el empleado público debe actualizarse permanentemente

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"EL EMPLEADO PÚBLICO DEBE ACTUALIZARSE
PERMANENTEMENTE"
Catedrático de Derecho Administrativo en la Universidad de La Coruña, ha
dedicado gran parte de su vida profesional a la formación de los funcionarios.
Desde su nuevo puesto de director del INAP quiere seguir aspirando a una
Administración más sencilla y transparente.
—Usted ha sido director del Instituto Canario de
Administración Pública y de la Escola Galega, es
por tanto un gran conocedor de la formación de los
funcionarios. ¿Qué nos puede decir al respecto?
—La formación de los funcionarios, y de los
empleados públicos en general, es uno de los ejes
centrales de toda reforma administrativa. A través de
un programa de formación bien elaborado se puede
contribuir a fortalecer el sentido de servicio del
personal a los intereses generales (artículo 103 de la Constitución)
entendidos como fomento de los derechos fundamentales de los
ciudadanos. Y junto a esa necesaria tarea de creciente sensibilidad de los
funcionarios en relación con los derechos de las personas, la formación,
que siempre debe estar orientada a la mejora real del trabajo
administrativo, proporciona a los empleados públicos las más modernas
técnicas de gestión administrativa para que hagan su tarea con la mayor
preparación posible.
—¿Hay diferencias en cuanto a formación entre la Administración
autonómica y la central?
—En términos generales, la formación de todos los empleados públicos,
sean del Estado, de las Comunidades Autónomas o de los Entes Locales,
tiene, como denominador común, la actualización permanente de los
conocimientos, la orientación a la mejora concreta del trabajo
administrativo y la promoción de entornos de creciente humanización.
—¿Debe convertirse el INAP en el pilar fundamental para la
renovación de la Administración?
—El INAP, como centro oficial de formación, de estudio y de
investigación en materia de Administración Pública, debe aspirar a estar en
la vanguardia de la reflexión sobre la reforma de la Administración y debe
ofrecer a los empleados públicos ofertas formativas abiertas, dinámicas,
plurales y multidisciplinares, que permitan que los ciudadanos cada vez
sean más conscientes de que la entera Administración Pública es más
eficaz y más sensible a los problemas reales de la gente.
—¿Cuáles van a ser las próximas metas del INAP? ¿Qué áreas de
actuación deben potenciarse?
—El INAP es una institución de gran tradición y solera en la
Administración española, sobre todo por la calidad humana y profesional
de su cuadro docente y por la dedicación y trabajo bien realizado de su
personal. Por ello, en estos años el INAP debe seguir mejorando la
formación en nuevas tecnologías, colaborando en la preparación y mejora
técnica de los funcionarios locales y debe descentralizar un poco más su
actividad de forma que los funcionarios de la Administración periférica del
Estado puedan también recibir una formación moderna que les permita
trabajar con mayor acierto en sus puestos de trabajo.
—¿Qué líneas deben seguir los planes de formación?
—Deben ser planes adecuados a la realidad, con una importante dimensión
práctica, que combinen eficacia con espíritu de servicio. Deben ser planes
que acrecienten la sensibilidad de la Administración y de sus gentes hacia
los derechos fundamentales de los ciudadanos y, poco a poco, deben ir
incorporando las modernas técnicas de la formación a distancia.
Deben aspirar, en resumen, a humanizar la razón
-La formación
técnica para hacerla más humana y más propicia a la
es para todo el
participación y al diálogo como fórmula de resolución
personal y
de los problemas.
debe ser
—¿A qué se debe el boom que ha experimentado la
permanente y
formación a distancia?
reconocida en
—Sobre todo, a que ha calado cada vez con más fuerza
la promoción
la reflexión del filósofo: la formación no termina nunca.
profesional de
La formación es para todo el personal y debe ser
los empleados
permanente y reconocida en la promoción profesional
públicos
de los empleados públicos. Además, al aumentar el
presupuesto para la formación continua, lógicamente hay una mayor
capacidad para articular planes y programas más amplios y con un número
cada vez más importante de destinatarios.
—Usted citaba a Aristóteles. Al hilo del filósofo, ¿los empleados
públicos tienen que estar en continua formación?
—El empleado público, como cualquier persona, tiene claro que la
formación, no sólo no termina nunca, sino que en la vida hay que tener un
talante abierto al aprendizaje diario y a la necesidad de actualizarse
permanentemente.
María Rada
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