Síndrome de apnea hipoapnea obstructiva del sueño desde el punto de vista neumológico Neumological approach of the obstructive sleep apnea/hypopnea syndrome Sylvia Páez Moya, MD*, Natalia Londoño Palacio, MD, FACP** RESUMEN El Síndrome de Apnea Hipopnea Obstructiva del Sueño (SAHOS) es un importante trastorno respiratorio que ocurre durante el sueño de adultos y de niños. En este artículo de revisión se pretende explicar su definición, epidemiología, fisiopatología, consecuencias sistémicas, cuadro clínico, forma de hacer el diagnóstico y el tratamiento desde una visión del neumólogo clínico que se enfrenta con estos casos en el ejercicio diario. Palabras clave: síndrome de apnea hipoapnea, SAHOS, Neumología. ABSTRACT The Obstructive Sleep Apnea Syndrome (OSAS) is an important respiratory disorder that occurs during sleep in adults and children. This review article pretends to explain the definition, epidemiology,w * ** Internista, Neumóloga. Jefe del laboratorio del sueño. Clínica Marly Internista, Medicina para adultos. Neumóloga. Presidente electa ACMI 2012-2014. Correspondencia: Natalia Londoño P. natalialondono@gmail.com Recibido: 25-VII-2011 Aceptado:13-VIII-2011 39(3)-Suplemento, 27-35, septiembre de 2011 Volumen 39 Número 3 septiembre de 2011 - suplemento Síndrome de apnea hipoapnea obstructiva del sueño desde el punto de vista neumológico pathophysiology, systemic consequences, symptoms, how to make the diagnosis, and treatment from a pulmonogical point of view with these clinical cases that are faced daily. Key words: Apnea hypopnea syndrome, OSAS, Neumology. INTRODUCCIÓN El sueño es un estado fisiológico activo, con funciones inmunológicas y endocrinas. Una tercera parte de nuestras vidas estamos dormidos. Bien dijo Hipócrates: «Sueño y vigilia, cuando son inmoderados, constituyen enfermedad». Las funciones del sueño y la vigilia son complementarias y tan malo es no dormir como dormir en demasía. Todos necesitamos dormir bien para poder llevar a cabo nuestras actividades diurnas con excelencia. La falta de sueño acumulativa conlleva a grandes problemas médicos, cognitivos y de comportamiento. Se han identificado patologías respiratorias específicas durante el sueño que para poder manejarlas es preciso un adecuado conocimiento de sus factores de riesgo, diagnóstico y consecuencias deletéreas si no se manejan apropiadamente. Dentro de este grupo de patologías la principal es el Síndrome de Apnea Hipoapnea Obstructiva del Sueño (SAHOS). DEFINICIÓN La primera descripción de esta entidad en la literatura médica data de 1892 (Sir William Osler). En 1976, Guilleminault publicó la primera serie de 8 niños diagnosticados mediante polisomnografía. El Síndrome de Apnea Hipoapnea Obstructiva del Sueño (SAHOS) se caracteriza por episodios recurrentes de colapso parcial o total de la vía aérea superior durante el sueño, asociado a hipoxemia, hipercapnia y fragmentación repetida del sueño. Como consecuencia se presentan alteraciones fisiológicas en múltiples sistemas. La obstrucción de la vía aérea superior incluye apneas e hipoapneas de origen obstructivo. En adultos, se define apnea como la ausencia de flujo aéreo en nariz y boca por un periodo igual o mayor a 10 segundos. Se define hipoapnea como la disminución del flujo en un 50% o más con respecto al flujo previo, durante 10 ó más segundos y que se acompaña de desaturación de oxígeno (disminución de 3 a 4% de la saturación de oxígeno con respecto al valor basal) o de un microdespertar. En los adultos sanos se considera fisiológico la presencia de menos de 5 apneas-hipoapneas por hora de sueño, esto es, -28- el índice de apnea hipoapnea (IAH). Sin embargo, estudios más recientes utilizando poblaciones más extensas y con grupos de edad más amplios, han mostrado que el número que determina grados “patológicos” de “normales” puede ser mayor, IAH de 10, 15 ó 20. Por lo tanto, en