FRASES DE LORIS MALAGUZZI Maestro, pedagogo, periodista y psicólogo italiano, fundador del proyecto pedagógico llevado a cabo en la ciudad italiana de Reggio Emilia y autor de "Zerosei" (1976), "Los cien lenguajes del niño" (1995) y "La Educación Infantil en Reggio Emilia" (1995). 1. Nada sin alegría. 2. Si se hacen cosas consecuencias. reales, también son reales sus 3. Los niños tienen 100 maneras de expresarse, pero les robamos 99. 4. Las cosas de los niños y para los niños se aprenden solo de los niños. 5. Los educandos aprenden por medio de la observación para después desarrollar sus propios proyectos de creación'. 6. El niño tiene cien lenguajes, cien manos, cien pensamientos, cien formas de pensar, de jugar y de hablar, cien siempre cien formas de escuchar, de sorprender, de amar, cien alegrías para cantar y entender. 7. Trabajar con los niños quiere decir tener que hacer las cuentas con poca certeza y muchas incertidumbres. Lo que nos salva es buscar y no perder el lenguaje de la maravilla que perdura, en cambio, en los ojos y en la mente de los niños. 8. Es necesario que estemos convencidos, nosotros los adultos antes que nadie, de que los niños no son solo ostentadores de derechos, sino portadores de una cultura propia. Que son ostentadores de una capacidad de elaborar cultura, que son capaces de construir su cultura, y de contaminar la nuestra. 9. Dibujar, pintar, etc., son experiencias y exploraciones de la vida, del sentido y del significado: son expresiones de urgencias, deseos, confirmaciones, búsquedas, hipótesis, adecuaciones, constructividad, invenciones: son una lógica de intercambios, solidaridad, comunicación consigo mismo, con las cosas, con los demás y de juicio e inteligencia en relación con los sucesos que acontecen. 10. El niño está hecho de cien. El niño tiene cien lenguas, cien manos, cien pensamientos, cien maneras de pensar, de jugar y de hablar, cien siempre cien, maneras de escuchar de sorprenderse de amar, cien alegrías, para cantar y entender. (...) Le dicen: que el juego y el trabajo, la realidad y la fantasía, la ciencia y la imaginación, el cielo y la tierra, la razón y el sueño son cosas que no van juntas y le dicen que el cien no existe. El niño dice: "en cambio el cien existe". 11. ¿Fórmulas? No las hay. Sólo hay posibles estrategias. Sobre todo hacer que los niños familiaricen sus mentes con las imágenes, que sepan mantenerlas vivas, que cojan el gusto de reactivarlas, de regenerarlas, multiplicarlas con el máximo uso personal y creativo. Una condición fundamental es que las imágenes sean buenas y significativas para sí mismas, para los niños, para los adultos. Así, sólo así, las imágenes, combinándose y recombinándose cada vez más (y no siempre con útiles lineares y acumulativos) en las formas de realismo, del sueño, de la ficción, de lo lógico, de lo imaginario, de lo simbólico, se convertirán en signo y semiótica. 12. Los niños descubren (con nosotros) la complicidad con las acciones, los lenguajes, los pensamientos, los significados; que es fundamental preservar en los niños (y en nosotros) los sentimientos de asombro: la creatividad, como el conocimiento, es hija del asombro; que también la creatividad es un arte y una creación combinada (unas veces inmediata y espontánea, otras aislada, subordinada) que tienen motivaciones, formas, procedimientos, contenidos (formales e informales) y capacidades comunicativas, previsibilidad e imprevisibilidad, que proceden del juego, del ejercicio, del estudio, del aprendizaje visual, de la subjetividad interpretativa de las emociones, de las instituciones o de la imaginación racional y de sus posibles transformaciones y transgresiones Todo ello favorecido, tolerado o impedido por las tendencias y las políticas culturales.