Fundamentos Socioeconómicos del Derecho Unidad 1 Introducción Tema Nº 1. Introducción a los Fundamentos Socioeconómicos del Derecho Sesión 1 1. Sociedad, Derecho y Economía. El estudio de la ciencia jurídica requiere de la comprensión de sus orígenes y de las razones que llevaron a la necesidad de la existencia de órdenes normativos que regulan la vida del hombre. El primer aspecto que debemos resaltar es que, tal como lo expone Hübner Gallo (1966: 114), la persona humana en su doble naturaleza, material y espiritual, necesita convivir con sus semejantes, formando la sociedad. El pensamiento antiguo y medieval1 coincidió en la idea de la sociabilidad natural del hombre y a pesar de opiniones contrarias expuestas por grandes pensadores como Hobbes y Rousseau, el pensamiento sociológico actual defiende la idea de que el hombre es un ser sociable, “un animal político”, según Aristóteles: “el que puede bastarse a sí mismo y no necesita vivir en sociedad, no participa de la naturaleza humana: es una bestia o es un dios.” Partiendo de la premisa de la sociabilidad natural del hombre surgen una serie de consecuencias o hechos sociales que son objeto de estudio de la sociología. La sociología, calificada como ciencia madre por Anthony Giddens (2000: 14) “es la ciencia social que se dedica al estudio sistemático de los grupos y las sociedades en las cuales las personas viven. Estudia cómo son creadas, mantenidas o cambiadas las estructuras sociales, el efecto que tienen en el comportamiento individual y social y los cambios de éstas, producto de la interacción social.” Tomado de Wikipedia, http://es.wikipedia.org/wiki/SociologÃ-a [19/11/05] En este curso nos interesa destacar que tanto el derecho como la economía constituyen fenómenos sociales o hechos sociales, ambas disciplinas están estrechamente vinculadas por una relación recíproca, idea que será desarrollada a lo largo de la presente unidad. Recurso: lectura complementaria El origen biológico de la sociedad 1.1 El derecho como consecuencia de la sociedad. Hubner Gallo (1966: 118) “La sociedad no es una mera coexistencia física,…,sino una delicada, fluctuante y complejísima estructura de relaciones materiales y espirituales, sustentadas en la conciencia de una multiplicidad de objetivos de interés común”. Los seres humanos, moviéndose en el ilimitado plano de la libertad, tienen el privilegio de decidir por sí mismos sus propios destinos, el régimen de sus relaciones con los demás, la organización y características de los grupos que forman. Pero, la convivencia implica, inevitablemente, limitaciones en la esfera de libertad y de poder de cada cual, ajustes de los individuos entre sí y de éstos con las sociedades intermedias y con la comunidad en general. Es preciso evitar el conflicto y divergencias que puedan promover la violencia y en definitiva el empobrecimiento de la vida social. El mantenimiento y el progreso de la vida en común exigen que la conducta de los asociados se regule por un poder superior a las voluntades individuales. 1 Cuando hablamos del pensamiento antiguo, nos referimos al surgido durante las civilizaciones Griega y Romana, lo que abarca el período entre el siglo IV a.C. hasta el siglo II d. C. El pensamiento medieval va desde el siglo V d. C. hasta el siglo XV d. C. El primer estatuto de conducta individual y colectiva, el código humano básico de toda convivencia es la ley moral. La moral es un orden normativo, basado en la naturaleza misma del hombre, que se revela por sí sola en la conciencia y nos ordena hacer el bien y evitar el mal. Pero la influencia de los preceptos morales, aún reforzados por las creencias religiosas que normalmente los sustentan, no es suficiente para frenar los impulsos agresivos y antisociales. Las prescripciones de la moral, que toman el nombre de Derecho natural, sólo obligan ante la conciencia y carecen de compulsión externa para imponer su cumplimiento a los que vacilan o se niegan a obedecer sus mandatos. La sociedad ha necesitado, entonces, desde sus orígenes, seguir el camino de la imposición coercitiva de un conjunto mínimo de normas de conducta. Esta regulación externa de los actos que tiende a encauzar las relaciones humanas dentro de un marco de orden, justicia, seguridad y respecto mutuo, bajo la tutela del Poder Social es el Derecho Positivo. A medida que las sociedades progresan y se hacen más complejas, el estatuto jurídico, consuetudinario o escrito, se va convirtiendo en una malla cada vez más estrecha y más vasta, que, manteniendo como médula los principios éticos fundamentales, amplía su contenido mediante el desarrollo de sus conclusiones concretas y determinaciones próximas y se reviste de una compleja técnica de aplicación práctica. En los Estados modernos el Derecho representa una complejísima maquinaria de poder y ordenación social, formada no sólo por normas estáticas, de contenido ético – técnico, sino también por organismos dinámicos de creación y aplicación de los preceptos jurídicos y por órganos autoritarios capaces de adoptar decisiones singulares de validez legal obligatoria. La necesidad del derecho positivo surge de los hechos y los domina. Su misión es la de subordinar las relaciones sociales a un principio superior. 