en contra de alguien se aconseja hacerlo de noche, en un periodo en que la persona se encuentre dormida, preferiblemente dos horas antes de despertarse. En algunos ritos, los integrantes llegan a realizar necrofilia o relaciones sexuales con cadáveres, violencia física sobre menores, y hasta homicidios rituales. El rito principal de cualquier grupo satánico son las misas negras, en las que notamos el asentamiento sobre las más antiguas misas de este género y la 206 inclinación hacia los escritos del poeta francés Charles Baoudelaire. Aunque hay muchas que se desvían de estos dos tópicos. Dentro de una misa negra encontramos un diácono y un subdiácono, y entre los elementos utilizados hay velas, crucifijos invertidos, un cáliz lleno de vino o licor, una campanilla, una espada y una hostia consagrada realmente, etc. El altar de estas misas es una mujer desnuda y el rito es muy similar al que es utilizado por la religión católica, pero en este se exalta el nombre de su dios Satán, hacen oraciones en distintos idiomas como latín, francés e inglés exaltando al demonio. Cada elemento utilizado en cualquier ceremonia religiosa, es también empleado dentro de un ritual satánico, la diferencia consiste en que cada uno de estos, son tomados de forma contraria ridiculizando su original sentido. Una de sus oraciones principales es: Salve satanas Salve satanas Salva satanas In nomine die nostri satanas luciferi exelsi Potentum tou mondi de inferno, Et non potest Lucifer imperor, rex maximus, Dus ponticius glorificamus et in modods copulum adoramus te Satan omnipotents in nostri mondi DOMENI AGIMAS IESUS IESUS NASARENO REX IENOUDURUM In nostri terra satan imperum In vita lucifer ominus fortibus Obsenum corporis dei nostri satana prontem Reinus Glorius en in terra eregius Luciferi imperator omnipotnets Salve satanas Salve satanas Salve satanas. Por otro lado la hostia es profanada en varias ocasiones utilizándola para prácticas sexuales y pisoteándola. Como resumen podríamos decir que son estas sus actividades: a. Sacrificar a niños y a animales aunque en su gran mayoría ya no lo hacen. b. Realizar cultos sincréticos, mezclando antiguas tradiciones africanas con el cristianismo. 207 c. Elaborar rituales mágicos basados en la necesidad humana de fantasía, y suelen ser de tres tipos: 1. Sexuales: para conseguir deseos. 2. Compasivos: para ayudar a otros. 3. Destructivos: para satisfacer el odio. d. Tienen prácticas sexuales peligrosas frente a los demás. e. Graban sus orgías, con el fin de tenerlos amarrados/as a la secta. f. Hacen ritos de sangre. g. Misas negras. h. Leen y practican su propia Biblia. i. Reclutan nuevos integrantes. j. Implantan sus ideologías a los integrantes. k. Buscan dinero para satisfacer sus necesidades. 8.5 LOS 9 MANDAMIENTOS SATÁNICOS a. Satán representa la indulgencia en lugar de la abstinencia. b. Satán representa una existencia vital en lugar de creación imaginaria. c. Satán representa la inmaculada sabiduría, en lugar de una ilusa hipocresía. d. Satán representa amabilidad para aquellos que le sirven, en lugar de amor desperdiciado en ingratos. e. Satán representa venganza en lugar de dar la otra mejilla. f. Satán representa responsabilidad para el responsable. 208 g. Satanás representa al hombre solo como otro animal, a veces mejor, otras veces peor que aquellos que caminan con 4 patas, porque quien desarrolla el intelecto y el espíritu se convierte en al más vicioso animal de todos. h. Satán representa a todos los pecados. i. Satán ha sido el mejor amigo que la iglesia jamás haya tenido, donde se ha mantenido en el negocio todos estos años. 8.6 PENSAMIENTOS EN DEFENSA DE LAS SECTAS SATÁNICAS Pese a lo que se piensa hay muchos adoradores de Satanás, que lo ven como una imagen simbólica, algún tipo de producto del racionalismo. El fin de cualquier grupo satánico es liberarse de preceptos culturales o sociales en los que sean considerados los valores morales o éticos. Algunos satanistas afirman que esta es una religión totalmente carnal y dicen que la felicidad esta acá en la tierra no hay cielo; pero tampoco un infierno de fuego, de castigo. Hay otros para los que la cuestión es más profunda, en donde Satanás es un verdaderos dios al cual únicamente se puede dirigir por medio de ritos mágicos, y este ser se opone totalmente a la tradición judeocristiana, siendo esta negativa y la de Satanás positiva. Uno de los principales autores de este género es " La vey" quien ha planteado en alguno de sus libros que el mal es una fuerza vital e impersonal que ha sido producto de un culto; aunque su teoría resulta bastante ambigua, ya que en otros plantea a Satán como un ser personal. Entre los Satanistas existe una gran contradicción con la iglesia "Church of Satan", ya que ellos tienen una excesiva contraposición con la iglesia cristiana, el Evangelio y la liturgia, los satanistas plantean que si ellos no creen en estos no será posible que crean en Satán y evidentemente no hay sentido de su creencia. 209 8.7 OPINIÓN DE UN ADEPTO La mejor forma de analizar el satanismo es por medio de alguien que realmente lo ha experimentado ya que este tiene fundamentos vivenciales que le permiten dar un criterio más claro acerca del fenómeno, este es el caso de "BlackFer" quien hace referencia al satanismo partiendo de los siguientes puntos: "satanismo no es humanismo", el satanismo es muy similar al humanismo pero no se debe etiquetar con la denominación de satanismo , el es satanista por lo tanto humanista, pero podría ser humanista sin ser satanista, ya que plantea que el humanismo ha sido manipulado por los cristianos para arrancarle todo lo que este pudiera perjudicarles. El satanismo por el contrario no permite ningún tipo de manipulación cristiana, para él las convicciones cristianas no son más que concepciones blandas y patéticas. Afirma que el objetivo de ellos es la destrucción del orden moral cristiano ya que lo consideran falso e hipócrita. Satán es un símbolo de rebeldía frente a un concepto social y moral determinado en donde no hay cabida para la culpa y el pecado, Satán se niega a que ellos utilicen un yugo con este mundo que detestan, Satán es la puerta que se abre hacia el mundo desconocido que ofrece cosas inimaginables. "El satanismo no es algo estático uniforme, no es un dogma ni una religión. El satanismo no es un vestido igual para todos, el satanismo no es un grupo de borregos marchando al paso de la oca, bajo la mirada de un líder indiscutible." Dice BlackFer. 8.8 SECTAS SATÁNICAS EN COLOMBIA De otra parte, Colombia – Bogotá, no es ajena a los grupos sectarios satánicos, para tal efecto, oportuno es traer a colación un reponte periodístico del diario el Tiempo, del 21 de octubre de 2001. 210 8.8.1 Alarma por ola de sectas satánicas. Hace unas semanas, en un barrio de ciudad Bolívar, Juan Camilo un niño de diez años- contestó una llamada telefónica donde le anunciaban que estuviera pendiente porque en cualquier momento recibiría un regalo sorpresa. Y así fue: unos minutos más tarde, un joven llamó a la puerta y le entregó un pequeño cofre. El niño lo abrió emocionado pero enseguida lanzó un grito de horror, al encontrarse con una oreja y un dedo meñique de la mano de otro niño121. Hace unas semanas, en un barrio de ciudad Bolívar, Juan Camilo* -un niño de diez años- contestó una llamada telefónica donde le anunciaban que estuviera pendiente porque en cualquier momento recibiría un regalo sorpresa. Y así fue: unos minutos más tarde, un joven llamó a la puerta y le entregó un pequeño cofre. El niño lo abrió emocionado pero enseguida lanzó un grito de horror, al encontrarse con una oreja y un dedo meñique de la mano de otro niño. El obsequio iba acompañado con una nota de advertencia que decía, si no pertenece a nuestro grupo, también lo haremos picadillo. Este es tan solo uno de los casos conocidos por el DAS, dentro de las operaciones adelantadas en días pasados contra sectas satánicas en Bogotá, donde se considera que hay 250 grupos dedicados al consumo de drogas alucinógenas, junto con la práctica de ritos diabólicos y el robo y sacrificio de niños. En sus investigaciones, el DAS ha detectado que en algunos barrios de Soacha, Bosa y Ciudad Bolívar, los integrantes de sectas satánicas están haciendo llegar a las casas paquetes macabros que contienen flores negras, sobres con un 121 NULLVALUE. Nombre cambiado. En: El Tiempo. Bogotá D.C. (21 de octubre de 2001), p. 8 211 mensaje que dice principio y fin, y hasta pedazos de cuerpos, tal como le sucedió a Juan Camilo. Los párrocos de varias iglesias en el sur también han sido objeto de estos presentes y de continuas llamadas amenazantes. Para camuflar su presencia y llevar a cabo los ritos con mayor tranquilidad, hay grupos que están comprando fincas en poblaciones cercanas a Bogotá. A estos sitios son llevados los fines de semana, montados en camionetas y con los ojos vendados, decenas de jóvenes que son inducidos al consumo drogas alucinógenas, para luego practicar sacrificios y orgías, afirma uno de los investigadores del DAS. Allí, el cuerpo de una víctima puede durar tan solo unos pocos minutos, antes de ser desmembrado por medio centenar de jóvenes, quienes luego bailan pesadas canciones de rock sobre el charco de sangre, agrega el investigador. Autoridades en alerta. La Fiscalía investiga si el tronco de un niño de 15 años, hallado semanas atrás en un sector de Ciudad Bolívar, obedece a este tipo de prácticas. También se sabe que los líderes de estos grupos -personas entre 18 y 25 años, muchas veces con solvencia económica-, exigen a los miembros de las sectas entregar a sus hermanos menores, preferiblemente bebés, como un aporte para próximos sacrificios. Quien no obedezca, paga con su propia vida. Se sabe que dentro de las ceremonias rutinarias, las jovencitas -iniciadas en algunas ocasiones por sus propios novios-, son cortadas con dagas en los muslos y en los brazos para chuparles la sangre y luego violarlas. Las autoridades todavía no han realizado capturas por estos terribles actos, debido a la clandestinidad en que se mueven. Sin embargo, el DAS tiene 212 detectadas dos grandes organizaciones en el sur, dedicadas a enviar paquetes siniestros a casas de familia, a sacerdotes que han manifestado su repudio por estas sectas y a señoras encargadas de cuidar niños en jardines infantiles. En una reciente publicación de la revista “CAMBIO”, también se reveló que: • • Resurgimiento de sectas satánicas tiene en alerta roja al Eje Cafetero y otras regiones122. El mayor movimiento de esos grupos se registró en 1998 en el Eje Cafetero, Medellín, Bogotá y Villavicencio. Según la Policía, existían por los menos 200 sectas. "Los forenses exhumaron ese año en Pereira los restos de 13 niños que habían sido utilizados en rituales satánicos", recuerda un investigador, quien agrega a la lista del horror el envenenamiento de varios sacerdotes y el asesinato de personas con cuchillos de plata para robarlas, porque los jefes de las sectas exigían a sus seguidores "atracos en nombre del demonio". A comienzos de 2004 las unidades especiales fueron clausuradas por la sensible reducción de los delitos imputados a miembros de esos grupos. Parecía cerrado el capítulo infernal de las sectas satánicas. Sin embargo, años después, en 2006, con la expansión en Latinoamérica del grupo 'Creciendo en Gracia' ¿creado en Costa Rica por José Luis de Jesús Miranda quien se proclamó "el anticristo" y cuyos seguidores llevaban tatuado el número 666, empezaron a surgir nuevas sectas en Colombia, integradas por adolescentes y jóvenes menores de 30 años, y desde entonces aumentaron las manifestaciones rituales de esos grupos: ceremonias secretas en cementerios, profanación de tumbas, sacrificios humanos y de animales, homicidios, orgías y suicidios. 122 SECCIÓN NACIÓN. Resurgimiento de sectas satánicas tiene en alerta roja al Eje Cafetero y otras Regiones. En: Revista Cambio (abr. may. 2009), p. 1. Consultado en [marzo 13. 