cruzada 19510201 - Arxiu Comarcal del Ripollès

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FESTIVIDAD DB SAN EUDALDO, MÁRTIR, DE
NúM. 50
1951
SUPLEMENTO AL NUM. 2013 DE «HOJA PARROQUIAL DE SANTA MABIA DE RIPOLL»
S'entendria la térra amb son martiri,
puix EU tenia al cel posat el cor.
Assaonat amb Taigua de les llágrimes
florí en son pensament el nard mes dol^.
Ni els turments copnaioguéren la seva ánima,
i fou probat com or en el gresol.
IRIOMF
T o t EU fou trobat pur, i el Déu deis Mártirs
vetUava tendrament la seva sort.
DEL
Els flavis ressecats d'un dol<;: somriure,
l'Amic llanguia de feli^ enyor.
MÁRTIR
U n dia ve que el foc abranda a fora,
que el cor aimant s'esberla de tristors...
D e i s claus del seu martiri n'ha tret roses,
i —com un do— suspira crudel mort!
A l fil de la seva ánima daurada
tallava amb estridencia un glavi d'or.
L'heroi -^com cigne— ha colltor^t les ales:
per la ferida en surt un rossinyol...
D a l t del cel moltes llánties deixá enceses
aqaell finit estel tan tlumínós!
Joaquim Boixés'
APÓSTOL DE LA PALABRA DE DIOS
Al Patrón de la Villa de RipoH,
Stn Eudaldo, le corresponde el glorioso título de martillo de herejes y
pacificador de católicos, en una porción no pequeña de la Iglesia de
Cristo: Provenza nwa-idiona! y Septifflania.
En efecto, su celo apostólico luce
como astro de primera magnitud en
la constelación de virtudes que brillan en nuestro Santo. Con razón se
le ha llamado «el hombre providencial para abatir el arrianismo en Cataluña y en Francia meridional».
Otra faceta de su apostolado es el
de conciliador pues, a causa de la
funesta herejía arriana, andaban divididos entre sí los católicos en continuas luchas y rencillas.
Eudaldo, a semejanza de los
sacerdotes santos que ha tenido la
Iglesia Católica, se nos muestra doctor y maestro y, por ministerio, un
pensador.
Es el hombre que pasa por la
vida descubriéndole un sentido y
repartiendo una enseñanza. Educador nato, pensador, pero pensador
maduro en funciones de magisterio.
Urgía, efectivamente, de una manera muy especial, en aquellos tiempos de revuelta religiosa, de ánimos
pusilánimes o altivos, educar las inteligencias, enseñar, predicar, pues
la fe es el principio de la salud y la
fe entra por los oídos como dice el
Apóstol de los Gentiles (Rom., X-17).
Eudaldo es la palabra viva que
habla de Dios y, con la adaptación
que pide el celo verdadero, sabe
presentar d manjar de Dios con
condimentos adecuados a todos los
paladares; sabe hacerse sencillo con
los igtiorar^és; grave y profundo oon
las mentes cultivadas.
Nuestta muy amada Villa de Ripoll ostenta con santo orgullo una
fecunda vitalidad espiritual que enaltece a todos los pueblos. Me refiero
al crecido número de hijos salidos
^e los lares ripolleses quienes, ordenados s a c e r d o t e s , se dedican al
apostolado no sólo en España sino
también en el extranjero.
En este once de Mayo elevemos,
amados paisanos, nuestras súplicas
a Jesucristo Supremo Sacerdote, por
intercesión del Sacerdote y Mártir
San Eudaldo, para que todos los
sacerdotes ripolleses sepamos cuidar
y adornar nuestra mente, nuestra
imaginación, nuestra sensibilidad,
nuestro lenguaje, que han de prestar
su engarce al «Verbum Dei», la Palabra de Dios, con el estudio y el esfuerzo incesante de acarreo y formación sacerdotales y para que
sepamos apreciar la grandeza del
Sacerdocio en el que el hombre, a
pesar de su pobre naturaleza humana contenida en vaso, de barro, sin
embargo tiene una empresa divina,
y ostenta el poder y la autoridad de
Dios.
R. B. Ll.
Huesca, Mayo de 1951, Año Jubilar.
ÍRÍPOLLESI... adquierÍB la interesante obra, que debe introducirse en todos los
hogares de nuestra Villa, «Vida i cuite d« Sant Eudald», del Or^ Ramón Bonet
ELOGIO A LA ANCIANIDAD
La vejez ha sido considerada y respetada, con carácter general, en todio
las épocas y en todos los países. Sin embar^, la considerac«f»i y el respeto
no han sido siempre iguales.
En los tiempos remott», el
Viejo de la tribu, aparecía nimbado de una aureola de respeto y
temor al mismo tiempo: era un
viejo investido de carácter sacerdotal. . Sus amonestaciones y sus
consejos eran escuchados con religiosidad. Todo lo que giraba a
su alrededor tenía el prestigio de
los grandes, de los honorables
emblemas. Y los objetos de su
propiedad eran considerados dignos de reverencia. Así, pues, -vemos como
el Viejo, además de su carácter patriarcal, ejercía una función sagrada.