la clínica no es totalmente recomendable utilizar un número absoluto como divisor de enfermos o sanos sino tomarlo como un índice que en conjunto con la clínica y respuesta a determinadas medidas terapéuticas da una probabilidad de enfermedad respiratoria; esto mientras se determinan unos valores de IAH ajustados para los diferentes grupos de edad. Este diagnóstico está contemplado en el CIE 10 como G473: Apnea del sueño. EPIDEMIOLOGÍA DEL SAHOS Hay una clara preponderancia en hombres con una relación hombre:mujer de 7–20:1. Se presenta más frecuentemente en adultos entre los 40 a 50 años, aunque también se observa en niños, adolescentes y personas de la tercera edad. A partir de los 65 años, el aumento de la edad está altamente relacionado con la aparición de SAHOS. En mayores de 65 años la prevalencia de SAHOS es del 15 al 20%. Aunque su incidencia es más frecuente en obesos, no es una entidad exclusiva de este grupo; hasta el 40% de los casos se presentan en personas sin sobrepeso. La incidencia real del SAHOS es difícil de establecer dado que las diferentes publicaciones han tomado grupos de pacientes diferentes. Los últimos reportes de la literatura europea determinan una prevalencia mundial de SAHOS de 2 a 5% en mujeres adultas y de 3 a 7% en hombres adultos. Se reporta un aumento progresivo en la prevalencia tanto mundial como en Colombia, razón por la cual el SAHOS tiende a convertirse en un problema de salud pública y como tal deberá ser conocido no solamente por el gremio médico y paramédico sino también por la población en general para que la consulta médica se haga más tempranamente ante la presencia de síntomas. FISIOPATOLOGÍA El sitio de la obstrucción de la vía aérea es en la faringe, como resultado de un desbalance entre las fuerzas que tienden a mantenerla abierta y aquellas que favorecen su colapso. La obstrucción de la vía aérea se puede presentar a cualquier Sylvia Páez Moya, Natalia Londoño Palacio nivel entre las coanas y la epiglotis (Figura 1): nasofaringe, orofaringe o hipofaringe, siendo más frecuentemente observado a nivel de las dos primeras, pero variando de paciente a paciente. Figura 1. Anatomía de la faringe. Los factores determinantes del colapso de la vía aérea son tres: 1. Predisposición anatómica para el cierre de la vía aérea superior: la faringe es una estructura no rígida, cuya área transversal variará según los niveles de la presión intraluminal. Más de veinte músculos estriados que interactúan entre sí contribuyen a mantener dilatada esta área. Una disminución de esta área puede darse a expensas de estructuras óseas o de tejidos blandos. Dentro de los factores óseos se incluyen: micrognatia, posición baja del hioides, retrognatia, posición baja de paladar duro. Dentro de los factores dependientes de tejidos blandos: redundancia de úvula, paladar blando, engrosamiento lingual, hipertrofia de adenoides o amígdalas, engrosamiento paredes laterales de faringe; la obesidad contribuye aumentando los depósitos grasos y así el tejido lingual, paladar blando de las paredes faríngeas. 2. El sueño. En este estado, fisiológicamente se producen unos cambios que pueden favorecer el colapso de la Acta de Otorrinolaringología & Cirugía de Cabeza y Cuello vía aérea, en sujetos con una predisposición anatómica o neuromuscular adicional. En vigilia ante la presión negativa intraluminal generada en la inspiración se produce activación de motoneuronas dilatadoras (ej.: geniogloso); este reflejo se pierde con entrar en sueño, favoreciendo en estado de “cierre” o no apertura faríngea durante la inspiración; si a esto se suman cambios de presión intraluminal derivados de alteración anatómica o neuromuscular puede favorecer el colapso. Segundo: normalmente en el sueño la actividad tónica y fásica de los músculos dilatadores faríngeos (ej.: geniogloso, tensor del paladar) disminuye progresivamente de