Quítame las barreras que nos separan, altos muros de roca dura. Párame el tiempo. Háblame de tu pasión por la música, de cómo nos une. Y de ese extraño y horrible castigo que sufren nuestros recuerdos. Yo quisiera volver a abrazar a la madre de madres, mente que me lleva por caminos, que solo intuía en canciones admiradas. Y en ese camino adornado de girasoles encontré ese océano que ciegamente admiras. Exploré sus orillas sin encontrar puerto alguno. Me sumergí en sus aguas y encontré la belleza, la luz de todo, que la poca capacidad de los pulmones me obligó a abandonar. Antes de que las rocas varadas en las playas milenarias de arena blanca y lejanos horizontes choquen contra la ira de las olas, llévame contigo. Y cuéntame del afluente del río en el que nacen tus ojos, que río arriba te llevarán a mi origen, Y al reloj de arena donde habita mi alma. Ana Lucía Cosano López 4º ESO San José Obrero