ORIGEN DEL CATOLICISMO Tras la subida de Jesús a los cielos, los once Apóstoles que quedaron tras la traición de Judas, realizaron un primer acto eligiendo al sustituto del traidor. Cincuenta días después de Pascua, el día en que se celebraba la fiesta de Pentecostés, los Doce Apóstoles se encuentran meditando su destino, tratando de asumir lo mejor posible la gigantesca responsabilidad que han de cargar sobre sus espaldas. Junto a ellos se encuentra la Virgen María, a la que Dios llena de Espíritu Santo reconociendo en ella todas las virtudes humanas que acercan al hombre a su Creador. Pentecostés es el inicio de la misión evangélica de la nueva Iglesia que Dios envía para salvar al hombre de su propio mal: la Iglesia constituida por Cristo y abierta a los hombres por el Espíritu Santo. La Iglesia de los primeros tiempos es la Iglesia de Pedro y Pablo. En esos momentos de gestación se produjo un conflicto entre los cristianos de origen griego y los cristianos de origen judío. Los cristianos helenos (de Grecia) no querían tener que someterse a la Ley mosaica antes de ser bautizados ya que ello les imponía una serie de pesadas normas y rituales que ellos consideraban anacrónicos, como la circuncisión. Los apóstoles y cristianos notables se reunieron en el llamado concilio de Jerusalén, el primer concilio que gracias a los buenos oficios de Pablo consigue sacar la Buena Nueva del ámbito judío e inicia la evangelización de toda el Asia Menor y Grecia, abriéndose a toda la Humanidad, a todas las razas porque entiende que el Mensaje de Cristo es un mensaje universal. El año 64, Nerón probablemente provocó el incendio de Roma para llevar a cabo sus absurdos proyectos urbanísticos sobre las cenizas de la Urbe, pero el pueblo se le echó encima sospechando la verdad y él no tuvo otra ocurrencia que echarles la culpa encima a los cristianos, considerados entonces una pequeña fisura del judaísmo. En esa primera persecución centenares de cristianos fueron martirizados, entre ellos Pedro y Pablo. Durante el siglo I aparecen las primeras herejías o desviaciones de la doctrina que causan un grave conflicto en el seno de la Iglesia, una Iglesia que aún no se ha estructurado. Estos movimientos provocaron que a principios del siglo II se estableciera el canon (norma) del Nuevo Testamento, introduciendo en él los textos que conocemos: Evangelios, Hechos, Cartas y Apocalipsis y excluyendo otros. Así se gesta la Iglesia como institución jerarquizada que dicta los dogmas, lo que provoca tensiones, pues hay grupos de cristianos que no creen en la jerarquización del cristianismo y defienden la vuelta a los orígenes más puros del cristianismo, pero este movimiento será aprovechado por los grupos heréticos (herejías) para tratar de imponer sus teorías, lo que causará el recelo de la mayoría de los cristianos. En el año 132 estalla la segunda rebelión de los judíos que terminará con la destrucción de Jerusalén en 135 y la deportación masiva de los judíos fuera de Palestina. Al igual que en el año 70, todo el odio del Imperio contra el judaísmo se vuelve también contra el cristianismo. Constantino se alza con la victoria en Puente Milvio gracias al apoyo de los cristianos. Así, la Iglesia es finalmente reconocida como una religión de derecho por el emperador Constantino y su mandato de Milán del año 313 de nuestra era. 1