1.2 La economía como consecuencia de la sociedad2 “La finalidad de la actividad económica realizada por los seres humanos es la satisfacción de sus propias necesidades. Necesidad es una sensación de apetencia de un determinado objeto, originada biológica o psicológicamente. Las necesidades tienen carácter económico si los recursos de que se dispone para satisfacerlas son escasos. Los problemas económicos no surgen sólo por las necesidades materiales; las necesidades inmateriales (la apetencia de seguridad y paz, cultura y arte, de bienestar espiritual, etc.) también tienen carácter económico en cuanto los medios para satisfacerlas sean escasos. Podemos distinguir entre las necesidades básicas, que son las que comparte el hombre con el resto de los seres vivos y las necesidades sociales, que son las originadas por el momento histórico y el contexto social en que se vive. Vestirse para protegerse del frío o del sol es una necesidad básica; el que el vestido tenga forma de traje de chaqueta, chilaba o shari, es una necesidad social. A veces se clasifican también las necesidades en primarias y secundarias, considerando como necesidades primarias todas las que una sociedad considera imprescindibles para un ciudadano normal o medio.” (Martínez Coll, 2001) 2 Se recomienda a los estudiantes, en caso de dudas con el vocabulario económico el uso del Diccionario de Carlos Sabino (1991) Diccionario de Economía y Finanzas. Ed. Panapo, Caracas, que está disponible en línea en la página http://www.eumed.net/cursecon/dic/dic-cs.htm En suma, la vida humana está signada por la necesidad de resolver la satisfacción de las necesidades básicas o primarias y las necesidades sociales, y esto, en un mundo de recursos limitados; todas las personas deben enfrentar el problema de la escasez: existen necesidades ilimitadas o infinitas y recursos escasos o finitos. El hombre, en su intento por resolver el problema de la escasez, pronto advirtió las ventajas del trabajo conjunto o social, estableciendo relaciones con sus semejantes para lograr los mejores resultados con los menores recursos posibles. Así las cosas, tal como lo plantea Toro Hardy (1993:37) la economía, junto con el grupo de las denominadas ciencias sociales, se ocupa de los problemas de los individuos y de la sociedad, específicamente, estudia el modo en que la sociedad gestiona sus recursos escasos (Mankiw 1998:4). 2. Derecho y Economía. Siendo los fenómenos jurídicos y económicos resultado de la naturaleza social del hombre, queda por establecer las vinculaciones entre ambas disciplinas. El derecho surge por la necesidad de armonizar la convivencia y relaciones entre las personas, y la economía estudia cómo el hombre y la sociedad satisfacen sus necesidades en un mundo de escasez. Los puntos en común saltan a la vista inmediatamente: Los seres humanos se relacionan, entre otras cosas, para satisfacer sus necesidades de bienes y servicios. La armonía y estabilidad en las relaciones requiere de un marco normativo formal o informal que garantice seguridad, derechos de propiedad, libertad, orden público, igualdad y equidad; garantías que facilitarán los intercambios, acuerdos o cualquier tipo de interacción para el logro de la satisfacción de las necesidades y otros objetivos. De lo anterior podemos derivar que las circunstancias jurídicas tienen un impacto fundamental en el desenvolvimiento económico de las sociedades. Esta tesis ha sido apoyada por prestigiosos investigadores tales como Douglas North, James Buchanan y Ronald Coase. Es preciso dejar en claro, antes de continuar, que el establecimiento de los marcos jurídicos y todo su sistema para hacerlo factible se ha hecho a través del Estado, entendido como la forma de poder político, de carácter territorial que pretende monopolizar el poder de coerción y regulación, mediante su institucionalización como poder soberano a través de un ordenamiento jurídico unitario e igualitario. Su legitimación se basa en el consenso de masas y en la responsabilidad ante ellas de sus dirigentes. (Sabino, 1991). El Sector Público, entre otras funciones tiene la gran responsabilidad de asumir el diseño del sistema jurídico como medio para el logro de sus fines superiores; estas funciones se realizan en la actualidad en el contexto del Estado Derecho, lo cual implica fundamentalmente el principio de gobierno de las leyes, es decir la limitación en la actuación en el Estado, sus gobernantes y funcionarios por medio de las leyes. Aquí aparece una vez más la vinculación entre el Derecho y la Economía, puesto que la actuación pública requiere de recursos económicos para poder realizarse y esta necesidad de recursos en la mayoría de los países del mundo se solventa a través de las exacciones que realiza el gobierno a los particulares a través de los impuestos. Existen