IGLESIA CRISTIANA MEGA ZOE PASTORA EDITH CRUZ EST. BIBLICO # 904 IGLESIAS EN LAS CASAS MARTES 19 @ 25 DE JULIO DE 2016 Tema: “El Enemigo Quiere Quitarle A Dios La Alabanza Que Tú Le Das” Salmo 57:1-11 El mundo tiene a sus “leones” (Salmo 57:4) todos ellos dispuestos a devorar tu alma. A nuestro Jesús los gobernantes pusieron “una red a sus pies” (Salmo 57:6) con sus interrogatorios capciosos, preguntando: “¿Es lícito dar tributo a Cesar o no?” (Mateo 22:17); y si la mujer tomada en adulterio debía ser apedreada o no (Juan 8:5). Así mismo, en nuestras vidas viene de todo esto para devorar nuestras almas y ahogarnos en el sufrir, en preocupaciones, desesperos, angustias y así ¡ACALLAR NUESTRAS BOCAS PARA QUE NO ADOREMOS AL SEÑOR! El pueblo perseguidor que acosa al justo son aquellos “hijos de hombres” que están contra el Señor. Sus dientes y lenguas eran como lanzas y espadas, ellos clamaban a Pilatos: “¡Crucifícale, crucifícale!”. Sus enemigos espirituales también buscaban el modo de devorarle su alma, se halló nuestro Señor Jesucristo entre “leones” todos los días de su vida hasta la hora de su muerte. La muerte cavó una fosa para Él con la idea de devorarle. Salmo 57:1 “Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí; Porque en ti ha confiado mi alma…” Cuando queremos servir al Señor la lucha es ¡CON UNO MISMO PARA NO CAER! ¿Cómo hacemos? Pues, como decía el salmista David: “Ten misericordia de mi, oh Dios.” Este salmo excelente fue compuesto por David cuando había suficiente en su contra para desconcertar al mejor hombre del mundo. “Los leones” son esas difíciles circunstancias que buscan cómo destruir nuestra alma. El enemigo busca que tú no sepas cómo reaccionar ni sepas qué pensar o decir cuando te llegan cosas difíciles e inesperadas, para que haya en ti confusión. David también decía en ese mismo versículo: “…y en la sombra de tus alas me ampararé…” No podía confundirse al llegarle lo inesperado. No iba a esconderse solamente en la cueva (I Samuel 22:1) sino, mucho más importante aún: se escondería en “LA ROCA DE LOS SIGLOS”, “…hasta que pasen los quebrantos.” Sepamos que todas esas situaciones adversas son como las nubes, llegan y también se irán. Salmo 57:2 “Clamaré al Dios Altísimo, al Dios que me favorece.” Estemos seguros, pero con todo ¡ORA!, porque la fe nunca se muda. Oramos porque creemos. ¡Clamaré! ¿Sabes que hará Dios para ti? “El enviará desde los cielos, y me salvará de la infamia del que me acosa; Dios enviará su misericordia y su verdad.” Salmo 57:3 Nuestros enemigos no tendrán el poder de burlarse de nosotros. Sus burlas crueles y sus reprensiones severas serán terminadas por el mensaje de los cielos que nos salvará para siempre. Nuestras vidas pueden estar entre leones. PODEMOS ESTAR EN FUEGO COMO LA ZARZA DE HOREB, PERO NUNCA PODREMOS SER CONSUMIDOS. Es un gran triunfo de la fe cuando somos echados entre tizones y Dios nos libra, hallamos descanso porque Dios es nuestra defensa. “Pronto está mi corazón, oh Dios, mi corazón está dispuesto; Cantaré, y trovaré salmos.” Salmo 57:7 Dispuesto, con actitud de tener ánimo y la intención de hacer cántico con la boca. El corazón dispuesto está calmado, firme, contento, resuelto, fijo. No hay plan del enemigo que nos mueva. Cuando el eje central está seguro, toda la rueda es afirmada. Si nuestra ancla de proa se mantiene firme, el barco no irá a la deriva. “Mi corazón está dispuesto.” Esa es la clave de nuestra vida, el corazón dispuesto. Estoy resuelto a confiar en ti, a servirte y a alabarte. El enemigo quiere callar la alabanza para que haya dudas, tribulación, quejas, lamentos; LO QUE EL ENEMIGO QUIERE ES QUITARLE A DIOS TU ALABANZA. Estemos resueltos a confiar en Dios y a proclamar su gloria. Hagámoslo en voz alta, públicamente. ¡DARÉ GLORIA CON MI ALABANZA AL QUE SALE POR MÍ! Cantaré, trovaré salmos. Con mi voz y con instrumentos voy a celebrar tu adoración. Con los labios y con el corazón te daré honor. ¡Satanás no va a detenerme! ¡Nadie! El Rev. Carlos Spurgeon dijo: “Canta aunque el sentido y la razón te diga que es mejor que calles; canta y considera una traición que un santo no le de alabanza a Dios. Los santos, tanto si vencen como si son vencidos, siguen cantando. ¡Bendito sea Dios por esto!” ¡Qué los enemigos tiemblen al contender con hombres de un espíritu tan celestial! La sinceridad hace que el cristiano cante cuando no tiene nada con que cenar. “Despierta alma mía; despierta salterio y arpa.” Salmo 57:8 Hemos de cantar con gracia y entusiasmo. “Despierta amor, despierta deleite, alabemos a Dios.” Pongamos adoración en los teléfonos celulares, en la radio, en nuestros carros, etc. ¡No calles! ¡Alabemos siempre, alabemos al que merece nuestra alabanza continua! Amén.