2012]. Disponible en http://www.cambio.com.co/archivo/documento/CMS-4953334 213 Alerta roja. El fenómeno de las sectas satánicas es fundamentalmente urbano, y según el investigador de la Universidad Nacional, Néstor Alejandro Pardo, los que ingresan en ellas son jóvenes y lo hacen por períodos cortos. "Su nicho son muchachos, la mayoría con problemas de adaptación, de hogares disfuncionales, que ven esta experiencia como una liberación de sus problemas por medio del sexo y la drogadicción", señala el investigador. El sacerdote jesuita Jaime Vélez Correa, con 50 años de sacerdocio y 11 de ejercicio como exorcista, ha sido consultado sobre el tema en varias oportunidades y sostiene que la violencia constante que viven los colombianos y la sensación de no futuro que experimentan muchos jóvenes podría, en parte, explicar el surgimiento de sectas y cultos satánicos. Y sobre los casos que recibe por supuesta posesión demoníaca, asegura que la mayoría son personas con problemas psicológicos o patologías clínicas. Según él, los casos de posesiones demoníacas comprobados en el mundo se cuentan en los dedos de las manos. Por su parte, monseñor Fabián Marulanda, secretario de la Conferencia Episcopal, sostiene: "El hecho de que Lucifer, Satanás, el demonio o el diablo sean figuras bíblicas, explica en gran medida por qué en poblaciones muy religiosas de Antioquia y el Eje Cafetero tiene fuerza el satanismo". Según el investigador Pardo, se trata de un rechazo o protesta contra todo lo que signifique institucionalidad, pero dice que, paradójicamente, "no hay nada más profunda e institucionalmente cristiano que los miembros de las sectas satánicas porque usan, o más bien acomodan, todos los símbolos de la Iglesia, entre ellos Satanás que es un personaje bíblico". El Departamento de Misiones de la Conferencia Episcopal ha investigado el tema y aunque no ha podido establecer cuántas son, ha descubierto que responden a 214 distintos 'demonios' y que, dependiendo del interés del fundador de cada una, inducen a la comisión de diferentes delitos. Pardo, quien durante más de un año recorrió los cementerios de Bogotá como parte del trabajo de campo de una investigación sobre brujería, tuvo la oportunidad de ver grupos de jóvenes practicando rituales satánicos, sobre todo en las tumbas abandonadas de los N.N. "Esas tumbas, poco visitadas, son más fáciles de profanar y aunque a simple vista parecen actos no condenables porque la Constitución consagra la libertad de cultos, violan la ley: profanar tumbas o ataúdes es delito". Según el investigador, hay sectas que escalan desde el robo o el hurto y el sacrificio de animales como gallinas y gatos, hasta el sacrificio de niños. "Eso es homicidio -dice Pardo-. Por lo general, cometen los delitos bajo el efecto de las drogas". Preocupadas por el resurgimiento del satanismo, las autoridades han aumentado los controles en cementerios y la vigilancia en algunas parroquias, sobre todo del Eje Cafetero, porque las sectas satánicas se alborotan en Semana Santa. TESTIMONIO/ Jorge Iván, 26 años: "No es cierto lo que cree la gente, que los satánicos vestimos a toda hora de negro, que escuchamos black metal, que asaltamos tumbas y quemamos los huesos de los muertos. En la secta en la que estuve, 'Lobos en contra de Cristo' hubo hasta abogados y profesores universitarios y llegó a tener más de mil integrantes en su época. "Su líder era Mauricio, 'Bullmetal'. Era depresivo, homosexual y gustaba de autoflagelarse. La ceremonia de iniciación consistía en subir desnudos a un búnker y tener relaciones sexuales con dos cadáveres que sacaban del cementerio. Después había una orgía. La mayoría de los que andábamos con él éramos menores de edad y con 215 todos tuvo relaciones sexuales. "Muchos lo seguimos pero después nos arrepentimos porque nos dimos cuenta de que estaba haciendo dinero a costa de mucha gente. Su filosofía no se reflejaba en sus actos. Me alejé del cuento porque descubrí que estaba haciendo videos pornográficos con todo lo que hacíamos en la secta y después los vendía. Eso se volvió una mafia, ahora son como 200". El satanismo en Colombia también tiene su papa negro, se trata de Héctor Escobar Gutiérrez. Nació en Pereira (Risaralda) en el año 1941. Sus padres, de origen antioqueño, le inculcaron desde muy pequeño las ideas religiosas católicas, de las cuales pronto habría de desertar. Realizó sus estudios primarios en la Escuela Rafael Uribe Uribe de Pereira, pero su juvenil rebeldía y su desprecio por el estudio sistemático hicieron que abandonara sus estudios y se dedicara a su autoformación intelectual interesándose por la literatura rusa y la filosofía marxista. El papa negro colombiano no estudió ninguna carrera; se ha ganado la vida vendiendo obras de arte, no le gusta trabajar. En su juventud fue profesor pero lo cansó la rutina. Retirado de la actividad académica trabajó como mensajero del Banco Popular. Más tarde abrió un almacén de vidrios, el cual literalmente se quebró debido a un terremoto ocurrido en Pereira. Víctima de este acontecimiento, monta un consultorio de quiromancia y adivinación, allí lee el tarot y realiza algunos trabajos de magia negra. Sostiene que “la humanidad algún día podrá prescindir de otras creencias pero siempre estará buscando un escapismo a través de todas estas alegorías, de éstas prácticas”. En una rueda de prensa informó a los medios de comunicación la creación del primer Santuario Tántrico de Suramérica y la realización de su primera boda satánica el 21 de febrero de 1967. En 1970 contrae matrimonio católico con Soley Salazar Osorio, la cual oficiaba 216 como doncella en las misas negras, hoy se encuentra en tratamiento psiquiátrico. En 1983 publica su primer libro de poesía que lleva por título Antología inicial. En 1990 es declarado ciudadano emérito de su ciudad natal. En el caso particular del satanismo en Colombia, se imponer traer a colación apartes de la investigación que sobre el tema y de manera exhaustiva, ha realizado el doctor Miguel Álvarez Correa: En efecto, sobre el particular ha precisado que en el marco de los grupos satánicos, encontramos una amplia y variada gama de dinámicas que van desde las más inofensivas, en las cuales encontramos desde grupos ateos, compuestos por docentes universitarios, profesionales, etc., o en las cuales Satanás conforma un símbolo significante del deseo de cambiar este mundo para uno con mayor igualdad social, hasta grupos delincuenciales de alta peligrosidad, que llamaremos grupos ácidos y que conforman alrededor del 60% de las modalidades existentes. Entre estos dos polos, existe una multiplicidad de asociaciones cuyos propósitos y dinámicas varían enormemente, dependiendo de la naturaleza de sus integrantes y del tipo de líderes que tienen. Con respecto a la trata, se presentan diversas modalidades de engaño y de explotación que se generan a través de grupos sectarios, muchos de los cuales poseen características cercanas a las bandas, el cómo o la pandilla. De acuerdo con las metas propuestas, se puede dar distintos mecanismos de reclutamiento con frecuente uso de lecturas, potencialización y desarrollo de nuevas amistades, en las cuales el factor tiempo es aleatorio para quien recluta: … Nosotras estudiamos grado 9, 10 y 11 […] Ellos se hicieron amigos de nosotras a través de una amiga de todas […] Nos daban textos, nos invitaban a fiestas, nos hacían favores […] 217 Poco a poco nos metieron en el cuento del satanismo, hasta que un día se hicieron orgías, y después, mejor dicho terminamos yendo a municipios cercanos para acostarnos con señores que ellos nos indicaban y decían que eso complacían al demonio que eso era bueno … (Joven escolar de quince años, Pereira 2002). No obstante, tal como quedó consignado, los grupos satánicos no son los únicos que promueven actos delictivos de esa naturaleza: El grupo era compuesto por miembros cercanos y lejanos de la familia y algunas personas del pueblo […] Era liderado por un supuesto sacerdote católico que vive en otra ciudad […] Todos se movilizaban cada quince días a una casa determinada y procedían a realizar actos rituales, hasta que mataron a ese niño (dos años), dizque porqué tenía el mal por dentro y que había que sacárselo como diera lugar; mejor dicho en ese caso, a golpes. Usted se dio cuenta que usted les pregunta que por qué mataron al niño y ellos dicen que ellos no hicieron nada y que el niño está vivo, estando el cuerpo allí… (Miembro polí- tico de la familia en comento, 2003) Refiere el doctor Álvarez Correa que, en los casos más extremos, se presentas homicidios, torturas o mutilaciones de los practicantes de algunos de estos grupos o de víctimas secuestradas para ese efecto. Estos delitos pueden causarse como parte integral de la dinámica de convencimiento de las directivas del grupo o con el propósito de eliminar justificadamente algún recluta comprometedor o indeseado. En algunos casos, se encontró ausencia de ciertos órganos de los cuerpos hallados, lo cual si bien apunta presuntamente hacia un presunto tráfico de órganos, aún no se tiene sobre ello total certeza. En su criterio, el satanismo, a menudo catalogado como secta, puede enmarcarse, en ciertos casos, en el referente de las sectas destructivas, con manifestaciones y postulados variados y, a veces, ambivalentes, que llevan a la comisión de actos delictivos, tanto en el marco del rito como por fuera de él. Aunque no tan frecuente como se cree, el asesinato ritual conforma una realidad que ha sido oficialmente registrada en varias ocasiones. Son reflejo de ello el caso de Felicien Bikao quien en el año de 1982, como seguidor de Haré Krisna, 218 se hizo disparar en la cabeza por sus dos hijos, con un fusil de caza, con la esperanza de reencarnar de forma inmediata, de acuerdo con los postulados de su dogma. También en Tenerife, en 1970, una mujer y sus dos hijas fueron torturadas y descuartizadas por su marido e hijo, en nombre de la secta Hijos de Dios. Precisa datos estadísticos, sobre huellas de violencia más frecuentes encontrados en víctimas fatales presuntamente causadas por grupos delincuenciales que se autodenominan satánicos. Tabla 1º. Datos estadísticos sobre huella de violencia TIPO DE LESIONES % 12,1 Mutilaciones parcial o total (amputación pene, órganos genitales masculino en términos generales, mordeduras, amputación dedos pulgares –en un 60% de los casos, se trató del dedo gordo del pie izquierdo, en un 30% de ambos dedos, en un 10% del dedo gordo del pie derecho–, ojos –el 90% de las situaciones encontradas, se trató del ojo derecho; en un solo caso, ambos ojos eran ausentes–, riñón, pies) Degollamiento y decapitación (desprendimiento cabeza) Abuso sexual (ACV) (anal y vaginal) Quemaduras (espada y mejillas) Vientre abierto Fractura de cráneo Heridas: Con arma corto contundente (piedra, varilla, etc.), corto punzante (chuzos). Perforaciones, con arma de fuego, con mordedura, con o sin diseño de símbolos o signos Laceraciones Estrangulamiento (Ahorcamiento) Cicatrices antiguas Total 219 8,1 8,1 1,4 1,4 1,4 50 1,4 10,8 4,1 100 Fuente: CORREA M, ÁLVAREZ, Alvira J. y SOLER A. Marcas del silencio: Niños, jóvenes y satanismo. Derechos, perfiles y atención psicosocial. Bogotá: Instituto de Estudios del Ministerio Público, 2004. El doctor Álvarez Correa, igualmente refiere que por sus características dogmáticas y sociales, el satanismo puede conceptualizarse, de manera simultánea, como secta religiosa o como fenómeno social asimilable a las tribus urbanas, el cual, a su vez, también tiene similitudes con la banda o pandilla. El grado de organización, la naturaleza de los integrantes de la agrupación satánica y de su espacio físico (el urbano), son elementos que permitirán identificarla como tal. Estas están compuestas por pandillas, bandas, que se visten de modo parecido y llamativo, siguen hábitos comunes y se hacen visibles, sobre todo, en las grandes ciudades. Son grupos que tienden a potenciar las pulsiones gregarias asociativas del sujeto, a defender presuntos intereses comunes (los del grupo) y conformar un ambiente propicio para compartir experiencias y rituales a menudo secretos, que pueden, o no, estar acompañados de gustos musicales específicos, los cuales pueden pretender convertirse en un himno o en una de las señas distintivas del grupo. Es categórico en indicar que, las tribus urbanas conforman un fuerte potencial de agresividad, resultado de tensiones, contradicciones y ansiedades que azoran a la juventud moderna. Adolescentes y jóvenes que ingresan en ellas, lo hacen en busca de una nueva vía de expresión, de un modo de alejarse de la normalidad que no les satisface. Conforma la oportunidad de intensificar sus vivencias personales y de encontrar afecto, en medio de una modernidad industrializada e individualista que globaliza al individuo. El joven, tradicionalmente símbolo de futuro, se encuentra con la negativa de sus mayores de cederles el paso y la 220 dificultad de hallar un referente propio, circunstancia que puede ser potencializada por personas u organismos mal intencionados. Que, muchas tribus satánicas en Colombia, a pesar de mantener su anonimato, se ven a menudo interesadas a manifestar su presencia. Su grado de organización y de complejidad determina el alcance y el interés de divulgación (ejemplo: Lobos en Contra de Cristo, con sede en Medellín), el cual realizan mediante folletos y correo electrónico y carnetización de sus miembros, entre otros. De hecho, a nivel nacional e internacional, se dan ventas vía Internet de paquetes pornográficos presuntamente satánicos, al cual el consultante puede tener acceso previo pago de treinta a cincuenta dólares, dependiendo del contenido. Así las cosas, el concepto de satanismo, su dinámica y alcances, ha de ser revaluado en la medida en que colinda, se entrecruza e irrumpe en diversos espacios, no siempre propios de los planteamientos del satanismo moderno clásico originado en Stanton Lavey, en 1966, con la creación de la Iglesia de Satán. Se presenta una ausencia de unión entre los distintos grupos y deseo de juntarse, confusión en la comunidad, en términos generales, en medio de la cual se construyen imaginarios no siempre acordes con la realidad, tanto en un sentido como en otro, que tienden a satanizar el individuo y el grupo y, en ocasiones, a no contemplar otras agrupaciones de similares características como de alto riesgo. Debe, entonces, procurarse ser cauteloso a la hora de entrar a juzgar y buscar siempre recopilar la mayor cantidad de información posible con respecto a determinado caso, ello en aras de estar en capacidad de brindar un diagnóstico lo más asertivo posible. Lo que en un principio parece ser un fenómeno sencillo, resulta poseer múltiples aristas que, tanto desde la óptica religiosa o seudorreligiosa, grupal (secta, tribu, pandilla, banda, etc.) o delincuencial, presta a manejos e interpretaciones diferentes. 