LAS DISTENSIONES MUSCULARES Por los Dres. Javier Serra y Kepa Lizarraga. Información general El dolor muscular suele ser muy frecuente y molesto pero generalmente no se debe a problemas demasiado serios. Normalmente está en relación con la práctica de deportes nuevos e intensos que los músculos son incapaces de aguantar. No siempre es fácil diferenciarlo de los dolores de los huesos o de los de origen nervioso. En un niño que no ha practicado recientemente ningún ejercicio, el dolor podría estar provocado por problemas más graves, como por ejemplo la artritis. Un niño con dolor muscular sin causa evidente debe ser visto por el médico. Si es una simple distensión muscular o unas agujetas, el niño no presentará otros síntomas serios y las molestias desaparecerán en pocos días. ¿Qué es la distensión? Es una lesión de las fibras musculares y del tejido conectivo que las envuelve. Se produce cuando se realiza un ejercicio que pone al músculo a una tensión tal que es incapaz de soportarla sin lesionarse. El músculo se desgarra y se desestructura. Con el calentamiento, los estiramientos y el entrenamiento se consigue evitar, casi por completo, el riesgo de sufrir distensiones. Causas A pesar de que en todos los casos se da una tensión exagerada que supera las propiedades elásticas del músculo, no todas las distensiones obedecen a la misma causa ni tienen la misma gravedad. Tipos A las distensiones vulgarmente se les conoce con el nombre de tirones. El caso más leve o elongación, es el estiramiento brusco de un músculo fatigado. El tirón clásico (desgarro leve) se debe a una contracción repentina y violenta, un gesto fallido o a la recuperación tras un desequilibrio. En el adulto son más frecuentes los tirones importantes, desgarros o roturas musculares y tendinosas que se producen por una contracción no realizada en su momento, es decir, un mal gesto. Síntomas Normalmente en las distensiones de los niños hay una mínima lesión de las fibras musculares y del tejido conjuntivo que envuelve al músculo que no se aprecia a simple vista pero que provoca la hinchazón dolorosa de la zona afectada. Suelen cursar con: Dolor local agudo que aumenta con la presión y la contracción muscular. Desaparece al poco rato. Una mínima pérdida de fuerza que permite al niño continuar con su partido al precio de una molestia dolorosa y de una disminución en su rendimiento, así como de una, más que probable, agravación de su lesión Sensibilidad dolorosa en toda la longitud del músculo sin poder precisar en que punto duele más, que aparece a las varias horas del entrenamiento. Diagnóstico Es necesario conocer cómo se produjo la lesión para estar seguros de que se trata de una distensión y no de otra alteración muscular más grave, porque el tratamiento y la conducta a seguir van a ser muy diferentes Tratamiento En los casos leves: Reposo de la zona lesionada para que el músculo reorganice todas las fibras afectadas y se recupere antes. En las primeras 24-48 horas es mejor aplicar frío. Después, aplicar calor (baño caliente, manta eléctrica, bolsa de agua caliente) Masaje suave, no traumatizante, con pomada revulsiva, si se quiere. Si es necesario se puede dar Ibuprofeno o un antiinflamatorio equivalente para calmar el dolor, teniendo en cuenta que las dosis se deben ajustar a la edad y al peso de la persona. En el caso del tirón clásico, la elevación de la extremidad afecta y un vendaje compresivo ayudan a su curación. Evolución En los jóvenes es rápida y en 3 días con tratamiento se puede empezar a andar con cierta soltura. En 6 a 10 días la curación está prácticamente finalizada. Lo que se debe evitar Que inmediatamente después de una distensión: Continúe con el ejercicio . Se aplique masaje enérgico. Se ponga calor. Instrucciones generales Acudir al médico cuando: Aparece fiebre. La zona se pone roja o muy inflamada. La movilidad de la zona es dificultosa a las 24 horas del tratamiento. Persiste el dolor 1 semana después del tratamiento.