UNA INTERPRETACIÓN SUEÑOS GESTÁLTICA DE LOS Arturo E. Etienne Garza El sueño es una Gestalt integrada por una figura débil y un gran fondo. La figura débil corresponde a la dificultad que tiene el soñante para darse cuenta del significado del sueño. Por una parte, registra sensaciones y sentimientos “vívidos”, por la otra, la trama onírica carece de una lógica coherente. El gran fondo al que me refiero, constituye el entramado del registro biográfico del individuo. Lo que ha vivido en el pasado lejano, lo que experimentó apenas unas cuantas horas antes de dormirse, las sensaciones que tiene mientras sueña y que responden a la estimulación del medio, etc. Ni qué decir que en ese fondo hay núcleos de información nitidos y otros no, y que muchos de los contenidos pueden ser recuerdos fieles, editados o incluso fantasías. La mezcla entre lo imaginario y lo real es inevitable. Atendiendo a autores como Jung que aseguran la existencia de un inconsciente colectivo, en dicho fondo, también símbolos universales (los arquetipos), se encontrarían asuntos inconclusos transgeneracionales y temas propios de la especie, que dan un sentido histórico y atropológico al fenómeno onírico. No solamente es un fenómeno individual, también admite una lectura de perspectiva histórica. Podríamos decir de entrada que el sueño es el resultado de la tensión polar resultante entre: una tendencia integradora que va hacia la estructuración del significado consciente (formación de figura) y que se constituye a partir de los símbolos oníricos, y otra que los desarticula y trasmuta en códigos poco inteligibles, conectados a múltiples eventos de la vida del soñante y que promueve su absorción al gran fondo. El trabajo gestáltico tiene por objeto la integración de ambas a partir de un significado particular de un sueño concreto, en un momento determinado, puesto sobre el tapiz de una temática particular de vida. El sueño es un fenómeno necesariamente actual, aunque el soñante lo haya experimentado hace tres días y hasta hoy lo esté contando, finalmente lo importante es la motivación que tiene aquí y ahora de relatarlo (y editarlo), de ahí que un sueño pueda ser trabajado en diferentes ocasiones y en cada una puede aportar diferentes significados. La gente no se contenta con soñar. También relata sus sueños, aunque sea de una manera trivial “Qué chistoso, no se por qué pero anoche soñé…”, independientemente de que el escucha pueda o no interpretarlo. Por ello considero que el sueño relatado obedece a una deseo, entendido como la traducción psicológica de una necesidad. Las sensaciones y sentimientos que nos despierta son las señales de la misma, que por la debilidad de la figura no aterriza con claridad en la conciencia. El relatarlo es un esfuerzo, poco eficiente, pero esfuerzo al fin, por satisfacer esa necesidad y devolverle al contexto esta información. Presumiblemente es la expresión de un campo, no sólo de un individuo. Por una parte, es como si al traducirlo en palabras pudiéramos lograr una cierta integración entre ambos lenguajes: el simbólico analógico, propio de las emociones y el digital verbal que corresponde a los procesos racionales, aunque no acertemos a dar con “el significado” preciso. Por otra, es la manera en que lo privado se reconcilia con lo contextual y evidente, respondiendo a una situación del campo del soñante. El sueño revivenciado permite generar un sistema onírico explícito para el soñante, en el que cada elemento se relaciona de alguna manera con el resto, de tal forma que el representar a un elemento y “comprender” la parte proyectada o retroflectada, por ejemplo, repercute en el awareness y modo de enfocar el resto de los elementos. Esta estructura que emerge es la analogía de la estructura misma del campo en un momento pasado, que se asemeja al momento actual. De ahí el recuerdo y la necesidad de contarlo aquí y ahora. El objetivo del trabajo gestáltico de sueños tiene que ver pues con: la clarificación de la figura principal (necesidad) que subyace, su conexión con el fondo (significado), la promoción de los procesos integradores conscientes, su conexión con la vida actual del soñante y la clarificación de la estructura de los elementos (gestalt de buena forma) y su correspondencia con el campo.