221 Entonces, cómo no concluir necesario el estudio sobre grupos sectarios de carácter peligroso en Colombia y que se pretende exponer brevemente en este trabajo de grado y cómo no servir el mismo como elemento persuasivo en el ámbito penal, que se debe articular para reprimir esta clase de conductas delictivas, que en efecto, vulneran bienes jurídicos al amparo de la libertad religiosa y de conciencia. El mismo investigador, refiere en su trabajo que existe un conjunto de corrientes que operan al margen de la ley, comprometidos con la delincuencia común y distinta de ese satanismo pacífico, idealista y/o existencialista, los cuales representan el 65% de las agrupaciones conocidas, lo cual conforma una anomalía en nuestro contexto social. Véase cómo, en el trabajo de investigación el Doctor Miguel Álvarez Correa refiere unos delitos y en su criterio, contravenciones que cometen los grupos satánicos: Tabla 2º. Delitos DELITOS Delitos contra la libertad individual (secuestro y otro) Delito contra el patrimonio económico (Hurto simple y agravado) Delito contra la libertad y la Dignidad Humana (explotación sexual, trata de personas) Ley 30 de 1986 Homicidios Lesiones personales Inducción al suicido Tortura CONTRAVENCIONES Vandalismo Escándalo en la vía Lesiones personales Delitos contra el sentimiento y respecto de los difuntos (irrespeto a los cadáveres) Violación a la libertad religiosa (de la sociedad civil hacía los grupos satánicos e inversamente) 222 Fuente: CORREA M, ÁLVAREZ, Alvira J. y SOLER A. Marcas del silencio: Niños, jóvenes y satanismo. Derechos, perfiles y atención psicosocial. Bogotá: Instituto de Estudios del Ministerio Público, 2004. Y es que tales hipótesis delictivas tienen asidero en casos concretos, veamos: a. Captura de 14 personas que con frecuencia violaban las tumbas de cementerios (Montenegro- Risaralda) (1992): Irrespeto a los difuntos. b. Dos indigentes son encontrados muertos en Pereira (Risaralda) (1993), en la localidad de Cuba, degollados, presuntamente ejecutados en el marco de un ritual satánico: Homicidio y Tortura. c. Se intervienen 13 niñas de grado noveno que realizan misas de sanación y de curación satánica (Caquetá) (1994): No hay delito, sino posible riesgo dependiendo del tipo de grupo. d. Cinco niñas del grado octavo que le rezan al Ángel de la Guardia Satánico (Pereira-Risaralda) (1996): No hay delito, sino posible riesgo dependiendo del tipo de grupo. e. Jóvenes de la localidad de Villa Santana (Pereira – Risaralda) (1999), declaran que su religión es el satanismo, por cuanto sus respectivos padres ejercen distintas religiones tales como el catolicismo, el protestantismo en sus múltiples expresiones: No hay delito. Mientras no se cometa un delito o una infracción en contra de cualquiera de los derechos de terceros y más allá de si el satanismo es considerado o no como religión, todo colombiano está en su derecho de creer en lo que quiera. El alarmismo cultural no es en ese sentido argumento para hablar de delito. 223 f. Un joven de 17 años miembro activo de un grupo satánico activo, vincula su hermano menor de cinco años quien asiste en cuatro oportunidades a orgías y sacrificios de animales, hasta que los docentes del colegio se percatan que algo no anda bien. (Bogotá) (2001). Hay delitos contra la libertad y dignidad humana. g. Un presunto grupo satánico irrumpe en una iglesia, pintando las paredes con términos que hacen alusión al demonio y rompen varias de las estatuas del templo (Cali- Valle del Cauca) (2002): Vandalismo e irrespeto a las figuras religiosas. h. Una niña de seis años es secuestrada y violada en un ritual (Bogotá) (2002): Hay entre otros, acceso carnal violento en menor de 14 años, lesiones personales y secuestro. i. Diez niñas de 12 a 16 años son captadas por una red de trata de tráfico de personas bajo la figura del satanismo y enviadas a distintos lugares del país para ser sexualmente explotadas (Bogotá y Pereira-Risaralda) (2002): Hay una trata de personas bajo la modalidad de explotación sexual y tráfico de personas. j. Un niño desaparece; se encuentran restos de él a los diez días dispuestos de manra ritual (Boyacá) (2003): Homicidio. k. Dos niñas de catorce años de grado noveno son diagnosticadas por la orientadora como satánicas en un colegio de Kennedy (Bogotá) (2003): Reacias en hablar, se encuentra que crecen en hogares disfuncionales y que hay un posible abuso sexual reiterativo por parte del padre en uno de los casos. 224 No hay delito por parte de las menores, más si se requiere intervención familiar con el fin de comprobar si hay abuso por parte de los progenitores; se requiere remisión a la Fiscalía General de la Nación para que proceda de conformidad con la ley. l. Una joven de 18 años exsatánico, consume su sangre o la de los amigos, en rituales. Dice que ahora es vampira. (Bogotá) (2004). No hay delito. Si bien, su comportamiento es atípico y probablemente genere reprobación social, no hay infracción alguna. 225 CAPITULO IX LA RESPUESTA DEL DERECHO A LOS PROBLEMAS PLANTEADOS POR LAS SECTAS 9.1 RÉGIMEN JURÍDICO ESPECÍFICO PAR LAS SECTAS Desde que los países de Occidente se han empezado a ver afectados por los Nuevos Movimientos Religiosos en diversas partes se ha planteado la conveniencia de un régimen específico para las sectas. Ello puede ser procedente y, de hecho, hay argumentos para ello. De una parte, es verdad que el movimiento sectario tiene características intrínsecas: su separación respecto de las religiones tradicionales, la frecuente presencia de un gurú o las fuertes exigencias a manudo impuestas a sus adeptos como testimonio. De allí la idea de que a este fenómeno singular debería corresponder un cuadro jurídico propio. Por otra parte, como lo hemos visto en las partes anteriores de esta investigación, se trata de un fenómeno que tiende a ampliarse y conformas cambiables, lo que podría justificar una adaptación del derecho a sus específicas modalidades de acción. En tercer lugar, el fenómeno de los nuevos movimientos religiosos presenta peligros importantes y múltiples que justifican una acción de grandes proporciones por parte de los poderes públicos, lo que pasa, a menudo, por la puesta en práctica de dispositivos jurídicos nuevos. Junto a lo anterior hay autores –a decir 226 verdad los menos- que entienden que el derecho vigente no está perfectamente adaptado a los problemas planteados por las sectas123. Sin embargo, la gran mayoría de quienes han abordado el tema, no solo desde la perspectiva de la doctrina, sino también desde las autoridades, se muestran contrarios a un régimen jurídico específico y diferenciado respecto de los Nuevos Movimientos Religiosos. Solo a manera de ejemplo puede citarse para Francia el Informe Viven, primero, y el Informe Parlamentario de 1996, después, en el último de los cuales se lee que “para los términos de estos trabajos, no parece, sin embargo, deseable proponer la elaboración de un régimen jurídico específico para las sectas”. El informe presentado al Congreso Español por una Comisión de Parlamentarios llega a la misma conclusión: “la valoración global obtenida es de reconocimiento de la suficiencia del marco legislativo español, tanto en el orden general de regulación de los derechos constitucionales como en el orden penal para la tipificación y condena de los supuestos de conductas ilícitas atribuidos a las actuaciones de algunos grupos sectarios”. Estas conclusiones son compartidas también por la doctrina que se orienta en su mayoría en el mismo sentido, sin bien tanto los organismos oficiales como los actores matizan sus afirmaciones proponiendo reformas en aquellos aspectos en que, como veremos para ser necesarias reformas a algunas figuras jurídicas de cara a las sectas. Consecuente con este pensamiento mayoritario ningún país europeo, que sepamos, ni ningún estado de Norteamérica han adoptado normas regulando de manera general el tema de las sectas. Las medidas que más se acercan a la 123 El informe parlamentario francés de 1996, por ejemplo, señala que “el coronel Morin desarrolla la tesis, expuesta especialmente en Sectarus, según la cual el derecho francés no permite reprimir la violencia psíquica y deplora esta laguna”. 227 vigencia de una legislación especial restrictiva son las recomendadas por el Parlamento Europeo en 1984, que han tenido un alcance muy limitado. Las razones que conducen a esta conclusión son varias. Por de pronto esta el gran problema de la definición de los Nuevos Movimientos Religiosos o sectas al que nos hemos referido en varios momentos de esta investigación. No es nada fácil definir la noción de secta. El informe parlamentario Francés de 1996 se plantea el problema en estos términos: la puesta a punto de un régimen jurídico propio para las sectas obligaría necesariamente a hacer elecciones a favor de alguna de ellas, lo cual se prestaría para todas las críticas. Supongamos, por ejemplo, que se considera la acepción más amplía y se considera como secta el conjunto de nuevos movimientos espirituales diferentes a los religiosos tradicional: ¿Cómo justificar que estos movimientos que pueden a veces presentar las mismas características que ella, queden sometidos a un régimen diferente? ¿Cómo explicar también que se aplique un mismo derecho específico a fenómenos tan diversos como las corrientes espirituales pacíficas y las sectas peligrosas? Si se opta por el contrario, por una definición restrictiva según la cual las sectas corresponden al conjunto de movimientos espirituales que presentan peligro el individuo o la colectividad, el problema será ahora saber cuál (es) criterio (s) de peligrosidad escoger. El carácter multiforme y cambiante del fenómeno hace evidente que esta empresa, por lo menos, es peligrosa”. Por otra parte, además de que efectivamente el Derecho vigente ofrece instituciones jurídicas válidas para asumir los desafíos sectarios, es que “la ‘novedad’ del fenómeno no radica en la propagación de movimientos religiosos o espirituales diferenciados de las religiones dominantes –lo cual se ha repetido en múltiples momentos históricos -, sino en los problemas que su difusión plantea a los Estados inspirados en los principios de laicidad, libertad e igualdad ante la ley”. 