la vigilia al sueño NoREM y al sueño REM. 3. Perpetuación de los factores. Cuando se presenta la predisposición anatómica y los cambios neurológicos de la vía aérea superior descritos, pueden desencadenarse factores que favorecen y/o perpetúan el cierre de la faringe. Los sujetos con SAHOS, durante la vigilia, incluso tienen aumentada la actividad de los músculos dilatadores; sin embargo, al caer en sueño esta actividad incrementada cae en el sueño, aún más que en sujetos control, sugiriendo un compromiso de la actividad muscular durante el sueño de los sujetos con SAHOS. El incremento de la actividad muscular requerido en vigilia para sobreponerse a la disminución del calibre intraluminal puede llevar a cambio de fibras musculares tipo I a tipo II, hipertrofia, hiperplasia de fibras musculares y eventualmente atrofia de las mismas, que a la larga lleva a disrupción, fibrosis de las fibras, edema del área y daño y degeneración nerviosa submucosa. Finalmente la relajación muscular en el sueño será mayor a la “fisiológica”, favoreciendo el colapso de la faringe, ya no solo por la predisposición anatómica sino por lesión neuromuscular. Como consecuencia de la obstrucción en la vía aérea se desencadena hipoxemia, hipercapnia e incremento del esfuerzo ventilatorio; este último desencadena cambios de la presión de la vía aérea superior y caída de la presión intratorácica que estimulan los mecanorreceptores que a su vez van a estimular el Sistema Reticular Activador desencadenando el alertamiento que es el que va a permitir restablecer la patencia de la vía aérea y la ventilación normal. Estos alertamientos repetidos, asociados a la hipoxemia e hipercapnia, aumentan el tono del sistema simpático y la cascada de mediadores inflamatorios que son los que van a dar las diferentes manifestaciones fisiopatológicas y clínicas de este grupo de pacientes. (Figura 2). -29- Volumen 39 Número 3 septiembre de 2011 - suplemento Síndrome de apnea hipoapnea obstructiva del sueño desde el punto de vista neumológico c. Función cardíaca: durante la apnea, se observa disminución de la frecuencia cardíaca y del volumen latido y por lo tanto disminución del gasto cardíaco. Al finalizar la apnea estas dos variables aumentan en conjunto con la resistencia vascular periférica, favoreciendo la HTA en el momento del alertamiento. d. Isquemia miocárdica: el SAHOS es factor de riesgo de ateroesclerosis secundario a la hipoxemia, HTA y aumento de la actividad simpática y por lo tanto predisponer al desarrollo de isquemia miocárdica. Se ha evidenciado infradesnivel del segmento ST durante los episodios de apnea. e. Arritmias: el esfuerzo inspiratorio contra una vía aérea cerrada disminuye la presión intratorácica desencadenando un reflejo vagal que lleva a bradicardia sinusal durante la apnea, seguida de taquicardia refleja al finalizar esta, lo cual se observa en un 75% de estos pacientes. Otro tipo de arritmias (bloqueo AV, extrasístoles ventriculares, pausas sinusales) se presentan en el 50% de los pacientes con SAHOS, principalmente cuando se presenta desaturación de oxígeno importante. El tratamiento del SAHOS revierte las arritmias. f. Mortalidad: se ha encontrado un incremento en el riesgo de mortalidad por SAHOS no tratado, independiente de edad, género, IMC, muy frecuentemente de origen cardiovascular. Figura 2. Fisiopatología del Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño. CONSECUENCIAS FISIOLÓGICAS DEL SAHOS 1. Cardiovasculares: a. Hipertensión arterial: durante los eventos obstructivos, hay un incremento en las cifras de presión arterial en un 20%. La causa parece estar determinada por una activación del sistema autonómico que aumenta la secreción de catecolaminas como consecuencia de los alertamientos repetidos. Un 40 a 60% de los pacientes con SAHOS tienen HTA. La relación de ambas entidades es independiente de los factores de riesgo comunes a ambas (obesidad, edad, sexo, etc.). Un 22 a 33% de los pacientes con HTA tienen SAHOS. Así, se considera el SAHOS como una causa de HTA secundaria y es muy importante sospechar SAHOS en todos los casos de HTA de difícil manejo. b. Hipertensión pulmonar: durante el sueño de un individuo sano, la presión media en la arteria pulmonar permanece sin cambio. En los pacientes con SAHOS se observa un incremento hasta del 100%, el cual se presenta de forma cíclica como consecuencia de varios factores: 1. Activación del sistema nervioso autónomo. 