FESTIVIDAD DB SAN EUDALDO, MÁRTIR, DE NúM. 50 1951 SUPLEMENTO AL NUM. 2013 DE «HOJA PARROQUIAL DE SANTA MABIA DE RIPOLL» S'entendria la térra amb son martiri, puix EU tenia al cel posat el cor. Assaonat amb Taigua de les llágrimes florí en son pensament el nard mes dol^. Ni els turments copnaioguéren la seva ánima, i fou probat com or en el gresol. IRIOMF T o t EU fou trobat pur, i el Déu deis Mártirs vetUava tendrament la seva sort. DEL Els flavis ressecats d'un dol<;: somriure, l'Amic llanguia de feli^ enyor. MÁRTIR U n dia ve que el foc abranda a fora, que el cor aimant s'esberla de tristors... D e i s claus del seu martiri n'ha tret roses, i —com un do— suspira crudel mort! A l fil de la seva ánima daurada tallava amb estridencia un glavi d'or. L'heroi -^com cigne— ha colltor^t les ales: per la ferida en surt un rossinyol... D a l t del cel moltes llánties deixá enceses aqaell finit estel tan tlumínós! Joaquim Boixés' APÓSTOL DE LA PALABRA DE DIOS Al Patrón de la Villa de RipoH, Stn Eudaldo, le corresponde el glorioso título de martillo de herejes y pacificador de católicos, en una porción no pequeña de la Iglesia de Cristo: Provenza nwa-idiona! y Septifflania. En efecto, su celo apostólico luce como astro de primera magnitud en la constelación de virtudes que brillan en nuestro Santo. Con razón se le ha llamado «el hombre providencial para abatir el arrianismo en Cataluña y en Francia meridional». Otra faceta de su apostolado es el de conciliador pues, a causa de la funesta herejía arriana, andaban divididos entre sí los católicos en continuas luchas y rencillas. Eudaldo, a semejanza de los sacerdotes santos que ha tenido la Iglesia Católica, se nos muestra doctor y maestro y, por ministerio, un pensador. Es el hombre que pasa por la vida descubriéndole un sentido y repartiendo una enseñanza. Educador nato, pensador, pero pensador maduro en funciones de magisterio. Urgía, efectivamente, de una manera muy especial, en aquellos tiempos de revuelta religiosa, de ánimos pusilánimes o altivos, educar las inteligencias, enseñar, predicar, pues la fe es el principio de la salud y la fe entra por los oídos como dice el Apóstol de los Gentiles (Rom., X-17). Eudaldo es la palabra viva que habla de Dios y, con la adaptación que pide el celo verdadero, sabe presentar d manjar de Dios con condimentos adecuados a todos los paladares; sabe hacerse sencillo con los igtiorar^és; grave y profundo oon las mentes cultivadas. Nuestta muy amada Villa de Ripoll ostenta con santo orgullo una fecunda vitalidad espiritual que enaltece a todos los pueblos. Me refiero al crecido número de hijos salidos ^e los lares ripolleses quienes, ordenados s a c e r d o t e s , se dedican al apostolado no sólo en España sino también en el extranjero. En este once de Mayo elevemos, amados paisanos, nuestras súplicas a Jesucristo Supremo Sacerdote, por intercesión del Sacerdote y Mártir San Eudaldo, para que todos los sacerdotes ripolleses sepamos cuidar y adornar nuestra mente, nuestra imaginación, nuestra sensibilidad, nuestro lenguaje, que han de prestar su engarce al «Verbum Dei», la Palabra de Dios, con el estudio y el esfuerzo incesante de acarreo y formación sacerdotales y para que sepamos apreciar la grandeza del Sacerdocio en el que el hombre, a pesar de su pobre naturaleza humana contenida en vaso, de barro, sin embargo tiene una empresa divina, y ostenta el poder y la autoridad de Dios. R. B. Ll. Huesca, Mayo de 1951, Año Jubilar. ÍRÍPOLLESI... adquierÍB la interesante obra, que debe introducirse en todos los hogares de nuestra Villa, «Vida i cuite d« Sant Eudald», del Or^ Ramón Bonet ELOGIO A LA ANCIANIDAD La vejez ha sido considerada y respetada, con carácter general, en todio las épocas y en todos los países. Sin embar^, la considerac«f»i y el respeto no han sido siempre iguales. En los tiempos remott», el Viejo de la tribu, aparecía nimbado de una aureola de respeto y temor al mismo tiempo: era un viejo investido de carácter sacerdotal. . Sus amonestaciones y sus consejos eran escuchados con religiosidad. Todo lo que giraba a su alrededor tenía el prestigio de los grandes, de los honorables emblemas. Y los objetos de su propiedad eran considerados dignos de reverencia. Así, pues, -vemos como el Viejo, además de su carácter patriarcal, ejercía una función sagrada. Si hojeanws las páginas de\ Antiguo Testamento, compitamos