228 A lo anterior hemos de agregar que “no parece acorde con los principios de libertad religiosa e igualdad la represión de las supuestas violaciones de la legalidad que cometen dichos movimientos a través de la promulgación de una normativa específica que limite su acción. La difícil distinción entre los ‘Nuevos Movimientos’ y otros grupos con finalidad religiosa, los injustos controles sobre grupos totalmente lícitos y las lesiones irrecuperables que sufra la libertad religiosa de sus miembros, desaconsejan de plano esta solución”. Desde otra perspectiva, una legislación especial probablemente se traducirá en un encuadramiento más estrecho de las actividades de las sectas lo que sería muy difícil de realizar sin tocar las libertades de religión, de reunión y de asociación. Otros elementos que igualmente pesa en este sentido es el pluralismo propio de la actual sociedad occidental, pluralismo garantizado, incluso, constitucionalmente, y que hace que se considere el hecho de la multiplicidad de opciones ideológicas o culturales como un elemento enriquecedor porque facilita el ejercicio de la libertad. Es por lo que se ha llegado a decir que, al menos para la situación española en coherencia con los principios y valores de nuestro ordenamiento, los poderes públicos no solo han de respetar y tutelar las creencias religiosas de tales movimientos … Movido por las salvaguarda del pluralismo y la igualdad sustancia ha de utilizar los resortes jurídicos a su alcance para facilitar el acceso en igualdad de medios a tales movimientos minoritarios, remover los obstáculos sociales que impiden el ejercicio de su acción y favorecer el libre debate en el terreno religioso y moral. Esta última reflexión nos permite hacer una puntualización para seguir adelante con este capítulo124: como hemos visto en otras partes, de esta investigación, en 124 En Francia han considerado algunos que convendría, sin crear un régimen especial, reconocer a los Nuevos Movimientos Religiosos como religiones, sin más. El principal argumento es que, aun cuando son movimientos religiosos, no se benefician del mismo estatuto que las religiones tradicionales. Según el informe parlamentario francés de 1996, la idea debe igualmente ser rechazada porque no se ve cómo sería posible reconocer como religión, sin más, a movimientos 229 la gran cantidad de Nuevos Movimientos Religiosos que han aparecido, es posible hacer una gran distinción: los hay que son peligrosos y los hay que no importan mayor peligro ni para sus adeptos ni para la sociedad. Asumir, en consecuencia, desde una perspectiva jurídica el tema de los nuevos movimientos religiosos supone, de un lado, facilitar el desarrollo de los mismos al amparo de la libertad religiosa y, de otra, controlar y sancionar en su caso los abusos que personas o grupos hagan al amparo de dicha libertad. Ahora bien, como han transcurrido años desde que estos movimientos empezaron a actuar en Occidente, es posible determinar que de entre este sin fin de Nuevos Movimientos Religiosos o sectas hay algunos que como grupos, que como organizaciones, son peligrosos, ya para sus adeptos, ya para la misma sociedad. Las reflexiones que siguen se van a referir especialmente, a éstos últimos. 9.2 MEDIDAS JURÍDICAS DE CARÁCTER GENERAL Se ha dicho recién que, si bien la opinión generalizada, hoy por hoy, es que el tema de las sectas no requiere un tratamiento jurídico específico, ello no supone reconocer que es posible, además, adoptar algunas medidas. Algunas de ellas con carácter general, otras de carácter más específico, normalmente orientadas a la ley vigente en algún aspecto. Entre las medidas de carácter general, se pueden enunciar un observatorio de las sectas a cargo de cada Estado y cuidadoso estudio para reconocer personería jurídica a los Nuevos Grupos Religiosos, amén de la de carácter específico, que tienen que ver con la respuesta del derecho a los problemas planteados por las sectas en los ámbitos civiles, laborales y penales; empero, al ser fiel a la que, cierto número de sectas, ni persiguen una finalidad exclusivamente religiosa, o tienen prácticas contrarias al orden público y a los derechos y libertades de los otros. Les sectes (No. 1) 111. 230 naturaleza del trabajo que se desarrolla, debemos fincar nuestra atención y estudio al aspecto penal. 9.2.1 Delitos y sanciones. El ámbito penal ha de ser el último recurso en la lucha de la sociedad contra las sectas. La acción del Estado en este sentido, debe ir precedida de actividades de control y vigilancia que, junto con proteger a sus ciudadanos, impide que las sectas o sus adeptos violen los derechos que el mismo Estado debe proteger. Es común en la doctrina penalista señalar que una de las características del derecho penal de los modernos Estados democráticos es el principio de la intervención mínima ‘última ratio’ en la defensa de los derechos y libertades de las personas. Fuera de esta solución que proporciona el derecho penal, queda toda una gama de control administrativo o judicial de las acciones supuestamente perjudiciales de estos grupos125. Con todo, producida la violación, la respuesta del Estado ha de ser contundente. 9.2.1.1 Derecho comparado. Los nuevos movimientos religiosos, por su misma naturaleza se mueven en un medio específico, el religioso. Sin embargo, la mayoría de los delitos que se les imputan son delitos que transgreden valores extraños al religioso. Por ejemplo, el informe del Parlamento Español menciona los siguientes: Proselitismo Ilícito, Coacción, Amenazas, Atentados a la Libertad y la Seguridad de las Personas, Estafas, Evasión de Divisas, Delitos Laborables en relación con horarios de trabajo, salarios y pagos previsionales. Se ve así, que algunos delitos, por ejemplo, las coacciones y amenazas, el bien transgredido es la libertad genérica de la persona; en otros, como la estafa, la propiedad privada, en otros, como los delitos vinculados al derecho al trabajo, es la libertad y seguridad en el trabajo, etc. Por cierto que esta lista puede ampliarse, y la variedad de delitos, dependerá de la orientación finalidad, mecanismos y, en una 125 MOTILLA DE LA CALLE, A. Reflexiones sobre el tratamiento jurídico-penal de las sectas religiosas en España, En: GOTI ORDEÑANA, J. Aspectos socio-jurídicos de las sectas desde una perspectiva comparada. Editorial Oñati, 1991, p. 229. 231 palabra, de la idiosincrasia del movimiento, tan variada como pueda ser la imaginación delictiva del ser humano o los excesos cometidos en los afanes mesiánicos. Como se trata de delitos que puede cometer cualquier persona, sea o no miembro de un nuevo movimiento religioso, el castigo de estos delitos cometidos por ellos sería igual que la de cualquier ciudadano, o sea, haciendo abstracción de su adscripción religiosa. Ahora bien, como puede suceder que exista un cierto control mental sobre el adepto que comete el delito o que éste actúe bajo el influjo de drogas u otras sustancias, estas circunstancias atenuarían su responsabilidad. Y sí, como sucede en algunas sectas el liderazgo del gurú es muy marcado y éste ordenará los actos delictivos, sería también responsable como autor por inducción. Se ve, pues, que la lista de acciones que se imputan a las sectas en España esta cubierta por la legislación, como no solo en cuanto a la tipificación de las mismas, sino también en lo referido a la responsabilidad de sus autores. Hay, sin embargo, algunos delitos que a diferencia de los anteriores atentan más específicamente contra el valor de la religión y la libertad religiosa. En efecto, una de las acusaciones que se lanza contra algunas de las sectas se refiere el proselitismo de las mismas, es decir, a los métodos de captación de sus miembros: se habla de utilización de técnicas depresión psicológica que anula la voluntad del individuo en la decisión de integrarse en la secta o control mental una vez que pertenece a ella. Se ha llegado incluso a relatar una tipología de actuación común a estas sectas que, combinando el aislamiento de la víctima, la masiva información, una dieta especial, y escaso sueño, acaban mermando sus facultades en aras del control y manejo del individuo. 232 Se afirma entre los autores españoles, afirmación que nos parece de validez general que, tratándose de medios de captación debe respetarse cualquier de los empleados, siempre que actúen dentro de los límites de la libertad religiosa, marcados por los derechos y libertades de los demás y la salvación de la salud, la seguridad y la moral pública. Por el contrario, desde el instante que el proselitismo conlleve presiones, coacciones o amenazas, se ha de reputar ilícito, y, por supuesto, cuando aparece con la forma más sutil del ‘lavado de cerebro’. La novedad de métodos y técnicas que atentan contra la libertad personal debería ir acompañada de iguales medios de defensa y castigo de tales conductas en el ordenamiento jurídico estatal. Ahora bien, ¿Existen estas normas en el derecho comparado? El antiguo artículo 205 del C. Penal Español castigaba los ataques contra la libertad religiosa de las personas. El supuesto de hecho del inciso segundo de esa norma castigaba el proselitismo ilícito en estos términos: incurrirían en la pena de prisión menor… 2. Los que por iguales medios (violencia, intimidación, fuerza o cualquier otro apremio ilegítimo) forzaren a otro a practicar o concurrir actos de culto, o a realizar actos relevadores de profesar o no profesar una creencia religiosa, o a madurar la que profesare. Esta norma, cuya redacción es de 1983, sustituyó una anterior redacción de 1971 que resultaba todavía más acertada en su formulación; se castigaba en ella a los que emplearen amenaza violencia, dádiva o engaño con el fin de ganar adeptos para determinada creencia o confesión o para desviarlos de ella. Si el culpable de los hechos mencionados fuera autoridad o funcionario público, será sancionado, además, con la pena de inhabilitación especial. Analizando esta norma en su última versión antes del nuevo código penal español, se podía precisar que los términos empleados por la norma para describir los medios de comisión del delito, convertía en irrelevante, desde la 233 perspectiva penal, el proselitismo ilícito realizado por medio de técnicas de control mental, lo que constituía una importante laguna de la legislación, que debía solventarse mediante la explicita referencia de tales medios delictivos, junto con los que actualmente enumera la redacción del citado artículo. En cuanto al sujeto activo de este delito, cuando era cometido por miembros de una secta, la sola comisión del mismo no era suficiente para descalificar de inmediato a la secta; en rigor, el delito era sólo imputable a la persona física. Sin embargo, tratándose de proselitismo ilícito, correspondía al Juez examinar determinadamente la participación en el delito de las personas que por su carisma o por la sumisión moral del ejecutor material de sus mandatos, podían haber inducido en hecho criminal. Su participación en esos términos conllevaba su castigo como autores del mismo. Los sujetos pasivos y víctimas, podían ser tanto miembros de otras confesiones como personas que no profesaban religión alguna o eran abiertamente ateos. Las conductas tipificadas implicaban doblegar la voluntad del sujeto pasivo, de ahí que se excluyera el delito cuando existían indicios de consentimiento libre de la supuesta víctima. En 1995, con la aprobación del nuevo código penal español, la situación ha cambiado un poco, pero no para mejor. En efecto, el nuevo artículo 522 reproduce con pequeñas variantes de estilo el anterior artículo 205 y es precisamente el mantenimiento en el código de 1995, de los medios de ejecución del delito,… violencia, intimidación, fuerza o cualquier otro apremio ilegítimo…, lo que consideramos merece una valoración más negativa en el poder del legislador. El hecho de no ampliar dichos medios a la incriminación de eventuales técnicas proselitistas de control psicológico o mental frecuentemente imputadas a nuevos movimientos religiosos causas hoy muy usuales en la coacción- excluidas de la 234 mera compulsión física y moral a la que se refiere el precepto que, no olvidemos, ha de ser interpretado restrictivamente, dejan fuera del supuesto de hecho de la norma penal que se comenta acciones que representan un evidente atentado contra la libertad de conciencia. Con todo, el Código de 1995 parece tener presente el problema del posible proselitismo ilícito de las sectas a través de estos medios, pero en el plano colectivo. En efecto, según el artículo 515 No. 3, son asociaciones ilícitas las que, aun teniendo por objeto un fin lícito, empleen medios violentos o de alteración o control de la personalidad para su consecución. La declaración judicial de ilicitud y la consiguiente disolución de una secta son, a no dudarlo, una de las respuestas más contundentes del derecho contra estas sectas destructivas, pero la criminalización que recae sobre el colectivo debería también extenderse al sujeto material de las acciones, la persona o las personas concretas que manipulan la conciencia ajena con fines religiosos, supuesto no contemplado en el artículo 522. En Francia no existe una norma específica que permita la sanción penal de estas actividades, pero se han hecho proposiciones en este sentido: sin desconocer la dificultad y aún la aparente imposibilidad, ¿está verdaderamente excluido legislar sobre esta materia? De la misma manera que un demandado puede ser absuelto del delito de difamación si él aporta la prueba de la verdad de los hechos difamatorios, de la misma manera ¿no podría reconocerse que se establezca un delito de ‘manipulación’ a condición de poder aportar la prueba de la verdad de las actividades manipuladoras? Para hacerlo, no sería del todo necesario recurrir a expertos psiquiatras (los psiquiatras pueden hoy todavía ignorar los procedimientos de manipulación mental practicados por las sectas). Parece que es posible aportar la prueba de la manipulación vivida en una secta, a partir de criterios verificados en sus hechos precisos, perfectamente demostrables, más aún probando que ellos no son individuales o aislados, sino colectivos y repetidos. Estos hechos permitirían probar que los adeptos han perdido, en lo que concierne 235 a las prácticas perversas de las sectas, su espíritu crítico y su libre arbitrio y han llegado a ser fanáticos incondicionales, prestos a creer, decir y hacer no importa qué. Y en Italia existió durante años el delito de piaggio, es decir, el embotamiento, destinado a condenar toda presión ejercida sobre una persona por medio de la fascinación personal ocasionada por la superioridad social o cultural. El mismo, sin embargo, fue declarado contrario a la constitución por la Corte Constitucional, pero ha habido voces que pretenden su nueva vigencia, precisamente, ante la envestida sectaria. 