2. Vasoconstricción hipóxica a nivel del capilar alveolar. 3. Mayor presión negativa intratorácica como consecuencia del esfuerzo inspiratorio contra una vía aérea ocluida. A nivel del mar se ha descrito una incidencia de hipertensión pulmonar en un 20% de los pacientes con SAHOS. En los casos moderados a severos la incidencia aumenta hasta un 55%. Una vez instaurada la hipertensión pulmonar, favorece la aparición de Cor Pulmonale. -30- 2. Respiratorias: a. Hipoxemia: se presenta como consecuencia de la hipoventilación alveolar. El nivel de disminución de la saturación de oxígeno va a depender del nivel de saturación basal antes de la apnea y de la duración de la apnea. b. Hipercapnia: igualmente como consecuencia de la hipoventilación alveolar. 3. Neurológicas: a. Hipertensión endocraneana: secundaria al aumento de la presión arterial sistémica, presión venosa central y la vasodilatación por hipercapnia. Como consecuencia el paciente presenta cefalea nocturna o del despertar y raramente glaucoma. b. Accidentes cerebrovasculares: los pacientes con SAHOS tienen un mayor riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares. El SAHOS severo se ha asociado con un aumento del riesgo de 3.3 veces. Acta de Otorrinolaringología & Cirugía de Cabeza y Cuello Sylvia Páez Moya, Natalia Londoño Palacio c. Somnolencia diurna: como consecuencia de la constante fragmentación del sueño. La fase de sueño que más se ve disminuida es la de sueño profundo o delta y en segundo lugar el sueño de movimientos oculares rápidos (MOR). d. Alteración del intelecto: disminución de la percepción, memoria, habilidad de aprendizaje como consecuencia de la hipoxemia y fragmentación del sueño. Igualmente desencadenan cambios de conducta y personalidad (ansiedad, depresión). 4. Endocrinas: a. Disminución de la libido e impotencia como consecuencia de la somnolencia, depresión, y disfunción hipotálamohipofisiaria. Se observa hasta en un 44% de los pacientes con SAHOS. b. Hay una fuerte asociación entre ronquido, SAHOS y diabetes mellitus tipo 2, independiente de la obesidad y la presencia de otros factores de riesgo. En general el SAHOS se relaciona con todo el contexto que constituye el síndrome metabólico debido a la presencia de hipoxemia tisular. c. Se postula que un 10% de las mujeres embarazadas pueden estar en riesgo de SAHOS, especialmente durante el tercer trimestre del embarazo, debido no solamente al sobrepeso, sino a los cambios hormonales. Se sugiere que la presencia de SAHOS pueda estar relacionada con la presencia de diabetes gestacional y de hipertensión inducida por el embarazo. No hay consenso mundial aún sobre este tópico pero se sugiere que ante la sospecha, la polisomnografía diagnóstica se hace prioritaria. 5. Hematológicas: 1. Mal dormir, sueño no reparador, mala calidad de sueño con frecuentes despertares, cansancio al despertar. 2. Ronquidos que molestan a las personas que duermen cerca del afectado. 3. Apneas percatadas por familiar. Los familiares tienden a despertar a los pacientes asustados ante la idea de que hayan muerto porque han dejado de respirar. 4. El paciente sufre despertares agudos con sensación de ahogo. 5. Cefalea matinal en general de leve intensidad, global y que cede fácilmente al levantarse. 6. Nocturia. 