Si hojeanws las páginas de\ Antiguo Testamento, compitamos que,
siempre, los que realizan grandes proezas y los que adocMnan a las multitudes, son los excelsos patriarcas. Moisés es un ^empkj docuente.
En diversos pasajes bíblicos puede evidenciarse la valiosa estimación
que se tenía a los ancianos; en el conmovedor episodio del Libro de los
Jueces, en la poemática y evocadora historia de Ruth, la moabita que hada
exclamar a las mujeres de Judá: «Y ha sido para tí, Noemi, consuelo de tu
alma y sostén de tus blancos cabellos!»
En el pasaje más sobresaliente del Apocalipsis de S m Juan, sui^e realzado por la presencia de veinticuatro ancianos que Vlstiettdo albas vestiduras, aparecen en posesión de la verdad tserrible. Los demás mortales no
hemos acertado a descifrarla.
. El Cristianismo, con su aliento fecundo de amor y de paz, coloca a la
Vejez en un lugar señaladísimo. El respeto a los ancianos debe ser sagrado.
La familia auténticamente cristiana ha de ser fiel guardadora del tributo de
pleitesía y de asistencia a los venerables ancianos.
Tan profunda y rápida fué la transformación operada con la predicación
del Evangelio, que —como señala el sagaz periodista Enrique de Ángulo—,
«no ya en d transcurso de varias generaciones, sino antes de tenninar el
Pontificado de San Pedro, la Virgen María al morir a los setenta y dos años
de edad, pudo observar en Jerusalén, en Efeao y en cuantos lugares ilecorrió con el Apóstol S. Juan, la enorme revolución que, no sólo « i las ideas,
sino también en las costumbres, se había realizado por todo el mundo. En
menos de cincuenta años, la predicación del Cristianismo amenazaba cam-í
biar radicalmente la fisonomía del Imperio Romano»»
' Nuestra época transcurre bajo el signo de la indifer^ioia, de la apatía,
de la falta de caridad, de corriprensión, de sentimiento.
Cuanto más maduro eg etvspiñtu, tanto más capaz es de producir tra'
bajos de valor.. Un hombre Joven puede tener más energías para la producción, pero no posee el beneficio délos años de experiencia deque gozan los
de edad avanzada. Es necesario estimular a las personas de edad para que,
dentro de su respectivo ambiente^ prosigan con normalidad su dinamismo
espiritual. Hacer ver a las gentes que la ancianidad debe ser considerada
como algo digno de adquirir, y no creerse —por edad avanzada que se tenga—, como inútil e incapaz para hacer algún bien a la comunidad.
Este es el secreto que, psicológicamente, preserva sus mentes de caer
en la «vqez», senectud precjursora de la muerte. La atención a los ancianos
y la apreciacron de sus hechos son el estímulo mayor que tienen para conservarles activos, y, lejos de compadecerlos—compasión que les deprime—
debemos buscar su experiencia y su consejo.
L. A. B.
Fiestas de San Eudaldo y del llf Homenaje a la Vejez:
Hoy. día 11„ FESTIVIDAD DE SAN EUDALDO, MÁRTIR: A las 8'30,
Misa de Comunión General, con plática y canto de motetes eucarísticos.
A las 10'30, OFICIO SOLEMNE en honor del Sto. Patrón de la Villa,
con asistencia del Magnífico Ayuntamiento y demás Autoridades locales.
La «Capella de Santa Mana de Ripoll» interpretará la misa In honorem Imíwcuíafae Concepüonis, a tres voces, del Mtro. V. Goicoechea. Predicará
el Panegírico nuestro compatricio Rdo. D. José Maideu, Pbro., Beneficiada
Organista de Vilafranca del Panadas. El acto terminará con el canto de los
Oozos a coro popular.
A las 7'15 de latorde, Rosario, Mes de María, conclusión de la Novena,
Bendición de Algodón y Veneración de las Reliquias de San Eudaldo.
A las 8, DEVOTA PROCESIÓN de las Santas Reliquias dd Mártir
Eudaldo, que seguirá el curso acostumbrado, presidida por las Autoridades.
El Pendón Principal ha sido ofrecido por la Junta de Obra de San Eudaldo
a D. José Sayos Graells, a quien asistirán como cordonistas D. Baltasar
Maideu Auguet y D. José Rierola Alibés.
Sábado, día 12: A las 9, Misa en sufragio de los ripolleses difuntos.
A las 10, Oficio Solemne con motivo del III HOMENAJE A LA VEJEZ
eon asistencia de las Autoridades locales. Patronato Local de la Vejez, Sres.
Padrinos y Ancianos homenajeados a quienes dirigirá una salutación nues'
tro Iltre. Sr. Párroco Arcipreste. La «Capella de Santa Maria de Ripoll»
interpretará la misa «Te Deüm Laudamus» de L. Perosi.
í [FELIGRÉS!.:.. Concurre a los actos que en honor de nuestros ancianos í
I celebrará nuestra Parroquia, con motivo del III. Homenaje a la Vejez I
ImprMit» fion«t. Tdífono. 21—Ripoll
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