9.2.1.2 La función del derecho penal. El tratar la perspectiva del Derecho Penal dentro del fenómeno sectario, se instituye en una vía seguida para detectar y tomar conciencia del tema y, tenerse como último medio de actuación a donde se debe llegar, sólo, cuando la actuación de la sociedad y de la administración no ha sido efectiva, pues el hecho de que una determinada conducta no merezca una desvalorización desde el punto de vista penal, no impide que pueda contemplarse como un acto ilegal, indeseable desde otros sectores del ordenamiento jurídico o quizás como un problema a combatir con instrumentos de política social. La racionalidad del Derecho Penal en la creación y desarrollo de su trabajo, nos lleva a analizar metodológicamente los siguientes aspectos del tema: quiénes son los sujetos activos, si se da en la actuación de las sectas destructivas algún ilícito penal, y la problemática de la actuación procesal. 9.2.1.3 Sujeto. Ciertamente hay alguna confusión con la utilización del término secta, como es frecuente denominar a los grupos que nos referimos. Hay que advertir, que no vienen diferenciados necesariamente por su naturaleza religiosa, pues pueden carecer de fines religiosos y tener una ideología y estructura difícilmente definibles. Suelen disponer de una organización monolítica, de donde 236 el poder viene dado por el carácter carismático del líder, y donde lo irracional y lo efectivo prepondera en las motivaciones y aceptación de los adeptos. Las cuales, cuando producen lesiones en la psique de sus miembros, reciben la denominación de sectas destructivas. El problema jurídico que se plantea por razón del sujeto del delito, se dirige a señalar el responsable de la acción ilegal. Para su enjuiciamiento hay que advertir, que nuestra legislación y la mayoría de la doctrina defienden que las asociaciones, en cuanto personas jurídicas, carecen de voluntad criminal, y que los responsables de sus actos son los directores y gerentes. La responsabilidad, en primer lugar, se ha de atribuir a la persona miembro de la secta que actúa criminalmente, considerado el grado de voluntariedad, participación y responsabilidad. Pero dada la forma de adoctrinamiento que tienen estos entes, en Países como el español, la responsabilidad tiende a diluirse en el grupo que da las órdenes de forma doctrinaria, muchas veces no individualizada y que obliga a los adeptos, impulsados por una indiscutible fuerza interior. De aquí que se eleva la responsabilidad a los líderes, quiénes a través de formas irracionales de mandatos, inducen al acto criminal. En efecto, aunque las asociaciones en cuanto organización no sean sujetos activos de acción criminal se pueden declarar ilegales, si cuentan entre sus fines la comisión de delitos, y aunque se ordenen a fines ilícitos, si incitan a la comisión o a la utilización de medios ilícitos: si promueven a la discriminación, a la violencia, al odio de las personas, grupos o asociaciones por razón de su ideología, religión o creencia, como se dispone en la normatividad penal española, artículo 515-. Así, pueden ser declaradas ilegales según el artículo 22.2 de la Constitución Ibérica y ser prohibidas, si sus fines o los medios que utilizan están tipificados como delictivos, y son declaradas así en una resolución judicial motivada. 237 • EL OBJETO DE PROTECCIÓN. Cuando analizamos este fenómeno advertimos que el calificativo de religioso, que normalmente se atribuye a estos grupos, no nos sirven para concretar el objeto de nuestro estudio, pues salvo el proselitismo ilícito, que se puede deducir del artículo 522.2 del Código Penal Español, todas las demás transgresiones que se les atribuye corresponden a bienes de diversa naturaleza, protegidos jurídicamente. Según el informe de la Comisión Parlamentaria (Resolution on sects in Europe, de 29 de febrero de 1996), donde se hace una numeración a modo de muestra y sin que sea exhaustiva, podemos señalar los siguientes hechos delictivos: Proselitismo ilícito, coacciones, amenazas, impedir el ejercicio de la libertad religiosa, estafas, delito contra la Hacienda Pública y la Seguridad Social, Evasión de divisas, delitos laborables, lesiones, prostitución, sustracción de menores, abandono de familia y niños, contrabando, tráfico de estupefacientes, trata de blancas y secuestros. En esencia, la protección penal se orienta a proteger la libertad religiosa y la libertad de conciencia. A este derecho se remiten en sus alegaciones, tanto los grupos sectarios, cuando reclaman libertad de actuación y acusan de que se ha tratado de sacar injustamente a los adeptos de su círculo; como quienes queriendo liberar a los adeptos de su influencia les acusan de la utilización de métodos ilegítimos de captación y de trato. Figuras jurídicas contra las sectas destructivas, que en su integridad no se encuentran en nuestro Derecho Penal, pues como se ha expresado a lo largo del trabajo, tal fenómeno no es de interés y menos de estudio por las autoridades Estatales Colombianas, amén que prácticamente, no existe denuncia concreta, y mucho menos condenas por esos presuntos delitos. 238 Es claro de todos modos que la ley penal en esta materia es perfectible y puede ser mejorada, Y esto por dos motivos. En primer lugar, porque entre los bienes jurídicos protegidos en la ley vigente, no se enuncia uno fundamental y que resulta directamente agredido por las llamadas sectas: la libertad religiosa. En la medida en que las "sectas" se recubren de apariencia religiosa o explotan ilegítima y abusivamente la religiosidad auténtica y las necesidades religiosas de los individuos, se convierten en caricatura de lo religioso, vulneran valores muy importantes de la sociedad y de las personas, y merecen un reproche penal especifico. Entiéndase bien que no se trata necesariamente de una “ley antisectas”, sino solamente de descubrir qué conductas particularmente disvaliosas se cree que realizan las llamadas “sectas” y, en ese caso, sancionarlas penalmente. En segundo lugar, en la medida en que se reconozca que “lo religioso" no es ni negativo ni siquiera neutro, sino positivo para la sociedad, es pertinente proteger sus expresiones y manifestaciones de modo especial, (reconociendo por ejemplo que un templo es más que un edificio cualquiera, un cáliz sagrado es más que un vaso, o un rollo de la Torá es más que un libro cualquiera; y por lo tanto las agresiones contra ellos merecen un reproche penal mayor). Del mismo modo que los bienes culturales, artísticos o históricos son especialmente protegidos, deben serlo los bienes religiosos. En los años recientes en el País solo ha habido un antecedente en este sentido, pero no llegó a buen término, pues en el Congreso no tuvo eco la propuesta del Representante a la Cámara, Doctor PABLO ENRIQUE SALAMANCA CORTES, presentada el 18 de octubre de 2010 y radicada con el Número de proyecto ley (055 de 2010), con el que intentaba crear un nuevo tipo penal de “Constreñimiento Religiosos Agravado” que se incluiría en el 239 Código Penal en el Libro Segundo Título III Capítulo Noveno, titulado: Delitos contra el sentimiento religioso y el respeto a los difuntos. 9.2.1.4 Las sectas en el derecho penal en Colombia. El desarrollo legislativo en España en relación con las sectas es ejemplar para Latinoamérica. El Código Penal Ibérico ha decantado en alguna medida la experiencia judicial de más de 20 años de lidia con los grupos delictivos amparados bajo la libertar religiosas. Aun que debe señalarse que la autentica eficacia jurídico penal ante el fenómeno sectario depende en gran medida de la conciencia y sensibilización de operadores prácticos del derecho, especialmente, jueces y fiscales que, desgraciadamente, tienen por la fuerza que dejar de contemplar el hecho como algo exótico, foráneo y casi anecdótico, no es menos cierto, que los instrumentos que ponga en el legislador en sus manos son tan esenciales para la represión punitiva de estas organizaciones como que los criterios lógicamente estrictos de legalidad han permito en ocasiones la impunidad de actos delictivos, al no estar determinadas conductas típicamente sectarias, sancionadas expresa o más claramente o solo poder encajarse de forma genérica y sobre la base de construcciones teóricas y doctrinales. Y en derecho penal una regulación sancionatoria incompleta o defectuosa es un portón abierto hacia la impunidad, pues, más que en cualquier otra rama del Derecho, la analogía y las interpretaciones extensivas están radicalmente prohibidas ya que no hay más delitos que aquellos expresamente recogidos en ley promulgada antes de su perpetración. En este acápite y tomado como modelo la lay penal española, se ha tratado de elaborar un sencillo estudio comparado de algunos tipos penales, que pueden ser aplicados a las sectas en general en determinadas circunstancias y específicas algunos apuntes con respecto a actividades llevadas a cabo por los Testigos de Jehová, según la T-474-96 de la Corte Constitucional. Tabla 3º. Asociación Ilícita 240 CÓDIGO PENAL ESPAÑOL CÓDIGO PENAL COLOMBIANO Artículo 515. Son punibles las asociaciones ilícitas, teniendo tal consideración: 1.º Las que tengan por objeto cometer algún delito o, después de constituidas, promuevan su comisión, así como las que tengan por objeto cometer o promover la comisión de faltas de forma organizada, coordinada y reiterada.. 2.º (Suprimido) 3.º Las que, aun teniendo por objeto un fin lícito, empleen medios violentos o de alteración o control de la personalidad para su consecución. 4.º Las organizaciones de carácter paramilitar. 5.º Las que promuevan la discriminación, el odio o la violencia contra personas, grupos o asociaciones por razón de su ideología, religión o creencias, la pertenencia de sus miembros o de alguno de ellos a una etnia, raza o nación, su sexo, orientación sexual, situación familiar, enfermedad o minusvalía, o inciten a ello. Artículo 340. Modificado por el art. 8, Ley 733 de 2002 , Modificado por el art. 19, Ley 1121 de 2006. Concierto para delinquir. Cuando varias personas se concierten con el fin de cometer delitos, cada una de ellas será penada, por esa sola conducta, con prisión de tres (3) a seis (6) años. Cuando el concierto sea para cometer delitos de genocidio, desaparición forzada de personas, tortura, desplazamiento forzado, homicidio, terrorismo, narcotráfico, secuestro extorsivo, extorsión o para organizar, promover, armar o financiar grupos armados al margen de la ley, la pena será de prisión de seis (6) a doce (12) años y multa de dos mil (2.000) hasta veinte mil (20.000) salarios mínimos mensuales legales vigentes. La pena privativa de la libertad se aumentará en la mitad para quienes organicen, fomenten, promuevan, dirijan, encabecen, constituyan o financien el concierto o la asociación para delinquir. Fuente: CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia T-474 de 1996. M.P. Fabio Morón Díaz EL delito de asociacionismo ilícito, que aparece previsto en los artículos 515 a 521 del Código Penal Español de 1995, conecta con el reconocimiento del Derecho de Asociación del artículo 22 de la Constitución Española, sobre todo en lo relativo a 241 las previsiones que se realizan en sus párrafos 2º y 4º, respecto de la comisión de delitos, su posible ilegalización y suspensión o disolución. El numeral 3º del artículo 515 sanciona como fuera de la ley aquellas asociaciones que, aun teniendo por objeto un fin lícito empleen medios violentos para su consecución, pero añadiendo, y he aquí la radical novedad, “empleen medios de alteración o control de la personalidad para su consecución”. Al respecto al Magistrado Español José Vásquez comenta: “basta ya por tanto de alegar fines altruistas, de salvación personal, planetaria e incluso galáctica a la que tan aficionados son los líderes de estas organizaciones exigiendo respeto a sus ideas, por muy irracionales, absurdas y hasta disparatadas que puedan resultar para un hombre medio. No se persiguen estas, sino los medios para imponerlas atacando lo que debe ser más sagrado en una sociedad democrático, como es la libertad individual al imbuir un orden de valores o una ideología no por la persuasión o el racionamiento, sino mediante procedimientos más o menos científicos, y en todo caso eficaces de destrucción de la personalidad y de control mental”. La robotización de seres humanos que convierte a los individuos en meros instrumentos al servicio del jefe sin la mínima posibilidad ni aun capacidad de autocritica, es el sueño de todos los dictadores. La comunidad judicial española en general aplaude la redacción del precepto que pocas dudas deja de la intensión del legislador, que además ha cuidado de incluirlo dentro del Título que sanciona los “delitos contra la Constitución”. Si a ello añadimos que el artículo 520 Ibérico ordena la disolución de este tipo de asociaciones y aún “cualquier otra” de las medidas previstas en el artículo 129 (clausura de locales o establecimientos, prohibiciones de realizar actividades en el futuro orientadas, precisa y exactamente a prevenir la continuidad en la actividad delictiva y sus efectos) habrá que concluir que esta expresa tipificación de organizaciones que persiguen fines lícitos y, en principio, hasta supuestamente excelsos, pero utilizan técnicas de control mental y destrucción de personalidad para conseguirlos, se van a ver en serios apuros con la regulación. 