7. Hipersomnio diurno o somnolencia diurna excesiva, dado que es un síntoma muy subjetivo se ha intentado objetivar por medio de escalas de medición como la Escala de Epworth. Esta somnolencia diurna puede ser causa de accidentes. 8. Irritabilidad y cambios de personalidad. Tendencia a la depresión. 9. Inquietud psicomotora nocturna. 10. Disminución en las funciones cognitivas, especialmente en memoria, atención y capacidad de concentración. 11. Falta de energía, debilidad, cansancio durante el día. 12. Hipertensión arterial de difícil manejo. 13. Arritmias de causa no clara. a. Policitemia: como consecuencia de la hipoxemia. 14. Impotencia, disminución de la libido. 6. Nefrológicas: Todo esto deberá ser interrogado y deberá quedar consignado en la historia clínica de los pacientes. Los síntomas que estén presentes en el paciente al que se le hace diagnóstico de SAHOS serán una excelente ayuda para el seguimiento clínico, es una forma de valorar la respuesta al tratamiento. a. Nocturia: secundaria al incremento del péptido natriurético atrial que responde a la hipoxemia. Está favorecida por el aumento de la presión intrabdominal. CUADRO CLÍNICO Existe una triada diagnóstica (ronquidos, apneas percatadas por familiares e hipersomnio diurno) que debe llevar a los médicos a sospechar clínicamente la presencia de SAHOS, y solicitar los estudios confirmatorios necesarios. Siendo más amplios en la descripción, se conoce dentro de los principales síntomas los siguientes: El SAHOS se asocia a la presencia de hipotiroidismo y obesidad. Para medir la somnolencia diurna excesiva o hipersomnio diurno la escala de Epwoth (Tabla 1) ha sido validada en nuestro medio. Se interroga al paciente qué tan probable es que sienta somnolencia o se quede dormido bajo las siguientes circunstancias: -31- Volumen 39 Número 3 septiembre de 2011 - suplemento Síndrome de apnea hipoapnea obstructiva del sueño desde el punto de vista neumológico Tabla 1: Escala de Epworth para medición de somnolencia diurna excesiva 0:Nunca se queda dormido 1: Escasa probabilidad de quedarse dormido 2: Moderada probabilidad de quedarse dormido 3: Alta probabilidad de quedarse dormido Sentado leyendo Mirando TV Sentado e inactivo en un lugar público Como pasajero en un carro durante una hora de marcha continua Acostado descansando en la tarde Sentado y conversando con alguien Sentado, tranquilo, después de un almuerzo sin alcohol En un carro, mientras se detiene unos minutos en un trancón El valor máximo de puntuación es de 24, lo que refleja nivel muy elevado de somnolencia diurna. Se ha discutido bastante sobre el valor de normalidad en esta escala, una publicación reciente europea considera como valor límite superior aceptado, 10 a 12 puntos; sin embargo, es importante decir que puede haber variaciones individuales de puntuación a través del tiempo. DIAGNÓSTICO a. Imagenología: cuando se sospecha alteraciones de la estructura craneofacial es útil la radiografía cefalométrica de estas estructuras o la tomografía computadorizada, para evaluar la posición mandibular y el tamaño del espacio aéreo posterior. Aunque no hacen diagnóstico de SAHOS son de utilidad cuando el paciente va a ser llevado a cirugía. b. Curva de flujo volumen: puede observarse obstrucción variable de la vía aérea o aleteo del asa espiratoria en un 40 a 70% de los pacientes. No son cambios específicos de este síndrome. c. -32- Como métodos de tamizaje se han utilizado la oximetría, la capnografía y la grabación de los sonidos traqueales, pero ninguno de ellos tiene un valor predictivo positivo muy alto. La evaluación del paciente con trastorno del sueño debe comprender mucho más que solo descartar el SAHOS. d. Polisomnografía basal: es el patrón de oro para el diagnóstico del SAHOS. Debe incluir las siguientes medidas (Figura 3): Estados del sueño (EEG, EOG, EMG), esfuerzo respiratorio (movimientos de tórax y abdomen), flujo oronasal idealmente mediante sensor