von Habsburg Lothringen, F. Maximilian J.

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von Habsburg Lothringen, F. Maximilian J.
Políticos y juristas
Fecha de nacimiento:
Lugar de nacimiento:
6 de julio de 1832
Austria, Viena
Fecha de fallecimiento:
Lugar de fallecimiento:
19 de junio de 1867
Querétaro, México
Nacionalidad (originaria):
Fecha de naturalización:
Austriaco
PROFESIÓN:
Político
TRAYECTORIA:
Maximiliano nació en el Palacio de Schönbrunn de Viena (Austria), del matrimonio del archiduque
Francisco Carlos de Austria y Sofía de Baviera, aunque se cree que su padre en realidad es Napoleón II por la relación que tenía este con su madre Sofía. Ella y Napoleón II se hicieron de una
amistad íntima que provocó rumores en la corte que Sofía nunca se molestó en desmentir. Cuándo
Sofía estaba embarazada de su segundo hijo, Napoleón II moría de tuberculosis y se decía que en
realidad el niño que esperaba era hijo del Duque de Reichstadt, a su vez, hijo de Napoleón Bonaparte. Ese niño fue Maximiliano.
En Trieste (Italia) fue marino muchos años y vivió mucho tiempo en alta mar; colaboró en el triunfo
de su país en la guerra con Italia.
En 1859, Maximiliano fue contactado por primera ocasión por los conservadores mexicanos, los
cuales buscaban un príncipe europeo para ocupar la corona del Segundo Imperio Mexicano con el
apoyo militar de Francia y de la iglesia católica. Maximiliano aceptaría el ofrecimiento si la mayo-
ría del pueblo mexicano estaba de acuerdo. Los
conservadores recolectaron firmas y le mostraron los resultados de un plebiscito realizado en
la ciudad de México. Los resultados señalaban
que una gran mayoría de los mexicanos solicitaba su presencia como emperador. Decidió aceptar la oferta, no sin antes renunciar a todos sus
títulos en Europa.
Maximiliano llegó al puerto de Veracruz en el
famoso barco Novara, el 28 de mayo de 1864,
entre el júbilo y algarabía de los conservadores,
que se expresó especialmente en Puebla y en
la ciudad de México. La travesía a la ciudad de
México le ofreció un panorama distinto: un país
herido por la guerra y profundamente dividido en
sus convicciones.
Al llegar a la ciudad, escogió el Castillo de Chapultepec como residencia y mandó trazar un camino
que le conectase a la ciudad (el actual Paseo de
la Reforma), que se llamó originalmente “Paseo
de la Emperatriz”. Como el emperador y la emperatriz no podían tener hijos, decidieron adoptar
a dos nietos (Agustín y Salvador) de Agustín de
Iturbide, el primer emperador mexicano.
APORTACIONES RELEVANTES:
El Imperio Mexicano contaba con el apoyo del partido conservador y de buena parte de la población de tradición católica, aunque tuvo una oposición férrea de los liberales y de la masonería en
México. Durante su gobierno, Maximiliano I de México trató de desarrollar económica y socialmente los territorios mexicanos bajo su custodia, aplicando los conocimientos aprendidos de sus
estudios en Europa y de su familia, los Habsburgo, una de las casas monárquicas más antiguas
de Europa, de tradición abiertamente cristiana y católica.
Sin embargo, la política de Maximiliano resultó ser más liberal de lo que sus partidarios conservadores pudieron tolerar. Ello es así, en parte, por la propia estrategia de Napoleón III, que el 3
de julio de 1862 había dirigido al mariscal Forey instrucciones secretas que requerían evitar el
dominio conservador del régimen, instaurando en cambio un gobierno moderado en el que estuvieran representadas todas las tendencias. Y también por el talante liberal de Maximiliano, que
ya había manifestado al gobernar Lombardía en los años 1858 y 1859. Un hecho que puso de
manifiesto esa tendencia incompatible con los conservadores locales, fue la negativa de Maximiliano a suprimir la tolerancia de cultos y a devolver los bienes nacionalizados de la iglesia, cuando el nuncio papal le requirió ambas decisiones. Gran parte de los conservadores mexicanos,
decepcionados, retiraron su apoyo a Maximiliano, e inversamente, hubo liberales moderados
que se aproximaron al nuevo régimen, mientras que los liberales republicanos no por ello dejaron
de persistir en la lucha por recuperar al país de un gobierno monárquico.
Los liberales buscaron por todos los medios la derrota del imperio. Encabezados por Benito Juárez, permanecían firmes en la defensa de la República secular. Juárez gozaba del indiscutible
apoyo de los Estados Unidos, quienes jamás vieron con buenos ojos la presencia en América
de un régimen apoyado por las monarquías europeas, e hicieron cuanto pudieron por evitar que
los conservadores mexicanos tuvieran éxito. Al final, los cambios políticos a nivel internacional
repercutieron en el Imperio Mexicano. Estados Unidos, que durante la mayor parte de esta época
estaba enfrascado en su propia guerra civil entre los estados del norte y los del sur, había conseguido finalmente la paz y estaba listo para apoyar al gobierno republicano de Juárez.
Napoleón III, por su parte, se enfrentaba a serias amenazas en Europa y requería que sus tropas
regresaran al país galo. Con el apoyo económico de los estadounidenses a la facción republicana y sin el apoyo francés ni conservador en el país, poco le quedaba por hacer a Maximiliano.
Decidió enfrentarse a las consecuencias, desoyendo los consejos que le sugerían abdicar y
regresar a Austria. Fue sitiado con los restos de su ejército y finalmente capturado en Querétaro
por soldados del general Mariano Escobedo, como consecuencia de la traición del Coronel Miguel López.
Tras un juicio en ausencia, celebrado en el teatro municipal por un coronel y seis capitanes, sin
derecho a apelaciones y con base en un interrogatorio que en su mayor parte el Emperador se
negó a contestar, los revolucionarios lo condenaron a muerte. Fue asesinado por fusilamiento en
el Cerro de las Campanas de la ciudad de Querétaro el 19 de junio de 1867, junto con los generales conservadores Miguel Miramón y Tomás Mejía.
OTROS DATOS PERSONALES IMPORTANTES (Matrimonio, descendencia, etc.):
Consorte: Carlota Amalia de Bélgica.
El Emperador de México, segundos antes de recibir las descargas del pelotón de fusilamiento
(disparadas a un metro de distancia de su cuerpo), proclamó: “¡Mexicanos! Muero por una causa
justa, la de la independencia y libertad de México. Ojalá que mi sangre ponga fin para siempre
a las desgracias de mi nueva patria. ¡Viva México!”. Asimismo, se dice que pagó a cada uno de
los verdugos con una moneda de oro para que no se le disparase a la cara, así podría ser reconocido por su madre.
Sus restos fueron depositados al año siguiente en la Cripta Imperial de la Iglesia de los Capuchinos, en Viena.
OBRAS Y SITIOS WEB CONSULTADOS:
• Maximiliano de Habsburgo. Wikipedia
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