vínculos jurídicos y económicos entre las personas y el Estado que implica la mirada conjunta del Derecho y la Economía. A lo largo del tiempo se han dado distintas consideraciones sobre esta vinculación, de las que podemos resaltar los aportes de: Marx “En la producción social de su vida los hombres contraen ciertas relaciones independientes de su volunta, necesarias, determinadas. Estas relaciones de producción corresponden a cierto grado de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. La totalidad de esas relaciones forma la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se levanta una superestructura jurídica y política y a la cual responden formas sociales y determinadas de conciencia.” La relación de economía y derecho es así de causa a efecto. El derecho dentro de la organización capitalista es uno de los medios o instrumentos de que valen las clases poseedoras de la riqueza para dominar a los trabajadores. MAX WEBER. En respuesta a los planteamientos de Carlos Marx, Weber plantea los siguientes puntos: a. El derecho no garantiza únicamente los intereses económicos sino los intereses más diversos, desde el normalmente más elemental, la protección de la mera seguridad personal, hasta los puros bienes ideales, como el propio honor y el de los poderes divinos. b. En ciertas circunstancias un orden jurídico puede seguir sin modificación alguna, a pesar de cambiar radicalmente las relaciones económicas. c. El orden jurídico de una situación real puede ser fundamentalmente diferente, sin que, por ello, las relaciones económicas sean afectadas en medida considerable. d. Naturalmente, la garantía jurídica está en el más alto grado al servicio de los intereses económicos. e. La medida de los resultados que pueden alcanzarse mediante la eventualidad de la coacción que está detrás del orden jurídico, en especial en el campo de la acción económica, está limitada por su propio modo de ser además de por otras circunstancias..... f. Para ningún fenómeno económico fundamental, es imprescindible desde un punto de vista teórico, la garantía “estatal” del derecho.... Con todo, un orden económico no se puede llevar a cabo sin un orden jurídico de características muy particulares. La aceleración moderna del tráfico económico reclama un derecho de funcionamiento rápido y seguro, garantizando por una fuerza coactiva de la más alta eficacia. Como conclusión podemos decir que los sistemas sociales (jurídico, económico, etc.) tienen puntos de relación, formas de influencia de unos sobre otros, pero los vínculos no son lineales sino circulares, dado que los procesos interactúan pero mantienen a la vez cierta autonomía. Esta conclusión deriva de sus puntos STAMMLER, partiendo de la distinción entre materia y forma, ha realizado una de las críticas más serias a esta doctrina. El derecho no depende de la economía. Al revés, los procesos económicos se realizan dentro de un marco jurídico preestablecido. La economía y el derecho son la materia y la forma de los fenómenos sociales. DEL VECCHIO, afirma que no siempre el derecho es una forma que comprenda un contenido económico. La libertad individual del ciudadano, el derecho de sufragio, la libertad de conciencia son instituciones jurídicas que no tienen contenido económico. La noción del derecho es más amplia que la economía, pues envuelve la vida humana en todos sus aspectos. Finalmente, desde el punto de vista ético la economía debe estar subordinada al derecho. BUCHANAN (1987:585). En el contexto de los análisis de la Economía Constitucional plantea la preocupación de los economistas por explicar las propiedades de funcionamiento de los conjuntos alternativos de reglas legales-institucionalesconstitucionales que constriñen las elecciones y las actividades de los agentes políticos y los económicos; las reglas que definen el contexto dentro del que se adoptan las elecciones de los agentes económicos y políticos, como elemento determinante de esas interacciones. Para finalizar este apartado es muy oportuno plantear, en el contexto del neoinstitucionalismo, los retos del Análisis Económico del Derecho (AED), rama muy reciente dentro del análisis económico y jurídico. Según Kornhouser (1988: 19) el AED desarrolla una teoría económica sobre cómo se comportan los individuos (o agentes) en relación a las normas jurídicas. En ocasiones esta teoría se desarrolla de manera explícita, aún cuando en la mayoría de los casos emerge de manera implícita, es decir, mediante argumentos a favor de la eficiencia de normas jurídicas que se encuentran fundamentadas en principios de comportamiento económico. Siguiendo con el mismo autor, se pueden distinguir tres perspectivas de análisis: Predecir los efectos económicos de las normas legales, es decir, las consecuencias de las mismas en el ámbito de las relaciones económicas. Determinar las normas legales que son económicamente eficientes, es decir, que son más favorables a la generación de la riqueza. Predecir los factores que influyen en el proceso de gestación de las leyes.