de presión, saturación de oxígeno, electrocardiograma, micrófono de cuello para ronquido, posición corporal. Opcionalmente: capnografía, presión tranesofágica, videograbación. La severidad del síndrome se expresa en índice de apneas-hipoapneas (IAH). Un IAH entre 5 y 15 es leve, de 15 a 30 es moderado y mayor de 30 es severo. TRATAMIENTO Los diferentes manejos propuestos están enfocados a evitar el colapso de la vía aérea superior o faringe que como vimos en el mecanismo fisiopatológico es una combinación de factores anatómico y neuromusculares. Tendrá más éxito el que logre controlar los dos aspectos. 1. Medidas generales: a. El SAHOS se puede asociar a otras enfermedades (Tabla 2). En estos casos el manejo del trastorno del sueño debe ser en conjunto con la entidad predisponente. Acta de Otorrinolaringología & Cirugía de Cabeza y Cuello Sylvia Páez Moya, Natalia Londoño Palacio Figura 3. Polisomnograma. Tabla 2: Entidades asociadas al SAHOS Obstrucción anatómica de la vía aérea superior Hipotiroidismo Acromegalia Falla renal Enfermedad pulmonar obstructiva crónica Amiloidosis Insuficiencia cardíaca congestiva Micrognatia o retrognatia Enfermedad de células falciformes Síndrome de Down Arnold Chiari Poliomielitis Síndrome Pospolio Enanismo acondroplásico b. Se debe abolir el uso de depresores del sistema nervioso central incluyendo el alcohol ya que favorecen la presencia de obstrucción de la vía aérea. c. Disminución de peso: una disminución incluso de tan solo un 5 a 10% del peso va a significar una mejoría en la clínica y severidad de los eventos obstructivos. Sin embargo, en algunos casos, se requieren grandes disminuciones antes de observar el beneficio. Dado que toma un tiempo conseguir la pérdida de peso, el paciente requiere manejo adicional mientras se logra el peso ideal. En algunos casos la disminución y mantenimiento del peso puede ser suficiente tratamiento. d. Cambios en posición de dormir: frecuentemente el SAHOS es más frecuente y severo con el decúbito supino. Se ha dicho que el IAH puede disminuir hasta en un 50% con dormir en decúbito lateral. Hay varias medidas que se pueden utilizar para conseguirlo; la más común es el uso de una pelota de tenis en la parte posterior de la camisa de dormir, lo cual va a dar tanta incomodidad en supino que obliga al paciente a cambiar de posición. Su uso y respuesta a largo plazo son variables. 2. Dispositivos orales: Se han utilizado varios dispositivos que al igual que otros métodos, buscan ampliar el espacio retrofaríngeo, retienen la lengua hacia adelante impidiendo la caída de la base de la lengua y su consecuente obstrucción de la vía aérea superior. Otros buscan reposicionar el maxilar inferior hacia adelante buscando ampliar el espacio retrolingual. Hay diferentes modelos, y cada uno de ellos debe ser evaluado individualmente. En general, la adherencia a estos es del 77%. Debe ser adaptado por personas expertas. La respuesta en la reducción del IAH es muy variable; en general se observa mejor respuesta en sujetos con IAH leves. En los no obesos y los dependientes de posición y con IAH bajos son quienes tienen mejores resultados en dar alguna mejoría en el IAH y son una alternativa al manejo del SAHOS. Los efectos secundarios en general son leves o temporales (dolor articulación temporomandibular, dolor miofacial, boca seca, irritación encías). En los estudios comparativos disponibles se observa que son menos eficaces que el C-PAP, pero mejor tolerados. No se recomiendan como primera línea de tratamiento. -33- Volumen 39 Número 3 septiembre de 2011 - suplemento Síndrome de apnea hipoapnea obstructiva del sueño desde el punto de vista neumológico 3. Presión Positiva Continua Nasal (C-PAP, Bi-PAP Nasal): Actualmente es el tratamiento de elección en los pacientes con SAHOS. Es claro su efecto en corregir la morbi-mortalidad del síndrome. Actúa, a modo de válvula