8 DE MARZO. DÍA DE LA MUJER Y VAN… Hoy, como cada año, se celebra el día de la mujer. En este día se conmemora en el mundo, la lucha de la mujer por su participación, en pie de igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo integro como persona. Pero esto poco importa a los hombres que creen que la mujer es un ser inferior, que deberá plegarse a las decisiones, ordenes, deseos y vejaciones que el varón decida en cada momento y en cada ocasión. Gritos, maltrato físico y psíquico, golpes, humillaciones, miedos al oír como la llave gira en la puerta del domicilio… ¿cómo vendrá hoy?. Micciones infantiles originadas por el desamparo que el niño siente ante la figura del padre agresor que a veces, también se ceba en el menor… En Emaús, sabemos mucho de esto. En los centros de acogida de mujeres víctimas de violencia y de exclusión social, sabemos mucho de vejaciones, de maltrato físico y psíquico, donde las mujeres derivadas de la Consellería de Bienestar Social de la C.V., llegan destrozadas anímicamente, acompañadas de sus hijitos, algunas de ellas embarazadas y con el semblante manchado por el horror vivido, del que acaban de escapar. Lo primero que precisan ellas y sus hijos, además de la cobertura de sus necesidades básicas, es apoyo terapéutico y psicosocial; para poder empezar a ganar autoestima, tranquilidad, estabilidad emocional y, en una palabra: ¡Seguridad! Su estancia entre nosotros, les permite reflexionar sobre su futuro, porque a medida que los días van pasando, también reciben de Emaús orientación y formación laboral, a la vez que sus hijos, escolarizados, van encontrando también motivos para ver el mañana con más esperanza. Incluso entre nuestros profesionales, y para que tanto ellas como sus hijos, entiendan que no todos los hombres son malos y puedan tener confianza en ellos, hay varones que acompañan a los niños a la escuela, que atienden las necesidades de las mujeres maltratadas, llevando una vida normal y de respeto y apoyo para sus almas heridas. La atención psicológica es constante, la vida en los centros es amable, lejos queda el miedo al oír girar la llave en una puerta. Y cuando pasados los meses, con las heridas cicatrizadas, iniciarán una nueva vida, se van llevándose, no sólo las ayudas emocionales sino un Kit completo de ropa de hogar y de cama, así como los enseres de cocina adecuados al número de personas que forman el núcleo familiar. Todo esto proporcionado por el WIBC, - mujeres de negocios británicas- que apoyan con su solidaridad, la nueva vida de estas familias que, rotas por el agresor deben volver a empezar. Y para Emaús, esto es posible gracias a los convenios con la dirección de Consellería de Bienestar social de la C.V. y los múltiples amigos que nos ayudan. Más información: www.emausong.es