242 En cuanto a problemas procesales de esta infracción penal tenemos primeramente que, la prueba que el grupo ha ordenado, la ejecución material de un delito, de cara a que se le atribuya efectivamente el mismo, y se pueda proceder a su ilegalización, es verdaderamente difícil en la práctica. Ello ha llevado a una escasa o nula virtualidad de estas disposiciones, en relación con las sectas destructivas, ya que se realicen propuestas de reforma procesal en este punto tales como la inversión de la carga de la prueba. El segundo inconveniente, también de naturaleza procesal, se refiere a la especial transcendencia de la modificación introducida por el art. 515.3 del Código Penal, según la cual tiene la consideración de asociaciones ilicititas, “las que, aun teniendo por objeto un fin lícito, empleen medios violentos o de alteración o control de la personalidad para su consecución”. Se ha alabado por muchos el carácter innovador para el ordenamiento de ese precepto, pero se vuelve a plantear las dificultades de su aplicación práctica, la que se refleja de nuevo en su escaso reconocimiento en las sentencias que versan sobre estos casos. He aquí una de las principales barreras con las que topa en la práctica el Ministerio Fiscal, o la acusación particular, en su labor de tratar de probar la producción del empleo de medios de alteración o control de la personalidad, ya que en la práctica las diligencias periciales (psiquiátricas, psicológicas, químicas, etc.), se convierten en la base de la actividad probatoria de la acusación contra este tipo de grupos. Precisamente un poco más, él “lavado de cerebro” se pude definir como “… el conjunto de actividades realizadas, en este caso por una secta, con el fin de atraer o conquistar nuevos adeptos utilizando medios de cohesión psíquica que producen en el sujeto en cuestión unos síntomas englobados bajo la denominación ‘síndrome disociativos atípico”. Para conseguir éste objetivo, se pueden utilizar diferentes medios, incluyendo el empleo de sustancias químicas. Así, 243 …Una de las acusaciones frecuentes que se lanza contra ciertos movimientos religiosos alude a los métodos de captación de prosélitos… se ha llegado incluso a relatar una tipología de actuación común que, combinando el aislamiento de la víctima, la masiva información, una dieta especial, y escaso sueño acaban mermando sus facultades en aras del control y manejo del individuo126. Sin embargo, es realmente complejo conseguir la práctica de estos medios cuando el sujeto, presunta víctima de estos hechos, se muestra en contra, porque precisamente, lo que se quiere probar es que su libre voluntad está efectivamente mermada. Solo una declaración judicial de incapacidad puede despejar el camino en estos casos, lo cual evidentemente también presenta graves dificultades procesales. Además, delimitar dónde se encuentra la barrera, entre una actitud de proselitismo dentro de los límites legales y una alteración o control de la personalidad punibles, en muchos casos, es realmente difícil, por no decir imposible. Por lo que la prueba del delito contra la libertad de conciencia (antiguo proselitismo ilícito), descrito en el artículo 522.2 del Código Penal presenta también a menudo similares dificultades. En cuanto a los Testigos de Jehová, reflexionamos a este respecto. “cada miembro es un predicador y al ser bautizado se convierte en un ministro, un testigo ordenado por “Jehová” para anunciar y vender los escritos de la casa editorial Watchtower”. La dificultar radica en que el sistema de venta de libros y visitas incluye el expendio y enseñanza de casa en casa, que es obligatorio para cada testigo. Cualquiera podía pensar que se hace depender la salvación de la mayor o menor venta de libros que haga el fiel por lo cual éste se ve compelido a predicar más. Para inculpar esta máxima en los adeptos se les somete a una 126 MOTILLA DE LA CALLE, Op. cit., p. 113. 244 serie de manipulaciones psíquica y presiones jerárquicas al interior de la organización. En este grupo religioso existen varios niveles de vinculación, cada uno de los cuales tiene asignados una cuota de libros y revistas par aponer en el mercado y un número de horas semanales de predicación. Los más comprometidos se ven forzados a abandonar su trabajo para dedicarse a la obra (más de 90 horas semanales de proselitismo). La angustia psicológica del Testigo que no vende libros es terrible, pues está verdaderamente convencido de que se va al infierno. Como se aprecia el Código Colombiano dista mucho de la riqueza en el modelo descriptivo de su émulo español, pues no contempla la posibilidad de que una organización con un fin lícito, que pueda tener el carácter religioso o no, sufra una degeneración sobreviniente que le lleve a emplear medios violentos o a manipular la personalidad de sus integrantes para la consecución de sus fines. España tuvo que padece, entre otras, las plagas que representan las doctrinas Sun Myung Moon y Moisés David para llegar a legislar como venimos en el artículo 515. Colombia no se ha familiarizado aun con estas sectas en su mayoría de fundamento budista e hinduista cuyo profeta y fundador una vez tiene un cierto número de miembros declara abiertamente su divinidad y demanda rendición y adoración exclusivas. Si un hombre puede llegar a ser obedecido de manera casi incondicional como líder de una organización religiosa, cuando mayor será el grado de sumisión cuando decida declarar que él es Dios. Tal fue el caso del Koreano Moon, quien fundó su propia religión en 1954. (La Iglesia para la Unificacion), mezclando aspectos de cristianismo y budismo y teniendo como consignas la unificación del cristianismo y la caída del comunismo en todo el mundo. Moon ha sido sacado “a patadas” de Estados Unidos y de otros lugares del planeta por los delitos de evasión fiscal, estafa y amenazas principalmente. Es dueño de multinacionales pesqueras y de telecomunicaciones 245 y su influencia llega a ser política y económica en algunas regiones. El control de Moon sobre sus adeptos es tal que él quien les escoge esposa o esposo y llegan a trabajar exclusivamente para las empresas del profeta abandonando incluso su país de origen. ¿Con éstos antecedentes como Colombia puede reconocerle personería jurídica a una Iglesia como la Unificación? ¿ es necesario que padezcamos un suicidio colectivo como el ocurrido en Jonestown (Guyana/1978) o en Kanungu (Uganda/2000) para reprimir la manipulación descarada de la personalidad al interior de las sectas destructivas? Como queda visto, en nuestro País, y de probarse que una organización con un fin lícito (por ejemplo el religioso reconocido por el ministerio del interior) que llegare a emplear medios violentos o de alteración o de control de la personalidad para su consecución, jamás podría llegar a sancionarse por el delito de concierto para delinquir, por lo genérico del tipo, la ignorancia del legislador acerca de la actividad sectaria. Tabla 4º. Lesiones personales CODIGO PENAL ESPAÑOL CODIGO PENAL COLOMBIANO Artículo 147. 1. El que, por cualquier medio o procedimiento, causare a otro una lesión que menoscabe su integridad corporal o su salud física o mental, será castigado como reo del delito de lesiones con la pena de prisión de seis meses a tres años, siempre que la lesión requiera objetivamente para su sanidad, además de una primera asistencia facultativa, tratamiento médico o quirúrgico. La simple vigilancia o seguimiento facultativo del curso de la lesión no se considerará Artículo 111. Lesiones. El que cause a otro daño en el cuerpo o en la salud, incurrirá en las sanciones establecidas en los artículos siguientes. Artículo 115. Perturbación psíquica. Si el daño consistiere en perturbación psíquica transitoria, la pena será de prisión de dos (2) a siete (7) años y multa de veintiséis (26) a cuarenta (40) salarios mínimos legales mensuales vigentes. Artículo 119. Circunstancias de agravación punitiva. Cuando con las conductas descritas en los artículos anteriores, concurra alguna de las 246 tratamiento médico. Con la misma pena será castigado el que, en el plazo de un año, haya realizado cuatro veces la acción descrita en el artículo 617 de este Código. 2. No obstante, el hecho descrito en el apartado anterior será castigado con la pena de prisión de tres a seis meses o multa de seis a 12 meses, cuando sea de menor gravedad, atendidos el medio empleado o el resultado producido. circunstancias señaladas en el artículo 104 las respectivas penas se aumentarán de una tercera parte a la mitad. Artículo 148. Las lesiones previstas en el apartado 1 del artículo anterior podrán ser castigadas con la pena de prisión de dos a cinco años, atendiendo al resultado causado o riesgo producido: 1.º Si en la agresión se hubieren utilizado armas, instrumentos, objetos, medios, métodos o formas concretamente peligrosas para la vida o salud, física o psíquica, del lesionado. 2.º Si hubiere mediado ensañamiento o ale-vosía. 3.º Si la víctima fuere menor de doce años o incapaz. 4.º Si la víctima fuere o hubiere sido esposa, o mujer que estuviere o hubiere estado ligada al autor por una análoga relación de afectividad, aun sin convivencia. 5.º Si la víctima fuera una persona especialmente vulnerable que conviva con el autor. Artículo 155. En los delitos de lesiones, si ha mediado el consentimiento válido, libre, espontáneo y expresamente 247 emitido del ofendido, se impondrá la pena inferior en uno o dos grados. No será válido el consentimiento otorgado por un menor de edad o un incapaz. En el Código Español el delito de lesiones castiga al que por cualquier medio o procedimiento cause a otro una lesión que menoscabe no solo su integridad corporal sino su salud mental, agravando la pena cuando se utilizan métodos o formulas concretamente peligrosos para la salud psíquica del lesionado. Esta legislación supone un paso adelante respecto de la tan utilizada alegación de que estos métodos o procedimientos eran consciente y expresamente admitidos y consentidos por personas mayores de edad, pues en este caso, aunque se opera una cierta reducción en la pena, el delito sigue existiendo. El Magistrado Vásquez Honrubia comenta con respecto al artículo 155: “la norma precisa que no es válido el consentimiento otorgado por un menor de edad o incapaz, de tal modo que sufre una grieta la barrera que anteponían los sectarios aduciendo la imposibilidad de denuncia por parte de victimas con problemas de salud mental cuando estas consentían libre y voluntariamente en someterse a los métodos o al tratamiento de la secta”. A este respecto habrá mucho que decir de acuerdo con lo expresado en la T-474/96 de la Corte Constitucional Colombiana. Los menores de edad son especialmente vulnerables a ser reclutados por las sectas y a sufrir lesiones psíquicas y físicas como consecuencia de la actividad punible de grupos delictivos organizados al amparo de la libertad religiosa. Los niños han alcanzado un “status” jurídico relevante gracias a las declaraciones genéricas como la de Derechos Humanos de 1948, y otras específicas como la de los Derechos del Niño de 1959 y fundamentalmente la de nuestra carta política. 