que, siempre, los que realizan grandes proezas y los que adocMnan a las multitudes, son los excelsos patriarcas. Moisés es un ^empkj docuente. En diversos pasajes bíblicos puede evidenciarse la valiosa estimación que se tenía a los ancianos; en el conmovedor episodio del Libro de los Jueces, en la poemática y evocadora historia de Ruth, la moabita que hada exclamar a las mujeres de Judá: «Y ha sido para tí, Noemi, consuelo de tu alma y sostén de tus blancos cabellos!» En el pasaje más sobresaliente del Apocalipsis de S m Juan, sui^e realzado por la presencia de veinticuatro ancianos que Vlstiettdo albas vestiduras, aparecen en posesión de la verdad tserrible. Los demás mortales no hemos acertado a descifrarla. . El Cristianismo, con su aliento fecundo de amor y de paz, coloca a la Vejez en un lugar señaladísimo. El respeto a los ancianos debe ser sagrado. La familia auténticamente cristiana ha de ser fiel guardadora del tributo de pleitesía y de asistencia a los venerables ancianos. Tan profunda y rápida fué la transformación operada con la predicación del Evangelio, que —como señala el sagaz periodista Enrique de Ángulo—, «no ya en d transcurso de varias generaciones, sino antes de tenninar el Pontificado de San Pedro, la Virgen María al morir a los setenta y dos años de edad, pudo observar en Jerusalén, en Efeao y en cuantos lugares ilecorrió con el Apóstol S. Juan, la enorme revolución que, no sólo « i las ideas, sino también en las costumbres, se había realizado por todo el mundo. En menos de cincuenta años, la predicación del Cristianismo amenazaba cam-í biar radicalmente la fisonomía del Imperio Romano»» ' Nuestra época transcurre bajo el signo de la indifer^ioia, de la apatía, de la falta de caridad, de corriprensión, de sentimiento. Cuanto más maduro eg etvspiñtu, tanto más capaz es de producir tra' bajos de valor.. Un hombre Joven puede tener más energías para la producción, pero no posee el beneficio délos años de experiencia deque gozan los de edad avanzada. Es necesario estimular a las personas de edad para que, dentro de su respectivo ambiente^ prosigan con normalidad su dinamismo espiritual. Hacer ver a las gentes que la ancianidad debe ser considerada como algo digno de adquirir, y no creerse —por edad avanzada que se tenga—, como inútil e incapaz para hacer algún bien a la comunidad. Este es el secreto que, psicológicamente, preserva sus mentes de caer en la «vqez», senectud precjursora de la muerte. La atención a los ancianos y la apreciacron de sus hechos son el estímulo mayor que tienen para conservarles activos, y, lejos de compadecerlos—compasión que les deprime— debemos buscar su experiencia y su consejo. L. A. B. Fiestas de San Eudaldo y del llf Homenaje a la Vejez: Hoy. día 11„ FESTIVIDAD DE SAN EUDALDO, MÁRTIR: A las 8'30, Misa de Comunión General, con plática y canto de motetes eucarísticos. A las 10'30, OFICIO SOLEMNE en honor del Sto. Patrón de la Villa, con asistencia del Magnífico Ayuntamiento y demás Autoridades locales. La «Capella de Santa Mana de Ripoll» interpretará la misa In honorem Imíwcuíafae Concepüonis, a tres voces, del Mtro. V. Goicoechea. Predicará el Panegírico nuestro compatricio Rdo. D. José Maideu, Pbro., Beneficiada Organista de Vilafranca del Panadas. El acto terminará con el canto de los Oozos a coro popular. A las 7'15 de latorde, Rosario, Mes de María, conclusión de la Novena, Bendición de Algodón y Veneración de las Reliquias de San Eudaldo. A las 8, DEVOTA PROCESIÓN de las Santas Reliquias dd Mártir Eudaldo, que seguirá el curso acostumbrado, presidida por las Autoridades. El Pendón Principal ha sido ofrecido por la Junta de Obra de San Eudaldo a D. José Sayos Graells, a quien asistirán como cordonistas D. Baltasar Maideu Auguet y D. José Rierola Alibés. Sábado, día 12: A las 9, Misa en sufragio de los ripolleses difuntos. A las 10, Oficio Solemne con motivo del III HOMENAJE A LA VEJEZ eon asistencia de las Autoridades locales. Patronato Local de la Vejez, Sres. Padrinos y Ancianos homenajeados a quienes dirigirá una salutación nues' tro Iltre. Sr. Párroco Arcipreste. La «Capella de Santa Maria de Ripoll» interpretará la misa «Te Deüm Laudamus» de L. Perosi. í [FELIGRÉS!.:.. Concurre a los actos que en honor de nuestros ancianos í I celebrará nuestra Parroquia, con motivo del III. Homenaje a la Vejez I ImprMit» fion«t. Tdífono. 21—Ripoll