neumática, aumentando la presión dentro de la orofaringe manteniéndola abierta durante todo el ciclo respiratorio, de esta manera impide el colapso de la vía aérea superior. No es un tratamiento curativo, lo cual implica que su aplicación debe de ser continuada. El nivel de presión requerido debe ser establecido en un laboratorio de sueño por medio de la polisomnografía de titulación, para evitar el uso de presiones subterapéuticas o innecesariamente altas e incomodas para el paciente. Se debe seleccionar la mejor interfase en cada caso, lo cual va a ser importante en el éxito de su adecuado uso. Requieren un proceso de enseñanza y adaptación, proceso que debe ser acompañado por el médico y/o terapeuta desde el inicio del uso y por los primeros meses; este proceso determina el éxito de la adherencia a largo plazo. La presión positiva sobre la vía aérea mejora notablemente la calidad de sueño y la calidad de vida de las personas afectadas. Declaramos no tener ningún conflicto de interés para publicar este artículo. BIBLIOGRAFÍA 1. Guilleminault C, Tilkian A, Dement WC. The sleep apnea syndromes. Ann Rev Med. 1976; 27: 465-484. 2. Durán-Cantolla J, et al. y Grupo Español de Sueño (GES). Consenso Nacional sobre el SAHS. Arch Bronconeumol. 2005; 41: 12-29. 3. Lindberg E. Epidemiology of OSA. Place a comment or grade. Eur Respir Mon. 2010; 50: 51-68. 4. Martínez-García MA, Durán-Cantolla J, Montserrat JM. El síndrome de apneas-hipoapneas durante el sueño en edades avanzadas. Arch Bronconeumol. 2010; 46: 479-488. 5. Casado-Naranjo I, Ramírez-Moreno JM. Prevalencia de los trastornos del sueño en pacientes con enfermedad cerebrovascular. Rev Neurol. 2005; 41: S7-S12. 6. Somers VK, White DP, Amin R, et al. Sleep apnea and cardiovascular disease. AHA/ACCF Scientific Statement. Circulation. 2008; August 12. 118. DOI:10.1161/CIRCULATIONAHA.107.189420. 7. Chica H, Escobar F, Elava J. 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Sleep. 2006; 29: 375-380. 4. Cirugía: Diferentes abordajes encaminados a ampliar el espacio faríngeo. Amigdalectomía, uvulopalatofaringoplastia se han utilizado buscando ampliar el área orofaríngea. Avance geniogloso, avance mandibular con o sin osteotomía, miotomía y suspensión hioidea, glosectomía, plastia lingual, buscando mejorar el espacio hipofaríngeo hasta la osteotomía y el avance maxilomandibular. Desafortunadamente no hay revisiones sistemáticas en la literatura de alguno de estos métodos sino descripciones de casos mostrando resultados variables. La selección del paciente es crucial para el éxito de este método. En pacientes no seleccionados el éxito en mejorar el SAHOS es variable. En algunos casos mejora el ronquido pero no las apneas. Los pacientes tratados con este método deben ser evaluados posteriormente en un laboratorio de sueño con polisomnograma para corroborar la mejoría obtenida. Es clara la morbilidad y mortalidad secundarias al SAHOS y que el tratamiento de este modifica el riesgo. En todos los pacientes se deben recomendar las medidas generales y la pérdida de peso. El resto del manejo debe ser individualizado para cada paciente de acuerdo a la severidad del síndrome, sus síntomas y repercusiones sobre los diferentes sistemas del organismo. El seguimiento clínico, en el que se evalúa la adaptación al tratamiento, la evolución de los síntomas, la presencia de eventos adversos, entre otros, es de gran importancia y la frecuencia de estos controles igualmente se individualizará según el caso. -34- Acta de Otorrinolaringología & Cirugía de Cabeza y Cuello Sylvia Páez Moya, Natalia Londoño Palacio 20. Quan SF, Gersh BJ. Cardiovascular consequences of sleep disordered breathing. Past present and future. Circulation. 204; 109: 951-957. 22. Neurobehavioral effects of OSA. Curr Opinion in Pulmonary Medicine. 2005; 11: 494-500. 21. 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