248 En Colombia se suscitó en el año 96 una controversia jurídica acerca del ejercicio de los derechos a la libertad religiosa de conciencia y de libre desarrollo de la personalidad por parte de los menores de 18 años, con ocasión del caso de Alfonso Cáceres Rojas, menor adulto que profesaba la religión de los Testigos de Jehová y quien se negó a recibir transfusiones de sangres de las cuales dependía su vida presionado por dos de los jerarcas de su iglesia. Como lo aclara la tutela 474/96, en Colombia los menores adultos (varones entre los 14 y 18 y mujeres entre los 12 a 18) son relativos incapaces al tenor de lo dispuesto en el artículo 60 del Decreto 2820 de 1974, que modificó el inciso tercero del artículo 1504 del Código Civil, pero dicha incapacidad no limita la libertad del menor “ para determinar las directrices de orden moral que guiaran su propio destino, permitiéndole expresar sus creencias religiosa y someterse voluntariamente a la práctica de sus preceptos, actuando y absteniéndose según se los señalen sus dogmas y principios, siempre que ello no implique atentar contra su integridad contra la de terceros o contra la comunidad en general. La capacidad relativa que se le reconoce al menor adulto, debe ser complementada y perfeccionada hasta hacerse plena, con el ejercicio por parte de los padres o representantes del derecho –deber que a ellos se les reconoce, de guiar y orientar a sus hijos o representados en el ejercicio de sus derechos, “de modo conforme a la evolución de sus facultades”. La Corte Constitucional plantea la tesis de una responsabilidad compartida entre padres y menor adulto, donde prevalecerá la de los progenitores si se presenta contradicción entre las decisiones que tome el menor que pongan en peligro su derecho fundamental a la vida, y las decisiones de sus padres para preservarla. En circunstancias tan difíciles la Corte en su Jurisprudencia ha señalado tres criterios para distinguir cuando se configura o no un caso extremo, que permita dirimir a favor de la prevalencia de la decisión del padre: 249 a. La edad del menor. b. La urgencia e importancia misma del tratamiento para los intereses del menor c. La intensidad del impacto del tratamiento sobre la autonomía actual y futura del menor. Se debe recordar que los menores representan para las nuevas religiones los adeptos del futuro, una inversión segura en el presente que obtendrá sus frutos en pocos años. Ese fin lucrativo, motor de toda secta en última instancia, se verá ampliamente satisfecho por los niños. La Corte debió haber profundizado en el concepto de (indefensión relacional) ubicado en el marco del hecho religioso. Presumir legalidad y lealtad entre futuro adepto y en oferente del mensaje religioso lo cual es una posición ingenua un poco ignorante sobre el tema. Ahora, conductas con relevancia penal serán sin duda aquellas en que se utilice violencia física o amenazas de males graves contra él o personas allegadas para evitar que el sujeto abandone el grupo, o, de modo más discutible si se tiene en cuenta el texto de la ley y los criterios doctrinales foráneos y existentes al respecto, aquellas en que se recurra a la hipnosis o a la administración no consentida de sustancias psicoactivas o narcóticos para vencer la resistencia del sujeto. El delito de lesiones muestra una estructura abierta en cuanto a los medios comisivos y, respecto al resultado, asimila los menoscabos a la salud física y psíquica. Ello supone la posibilidad de considerar constitutiva de lesión típica la causación por cualquier medio de una enfermedad psíquica, como podría ser una depresión. En este caso las dificultades principales no están en el diagnóstico y valoración psiquiátrica o incluso jurídica de la enfermedad ni en los medios utilizados, sino en la relación de causalidad e imputación objetiva que debe mediar entre unos y otros, paso fundamental en que se abre un verdadero abismo. 250 Especialmente si se tiene en cuenta que la adicción a una secta actúa a menudo como estrategia de reducción de ansiedad y que por consiguiente juegan un papel factores de pre morbilidad, amén del posible efecto contrario, pues es posible que la depresión sobrevenga tras la ruptura con la secta y posiblemente como consecuencia de ello. 251 Tabla 5º. Estafa CODIGO PENAL ESPAÑOL Artículo 248. CODIGO PENAL COLOMBIANO Artículo 246. Estafa. Modificado por el art. 33, Ley 1474 de 2011. El que obtenga provecho ilícito para sí o para un tercero, con perjuicio ajeno, induciendo o manteniendo a otro en error por medio de artificios o engaños, incurrirá en prisión de dos (2) a ocho (8) años y multa de cincuenta (50) a mil (1.000) salarios mínimos legales mensuales vigentes. En la misma pena incurrirá el que en lotería, rifa o juego, obtenga provecho para sí o para otros, valiéndose de cualquier medio fraudulento para asegurar un determinado resultado. La pena será de prisión de uno (1) a dos (2) años y multa hasta de diez (10) salarios mínimos legales mensuales vigentes, cuando la cuantía no exceda de diez (10) salarios mínimos legales mensuales vigentes. 1. Cometen estafa los que, con ánimo de lucro, utilizaren engaño bastante para producir error en otro, induciéndolo a realizar un acto de disposición en perjuicio propio o ajeno. 2. También se consideran reos de estafa: a) Los que, con ánimo de lucro y valiéndose de alguna manipulación informática o artificio semejante, consigan una transferencia no consentida de cualquier activo patrimonial en perjuicio de otro. b) Los que fabricaren, introdujeren, poseyeren o facilitaren programas informáticos específicamente destinados a la comisión de las estafas previstas en este artículo. c) Los que utilizando tarjetas de crédito o débito, o cheques de viaje, o los datos obrantes en cualquiera de ellos, realicen operaciones de Artículo 247. cualquier clase en perjuicio de su Circunstancias de agravación titular o de un tercero. punitiva. La pena prevista en el Artículo 249. artículo anterior será de cuatro (4) a Los reos de estafa serán castigados ocho (8) años cuando: con la pena de prisión de seis meses a 1. El medio fraudulento utilizado tres años, si la cuantía de lo tenga relación con vivienda de interés defraudado excediere de 400 euros. social. Para la fijación de la pena se tendrá en 2. El provecho ilícito se obtenga por cuenta el importe de lo defraudado, el quien sin ser partícipe de un delito de quebranto económico causado al secuestro o extorsión, con ocasión perjudicado, las relaciones entre éste y del mismo, induzca o mantenga a el defraudador, los medios empleados otro en error. por éste y cuantas otras circunstancias 3. Se invoquen influencias reales o sirvan para valorar la gravedad de la simuladas con el pretexto o con el fin 252 infracción. de obtener de un servidor público un beneficio en asunto que éste se Artículo 250. encuentre conociendo o haya de 1. El delito de estafa será castigado conocer. con las penas de prisión de un año a 4. Adicionado por el art. 52, Ley 1142 seis años y multa de seis a doce de 2007, así: meses, cuando: 1.º Recaiga sobre cosas de primera necesidad, viviendas u otros bienes de 4.La conducta esté relacionada con contratos de seguros o con reconocida utilidad social. sobre vehículos 4.º Revista especial gravedad, transacciones atendiendo a la entidad del perjuicio y automotores. a la situación económica en que deje a 5. Adicionado por el art. 29, Decreto la víctima o a su familia. 4. Nacional 126 de 2010, Adicionado 6.º Se cometa abuso de las relaciones por el art. 15, Ley 1474 de 2011 personales existentes entre víctima y 6. Adicionado por el art. 15, Ley defraudador, o aproveche éste su 1474 de 2011 credibilidad empresarial o profesional. 2. Si concurrieran las circunstancias 4ª, 5ª o 6ª con la 1ª del número anterior, se impondrán las penas de prisión de cuatro a ocho años y multa de doce a veinticuatro meses. Para los comentaristas españoles el inciso séptimo del numeral primero del artículo 250 constituye un subtipo agravado de la figura de estafa. Si bien “en el plano espiritual cada quien puede disponer como mejor se le antoje de sus bienes, terrenos para lograr la salvación de su alma sin que nada puede ni deba decir el derecho, no es menos cierto que un gran número de estas organizaciones promete a sus adeptos (obviamente previo pago a veces de todo cuanto poseen) resultados mentales y físicos científicamente imposibles, irrealizables e irracionales, con lo que el engaño como medio para apropiarse del patrimonio ajeno es en muchas ocasiones más que clamoroso”. El legislador del 95 establece dicha agravación cuando la estafa se comete abusando de las relaciones personales entre la víctima y el defraudador, o si este aprovecha su credibilidad empresarial o profesional. El artículo está dirigido a esas 253 organizaciones o empresas, que carecen de estatus religioso pero aparentan tenerlo y como se agrava su responsabilidad al utilizar su fachada legal y aparentemente solvente y creíble para despojar a otros de cuando pueden con promesas de logros psicofísicos imposibles. El bien jurídico que pretende proteger ambos tipos penales es el de patrimonio económico sobre el cual recae un perjuicio directo con base a una conducta engañosa. Esto se corresponde muy bien con la actividad sectaria en cuanto al adoctrinamiento se refiere. Si el adepto realiza la disposición patrimonial por pura liberalidad no habrá delito a un cuando la intención de los sujetos activos sea estafadora. El delito tampoco tiene que ver con la veracidad o falsedad de las creencias por exóticas que sean. De igual forma, no habrá ilícito sin el elemento subjetivo, esto es, el ánimo de lucro. El desprendimiento patrimonial debe darse entonces, como consecuencia de la voluntad viciada del sujeto pasivo. Ocurre normalmente que tras el adoctrinamiento llevado a cabo en la confesión religiosa, se anula la voluntad del fiel, quien de acuerdo con esta hipótesis se encontraría imposibilitado para prestar el consentimiento de manera jurídicamente válida. Suele presentarse que la disposición económica suceda como consecuencia de una falsa promesa ofrecida por la secta. Basta recordar el caso de Carlos Russell, fundador de los Testigos de Jehová quien vendían entre los fieles a un precio exorbitante trigo “milagroso” que debía producir quince veces la cosecha. De la misma forma comerciaba con los “frijoles mileniales” y la poderosa “semilla maravillosa de algodón” que resultaron ser simple semillas sin ningún poder sobrenatural por lo cual Russell se vio envuelto en varias denuncias por estafa en los Estados Unidos. El acto de disposición requerido para la estafa puede concurrir también sobre el patrimonio de una tercera persona. En muchos casos los Testigos involucran 254 personas de su propia familia para que éstos bajo presiones psicológicas realicen desembolsos al movimiento. Se han denunciado a menudo prácticas de captación de fondos que pueden ser constitutivas de estafas. Más difícil resultará calificar las conductas mediante las que se induce al adepto a encontrar cuantiosas deudas con el grupo, que le pueden colocar en situación de dependencia económica, que agrava la dependencia personal. Los hechos delictivos pueden aparecer en estos casos, sino no es posible de entrada la consideración de los mismos como estafa, en el momento que se exige alguna contraprestación a favor del grupo, como, por ejemplo, el ejercicio de la prostitución, que correspondería al abuso de situación de indefensión. De otra parte, la mayor parte de las condenas penales contra sectas en EEUU se han producido por delitos económicos, tales como infracciones fiscales o de contrabando. A tales delitos cabe añadir los delitos contra los derechos de los trabajadores y defraudación a la seguridad social. Especialmente la utilización de personas que de buena fe y con la convicción de servir a la propagación de la fe prestan servicios como vendedores de productos (por ejemplo editoriales) que sirven para acaudalar grandes fortunas de las que ellos no participan ni en una mínima parte, debería llamar la atención de las autoridades responsables de la persecución de delitos, pues tales conductas pueden muy bien ser constitutivas de un delito de imposición fraudulenta o abusiva de condiciones laborales ilegales. Es decisiva en este terreno la advertencia de que el carácter religioso de la asociación no puede excluir de modo automático el carácter laboral de la prestación. 255 Tabla Nº 6 Proselitismo ilícito CÓDIGO PENAL ESPAÑOL CODÍGO PENAL COLOMBIANO SECCIÓN 2.ª DE LOS DELITOS CONTRA LA LIBERTAD DE CONCIENCIA, LOS SENTIMIENTOS RELIGIOSOS Y EL RESPETO A LOS DIFUNTOS De los delitos contra el sentimiento religioso y el respeto a los difuntos Artículo 201. Violación a la libertad religiosa. El que por medio de violencia obligue a otro a cumplir acto religioso, o le impida participar en ceremonia de la misma índole, incurrirá en prisión de uno (1) a dos (2) años. Artículo 522. Incurrirán en la pena de multa de cuatro a diez meses: 1º. Los que por medio de violencia, intimidación, fuerza o cualquier otro apremio ilegítimo impidan a un miembro o miembros de una confesión religiosa practicar los actos propios de las creencias que profesen, o asistir a los mismos. 