Michael Quisinsky L a "interferencia" entre la Nouvelle théologie y la práctica católica en la iglesia y la sociedad Los dominicos M.D. Chenu e Yves Congar diagnosticaban, ya en los años treinta, que muchos ámbitos de la sociedad estaban cada vez más alienados de la fe cristiana, mientras que en los medios eclesiales se cultivaba una teología alienada a su vez de la vida cultural, filosófica y social del momento. De sus reflexiones nació la Nouvelle Théologie, que pretendía repensar la fe de una manera más “encarnada”, con nuevos enfoques y nueva epistemología, que pudieran entrar en diálogo con el mundo secularizado. El autor de este trabajo examina las “interdependencias” mutuas que se dieron entre aquella reflexión teológica y las nuevas formas de praxis cristiana, a la vez que indica cómo este nuevo enfoque influyó en los planteamientos y conclusiones del Concilio Vaticano II. The “interference” between Nouvelle Théologie and Catholic Practice in Church and Society, Ephemerides Theologicae Lovanienses 90 (2014) 71-98. “INTERFERENCIAS” EN UN PROCESO QUE VA DE LA “DESENCARNACIÓN” A LA “ENCARNACIÓN” Desde finales de la Edad Media había ido surgiendo una separación cada vez mayor entre la percepción cristiana y la percepción secular del mundo. Ante esto, los dominicos de la Facultad de Teología de Le Saulchoir empezaron a propugnar que, para recobrar credibilidad, la fe cristiana no podía continuar manteniendo y expresando su propia concepción global sin tener en cuenta los elementos que configuran la percepción secular del mundo. Este diagnóstico llegó a la conclusión de que la En56 carnación proporcionaba un modelo teológico y práctico para configurar la percepción y la praxis cristiana en la Iglesia y en la sociedad. En realidad, el interés por una teología de la “encarnación” en Le Saulchoir fue una reacción frente a la “desencarnación” de la fe cristiana (Congar). Entre las diversas publicaciones de Chenu, puede leerse particularmente su artículo Dimension nouvelle de la chrétienté (La Vie Intellectuelle, 1937) como ejemplo insigne del trabajo teológico que