2º. Los que por iguales medios fuercen a otro u otros a practicar o concurrir a actos de culto o ritos, o a realizar actos reveladores de profesar o no profesar una religión, o a mudar la que profesen. Tal como se definiera en el Congreso sobre sectas y derechos humanos realizado en la universidad de Córdoba España, no es fácil inculpar a una secta por este delito, pues los miembros de un movimiento sectario son libres para desarrollar una labor proselitista, intentado convencer a cualquiera sobre su doctrina para que le sigan, abandonando amigos, familia, trabajo, pertenencias, para vivir en el 256 ámbito comunitario del grupo religioso. Todos estos estilos de vida son aceptables mientras la persona los elija voluntariamente. Cuando se emplea técnicas de captación nada éticas como el control mental o la modificación del pensamiento por medios violentos o intimidatorios, tales acciones encuadran dentro del artículo español de proselitismo ilícito. A partir del análisis comparado de los textos penales se puede evidenciar la precariedad del tiempo colombiano con respecto al Ibérico. Empero, ninguno de los dos es específico en cuanto a reprimir las técnicas o programas coordinados de influencia coercitiva y de control del comportamiento tras la anulación de la voluntad. Compartiendo la posición del tratadista Jordán Villacampa, se considera que se debe incluir expresamente en ambos artículos dentro del modelo descriptivo un enunciado del siguiente tenor “Manipulación mental ilícita originadora de dependencia psicológica”. En realidad el problema consiste en que ninguna secta lo va abordar diciendo: vamos aplicarte una técnica de control mental para convertirlo a su nuestro credo. En este punto la mayoría de grupos considerados como sectarios emplean practicas de reclutamiento desleal y engañoso. En el caso de los Testigos de Jehová sesgan la información de modo que en el abordaje los verdaderos principios y doctrinas del movimiento quedan encubiertos. Doctrinalmente todo testigo piensa que Dios es una sola persona, apoyados en Deuteronomio 6.4, un pasaje del Antiguo Testamento. Igualmente, niegan que Jesús sea Dios, sino más bien lo asimilan al Arcángel Miguel. No obstante podemos citar con sorpresa como en la edición de la revista “Atalaya” correspondiente al mes del mes de abril del año 2000 aparece en la portada la imagen de Jesús Cristo destacado como el hijo de Dios. En ese mes, por las calles de Bogotá muchos Testigos utilizaron como gancho publicitario la figura y el nombre de Jesús reconociendo sus virtudes dividas. Cualquiera se preguntará ¿qué pasó?, ¿se convirtieron los testigos? 257 Obviamente que no, en un intento desesperado por captar adeptos encubrieron su doctrina engañaron a las personas que fueron abordadas. Debe recalcarse que la práctica inexistencia de jurisprudencia sobre este tipo delictivo es ya indicativa de las dificultades de su aplicación efectiva. Cabe plantearse posibles medios de proselitismo que no lleguen a alcanzar la gravedad propia de la violencia o intimidación, por ejemplo el uso de alguna clase de apremio ilegitimo para forzar a alguien a concurrir a un acto de culto o rito o a mudar la confesión que profese. No resulta posible imaginar muchos supuestos a considerar más allá de los ya comentados en relación con las coacciones o de los medios convencionales de limitación de la libertad, tales como, el abuso de su superioridad o el fraude. Con todo, debe tenerse en cuenta al respecto que en, Ha estimado que la condena penal por delitos de proselitismo recaía en Grecia contra dos miembros de los Testigos de Jehová ha violado el artículo 9º de la Convención Europea de Derechos del Hombre, aunque ha precisado que cabe la prohibición del proselitismo abusivo, si este consiste en el ofrecimiento de ventajas materiales o en el ejercicio de una presión abusiva sobre personas en situación de penuria o necesidad que les hagan vulnerables a un posible “lavado de cerebro”. Esta jurisprudencia puede favorecer una interpretación más extensiva de la expresión “apremio ilegítimo”, del artículo 522 del Código Penal Español127. 127 TRIBUNAL EUROPEO DE DERECHOS HUMANOS. Sentencia 25-5 de 1993. “Caso Okkinakis C. Grecia”, p. 251 – 255. 258 CAPITULO X CONCLUSIONES 10.1 CONCLUSIONES -Las respuestas del Derecho al problema sectario son a posteriori. Es por eso que, los diversos entes oficiales que se han preocupado del tema a nivel internacional, han insistido en la formación y en la información sobre sectas. Se insiste en la creación de un “observatorio de sectas a nivel global”. -Se debe aplicar mejor el derecho existente. Las normas existentes son suficientes para responder efectivamente al desafío de las sectas, pero, igualmente, se considera una instrucción general a los jueces pidiéndoles que examinen con más atención las demandas presentadas por víctimas de las sectas y de abordar, cada vez que sea necesario, los problemas de los que podrían tener conocimiento. -El problema lo representan algunas sectas y Nuevos Movimientos Religiosos nacidos fuera de la patria y en que su actuar en otros países ha mostrado el poco respeto que tienen por la integridad física y psíquica de sus adeptos y de sus familias. Se esta lejos de decir que las sectas venidas de afuera sean todas dañinas. Pero algunas de ellas sí los son y es con ellas con las que el derecho debe tener cuidado y brindar una segura y eficaz protección a quienes sufran las consecuencias de su actuar. - Hacer frente a la criminalidad organizada representada en las sectas dañinas se presenta en la atribución de la responsabilidad. Los conceptos de autor y 259 partícipe, inductor, cooperador o cómplice, han nacido en un contexto en que el modelo criminológico era el propio de un delincuente individual, que actuaba en su caso relacionándose con otras personas. La dinámica asociativa obliga a replantear este viejo esquema en el que se desenvuelven todavía los códigos penales y de ahí surge construcciones como el autor tras el autor en el seno de aparatos organizados de poder, autoría mediata con instrumento doloso, o la revisión del tradicional dogma de la irresponsabilidad penal de las personas jurídicas. -La eficacia en la persecución de los delitos cometidos en el seno de grupos religiosos o pararreligiosos calificados como sectas destructivas depende de la capacidad de los gobiernos de establecer y fortalecer los mecanismos de cooperación policial y judicial. La armonización legislativa en el ámbito Colombiano se presenta en este terreno como una meta necesaria. -La intervención mínima se ha constituido como uno de los principios legitimadores del uis puniendi estatal, que se materializa en la protección de los bienes jurídico penales. La necesidad de controlar el orden social obliga a configurar al Derecho Penal estatal en un mecanismo de control cuyo fin es neutralizar las conductas que perturben el orden social. Dicho de otro modo, mediante el control penal se pretende evitar la comisión de aquellas conductas sectarias que vulneren el orden establecido y para ello es necesario realizar un proceso de criminalización. 10.2 RECOMENDACIONES En el caso de que alguna congregación religiosa cometa un delito como homicidio o violación sexual, este debe ser denunciado ante la justicia ordinaria o civil. El Ministerio del Interior, por su parte, es el encargado de darle a los cultos personería jurídica, después de que cumplan con requisitos administrativos. 260 Hoy, ninguna entidad vigila las actividades de estas confesiones. A su vez, los grupos en la Policía y el DAS que se escarbaban de investigar las denuncias e abusos, especialmente de satanismo, ya no funcionan porque “estos actos no son punibles”, coinciden los organismos. Hoy, la mayoría de sanciones para los cultos son económicos. Aunque el fenómeno se da en grupos religiosos de todo, esto no quiero decir que todos los cultos que ha trabajado el tema desde 1976, explica que comienzan a ser aunque el fenómeno se da en grupos religiosos de todo tipo, esto no quiere decir destructivos cuando controlan el comportamiento, la información, los pensamientos y las emociones de una persona. “Esta puede ser manipulada, perdiendo así su criterio para emitir juicios independientes”, señala: Sin embargo, este especialista insiste en que las técnicas para controlar la mente no siempre son malas. Son negativas cuando se utilizan de manera abusiva. “Rezar, por ejemplo, puede ser utilizado éticamente o para destruir”, dice Hassan. Agrega que los cultos destructivos son un régimen organizado en una pirámide autoritaria, en la que una persona o un grupo tiene control dictatorial. Es mala señal que “a las personas que entran a una comunidad religiosa no se les explique qué es el grupo ni en qué creen” sostiene. Por su parte, la psicóloga Margaret Singer (fallecida en el 2003), estudiosa del tema, sostuvo que una de las características de estos grupos es que el líder persuade a la feligresía a renunciar a sus trabajos, a sus familias y amigos e, incluso, decide cómo se visten y cuándo comer. “El líder dice que ofrece algo innovador y esta instituyendo el único sistema viable para resolver los problemas de vida o las heridas del mundo”, dijo: “·Aunque cualquiera, como Carolina, pueda escoger el culto que desee para su vida, hay que estar alerta porque en nombre 261 de Dios, del diablo, de dioses de otras galaxias o de hombres sobrenaturales se está abusando de los creyentes. Los “sectadependientes”: “Para el psiquiatra Rodrigo Córdoba, presidente de la Sociedad Colombiana de Psiquiatría, un culto se puede volver una adicción, que debe ser manejada con terapia y medicamentos. Incluso, en algunos casos no hay nada que hacer y los pacientes terminan en un hospital mental”. “Se han encontrado casos de personas con delitos que se desbordan y cuadros sicóticos, lo que llaman locura – dice Córdoba-. Son pacientes que no aceptan que están enfermos y que piensan que si los demás no están con él, están contra él”. Son esto, líderes espirituales de iglesias históricas en el país aceptan que en algún momento han tenido personas que han “cruzado la línea” y que necesitan orientación. El español Pepe Rodríguez, quien escribió sobre este asunto en el 2000, explica el fenómeno: “Una persona sectadependiente necesita de modo imperioso la relación intensa y absorbente que ha establecido con su “secta”, igual que le ocurre a un alcohólico”. Para él, no se debe atacar al grupo religioso, sino al individuo. “No hay que “romperle” el objeto de su devoción, sino ayudarle a ver que existen otros diferentes en los que se puede apoyar sin tanto riesgo”. 262 BIBLIOGRAFÍA REFERENTE DOCTRINAL BELTRÁN CELY, William Mauricio. Tesis de grado para obtener el título de Magister en Sociología de la Universidad Nacional de Colombia, 2004. BOSCH, J. Las sectas. Estella: Editorial Verbo, 1993. CASTÓN BOYER, Pedro y RAMOS LORENTE, María del Mar. Europa ante el fenómeno de las “sectas”. Universidad Granada. Departamento de Sociología. Consultado en [mayo 19. 2012]. Disponible en <http://www.raco.cat/index.php/papers/article/viewFile/183738/236472> Catecismo de la Iglesia Católica. Santo Domingo. República Dominicana: Librería Juan Pablo Segundo, 1992. CORREA M, ÁLVAREZ, Alvira J. y SOLER A. Marcas del silencio: Niños, jóvenes y satanismo. Derechos, perfiles y atención psicosocial. Bogotá: Instituto de Estudios del Ministerio Público, 2004. 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Consultado en Disponible en [marzo 13. 2012]. http://www.cambio.com.co/archivo/documento/CMS-4953334 http://www.lse.ac.uk/Depts/inform/ 268 ANEXOS Para evitar caer en una secta destructiva, pregúntese: a. ¿Quién es el líder y cuáles son sus antecedentes? b. ¿Cree ciegamente en la información que le dan? - ¿Ya investigó sobre el culto? c. ¿Tiene miedo de contradecir o discutir temas con el líder? d. ¿El culto tiene sistemas para evitar abusos de poder? e. ¿El culto tiene comité de ética? f. ¿En la congregación se requiere total sumisión y obediencia? g. ¿El líder reclama humildad de sus feligreses, pero él utiliza artículos suntuosos? h. ¿Venden las indulgencias (perdones espirituales)? i. ¿Le dicen que el fin justifica los medios? j. ¿El culto está registrado ante autoridades y se considera legal? (En el caso de Colombia)? k. ¿Tiene personería jurídica que otorga el Ministerio del Interior? Signos negativos: a. Término abruptamente su carrera profesional en la universidad. b. Hizo un cambio radical de sus metas. c. Predica constantemente a sus familiares y amigos que deben ser salvados. d. Dice que el resto del mundo se va a ir para el infierno. e. Perdió contacto con familia y amigos. f. Cuando está enfermo no va al médico porque no lo acepta como una manera de curarse. g. Cambio radicalmente sus hábitos de comer y dormir. 269 h. Se fue a vivir con extraños de la comunidad religiosa. i. Modificó su discurso, las maneras de expresarse físicamente. j. Cambió el análisis por pensamiento mágico y sobrenatural. 270